Me dirigí al auto tanteando no derramar el humeante café, Olga me esperaba afuera.
—Como odio levantarme temprano. — resoplé malhumorado colocando la bebida en el posavasos desde la ventanilla y rascándome los ojos tras haberla saludado.
—Llegué demasiado temprano también, esperemos un poco.
—...