Historia finalizada El secreto de Cleo Shikibu

[elena653 0]

Las colinas del rió Flor siempre ha sido una comunidad agrícola; en la que los sims se mudan a ella buscando la paz y la tranquilidad. Pero… ¿Qué secretos ocultan las familias que viven en ella?

EL SECRETO DE CLEO SHIKIBU

Cleo Shikibu huérfana de padres; había sido criada por la hermana de su madre, Catalina Viejo, desde los 4 años. A su madre Victoria siempre le había gustado viajar por el lejano oriente .Allí conoció a Nobutaka Shikibu y no tardaron en comprometerse. El era el mejor guía turístico de toda la aldea Takemizu y ella trabajaba en el Hotel Dragón “Humeante” como asistenta...Victoria se quedo embaraza y tuvo a Cleo una hermosa niña, de cabello negro azabache, ojos marrones y pálida tez. Ellos vivían en una habitación de hotel por la que pagaban un módico precio. Se compraron una pequeña villa en Las colinas para pasar las vacaciones junto a Catalina, que se había quedado viuda recientemente.

Una fría mañana de otoño un escalofrió despertó a Catalina, seguidamente sonó el teléfono… su hermana y su marido habían muerto.

Pasaban los años y Cleo se había convertido ya en una guapa adolescente, obtuvo una beca por ser huérfana de padres y se matriculo en la universidad Simplutense. Se mudo a una casa de alquiler la cual compartía con Patricia Wan , otra joven que también era huérfana. No tardaron en hacerse buenas amigas. Cleo siguió la especialidad de Historia, era una joven muy inteligente, nunca faltaba a clase, hacia todos los trabajos de evaluación e investigaba sobre las materias que estudiaba. Patricia siempre bromeaba diciéndole que su mayor preocupación era leer libros. La Biblioteca Simplutense era como su segunda casa se pasaba allí horas y horas… cuando leía un libro se concentraba tanto que no se daba cuenta que alguien le estaba hablando.

- ¿Perdona?- Susurro una voz.

Era un joven de tez pálida que estaba sentado en la mesa de al lado. Tenía una larga melena rubia y unos ojos rasgados azul intenso. Vestía con unos pantalones anchos y tras su escasa camisa lucia unos enormes tatuajes negros.

- Si… me as dicho algo- contesto Cleo con una tímida voz

- Bueno… si... esto... soy Bernabé vamos juntos a clase pero veo que no te as dado cuenta.

- Ah… pues no la verdad es que no. Me llamo Cleo... pero... ¿Era eso lo que querías decirme?

- Esto… no…era por que la bibliotecaria ha anunciado por el megáfono que son las 10 y van a cerrar ya.

- Vaya… ni si quiera la he oído, es que cuando leo desconecto por completo de... todo.

- Ya, ya me he dado cuenta. Bueno te invito un café en la Cafetería del campus, ¿Quieres?

- Yo… la verdad… es que tengo un poco de prisa … no sabía la hora que era… mañana tengo que examinarme para la tercera evaluación, y tengo que descansar lo suficiente – contesto ella.

- Mañana es sábado, que yo sepa ningún profesor trabaja los sábados... sabes creo que deberías dejar de leer tanto libro desconectas demasiado – bromeo Bernabé.

Salieron de la biblioteca y fueron ala cafetería, charlaron hasta la medianoche. Tras la apariencia rebelde que mostraba en realidad era un joven inteligente, al que le apasionaba la naturaleza y el clima y su entorno. Sus padres vivían en la capital de Simcity. A Bernabé le había costado trabajo convencer a sus padres para ir a la universidad Simplutense ya que ellos querían que hubiera ido a “Académie Le Tour” pero a el no le gustaba aquello, rodeado de tantos centros urbanos y comerciales.

Los años pasaban y Bernabé y Cleo eran grandes amigos aunque no era solo amistad lo que sentían. Ellos sabían que tendrían que elegir sus aspiraciones y que sus vidas podrían separarse en algún momento. Catalina tenía una sorpresa para cuando Cleo se graduara, la casa de sus padres en Las Colinas. Llego el gran día y tras la fiesta de graduación Cleo eligió las aspiraciones familiares. Bernabé sin embargo tuvo que elegir aspiraciones de conocimientos por imposición de sus padres; querían que fuera un importante senador. Ambos se despidieron en la parada de los taxis, el tenía que volver a Simcity, su padre le había conseguido un trabajo como trabajador de campaña.

- ¿Volveré a verte Bernabé?- le pregunto ella

- Antes de lo que te imaginas tendré que volver a interrumpirte cuando estés enfrascada en otro de tus libros – contesto el

- Prométemelo

- Pues claro, no te preocupes ¿Crees que te voy a dejar sola con Patricia y tu tía?

Ambos se rieron al unísono. Se estrecharon en un intenso abrazo y cogieron distintas direcciones.

Catalina no paro de preguntarle a su sobrina que si veía algo tras la tela con la que le había cubierto los ojos, mientras Patricia se ría en silencio por la insistencia de Catalina. Cleo se había empeñado en que Patricia viviera con ella durante unos meses asta que encontrara un trabajo.

- ¡Tachan! - grito catalina quitándole la tela que le cubría los ojos a Cleo

- ¡Tía! Es… es… – balbuceaba Cleo.

- Si cariño lo es... ¿A que es preciosa? Era de tus padres, no quise venderla pensé que a ellos les hubiera gustado que fuese tuya cuando te hicieras mayor - contesto nerviosa.

- Vaya, la casa donde pasábamos las vacaciones; aunque bueno yo solo era una pequeña infante.

- Bueno cariño yo os dejo aquí tengo que marcharme con Isabel… ya sabes quiere ir a la sastrería “Belle” a comprarse unos cuantos trapos. Podéis instalaros ya, esta semana contrate a una asistenta para que me ayudó a limpiar la casa… ¡ah! y tenéis comida en la nevera y unos cuantos simoleones para que vayáis tirando asta que encontréis un trabajo. Luego os llamare por teléfono.

- Gracias Tía luego hablamos…

- Gracias señora Viejo.

- De nada… y no te preocupes Patricia quédate el tiempo que quieras – gritaba Catalina mientras se apresuraba a montarse en el taxi.

La casa era preciosa tenia una pequeña entrada de madera adornada con unas fuentes y unos enormes bonsáis decorativos. En el jardín había un pequeño lago con unos juncos varias ramas de bambú y un enorme sauce que escondía un banco de madera. El interior de la casa estaba decorado con papel al estilo oriental sin embargo los muebles eran algo campestres. En el salón había una mesita de café, unos sofás bastante modernos, una librería y una vieja tele .La cocina tenia todo lo necesario, su tía la había equipado con el más mínimo detalle. La casa tenía dos lavabos y dos dormitorios. En uno había una cama de matrimonio con una preciosa colcha negra en la que había bordados unas ramas de bambú, unas mesillas de madera de pino y una enorme cómoda de mimbre repleta de preciosos kimonos de sus padres. En el otro su tía había comprado dos camas individuales y dos escritorios.

Estaban encantadas con la casa y Catalina las dejaba vivir a sus anchas. A cleo le gustaba leer en el banco de madera del jardín... Era su pequeño lugar para relajarse y en el soñaba despierta con cumplir su deseo para toda la vida “Celebrar las bodas de oro”.Pero debía tener cuidado de no hacer realidad sus miedos y de cumplir el máximo de deseos posibles y por supuesto encontrar a otro sim con el que lograr el nivel de Platino asta el día de su muerte. Echaba tanto de menos a Bernabé… el tiempo pasaba y no había sabido nada de el desde que se habían graduado.

Patricia no tardo mucho en encontrar un trabajo. Le ofrecieron un puesto en las afueras como “Doble de luces”, ya que se había graduado en la especialidad de Arte Dramático no era un mal trabajo para empezar. Tenía que mudarse a las afueras y aunque le daba pena dejar a su mejor amiga debía marcharse.

Cleo se quedo sola en la casa, su tía había insistido en que se trasladara a su casa si quería, pero ella prefería quedarse allí.Una tarde de primavera mientras leía bajo el sauce una sombra familiar se le acerco.

- ¿Perdona?

- ¡Bernabé! ¿Eres tú? ¿Cuándo as llegado? ¿Que te ha pasado?... y…

- ¡Alto! Despacio Cleo. Tras este traje sigo siendo la misma persona que conociste en la universidad. Espero que no te importe he dejado el trabajo y compre una Esfera Renovatek que conseguí gracias a mis recompensas… y bueno cambie mis aspiraciones por las de Familia y creo que tu tienes el mismo deseo de toda la vida que yo… y bueno... sabes me gusta Las Colinas y me gusta la pesca y la jardinera y… bueno ¿Quieres casarte conmigo?

- ¿Qué?- contesto Cleo asombrada

- Cleo, responde… no preguntes a una pregunta.- le corto Bernabé

- ¿No crees que te precipitas?... Regresas después de casi un año sin saber nada de ti y esperas que yo…

Bernabé le hizo callar con su primer beso. Surgió una estela de corazones diminutos en forma de remolino elevándolos del suelo.

Catalina no se lo podía creer, estaba como loca con la ceremonia… los preparativos…su sobrina se iba a casar. Fue una boda intima con solo los amigos más allegados. Por supuesto no podía faltar la mejor amiga de su tía, Isabel, una amable rica que vivía con ella desde que habían enviudado. Bernabé encontró empleo como Novato en la carrera de Jugón, y en sus ratos libres se dedicaba a pescar en el pequeño estanque del jardín y en cultivar algunos productos agrícolas. No tardo en conseguir todas las insignias de oro en pesca y jardinería, así que el club de jardinera al que estaba inscrito le otorgo el pozo de los deseos.

Cleo estaba feliz tenía a su tía, marido, a Patricia que venía visitarla cuando podía y un trabajo como espeleóloga de la carrera de aventurero. Las frías tardes de invierno llegaron a Las colinas, y debido a alas fuertes nieves Cleo no podía salir de casa para ir a trabajar. Una tarde ordenando la vieja librería de sus padres una papel sucio y algo borroso se cayo de de una de las estanterías. Era una carta de sus padres que decía:

Querida Cleo:

Si estas leyendo estas líneas nosotros ya no estaremos. Espero que estés bien y que cuides bien de tu Tía Catalina….No la culpes de nada pequeña, ella no sabe nada de esta carta. Recuerdas la aldea Takimizu pequeña… Deberás regresar allí y encontrar un secreto que te esta esperando. Tendrás que buscar un mapa con una ruta secreta señalada, el te llevara asta tu destino. Pero ten cuidado con los charlatanes no son gente de fiar, y si eres lista aprenderás la habilidad del ninja aunque la gente dice que es una leyenda urbana.

Te quieren:

Victoria \ Nobutaka

Los ojos se le llenaron de lágrimas, le enseño la carta a Bernabé y llamo a Catalina. Esa misma tarde empezó a hacer la maleta El taxi del aeropuerto vino a recogerla a casa, Bernabé le entregó un teléfono móvil para poder mantenerse en contacto. Vestida con un Kimono de su madre y con un billete de ida partió hacia la aldea Takemizu. Había reservado su estancia en el Hotel Dragón “Humeante” ya que su tía le había contado que sus padres trabajaban y vivan allí.

Al fin de al cabo no hubo problemas con los aviones y aterrizo al mediodía. Cogió un taxi y se dirigió al Hotel. Todo aquello se le hacia tan familiar, tenia recuerdos fugaces de aquel lugar. Entro en el vestíbulo, frente a ella estaba el encargado del Hotel. Su cara le era familiar.

- ¿Si?... en que puedo ayudarle señorita…- se dirigió el encargado

- Oh si perdón, Cleo… Cleo Shikibu- contesto apurada

- ¡No puede ser! A mis brazos Cleo. ¡Como no he podido darme cuenta si es una replica de su madre! – gritaba el encargado mientras apretujaba a Cleo.

- ¿Me conoce? ¿Conocía a mis padres? – pregunto Cleo eufóricamente.

- Bueno ya se que ya tengo una edad … pero como no les iba a conocer

- Entonces usted podrá ayudarme, verá tengo que encontrar… ellos dejaron… que yo encontré.

- Silencio Cleo. Por la razón que este aquí solo debe ser de tu incumbencia. Yo no puedo ayudarla a encontrar lo que busca. Pero podrá hospedarte aquí el tiempo que necesite.- contesto tajante.

Cleo no insistió más. Nicolás, que así se llamaba el encargado quito importancia a su conversación y le acompaño mostrándole el hotel y contándole historietas sobre sus padres hasta que llegaron a la suite.

- Bueno señorita Shikibu yo le dejo que descanse tengo que ir a mi puesto … seguramente estará abarrotado de turistas impacientes que esperan registrarse – bromeo Nicolás

- Si bueno Señora mas bien.- rió Cleo

- A pues mi enhorabuena… Tiene un montón de cosas para ver y aprender aquí, por lo menos veo que viene con la ropa adecuada, tiene el tour del paseo histórico, el del bosque de bambú, el del barco… a y unos fideos Chirashi y un arroz al vapor que prepara el chef exquisitos… y …

- Bueno no pretendo quedarme… - le interrumpió Cleo

- Nunca determine una fecha….- le dijo Nicolás.- Oh se me olvidaba tenga cuidado con lo que desea en el santuario… no siempre ocurre lo que espera.

Cleo durmió durante todo el día y la noche como nunca lo había hecho en Las Colinas. Se despertó a la mañana siguiente mientras oía la lluvia golpear sobre su ventana. No había manera de lograr contactar con Bernabé, así que decidió intentarlo mas tarde. Camino asta el Balneario rural y tomo un baño en las calidas aguas termales. En el interior había gente practicando el Tai Chi así que decidió unirse a ellos. Hizo un par de tours y caminó hasta el hotel. Nicolás le esperaba allí tal y como le había visto el día anterior.

- Veo que viene como nueva del baño…y que tal el masaje de acupresión… Dígame ¿ Ha aprendido ya el gesto local?- pregunto ansioso.

- Si bueno aun tengo que practicarlo, así como el Tai Chi, es algo complicado.

- Le recomiendo que visite el jardín Zen es uno de los pocos lugares tranquilos que quedan por aquí- le explico Nicolás.

- Ya bueno pero tengo que encontrar…

- No tenga prisa Cleo lo que ha venido a buscar le encontrara.

Cleo seguía sin poder contactar con Bernabé. Desistió y se metió en la cama con la esperanza de poder conseguirlo al dia siguiente. Se levanto temprano Nicolás no estaba en la recepcion. Pido un taxi y se dirijo asta el jardín Zen. Una tímida bruma cubría el jardín en los porches había unas mesas de te como las que tenia en casa y en el centro un enorme jardín. Cleo lo adecento y medito durante un momento. Estaba sola , respiraba una paz y tranquilidad que… un chasquido la desconcentro y cayo. Tras una nube espesa se dibujo la figura de un ninja.

- El Ninja- susurro Cleo

- ¿Que es mas importante conocer al enemigo o conocerse a si mismo? – pregunto el Ninja.

- Conocer al enemigo- contesto Cleo casi sin darse cuenta.

- …. Conocer al enemigo otorga ventaja táctica al Ninja. Te mereces el gran poder.

Tras enseñar a Cleo a Teletransportarse se esfumo en otra espesa Nube. El resto del día se dedico a practicar lo aprendido, pero seguía sin la menor idea de donde encontrar aquel mapa del que hablaba la carta. Ala noche llego agotada al Hotel…

- Nicolas!

- Shhh… ¿No querrás que nadie descubra lo que sabes verdad?

- Claro que no.

- ¿Te importaría ayudarme?, la señora de Miguel ha bajado en pijama chillando como una loca que su nieto habia enterrado en el jardin de la entrada unas perlas que habia comprado en el mercadillo. Y tengo que pasar el listado de registros a limpio te importaria coger una pala y mirar un poco a ver si las encuentras…- le pregunto Nicolas apurado.

- Claro!

- Gracias querida

Cleo cogio una pala del cuarto de la asitenta y empezó a cabar. Casi se quedo de piedra cuando surgio de la tierra un mapa enrollado que señalaba una ruta secreta. Entro corriendo en el vestíbulo.

- Ya he terminado de pasar el listado, no se preocupe vaya a descansar mañana le espera un laaarrgo día.

Comprendió que el sabía que no había encontrado las perlas de la señora de Miguel y que por fin tenía lo que había venido a buscar. En la habitación estudio el mapa con detenimiento, y cayo dormida sin darse cuenta.

Cleo se levanto al alba, saludo a una asistenta que estaba atusando los cojines de la entrada y se fue a ala parada de taxis. Hacia frió, pero según el canal de la estación meteorológica no habría precipitaciones. Los taxis no llegaban, decidió ir caminando, tardo tres horas en encontrar al fin su destino. Un traquilo valle que ocultaba una delicada construcción. Según se iba a cercando a ella desprendía una serenidad, pero también una inexplicable necesidad de alcanzarla. Subió por el terreno hasta alcanzar la entrada de un porche. En el había un hombre meditando y una mesa de te. Cleo se acerco asta el hombre.

- Hola- dijo Cleo suavemente

- Hmmm...- murmuro el hombre

Parecía que aquel hombre estaba concentrado en su meditación así que se sentó en un cojín para no molestarle y sirvió te.

- La humildad es el primer paso. – expreso el hombre mientras descendía de la meditación.

- Ah! Perdón señor no era mi intención molestarlo – se excuso Cleo

- No molestas pequeña Cleo, tenias que venir aquí, yo te estaba esperando- contesto el hombre mientas se sentaba torpemente en los cojines.

- ¿Usted también sabe quien soy? ¿También conocía a mis padres?

- Si Cleo, conocía a tus padres, ellos me pidieron que te recibiera aquí, en la Pagoda de las Sombras, con el fin de entregarte una cosa.

- ¿Y por que a mi?...Apenas conocí a mis padres y tengo la sensación de que se me han ocultado muchas cosas…

- Cleo, “A quien cuentas un secreto, otorgas tu vida”… y eso fue lo que le paso a tus padres. Ahora no lo comprendes,… aunque ya seas un adulta eres joven para entender ciertas cosas. Pero posees el encanto y la desenvoltura necesarios para llevar contigo la leyenda del dragón… yo ya soy un sabio anciano que se le termina el tiempo de vida. Quien posea el pergamino podrá contar la leyenda del Dragón.

- Pero yo…. es mucha responsabilidad… y…

- Eres la persona adecuada para llevarla contigo y contarla solo a aquellos en los que creas adecuados… por que si cae en manos de quien no debe… no se que será de la aldea, de su gente y de sus leyendas y costumbres.

El Anciano sabia le contó la leyenda y le entrego el pergamino que guardo en su inventario. Se acerco al lago con intenciones de volver a meditar, Cleo se despidió con una reverencia y el le contesto con otra y le susurro.

- Recuerda que el ver no es el saber…

Cleo caminó asta el Hotel, aunque aun no entendía todo lo que había sucedido ni lo que iba a suceder, sentía serenidad y paz interior. Entro por la entrada y Nicolás esbozaba una larga sonrisa.

- Bueno querida … creo que es hora de partir de vuelta a casa

- Si Nicolás, es hora de partir.

- Le voy a echar de menos señorita Cleo.

- Y yo Nicolás.

Cleo subió a la suite hizo las maletas. Echo un vistazo a la habitación y cerro la puerta, bajo las escaleras asta la recepción.

- Bueno tiene un taxi en la puerta su vuelo sale dentro de dos horas pero ya sabe, hay que ser precavidos a la hora de viajar.- le explico Nicolás mientras la abrazaba.

- Ya nos veremos…. – se despidió Cleo mientras avanzaba asta la puerta de salida.

- Espero que la próxima vez pueda conocer a su marido y su tía en persona, vengan los cuatro cuando quieran- chillo Nicolás mientras se cerraba la puerta.

¿Los cuatro?

Aterrizo en el aeropuerto al anochecer cogió un taxi asta su casa. Bernabé estaba en la puerta de la entrada… parecía como si le estaría esperando. Cleo bajo del coche corriendo tirando las maletas por el jardín y se abrazo a Bernabé

- Lo siento no he podido contactar contigo, seguro que as estado preocupado… pero es que…

- Eh tranquila, el encargado del hotel me llamo hace dos días explicándomelo todo y hace un par de horas para decirme que llegarías enseguida. No te he ido a buscar al aeropuerto por que acabo de llegar de trabajar… me han ascendido a Chuleta Online.- le explico Bernabé mientras intentaba tranquilizarla.

- ¿En serio?, Nicolas…. Un gran amigo de mis padres, me alegro de tanto de estar ya aquí… que huele también estoy hambrienta.

- Es perca con calabaza la he pescado esta mañana, vamos hace frío aquí afuera. Espero que hayas encontrado lo que buscabas.- dijo Bernabé mientras estrechaba a Cleo

- Si lo encontré… sabes tenemos que ir a Takemizu pronto … mm.. es precioso os encantara.. Nicolas quiere conoceros. – decía Cleo mientras devoraba la perca

- Si que vienes hambrienta. ¿No te han dado de comer allí?- pregunto Bernabé sorprendido

- Mmm… claro… pero es que ahora tengo que comer por dos.- explicó Cleo sin darle importancia a lo que había dicho

- ¿Estas?- pregunto Bernabé nervioso mientras esbozaba una amplia sonrisa

- Si lo estoy – sonrió Cleo.

FIN