A la medianoche

[Leheli 12]

Bueno, soy nueva y esta sería mi primera historia.

Me estoy basando en el reto de las princesas opuestas, consiste en tener una princesa que vaya libre por el lugar y otra, nacida de una sirvienta que murió al ser encerrada y por las condiciones deplorables en las que vivía, encerrada en una torre. La princesa "oscura" tiene como objetivo lograr ser libre y vengar a su madre, y para hacerlo tiene que enamorar al prometido/esposo de su hermana. Aunque le estoy haciendo algunos cambios para hacerlo más interesante ^^. Aviso: puede tener temas fuertes. Es la primera vez que hago algo del estilo historia así que puede tener muchos errores, sean honestos si les gusta o no la historia, si hay algo que se puede mejorar o si debería dejar un tema así y buscarme otro.

 

 

 

Introducción: En un tranquilo y gran reino lejano, vivía una dulce reina y su esposo. La reina estaba en la dulce espera, protegía en su vientre una niña tan cariñosa y dulce como ella, el rey estaba alegre de tener una linda niña, amaba profundamente a su esposa y ya de por sí adoraba a su no nacida hija. Lamentablemente, la felicidad no duró mucho. Una fría noche, la reina entró en labor, el parto duró horas, las mucamas y parteras estaban cansadas y la reina, agotada. Por fin, en la madrugada, la niña había nacido, la reina la sostuvo en sus brazos, la abrazó y junto con un beso en la frente, se fue su último suspiro. Cuando el rey llegó, las mucamas lo miraron, pálidas y con signos de tristeza en sus rostros, su silencio fue lo que le hizo falta para saber lo que había pasado, se aproximó lentamente al lado de su esposa y dejó ir toda la pena que lo había tomado de imprevisto aquella mañana. Con el deceso de su esposa, el rey no tenía la capacidad de cuidar de su pequeña hija, cada noche bebía, coqueteaba con cortesanas y olvidaba sus desgracias, por eso la mucama principal, una bella mujer joven y leal a la familia real, empezó a cuidar a la princesa, ser como la madre que ella ahora no tenía. En la hora de descansar, la joven madre sustituta arrulló a la pequeña princesa y la puso a dormir, al retirarse de la pieza, se encontró con el ebrio rey, este acababa de llegar de uno de sus rituales de olvido y al verla, algo en el despertó, algo que solo con su esposa y las fáciles cortesanas se había despertado. La acorraló y la llevó a su habitación, que estaba cerca de la de su hija, y la mantuvo dentro el resto de la noche. La mañana siguiente la pobre muchacha había despertado, se puso sus prendas, algo rotas por el forcejeo de la noche anterior, y, con las lágrimas secas en su cara, caminó hacia la habitación de la huérfana, que se había despertado y lloraba por atención. Horas después, el rey despertó de su letargo, vio la ropa que tenía el día anterior por el suelo, recordó lo ocurrido y, un tanto avergonzado, le pidió perdón a la mucama, ella lo perdonó, su fidelidad a la familia y su ingenuidad evitaban crearle rencor a su señor; el rey decidió no acercarse a ella de nuevo, y le juró no volverla a lastimar, pero su juramento no duró demasiado. El rey se la había encontrado de nuevo, en el mismo estado él, y el mismo cansancio ella; viéndola indefensa aprovechó y la empujó a su habitación, con brusquedad pues ella aún a´si se defendía. La historia se repetía cada vez más seguido, y el rey empezaba a perderle el respeto a la pobre mucama, y ella, ya cansada de luchar contra él, se dejaba arrastrar, no sin derramar lágrimas que al día siguiente le dejaban los ojos hinchados y adoloridos. La mucama empezó a notar cambios en su cuerpo meses después, las náuseas matutinas, antojos extraños, pies hinchados y demás, intentó no tomarlo en cuenta, pero ya se estaba haciendo obvio que ella estaba embarazada, nada más ni nada menos que de su señor, el rey. No pasó mucho tiempo cuando él también se dio cuenta, y, desesperado por su reputación y el riesgo que supondría la hija ilegítima al reino, decidió encerrar a la víctima de sus noches de olvido en el calabozo, dejándole solo un sucio camastro, un miserable baño y comida que le bastaría para sobrevivir. El tiempo de gestación pasó, y de las aventuras nocturnas nació una niña, muy parecida a su madre, la mujer, debilitada, logró superar el proceso de parto ella sola y decidida a no dejar a su hija sola, logró sobrevivir en el calabozo y criarla, pero no soportó las malas condiciones y murió enferma cuando su hija tenía 12 años. Enterado el rey de la noticia, decidió terminar con la vida de su hija, pero uno de sus opositores, ocupante de un gran cargo en el reino, llegó saber de la existencia de la muchachita encerrada, y amenazó al rey de no matarla o no solo el reino sabría sus pecados, si no también representantes y gobernadores de otros países. Movido por esta amenaza, trasladó a la jovencita a una vieja torre, donde la dejó con una mejor cama, mejor baño y cosas varias para satisfacer sus necesidades, con la esperanza de que ella nunca salga y viva encerrada por siempre. La princesa oculta creció con el rencor que su madre no le tuvo al rey ni a la familia real, sabía de la historia de su adorada madre, y sabía que tenía una hermana que vivía en libertad, con el amor de un padre que la cuida y protege, se hizo amiga de su vigilante, un muchacho de 17 años al cual habían obligado cuidar que ella nunca saliera. Cada medianoche, el hechizo que le impedía salir se desvanecía, y ella podía salir libremente solo hasta las 5 de la mañana, puesto a que a esa hora el hechizo volvía a existir, y si ella quedaba afuera de la torre, la encontrarían y no dudarían en matarla, haciéndola pasar por una amenaza. Con el secreto de la puerta revelado, empezó a planear la venganza de su madre y la de ella.

 

 

Editado 16 ago 2016 por Leheli

[Merchedj 3.915]

Me gusta el tema de la historia y promete mucho. Aquí tienes una seguidora.

[Luli 1.584]

Muy buen comienzo, la seguire de cerca.

Enviado desde mi GT-I9060C mediante Tapatalk

[Druga 903]

Que la mate ya

[Leheli 12]

hace 20 horas, Druga said:

Que la mate ya

Muerte y Destrucción podrían ser sus segundos nombres 

[Leheli 12]

Primero, la mañana - Cap1

Spoiler

 

Era la mañana en la capital de un próspero y tranquilo reino, los ciudadanos se despertaban para iniciar su rutina diaria, los campesinos en los campos cuidaban de sus cosechas y sus animales, la nobleza y gente sin preocupaciones aún dormían mientras los empleados en el palacio y demás hogares cuidaban de los jardines y preparaban la merienda.El rey y su hija aún dormían, pero una sombra en el viejo torreón, paciente, admiraba el bello amanecer en la calma de una habitación.

Mientras el mayordomo del palacio preparaba la comida y el rey se despertaba, una persona acababa de llegar y caminaba hacia la puerta principal, al llegar a la entrada tocó y esperó a que alguien lo recibiera, mientras admiraba la belleza del lugar.

El mayordomo escuchó las tocadas en la puerta, terminó de preparar la comida y se dirigió a la puerta, al ver a través de los vidrios reconoció a quien esperaba y lo hizo pasar.

-Buen día, su majestad, el rey, lo está esperando.

-Espero no haber sido inoportuno y haber llegado muy temprano.

-No se preocupe, la princesa ya despertó y pronto se reunirá con ustedes - y después de hablar, le señaló una puerta custodiada por dos muchachas, que hacían una reverencia hacia a él.

Ya pasando el recibidor, se encontró al rey, y después de saludarse, empezaron a entablar una conversación típica de ellos al encontrarse.

Mientras tanto, en el recibidor, las dos sirvientas también entablaban una conversación típica de ellas.

-¿Ves?, te dije que lo elegirían - dijo una, hablando en voz baja.

-Vaya, pues sí que tiene suerte, mira que así sería su única opción de gobernar algo - suspiró, pues por fin se había podido sentar y descansar aprovechando que su señor no la veía - ¿Y cuanto tiempo crees que se habrá tardado nuestra tan dulce, generosa y modesta señorita en arreglarse? - el sarcasmo en su voz era notorio, la empatía hacia su joven ama era inexistente, y ella no era la única que no le tenía mucho aprecio.

-Mínimo 1 hora de entusiasmo, 2 horas de buscar en su guardarropa, 30 minutos en llorar porque "no tiene nada que ponerse", otros 30 minutos en elegir la ropa interior y 2 horas en maquillaje. ¡Si hasta durmió vestida!.

-Bueno, a otro tema. ¿Sabías que vieron a Paquita con el duque de Zarand antes de su boda?.

-Oh esa pu-.

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-Y por eso le dije que aumentara el precio de ingreso.

-Pues tengo que decírtelo, muchacho, esa fue una opción inteligente de tu parte - sonrió - espero que puedas seguir haciendo decisiones así de acertadas a partir de ahora.

El muchacho sintió como una mirada estaba clavada en él y sonrió nerviosamente, captando las intenciones de las palabras del rey, intentó disimular su incomodidad cantando mentalmente y pensando en los ricos panqueques que había comido antes de partir.

 

Mientras tanto, la princesa por fin se había dignado a bajar, después de tener un ataque de histeria al ver que una parte de su labial se había corrido y volverlo a aplicar mientras hiperventilaba. Ya más calmada, pensó en como lo saludaría, si sería aventada o tímida, y después de bajar la escalera, intentó relajarse y darse unas palabras de ánimo. Respiró hondo y se dirigió hacia las voces masculinas que aún charlaban.

 

-Espero no haberlos echo esperar demasiado - sonrió con dulzura, sus labios rojos resaltaban en su pálida piel, había elegido una de las diademas más decorosas que tenía, un vestido rosa y guantes de encaje, se veía tan frágil e inocente. El príncipe se le acercó y empezó a halagar su apariencia y le hizo una reverencia; la muchacha se sonrojaba con los elogios y se sorprendió cuando le besó las manos, pero no lo rechazó.

Inmersos en sus acciones y en la situación que se estaba creando en ese lugar, nadie se percató que alguien más los escuchaba, este alguien en particular observaba.

-Al fin llegó - pensó - será mejor que se lo diga pronto.

Y tan rápido e invisible como llegó, se fue.

Todos pasaron al comedor, los sirvientes continuaron caminando hacia la cocina, preparando los platos y sirviendo la comida, sin percatarse de un ligero olor a perfume masculino que rodeaba el lugar, que en unos segundos se esfumó. Al terminar de preparar lo necesario, se sentaron para descansar un rato y, aunque uno de ellos se negaba en admitir realizar acciones tan "viles y poco honorables", cotillear sobre lo que llegaban a sus oídos sobre este reino u otros, sin saber siquiera si es realidad.

-¡Te lo dije!, era completamente obvio que algo así iba a suceder.

-Bueno, si lo pones así...-la mucama hacia un gesto con la mano, el índice sobre su cara, señal de que estaba procesando lo que acababa de oír.

-No sé ustedes, pero yo tengo un poco de hambre, además, tenemos que ver si la comida está bien sazonada y si es digna de nuestro buen señor, señorita y nuestro próximo torturador adicional, digo, nuestro próximo joven amo.

Y terminando de hablar, y con una velocidad difícil de captar al ojo humano, agarró un cubierto y lo clavó en la carne servida. Mala suerte para ella que uno de sus compañeros tenía la misma velocidad a la hora de reaccionar.

-¡QUE CREES QUE ESTÁS HACIENDO!, ¡SUELTA ESE TENEDOR AHORA MISMO!.

-¡Cálmate, solo iba a ser un pequeño bocado!.

-¡LO ABIERTA QUE ESTABA TU BOCA INDICABA QUE TE IBAS A COMER HASTA EL PLATO Y LUEGO ABSORBER AL REINO ENTERO!

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-Claro que no podían permitir que hicieran algo así, ¡las pérdidas serían catastróficas!

Mientras el bullicio en la cocina continuaba, el rey, la princesa y su invitado esperaban la comida charlando; bueno, en realidad solo charlaban el rey y el príncipe, la princesa escuchaba silenciosa y sonriente, no intervenía en su conversación de ninguna forma. A los segundos se presentaron las mucamas y el mayordomo, les sirvieron la comida, hicieron una reverencia y se retiraron.

-Pero no se pudo evitar, así que así perdieron la cabeza.

-¡Papá!.

-¡Hey!, no me culpes por decir la verdad de lo que les pasó.

-Ughhh...

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-Sí que te luciste con la comida hoy, ¿pasó algo bueno? - preguntó con desinterés mientras se llevaba otro bocado a sus labios.

-Gracias - su halago le levantó el ego que ya de por sí lo tenía muy alto - y sí, hay una buena noticia.

La muchacha dejó de mover su mano en donde estaba la cuchara, para levantar la vista y mirarlo fijamente.

-¿Cuál es? - preguntó con intriga, usualmente dejaría pasar lo que el joven había dicho, pues seguro eran cosas triviales y sin importancia; sin embargo, el tono en su voz y la sonrisa de satisfacción en su rostro indicaban que algo con más importancia, algo que podría hacer cambiar su destino.

-El príncipe ya está en el castillo.

-Así se decidió que los fondos se utilizarían para los exteriores de la capital. ¿Y usted que opina de la destinación de fondos, princesa?- el príncipe la vio, esperando una respuesta sobre la situación saliendo de sus labios rojos.

El rey lo miró con impresión, ¿de verdad le preguntaba sobre política y gobierno a una joven de la nobleza?.

La princesa rió nerviosa, tenía suerte que solo su padre estuviera presente, y que el príncipe no haya preguntado en algún banquete con otros nobles, celebridades, adinerados y reyes, pues algo así hubiera sido penoso.

-Pues bueno...

-Oh hijo-  interrumpió el rey - no creo que sea muy oportuno hablar de política con una mujer presente, lo siento querida, debes estar muy aburrida sobre nuestra conversación - y acto seguido, cambió de tema para aligerar el ambiente, mientras su hija ocultaba su pena y seguía con su sonrisa plasmada cual muñeca decorativa.

Ya la comida había terminado, los platos sucios ya estaban recogidos y en camino a ser lavados, el rey se paró de su asiento e invitó al príncipe a subir para mostrarle la habitación donde se quedaría hasta que se empiece a organizar los preparativos.

-¿Y que tal?, de momento te quedarás en esta habitación, no es muy espaciosa, pero por la ocasión hasta que el plan inicie te quedarás aquí.

-Está bien, no es muy pequeña tampoco.

-Bueno, te dejaré para que puedas desempacar. No te pongas muy cómodo que en unos meses tendrás que cambiarte de habitación - el rey rió, le lanzó un guiño y se retiró a sus aposentos.

-Sí, en unos meses...-suspiró el muchacho, pensando en su futuro en ese lugar y lo que sus padres habían arreglado para él.

En el otro lado del palacio, una pelirroja veía la oscuridad de la noche mientras pintaba.

-Vaya, ya es tarde...

Y en efectivo, ya era muy tarde, todos dormían; bueno, no todos, tres personas en específico aún no descansaban; una ya estaba en su cama, pero las emociones aún acumuladas de hoy no lo dejaban dormir, había intentado por un buen rato, pero no lo logró, levantándose de su cama se puso a pensar.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-Ten mucho cuidado, ¿está bien?, no llegues muy tarde.

-No te preocupes, vendré lo más rápido que pueda.

Después de pensar y dejar su mente vagar por un rato, se levantó y cambió, iba a dar un paseo por el lugar y ver los alrededores, necesitaba refrescarse y una distracción.

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Buscó un atuendo que la abrigue y su capa favorita, este era el momento que había esperado para poder salir e inhalar otro aire que no sea uno con olor a madera.

El aire estaba fresco, el agua corriendo de la pileta hacía un melodía relajante. Tiró una moneda y pidió su deseo, vio los detalles de el jardín y atinó a ver el torreón que se alzaba grandioso, escuchando agua fluir de ahí también, se acercó.

Había una gran fuente, y la puerta del torreón cerca de ahí. La curiosidad le picaba, pero sabía que no sería muy correcto hacer algo así su primera noche en el lugar, así que solo se acercó a la fuente.

Tenía que irse con prisa, no podía perder mucho tiempo, sabía que en los días siguientes podría salir con más tranquilidad, pero la emoción en su pecho no dejaba espacio para la paciencia.

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La puerta se abrió, y el joven príncipe se giró a verificar si el ruido era del portón viejo, o si su mente por fin se había cansado y le había jugado un truco.

Y fue cuando se vieron, y cada uno en su mente, pero en distintos segundos, pensaron.

-Probablemente ahora mi deseo se hará realidad

.

 

 

 

 

 

 

 

Disfrútenlo ^^.

Debo mejorar en lo que es edición y formato de imagen, así que iré variando hasta encontrar un estilo con el que me sienta conforme, lo mismo pasará con la escritura. La trama aún no la tengo muy clara, así que haré mi mayor esfuerzo para hacerlo interesante y no muy aburrida o repetitiva.

Iré corrigiendo y agregando algunas cosas, como fichas de personajes e índice de capítulos y otras variedades más.

Cualquier error y sugerencia por favor darla ^^.

Editado 16 ago 2016 por Leheli

[Merchedj 3.915]

Se nota que el príncipe no está nada ilusionado con la boda acordada por sus padres. No me esperaba que se iba a encontrar con la otra princesa tan pronto. Tengo muchas ganas de saber qué pasará y si llegarán a hablar.

[Druga 903]

El único personaje que me importa de la historia es la pelirroja, ¿es grave? ¿debo preocuparme doctor?.

[Leheli 12]

¿El inicio? - Cap2

 

 

 

No sabía que existía un sentimiento así, era indescriptible, ¿era lo que llamaban atracción instantánea? ¿amor a primer vista? ¿tendría que haberse sentido así al ver a la princesa?, todo sería más fácil si se hubiera dado el caso, pero la chica a la que le dedicaba la tonta mirada no era la rubia y pálida joven que soñaba con un vestido blanco y pomposo y una boda de ensueño en su amplia y cómoda cama, si no una pelirroja que lo miraba aterrada, ojos bien abiertos y sorprendidos; sus aperlados dientes se dejaban ver entre su boca abierta, con una luz muy tenue perteneciente a la luna reflejándose en su cabellera.

No podía dejar de observarla, tuvo que hacer un gran esfuerzo para volver en si y notar, después de varios segundos, que ella seguía mirándolo sorprendida, sin haber cambiado su posición. Con movimientos torpes e inseguros se arrodilló frente a ella presentándose con su nombre y título, tal vez así la muchacha dejaría de mirarlo con pavor y podría dedicarle una bella sonrisa que no sabía por qué esperaba con muchas ansias.

 Vio su rostro confundido, relajado y después vuelto a ese estado que evitaba, una mirada atemorizada. Aún en ese estado de torpeza cerebral, razonó, ¿que tal si era todo una ilusión de su desesperada cabeza? ¿si era esa la mujer de leyendas que se presentaba como los más ansiados deseos a hombres incautos?, con un poco de desilusión que lo hizo volver a la realidad, decidió comprobar su teoría sin pensarlo mucho.

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Se había asegurado de salir lo más tarde que pudiera, había visto todas las luces del palacio apagadas, incluso había mandado a su aliado a revisar el lugar, entonces, ¿que hacía aquel hombre frente a la amplia fuente? ¿era un guardia, un curioso o un ladrón?, desechó la última idea, iba bien vestido y era muy menudo para ser un peligroso criminal, pero eso no le proporcionaba seguridad; gritar no era una opción y volver a entrar al torreón tampoco, tenía que llegar al bosque lo más antes que pueda, no iba a desperdiciar su noche de libertad encerrada; cuando pensó en huir sus ojos detectaron un movimiento frente a ella, enfocó su mirada hacía él y lo vio arrodillándose, escuchó su presentación y como de sus labios salía su título, "príncipe de ...", su respiración se contuvo al escucharlo, ¿príncipe? ¿que hacía un príncipe acá-?, oh.

Oh

Oh

Así que era él el que sería el prometido de la muchacha de cabello ceniza, dueña de la voz cantarina. Se relajó al saber que no era un guardia ni un curioso, pero su despreocupación no duro mucho, ¿y si ella estaba por acá? ¿si ambos habían decidido dar un paseo para conocerse mejor y así poder hacer su "movimiento"?, no podía ser posible, él había escuchado sus leves ronquidos cuando husmeaba por el lugar, ¿se habría equivocado?; ahora, más asustada que antes, planeó su escapada, desde simplemente correr, hasta empujar al chico a la fuente y desaparecer por el calabozo, su cabeza estaba hecha un lío y el calor en las orejas no la dejaban razonar.

Un viento golpeó levemente su cara, sintió un calor entre sus manos y unos ojos marrones bloqueándole la salida, estaba cerca, muy cerca. Cuando vio unos tintes rosas en las mejillas ajenas, pensó en aprovechar ese momento y poner en práctica lo enseñado en la torre, sonrió y puso su plan improvisado en marcha.

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Era real, el tacto de sus manos y el aroma perfumado de su cabello y ropa se lo aseguraban, era real, entonces...

¿Qué estoy haciendo?

Sabía que sus mejillas ahora estaban rojas, ¿y cómo no estarlas? si al verla de lejos ya le causaba nervios y latidos rápidos, ahora que estaba invadiendo su espacio personal se dio cuenta que no se había formulado una pregunta muy básica, ¿que haría si ella era real?. Al ver su sonrisa flaqueó, sintió sus piernas temblar, retrocedió un poco y tuvo que buscar un apoyo, el cal encontró en el muro de la torre; en su trance percibió una brisa a su lado, y el espacio frente a él desocupado, la joven de cabellos escarlata había desaparecido.

Giró a la única salida que había, aquella que hace unos momentos su cuerpo bloqueaba, la vio correr muy ágilmente para tener una larga falda, mientras ella soltaba una risita.

No recuerda en que momento la brisa marina cambió a un frío viento nocturno, las palmeras y arbustos menudos a grandes y altos árboles y plantas que si no tenía cuidado atraparían con sus filudas ramas algún trozo de la fina ropa que vestía.

-¡Hey!, ¡espera! - gritó entusiasmado, corriendo en un intento de alcanzarla, pues ya estaba muy adelante.

La muchacha giró su cabeza y lo vio, una sonrisa volvió a aparecer en esa bella cara, volvió su mirada hacia adelante y otra risita melodiosa se escuchaba por el bosque donde se realizaba la peculiar, por no decir extraña, persecución. 

Estaba sonriendo, era extraño estarse divirtiendo mientras perseguía a una desconocida.

Y, perdido en su felicidad, no notó que aquella mujer que al inicio consideraba una aparición ya se había esfumado.

Abrió los ojos y ya no estaba, solo le acompañaba unos grillidos y el sonido del viento girando las hojas de los grandes árboles, como si el bosque se estuviera burlando de su torpeza al perderla de vista. Un poco decepcionado, buscó orientarse para volver al palacio, con el consuelo de saber que la muchacha no era un ente, el tacto de sus suaves manos seguía ahí.

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La dificultad para respirar era anormal para ella, el recorrido que había tenido que hacer le había dejado exhausta, usualmente su rutina habitual no la cansaba de esa forma, no tanto, pero el incidente con el príncipe la había hecho correr y pensar rápidamente en un plan para desaparecer y seguir su rumbo natural, pero lo había logrado, y estaba agradecida por ello. Mientras sus cansadas piernas seguían el camino antes recorrido, su mente divagaba en lo bien que se sentiría su cama, la rica comida que la esperaba y las flores de rico aroma que dejó en cierto lugar.

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El cansancio le martilleaba la cabeza pero tenía que soportarlo, ella tal vez vendría pronto; apenas tocara la campanilla del desayuno, pediría muchas tazas de café para así compensar el poco descanso de su cuerpo.

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El alivió que sintió al ver el borde de piedra y azulejos celestes la animó a seguir, ya estaba cerca y justo a tiempo. Sin embargo, su alegría no duró mucho.

-¡Hey! !Tú!

Esa voz. La sangre de su cuerpo parecía haberse drenado, o por lo menos lo sintió así, el frío recurriendo sus descubiertas manos. Escuchó unos pasos dirigirse hacia ella. La luz asomándose y reflejándose en el agua era un indicio de su demora, y si dejaba que su shock la dominara, la poca libertad que le quedaba sería destruida y la de su aliado también.

Se forzó a correr, sintió un dolor agudo en las piernas pero siguió, el sufrimiento en el calabozo era peor, la oscuridad de sus recuerdos le causó un sudor frío y pese a los reclamos de la voz que le gritaba que se detuviera, continuó hasta sentir el frío metal en sus manos. Giró la perilla y con rapidez se metió a la oscura habitación.

Cerró con fuerza, se recostó sobre la puerta y la empujó con fuerza al escuchar que alguien se acercaba del otro lado.

Cuando oyó el intento de unas manos girando una perilla trabada se relajó, había logrado entrar a tiempo, y con el sonido de la puerta siendo empujada y unos vanos intentos de abrirla, subió la escalera, volviendo a pensar en su cama, la comida y unas flores en un lugar alejado.

El consuelo de unos ojos verdes que la miraban preocupados y algo molestos la ayudó a llegar a su cuarto, las explicaciones vendrían después, ahora solo quería hundirse en un sueño donde una dulce voz la arrullaba, una voz del pasado.

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Se rindió al intentar abrir el portón por vigésima vez, el sudor en su frente por el esfuerzo y el calor le hizo recordar que ya había salido el sol, y que este le estaba dando justo a la cara. Ya era la mañana, un nuevo día iniciaba para todos y pronto el lugar se pondría en movimiento

-Mierda

Se apresuró a entrar al palacio de nuevo, y dándole una última ojeada al torreón, entró por la puerta del jardín y se dirigió silenciosamente a su habitación, esperando que nadie haya notado su ausencia.

Pero alguien más sabía que él había estado afuera toda esa noche, alguien más que la muchacha recluida en la torre, alguien que lo miraba por una vieja ventana.

 

 

Editado 5 oct 2016 por Leheli

[Druga 903]

Ya se empieza a poner interesante.

[Merchedj 3.915]

Esperaba que hubieran charlado pero bueno, al menos se han visto. Tengo mucha curiosidad por saber quién es el que está observando desde la ventana.

[Leheli 12]

hace 13 horas, Merchedj said:

Esperaba que hubieran charlado pero bueno, al menos se han visto. Tengo mucha curiosidad por saber quién es el que está observando desde la ventana.

No te ilusiones mucho, te llevarás una ligera decepción xd.