legacy (Sims 4) Los Lacroix - Shikhee

[ElizabathDb 21]

Oh, nunca lo hubiera imaginado y menos con el titulo, pero bueno, ¡Fue genial! Acabo de leer todo tu legacy y me parecio hermoso

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[Druga 903]

Foto para el recuerdo.

[Mila8088 5]

Me encanta nada mas que decir; me encanta como narras de una forma tan profunda, me encantan lo personajes me encanta la trama me encanta todo  

[Druga 903]

  Spoiler

Leander Zane de Salem

Z —Mirando aquel magnífico tablero de ajedrez, consiguió hacerme olvidar de la pena por no haber podido concluir mis estudios sobre el comportamiento natural de los sims, debido a aquel acontecimiento inesperado de última hora, ya no fui capaz de concentrarme. Y quizás, debía tirar mi estudio de simología por la borda, dado que por muchos estudios que se hagan, el sim es impredecible, y nunca se sabe con qué sorpresas me podría topar.

Pero no era momento para reflexiones, tenía una charla pendiente con Bibiane. La conversación era inevitable.
Como en el ajedrez, tenía que enrocarla, debía sonsacárselo sin que se diera cuenta.
Pero, cómo hacerlo… cómo hacerla confesar.

Su actitud pasiva sería comprensible, si no hablásemos de una mujer adulta.

No negaré que tengo miedo, he convivido toda mi vida con una enferma, y nunca se sabe, de noche todos los gatos son grises. Corro peligro, lo que queda de mí corre peligro, tengo que salvar al fantasma que volvió del campamento, el espectro que soy quiere salvarse.
Qué ejemplo me puede dar. Una madre no debe guardar secretos a sus hijos.

¿Qué demonios te pasa, Bibiane?, ¿tan grave es tu enfermedad, que no puedes decírsela ni a tu propia hija?.

 

 

Pasaron los meses. Bibiane terminaba su gran obra maestra, la que la sacaría de pobre, con la que se ganaría el ascenso, de la que muchos hablarían.

Tal vez supiera cómo enrocar a Bibiane… tenía que hacerla hablar, quería saber qué ocurría, quería saberlo todo. Quizás tras esa naturaleza tan peculiar, tras esa máscara de cordero melancólico, se escondía una sádica, y quién sabe si mi vida corría peligro.

Z —Mientras limpiaba el cuarto, para dejarlo en condiciones óptimas para el estudio de mi próximo examen final, he aprovechado para ordenar tu cajón secreto, Bibiane.
B —Aham.
Z —Y he encontrado unos papeles, un tanto extraños… eran como de un hospital. Parecían el alta. Pero el tipo de diagnóstico era psicológico. ¿Sabes cómo llegó hasta allí ese papeleo?
B —Sí. Pero ya está superado. Es verdad, hija, estuve en un hospital, pero me dejaron salir de allí, y los síntomas remitieron con el tiempo, de eso hace ya años. Pero no me pidas que te dé explicaciones, porque no recuerdo nada, solo lo que el doctor que me dio el alta me contó. Y estoy siendo sincera.
Él me dijo que el doctor que estaba a cargo del centro antes que él, era un sádico, un genio loco, un erudito de la ciencia que perdió el control de su mente, y empezó a realizar torturas a los internos. Por eso he tenido pesadillas, por las cosas que vi allí que no eran normales, algo demasiado horrible debí de ver, para que además no pueda recordar nada. Solo tengo trozos de cosas en mis sueños, y no sé qué parte son recuerdos y qué cosas son invenciones de mi subconsciente.

Pero estoy bien, y si no te lo he contado nunca es porque eras muy joven, y no sabía si lo ibas a entender, solo eres una niña. Además que no sabía cómo contártelo, si no recuerdo nada.
Z —¡Ya no soy una niña! gracias a tu estúpido campamento, cuándo pensabas contármelo, ¿cuándo tuviera 30 años?. Ya tengo 16, sé razonar, sé entender las cosas, pienso por mí misma. A pesar de tu manipulación, para que resultase una joven ingenua y fantasiosa, para que no me diera cuenta de la verdad, tu intento por llenarme la cabeza de pajaritos no ha servido de nada, porque lo he descubierto todo.
B —¿Pero qué dices, Zeni?, ¿por qué ya no eres una niña, de un día para otro? ¿qué ha pasado?. ¿De qué manipulación me hablas?, oh… por favor, Zeni, si tú has salido fantasiosa, no es porque yo te lo haya provocado, es porque lo has heredado, tanto yo como mi madre padecíamos de ese don, al menos antes de que me internaran. Nadie adquiere esa cualidad por imposición, es algo que o se tiene, o no se tendrá nunca.
Z —Madre, por favor, no vuelvas a llamarme Zeni. Si tienes planeado que siga conviviendo contigo, necesito vivir sin miedo, no puedo conciliar el sueño sabiendo que comparto habitación con una loca, una enferma, capaz de cualquier aberración…

Z —Conseguí convencer a Bibiane para que retomase el tratamiento.

Cogió algo de peso, sumado al que ganó con la madurez. Se volvió más despistada, dócil y bobalicona, si cabe, pero seguía siendo mi Bibiane. La misma muda e insípida de siempre.

Yo mientras, preparaba mi mente para el reto que se me venía encima cuando empezase a estudiar para el examen final.

 

Hasta que un día, abrió la boca, se atrevió a aconsejarme, a recomendarme, como quien no quiere la cosa, diríase que algo preocupada, como si algo hubiera despertado en su cabeza, un chispazo.
B —¿Zenobia, por qué no sales y te despejas un poco?, llevas todo el día pegada al libro. También hay que vivir, sentir el aire…
Z —No me gusta salir, no lo necesito, todo estudio es poco, Bibiane.
B —¡Vamos, ¿me vas a hacer llamar a tu amigo?!
Z —No es mi amigo, solo es un compañero.

 

Z —En las tempranas horas de la tarde naranja, con el polvo en el aire, con pesadez en el ambiente, Bibiane consiguió salirse con la suya. Le pedí a Raymon que me llevase al cementerio.

R —¿Estáz zegura de que quierez eztar zola, Zenobia?.
Z —Por supuesto que sí. Estaré bien, tranquilo, los que viven aquí no pueden hacerme nada. Gracias por traerme, mi madre estaba muy pesada.
R —Vale, zi nezecitaz que vuelva para llevarte a tu cahza, llámame.
Z —¡Que amable!, claro, gracias. Queda tranquilo, amigo, no creo que vuelva a necesitar tu ayuda.

R —Jejeje, ciao, amiga. Jugaré a Overwatch.

El cementerio, dónde iba a relajarme mejor que allí. Corriendo, me dirigí a la vieja fuente, emocionada, ya que hacía quizás un año que no atravesaba la puerta de aquel apacible lugar.

Sus tranquilos inquilinos llamaban poderosamente mi atención. Acelerada, me acerqué a sus relucientes y entretenidas inscripciones, que eran como resúmenes de sus vidas. Mas, pronto, empecé a sentir algo que me resultaba familiar. Escuché un ruido.

Sí, fue como en aquel concierto, habían pasado meses, pero no olvidaba esa sensación de estar siendo observada. Era otra vez esa sensación, esa angustia de que alguien te está mirando, y sin embargo, no ser capaz de ver a nadie cerca. Quién podría observarme desde la distancia, y por qué lo hacía. Esta vez, no estaba dispuesta a dejarle escapar, disimulé lanzando piedras al lago, y de pronto, me giré bruscamente en todas direcciones, conseguí captar de refilón una sombra escabulléndose y huyendo en una dirección.

Tenía que ser él. Estaba completamente segura, y repleta de emoción, con el corazón desbocado, caminé en esa misma dirección, con el miedo de volver a verle. Mas, era un miedo excitante, de aventura, más que miedo, era intriga, curiosidad, expectación.

He de admitir que me sorprendió girar la esquina, y verlo sentado sobre un banco, como esperando a que lo encontrase. ¿A qué se debía entonces tanto secretismo, tanto misterio?. Estaba dispuesta a preguntarle.

L —Buenas tardes, mi nombre es Leander Zane de Salem.

 

Continuará...

 

[Druga 903]

  Spoiler

Ademán

L —Todavía no me ha dicho su nombre, señorita.
Z —Yo me llamo Zenobia, pero mi nombre es irrelevante.
L —¿Cómo iba a serlo?, a mí me suena a música celestial y a flores explotando en plena primavera. Lo mismo que sentí la primera vez que la vi, en aquella oscura sala mediocre, rodeada de gente mediocre, escabulléndose y haciendo acrecentar en mí el deseo de hablarle, y sobre todo de conocer su nombre, para saber cuál era el nombre que tendrían los ángeles a partir de entonces en todos mis sueños.

Z —Respóndame, Leander, por qué se dedica a observarme desde las sombras como un enfermo, y no me asuste más de lo que ya lo hace, dado que aparenta ser un loco.
L —Bien, lo correcto es no engañar a la gente.
Z —Lo siento si he sonado un poco brusca, pero…
L —No se preocupe, es normal, tiene motivos para estar asustada. Le agradezco que sea sincera.
La observo porque es la primera vez que veo a un ser tan perfecto. Su estructura facial, su cincelada mandíbula, su cráneo tiene las proporciones exactas. Y sus ojos… ¡sus magníficos y profundos ojos claros y condenadores!. Es lo más cercano a la perfección que he visto en mi vida. La observo desde la admiración, no desde el morbo. Me sorprendió volver a encontrarla en un lugar tan poco transitado. La verdad es que, si no le he hablado antes, ha sido por respeto, ese mismo respeto que me hacía admirarla, y ese mismo respeto que siento hacia el arte y la literatura, o hacia la belleza más trágica.

—Seguimos charlando sobre lo espiritual, lo divino y lo humano, me explicó sus disertaciones sobre Nietzsche, y yo le expresé mi urgencia por leer a Kafka. Pero en lo que ambos coincidíamos, era en nuestro amor por Baudelaire. Y nos entristecían las mismas cosas, haciéndonos sentir como unos ingenuos que súbitamente se unen para cambiar el mundo. Nunca me había sentido tan dichosa, y tan unida a alguien.
Z —Leander, ¿puedo confesarle algo?. En realidad, no dije en serio que pareciese un loco, a decir verdad, me agradó su aspecto. Y si acaso usted lo resultara ser, entonces yo también lo sería, y si 2 están locos, es el cuerdo quien los envidia.

 

—Más tarde, me explicó que su padre construyó ese cementerio, y por eso le gusta especialmente. Por lo visto, fue posterior a que toda su familia tuviera que huir, de forma aberrante, del pueblo en el que vivían, sin entrar en detalles de por qué tuvieron que hacerlo.

 

Entre confesiones, la noche se nos echó encima, de súbito, por sorpresa, tal y como surgen las epifanías y las catarsis. Y fue entonces, cuando el excelso hombre, se ofreció amablemente para acompañarme de vuelta a mi casa.

Y no tuve más remedio que aceptar el ofrecimiento, temerosa de que aquel hombre con tanto boato y al que consideré tan semejante a mí, descubriera lo humildes que somos, o que se pudiera cruzar con la babieca de Bibiane. Hecho que no aconteció, gracias a la providencia.

 

Hablando de Bibiane y su creciente popularidad, la cual parecía llevar con la misma ataraxia de siempre, al igual que le sucedía con todo.

A mí no dejaba de resultarme cómico, que una escritora tan brillante, fuese por otro lado, carne de la frenopatía, y tan sumamente bobalicona. Claro que, poseer una amplia imaginación, no ha de estar reñido con la inteligencia, de modo que Bibiane era portadora de lo primero pero algo escasa de lo segundo.

 

Otro día, a mi nuevo amigo se le ocurrió llevarme a una francachela, y acepté gustosamente, al tratarse de él, porque sería la primera vez que asistiría a una fiesta. A pesar de estar a un par de días de mi examen final, el que me suponía una enorme presión, ya que tenía la obligación de obtener la máxima calificación, para cumplir un deseo vital de mi querida madre. Más, supuse que sería más fácil, si descansaba un poco de mi estudio, justo antes del gran día, para despejar y relajar la mente, y no llevarla tan abotargada.
Pasamos un buen rato, ameno, divertido, que me dio la oportunidad de ganarme la confianza de mi acompañante, aunque poco fructífero en cuanto a materia de conocimiento se refiere, ya que apenas pudimos hablar, empero la situación si me permitía relacionarme con otros sims que también disfrutaban de una amena salida. Aunque aquellas situaciones no aportaban mucho a nivel personal, si me daba la oportunidad de evadirme y olvidarme, aunque fuera por un rato, de la rutina en la que había estado inmersa los últimos meses.

Amén de, también tuve la oportunidad de cruzarme con lo más extravagante, grotesco, esperpéntico y pintoresco de la ciudad. Como aquella señora pelona y lampiña, que pululaba por el lugar como Pedro por su casa, en ropas menores y con un tocado estrambótico. Su osadía me hizo sentir vulgar, como si yo fuera alguien corriente a su lado.

Y a altas horas de la madrugada, al casi finalizar de la francachela, empecé a ser consciente, de que mi acompañante no era un mero acompañante, si no que más bien, a mis ojos, se empezaba a transformar en algo así como un desiderátum. Y no tuve ganas de volverme a casa, deseé con toda mi alma que aquella noche durase para siempre.

Pero el deber me llamaba, y tal como anticipaba, a los 2 días, se celebró mi examen final de carrera, y a favor de todo pronóstico, obtuve la mejor calificación, a pesar de que quedé deslomada a causa del esfuerzo. Pero mereció la pena, mereció la pena el deslomamiento, a cambio de una matrícula de honor y el reconocimiento que eso conlleva.

Se dio la feliz coincidencia de que a los pocos días celebraba mi cumpleaños, dando así el salto de la adolescencia a la juventud. Bibiane, tuvo el buen gusto de realizarme un pastel de celebración que representaba la cabeza de un muerto viviente, y de invitar a todos mis amigos, y algunos de sus escasos conocidos, entre ellos el fantasma de su difunta madre.

Por alguna razón, tuve muy claro mi deseo a la hora de soplar las velas, pero ahora no entiendo por qué lo hice, y no lo confesaré, puesto que me avergüenzo de ello, dado que en ese momento, todavía no había tanta confianza como para tener semejante deseo.

Así es como he llegado a juventud, ese corto tramo hacia la madurez. Nunca pensé que mi vida se prolongaría tanto, que sobreviviría tan felizmente durante 20 largos años.

 

B —Lo dejaré por hoy, tengo tanto sueño, que estoy empezando a soñar despierta. A ver si me da tiempo a llegar a la cama...

 

 

B —Menuda nochecita, otra vez esas pesadillas, empiezo a pensar que es la medicación lo que me las produce. Dejaré de tomarla otra vez.

 

Continuará...

 

Editado 17 oct 2016 por Druga

[Druga 903]

Añadida la ficha de Zenobia, en el apartado de fichas.

[Druga 903]

 

  Spoiler

El beso de la muerte

Z—Fue aquella noche brillante, que ni siquiera noche parecía, si no que se diría, imitaba más bien al día, con su calidez y alegría, hinchando mi pecho y mi corazón, en la que todo parecía cándido y perfecto. Cuando logré al fin descubrir información alguna sobre mi nuevo y apreciado amigo, al que todavía no había logrado conocer plenamente.

 

T—Extraño es, que me hables de ese caballero, en lugar de recurrir a preciosismos y temas sociológicos, cuando yo te intento hablar de bandas musicales.
Z—¿Qué insinúas?

T—Que noto en ti cierta… cómo era esa palabra que me dijiste tu una vez… ah, si, limerencia, ¿no era así?. Noto en ti cierta limerencia hacia ese tipo, ese tal Liendre Zen de Salem. Uuuuhh… como las brujas.
Z—En absoluto

T—Vaya, ya ha venido el rey de Roma… que puntual
Z—¡Buenas noches, Leander!, ¿Trent, no tenías que dejarnos?
T—Claro, ya os dejo solos. Encantado, ehm… Leander.

Z—Disculpe a mi amigo Trent, nunca ha sido muy sociable. ¡Adivine por qué estoy tan alegre esta lúgubre noche!...
L—Yo también creo tener motivos para estarlo, santa doncella.

Z—Dadas mis ejemplares calificaciones, me han ofrecido un empleo en el mundo de la ciencia.
L—Magnífico, casualmente a mí me han ofrecido un contrato fijo, hasta ahora solo colaboraba esporádicamente con la policía, pero ahora formo parte de la plantilla.
Z—Asique, es usted un policía...
L—¡No!. Solo colaboro con ellos, se aprovechan de mis dotes de médium.

 

Z—Porque ciertamente, me habían contactado para que empezase a trabajar en la ciencia, por el sector de la astronáutica más concretamente.
Me veía obligada a preparar mi mente más que nunca. Y otros temas más banales podían esperar para más adelante. Una siempre está a tiempo de conocer cuestiones como el amor, por ejemplo, y dada mi primera experiencia, no me quedaban demasiados ánimos.

Pasé un mes preparándome, en todos los sentidos, porque no había contado con que un trabajo tan exigente, también precisa de una buena forma física.

Y la mía, no había sido tan perfecta hasta entonces.

 

Uno de esos días, nos llegó al correo un paquete de Leander Zane, contenía un extraño muñeco de trapo, y una nota explicativa, en la que decía que si alguna vez tenía un mal día, me desahogase con él imaginándome a mi peor enemigo. No sé cómo expresarlo, pero el señor Zane, cada vez me resulta más misterioso y sorpresivo.

Por otro lado, nuestro hogar, se está llenando de objetos que me dejan sacar de mi trabajo.

A este paso, va a parecer que vivo en el espacio, en lugar de una lúgubre y fría cabaña de campesinos.

Bibiane, pasó una tarde en el jardín, haciendo algo con una pala, le habría prestado atención a lo que hacía, pero no tuve tiempo. 2 Días después, de casualidad vi que había hecho un hoyo tan hondo, que se había llenado de agua, y le puso unos adoquines o unas piedras alrededor, no sé con qué finalidad hizo aquello. Tenía que hablar con ella para que me explicara, qué pretendía encontrar cavando tanto.  A caso había dejado la medicación.

Bibiane me explicó que allí estaba la tumba de una tal Judith, pero que al cavar, no halló nada, su cuerpo no estaba allí, y en su lugar dio con un pozo de agua, y decidió hacer una pequeña charca para el verano. Lo cual parecía alegrarla bastante. Después me confirmó que había dejado de medicarse. Y aquello me puso furiosa, pero no podía pelear con ella, antes tenía que agradecer al señor Zane su regalo y preguntarle por qué había tenido semejante detalle conmigo.

Z—Buenas noches, caballero.

Z—Empero, sin embargo, mis intenciones se vieron truncadas, cuando al preguntarle por el pequeño detalle que tuvo conmigo, me confesó, sin aditivos y sin más preámbulos, que dado que ambos éramos análogos, desde el primer momento que me vio, sintió una basorexia extrema, y un deseo incurable de amartelarnos eternamente. Y que desde ese día, no ha hecho más que preocuparse por mi bienestar, y a cada rato piensa en mí.
Mi cerebro no estaba preparado para una confesión amorosa tan directa y quedé unos segundos bloqueada, con la mente en blanco, incrédula, pero a la vez halagada.

Después recordé y me emocioné, al darme cuenta de que se me había cumplido aquel deseo que pedí en mi cumpleaños. Y sin dudarlo un segundo le dije:
Z—¡¿Pero va a besarme ya o a qué está esperando?! —Y agarrándolo por la cintura me abalancé sobre él y le contagié de la muerte, con un profundo beso que lo dejó sin aliento.

Z—Y ahora sabe lo que es sufrir, porque le acabo de hacer lo que me hicieron a mí.
He matado su inocencia, no volverá a ser dueño de su conciencia.
Ahora necesitará más, su vida será un mendigar, un desasosiego y nada más.

Z—Así de cruel es la vida,
una vez la ha probado, ya no se olvida.
Y usted, amigo mío, se ha condenado
ya tiene la obligación de permanecer a mi lado.
Porque en verdad no se besa
lo que no le interesa.
O si no, hubiera cerrado su boca de fresa.

L—Como se atreve a dudar de mi amor
cuando mi único sol es su inmaculado y santo corazón.

Oh, su corazón, dulce y pura Zenobia… suspiro al despertar
y duermo para soñar hasta que raya el día
en la verdad que el oro jamás podrá comprar
y en las bagatelas que sí podría.
Su beso es lo más exquisito y dulce que he conocido en la vida.
Cómo iba a abandonar nunca lo que tanto me anima.
Hermosa condena si he de mendigar su limpia boca, Zenobia
por algo tiene nombre de reina.

 

Z—Ante semejante escena, no pude menos que invitarlo a pasar la noche, aunque nuestra casa no tenía nada que ver con un castillo; sí empezaba a parecerse, al menos. Puesto que, gracias a la creciente fama de Bibiane, y a mi honorable trabajo, pudimos añadir otra enrome habitación vacía, que le quitaba el título de <<cabaña>> al hogar.

El resto de la noche transcurrió tranquila, jugando al ajedrez, entretenimiento del que también disfrutaba mi querido Leander.

Entre partida y partida, intenté sonsacarle información sobre él y su pasado, puesto que nunca me terminó de contar la historia de su padre, ese hombre bueno y fiel, que tuvo que huir de su pueblo por algo que todavía desconocía, y se vino a nuestra ciudad en clandestinidad, con su familia, rehaciendo su vida, ayudando a construir el cementerio.
Mas no pude sacarle más información, que esa.

 

Continuará...

 

[Druga 903]

 

  Spoiler

La presencia

 

Z —Hubo una vez, un tiempo que corría, apresurando al que ansiaba conquistar su futuro, ser dueño de sus arenas. Mas sin embargo, aquella noche, como había sucedido con anterioridad, las arenas del tiempo estaban quietas.

Y cuando retomaron su curso, escurriendo cada grano como gotas de lluvia en una tormenta, y mi amado Leander tuvo que volver a su rutina, dejando una ausencia en mi alma, y un vacío en mi corazón. La soledad, esa fiel y respetuosa compañera, a la que tanto aprecié en veladas anteriores, ahora fría e insípida, amante fiel transformada en bestia mansa que todo lo consume, mi tiempo, mi simple estar, mi reposo, mis disertaciones a ninguna parte, mi sofomanía, no le pertenecen a la soledad.
Mi casa se hizo más fría y oscura, el eco del deseo rebotaba en cada pared, latiendo fuertemente, como un tambor, como un corazón enterrado vivo, repitiendo una pregunta en tono acusador:
“Cuando volverás a verle”, repetía el eco de las paredes de mi casa, al ritmo de mi corazón. “Cuándo volveremos a verle”.

 

Y la ocasión no se hizo esperar. Nos reunimos en los jardines del ayuntamiento. Corríamos como niños felices. Niños éramos ambos, en un reino junto al mar.

Y nos quisimos allí, con amor que era amor de los amores, con amor que los ángeles del cielo
envidiaban.

¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-, llegaron a envidiarnos, a él, y a mí.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos, más grandes que él fue, que nunca fui; y ni próceres ángeles del cielo ni demonios que el mar prospere en sí, separarán jamás mi alma del alma del radiante Leander Zane.

Y reposo, en la noche embellecida, con mi siempre querido, con mi vida; con mi esposo radiante Leander Zane.

Aquella suerte de sueño, de reino junto al mar, los dos niños, como pomelos maduraron. Flores abiertas de la madrugada. En una amplexación al fin culminada, cortando de raíz la tensión que hacía tiempo se venía gestando.

Quedo desprovista de palabras, para expresar la intensa sensación desconocida y la estrecha unión que sentí.

Luego pletórica y llena de satisfacción y alegría, no pude caber en mí, cuando aquel ángel de cabellos como el fuego, postró su rodilla en el asfalto para pedir mi mano en matrimonio.

Convirtiose aquel, en el día más feliz de mi vida.

 

 

Aquel juego de niños apasionados, enamorados del amor, se repitió más veces, cada vez más seguros y cercanos que la anterior.

Sellábamos nuestros votos de amor incondicional, sellábamos nuestros labios, y con ellos nuestro alma, nuestro proyecto de vida, y nuestros hasta entonces puros corazones que ya no nos pertenecían a nosotros.

Era que cada vez pasaba más tiempo en nuestro humilde hogar, aquel esposo mío, al que los ángeles envidiaban, y los demonios codiciaban.

Día tras día, noche tras noche, cuando no había obligación mayor que le impidiera yacer y dejarse caer en mi cama, él estaba allí, buscando el tesoro de mi amor.

 

Fue entonces, cuando caí en la cuenta de que estaba dejando de lado mis obligaciones primordiales, y que quizás, la costumbre de la convivencia aflojaría su llama.

Tomé la decisión de consultarlo con mi adorada madre. La cual estuvo a favor del traslado, de alguna forma envidiosa, dado que no tuvo oportunidad de conocer el amor.
Fue entonces el momento en que aproveché para preguntarle por la identidad del que es mi padre. Pero no conseguí sacar nada de ese pozo, puesto que seguía insistiendo en no recordar nada. Y no fue hasta el final de la conversación, que no soltó la muletilla de que a veces, es mejor no tener toda la información, dado que demasiada información podría ser letal en determinadas situaciones.
Y quién no querría morir, poseedora de toda información, Bibiane.

 

Continuará...

 

[Druga 903]

  Spoiler

En cinta

Muchedumbre furiosa 1 —¡Zane, sal de ahí!. Todo es culpa tuya y de vuestra maldad.
Muchedumbre furiosa 2  —Sabemos que sigues en casa.

 

 

P —Qué tal, Zane

L —Buenos días.

L —Un caso nuevo… ¿un calcinado?.

 

P —¿Qué tal?, ¿algo?...
L —Uhm, todavía no.
P —Que raro.
L —Puede ser porque… no estoy muy concentrado. Acabo de descubrir que mi mujer está embarazada.
P —Vaya, felicidades. Sí que eres bueno, chico.
L —Analizaré las pistas.
P —Cocina.

L —Extraño… si aquí han quemado a alguien ¿por qué no noto nada?.

T —¡Ha quemado también mi nevera!.
L —Es extraño, ¿no cree, por qué el fuego no ha afectado a lo demás?... no tiene mucho sentido
T —No lo sé. Primero se bebió las cervezas.
L —Creo que lo ha hecho para despistar.

L —Aquí están las cerillas que utilizó y el zapato que se le enganchó en la ventana al asesino. Claramente son de una mujer, aunque todas las pistas apunten a una aptitud masculina, eso solo confirma mis sospechas. ¿Qué clase de hombre haría cosas tan absurdas mientras quema vivo a otro individuo?. Y la zapatilla de cenicienta, claramente pertenece a una mujer. Las cerillas tendrían que darme alguna pista, algo huele mal aquí, algo falla…
Quizás no pueda ayudarles con este caso, pero me escama, nunca me había pasado esto.

 

Z —¡¿Qué diantres es esto?!, ¿por qué últimamente tengo esta barriga?.

Z —Algo olía muy mal en nuestra familia, olor a madera rancia crujiendo y deshaciéndose, olor a incienso y humo, el olor de la muerte, o peor aun, el olor del infierno.
Salvo para mi santa madre, que vivía feliz en su mundo de amigas imaginarias y castillos de arena, haciendo alarde de su eterna resiliencia, como si con ella no fuera la cosa. Pero algo emitía un humo oscuro y denso que tarde o temprano haría volar nuestro tejado, metafóricamente hablando.

Empero, no teníamos tiempo de preocuparnos, en cuanto Leander volvió aquel día del trabajo, me abrazó y me besó, proclamando que esa barriga era producto de un preñamiento. ¡Estoy embarazada, sí!, que alegría sentí cuando me lo dijo, y le creí más que a mí misma, más que a nada en el mundo, le creí cuando me lo dijo, porque lo sentía, sentía como algo se movía cuidadosamente dentro de mí, como por arte de magia.

Que dicha tan gloriosa ser madre, saber que estaré rodeada de seres queridos el día de mañana, que alguien portará nuestra viva imagen y nuestra sangre, mostrando al mundo el fruto de nuestro amor a donde quiera que esa personita vaya.

Mi felicidad contrastaba con el nerviosismo y la consternación de mi adorado Leander, al parecer últimamente se sentía frustrado por un reto  difícil en su trabajo.

Pero yo no podía prestarle a él mi atención, no tenía ojos ni palabras más que para nuestra criaturita, todos mis pensamientos se iban a mi estómago. Pensé que si era varón, lo llamaría Hansel. No tenía claro el nombre en el caso de que se tratase de una fémina. Rapunzel, tal vez. Me apasionan los cuentos infantiles y la naturaleza de cada uno de ellos.
Diríase, que no hacía más que mirarme el ombligo.

 

Los meses iban pasando, mucho más rápidos de lo que lo hacían con anterioridad. Económicamente, las cosas nos iban mucho mejor, gracias al dineral que gana Bibiane con todos sus libros y los derechos de autor, más otros pagos extra. A lo que había que sumarle otros dos sueldos, el mío, y el de Leander. Gracias a todo ese esfuerzo, pudimos amueblar mejor nuestro hogar.

Y llegó el día del aniversario de mi amado.

Lo celebramos discretamente, porque dado mi avanzado estado, no estaba para mucho festejo.

Normalmente me lo preguntaría, mas sin embargo, en esta ocasión, conociendo la difícil situación en que se encontraba laboralmente desde hacía tiempo, supuse cuál sería su deseo.

 

No fue hasta terminar la celebración.

Cuando me había enfundado la ropa de cama, y disfrutaba tranquila de otro pedazo de tarta…

Cuando  me puse de parto, y tuvimos que salir corriendo al hospital más cercano.

 

Continuará...

 

Editado 5 nov 2016 por Druga

[Matotty 24]

¡Ay, dios! Me he leído todo lo que llevas del legacy, y para ser sincero, ¡me encanta DEMASIADO tu forma de narrar! 
También, ya quiero saber como es que se va a llamar la criaturita de Zenobia, y si es niño o niña... entre otros.

¡No puedo esperar al próximo capítulo! Este legacy me ha dejado enganchado, y repito, me encanta tu forma de narrar. <3

[Druga 903]

  On 11/5/2016 at 2:30, Matotty said:

¡Ay, dios! Me he leído todo lo que llevas del legacy, y para ser sincero, ¡me encanta DEMASIADO tu forma de narrar! 
También, ya quiero saber como es que se va a llamar la criaturita de Zenobia, y si es niño o niña... entre otros.

¡No puedo esperar al próximo capítulo! Este legacy me ha dejado enganchado, y repito, me encanta tu forma de narrar. <3

Gracias. Aunque ya te aviso que no va a ser siempre así mi forma de narrar, cada generación tendrá su propia personalidad. Solo Zenobia se expresará de esa manera, ya que me inspiré en la figura de Poe para darle su personalidad, ya que pretendía reflejar el cliché de gótica romántica decante, y E. A. Poe me pareció una de las influencias más simpáticas y manidas, rozando casi lo infantil, y me resultaba tierna la idea. Pero cuando nazca el bebé, y llegue a la adolescencia, pasaremos a conocer su historia, y todo será diferente, de hecho, cuando nos centramos en otro personaje no he narrado de esa forma, si no de una más natural. Que yo no me expreso como Poe diariamente, aunque un poco sí a veces, pero como para ironizar porque me parece divertido; necesito empaparme de su lectura para escribir cada capítulo, de hecho cuando no he tenido tiempo de hacerlo se ha notado la diferencia. Y eso es llevable durante un tiempo, pero no para todo un legacy, porque requiere demasiado tiempo de concentración para cada capítulo, y yo soy de prontos, me da la inspiración y tengo que hacerlo todo ya, al instante, si pierdo el tiempo se me olvida y se va todo a la porra.

Quiero que cada generación sea única y especial, para recordarlas mejor, y poder meter todas las mini historias que se me pasan por la cabeza.

 

Si no fuera por tu comentario, no me habría dado cuenta de que metí la pata con un par de fotos en el último capítulo, me confundí y las puse antes de tiempo. Aunque tampoco es algo muy importante, pero da gusto que esté todo bien puesto. Asique, doblemente gracias.

[Druga 903]

 

  Spoiler

Ludmila

Muchedumbre furiosa 1 —¡Zane, sal de ahí!
Muchedumbre furiosa 2 —¡Qué habrá estado haciendo durante estos 3 días encerrado!
Muchedumbre furiosa 3 —¡¡Estás solo, no te queda nada!!

Muchedumbre furiosa —¡Ríndete ahora, Zane!. Todo ha sido vuestra culpa

Muchedumbre furiosa —¡¡TE VAMOS A QUEMAR LA CASA!!

—Esos locos, no tienen bastante con lo que han hecho… esas pobres mujeres

Muchedumbre furiosa —¡Zane, sal de ahí, maldito! ¡no puedes encerrarte tanto tiempo!
Muchedumbre furiosa —¡Solo nos quedas tú, venga, Zane, sal!, sabes que eres hombre muerto

—No tendrán vergüenza, una multitud contra un pobre hombre solo, al que creen que le han quitado todo…

Muchedumbre furiosa —¡Ya está bien!, ¡¡¡ACERCAD LAS ANTORCHAS!!!

—Tengo que salir… la puerta trasera… a correr como cuando era un chiquillo. ¡Mi preciosa Amanda!...

Muchedumbre furiosa —¡Contemplad el fuego purificador!

Muchedumbre furiosa —Mirad como arde el brujo maldito, que se reúna en el infierno con su familia.

 

 

R  —Sí, vaya corriendo al paritorio, ha tenido suerte, hoy tenemos poco movimiento por aquí, será todo muy rápido.
L  —¡Es una niña!
Z  —Pero qué… cómo puede saberlo

Z  —Tras horas de largo dolor y esfuerzo, en las que creí que iba a fenecer.

Vino al mundo nuestra criatura.

La pequeña Ludmila, luz de mis ojos. Sana y alegre, llenando el hospital con su risa de cascabel.

En cuanto la vio su abuela, se apropió de ella y no quería soltarla.

Momento que yo aproveché para ponerme en forma, dado que el embarazo había estropeado mi figura.

 

Al día siguiente, era el aniversario de mi querida madre.

Lo festejó en la intimidad, con su familia, bajo el pretexto de que ya no tiene espíritu de fiesta, y necesitaba descansar pronto.

Lo mismo le ocurría a Ludmila, que no hacía otra cosa más que dormir y ser agasajada por todos.

 

Continuará...

 

[Druga 903]

  Spoiler

Cosas de niños

Z  —Tal es la apatía del ser, que necesitamos llenar nuestras vidas de banalidades y caprichos.

Como la heladera que hemos adquirido recientemente.

Deseábamos que llegase el aniversario de la pequeña Ludmila, con su correspondiente cambio de etapa, para que ella también pudiera disfrutar de un rico helado, y no se demoró mucho el acontecimiento. Su padre estuvo a su lado, ayudándola a crecer.

Más tarde, me llevó apartada, dejando a la niña sola, y me hizo una confesión, me contó algo increíble, un gran secreto que jamás podría decirle a nadie, y que solo Ludmila estaba destinada a conocer, cuando tuviera edad suficiente para comprenderlo. Nuestra pequeña, era especial. Mi esposo provenía de una casta de brujas, por eso contaba con ciertos dones, como la predicción y la videncia.

L  —¿Uhm?... nunca me entero de qué hablan.

LZ  —Hay algo más que debe saber cuando tenga edad suficiente…
Z  —¿De qué se trata?, ¿es algo peor que lo otro?

L  —¿Ahm?... de quién hablan…

 

Z  —Aunque eso no era lo único que le ocultábamos a nuestra cándida hija. De vez en cuando, seguía surgiendo la pasión entre nosotros.

Y teníamos que escondernos como dos adolescentes.

Z  —Ha sido mágico.
LZ  —Sublime. Como siempre.

 

Z  —Para ello tuvimos que comprar aparatos de televisión para mantener entretenida a la infante de la casa.

Ludmila pasaba horas sentada mirando aquellas pantallas como hipnotizada.

A su vez, mantenía muy buena relación con su padre. Si pasaba horas frente a la televisión, el resto de horas del día las pasaba conversando con él.

 

Aunque siempre encontraba un rato para Indagar por la casa.
L —Oooh…

Z  —Cierto día, disertábamos sobre lo afortunada que es nuestra hija, ya que ambos coincidíamos en que su infancia sería mejor que la nuestra, dado que yo me crie en una cabaña diminuta sola con mi madre, que aunque pudo haber sido mucho peor, no era la persona más indicada para educar a una niña. Y mi amado Leander, creció huyendo con sus padres del odio de un pueblo, su padre estuvo apunto de morir en un incendio cuando él era un bebé, y su madre fingió su propia muerte estando embarazada. Se podría decir, que tampoco creció en las condiciones más favorables.

 

No obstante, es un padre excelente, y todos los días ayuda con tino y paciencia en las tareas escolares de nuestra Ludmila, luz de mi vida.

La cual ya cuenta con su propio cuarto y su propio catre en el que descansar.

Aunque a veces, le gusta sentarse en el de su abuela, que seguramente heredará cuando esta falte.

L  —¡Tú te llamarás, Drakonio! Y me abrazarás cada mañana. Porque soy tu ama.

 

Continuará…

 

PD.: Se me olvidaba un detalle, la foto de cómo era de rara cuando creció Ludmila, que no lo entiendo, con un color de pelo que no sé de dónde lo ha sacado.

  Spoiler

Editado 20 nov 2016 por Druga

[Necromántica 28]

Me acabo de leer todo tu legacy del tirón, es muy interesante y muy diferente a todos los que he leido, estaré pendiente de tus próximos capítulos. enhorabuena!

[Druga 903]

  On 11/24/2016 at 9:22, Necromántica said:

Me acabo de leer todo tu legacy del tirón, es muy interesante y muy diferente a todos los que he leido, estaré pendiente de tus próximos capítulos. enhorabuena!

¿Todo del tirón?, pues eso ya es un mérito a estas alturas, gracias. No entiendo la enhorabuena, si solo estoy haciendo algo que me gusta, para mí no tiene ningún mérito, es mi entretenimiento, pero gracias. ¿Por qué no te animas tú a hacer tambien uno? yo lo seguiría.

 

Nuevo capítulo.

  Spoiler

 

 

 

La materia de los sueños

B  —Zenobia, la niña lleva toda la tarde en mi pc
Z  —No importa madre, déjala que aprenda a manejar las nuevas tecnologías. Lleva las tareas al día.

L —Estoy riéndome de unos memes.

L —Me he registrado en un foro de bromas y juegos.

B  —Lo ha hecho ella sola, aprenderá a usar un pc antes que tú, hija.
Z  —Son máquinas del demonio. ¡Ludmila, se precavida!. Tengo entendido que algunos sitios no son para que los frecuenten los niños.

B  —Eres muy permisiva al no comprobar en qué sitios entra la niña.
Z  —Uho de bomaz… nom nyam… al menoz yo no de guazdo zequetoz

B  —Si lo haces.

Z  —Tu padre ya se va a dormir, Ludmila, se acabó el recreo, hora de cenar.

L  —Ok, mami, pero yo quiero tener una cuenta de Simblr, como la que tiene una chica del foro. Es super estilosa y pone unas fotos preciosas… yo quiero unooo, para seguirla, mami
Z  —¿Simblr?, qué es eso, ¿por qué tiene un nombre tan raro?
L  —Una página tipo blog, como un diario personal, en el que subes imágenes y todo lo que te guste, y lo compartes con tus amigos y seguidores, y ellos dicen si les gusta y puedes hacer más amigos. Hay mucha gente guapa y popular con buen gusto.

Z  —Ya veremos. Lo consultaré con tu abuela, ella sabe más de eso.

L  —No hay nada malo, solo voy a ver moda y decoración.
Z  —Prepárate para ir a dormir, hija. Eres muy joven para empezar a pensar en moda.
L  —No hay edad para la moda, mamá. Ya tengo 8 años.

 

L  —Sé que lo conseguiré, me saldré con la mía.

L  —¡Por qué nunca hay monstruos debajo de mi cama!

 

Al día siguiente…L  —Quiero un amigo monstruo.

Z  —¿Ludmila?
L —Hola, mami.
Z  —¿Por qué vienes aquí cada mañana, y te quedas mirando el móvil de la galaxia?

L  —¡Porque es fascinante, mami!, ¿cómo se llaman?
Z  —¿Los planetas?...
L  —Sí

Z  —Simstuno, Jupitersim, el de al lado es Simrano…
L  —¿Y de cuál venimos nosotras?.
Z  —¿Qué?. De ninguno, somos de aquí.

L —Ah, estás aquí, abuela, mi madre quería preguntarte si consideras apropiado que tenga un Simblr, la red social más cool de la red, la que usa todo el mundo…
B —Me parece que es una para adolescentes, yo no conozco esos sitios. Pero no creo que sea peligroso.
L  —¿Lo ves, mami?, te lo dije.
Z  —Está bien, puedes entrar a ese sitio, pero cuando vuelvas de la escuela y no tengas trabajo que hacer y hayas estudiado la tarea de hoy

L  —¡Bien!

 

LZ  —Buenos días, mi lady, está hoy mejor que ayer, pero menos que mañana, no hay nubes porque el sol irradia de su sonrisa, madame. Si no tiene compromiso, ni está desposada con nadie, me gustaría verla a la noche, para llevarla a la luna y ver si es capaz de iluminarla.
Z  —Jaja, ¿todo ese palabrerío le ha surgido ahora mismo de la cabeza?.
LZ  —Me lo han dictado sus ojos

L  —Uni, me voy a la escuela, tenle el cuarto ordenado a mi abuela.

L  —¡Pues claro que no puedes venir conmigo!... la escuela es solo para niños, estúpido.

L  —Cuida de los demás, Uni, tú eres el mayor, te quiero tío, volveré pronto.

L  —Adiós, internet, te veré luego…

B  —¡Pero qué haces ahí, niña!, vístete corriendo, y tira pa la escuela.
L  —Jejeje…

Moléculas invertidas en tejido onírico ultra sensorial. La materia de los sueños.

 

Continuará...

 

Editado 30 nov 2016 por Druga

[Necromántica 28]

Ludmila es lo más! me gusta que sea tan geeky.

Me lo leí del tirón si!! haha llevaba un montón sin meterme en AS y antes siempre leia los legacies que son muy divertidos!

Empecé uno la semana pasada pero no me atrevía a subirlo. A lo mejor lo subo luego a ver que te parece :)

 

[Druga 903]

Ya he puesto el árbol genealógico provisional, hasta que Ludmila crezca y la pueda añadir a ella con su pareja. Prefiero esperar a que lleguen a jóvenes por lo menos, para no estar cambiando a cada momento la foto de los hijos con los cambios de edad.

Y he añadido una foto de Ludmila al album familiar, pero como solo había otra foto, todavía no hay gran cosa en ese apartado.

 

  Spoiler

Música de mariposas

Pese a mis ímprobos esfuerzos por mantener oculto el secreto a Ludmila, sabía que cual agua de un molino, la verdad siempre fluye y sale a la luz cargada de espuma.

Era cuestión de tiempo que mi hija descubriera su naturaleza, posiblemente para entonces me guardase rencor por no habérselo explicado desde el primer momento. Pero lo hago para protegerla de los demás. Confío en que sea consciente del riesgo que corre siendo diferente.

LZ  —¿Todo bien, hija?
L  —Sí. Ya he estudiado la lección de hoy, he subrayado lo importante y hecho un resumen.
LZ  —Estupendo, ahora podrás divertirte unas horas.
L  —Voy a crearme una cuenta en Simblr.

L  —Ya les estoy diciendo a mis amigos cuál es mi simblr. Que emoción, abuela.

Mientras tanto, en “el seto del amor”

LZ  —Me ha dejado sin palabras, como siempre. Es lo que necesitaba, después del día que he tenido hoy en el trabajo…

 

Unas horas antes...
LZ  —Allá vamos. Un día más.

LZ  —¿Alguna evidencia, Marc?.
M  —Todavía no. Seguimos sin novedad.
LZ  —Creo que volveré a ir.
M  —Ya has estado como 20 veces en la escena del crimen.
LZ  —Es demasiado extraño, cada vez que voy aparece una pista nueva. Y sigo sin sentir nada, es como si realmente no hubiera ocurrido nada en esa casa… alguien está jugando conmigo.

LZ  —¡¿Pintadas?!, Qué será lo próximo. Cada vez se esfuerza menos.

 

LZ  —Pfffff, no quiero que me despidan, después de tanto tiempo con el caso. Lo único que tengo claro es que no se trata de un hombre, por su insistente empeño en parecerlo. ¿Pero por qué está haciendo esto?...

 

 

L  —¿Qué te parece mi simblr, abue?, no hay muchas cosas porque lo acabo de hacer.
B  —Que bonito, Ludmila, es precioso, y que ropa tan moderna y tan bonita.

 

Los días pasaban inmensurablemente, la calma precede a la tormenta. Un viento del norte sopla, y se está acercando, devuelve consigo el olor a ceniza, amenaza con volar el tejado y derribar los cimientos.
En la tranquilidad de mi silla, permanezco inmóvil, al agitado viento desconocido.

 

C  —¡Hola amiguita Flora!

C  —¿Qué nueva palabra has aprendido hoy?

F  —¡Tragicomedia!
C —¡Tragicomedia!

 

 

Al día siguienteLZ  —¿Qué tal Mina?...

LZ  —¡Ey, qué te pasa, compañera, por qué me golpeas!
M —Perdona, Zane, ha sido sin querer

M  —Pero que delicado, ni que fueras el último de tu especie, ¡jajajajaaaaa!. No juegues con fuego.

 

L  —¿Qué haces tú en el trabajo, papi?
LZ  —Ayudar a la policía a encontrar a los malos.
L  —¿Y por qué son malos?
LZ  —Porque matan y dañan a otros sims.
L  —¿Has cazado hoy algún malo?
LZ  —No hija, llevamos años estudiando un caso muy raro, espero no volverme loco ni perder mi trabajo por culpa de ese caso. Pero sé que estamos cerca, un día de estos, la verdad saldrá a la luz.

 

Ocasionalmente mira

A tu alrededor.

Si prestas atención

Oirás la música

De las alas

De las mariposas.

Z  —Madre, hoy he escrito un poema cortito para Ludmila.
B  —Haces bien, enseñándole buenos y viejos valores, como yo hice contigo.
Z  —Perdona por haberme enfadado contigo cuando era más joven, sé que lo hiciste para protegerme, para que fuera feliz, me hiciste un favor trayéndome al mundo, y me lo hiciste luego ocultando lo que no tenía importancia. Soy lo que soy, gracias a ti, y no puedo quejarme de quien soy. Actué como una estúpida y una malcriada, no importa dónde estuvieras antes de mí, no importa quién sea mi padre, porque eres tú, adorada Bibiane, la que ha estado siempre a mi lado.
B  —No tiene importancia, hija. Son cosas de la adolescencia. Te honra el haber sabido darte cuenta.

 

Continuará...

 

[Necromántica 28]

No se por qué pero creo que Ludmila trama algo tocho....

[Axorya 31]

¡Me he leído el legacy en una mañana, bueno menos en dos horas! Me ha encantado y como van cambiando las cosas a medida que crecen y vienen las nuevas generaciones, se nota que te gusta como lo haces y de ese modo, haces que los demás disfrutemos leyéndolo.

 

No me esperaba que Leander y Ludmila tuviesen sangre de brujas, aunque teniendo en cuenta los dones de Leander era de prever. Adoro la forma de ser de Ludmila, siempre atenta a sus estudios, pero explorando el mundo virtual.

Me pregunto qué ha pasado en el caso que lleva Leander y sigo amando la forma de ser de Bibiane, me va a dar mucha pena cuando esta falte.

Y adoro el momento en el que Zenobia le pide perdón a su madre por el pasado, el nombre de ella es original y no lo he escuchado nunca, pero tras leer que era el de una reina, estuve investigando y me pareció interesante la historia de la reina Zenobia.

[Druga 903]

  On 12/8/2016 at 10:35, Necromántica said:

No se por qué pero creo que Ludmila trama algo tocho....

No iba a actualizar hoy, porque estoy con un virus de estómago, y he estado todo el día en la cama porque anoche no dormí, algo impensable en mí, que odio estar en la cama, por eso, como no podía aguantar el agobio de estar tanto tiempo acostada, he encendido el pc para distraerme con algo y no estar mirando la pared, y al leer tu comentario he pensado: "Tengo que actualizar". Vas a ver por qué, aunque no sé qué te habrá hecho pensar eso.

  On 12/8/2016 at 12:04, Axorya said:

¡Me he leído el legacy en una mañana, bueno menos en dos horas! Me ha encantado y como van cambiando las cosas a medida que crecen y vienen las nuevas generaciones, se nota que te gusta como lo haces y de ese modo, haces que los demás disfrutemos leyéndolo.

 

 

No me esperaba que Leander y Ludmila tuviesen sangre de brujas, aunque teniendo en cuenta los dones de Leander era de prever. Adoro la forma de ser de Ludmila, siempre atenta a sus estudios, pero explorando el mundo virtual.

Me pregunto qué ha pasado en el caso que lleva Leander y sigo amando la forma de ser de Bibiane, me va a dar mucha pena cuando esta falte.

Y adoro el momento en el que Zenobia le pide perdón a su madre por el pasado, el nombre de ella es original y no lo he escuchado nunca, pero tras leer que era el de una reina, estuve investigando y me pareció interesante la historia de la reina Zenobia.

Gracias. Sí, yo hago esto porque disfruto, me divierto con ello. Me alegro de estar aportando algo de cultura.

 

PD.: Perdón si he metido la pata en algo, estoy super débil, sin comer desde ayer y me duele todo el cuerpo y la cabeza. Si actualizo es porque tengo un par de capítulos adelantados del fin de semana. Pero estoy mejor que anoche, mañana espero estar bien, tampoco me estoy muriendo.

 

  Spoiler

Enseña y cuenta

 

P  —Bueno, niños, pasemos ya al “Enseña y cuenta” de esta semana. Alicia, qué tienes para enseñarnos…

A  —Pues, como se me ha olvidado traer la tortuga…

A  —Puedo hablar de los peos que se tira Víctor.
V  —¡Qué!, eso es mentira, profesora.

P  —Niños, os tengo dicho que no está bien reírse de un compañero. No seáis como Pinocho.

N  —Yo lo vi besarse con Ludmila en el gimnasio.

L  —Pinocho, eso no es verdad, Noel.

N  —Sí, yo lo vi, tú le diste un beso cerca de la boca. Jaja, jaja, jajaaa… y luego fue cuando vi al conejo de pascua en el patio.

 

L  —¡¡ESO NO ES CIERTO!!

R  —¡Aaahh!

N  —¡Aaaaah!… los lápices me atacan, ¡mis hogos!

V  —¿Señorita, qué está pasando?

P  —No lo sé niños, mantened la calma.
N  —Socorro, profesora. El bloc de notas me ha dado en la cara

P  —¡Corred, niños!

 

 

LZ  —¿Mina, a ti también te han despedido?... ¿por qué vas así vestida, es carnaval?
M  —Vete al infierno, brujo
LZ  —¿Cómo lo sabes?, y por qué dices eso...

M  —Ya sé que te han despedido, porque no existe el asesino al que buscabas, todo fue una interpretación que orquesté con la única finalidad de encontrarte. Luego quise hacerte sufrir, como tus antepasados hicieron sufrir a los míos, con sus magias y hechizos, seduciéndolos para que obrasen mal, condenándolos a maldiciones...
Mis padres, así como mis abuelos, llevaron una vida normal, pero en la intimidad dedicaron su existencia a buscar y aniquilar a los que eran como tú. Soy la última cazadora de brujas que queda en la ciudad. Y la culpable de que estés sin trabajo.
LZ  —¿Tú eras quién fingió haber quemado a ese tipo?. ¿Has venido a matarme?.

M  —No, a pedirte una cita. En serio, no puedo eliminarte a plena luz del día, lo vería todo el mundo.

M  —Recuerda ser puntual. Nos vemos a la noche, en el parque de la independencia. El acero, contra la magia.
LZ  —¿El parque de los adolescentes?

 

Z  —Ludmila, estoy saltando en la basura…
L  —Ah, sí. Muy bien mamá.
Z  —¿No te parece cómico, no te causa gracia ver a tu madre así?
L  —Pues no.

Z  —Parece que hoy va a venir tarde tu padre. Ludmila, ¿quieres hablar, ocurre algo?
L —Cosas de la escuela.
Z  —Qué tipo de cosas.
L  —Verás, esta mañana, Noel, un compañero, me ha acusado de besar a otro niño, y como era mentira, me he enfadado con él.
Z  —¿Y bien?.
L  —Me he concentrado en un lápiz, y ha salido volando, se ha clavado en la pared. Luego ha empezado a volar el material que había en todas las mesas de mis compañeros. Todos han empezado a gritar y a asustarse, la profesora decía que nos calmásemos… y de pronto, sin darme cuenta, estaba flotando por encima de mis compañeros. Todos han salido corriendo al pasillo, nos han hecho salir al patio, y no hemos podido terminar las clases.
A última hora, la profesora me hablaba con miedo, y nadie quería acercarse a mí. ¿Por qué me pasa esto, mamá?.

 

M  —Vaya, te has puesto elegante para mí, brujo de mierda…
LZ  —Tú en cambio, vas de cualquier manera. No podías hacer más, con esa cara.

 

Continuará...

 

Editado 8 dic 2016 por Druga

[Axorya 31]

Antes de nada, espero que te recuperes pronto que los virus de estomago son puñeteros.

 

Oh, oh… parece               que las cosas con Ludmila en el colegio se han puesto feas y sus poderes han hecho aparición, sus padres van a tener que darle algunas explicaciones, pero espero que Ludmila entienda porque se lo han ocultado.

¡Oh dios! No me imaginaba que Mina fuese a ser una cazadora de brujas y mucho menos que todo aquel caso fuese una invención de ella, el pobre Leander se ha roto la cabeza con ese tema.

Me ha dado mucha pena el ver a Ludmila contándole lo que ha pasado en el colegio a su madre, pero al menos Zenobia la podrá ayudar.

Ahora a cruzar los dedos para que Leander salga bien parado de la batalla y que la que pierda sea Mila.

[Necromántica 28]

Ehhh estoy flipando!

me encanta, no entiendo nada y a la vez estoy enganchada ! que genial todo esto que creativa eres! estoy deseando ver más!. Pero descansa porfa, recupérate pronto y a seguir eh? hahaha

Ahora en serio, espero que estés mejor y puedas recuperarte a tope para estar otra vez bien. Esta semana ha sido puente ais que espero que hayas podido estar tranquila.