cancelado Legacy Peregrine

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Normas:

• Nada de trucos ni de mods durante la partida.
• El envejecimiento y el avance en la historia han de estar ajustados a un nivel normal del ciclo vital.
• No se puede salir sin guardar si pasa algo malo.
• La familia Legacy ha de ser la única unidad doméstica activa durante todo el desafío.
• No se puede utilizar la Ambrosía.
• No se puede resucitar sims muertos en el Laboratorio científico.
• Los sims no puede consumir fruto de la vida para ganar días extras de vida.
• Puedes hacer crecer la edad de los sims con el pastel de cumpleaños solo cuando el juego te avisa con un recordatorio del cumpleaños, no antes. No tienes porque utilizar el pastel de cumpleaños para aumentar la edad de los sims, puedes esperar a que el juego fuerce la transición de edad si lo deseas.
• No se pueden tener Flores de la Muerte en el inventario.

 

Fundadora:

 

Árbol genealógico.

Spoiler

En construcción...

 

Capítulo 1: Piloto.

 

Todo comenzó un domingo a hora temprana, en la apacible ciudad de Twinbrook.

Allí se encontraba nuestra querida protagonista, Emma Holly, Emmlly para los amigos.

Ella es la fundadora del legado Peregrine, que se extenderá por generaciones hasta llegar a la décima, sin salir de este terreno, llamado la Calle del Charco, 33.

La emoción se puede respirar en el aire… bueno, en el oxígeno solamente, porque la cara que se le ha quedado a nuestra protagonista no transmite ningún entusiasmo, y eso ya es raro en ella, que se emociona por casi todo.

Pero es comprensible, cualquiera que se encontrara ante tal cuchitril se cabrearía.

Sin embargo, Emma Holly intenta verle el lado positivo al asunto, y decide que esto no la va a traer de vuelta a su antigua ciudad, que seguirá adelante pese a los baches que se le presenten en su camino.

¡Y qué gran bache! Me parece que va a ser un poco difícil de ignorar la notable ausencia de dinero en los bolsillos…

Tan sólo comenzó con 1 800, y se gastó la mayoría en construirse un techo donde dormir.

El cual sólo contaba con lo justo para sobrevivir, bueno, excepto porque no hay nevera, entonces cabe la “pequeña” posibilidad (repito, PEQUEÑA) de que se muera de hambre.

Bueno, el caso es que, nuestra amiga, viéndose en tan terribles dificultades, se detiene a observar a lo lejos algo que le ha llamado la atención.

Esa cosa se trata de una casa (UNA MALDITA MANSIÓN, PERDÓN), que la deja con la boca abierta.

Le da cierta envidia, y a la vez, cierta admiración.

Pero no puede evitar pensar qué clase de persona vive ahí dentro.

Por la estética de la casa, piensa que es el hogar de ensueño de barbie.

Así que como la carcome la curiosidad, cruza la calle como una enajenada mental en dirección a simpatizar con su posible vecino/a.

Cuando se acerca lo suficiente, se encuentra a la susodicha parada como una pasmarote en la entrada.

La verdad es que su aspecto no se asemeja demasiado al de una barbie, pero es rubia y lleva tacones rosas, así que tan mal encaminada no iba.

Emmlly le ofreció su mano amablemente al saludarla, y esta la acepto a completa desgana.

Ya se podía ver que muy simpática NO ERA.

—¡Hola! ¡Soy nueva en el barrio! ¡Me llamo Emm…! —exclamó con mucha emoción.

—Sí, ya ya, querida, te he oído llegar… (aunque muchos muebles no has soltado) —la cortó secamente.

Emma Holly, al ser tan ingenua, pensó que estaba bromeando con su comentario final, así que soltó una risita nerviosa mientras que la barbie rubia la observaba con desinterés.

—Y… entonces, ¿tú cómo te llamas? —preguntó Emmlly con una sonrisa.

—Ejem, soy Sofía.

—Oh…

—¿Quieres algo más? —espetó tacones rosas.

—Eh, esto… yo sólo venía a hablar un rato… —dijo Emmlly al verse en pleno corte.

—Pues habla, que no te oigo —refunfuñó.

Emma Holly se empezaba a sentir incómoda y con ganas de volver a su mini-choza, pero aún así intentó sacar un tema de conversación más o menos convincente.

—Bueno, acabo de llegar y estoy buscando trabaj…

—Yo estoy en paro. Así que no me preguntes —respondió Sofía algo indignada.

—¡Oh! Perdona, no quería…

—Sí, sí, lo que tu digas bonita —respondió con condescendencia.

—Vaya… —suspiró Emmlly echando una ojeada a la fachada de nuevo — no he podido evitar fijarme en la casa, es muy bonita, ¿vives con alguien más?

—No, estoy sola. — la cortó de nuevo.

Estaba claro que hoy la pobre Emma Holly no daba ni una.

Sin embargo, la enorme paciencia de nuestra fundadora no era inagotable, y ya se estaba empezando a cansar de Sofía y sus contestaciones tan bordes.

Pero se calló e intentó seguir normalmente con la conversación.

—Ah, yo pensaba que vivirías con alguien, un sitio taan grand…

—¡¿Estás insinuando que soy demasiado vieja para estar soltera?! —gritó ofendida la rubia.

—¿Qué? Yo no…

—¡No te hagas la tonta, mocosa! ¡Ya me estás cansando! ¿Cuánto tiempo más me vas a hacer perder? Por el amor de dios, menuda comunidad de vecinos me ha tocado…

En cambio, Emmlly ya estaba harta de esta chica, así que, acto seguido se puso a gritarle como una energumena de todo.

Y vaya que se quedó agusto.

Pero Sofía sólo contesto con un:

—¿Y a mí que me cuentas, querida?

Al ver que seguir hablando con esa mujer no iba a llevar a ninguna parte, Emma Holly se despidió educadamente a pesar que hace unos momentos le estaba cantando las cuarenta.

Y se marchó a buscar trabajo, así como os lo digo.

Su sueño desde pequeña había sido llegar a ser una estilista de fama mundial, y había oído el rumor de que en este pueblo había un salón de belleza donde a lo mejor, casualmente, tendría la posibilidad de ejercer si la contrataban.

Cogió un taxi y en un pis pas, ya estaba en el local donde preguntaría por la oferta de empleo.

Dentro no había mucha gente, tan sólo alcanzó a ver un cliente.

Se acercó intuitivamente a quien parecía ser la dueña del establecimiento, y se puso a hablar con ella para contarle su situación y convencerla de que la contratara.

No le costó demasiado, la verdad. Sólo le dijo que estaba bastante (MUY) interesada en el puesto, y que aunque no tenía demasiada cualificación aprendería rápido.

La mujer, llamada Marisol, hizo un cortante asentimiento (qué borde es la gente de este pueblo, madre mía), y la dejo sola con el cliente sin preguntarle nada más.

Muy normal todo.

Emma Holly estaba muy nerviosa, ya que era la primera vez que atendía a alguien, así que como era una torpe, al acercarse al hombre en cuestión, resbaló con algo del suelo (no sé muy bien qué, si no había nada , pero bueno…), y casi se esmorra delante del cliente.

Las primeras impresiones son las más importantes, decían.

Pero, rápidamente se colocó en posición erguida, disimuladamente, y comenzó a comportarse como una auténtica profesional.

—Ummmh, a usted le quedaría bien algo atrevido.

—¿¡Ah, sí!? ¿Usted también lo cree? —dijo el cliente totalmente sorprendido, y a la vez, emocionado.

—Por supuesto.

Así que se puso manos a la obra, y le hizo un cambio, algo… radical.

— Ha quedado estupendo, sí, sí…

Al hombre pareció gustarle, así que su debut no fue tan malo al fin de cuentas.

Al irse el cliente, aprovechó para presentarse al chico que trabajaba en la planta de abajo como tatuador, su nombre era Desi.

—¡Hola! Soy nueva en el trabajo, me llamo Emma Holly.

—Vaya, vaya, por fin la viejales de Marisol se ha renovado y a metido una cara joven y nueva…

—¡TE HE OÍDO DESI! –- gritó Marisol cabreada.

Ante tal panorama, Emmlly comenzó a reír.

—Pfff, menudo alivio, por fin una persona agradable en este pueblo. Pensaba que estaban todos chiflados o algo parecido.

— Bueno, la verdad es que un poco pillados de la cabeza están, pero tranquila, cuando lleves un tiempo aquí ya no te sorprenderá.

—Ah… ¿sí? —se desanimó Emmlly.

—Sí, estoy seguro. Bueno, me marcho que tengo que currar, si quieres algo ya sabes donde estoy, que te vaya bien Emma Holly.

—¡Gracias!

Emmlly no trabajaba hasta el martes, así que tenía dos días libres sin nada que hacer, bueno sí, conseguir dinero, que si no se acabaría muriendo entre los matorrales de Twinbrook.

Así que se marchó del salón de belleza, y fue encaminada a realizar el acto más humillante de toda su existencia: revolver en la basura.

Un chico que estaba por allí se la quedó mirando, y cómo no.

 

Al final encontró un par de cosas, además de conseguir un olor a peste por toda la ropa muy desagradable.

Cuando salió de allí, y vio al chico que aún la miraba desconcertado, se acerco rápidamente para darle explicaciones y porque le parecía muy guapo, las cosas como son.

 

—¡Hola! De verdad que no es lo que parece. Se me perdió un… un… ¡un botón de la chaqueta ahí dentro! Menos mal que lo he encontrado jejeje…

La excusa pareció colar, así que el chico le ofreció la mano a pesar de toda la mugre que llevaba encima.

 

—Soy Simbad, interesante presentación.

—Sí… —dijo sonrojada.

 

Empezaron a charlar tranquilamente de cosas de la vida, cuando un chivato ¡!dkm*"m pasó por el lado, y empezó a hacer muecas de desagrado por el hedor que provenía de Emmlly. El muy condenado la estaba delatando delante de el POSIBLE HOMBRE DE SU VIDA, perdón se me ha ido.

Como iba diciendo, se quedó ahí plantado mirando como un psicópata mientras hablaban.

Pero a Emmlly le estaba dando mucha vergüenza la situación, así que se despidió rápidamente y salió pintado de allí en dirección a su casa.

 

Nada más llegar a su MUY humilde morada, se metió en la ducha y se deshizo de toda esa mugre que tenía pegada al cuerpo.

Cuando salió de la ducha, después de un largo rato, se dio cuenta de que estaba anocheciendo (no sé cómo, si no tiene ventanas, pero bueno…), así que como tenía hambre y no tenía cocina, se fue a comer sola por 18 simoleones a un restaurante bastante modesto.

 

Cuando terminó no tenía nada más que hacer, y aunque no tenía demasiado sueño, se fue a la cama para dormir plácidamente durante toda la noche.

 

A la mañana siguiente, como no le tocaba trabajar todavía, madrugó y se fue a pescar para conseguir algo de simoleones.

La verdad es que esta chica tenía muchas virtudes, pero pescar, no era una de ellas.

No consiguió demasiado, bueno sí, que todos los peces del estanque se pusieran en su contra.

 

Pero al menos pudo vender algo.

 

Al rato, como no había desayunado, le entró hambre.

—¡Señor, dame comida, VOY A MORIR!

(Menuda exagerada).

Pero el señor se compadeció de ella, e hizo aparecer mágicamente entre sus manos una bandeja de perritos calientes crudos.

Emmlly no lo dudó un instante, y echó a correr hasta un parque de Twinbrook.

Allí, cocinó los perritos en una barbacoa.

Aunque la cocina tampoco era lo suyo.

—¡Ay, dios! Que me atraganto.

 

Cuando terminó de comer se le ocurrió llamar a Simbad para proponerle salir, pero este le respondió que estaba en el trabajo y que le llamará dentro de unas horas.

Ella aceptó, y para matar el tiempo se puso a caminar por el pueblo, visitando distinto lugares para conocer un poco más la zona.

 

Visitó la lavandería, algo que en su antigua ciudad no había y la sorprendió bastante.

“En realidad, no tiene sentido que esté aquí, si no tengo ropa que lavar”, pensó.

La verdad es que era un poco patético.

 

“Ese señor me está mirando demasiado raro, mejor me voy de aquí”.

Y siguió su ruta estúpida, hasta llegar a una especie de tienda de segunda mano.

Donde al entrar, se llevó una gran sorpresa.

Su muy “agradable” vecina que estaba en paro, estaba atendiendo la caja de ese local.

Le pareció bastante irónico volvérsela a encontrar.

“Ay señor, no puede ser”. Pues sí era.

—Oggh, qué pequeño es este pueblo. —resopló Sofía, alias tacones rosas.

—Qué genial volver a verte —sonrió falsamente Emmlly.

—Sí, sí querida —respondió con desinterés.

 

Al ver que Emma Holly se quedó parada mirando el techo, le preguntó desagradablemente:

—¿Piensas comprar algo o ponerte a hibernar?

—Esto, déjame ver los artículos…

Sofía le dio un catálogo y Emmlly lo ojeó atentamente, pero lo cierto es que nada le interesaba lo suficiente como para gastarse el dinero, que desgraciadamente, no tenía.

—Eh, no, no he visto nada.

—Pff qué cansina eres, querida, no puedo contigo, de verdad…

—Lo-lo siento.

—¿Todavía no te has ido?

—Ya-ya me iba, que tengas una buena tarde… adiós.

Sofía no levantó la mirada de sus uñas, las cual parecían más interesantes que cualquier cosa que saliera de la boca de Emma Holly.

 

Antes de cruzar la puerta, recordó que tenía que volver a llamar a Simbad, pero cuando lo hizo él le contestó de manera muy borde que no le interesaba.

Emmlly quedó bastante decepcionada tras eso.

 

 

Por último, se pasó ,por su ahora, lugar de trabajo. Donde se encontró a Desi en la puerta.

—¡Hola, pequeña aprendiz!

 

—Hola, Desi.

—¿Qué haces aquí? Hoy no te toca trabajar.

—Estaba aburrida y no sabía a donde ir.

—Bueno, pues ten cuidado, que como te vea Marisol te encasqueta a cualquier cliente.

—Oh, en seri…

—¡Emma Holly, ven aquí! —demasiado tarde.

Marisol ya le había echado encima a alguien.

 

Pero, mirando el lado bueno, era un hombre que parecía rico y bastante guapo. Así que no le pareció tan pesado hacerle un cambio de imagen.

—Ummh, a ver yo creo que te sentaría bien un estilo más despreocupado, pero sin salirnos del todo del tuyo…

Y así de guapo lo dejó.

Parecía que el cliente estaba satisfecho, pero lo raro es que se marchó rápidamente y Emma Holly no le pudo pedir su número de teléfono, como pretendía.

 

Como estaba decepcionada, se fue a contarle su drama personal a Desi, a quien no le interesaba mucho.

—Es más que obvio que se haya ido tan rápidamente, seguro que con lo rico que aparenta ser tiene una vida muy ocupada. Ayyy, pequeña Holly no te hagas ilusiones, los hombres como él no salen con chicas como tú.

—¿Chicas como yo?

—Siií, deja de ser tan pesada, si ni te ha visto.

—Joo.

 

 

 

Bueno, hasta aquí el primer capítulo. La verdad es que no ha pasado nada interesante, pero bueno, espero que os haya gustado y lo hayáis disfrutado igualmente.

Soy nueva por aquí por el foro y no sé muy bien como funcionan las cosas, así que si me retraso en subir capítulos no es porque me haya muerto, es porque soy una torpe de m…

Intentaré ser costante, LO PROMETO (bueno, no sé XDD).

Aquí abajo os dejo una foto de la casa de Holly, que he añadido una foto que se sacó en el ayuntamiento y una mariposa que atrapó en el parque.

Nos vemos próximamente .

¡Antes de que os marchéis! P.D: Ayer intenté subir este nuevo tema pero cuando me metí a revisarlo no salían las imágenes (sólo los enlaces), y lo borré al instante, lo digo por si alguien estaba por aquí en ese momento, y al verlo se quedó extrañado xdd.

 

 

 

 

Editado 24 jun 2018 por rotten.girl

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Capítulo 2: La ajetreada vida de una estilista algo torpe.

Después de un duro día de trabajo, esta es la cara que se le queda a alguien que tiene hambre pero no tiene nevera.

Ese alguien es Emma Holly, por supuesto.

Se siente muy agotada y levemente decepcionada tras la larga jornada, pues tan sólo atendió a un par de personas, entre ellas a un viejo verde que sólo vino a cambiarse las gafas y a una niña pequeña.

Por lo demás, se pasó el resto del día sentada en recepción...

Un poco triste, la verdad...Pero aún así, intentó no desanimarse.

Como la noche ya estaba entrando, se le ocurrió una idea brillante para llenarse el estómago sin morir en la oscuridad bajo las estrellas.

Sí, amigos. Hacer uso de la amable hospitalidad que podría ofrecerle su vecina Sofía, alias tacones rosas.

Así que se encamino hacia su casa y toco el timbre.

Esta la dejó pasar sin poner quejas, (TODAVÍA).

—Verás, Sofi-

—No me llames Sofi.

—Va-vale, esto...

—¿Qué quieres ahora, pelo zanahoria?  —Emmlly hizo caso omiso al insulto, y respiró hondo para no ponerse de los nervios. Intentó explicarle la situación lo mejor que pudo (bueno...).

—Verás, ando muy justa de dinero, como sab-

—Eso lo sabe todo el vecindario, querida.

—El caso es que tengo bastante hambre y no tengo nevera... —Emma Holly sonrió de manera forzada para que su vecinita captara el mensaje, sin embargo, esta parecía ser un poco cortita, y se tiró varios segundos pensando.

—Supongo que me estás pidiendo que te dé de comer, ¿no?

—Me harías un enorme favor. —Se le iluminó la cara a Emmlly.

Sofía hizo una especie de sonido en forma de asentimiento, y Emma Holly salió pitando hacia la nevera para hacer su gran asalto.

Pilló una especie de sopa barata que no tenía demasiada buena pinta...

—Oggh, esto de tener vecinos pobres —bufó Sofía.

Al menos no murió de hambre esa noche en Twinbrook.

Como detalle, nuestra fundadora no se fue sin echar ese plato al lavavajillas. Qué buena es.

Salió corriendo a largas zancadas para no tener que cruzar más palabras con doña Barbie, y se metió en la cama para dormir el resto de la noche.

A la mañana siguiente, al madrugar para irse a trabajar, se dio cuenta de que ya tenía suficientes simoleones para comprarse el frigorífico más barato del mercado. Así que alegremente lo hizo, pero tuvo que mover algunos muebles para que encajara.

Y disfrutó de un buen desayuno... sentada en el inodoro. Dándose a la buena vida.

Nada más terminar su zumito junto a Loddie (la mariposa), se marchó corriendo a trabajar.

Allí se encontró en la puerta a Marisol y a Desi.

Mientras esperaba a recibir una asignación de trabajo, se ponía a simpatizar con futuros clientes. Le solía dar compatibilidad con la mayoría, pero no eran los más agraciados del pueblo, precisamente...

Entonces le salió un trabajo.

 

Y realizó su cambio:

A la cliente pareció gustarle bastante el color, así que todos contentos.

Al salón de belleza entraban todo tipo de personas, y entre esos grupos se encontraban las celebridades, que venían a que las arreglara Marisol.

Emma Holly siempre que venía una se emocionaba muchísimo, e iba como un idiota a saludarlas.

Ese día entró una pareja de celebridades, tan sólo contaban con una estrella pero ya era más que suficiente para que Emmlly los adorara como una demente.

Intentó impresionar a la mujer, que a parte de ser famosa era un vampiro, pero no lo consiguió.

—Ho-hola señora, esto, yo soy estilista y...

—Marisol, apártame a esta niña.

—Pe-pero —dijo Emmlly desilusionada.

—EMILY DEJA EN PAZ A NUESTRA CLIENTA O... —le gritó Marisol desde el otro lado del salón.

—Es Emma...

Emmlly se fue decepcionada, pero se encontró una agradable sorpresa en la sala de espera.

Allí se encontraba el marido de la celebridad, que a su vez,también era igual de famoso. Así que se acercó rápidamente, con la esperanza de poder impresionarlo y que le dejara ofrecerle un cambio radical.

Pues a él si que logró impresionarlo. Le habló sobre sus habilidades de estilismo y de pesca (bueno, en esta mintió porque todos sabemos que los peces del estanque la odian). 

Y lo más fuerte de todo...¡¡Es que gracias a impresionar a Marcial consiguió una estrellita de celebridad!!

El camino de ser un fenómeno de la moda ahora sería un poco más fácil, pues ya la empezaban a reconocer por la ciudad.

Y finalmente, consiguió poder hacerle el cambio a Marcial, lo malo es que no le gusto demasiado.

—Offf, esto es tan aburrido como un sandwich sin képchut, toma te pagaré por pena.

Esto desmoralizó un poco a Emma Holly, pero decidió seguir adelante y no rendirse.

Esa mañana además, se estropeó la silla de tatuajes y tuvo que bajar Emmlly al sotáno para arreglarla, con la vista de Desi clavada en la nuca, como no.

"Ya podría repararla él, y no quedarse mirando", pensó.

Pero lo cierto es que si no la arreglaba ella, no la iba a arreglar nadie, así que se puso manos a la obra.

—¡Cuidado Emma Holly! ¡Un cable suelto! —gritó Desi.

—¡¡AAAAAH NOOO!! 

—¡JA-JAH te lo has creído!

—Eres odioso. 

Después del accidentado suceso de la silla de tatuajes, se metió en el baño de su sitio de trabajo, y llamó a Simbad para charlar con él en su rato libre. Esta vez, sorprendentemente lo cogió, y estuvieron un rato hablando.

 

Al día siguiente, le tocaba ir de nuevo a su trabajo.

Ese día tuvo a clientes muy extraños.

—Mira qué cachas estoy...

—Sí, sí señor, está usted estupendo.

—Lo sé, lo sé.

Y también hubo cambios la mar de peculiares...

(De verdad que no fui yo xdd, no sé que pasó se cambió solo).

Pero al menos iba a juego con el decorado exterior.

Y también cambió a el hijo de ese señor, al cual dejó un poco más... decente.

—Mira qué culito tengo.

(De tal palo tal astilla...).

Además, andaban tan escasos de clientela últimamente, que Emma Holly tuvo que ir a un bar de enfrente en busca de gente que quisiera pagar por hacerse un cambio de imagen. Lo malo es que fue un poco ignorada, y no consiguió ningún cliente.

Pero cuando volvió al salón, casualmente habían entrado dos personas; una celebridad tocando la guitarra y un adolescente.

Era dejarlos un segundo solos, y ya se liaba.

Y así de repente, como si fuera lo más normal del mundo, Emma Holly se puso a bailar al son de la melodía que procedía de la guitarra.

Tiempo después, se puso seria, y trató de convencer a la celebridad para hacerle un cambio.

Y casualmente, había compatibilidad entre ellos.

Y logró impresionarlo.

Y hacerle un cambio de imagen.

Después de terminar, ese día salió antes del trabajo con la intención de visitar a Simbad a su casa.

Y al poco de llamar a la puerta, este salió de ella...¡SIN CAMISETA! 

Emma Holly estaba intentando disimular su asombro, pero no podía dejar de mirarle.

—Ho-la Simbad, pensaba pasar a saludarte, pero si estás ocupado...

—¡No, no! Pasa, anda.

Y juntos entraron dentro de la casa, en donde había otra sorpresa más; Simbad vivía con el chivato del parque que delató a Emmlly.

Pero a pesar de su presencia, charlaron tranquilamente y pasaron de su cara.

—Oh, Simbad, tu casa es increíble, ojalá la mía fuera así...— dijo Emmlly asombrada.

—Ja,ja,ja gracias, aunque tampoco es para tanto.

—Pff, pues si vieras la mía no opinarías lo mismo.

—¿Por qué?

—Por nada, por nada —respondió Emmlly con una risa nerviosa.

Y tiene razón, si Simbad viese su casa lo más seguro es que saliese corriendo (o no).

—Hace días que no te veía, bueno no te he visto desde que nos conocimos en el parque. He tenido que venir hasta tu casa porque siempre que te llamo estás ocupado...

—Ya, es cierto lo de que estoy ocupado. Trabajo como señuelo y eso me hace perder muchas horas. No es por nada personal, es simplemente por tema de trabajo.

—¿Se-señuelo? —dijo Emmlly sorprendida. 

—Sí...¿Qué pasa?

—Na-nada.

—Has puesto la misma cara que pone todo el mundo cuando se lo digo, me estás juzgando.

—¿Qué? No, no de verdad que no, no es eso.

—LO ES, TE ESTÁ JUZGANDO —gritó el rubio desde el sofá.

—¡Tú no te metas! 

—¡Jolín que no!

—Pues no te creo —. Se cruzó de hombros.

—De verdad, ¡te lo prometo! ¡No! ¡Lo juro! ¡Te lo juro por la llama!

—¿En serio? —Simbad se sorprendió.

—¡Sí! Es sólo que me impresionó porque es la primera vez que conozco a alguien que pertenece a la profesión de criminal.

—CRIMINAL-CRI-CRI-CRIMINAL TU EST- 

—¡Cállate! —le gritó Simbad al chivato desde el otro lado de la sala.

Después de ese malentendido, Simbad y Emma Holly siguieron la conversación de manera normal, e incluso se empezaron a llevar mejor.

Hablaron de sus gustos y aficiones, y empezaron a conocerse mejor.

—Oye, ¿sabías que en el capítulo 4 de la temporada 8 se muer-?—empezó a decir Simbad.

—Si me lo dices, quien va a morir hoy eres tú.

También pasaron a temas más extraños.

—Tengo la firme teoría de que los alienígenas nos invadirán dentro de poco —comentó Emmlly completamente convencida.

—¡¿A que sí?! ¡Yo también!

Pero lo más importante de todo, es que se dieron cuenta de que eran algo compatibles, (¡y de que Simbad estaba soltero!).

Y para rematar:

—Ese es tontito jijiji 

Cuando comenzó a hacerse tarde, Emma Holly volvió a casa y se acostó.

 

Al día siguiente, atendió en el trabajo a bastantes clientes, lo cual le siguió dando puntos de experiencia, y consiguió convencer a Marisol, ¡sí, a Marisol! para hacerle un cambio radical.

Lo hizo tan bien, que esto le otorgó su primer ascenso.

  

Y un uniforme, más bonito (menos mal).

Cuando llegó a casa, aprovechó que tenía más simoleones para agrandar el espacio que había dentro.

Así por lo menos podría permitirse un invitado, o dos, como mucho.

 

Hasta aquí el segundo capítulo , esperó que os haya gustado y lo hayáis disfrutado.

Aquí abajo os dejo una foto de Simbad y Emma Holly que me parecen que salen muy monos .

Nos vemos en la próxima.

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Capítulo 3: Los comienzos del amor.

En twinbrook acontecía una agradable tarde, así que nuestra fundadora aprovechó el buen tiempo, y se fue a pescar al puente que está a unos cuantos pasos de su casa.

Aunque la actitud de los peces no había cambiado, la seguían odiando a muerte; una completa desgracia, pero qué se le va a hacer...

Como recordaréis, ese día se produjo el primer ascenso en el trabajo para Holly, y como estaba tan feliz, decidió salir a celebrarlo más tarde con su gran amigo Simbad.

Quedaron en una especie de bar, donde curiosamente, él volvió a aparecer sin camiseta.

Emma Holly no lo entendía muy bien pero ya se estaba empezando a acostumbrar, así que no le decía nada al respecto. Además, así de vez en cuando podría echarle alguna que otra miradilla indiscreta.

Cuando entraron, en el local había bastante ambiente. Lo cierto es que era un lugar bonito, y a Emma Holly le sorprendía un montón, ya que, nunca antes había estado en un sitio así.

Sin embargo, cuando Emmlly fue a la barra no había nadie atendiendo en ella, lo cual era muy extraño, pero aún así, se preparó una bebida (que espero que por su bien, no llevara alcohol).

Al rato, se dio cuenta de que se había quedado un poco sola. Así que buscó con la mirada a Simbad, quien se encontraba a lo lejos jugando al futbolín con un desconocido, con lo cual Emma Holly decidió unirse a la partida.

—Ja-ja pringados, ¡os voy ganando!  —gritó victorioso.

—Pero Simbad... si estamos en el mismo equipo  —dijo Emmlly confundida.

—Yo me largo —informó el tipo raro.

Más tarde, una vez que dejaron de jugar al futbolín, se pusieron a hablar, y Emma Holly aprovechó ese momento para darle la noticia de que la habían ascendido en el trabajo.

—¡Eso es genial, Emmlly!

—¿Y a ti como te va en el trabajo? —preguntó ella.

—Prefiero no hablar sobre ello, la verdad.

—Oh, entiendo...

Viéndose en un aprieto, Emma Holly decidió cambiar de tema para que el ambiente dejara de ser tan tenso.

—¿Y cómo es eso de que vives con Germán? He oído que no os lleváis muy bien...

—Oh, ese tío es un capullo, pero me necesita.

—¿T-te necesita? —dijo Emmlly sorprendida.

—Está metido en un lío, es complicado.

—Ah... 

—Y además, no tengo el suficiente dinero para irme, si no ya lo hubiera hecho hace tiempo —sentenció.

—Entonces, vives aquí desde hace mucho tiempo ¿no?

—Supongo, ¿por qué?

—Dime todo lo que sepas acerca de Sofía Carmona —dijo de un solo aliento.

A Simbad le resultó tan graciosa la petición de Emma Holly, que comenzó a reírse.

—Dios, ¿por qué te interesa tanto esa ricachona? —Se acercó a su oído, y le susurró —: ¿Es que quieres que le robe?

—¡Por el amor de la llama, Simbad! ¿¡Estás loco!? —exclamó avergonzada —¡Por supuesto que no! ¡Sólo quiero saber información relevante sobre ella porque es mi vecina, y tengo el presentimiento de que me odia!

El joven se volvió a reír.

—Esa estirada es desagradable con todo el mundo —. Le aclaró — Y no me extraña que sea así, la prensa la sigue a todas partes por el simple hecho de que heredó todo el imperio de sus papis, ¡ah!, y porque es rubia.

—¿Porque es rubia...? 

—Exactamente.

—Pero oye, si después de lo que te he contando has reconsiderado la oferta que te hecho antes-

—Te lo agradezco de veras, Simbad. Pero no. —le cortó Emma Holly.

Después de eso, se despidieron y se fueron cada uno a su casa.

¡Ah! Y se me olvidó mencionar que esto apareció en la lista de deseos de Emma Holly...

 

 

A la mañana siguiente en el trabajo, a Emmlly le tocó atender a una niña repelente que afirmaba que haber conseguido un nuevo trabajo.

Todo muy normal, como siempre.

Y a un niño, al cual le puso un peinado un tanto... familiar.

—Señorita, parezco un champiñón...

—Eres una bruja malvada, ¿cómo te atreves a ponerle mi fabuloso peinado a un simple plebeyo? Has perdido todo mi respeto Emilianna. —le dijo Desi completamente decepcionado.

—Es Emma...

Quitando lo del drama de Desi, fue un buen día en el salón de belleza ya que hubo más clientes de lo usual.

A mitad de la jornada le entró hambre, así que salió y fue a un restaurante a comer, para luego volver de nuevo al trabajo cuando acabase.

Pero lo cierto es que no trabajo mucho más a la vuelta... 

 

 

Al día siguiente, estaba tan aburrida que se puso a tratar de entablar una conversación con Loddie, la mariposa.

—...y eso, que estoy completamente enamorada de él, pero sé que no debería estarlo porque él no me conviene, es un criminal...pero está tan buen000, y es tan divertido y genial y estupendo, y, y-

—...

—¿C-cómo dices? ¿Que le pida una cita? ¿...? ¡ESTÁS LOCA! —. Ejem, mira quien fue a hablar.

Ignoró a Loddie y se fue a pescar, ya que, le habían ofrecido una oportunidad que sería recompensada con simoleones si llevaba tres peces al mercado.

Pero cuando salió a la calle, notó que la gente la miraba raro.

—¡ES LA LOCA DEL PUEBLO! ¡NO LE DEJÉIS UNAS TIJERAS, OS RAPARÁ LA CABEZA! ¡A ESA LE HAN DADO EL TÍTULO DE ESTILISTA EN LA TÓMBOLA! —gritó un niño que iba por la calle.

—¡LA LOCA, LA LOCA! ¡CORRED! —corroboró una mujer que estaba por allí. 

Mmmh, de qué estarán hablando, se preguntó a sí misma.

Menos mal que no se estaba enterando de nada...

Finalmente, como no tenía nada que hacer, decidió guiarse por los consejos que le dio Loddie la mariposa, y llamó a Simbad para quedar en el parque.

Eso sí, bajo la atenta mirada de una paparazzi que se encontraba por allí, y no paraba de tomar apuntes y hacer fotografías.

Menuda manera de arruinar una cita.

A pesar de eso, hicieron todo lo posible por ignorarla. Incluso cuando comenzaron a flirtear, hicieron caso omiso del flash de la cámara.

—Simbad...

—Dime...

—Te tengo que decir una cosa...

—¿Sí?

—Pero aquí no.

Simbad guió a Emma Holly por un camino que los llevaría a un sitio en el que por fin podrían estar a solas, y esta vez de verdad.

—Y bien, ¿qué tenías que decirme? — le preguntó a Emmlly.

Pero ella estaba callada. No se atrevía a decirle nada, se había quedado paralizada de los nervios.

—Y-yo...

Y de manera casi impulsiva, lo besó.

A Simbad lo pilló por sorpresa, sin embargo, no se apartó.

Se quedaron allí, bajo la luz de las estrellas, observándose sin decir nada. Aunque tampoco hacia falta.

Sus miradas ya lo decían todo.

Independientemente de como salieran las cosas, esa noche siempre permanecería en la memoria de Emma Holly. Quizá en la de los dos.

 

 

A la mañana siguiente, el sol daba tan fuerte en Twinbrook, que a los habitantes de la ciudad, no les quedó más remedio que dar la bienvenida al verano.

Y Emmlly lo hizo yendo a la piscina, qué mejor manera.

Estuvo nadando un rato, cuando se dio cuenta de la presencia de Demetrio Villar, una celebridad a la que hace poco le hizo un cambio radical, y la cual, le había pedido una cita por teléfono recientemente.

Se acercó a él con toda la rabia, y le salpicó.

—¡ERES UN CERDO ASQUEROSO! ¡NO VUELVAS A PEDIRME UNA CITA EN TU VIDA! ¡ESTOY SALIENDO CON ALGUIEN! ¡CON EL AMOR DE MI VIDA! ¡VAMOS A CASARNOS Y A TENER DOCE HIJOS! ¡COMO TE INTENTES INTERPONER ENTRE NOSOTROS TE QUEMARÉ EL PELO CON UN BOTE DE LACA Y UN MECHERO! ¡AVISADO QUEDAS!

—Pero Emma...

—¡Cállate, no te quiero oír! 

Y de repente le propuso:

—Está bien Demetrio, si quieres que te perdone te reto a ver quién aguanta más debajo del agua; si ganas tú, perdonado quedas, si gano yo, no volveré a dirigirte la palabra.

Y se pusieron a ello...

...sin embargo, ganó Emmlly.

Pobre Demetrio, supongo que más adelante lo perdonará, esperemos...

Para su mala suerte, cuando Emma Holly salió de la piscina se encontró a la paparazzi que los estuvo acosando a Simbad y a ella, durante su cita.

Salió de allí pitando para huir de la fotógrafa y se fue a un vertedero, para revolver en la basura, como en los viejos tiempos.

Encontró una piedra y varios muebles.

Después se fue a la biblioteca para usar un ordenador, con el objetivo de crearse un perfil en una webs de citas. Simplemente lo hizo por curiosidad, más que nada, y para conocer a gente nueva, ya que, realmente no tenía una relación con Simbad.

Pero en cuanto empezó a ver los perfiles, se le quitaron las ganas de quedar con nadie. Sobretodo, cuando vio a Sofia Carmona entre ellos, sí que le afectaba lo de estar soltera...

Al rato, se dio cuenta que echaba de menos a Simbad (a pesar de haberlo visto hace un día, pero bueno), y estuvieron charlando.

Por la noche, cuando Emma Holly ya iba por el octavo sueño, en plena madrugada, recibió un llamada de su amado (SÍ, OTRA VEZ).

—Simbad, me has despertado...

A la mañana siguiente, como de costumbre, siguió habiendo cambios locos en el salón de belleza.

—¿¡PERO QUÉ ME HAS HECHO!? ¡QUE LA LLAMA ME SALVE!

Y ese mismo día por la tarde, quedaron para ir juntos al festival del verano.

Se pasaron la mayor parte del tiempo jugando a tirarse palos. Bueno entre ellos no, ya me entendéis.

Al final, acabó ganando Emma Holly. 

Después, se fueron a la pista de patinaje y Emmlly se encontraba debatiéndose entre mantenerse en pie o comerse el suelo.

Un poco como Simbad...

Y llegó la parte ñoña...

Pero una muerte algo inesperada la interrumpió

—¡¿Señor, se encuentra bien?!

—¿Pero no ves que me estoy muriendo, so tonta?

Esto arruinó los planes de Emma Holly, ya que, estaba decidida a pedirle a Simbad formar una relación de pareja estable mientras veían los fuegos artificiales.

Pero desgraciadamente, los tuvo que encender sola.

A pesar de esto, no se rindió, y se volvió a reunir con Simbad al día siguiente en el mismo lugar.

—E-esto, he estado pensando que hay entre nosotros, y...-

—Yo también —la cortó de un beso.

Y como Emma Holly estaba loca de contenta por estar oficialmente en una relación con Simbad, se fue a saltar a la colchoneta para celebrarlo...

...y bueno, después en casa de Simbad lo volvieron a celebrar.

Y así andaba Emmlly tras el asunto.

Esa noche, durmieron juntos en la misma cama...de otra habitación, no entiendo muy bien por qué se cambiaron, pero ahí están:

 

 

Hasta aquí el capítulo de hoy. Se me ha hecho un poco eterno escribirlo, no sé por qué , pero bueno aquí está.

Tengo la sensación de que me ha quedado muy cursi, pero que más da...¡vivan los novios!

Yo aquí veo un futuro prometedor entre esta pareja, no sé, ya se verá...

Espero que os haya gustado, y nos vemos en la próxima.

 

 

 

[Garfielz 631]

Que rara y antipatica es la gente de Twinbrook... aunque creo que a Emma se le esta pegando algo porque eso de hablar con mariposas, muy normal no es... pero bueno, espero que ahora que se ha hecho novia del chico-sin-camiseta-que-solo-se-la-pone-para-dormir las cosas le vayan mejor. Al menos en el trabajo no le va mal del todo y eso que tambien estan un poco idos de la cabeza (que horror el ultimo cambio, casi me meo de la risa pero aun asi es un horror, yo por ahi ni me acerco). A ver si consigue un ascenso y gana dinero para ampliar su mini-mini-casita de pin y pon y para comprarle una camiseta a su novio/futuro marido, que el pobre se va a resfriar de ir luciendo abdominales por todo el pueblo.