Legacy Sinblanca - CAPÍTULO 12, Parto con sorpresa... | 04/05

29 may 2016

¡Hola chicos!
Quiero empezar este nuevo legacy con muchas ganas después de haber perdido la partida del último que hice y que ya tenía por la 8a generación...
¡NO ES JUSTO! :doh:
Como me gustan tanto este tipo de retos vamos a empezar con Marcelo Sinblanca (me inspiré un poquito de los Simblanca de Los Sims 2).
Aquí os dejo su presentación y ya iré añadiendo capítulos.
¡Espero que os guste!

Lista de capítulos:
1 - Llegar y besar el santo
2 - Una primera cita bastante... movida
3 - Boda a la vista
4 - El ansiado día
5 - Segunda generación en camino...
6 - Una más en la familia... ¿O dos?
7 - La venganza es un plato que se sirve frío...
8 - ¡La familia sigue aumentando!
9 - ¡¿Otro MÁS?!
10 - La máquina de hacer bebés
11 - Otro adolescente más en casa
12 - Parto con sorpresa...

Presentando a Marcelo

Spoiler

Editado 4 may 2017 por Bluette

1 jun 2016

Cuantos recuerdos me trae ese apellido! A ver que tal le va a Marcelo y espero que su legacy llegue hasta la decima generacion y mas alla.

12 jun 2016

CAPÍTULO 1. Llegar y besar el santo

Spoiler

Como todo buen legacy que se precie, Marcelo tendría que apañárselas con el lote más grande de todo Willow Creek.
Este estaba situado en el Sendero del Patio, el lugar más apartado y tranquilo de la ciudad.
Antes de que Marcelo se trasladara, aquí lucía erguida una mansión de estilo sureño bastante imponente, pero por falta de fondos terminaron trasladándola y vendiéndole a Marcelo el solar vacío. Quizás en un futuro, cuando las próximas generaciones traigan fortuna y prosperidad al legado, la familia pueda permitírsela... por ahora se queda en el inventario.

- Vaya, que... maravillosa vista.
Con el resto de simoleones construyó un pequeño cubículo con todo lo necesario. Una cama, dos encimeras con cocina y una nevera, un retrete y una ducha. Lo básico para empezar.
Debía guardar algo de dinero en el fondo de la unidad ya que iba a empezar a escribir y vivir de los ingresos de sus libros durante un tiempo, esto lo llevaría de cabeza durante unas cuantas semanas antes de que los pagos empezaran a llegar.
Como ya sabéis, Marcelo es un sim vago, algo totalmente incompatible con un trabajo a jornada completa, así que optó por un trabajo desde casa.

Las vistas eran verdaderamente impresionantes.
Desde la ventana podía ver el muelle e incluso escuchar las olas, una fuente inagotable de inspiración para un escritor novel.
- Esto está muerto... habrá que salir a buscar gente. Genial, si lo que buscaba era tranquilidad desde luego que en este sitio me cansaré de ella.

En el paseo de detrás de la avenida parecía que había gente. Suponía que siendo domingo por la mañana estaría más animado, pero solo encontré a un señor mayor haciendo footing y algún vecino pescando.
Me decidí a hablar con aquel caballero para preguntarle acerca del barrio, acababa de llegar y estaba muy verde en cuanto a la disposición de los locales. ¿Y si pudiera aconsejarme sobre algún buen gimnasio donde entrenar o el horario del museo?

- ¡Buenos días caballero! ¿Es usted del barrio?
- ¿Caballero? ¿Tan mayor parezco?... En realidad vivo en Oasis Springs, pero conozco Willow Creek como la palma de mi mano. Me llamo Gabino, Gabino del Solar. Un placer.
- Igualmente, yo soy Marcelo Sinblanca. Acabo de llegar a la ciudad y vivo en lo alto de la colina, en el Refugio de los robles.
- Vaya, majestuosa guarida...
- No, no. El solar está vacío.
- Oh, vaya. Bueno, si te interesa este barrio y quieres echar raíces aquí será mejor que encuentres un trabajo. ¿Has visto la cantidad de ofertas que hay colgadas en el corcho de la biblioteca? Deberías pasarte por allí a echar un vistazo.

De repente una señora decidió unirse a la conversación monopolizandola por completo.
Parecía que Gabino y ella se conocían, hablaban de una fiesta. Al parecer alguien de Windenburg se casaba con un familiar de Gabino.
Empezaba a sobrar así que me despedí como pude y aligeré el paso para encontrar la biblioteca.

Entré en uno de los locales que había en la avenida y me senté en la barra para pedir un trago. Quizás esta vez tuviera más suerte y alguno de los amables vecinos pudiera ayudarme.
No parecía un antro, olía a limpio y sonaba buena música, pero el ambiente estaba un poco cargado. Me senté al lado de una señora que parecía bastante tensa, no dejaba de hablar con la camarera contándole las desavenencias con la familia de su marido. No llegué a entender mucho de la conversación pero tampoco me dio tiempo a poner la oreja, la señora se giró hacia mí y me invitó amablemente a irme.

- ¿Y tú quién diablos eres? Si no te importa es una conversación privada.
- Ehm...
- ¡Deja de inmiscuirte en mi vida! ¡Pobre muerto de hambre!
- Clara, deja al chico. Discúlpala, está un poco alterada...
- ¡NO ESTOY ALTERADA! Ponme otra Llave inglesa, quieres.
- Yo solo venía a preguntar por la biblioteca, me han dicho que estaba justo detrás del parque. Mi nombre es Marcelo.
- ¿Eres nuevo por aquí, no es cierto? Me llamo Eliza, un placer. La biblioteca está justo al lado, no tiene perdida. ¿Tienes algún familiar por aquí?

Dejé aquel nido de ratas para seguir buscando la biblioteca, al parecer todo es más fácil en esta ciudad si conoces a alguien o tienes un apellido conocido... yo, desgraciadamente, carecía de ambas cosas.
Al llegar me topé con la encargada de librería más perfecta que jamás había visto. Pese a llevar esas gafas de señorita Rotenmeyer, sus ojos verdes resaltaban por encima de ellas. Su mirada era dulce, sosegada. Trasmitía paz.

Parecía enfrascada en su libro.
Seguí rebuscando en la librería intentando pensar una excusa con la que acercarme a ella.
Quizás la literatura, o la pintura... ¿y si fuera creativa?
Reuní todo el valor que pude y me acerqué a ella para preguntarle por el corcho con anuncios del que me había hablado Gabino.

- ¡Hola! Verás, soy nuevo en la ciudad y estaba buscando algún trabajo a media jornada para ir tirando mientras termino mi último libro. Me han dicho que en la biblioteca tenéis algunas propuestas, si pudieras ayudarme...
- ¿Estás escribiendo un libro? Vaya, entiendo. La vida del escritor es muy dura hasta que conseguís un contrato con una buena editorial. Pues justo en este momento no tenemos nada a media jornada, todos son de completa. Me llamo Victoria, si necesitas algo más aquí me tienes.

- De todas formas si quieres puedo enseñarte alguna de las ofertas. Puede que algo te interese.
- ¡Perfecto, igual me haces cambiar de opinión! Por cierto, yo soy Marcelo.
- Un placer Marcelo. ¿Y vives solo en Willow Creek?
- Sí, justo hoy he terminado la mudanza y ando un poco perdido.
- Te entiendo, yo también me mudé al barrio hace seis meses. Las cosas no estaban muy bien por Sunset Valley, hice mi maleta y no lo pensé ni un momento. La gente en esta ciudad es muy amable, aunque algo curiosa...

- Voy a ver que encuentro, enseguida estoy contigo Marcelo.
Que dijera mi nombre me hacía estremecer. Veía en ella algo tan puro, tan atrayente... agaché la mirada y me puse a ojear un libro de mecánica que había sobre la mesa, si pudiera abordarla con ese tema puede que aprendiera un poco más de ella.
Me dí cuenta de que todos los hombres en la biblioteca se giraban a su paso, y no me extrañaba, una mujer así no se encuentra todos los días.

Mientras recogía algunos libros me fijé en el cuello tan fino y largo que tenía. Terminaba en un recogido precioso que le daba ese toque tan distintivo de bibliotecaria.
Por un momento me dejé llevar y le pedí que se sentara conmigo en uno de los ordenadores. Quería conocerla, saber cuales eran sus gustos, sus intereses...
Quizás enseñándole lo que más me apasionaba creáramos algún tipo de vínculo.

- Me parece una historia maravillosa, pero tendré que esperar hasta que lo publiques para conocer el final, qué pena.
- Bueno, esa es la magia de la literatura, una vez que te engancha... y dime, ¿a ti te gusta leer, escribir?
- Soy muy creativa, me encantaría poder dedicarme a la pintura, pero mi sueño siempre ha sido construir una nave. Suena estúpido, verdad... No sé, siempre me ha interesado todo el tema del espacio y demás. Soy un cerebrito.
- ¡Vaya, eres creativa igual que yo! Genial, deberíamos quedar un día para visitar el museo juntos. Si te apetece, claro.

- ¿También te gusta el arte? Eres un chico muy completo entonces.
- No se me da muy bien la pintura pero me ayuda mucho a inspirarme más rápido. Una buena obra puede darme ideas increíbles para seguir escribiendo.
- ¡Entonces somos la pareja perfecta, yo pinto y tu interpretas mis pinturas!
Marcelo estaba cada vez más convencido de que Victoria era la chica que estaba buscando. Inteligente, cultivada, artística y muy atractiva... ¡Lo tenía todo!

Poco a poco la biblioteca se fue llenando, pese a todo Victoria seguía allí sentada hablando con él. Una conversación llevaba a otra y parecía que estaban bastante cómodos.
¿Por qué ocultar lo evidente? ¡Se gustaban... y no poco, precisamente!

- Entonces podríamos ir a la próxima exposición juntos, si te apetece, claro.
- ¿Y qué me dices si te invito a tomar algo? Mañana por la noche hay noche alienígena en un bar de Windenburg. Podemos pasar un buen rato y unos zumitos siempre son más interesantes que cualquier exposición.
- Esto... Sí claro, por qué no. ¿Pasas tú a recogerme?
- Perfecto, así ves algo más que Willow Creek.
- Sí, me hace falta conocer gente. No puedo vivir como un ermitaño toda mi vida.

- Entonces quedamos así, pasaré por ti sobre las 9. Ponte algo casual, es una fiesta desenfadada.
- Sin problema. Bueno, me voy a casa, tengo que terminar de vaciar cajas. Aunque tampoco tengo mucha cosa...
- ¡Hasta mañana por la noche entonces! ¿Te he dado mi número verdad?
- Lo tengo anotado. ¡Nos vemos!

Mientras se alejaba, Marcelo sentía esos ojos verdes clavados en su trasera.
No estaba muy seguro, igual Victoria no sentía lo mismo por él y solo quería pasar un buen rato. Al fin y al cabo solo se conocían de una tarde, quizás fuera él quien se hacía sus propias historias.
Mañana sería otro día y probaría suerte. No tenía nada que perder.

Seguro que me paso toda la noche pensando en ella. No puedo sacármela de la cabeza...
Mañana lo daré todo, espero que no se me note muy desesperado, lo último que quiero sería espantarla.
¡Por favor que no me haga bailar, no quiero que vuelva a casa con esguince!

Ahora a ver qué me pongo...
Cuando salío por fin de la biblioteca ya había anochecido y no había comido nada en todo el día. Una vuelta rápida para ver si alguien había hecho perritos en el parque y a casa, tenía la noche entera para prepararse, total ya estaba claro que no iba a pegar ojo.

Editado 13 jul 2016 por Fresasconnata

12 jun 2016

Que bien ha comenzado la vida de Marcelo en Willow Creek, nada mas llegar ya parece que ha ligado. La señorita Rotenmeyer... quiero decir, Victoria es muy guapa y hace muy buena pareja con Marcelo.

En Willow hay un vecindario muy curioso... la loca... perdon, alterada del bar y Gabino del Solar, yo lo recordaba mas guapo en Los Sims 2. Ha envejecido mal el pobre Gabi.

12 jun 2016

Me siento muy identificado con Marcelo, se llama como yo, es vago como yo, le gusta escribir como a mí y baila mal como yo xDDDDD

Los paisajes son preciosos, este será el primer legacy de LS4 que sigo n_n

Vamos a ver si tiene suerte con Victoria

12 jun 2016

On 6/12/2016 at 18:53, Stanford4210 said:

Me siento muy identificado con Marcelo, se llama como yo, es vago como yo, le gusta escribir como a mí y baila mal como yo xDDDDD

Los paisajes son preciosos, este será el primer legacy de LS4 que sigo n_n

Vamos a ver si tiene suerte con Victoria

¡No me digas! Mi subconsciente debió de inspirarse en ti para crear a Marcelo entonces.
Déjame decirte que tienes un nombre precioso y muy carismático, me encanta
¡Pues es todo un honor, espero que te quedes por aquí con nosotros!

On 6/12/2016 at 13:14, Garfielz said:

Que bien ha comenzado la vida de Marcelo en Willow Creek, nada mas llegar ya parece que ha ligado. La señorita Rotenmeyer... quiero decir, Victoria es muy guapa y hace muy buena pareja con Marcelo.

En Willow hay un vecindario muy curioso... la loca... perdon, alterada del bar y Gabino del Solar, yo lo recordaba mas guapo en Los Sims 2. Ha envejecido mal el pobre Gabi.

¡Garfielz, cuánto tiempo!
Sigo a los Masterson sin fallar ni un solo capítulo, solo que me da pereza iniciar sesión para comentar u.u
En Los Sims 4 hay una fauna muy interesante. Te encuentras con cada cosa...
Gabino está hecho polvo, pero no me extraña, con la mujer que tiene xDDD
Este lo caso yo en un día, es lo bueno de tener barba, es que las vuelve locas jajaja

CAPÍTULO 2. Una primera cita bastante... movida

Spoiler

Por la mañana me desperté ansioso por ir a verla.
Tenía que seguir avanzando en mi libro y no podía permitirme un ordenador, así que la única forma de seguir escribiendo era visitar la biblioteca.
Me servía de excusa, claro está, para poder hablar con ella.
Me lavé la cara, preparé unos huevos revueltos con tostadas y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba allí.

No quería parecer desesperado, pero necesitaba tenerla cerca. O al menos saber que estaba allí.
Aquella mañana no había venido a trabajar, no la encontré por ninguna de las salas. Quizás hubiera llegado demasiado pronto. Cabizbajo me puse a navegar por Internet intentando buscar la inspiración en alguna página de arte. Mis ganas de escribir se esfumaron por completo.
El síndrome del folio en blanco lo llaman.

- Pareces un poco decaído... El otro día no me dio tiempo a presentarme, te fuiste corriendo como alma que lleva el diablo. Soy Mila, encantada.
- Perdona Mila, soy Marcelo. Gabino y tú estabais tan concentrados en la conversación que preferí dejaros a solas. Hoy me he levantado con el pie izquierdo, supongo.
- ¿Mal de amores?
- ¿Cómo?
- Si tiene algo que ver con la cita que tienes esta noche con Victoria.
- Pero... ¡¿Cómo lo sabes?!
- Chico, en esta ciudad no hay secretos. Las paredes tienen oídos y más en un lugar público abarrotado, a plena luz del día. Los rumores corren rápido. No te preocupes, ella llegará en un cuarto de hora, la pobre no libra nunca.
- ¿Ni un solo día de vacaciones? Debe de ser muy duro.

A mitad de la conversación sentí una brisa y el olor que esta me traía me era más que familiar.
¡Victoria acababa de llegar a la biblioteca! Solo cruzaba los dedos para que no hubiera escuchado la conversación. Empecé a sonrojarme con la idea y una vez que la tuve delante solo pude saludarle de la forma más patosa posible... cómo si no.

- ¡Hola de nuevo!
- ¡Buenos días Marcelo, qué madrugador! No pierdes ni un minuto, si sigues a ese ritmo acabarás muy pronto el libro.
- Sí, bueno, en este momento necesito el dinero más que nunca. Hoy mismo lo termino y lo envío al editor. Espero que le guste y pueda invitarte yo esta noche.
- ¿Qué tal si vamos a medias? No tienes por qué molestarte. Si vas muy justo de dinero lo podemos dejar para otro día.
- Nada, esta noche sí o sí, necesito que me dé el aire y encontrar de nuevo la inspiracion.
- ¿La "inspiración" o tu musa? - dijo por detrás Mila.
Me puse como un tomate intentando desviar la conversación, sabía que ella lo había oído. Pero para cuando volví a girarme hacia donde ella estaba, se había levantado a recoger unos libros que había en la mesa.

Su sonrisa me enamoraba cada día más.
No podía evitar dejarme llevar por ese sentimiento de plenitud cuando estaba cerca de ella.
Mila se sentó enfrente de mi y empezó a intentar sacarme el máximo de información posible, quizás pudiera ayudarme a saber más. Seguro que la conocía mejor que yo, seguro que sabía mucho más sobre ella y no le había dado tiempo a contármelo.
Puse mi mejor sonrisa y pregunté todo lo que se me pasaba por la cabeza...
¿Y si tuviera novio? Estaría haciendo el ridículo delante de todo el barrio.

- Victoria es una chica muy formal. No tiene pareja, o al menos conocida, que sepamos. Nunca la he visto con ningún chico y es demasiado exigente con su trabajo, no tendría tiempo para romances.
- ¿Qué quieres decir con eso? ¿Piensas que no tengo ninguna oportunidad con ella?
- Yo no he dicho eso. Es simplemente que no ha encontrado a nadie por ahora, a nadie que merezca la pena. Hacéis muy buena pareja y a ti se te ve un chico muy agradable.
- Sí, bueno... lo típico que se dice.
- ¡Qué no, de verdad! Yo os veo juntos, además tenéis tantas cosas en común. ¡Sorpréndele!

Sorprenderle...
Marcelo llegó pronto a casa para poder darse una ducha y arreglarse para su cita. Se pondría su ropa de diario, cómoda y limpia, nada más informal que eso.
Esta cita podría ser el comienzo de una bonita historia con la que empezar el legacy familiar. Parecía mentira que en solo un día dos personas pudieran conectar de esa forma tan especial.
Pero... ¿y si a ella no le gustara Marcelo?
Nada mejor que un último chorro de agua helada para despejarse y alejar todas esas inseguridades de su cabeza.

El tiempo pasa muy rápido cuando estás en la ducha, así que apenas tuvo tiempo de cenar.
Se vistió, se cepilló los dientes y salió pitando a la biblioteca.
Cuando Victoria llegó, subió al coche. Pasaron todo el trayecto con una estúpida sonrisa nerviosa en la boca sin decir ni una palabra.
Pero para qué iban a decirlas, si solo una mirada de las suyas valía más que cualquier poema...

Una vez que llegaron a la entrada del bar ambos se fundieron en un abrazo.
- Pensaba que estabas enfadada conmigo.
- ¿Por qué iba a estarlo?
- No me has dirigido la palabra en todo el camino.
- ¡Pero bueno, y tú tampoco! - dijo Victoria con un tono burlón.
- Supongo que no soy el único que está nervioso. Aunque no tendría por qué estarlo, ¿no?
- Tranquilo, no muerdo. Aunque no sé lo que te habrán contado.

- ¿Lo que me han contado?
- Sí, te vi hablar con la señora Münch y bueno... en esa ciudad los rumores vuelan. Conocen toda mi vida sin ni tan siquiera haberme preguntado.
- Hablábamos de un vecino, la conocí el otro día en el parque y simplemente me he presentado, nada más.
- Eso no es lo que he escuchado... ¿Entramos? Debe de haber gente ya dentro.
- Sí, claro. ¡Te invito a un copazo!

Hacen una pareja entrañable, ¡tal para cual!

Entraron en el local, apenas habían llegado dos o tres alien.
Parecía bastante animado, así que Marcelo le propuso jugar una partida de billar en lo que terminaban de llegar el resto de invitados.
Para ser la primera vez que veía un ser de otro planeta, Marcelo no parecía muy sorprendido por aquellas pieles de colores y sus voces con auto-tune.

Victoria se quedó mirando el móvil durante un buen rato.
Empezaba a pensar que quizás estaba conociendo a alguien y que quizás me había ilusionado antes de tiempo.
¡Qué estúpido soy! ¿Cómo una mujer así querría estar con un mindundi como yo?
Parecía una adolescente, embobada delante de la pantalla haciendo deslizar sus mensajes hacia abajo.
Me esperaba lo peor, pero en un momento de valor me atreví a hacer lo que nunca antes hubiera pensado que podría.

- Victoria, necesito hablar contigo - dijo Marcelo cogiéndole las manos.
- No me asustes, qué pasa.
- No, es simplemente que quiero hacerte una confesión un tanto... comprometida. Sí, esa es la palabra, comprometida. Verás, desde el primer momento en el que te ví en la biblioteca supe que tenías que ser para mi.
- Marcelo, yo... nos conocemos desde ayer.
- Lo sé. Puedo parecer un desesperado, quizás pienses que me falta un tornillo y posiblemente después de lo que te voy a decir ahora quieras salir corriendo y desaparecer, pero tengo que hacerlo.
- TE QUIERO - susurró en el oído a Marcelo.

Se fundieron en un tierno abrazo que Marcelo quiso que durara durante toda la eternidad.
Se dejó llevar y la apretaba cada vez con más fuerza contra él, sin importarle nada. Simplemente quería sentirla, respirar su aroma, su piel.

- Dime que lo que has dicho es cierto, que no lo dices para no herirme y que nunca volverás a llamarme.
- Marcelo, puede parecer una locura, pero en cuanto te ví entrar por la puerta me dio un vuelco el corazón. Quería hablarte, pero no me atreví a hacerlo. Nunca pensé que un chico como tú se fijaría en mi. Bueno, sobre todo con ese uniforme de señora Gladys que llevo en el trabajo.
- Aquí dentro hay mucho ruido, ¿por qué no vamos fuera y terminamos esta conversación a solas?
- Sígueme, sé donde podemos estar más tranquilos.

Terminamos sentados en uno de los bancos que había en la terraza del bar.
Windenburg nos daba lo mejor de ella, sus vistas imponentes a las montañas y el encanto de su arquitectura. Parecía una historia de cuento.
Estabamos allí sentados, uno frente al otro, riéndonos como dos niños sin saber qué es lo que nos hacía tanta gracia. La risa nerviosa.
En un momento dado se me fue la cabeza y la cogí por la cintura para levantarla del banco.
Quería hacer lo que había soñado durante estos días.

...BESARLE...

La cosa degeneró un poco y acabaron magreándose dentro del local.
Sabía que se tenían ganas, ¡pero no tantas!
No tenían tiempo ni ganas de parar a respirar, así que los dejé hacer. Que disfrutaran del momento.
Un vistazo rápido a izquierda y derecha... y a colarse en el ropero.

- Espera Victoria, para... sabes que lo que estamos haciendo no está bien.
- ¿No te apetece? Yo me muero de ganas. Si quieres paro...
- No, no pares. Solo vamos a intentar ser un poco más discretos. ¡Nos está mirando todo el bar!
- Conozco una forma de aguarle la fiesta a los mirones. Ven conmigo.
- ¿Qué...? ¡Pero espera! ¿No crees que vamos muy rápido?
- Rápido, lento... qué mas dará, disfruta y olvida el resto. Ahora solo existimos tú y yo.

Con un hábil movimiento de muñeca Victoria abrió el armario.
En milésimas de segundo y sin que aquellos seres azules les quitaran ojo, Marcelo y Victoria se colaron en el armario para terminar lo que ya habían empezado.
Una cosa estaba clara, a esta chica le va la marcha.

- ¿Qué son esos ruidos? Callad un momento - dijo Obrero de Polinización nº7
- Suena como cuando mea mi abuela.
- ¡No, eso no! ¿No escucháis como una especie de golpes? Como embestidas...
- Es verdad. Qué extraño, nadie está de obras. Silencio...
¡PUM, PUM! ¡PUM, PUM!
- No lo entiendo, debe de ser algún niño golpeando con el balón la pared. ¡Se van a caer las copas de los estantes!
- ¡Salgamos fuera a ver quién es el gracioso!

- Parece que está todo en orden... ¡Ya podemos salir, no hay nadie!
- ¡No grites, podrían oírnos!
- ¿Pero dónde se ha metido todo el mundo?

Una primera cita bastante... movida.
¡Y nunca mejor dicho!

Editado 13 jul 2016 por Fresasconnata

16 jun 2016

Esta pareja estan en plan adolescentes desesperados. Han comenzado en un plan muy inocente y romantico, pero han terminado dentro del armario muy.... fogosos y casi tiran la casa abajo. Marcelo va a quedar molido si hay muchas citas como esta que a el se le ve salir del armario agotado, aunque a Victoria se le ve muy satisfecha. A ver que tal le va a esta pareja y llegan al matrimonio y a tener descendencia.

21 jun 2016

On 6/16/2016 at 18:43, Garfielz said:

Esta pareja estan en plan adolescentes desesperados. Han comenzado en un plan muy inocente y romantico, pero han terminado dentro del armario muy.... fogosos y casi tiran la casa abajo. Marcelo va a quedar molido si hay muchas citas como esta que a el se le ve salir del armario agotado, aunque a Victoria se le ve muy satisfecha. A ver que tal le va a esta pareja y llegan al matrimonio y a tener descendencia.

Es que van a un ritmo que asusta jaja
Desde luego que con alguna visita más al armario tenemos asegurada la segunda generación... ¡es que la soledad es muy mala!

CAPÍTULO 3. Boda a la vista

Spoiler

Las semanas transcurrieron con normalidad para la pareja.
¡Marcelo consiguió al fin publicar su primer libro y fue todo un éxito! Empezó a recibir unos pagos diarios de 200 simdólares por "Mi lado punky" y firmó un contrato para la próxima trilogía que publicará en breve.
Aquella noche salieron para celebrarlo. Sería la ocasión perfecta para tener "esa" charla que Marcelo tanto ansiaba.

- Pues los precios me parecen bastante desorbitados. ¿Estás seguro que no prefieres ir a la hamburguesería?
- Hoy es un día especial, no puedo llevarte a un antro. Elige lo que se te antoje - dijo Marcelo con un aire despreocupado.
- Bueno, está bien... escogeré lo más caro de la carta pero solo porque invitas y me has obligado. ¿Qué tal un Château les Sims del 99?
- ¡Por mi perfecto, el nombre inspira confianza! No sabía que conocías tanto de vinos.
- Cuando una está sola suele ahogar sus penas en el pub del barrio, supongo que habla la experimentada solterona que llevo dentro.
- No por mucho tiempo - susurró Marcelo.
- ¿Cómo dices? ¿Por mucho tiempo?

- Nada, nada... será mejor que pidamos ahora que el local todavía no está lleno. ¡Pero qué precios, no me había fijado!
- ¡Lo ves! En Frituras Manolo nos habría salido por 15$ los dos y nos podríamos haber llevado un tupper con las sobras.
- ¿Frituras Manolo?
- La hamburguesería de mi ciudad. Estuve un tiempo trabajando allí de lavaplatos. La cocina no es lo mío - dijo algo avergonzada Victoria.
- No te preocupes, yo puedo prepararte todo lo que quieras. El vivir solo me ha convertido en un chef empedernido.
Marcelo ya tenía suficiente experiencia en la cocina y podía cocinar todo tipo de platos. Está deseando tener más tiempo libre para poder practicar la repostería y sorprender al vecindario con sus brownies de chocolate.

Haciendo tiempo llegó la hora del postre.
Marcelo sabía que era el momento de ir caldeando el ambiente y así tantear un poquito el terreno. Puede que todavía fuera muy pronto para pedirle matrimonio, pero su relación siempre había sido así, fugaz.

- ¿Qué te ha parecido la cena?
- Estaba todo buenísimo. El postre bajará directo a las cartucheras pero ya tendré tiempo de lamentarme el lunes en el gimnasio.
- Estás perfecta. Disfruta de ello, no todos tenemos esa suerte.
- Pues yo a ti te veo de maravilla. ¿No haces deporte?
- Nada de nada, prefiero pasarme el día escribiendo o viendo la tele en el sofá. Soy un poco perezoso, ya sabes... ¡Pero vivo estupendamente!
- ¡Ya te veo, con ese maravilloso metabolismo que dios te dio! Estás para comerte.
- Agrfffh, vaya... - dijo medio atragantándose Marcelo.

- En realidad si te he traído aquí es por otra cosa mucho más importante.
- Por eso has estado tan extraño durante la cena... qué chico más misterioso. Bueno ¿y qué es esa cosa tan importante, si puede saberse?
- Verás, llevamos conociéndonos ya varios días... y sabes que lo nuestro ha ido muy rápido desde el principio. Por otra parte lo hemos vivido todo muy intensamente y siempre nos quedará el recuerdo de que...
- ¡Suéltalo ya, tengo ganas de oírlo! - lo interrumpió Victoria.
- Bueno... será mejor que me acompañes. Ponte de pie y lo haremos más simple.
- ¿De pie?

Victoria levantó de su silla mientras Marcelo se arrodillaba rebuscando en su bolsillo derecho.
Dentro había una pequeña caja de joyería que escondía lo más valioso que podía ofrecerle... el anillo de la familia Sinblanca.

- Victoria Gómez... ¿Te quieres casar conmigo?
- ¡SÍ! ¡Por supuesto que SÍ!
- Uff que alivio... - pudo suspirar al fin tranquilo Marcelo.
- ¡Por eso estabas tan raro toda la noche! Jamás podría haberme imaginado que hicieras esto delante de todo el restaurante. ¡Eres increíble!
- Entonces es un sí definitivo, ¿verdad?
- ¡Naturalmente que sí! ¡No sabes las ganas que tenía de oírlo!

Por un momento el tiempo se paró y ambos disfrutaron de aquellos instantes guardándolos celosamente para ellos.
Aquí empezaba su legado. Había cumplido con la primera parte, encontrar a su media naranja y pedirle matrimonio.
El resto ya vendría rodado.

- ¡Pero no te quedes ahí parada, pruébatelo!
- ¡Ah sí, claro! Los nervios que me tienen... es precioso Marcelo, ¿cómo has sabido que me gustaban los diamantes engarzados?
- En... ¿garzados?
- ¡Sí! Menudo detalle, te has tomado la molestia de investigar bien a fondo eh.
- Bueno, en realidad es el anillo familiar. Nos lo pasamos de padres a hijos... ¿de dónde crees que viene el apellido Sinblanca?
- Ah ya... bueno, de todas formas es precioso y además de mi talla. ¡Me encanta, es fabuloso!
- ¿Entonces a qué estás esperando para venir a darme un beso?

Con ese tierno beso se dieron el sí quiero que los uniría para siempre.
Marcelo estaba que no cabía en si de gozo.
Aprovechando la adrenalina del momento, pidió a Victoria que se mudara con él al Refugio de los robles.

Victoria tenía unos ahorros guardados que se añadieron a la unidad familiar, lo que les permitió construir esta pequeña casita al más puro estilo Winderburg.
Sé que en reto legacy no se permite que los co-fundadores traigan dinero a las arcas familiares pero yo en este caso hice una excepción, así que hablaríamos de legacy alternativo (?)
Por ahora la casa estaba llena de objetos simples y muy baratos. Con la venta de algunos de ellos como la chimenea (que por ahora no les haría falta), sillones y algún que otro cuadro, podrían remodelar la cocina y el salón... Aunque se quedarían en rojos hasta el próximo pago de derechos de autor de Marcelo (que ya ascendía a 1000$ por día con todos los libros que había publicado).

- Entonces he pensado que si tiramos este muro el salón quedaría mucho más espacioso.
- Sí, ya veo. La disposición me gusta bastante, pero le falta alma... además este estuco me parece tan deprimente. ¿Podremos darle una manita de pintura o nos quedamos cortos de dinero?
- Yo creo que si vendemos algunos muebles nos llega. Ya mañana cuando reciba los pagos seguimos con el salón y cambiamos algunas ventanas.
- Sí, como que le falta luz a esto... aunque está perfecto. No nos podemos quejar, ya tenemos un nidito de amor y no ese de ratas que tenías antes.
- Tampoco estaba tan mal, solo estaba un poco oscuro...

- En fin, tu ya me entiendes. Estoy deseando terminar con la reforma del salón y empezar a ahorrar para la boda. ¡Ya le he echado el ojo a un vestido precioso!
- No podemos pasarnos con la boda, hay que ser consecuentes con el dinero, tampoco vamos sobrados.
- Que sí, que sí... no te preocupes, ya he estado buscando trabajo. ¡Saluda a la nueva becaria de la estación espacial! Y me pagan 26 simdólares la hora, alucinante.
- Ehm... sí. Nos vamos a hacer de oro.
- Lo importante es que contribuyo en la economía familiar. Desde que salí de la biblioteca no he vuelto a ver ni un centavo.

- Pues claro que sí, yo sé que esto es muy importante para ti mi amor. Y nunca están de más unos cientos de simdólares.
Como Victoria tenía como aspiración ser una cerebrito, qué mejor que la profesión de astronauta para seguir ganando dinero y perfeccionando las habilidades necesarias para cumplir su sueño al mismo tiempo.
Poco a poco la casa iría cogiendo forma.
Mientras Marcelo se aplicaba a fondo para publicar dos libros al día y así conseguir muchos más ingresos. ¡Ya casi había conseguido dominar la habilidad escritura y sus libros tenían una calidad estupenda!

Este pequeño despacho servirá para que pueda seguir mandando publicaciones a la editorial sin preocuparme por ir a la biblioteca y pelearme con los vecinos por uno de los ordenadores.
Marcelo se especializó en guiones y libros de fantasía. Quería conseguir su primer best-seller, por eso se tomaba tan en serio el tema de la inspiración antes de sentarse a escribir.
Una ducha inspiradora, mirar las nubes, un cuadro bonito... ¡Incluso quemar incienso evocador en la misma habitación!

Y con este ya van 15... espero que tenga la misma acogida que el último.

Victoria seguía escalando puestos en su trabajo aunque muy poquito a poco. Tampoco tenía tanta ambición como para llegar hasta la cima, pero por lo menos ese sueldo les permitía pisar sobre seguro y ahorrar para la tan ansiada boda.
¡Incluso ya pudieron reformar el salón y la cocina con lo que seguían ganando día a día!
Se permitieron el lujo de comprar una pequeña tele con la que ver los mejores estrenos en Simflix, estaban súper enganchados.

- ¡Pero no puede ser! ¡MIRAD DETRÁS DE VOSOTROS, MALDITA SEA!
- ¡Leches! - dijo sobresaltado Marcelo - ¡Menudo susto me has dado! No hace falta que grites, no pueden oírte.
- Necesito liberar tensión, es surrealista... ¿Quién en su sano juicio iría en luna llena a enrollarse al cementerio?
- Pues Brandon y Ashley después del partido. Estos universitarios no tienen nada en la sesera, poca cosa va a sacar de ahí el pobre zombi.
- ¡Shh, calla! Parece que se han dado cuenta de que no están solos...
- ¡Pero si eres tú la que está como loca gritando!

Ahora que la cocina está reformada, Marcelo puede dar rienda suelta a su pasión... ¡la cocina!
Es él quien se encarga de preparar el desayuno todas las mañanas. Su especialidad son las tortitas con sirope y a veces tengo la impresión de que es lo único que comen en esa casa.
Con una habilidad de 6 puntos en cocina hay donde elegir... pero ¿quién dice que no a algo tan dulce como esas tortas?

- ¡Mi amor, a desayunar... ya están listas tus tortitas!

13 jul 2016

CAPÍTULO 4. El ansiado día

Spoiler

Poco a poco la casa iba pareciendo cada vez más eso, una casa.
Ya no quedaba nada de aquel cuchitril con cocina, baño y cama. Pintaba mejor el futuro del legacy y los Sinblanca podían vivir más despreocupados con el tema del dinero.
Por cierto... ¡Marcelo consiguió publicar su primer best-seller!
Como tenía la oportunidad de mandarlo al boletín y ganar una buena suma, allá que fue. Desde entonces es uno de los escritores más aclamados en Willow Creek.
Al ritmo de dos libros por día, podrían casarse en breve y celebrar una ceremonia en condiciones.

- ¡Victoria corre! ¡El sargento Ramírez ha detenido al agente Plasencia! Qué capitulazo, por favor... esta temporada está siendo una pasada. Como se lo deben de estar pasando los guionistas.
- Pero no puede ser, Domingo Plasencia tenía una coartada firme el día que robaron en El Chirrido... debe de ser alguien de la comunidad de vecinos, algún desequilibrado. Además, mira que cuerpo, meter a ese hombre en la cárcel es pecado.
- ¿Cómo dices? ¡Pero si está calvo! - dijo Marcelo con un tono celosón.
- Porque así lo exigían en la brigada, en realidad tiene un pelazo. No me digas que estás celoso del agente Plasencia... ¡Pero si tú estás mucho mejor que él! Bueno, que él y que ninguno. Pon pausa mientras terminan de hacerse las palomitas que no me estoy enterando de nada.
- Lo que tú digas... pero está calvo.

Y así es como ha quedado el salón después del arranque decorativo de Victoria.
Un sofá cómodo para las reuniones familiares y noches de cine, un sillón de masaje al más puro estilo spa, una televisión pequeña pero muy cuca y una chimenea de ladrillo última tendencia.
Ahora que la parte baja de la casa estaba lista, era hora de empezar a gastar el dinero en cosas más serias.
Victoria podría comprarse el vestido de novia que tanto había soñado y alquilar uno de los mejores locales para enlaces de toda la ciudad. ¡Y con acceso exclusivo!

Esta fue la última noche de trabajo como soltera para Vicky, se casarían el sábado por la tarde y cogería el día libre para poder ultimar todos los preparativos. Lastima que por ahora no existan las despedidas de soltera en Los Sims 4...
Habían invertido sus ahorros en un barman y un cocinero, amén de lo ya dicho, un local exclusivo para ellos.
Fuera como fuere, la ceremonia les saldría mucho más cara si tuvieran que celebrarlo en casa, comprando toda la decoración y demás parafernalia.

Hacía relativamente poco que aquella maravilla de solar había sido trasladada a la ciudad y nosotros seríamos los primeros en estrenar el arco de boda.
Estaba todo cuidado, hasta el último detalle.
Una fuente majestuosa custodiaba la entrada, rodeada de cesped, columnas en mármol y flores.
No podríamos haber soñado nada mejor para el día de nuestra boda. En unos minutos nos convertiríamos en mujer y marido, me sudaban las manos y me temblaban las piernas pero ansiaba con todas mis fuerzas ver llegar a Victoria con su hermoso vestido blanco.

Hasta que la tuve por fin frente a mí.
- Estás preciosa, pareces una princesa. Mi princesa.
- Muchas gracias mi amor - dijo Victoria toda sonrojada.
- ¿Estás preparada para pasar a formar parte de la familia Sinblanca? Te prometo la luna si hace falta, todo para poder estar a tu lado el resto de mi vida.
- Es increíble todo esto. Sabes que te amo con locura Marcelo, solo necesito una promesa y es la que me vas a hacer aquí ahora mismo.
- Dime qué es lo quieres que prometa.

- Que jamás me abandonarás y que juntos llegaremos al final del camino, rodeados hijos y nietos correteando por el jardín. Que nunca estaremos solos y que me amarás por el resto de nuestros días. Con eso me basta - dijo medio sollozando Victoria.
- Victoria... cariño, sabes que este es el principio de nuestra historia. Formaremos una familia humilde, trabajadora, con mucho amor y paciencia conseguiremos todo en nuestras vidas. No te dejaré caer - le miraba a los ojos dulcemente mientras le acariciaba la mejilla.
- No sé muy bien como expresar todo lo que siento por ti, es tan grande que me abruma.

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- No hace falta que digas nada, solo con esa mirada tan llena de amor se me ponen el vello de punta. ¿Qué tal si empezamos la ceremonia? La gente está desesperada por ir detrás a echar un trago y gorronear el buffet.
- Estoy lista, cuando tú quieras mi amor.
- ¿Ni una pizca de nervio? ¿Nada? Yo estoy temblando desde esta mañana.
- Será que no estás del todo convencido... ¡No vayas a salir por patas de la ceremonia y me dejes aquí plantada!
- ¡Estoy nervioso pero no para salir corriendo! Sabes como soy de patoso para estas cosas. Pese a todo me sigues amando tan fuerte que asusta. Gracias por todo, señora Sinblanca.

Así fue como pasaron a ser uno, una sola familia, un solo apellido y una sola casa.
La mayoría de los invitados prefirieron quedarse cerca de la tarta durante la ceremonia antes que presenciarla, parece que no coman en casa.
¡Os presento oficialmente a los patriarcas de la familia Sinblanca!
¡Que empiecen a llegar las generaciones una tras otra!

- Preciosa, ahora ya no tienes escapatoria.
- El que no tiene escapatoria eres tu Romeo. No sabes lo que acabas de hacer.
- Sí lo sé. Acabo de casarme con la mujer más maravillosa del barrio.
- ¡¿Cómo que del barrio?! ¿Es que hay mejores fuera?
- Sí pero no lo confirmo, todavía no las conozco a todas.
- Muy gracioso... si quieres puedes ir a buscarlas. Yo las espero aquí - dijo Victoria con un tono amenazante.
- Me encanta cuando te pones celosa, ven aquí tonta, a los brazos de tu maridín.

...Y terminaron fundiéndose en un tierno beso...

- Será mejor que vayamos a cortar la tarta antes de que alguien le hinque el diente.
- Mira que invitarlos para la ceremonia y que solo les importe el convite... esta gente no tiene remedio.
- Por lo menos nos saldrá rentable con los regalos de boda. A Clara la escuché hablar algo de un microondas. Aunque con lo forrada que está podría haberse estirado algo más.
- Qué mas da, después se venden los regalos horteras y nos compramos una máquina de helados.
- ¿Pero no tienes suficiente con la de palomitas? ¡Eres insaciable Victoria!
- Qué bien me conoces cariño... - lo miró con una sonrisa picarona.

Los invitados tan desesperados por comer, a la hora de cortar la tarta empezaron a arremolinarse alrededor de ella.
La barra de cocktail había sido un éxito y muy acertado el contratar un barman.
Victoria y Marcelo compartieron el primer trozo de tarta y como marca la tradición, uno debía de darle de comer al otro. Solo que...

Marcelo prefirió modificar esa parte de la tradición estampándole el trozo en la cara.
¡Pero sin rencores, eh! Esto quedaría para la posteridad como una anécdota graciosa más del legado de los Sinblanca.
- ¡Aghh estúpido, me has llenado el pelo de merengue!
- Ahora estás mucho más apetecible...

Entre los invitados, muchas caras conocidas.
Clara y Björn Bjergsen, Mila Münch y Moira Fyres... los cuatro venidos desde Windenburg expresamente para la ceremonia.
Marcelo frecuentaba desde hacía un tiempo la Casa de los Cipreses, así que inició una bonita amistad con Eric Lewis, que también se presentó por la fiesta.
Invitaron a mucha gente, pero solo vinieron los justos y necesarios. Estaban contentos de poder compartir con todos ellos aquel momento tan especial de sus vidas.

- La ceremonia ha sido espectacular querida, y servicio de buffet una delicia. No sabía que habías contratado un cocinero.
- Pues fue decisión de Marcelo, no queríamos dejar nada a la suerte así que llamamos a un profesional.
- Tendrás que pasarnos el número del servicio por si alguna vez necesito hacer una fiesta de banquete. ¿No ha sido muy caro, verdad?
- Pues lo justo, tampoco nada excesivo.
- Mila siempre investigando... - dijo Björn con la boca llena.
- No, perdona. Es simplemente por cuestiones de precio, no por nada más.
Demasiado tarde, Mila se había ganado la fama de cotilla senior en todo Windenburg y Willow Creek.

Lo pasaron de maravilla en la cena, había música, comida, bebida...
Aunque parece ser que esto último fue lo que más atención recibió. ¡La pobre Eliza no daba a basto!

Es más, esperábamos a Eliza para la fiesta pero al contratar un barman apareció ella y bueno... nunca está de más ganarse unos cuantos simoleones sueltos, así que aceptó y vino a servir en la barra.
Lo más importante es que le gusta su trabajo y pudo disfrutar de la boda de igual forma.

La noche ya tocaba a su fin y era la hora de volver a casa para todos los invitados.
Fue una boda increíble y consiguieron el oro en la fiesta, así que aparte de lo animado que estuvo recibieron un montón de regalos súper geniales (que venían con el ticket, así que los vendimos y seguimos remodelando la casa).
¡Nadie dijo que construir una casa legacy fuera tarea fácil!

Ahora solo queda esperar a que llegue la segunda generación, quién sabe... igual llegue en el próximo capítulo.

Editado 13 jul 2016 por Fresasconnata

13 jul 2016

Que bueno que se hayan casado, me pregunto si el tortazo en la cara será una tradición de las futuras generaciones Sinblanca que ojala vengan pronto c:

21 jul 2016

Me puse al día con tu otro legacy, el de la Familia Solo y es una pena que no puedas continuar con él, pero igualmente estuvo muy bien y te doy la enhorabuena porque es uno de mis legacies favoritos. Respecto a este, me está gustando mucho también y ya tengo ganas de ver a la siguiente generación!

21 jul 2016

Me gusta donde va el legacy, menos mal que alcancé a leerlo a tiempo antes de que llegara la segunda generación, también me da risa lo del tortazo xDD

2 sep 2016

Que bonita la boda y que empalagosos son los fundadores y la renovación de la casa me encanta, es una pocholada y ahora que ya están casados ¡a traer herederos al mundo! :emo4: o a intentarlo, que eso también es divertido :lol:

29 sep 2016

Después de tanto tiempo os traigo la continuación del legacy.
¡Os pido perdón por tardar tanto, tuve MIL cosas que hacer y ahora que POR FIN tengo tiempo puedo continuar con los Sinblanca! :frantics:

CAPÍTULO 5. Segunda generación en camino...

Spoiler

Después de sus últimas publicaciones, Marcelo había conseguido encandilar a gran parte de la comunidad literaria.
Sus libros se vendían como churros y los pagos no dejaban de aumentar cada día más.
¡Dentro de poco no sabrían qué hacer con tanto dinero!
Pero todo esto no era más que parte del camino para llegar a conseguir su sueño de convertirse en autor de best sellers.
Tenía que seguir escribiendo, ya no solo por mantener a flote a la unidad familiar si no para continuar escalando puestos en su vida laboral como escritor autónomo.

No había sido un camino de rosas, pero al menos todo el tiempo invertido empezaba a dar sus frutos.
Su última novela "El sim sin sombra" se había convertido en una más que reclamada trilogía y el boletín literario acogía cada semana uno de sus mejores libros en portada.
Todo iba viento en popa para Marcelo y por primera vez en su vida había dejado de ser un don nadie para convertirse en el hombre de éxito que ahora gestionaba su propio negocio como le venía en gana.
¡A este paso el apellido familiar quedará como algo anecdótico para las próximas generaciones!

Victoria seguía muy fielmente la trayectoria de su marido. ¡No se perdía ni una sola de sus publicaciones!
Como ya os comenté en anteriores capítulos, Vicky es una cerebrito y para cumplir con su aspiración no solo necesita mejorar su habilidad manitas si no que además debe de ser leída.
¿Y qué mejor que leer las tan adoradas obras de Marcelo?
Cada una de ellas tenía la magia de transportarte a un mundo nuevo de misterio o fantasía, estos dos géneros eran su fetiche.

Hasta que un buen día llegó la noticia que cambiaría el transcurso tan monótono de sus vidas...
- Cariño, tengo que hablar contigo. Hay algo importante que me gustaría decirte antes de que te pongas a trabajar.
- ¿No puede esperar? Tengo que entregar 30 páginas al editor esta tarde.
- No, tranquilo. Seré lo más breve posible... ¡ESTOY EMBARAZADA!
- ¡¿Estás segura?! ¡Sabes que no me gusta bromear con estos temas!
- ¡Por supuesto! Mi amor... nuestro primogénito está en camino.
- La segunda generación de los Sinblanca... ¡Pero que momento más dichoso!

- ¡Pero dime más, cuándo sales de cuentas!
- Pues si no me fallan los cálculos... el miércoles.
- ¡¿Es niño o niña?!
- ¿No crees que es un poco pronto para saberlo? Tranquilízate mi amor, todavía nos queda tiempo para prepararlo todo.
- No me lo puedo creer... yo... ¡VOY A SER PAPÁ! ¿No suena genial? Ven aquí, siéntate a mi lado - le dijo dando unas palmaditas en la cama.

Nuestras miradas se unieron en un momento tan dulce como inocente.
Sabíamos de sobra que la tarea de traer niños al mundo y criarlos era mucho más complicada que trabajar en la estación espacial o pasarse el día en el despacho escribiendo.
Empezábamos a sentir ese "miedo", esa inquietud.
¿Seríamos buenos padres? ¿Sabríamos inculcar en todos y cada uno de nuestros hijos la importancia del legado?
Una cosa estaba clara, les daríamos todo el cariño y el amor que guardábamos desde el primer momento que la mirada de su madre y la mía se cruzaron y supimos que eramos tal para cual.
La miré, ella me miró...

...Y nos fundimos en un tierno abrazo que no quise que terminara nunca, igual que el primer día que la tuve contra mí.
Ahora era el momento de demostrarle que jamás, JAMÁS la dejaría sola.
Ella acunaba en su vientre lo más importante de nuestras vidas, ni en mil años podría devolverle el gran favor que ella nos hacía.

¿Qué más podría pedirle a la vida?
Tenía una familia maravillosa, nuestro primer hijo estaba en camino, mi trabajo me apasionaba y estaba a punto de cumplir mi sueño.
¡Debo de ser el hombre más afortunado de todo Willow Creek, sin duda!
De repente la expresión de Victoria cambió y se acurrucó apoyando su cabeza en mi hombro.
Parecía cabizbaja, no conseguía entender ese cambio tan repentino. Tuve miedo de que todo esto la superara, no debe de ser fácil aceptar algo como que diez generaciones vivan y mueran en una misma casa, sin posibilidad de conocer algo fuera del Refugio de los robles.
Intenté reconfortarla.

- ¿Qué pasa princesa? Te noto algo extraña...
- No es nada. No te preocupes, son cosas mías.
- Pero todo lo tuyo es mío, recuerdas. No pasa nada si no quieres hablar de ello ahora, son demasiadas emociones por hoy.
- Te prometo que no se muy bien que es lo que me pasa. Tengo tantas ganas de ser madre y al mismo tiempo tanto miedo... pienso que ya nunca volveré a ser la misma Victoria.
- ¿Tienes miedo de encasillarte en el rol de mamá? No te preocupes, disfruta del momento. Vamos a hacer una cosa... ¿Qué te parece si te dejo elegir el nombre del bebé? - dijo Marcelo riéndose.

La expresión de Victoria cambió por un momento. Una sonrisa tonta y su rostro volvió a ser el mismo que el de siempre.
- ¡Obvio que iba a ser yo quien decidiera el nombre del pequeño! ¡Después de tanto padecimiento debería de ser así por ley!
- No sé, quizás sea algo complicado y necesites mi ayuda. Había pensado en algo como Narciso o Bernardino...
- ¡JAMÁS, me oyes! No te preocupes que ya tengo los nombres perfectos. ¡Y nada de Narciso ni Constantino!
- ¡Bernardino!
- ¡Pues eso!

Aprovechando una mañana soleada (como si no, las 4 estaciones todavía no han llegado a Los Sims 4) Victoria se acercó al gimnasio de la ciudad para liberar tensiones.
En el segundo trimestre de embarazo ya no podría ni correr en la cinta, así que era el momento de intentar que el cuerpo no sufriera un aumento drástico de peso... con las consiguientes carnes fofas.
¡Pero qué casualidad, es Eliza!
- ¡Hombre, la recién casada! ¿Qué tal Marcelo? ¡Por lo que he estado leyendo en el periódico de maravilla!
- Pues la verdad que sí, no podemos quejarnos. Marcelo está muy contento con sus últimas publicaciones y bueno... con la ampliación de la familia.
- ¡¿AMPLIACIÓN DE LA FAMILIA?! ¡No me digas que...!

De repente medio local se unió a la conversación. Parecía que estaban todos expectantes con la idea de que un nuevo Sinblanca llegara al barrio.
Victoria siempre había sido muy querida en la ciudad y Marcelo había sabido ganárselos a todos, así que eran la familia de película a la que todo el mundo aspiraba a parecerse en un futuro.
¿Repelentes ellos? ¡Qué va! Todo les iba de maravilla, si levantaban envidias ese no era su problema.

Victoria no se privaba de nada, sobre todo con un futuro heredero en camino moliéndole las costillas.
Hacía poco habían inaugurado en Newcrest un salón de SPA, y ya que ella tampoco podía disfrutar de la sauna ni del cóctel...

- Entonces si presiono en esta zona de aquí sentirá como se relajan las cervicales.
- Vaya, es increíble la cantidad de terminaciones nerviosas que tienen los pies... debe de ser complicado trabajar aquí.
- ¿Por qué lo dice?
- Imagino que tendrá visitas de todo tipo. ¿Nunca ha tenido ningún problema con algún cliente... hidrofóbico?
- Ah, se refiere a eso... bueno, realmente el incienso es increíble y puede tener varios usos. No solo ayuda a los clientes a desconectar, si no también nos proporciona cierto alivio a nosotras.
- Vaya...

Después de un masaje de pies...

... Y un buen masaje tailandés ...

¡Victoria llegó a casa como nueva y con ganas de comerse el mundo!

- ¿Me has echado de menos cariño? - dijo Victoria plantándole un beso en la mejilla.
- Pues la verdad que sí, un poquito... no has parado en estos últimos días. ¡Pero hoy tengo un plan especial para los dos!
- ¿Ah sí? No tendrá nada que ver con esa máquina de palomitas...
- Bueno, como ya has salido de cuentas y bebé puede llegar en cualquier momento, había pensado que podríamos hacer una noche de cine. Como las que hacíamos antes. Solos, tú y yo, cero trabajo.
- Me parece estupendo mi amor, ya necesitaba una noche de estas... ¡Además estoy muerta de hambre!
- ¡Perfecto! ¡Siéntate en el sofá, te llevo las palomitas en un brinco!

Marcelo estaba tan ilusionado con la idea de que en cualquier momento Victoria se pusiera de parto.
Quién sabe, quizás esta misma noche pasaran a ser tres... quizás mañana...

Será mejor que ocupemos la mente con algo antes de que me dé un ataque o me note nervioso...
Ella también debe estar atacada, no creo que sea buena idea ponerla todavía más ansiosa.
¿Cómo será? ¿Se parecerá a su madre o a mí?
Olvídalo Marcelo, céntrate en la película.
¡Pero que rápido se está comiendo las palomitas! Parece que tenía hambre, sí...

- Esto... ¿Están buenas cariño?
- ¿El qué? ¡Ah, dices las palomitas! ¡Pues están de rechupete! ¿Por qué? - dijo relamiéndose los dedos.
- Porque estás acabando con ellas a una velocidad que...
- No sé, tengo tantísima hambre... aprovecho ahora para comer por dos.
- Si quieres puedes repetir, han quedado unas cuantas en la máquina. Esto... qué te iba a decir. Te toca hoy a ti elegir peli.
- ¡Una de zombis, una de zombis!
- ¿Crees que es buena idea? ¿No será mucho sobresalto?

- Por favor, sobresalto, sobresalto... aquí el único cobardica eres tú.
- ¿Yo, cobarde? Demasiada azúcar en sangre, debería haberlas hecho con mantequilla y no dulces.
- Reconócelo, no te gusta pasar miedo. La mayoría del tiempo te escondes detrás del cojín.
- Bueno... puede ser. Pero eso no significa que no disfrute de ellas o no sepa apreciarlas.
- Nadie ha dicho lo contrario. Simplemente quiero disfrutar de una buena película que me ponga los pelos de punta, de todas formas, esto comparado con el parto... se queda corto seguro.

- Y ahora que sacas el tema del parto... ¿Has pensado ya en algún nombre?
- Por supuesto y no es nada terrible ni perturbador para la criatura.
- Eso espero, debe de ser un nombre que esté a la altura de las circunstancias... un primogénito solo nace una vez - dijo Marcelo terminando la frase con una carcajada.
- ¡Por eso mismo!

Estaba claro quién iba a ser el que terminara primero su bol de palomitas...
La hora del parto estaba cerca pero no tenía ni idea de cuando iba a ocurrir. Decidí que sería mejor que Victoria pidiera la baja por maternidad en aquel momento para librarnos de posibles olvidos, urgencias... y para que Marcelo pudiera acompañarla sin que hubiera ningún tipo de problema.
Nada más empezara a tener las primeras contracciones, tomarían rumbo al hospital para que todo fuera más rápido y seguro que en casa.
(Donde por cierto, olvidé por completo comprar una cuna...)

La velada se desarrolló normalmente sin ningún tipo de percance.
Excepto uno...

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¡Parece que a Victoria no le gustó para nada la película y terminó más aburrida de lo que ya estaba!
Sin embargo Marcelo disfrutó como un niño de aquellos efectos especiales e incluso se inspiró para su siguiente obra. Seguro que el tema zombi tiene mucha demanda, nunca pasa de moda.
Hice lo correcto y antes de ir a la cama dejé que se dedicaran algunos arrumacos... Dentro de poco esa barriguita tan mona desaparecería y tendrían con ellos al bollito que se escondía ahí dentro.

- Wooow... es que estás enorme. Espero que solo venga uno.
- ¿Y si vinieran dos?
- Casi que prefiero de uno en uno, pero vamos, el doble de felicidad.
- Sí... ¡Y el doble de trabajo!

- ¡Se ha movido, SE HA MOVIDO! ¿Lo has sentido?
- Auch, como para no sentirlo... me ha pateado las costillas.
- Será mejor que nos vayamos a dormir. Necesitas descansar, en cualquier momento esto puede hacer ¡PUM!
- Qué delicado has sido siempre Marcelo, eso fue lo que me enamoró de ti.
- Lo sé, no pudiste resistir a mis encantos... pasa muy a menudo.
- Pasaré por alto ese comentario, no quiero pasarme la noche en vela discutiendo...
- Ven aquí tonta...

Se fueron a dormir tan tranquilos, tan relajados...
Que olvidaron por completo que el bebé podría llegar en cualquier momento.
¡VICTORIA SE PUSO DE PARTO!

Mientras Marcelo rellenaba la pila de documentos en recepción, Victoria fue por su propio pie hasta la sala de partos.
Cada vez sentía contracciones más fuertes y sabía que no podría aguantar mucho más.
Aceleró el paso, pero en medio del pasillo tuvo que aceptar que no era una situación que pudiera controlar.
Mejor tomárselo con calma y con tiempo (aligerando el paso, claro).

Ya quedaba poco, solo unos pasos más...

- Estupendo, entonces me ha dicho que es un parto a término... ¿cierto?
- UFFF, UFFF... ¡Sí!
- De acuerdo... nada, en lo que llega su marido nosotros vamos preparando el material.
- Pero... ¡QUÉ MATERIAL! ¿De qué narices está hablando? UFF UFF...
- Tranquilícese, solo unos minutos más... ¡Leches, se me ha escapado... -10 puntos!
- ¿Pero QUÉ ESTÁ HACIENDO? Oiga... UFF UFF... ¡O me atiende ahora mismo O LE HAGO TRAGAR TODOS Y CADA UNO DE LOS BOTONES DEL TECLADO! - dijo Victoria clavando con fuerza sus uñas en la camilla.
La doctora tragó saliva y empezó a intervenir a Victoria, hasta que...

Bueno, espero que hoy salgamos todos de aquí y enteros...

- Esto... ¡VUELVA A METER ESO INMEDIATAMENTE EN SU LUGAR!
- Voy, voy... qué prisas.
Después de unos cuantos que otros errores garrafales y unos cuantos empujones, llegaba al mundo la segunda generación de los Sinblanca.

¡TERESA SINBLANCA!

- ¡Es una niña! ¡Muchísimas felicidades!
- ¡MI NIÑA! ¡Sáqueme de aquí, necesito verla!
- Enseguida estará, solo tengo que terminar la partida, guardo y estoy con usted.
- UFFF...

Después de tantos y tantos días de padecimiento, después de tantas y tantas horas... por fin estaba con nosotros.
Teresa Sinblanca, la primogénita de la segunda generación.
Tan pequeña, tan dulce... me recordaba tanto a su madre.

- ¡BUAAAAAAAA, BUAAAAA!
- ¡Allá voy Victoria, espera!

29 sep 2016

Claro, como Victoria, chilla como bebé... Yo de ella lo mato por no estar en el parto ¿Qué se quedo haciendo en otro lado? <_< Seguro pudo haber evitado uno que otro error, o al menos... Ayudar a Vicky (Hasta a los sims que no son míos les pongo apodos ) A gritar...

En fin, que bonito capitulo, si, en las películas se nota quien es el valiente de los dos y sobre como le va en la carrera al fundador, yo creo que es la mejor carrera para empezar y es genial, esta muy bueno tu legacy :lol:

3 oct 2016

Hola! Nueva lectora de los Sinblanca por aquí :lol: Tu anterior legacy me gustaba muchísimo (que pena que no lo puedas continuar ) y me alegra ver que has empezado uno nuevo. Lo cierto es que tus legacys siempre han sido mis favoritos (me encanta tu forma de contar la historia y las fotos que tomas :wub: ).

Parece ser que a Marcelo le ha ido genial desde que llegó a Willow Creek: ha conocido a una sim preciosa, ha tenido mucho éxito escribiendo libros y, además, ya ha sido papá :heart: Me ha encantado el último capítulo con el parto de Victoria... Lo cierto es que es todo un show la forma de dar a luz en Los Sims 4 :lol:

Quedo a la espera del próximo capítulo. Estoy deseando ver como les va a estos dos con un bebé en casa.

Saludos!! :wave:

9 oct 2016

On 9/29/2016 at 21:55, stlevana said:

Claro, como Victoria, chilla como bebé... Yo de ella lo mato por no estar en el parto ¿Qué se quedo haciendo en otro lado? Seguro pudo haber evitado uno que otro error, o al menos... Ayudar a Vicky (Hasta a los sims que no son míos les pongo apodos ) A gritar...

En fin, que bonito capitulo, si, en las películas se nota quien es el valiente de los dos y sobre como le va en la carrera al fundador, yo creo que es la mejor carrera para empezar y es genial, esta muy bueno tu legacy

Demasiado papeleo que rellenar supongo... Qué va, se quedó como bugueado en la entrada y hasta que no dio a luz no apareció por el quirófano! :doh:
Muchas gracias por pasarte y comentar, me alegro que te guste!

On 10/3/2016 at 17:22, mariajosecg95 said:

Hola! Nueva lectora de los Sinblanca por aquí Tu anterior legacy me gustaba muchísimo (que pena que no lo puedas continuar ) y me alegra ver que has empezado uno nuevo. Lo cierto es que tus legacys siempre han sido mis favoritos (me encanta tu forma de contar la historia y las fotos que tomas ).

Parece ser que a Marcelo le ha ido genial desde que llegó a Willow Creek: ha conocido a una sim preciosa, ha tenido mucho éxito escribiendo libros y, además, ya ha sido papá Me ha encantado el último capítulo con el parto de Victoria... Lo cierto es que es todo un show la forma de dar a luz en Los Sims 4

Quedo a la espera del próximo capítulo. Estoy deseando ver como les va a estos dos con un bebé en casa.

Saludos!!

¡Ha tenido una muy buena vida hasta ahora Marcelo, la escritura en Los Sims 4 da muuuucho dinero y muy rápido!
Ya era hora de que llegara la segunda generación, tampoco podemos explayarnos mucho que si no se les pasa el arroz jajaja
Encantada de verte por aquí, como siempre en cada uno de mis l

CAPÍTULO 6. Una más en la familia... ¿O dos?

Spoiler

Teresa llegó al mundo para llenar de alegría la casa de los Sinblanca.
Habían sido unos días muy duros para Victoria pero ahora por fin podían acurrucarla entre sus brazos.
Era una bebé muy blanquita de piel, con unos ojos oscuros super expresivos. Ya sé que de bebé poco parecido le podemos sacar... pero he de admitir que se le daba un aire a Marcelo.

Victoria se había convertido en una "mamá gallina", allí donde iba llevaba a Teresa con ella.
Nunca la dejó sola en su cuna, casi siempre pegada a la bebé bien cerca de su pecho.
Le habían concedido solamente unos cuantos días de baja, tendría que aprovechar al máximo para disfrutar de la pequeña. Esta etapa pasa demasiado rápido y no podía evitar sentirse culpable de alguna manera.
Pensó en tomarse algunos días de vacaciones no remuneradas... pero tampoco se podía permitir faltar a su puesto de trabajo, estaba a punto de conseguir un ascenso y si no se le veía el pelo por la estación espacial, alguna de esas alimañas "compañeras" suyas podrían aprovechar la situación y quitarle el puesto.

Marcelo sin embargo pudo tomarse (y se tomó) unos cuantos días de descanso.
Tenía algún que otro libro por terminar, pero tampoco le corría mucha prisa y el dinero no era precisamente un problema en casa así que aprovechó el poco tiempo que Teresa les dejaba para dedicarse a una de sus pasiones ocultas... la cocina gourmet.
¡Había estado leyendo mucho estos días y era hora de ponerlo en práctica con una buena tortilla de espinacas!

- ¿Qué es eso que estás preparando mi amor? ¡Huele de rechupete!
- Una tortilla especial de espinacas, es la primera vez que pruebo a hacerla... ya me dirás qué tal.
- Sin problema, últimamente tengo un hambre... soy capaz de comerme cualquier cosa.
- ¡Entonces no serás muy buen jurado! Intenta ser lo más imparcial posible eh...
- Sabes que me gusta ser franca, si no me gusta te lo haré saber - dijo Victoria poniendo cara de asco.
- ¡Qué delicada has sido siempre!

Por las noches todo era más divertido.
Victoria llegaba tarde del trabajo y Marcelo se hacía cargo de la pequeña y de sus despertares nocturnos...
Al menos tenía la suerte de poder ocuparse de ella, aunque esto significara no pegar ojo en toda la noche.
La pequeña Teresa era algo difícil, se negaba a probar bocado, berreaba y se quedaba durmiendo nada más cogerla en brazos. Repetía la acción cuantas veces fuera necesario en la noche para hacer de Marcelo un zombi diurno.

Todo para que Victoria pudiera descansar y rendir al día siguiente.
Ya le quedaba poco para conseguir el tan ansiado ascenso a astronauta que tanto había soñado...
Últimamente pasaba mucho tiempo mejorando la nave que había construido en el jardín y casi era toda una experta en viajes espaciales. Salvo algún que otro percance todas las pruebas que había realizado habían sido satisfactorias.

- Vamos Teresita, hay que echar una cabezadita. Papá está muy cansado y son las tres de la madrugada... Vamos a hacer un trato, tú duermes del tirón hasta mañana y yo paso toda la mañana contigo. Te lo prometo, pero por favor... ¡Ahora déjame descansar! Si no es mucho pedir, claro.

Marcelo estaba hecho todo un padrazo, da igual cuantas horas pasara trabajando, Teresa iba con él a donde él fuera.
Había descubierto una faceta suya hasta ahora desconocida. Disfrutaba con la pequeña y lo único que ansiaba era ampliar la familia tanto como pudiera...
Quizás no fuera el momento de ir a por otro bebé pero es que esta etapa es tan dulce que a pesar de no pegar ojo se extraña tanto...
Puede que Victoria pensara lo mismo y de ser así habría llegado el momento.
El dinero ya no era un inconveniente y eso era un punto a favor.

Y así pasaban los días padre e hija hasta que llegaba Victoria del trabajo para achuchar a la pequeña.
Salvo que aquella noche, en cuanto Teresa se quedó dormida, algo pasó en el observatorio...

...

¡Los días pasaron y la pequeña Teresa creció y se convirtió en una niña pelirroja y adorable!
Había crecido con el rasgo "solitaria" así que adoraba pasear por el estanque de detrás de casa para recoger ranas. No soportaba los lugares llenos de gente extraña (o al menos ella los consideraba de esta forma) y mucho menos hablar con desconocidos.
Es por eso que en casa tuvo el alivio de disponer de una habitación para ella sola donde poder leer tranquila o pintar en su mesa de dibujo...
Todo iba de maravilla hasta que una noche Teresa tuvo la que hasta ahora era la peor experiencia de su corta vida.

¡En mitad de la noche un "ser", asomó sus tentáculos por debajo de la cama!
Teresa estaba muy asustada y no sabía qué hacer ni cómo reaccionar, lo único que se le vino a la cabeza fue intentar mediar palabra con aquel monstruo.
¡Como si pudiera entender algo de lo que le estaba explicando!
Aquel manojo de tentáculos lo único que hizo fue inquietarse más todavía y mostrarse mucho más molesto... las palabras de la pequeña no parecieron calmarle demasiado.
De allí debajo empezó a aparecer una neblina muy espesa y ya sin ideas Teresa decidió hacer lo que muchos de nosotros hubiéramos hecho...

¡PAPÁAAA!

- ¡Papá, mamá! ¡Os prometo que lo he visto, está justo debajo de mi cama!
- Teresa, son las 3 de la madrugada... en un par de horas tengo que levantarme - dijo Victoria todavía medio dormida.
- ¡Que no, que está allí! ¡Por favor papá, ven conmigo si no me crees!
- Está bien, tranquila. Deja de gritar, vamos a dejar dormir a tu madre. A ver, dónde dices que está ese "monstruo"...
- Está justo debajo de la cama, he intentado hablar con él pero se ha puesto más nervioso y ha empezado a salir niebla... ¡Te lo prometo!

Obviamente al llegar aquel horrible ser había desaparecido y Teresa muy sorprendida juró y perjuró que lo había visto allí debajo.
Marcelo le dio un fuerte abrazo y subió a su habitación no sin antes instar a Teresa a meterse en su cama, en unas pocas horas tendría que ir al colegio y el primer día era uno de los más importantes, mejor que estuviera descansada.
Teresa se negó en rotundo a volver a su habitación y decidió prepararse y esperar hasta la hora de irse en el sofá.
Como no había podido pegar ojo en toda la noche cayó rendida en el sofá, había tenido suficientes emociones por hoy y todavía quedaba superar la primera toma de contacto con sus compañeros.

Aún así, el espíritu aventurero de la pequeña la hacía no tirar la toalla.
Aquella misma noche probaría a quedarse despierta para intentar comunicarse con "la cosa"... Puede que con un poco más de paciencia y sangre fría lograra contactar con ella y conocer las razones por las que había decidido apoderarse de los bajos de su cama.

Parece ser que aquella mañana tenían una muy buena noticia...
¡Victoria vuelve a estar embarazada!
Marcelo no cabía en sí de gozo, su sueño de una ENORME familia se estaba cumpliendo y a pasos agigantados.
En verdad, la casa que tenían se estaba quedando ya pequeña para su proyecto de unidad familiar. Ahorrarían unos cuantos simoleones más para poder permitirse una casa con al menos cuatro habitaciones.
En la casa en la que están viviendo ahora mismo solo hay dos habitaciones en el segundo piso y son el dormitorio y despacho de Marcelo, a Teresa le habían construido una habitación y el acceso estaba justo en las escaleras que daban al patio.
Con la llegada de otro nuevo miembro debían replantearse la disposición de la casa...

Al llegar del cole, Teresa empezó a sentirse un poco extraña.
Unas ronchas aparecieron por todo su cuerpo y se sentía un tanto febril. A pesar de todo no le dio mucha importancia y siguió con sus actividades hasta que no pudo aguantar más.
Sabía que si se lo decía a su madre iba a pasar el resto de la noche en cama y sus planes de intentar un acercamiento con el monstruo se desvanecerían... pero aquel dolor de cabeza y el comezón pudieron con ella.

- Será mejor que vaya a hablar con mamá... ¡AUCH!

- Mamá, esto... no tengo mucha hambre, tomaré un vaso de leche y me iré a la cama, estoy muy cansada.
- Está bien pequeña, pero por qué no te sientas un poco aquí conmigo y me cuentas qué tal tu día. Desde que he llegado no has venido ni a darme un abrazo.
- Bueno, no hay mucho que contar... compañeras repelentes y repipis, los chicos muy pesados y con poca gracia y de los profesores mejor ni te cuento. ¡Buenas noches!
- ¡Espera! ¿Qué te pasa Teresa? - dijo Victoria girándose hacia ella.

- ¡Ven aquí inmediatamente señorita! ¿Me puedes explicar que son esas ronchas en tu cara?
- Pues... no lo sé mamá, he llegado así del cole.
- Debe ser algo vírico, alguien te lo habrá contagiado. ¿Pero por qué no querías contármelo? ¡Si estás ardiendo!
- No te preocupes mamá, yo estoy bien. Solo un poco cansada, pero bien.
- ¿Ah sí? No te me escapas Teresa, tómate este jarabe y verás como te encuentras mucho mejor mañana.
- Sí, muchas gracias... era lo que me faltaba - dijo Teresa susurrando.
- ¿Cómo dices? Venga, tomate el vaso de leche, el jarabe y a la cama. Si mañana va mejor al cole y si no podrás quedarte en casa.

Lo que no le contó Teresa es que en sus planes no entraba tomarse aquella medicina que la dejaría K.O toda la noche.
Prefería aguantar los sudores fríos y el malestar a perder la oportunidad de hablar con aquella cosa que la visitaba cada madrugada.
Esta vez no saldría corriendo, y como siempre puntual como un reloj, aquel ser se manifestó.
Teresa lo intentó una y otra vez pero no había manera, hasta que como por arte de magia aquella cosa empezó a entablar una conversación con ella que continuaría casi toda la noche.
¡Ya no tenía porque tener miedo de sus tentáculos!

Al parecer aquella cosa tan extraña se llamaba Anselmo y era una especie de jibia marina. Lo que yo me preguntaba era que narices hacía una sepia atormentando las noches de la pequeña, pero parece que mis preguntas quedaron sin respuesta.
Según el relato de aquel invertebrado, vivía en una especie de submundo en el que el contacto con los sims era algo completamente normal.
Disfrutaban de la presencia de los pequeños y renegaban de la de los adultos, por eso estos últimos no podían verlos.
¡Fue tan bien la noche que acabaron haciéndose buenos amigos!

A la mañana siguiente Teresa se encontraba de maravilla, aún así Victoria decidió que se quedara en casa para no correr el riesgo de que contagiara a los otros niños.

¡A fin de cuentas no sé si fue una buena idea porque fue ella misma la que cayó enferma!
Nada grave, una simple fiebre de la que se recuperaría con un buen zumo de naranja y una siesta que se alargaría hasta la cena.

Como buenos Sinblanca que son, deben de darle uso a la máquina de palomitas.
Como estas últimas horas habían sido un poco caóticas para las chicas Marcelo se propuso animarles un poco el día con unas palomitas dulces, las favoritas de Teresa.
Sería noche de cine en familia y la pequeña eligió la película de Las hermanas Zote (todo un clásico para el aburrimiento).

- Entonces, qué tal te ha ido en clase pequeña. ¡No nos has contado nada!
- Bueno, a parte de las compañeras repipis y los chicos pesados, mejor ni hablamos de los profesores. Todo bien, sí...
- ¿Cómo así, qué pasa con los profesores?
- No me parecen muy interesantes, me aburro muchísimo en clase la verdad... ¡Aún así tengo muchas ganas de ir mañana, en casa me aburro el doble!
- Sí, ya veo que tienes muy buen color de cara. Entonces termina la peli y te vas a la cama, mañana habrá que madrugar.

¡La felicidad de una niña que adoraba las palomitas dulces...

...encontrar entre todas la que lleva más azúcar!

Al terminar la película Victoria acompañó a la pequeña a la cama, tenía importantes noticias que darle...
- Cariño, tengo que hablar contigo. Verás, papá y yo... bueno, hemos decidido que era hora de traerte un hermanito.
- ¡¿QUÉ?! ¿En serio? ¡ES GENIAL!
- Me dejas muy sorprendida, no pensaba que te lo fueras a tomar con tanto entusiasmo.
- ¿Bromeas? ¡Un hermano con el que jugar y compartir mis juguetes! ¡Ya no volveré a estar sola!
- Claro que no pequeña, también nos tienes a nosotros eh... - dijo Victoria estrechándola contra su pecho.

- ¡Lo sé mamá, pero un hermano es muy diferente! ¿Puedo tocarte la barrigota?
- Por supuesto mi amor, faltaría más.
- WOW... ¿Entonces mi hermanito está aquí dentro? ¿Y tiene suficiente espacio, no estará incómodo?
- Tranquila Teresa, aquí dentro tiene todo lo que le hace falta para estar calentito y protegido hasta que se haga grande y fuerte para salir al mundo.
- Vaya... ¿Y cómo ha llegado hasta aquí?
- Ehm... bueno, te lo explicaremos un poquito más adelante, ahora es hora de irse a la cama.

- ¡Estoy convencida de que es una niña!
- Habrá que esperar todavía unos días, pero si estás tan convencida...
- Mamá, puedo hacerte una pregunta... ¿Podría elegir el nombre?
- Claro que sí, no había pensado en ello pero es una tarea complicada y que le viene como anillo al dedo a una hermana mayor. ¡Es una gran responsabilidad!
- Estaré a la altura mamá, te lo prometo.

Aquella noche Teresa se moría de ganas de contarle todas las novedades a Anselmo.

Pasaron hablando casi toda la madrugada sobre el nuevo futuro miembro de la familia.
De todas las cosas que Teresa iba a enseñarle a hacer, como trepar hasta lo alto de las barras, como colorear en la mesa de actividades sin salirse de la raya o como adorar las palomitas dulces por encima de cualquier otra cosa.
¡Un mundo de posibilidades se abría ante sus ojos, ahora sería la hermana mayor!
Anselmo estaba muy contento por ella, tenía tantas ganas de conocer al nuevo pequeño él también...

- Así que me han dejado escoger el nombre y BLABLABLA... - continuaba Teresa.
Estos dos se entienden a la perfección salvo en un punto, y es que las jibias de la otra dimensión, pese a tener tropocientos tentáculos, no están acostumbradas a jugar con los juguetes de los sims...

- Perfecto, ahora tendré que limpiar todas las babas...

10 oct 2016

Que guapa ha crecido Teresa, me encanta que tenga el pelo de su madre :wub:

¿Un hermanito/a? Mmmmm... Parece que Teresa se lo ha tomado bien pero siendo una solitaria no sé como se tomará el tener a otro sim en casa :lol: De cualquier modo, seguro que se llevarán genial.

Me gusta mucho el nuevo miembro de la familia... Anselmo :lol: Lo cierto es que estos monstruos de debajo de la cama son un poco pesados... los pobres niños de mi legacy no paraban de despertar a sus padres para que le rociaran el spray anti-monstruos jajajaja.

¡Espero el próximo capítulo con ansias! :heart: Ya estoy deseando ver que tal les va a los Sinblanca con otro miembro en la familia.

PD: Me ha encantando que esta familia tenga, al igual que en tu otro legacy, un cohete en el jardín. Que recuerdo me ha traido de los Solo... Parece que ellos tampoco pierden la tradición de crear bebés en el espacio :lol:

Editado 10 oct 2016 por mariajosecg95

16 oct 2016

On 10/10/2016 at 18:04, mariajosecg95 said:

Que guapa ha crecido Teresa, me encanta que tenga el pelo de su madre

¿Un hermanito/a? Mmmmm... Parece que Teresa se lo ha tomado bien pero siendo una solitaria no sé como se tomará el tener a otro sim en casa  De cualquier modo, seguro que se llevarán genial.

Me gusta mucho el nuevo miembro de la familia... Anselmo  Lo cierto es que estos monstruos de debajo de la cama son un poco pesados... los pobres niños de mi legacy no paraban de despertar a sus padres para que le rociaran el spray anti-monstruos jajajaja.

¡Espero el próximo capítulo con ansias! Ya estoy deseando ver que tal les va a los Sinblanca con otro miembro en la familia.

PD: Me ha encantando que esta familia tenga, al igual que en tu otro legacy, un cohete en el jardín. Que recuerdo me ha traido de los Solo...  Parece que ellos tampoco pierden la tradición de crear bebés en el espacio

A mi también me encanta que tenga el pelo pelirrojo, es tan adorable :wub:
Yo tengo la lamparita, cuando veo que no paran de aparecer por la noche la enciendo y ya... que a veces si que se ponen pesados, sí...
Ohhh lo del cohete, es un guiño a mis Solo, los echo mucho de menos yo también
¡A ver qué tal les va ahora a los Sinblanca!

CAPÍTULO 7. La venganza es un plato que se sirve frío...

Spoiler

Victoria se preparaba para la llegada del nuevo miembro de la familia.
Le encantaba buscar en internet páginas de segunda mano donde comprar algunos juguetes a mitad de precio, Teresa últimamente estaba muy caprichosa... parece que los celos habían hecho irrupción y la única forma de apaciguarlos era consentirla un poco.
Había artículos bastante interesantes, desde coches al más puro estilo fórmula uno hasta casas flotantes en Isla Paradiso (con un precio bastante desorbitado, por cierto).

Además podía ver en Simtube vídeos de maternidad con información super práctica para el parto.
Esto de las tablets es una pasada, como Marcelo se pasa casi todo el día trabajando en el ordenador apenas puede utilizarlo el resto de la familia.
Por cierto, buenas noticias... ¡Victoria por fin ha conseguido el ascenso a astronauta!
Han sido unos días difíciles, ha tenido que ir a trabajar hasta el segundo trimestre llegando a casa que se caía por los suelos pero por lo menos no ha sido en vano y ya está un pasito más cerca de cumplir su sueño.

Teresa estaba volcada de lleno en su aspiración artística.
Podía pasarse horas en la mesa dibujando para después repartir sus pequeñas obras de arte entre la familia (en su cuarto no había dejado ni una sola pared vacía).
El último capricho de la pequeña había sido un instrumento musical así que decidieron comprarle un violín para que poco a poco pudiera ir mejorando su habilidad artística con algo más de ritmo y no solo en papel con pajaritas y purpurina de colores.

Los últimos días de embarazo fueron algo duros para Victoria, estaba muy pesada y prefería quedarse en casa descansando. Aún así Marcelo y la pequeña consiguieron convencerla para dar una vuelta por las piscinas de la ciudad y refrescarse.

Ya no quedaba nada para la llegada del pequeño y Teresa estaba de lo más inquieta y curiosa...
- Entonces puedes comer que el bebé tiene suficiente espacio... ¿Si se te llena la barriga de comida él dónde se mete?
- Pues verás, son dos lugares diferentes, por eso cabe sin problemas. ¡Aunque a mamá le cueste cargarlo!
- ¿Entonces no nada en la sopa minestrone? ¡Me dijiste que comía lo que tú comías y que le encantaban las tortitas!
- Bueno, no me refería exactamente a eso - dijo Victoria entre risas.
- ¿Y entonces? Mamá, estáis ocultándome información, no me siento integrada.
- ¡No te preocupes pequeña, cuando seas más mayor te lo explicaremos con más detalle!

La noche se anunciaba tranquila.
No había gran cosa en la tele así que después de mandar a la cama a Teresa, Marcelo y Victoria pusieron una película.
Marcelo estaba tan cansado que a mitad decidió irse a dormir, no pudo aguantar después de haber madrugado dos días seguidos para terminar su último libro. La película estaba tan interesante que Victoria quiso quedarse hasta el final.
Justo cuando estaba terminando de recoger los platos sucios de la cena sintió que algo no iba bien...
Había estado con un dolor sordo durante la peli pero por miedo a que fuera una falsa alarma prefirió quedarse tranquila en el sofá.

¿Qué hacer? Ya era demasiado tarde para ir al hospital, Victoria sentía que el nuevo miembro de la familia presionaba para venir al mundo.
Así que como último recurso y ya desesperada decidió dar a luz en casa rodeada de los suyos y en el calor del hogar.
Despertó a Marcelo para que presenciara el momento, se puso cómoda y momentos después nacía la pequeña de la casa...

¡Judit Sinblanca!

La pequeña Judit se crió casi como Teresa, en los brazos de papá.
Victoria había tenido que volver al trabajo ya que su baja por maternidad se terminó súbita y repentinamente (un bug, supongo).
¡Se la veía muy despierta y juguetona, incluso más risueña que Teresa!
Marcelo disfrutaba cada instante de aquel olor a bebé tan intenso que inundaba la casa, cada vez estaba más convencido de que su verdadero sueño era formar una gran familia... y cuando digo gran digo ENORME familia.
Y así, con su segunda hija en brazos, ya empezaba a pensar en el siguiente. No podía evitarlo, era más fuerte que él.

Con la casa revolucionada por el nacimiento de su hermana, Teresa prefería pasar tiempo fuera.
El parque de la comunidad era el lugar perfecto para descargar tensiones después del colegio y para hacer los deberes a la fresca.
Muy pocas veces coincidía con compañeros de clase, supongo que llegaban lo suficientemente cansados a casa como para pasearse por el barrio...
Aún así ella se negaba a llegar pronto a casa, una vez terminada su tarea y habiendo jugado durante horas en las barras, recogía sus cosas y volvía para la hora de la cena.
Tampoco podía quedarse fuera hasta tarde, papá empezaría a hacerse preguntas y si no volvía antes que mamá llegara del trabajo estaría definitivamente perdida.

La relación de las dos hermanas fue algo tensa desde el principio y es que Teresa no se tomó tan bien como esperaban la llegada de la pequeña Judit.
Estaba claro que la quería, pero no supo asimilar de buenas a primeras que dentro de poco compartiría su habitación con aquel ser que no hacía más que balbucear y lloriquear en su cuna cuando ella se acercaba.
Definitivamente Teresa no tenía buena mano con la pequeña, por mucho que lo intentara Judit siempre se lo ponía difícil (por no decir imposible).

- ¡BUAAAAAAAAA!
- ¡No, no pero no llores! ¡Vas a asustar a papá!

Con el paso de los días la pequeña de la casa pegó el estirón y se convirtió en una preciosa niña GLOTONA.
Su aspiración era la de diablillo inquieto y bien daba prueba de ello.
Era una pequeña con muchísimo carácter y tenía muy claro que era lo que quería y cómo conseguirlo.
Este carácter chocaba con la inocencia y dulzura de Teresa, así que muchas de las veces en las que se quedaban a solas ardía Troya...

A Judit le encantaba hacer enfadar a su hermana mayor, pero esto no quería decir nada.
Simplemente tenía una forma muy diferente de expresar cariño.

- ¡Eh, esa bufanda me la quiero poner yo hoy!
- Pues tendrás que conformarte con tu ropa, esta bufanda es mía y no pienso dártela. Además déjame, ahora no tengo tiempo...
- ¿Dónde vas, a decírselo a mamá? ¡Chivata!
- ¡Qué me dejes en paz! Preocúpate de hacer los deberes antes de irnos, no querrás que vuelvan a llamarte la atención en clase. Yo ya no doy más la cara por ti.
- ¿Ah sí? ¡Ni falta que me hace! ¡Soy superdotada!
- Genial, Judit Edison. Ahora si me disculpas voy a desayunar que ya casi son las 7.

- ¡Eh, te he dicho que me des la bufanda!
- ¡Tú no estás bien Judit! ¡Déjame tranquila o llamo a mamá!
- ¿No me la vas a dejar entonces? Bueno, me da igual, de todas formas es horrible. Ya le diré a papá que no quieres compartir, verás qué divertido.
- Deja a papá tranquilo, eres una mentirosa... vamos antes de que les cuente que en la hora de música te escondes en los servicios.
- Chivata... - dijo Judit entre dientes.

Para ellas era como un juego, un tira y afloja.
Estaba claro que Teresa era una niña muy responsable y sin maldad ninguna, jamás le contaría a sus padres todas las virguerías que Judit hacía en el colegio. Esos pequeños secretos se quedaban entre hermanas, es la ley del silencio.
Aunque la pequeña de la casa se creyera salir siempre vencedora en cada asalto, Teresa guardaba un as en la manga... nadie podía conocerla mejor que ella.

A Judit le encantaba pasarse horas y horas en las barras del jardín colgándose y descolgándose.
Había conseguido en unos cuantos días llegar a su nivel 4 de motricidad y parecía que no se le agotaba nunca la pila.
A decir verdad la pequeña le ha dado un muy buen uso a la zona de juegos exterior que prepararon Marcelo y Victoria.
Hasta ahora Teresa salía todas las tardes después del colegio, pero lo que a ella le gustaba realmente era pintar en su mesa de dibujo...
¡Me alegro de no haber desperdiciado más de 4.000 simoleones!

A veces incluso hasta olvidaba hacer sus deberes... ¡Menudo "despiste"!
Eso sí, Teresa siempre estaba ahí para ayudarla con sus ejercicios. Si es que es un cachito de pan.

- ¿Qué haces Tere? ¿No te cansas de estar todo el día ahí sentada con las ceras?
- ¿Y tú no te cansas de pasarte el día con la cabeza hacia abajo en las barras?
- Pues la verdad es que no...
- Ahí tienes la respuesta. Además ahora mismo estoy ocupada, si lo que quieres es que te ayude con los ejercicios de Simología tendrás que esperar a que termine.
- ¿Y puedo saber qué estás haciendo?
- Estoy preparando un dibujo para Anselmo, hace un tiempo que no lo veo y quería regalárselo en cuanto aparezca.
- ¿Anselmo? ¿Todavía estás con la tontería de Anselmo? - dijo Judit entre risas.

- ¡Tere, los monstruos no existen!
- Como quieras, pero tiene que estar terminado para esta noche. Si no te importa...
- ¿Pero de verdad crees en esas paparruchas? Papá ya nos explicó que todo son imaginaciones tuyas, las sepias de otra dimensión no hacen guardia bajo nuestra cama para hablar en la madrugada con nosotras.
- Estupendo, si has terminado con tu discurso vete a leer un rato y después te echaré una mano con lo tuyo.
- Bah, tan mayor y creyendo en monstruos...

- Teresa... ¿Me estás escuchando?
- Sí, sí... A ver, no recuerdo bien si su tercer tentáculo era color burdeos o violeta... Bueno, le pongo purpurina y así no se nota.
- ¡Menuda chorrada! ¿Por qué pierdes así tu tiempo?
- Bueno Judit, vamos a hacer un trato. Si esta noche Anselmo no se presenta y no puedo probarte que realmente existe, te haré la cama y los deberes durante todo el trimestre.
- ¡Fácil, y además no tengo que hacer nada! TRATO HECHO.
- Pero si al final Anselmo si existe y yo estoy en lo cierto... me dejarás tranquila de una vez por todas y harás todos los días la tarea conmigo nada más llegar del colegio.
- Nada del otro mundo, eso está hecho.

Aquella noche Victoria llegó un poco más tarde de lo habitual a casa y trajo con ella una noticia muy especial...
¡Hay otro nuevo miembro de la familia en camino!
Si cuando digo que Marcelo quiere tener una familia enorme... habrá que aprovechar, Victoria todavía es joven adulta y el tiempo pasa muy rápido. Si quieren tener todos los hijos que tienen en mente será mejor que se pongan manos a la obra y no pierdan ni una sola ocasión.

Poco después de la 1 de la madrugada una espesa niebla empezó a formarse debajo de la cama de Judit.
Teresa continuaba durmiendo hasta que empezó a escuchar los gritos de su hermana que venían del otro lado de la habitación.
Al parecer Anselmo se había equivocado de cama aquella noche aterrorizando por completo a la pequeña.
¡Sin embargo para Teresa era todo un logro, había conseguido ganar la apuesta y además tenía la visita de su invertebrado favorito!

- ¡Pero es imposible! ¡PAPÁ!

- Bueno Ambrosio, ya se ha ido. Todo ha salido tal cual lo planeamos. Papá nunca la creerá - dijo Teresa entre risas.

- ¿No decía que estaba loca? ¿Que los monstruos no existían? ¿Qué era una infantil?

- Pues toma. La venganza es un plato que se sirve frío...
Tiene mucho que aprender mi adorada hermanita.

7 dic 2016

Me he enganchado a tu legacy, ya había leído el de los Solo aunque me quede a medias porque cuando lo empecé ya estaba cancelado y no pude seguir, pero espero que este te vaya mucho mejor.

Parece que Marcelo no deja el ordenador ni a sol ni a sombra, está claro que está dispuesto a cumplir su sueño. Y que ganas de ver al nuevo miembro de la familia, esperemos que Teresa no tenga muchos celos, aunque me alegro de que este tan volcada en su aspiración artística tanto de dibujo como de música, de aquí puede salir algo muy bueno.

Parece que el segundo embarazo de Victoria está tocando a su fin, menos mal que tiene a Marcelo y a Teresa para animarla un poquitín, porque estar todo el día así debe cansar a cualquiera.

Me encanta la curiosidad que tiene Teresa por su nuevo hermanito y por cómo va dentro de su madre, pero es demasiado pequeña para darle toda esa información, aunque Victoria sabe muy bien como decirlo para que la pequeña no sepa más de la cuenta.

Pobre Marcelo, se levanta tan temprano que después no puede aguantar viendo la película con su mujer, pero Judit eligió un momento complicado para venir al mundo, pero al menos el parto fue bien y no hubo ningún problema del que lamentarse.

Judit está claro que se va a criar como su hermana, en brazos de papa. Aunque como se nota que Marcelo no es quien pare a los bebés, chico, que eso se tiene que consultar con Victoria xD aunque es bonito que quiera tener más hijos <3

La casa debe ser de locos con un bebé, pero espero que Teresa no se meta en problemas por quedarse fuera hasta tarde y que intime más con su hermana. Pero está claro que Judit no lo pone fácil xD solo intentemos que no vaya a peor todo esto.

Vaya dos hermanas que han salido, las dos son preciosas y diferentes, pero anda que vaya dos personalidades tan diferentes que tienen. Aquí se han cambiado las tornas, normalmente son los mayores los que se meten con los pequeños, aquí es al revés, Judit nos ha salido algo rebeldilla pero está claro que como buena hermana mayor, Teresa sabe pararle los pies.

¿Ves? Aún con sus peleas y todo estas hermanas se quieren y se ayudan en lo que pueden, si es que son un amorcito de niñas <3

Es verdad, hace tiempo que no se ve a Anselmo, espero que no deje a Teresa como una mentirosa, porque si no la veo haciendo los deberes y la cama de su hermana durante mucho tiempo.

¡Victoria de nuevo embarazada! Madre mía, estos dos no saben cuando parar, esperemos que les llegue el dinero, aunque seguro que cuando Teresa crezca les ayuda con los bebés que vayan teniendo. Me gustaría saber cuántos bebés quieren tener.

¡SÍ! ¡ANSELMO HA APARECIDO! Pero a la pobre Judit casi le da algo, espero que pueda dormir bien aun con la aparición del amigo invertebrado de Teresa, y ahora la pequeña tiene que cumplir la apuesta que prometió a su hermana.

Me encanta la lección que le ha dado Teresa a Judit, espero que desde ahora crea más a su hermana mayor y sea más buena, ahora sabe que Anselmo existe xD

23 feb 2017

CAPÍTULO 8. ¡La familia sigue aumentando!

Spoiler

Aquellas maravillosas mañanas tranquilas en las que el silencio reinaba en la guarida de los Sinblanca... A Marcelo le sabían a gloria.

Después de que las pequeñas salieran para el colegio, el cabeza de familia se disponía a disfrutar de la magia de la soledad.
Un café humeante, el canal de noticias y después de comprobar el correo de nuevo a los fogones.
Últimamente se había aficionado y mucho a la repostería, un hobby bastante caro que lo llenaba y en el que se volcaba en cuerpo y alma.

Preparaba algo de pan para la ajetreada jornada...

...Y terminaba con unas galletas de mantequilla decoradas al más puro estilo Halloween.
La casa de los Sinblanca estaba en constante cambio y cada vez se agrandaba más, así que con más bocas que alimentar Marcelo disfrutaba aprendiendo una por una todas las recetas de los libros de cocina.
La textura de la masa, el olor de la corteza tostada y el azúcar glas hacían un curioso juego con el que encontrar la inspiración se volvía todavía más divertido.
Al final del día todo volvía a la normalidad y las risas y las discusiones volvían a llenar la casa de vida.

- Bueno chicas, aprovechando que estamos las tres aquí tengo una noticia muy importante que daros.
- Un momento... todo esto me suena de algo.
- Ehm... sí, puede ser. Veréis, dentro de poco seremos uno más en la familia. ¿Qué os parece?
- ¿Cómo que uno más? - dijo extrañada Judit.
- Te lo explicaré, ya he pasado por esto - sonrió Teresa.
- ¿Eso qué significa? ¿Qué habrá un mocoso en nuestra habitación? ¡Si casi ni cabemos!

- ¿Cómo que mocoso? Será un bebé y dormirá con papá y conmigo en nuestra habitación. ¡Ya veo que ilusión, lo que se dice ilusión, no os hace!
- No le hagas caso mamá, sabes que siempre ha sido muy "especial"...
- ¡Nada de eso! Solo que no quiero dejarle mis juguetes, ya tengo suficiente con tenerte a ti en MI dormitorio cual parásito.
- ¿TU dormitorio? ¡Yo estaba antes que tú, fuiste tú la que me robó mi espacio!
- Así puedo vigilarte, papá y mamá salen ganando - dijo Judit con una sonrisa juguetona.
- Bueno chicas, ya está bien. No vamos a convertir el salón en un circo romano. Espero que os guste y si no os gusta al menos haceos a la idea porque dentro de poco estará con nosotros.

- Sí mamá... De todas formas tener un hermano pequeño tiene sus ventajas.
- ¿Ah sí? ¿Y cuáles son según tú?
- Seremos uno más contra Judit, estaremos en superioridad numérica - dijo Teresa con una risa malvada.
- Te hace falta más que un saco de babas para poder competir conmigo...
- Chicas, ya está bien. Tenéis un grave problema vosotras dos eh... Los hermanos están para quererse, apoyarse, animarse... ¡No para tirarse piedras constantemente!

La pequeña Judit se estaba volviendo cada vez más traviesa e insufrible con su hermana mayor.
Rara era la vez que se enzarzaban y no tenían que terminar interviniendo Marcelo o Victoria.
No quiero saber como será la adolescencia en la casa con estas dos...

- Bueno, tendremos un hermanito, está bien. ¿Podremos elegir el nombre?
- No sé yo si... - dijo Victoria dubitativa.
- ¡Pero a Teresa la dejasteis elegir mi nombre! ¡Además yo puedo hacerlo mucho mejor que ella!
- Tendría que haber sido más cruel eligiendo el tuyo...
- ¿"Judit"? ¿No había otro más feo?
- ¡Pues haberlo elegido tú, no te fastidia! Si mamá no quiere dejarte elegir es porque sabe que no estarás a la altura.

- ¿Bromeas? Ponerle nombre a un bebé está chupado... A ver mamá, déjame un momento.
Judit puso las dos manos sobre el vientre de su madre. Acariciándolo dulcemente empezó a estrujarse el coco para encontrar un nombre que fuera acorde con la criatura.
- ¿Y bien...? - dijo Victoria dubitativa.
- ¡YA LO TENGO! Si es chico se llamará Mateo y si es chica Silvia. ¿Qué te parece mamá?
- Me encantan, has sabido hacerlo de maravilla. Ahora eres una hermana mayor con todas las de la ley.

- ¿Lo ves como no era tan difícil, listilla? - dijo Judit mirando con recochineo a su hermana.
- Bah, yo también lo hice genial contigo.

La pareja estaba como en una nube.
Todo estaba saliendo a pedir de boca y pese a las interminables crisis, rabietas y peleas de las pequeñas, la vida les sonreía.
Una casa en condiciones, una familia que empezaba a "expandirse" y una mujer que lo amaba.
¿Qué más podría pedir?

Judit no conseguía congeniar con el bueno de Anselmo.
Teresa lo esperaba al pie de la cama todas las noches para contarle qué tal había ido en clase, era uno de sus momentos preferidos del día.
El problema es que el pobre calamar inter-galáctico a menudo se confundía de cama y despertaba sin querer al resto de la casa con los gritos de la benjamina.
Por fortuna era invisible a ojos de los adultos, cosa que facilitaba la huída en caso de que hubiese algún percance.

La pobre Judit no pegaba ojo...

A medida que iba avanzando el embarazo las salidas en familia se hacían cada vez más raras.
Ya empezaba a pesar y Victoria estaba más grande por momentos, aún así tampoco querían que las chicas se quedaran encerradas en casa.
Hacía poco habían abierto en Newcrest una hamburguesería al más puro estilo americano, qué mejor que pasar allí una tarde de domingo y relamerse los bigotes con sus platos combinados.
Desde luego que la que más disfrutó de la salida fue Judit...
Con su rasgo "glotona" es difícil no acertar. ¡Le apasiona comer!

- Tranquila Judit, no te lo va a quitar nadie - dijo Marcelo entre risas.
- Pero papá, tengo hambre...
- Puedes comer traquila cariño, mastica. Sé que está muy buena pero te la zampas tan rápido que no te da tiempo ni a saborearla.
- Al menos si masticara... pero es que engulle directamente, como un pato - se burló Teresa de su hermana.
- ¡Estás celosa! Claro, te has pedido un estúpido sándwich y ahora que ves mi hamburguesa te arrepientes.
- Debe de ser eso.

Con la llegada del pequeño/a, Judit había cambiado de comportamiento.
Puede que los celos estuvieran haciendo mella en sus notas y en su relación con sus compañeros.
A la vuelta a casa Marcelo decidió quedarse a solas con ella, necesitaba hacerle saber que no tenía de qué preocuparse, que un hermano pequeño jamás ocuparía su lugar.

- Cariño... ¿Está todo bien? - dijo Marcelo poniéndose a su altura.
- Sí, supongo...
- Ese "supongo" no es muy convincente. Cuéntame, sé que hay algo que te angustia y me gusta escuchar.
- Un poco de todo... No entiendo por qué queréis otro bebé si ya me tenéis a mí. Parece que no soy lo suficiente buena para vosotros.
- Pero que tonterías dices, eres un tesoro Judit. ¿Qué te hace pensar que querremos más a tu hermano que a ti?
- No sé, mamá ya casi no juega con nosotras y tú estás todo el tiempo pensando en el bebé.
- ¡Pero bueno! ¡Ven aquí!

- ¡Para mi siempre serás mi pequeña granuja! Te queremos con todas nuestras fuerzas corazón, parece que se te ha olvidado. Tendré que tomar una medida de choque para recordártelo - dijo Marcelo pellizcándole el moflete.
- ¡PAPÁ, para! ¡No se me volverá a olvidar jamás, te lo prometo! - gritaba Judit entre carcajadas.
- Eso está mejor, ahora termínate la leche y a dormir. Mañana hay clase y hay que cargar bien las pilas. Buenas noches cielo.
- Buenas noches papá - dijo Judit abrazando fuerte a su padre.

Pero unas horas más tarde sus planes de una noche tranquila se torcieron...

¡VICTORIA ESTABA DE PARTO!

Ya conocía de memoria el procedimiento y la sala de partos.
Dentro de unos instantes llegaría al mundo el quinto miembro de la familia, sacudiría su rutina y entorpecería sus noches.
Solo quedaba esperar y depositar toda la confianza en aquella matrona, la misma que la asistió en el parto de Teresa.
No es que les inspirara mucha confianza pero era la única de guardia aquella madrugada. Puede que después de todo este tiempo haya adquirido algo más de experiencia... ¿No?

- Está bien, túmbese Sra. Sinblanca. Respire profundamente.
- Sí, esto... ¿Seguro que no hay nadie que pueda venir a echarle una mano?
- No se preocupe, todo va a salir de maravilla. Solo quedamos Venancio y yo, todos mis compañeros se fueron a casa hace horas.
- ¿Podría llamar a Venancio? Compréndalo, no quiero poner en duda su trabajo, es solo que... Bueno, cuatro ojos ven más que dos.
- Venancio se ocupa de la recepción. ¡No tiene ni idea de partos!
- Tampoco es muy difícil tener más que usted... - dijo Victoria por lo bajini rechinando sus dientes.
- ¡Ahora relájese, vamos a ver que sacamos de aquí!

...

- ¡Pero no se quede ahí parada! ¡HAGA ALGO, MALDITA SEA!

- ¡WOW! Tengo que repasar mis libros de anatomía...
- ¡VUELVA A METER ESO DENTRO A LA DE YA! - dijo Victoria gritando desde la camilla.

Y así llegó al mundo el tercer posible heredero del legado.
¡MATEO SINBLANCA!

Editado 24 feb 2017 por Fresasconnata

26 feb 2017

Lo siento por el doble post, el próximo capítulo lo postearé a continuación del anterior :doh:
El caso es que en el juego ya voy por la segunda generación y me quiero poner al día con el legacy (por eso mismo los infantes no aparecerán hasta más adelante).
Voy a continuar para intentar estar a la par que el juego y aprovechar ya que desde la última actualización tengo un bug muy molesto que hace que mis sims no coman cuando cogen el plato de la nevera (se lo guardan en el inventario y desde allí tengo que darles la orden ¬¬)
A la espera de que esto se solucione sigo publicando.
¡Espero que os guste!

CAPÍTULO 9. ¡¿Otro MÁS?!

Spoiler

Victoria llegó a casa pocas horas después de dar a luz.
Al volver de madrugada su llegada pasó desapercibida para las chicas, quienes dormían plácidamente en la habitación del fondo.
Mateo era un bebé tan tranquilo que apenas hizo acto de presencia. Ni un grito, ni un lloro...
Después de un bibi caliente y unos cuantos achuchones se quedó anestesiado en los brazos de su madre.

La primera en levantarse fue Teresa (cómo no...)
Un pequeño osito regordete batallaba dentro de su cuna para meterse el puño en la boca...
- ¡Wow, pero qué tenemos aquí! ¡MAMÁ!

A Teresa le encantaban los bebés. Tan rellenitos, tan suaves, con ese olor tan característico...
El único problema que se le pasó por la cabeza en ese momento fue lo terriblemente adorable que resultaba el renacuajo.
Y claro, puestos a elegir, papá y mamá preferirían mil veces a ese pequeño trocito de cielo rechoncho que a ella o a su hermana.
Además Mateo no daba problema alguno, un cambio de pañal le bastaba para recobrar la sonrisa.
¿Y si...?

- Entiendo... Papá y mamá quisieron traerte al mundo porque Judit y yo no somos lo suficientemente adorables. Ya ves, tú rompes todos los esquemas. Dan ganas de comerte a mordisquitos de lo rico que eres. En fin, tendremos que aceptar nuestro destino. Me mudaré al parque, venderé mis dibujos para conseguir algo de dinero y me alimentaré a base de perritos calientes.
Diles a mamá y a papá que los quiero...

- ¡Mi reina, pues sí que has madrugado! ¿Has visto ya a tu hermanito? Yo que quería daros una sorpresa...
- Sí, me he levantado para terminar los deberes, anoche no tuve tiempo. Mateo es tan rico... Excesivamente rico... - dijo Teresa cabizbaja.
- ¿Qué pasa Teresa, otra vez con lo mismo? ¡Pero cuándo os va a entrar en la sesera que para nosotros sois todos unos cachitos de pan! Mateo ha sacado esa sonrisa tan dulce de su hermana mayor, os parecéis mucho ¿no crees?
- Pues ahora que lo dices... Sí... ¡Se parece bastante a mí! - exclamó asombrada Teresa con una sonrisa orgullosa.

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Y es que nunca es fácil ser el hermano mayor...

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... ¡pero mucho menos ser el pequeño y que te quiten el puesto!

Parece que a Judit no le hizo tanta gracia.
El simple hecho de ver a aquella pequeña criatura vegetar en el salón la ponía histérica.
Un bebé llorón, una hermana mayor repipi y un monstruo que perturbaba su sueño eran ya demasiado.
No había posibilidad de cambiar a sus hermanos pero quizás podría intentar un acercamiento con Anselmo...
Pero para eso debería pedir ayuda...

- ¡Vamos, qué te cuesta! Estoy harta de tener que salir corriendo todas las noches.
- Ajá, así que la pequeña Judit me está pidiendo que le eche una mano. Vaya, vaya - dijo Teresa con un tono altivo.
- No fastidies, solo tú conoces a esa sepia alienígena.
- Jibia, jibia marina. Y sí, por suerte soy la única que conoce lo suficiente a Anselmo como para poder ayudarte. Otra cosa es que esté dispuesta a hacerlo y a qué precio.

- Vamos... ¿Quién te defiende en los recreos para que no te quiten el almuerzo? - suplicó Judit.
- ¡Pero si eres tú la que me saquea la mochila para quitarme el sándwich!
- Bueno, pero si lo hago yo ya no lo puede hacer otro. Míralo desde esa perspectiva, te estoy ayudando... Y tú me debes una.
- Bueno, está bien. Te echaré una mano. A cambio tu tendrás que hacer algo por mí.
- Está bien, escúpelo. ¿Qué necesitas?
- Verás... ¡Prométeme que no te reirás! Necesito aprender a cruzar las barras...
- Pero qué... Tan listilla que eres para unas cosas y lo patosa que eres para otras. Bueno, eso está hecho.

Aunque Judit tuviera una forma muy especial de demostrar afecto a su hermana era la primera que se prestaba siempre para ayudarla o simplemente para defenderla. Teresa y ella eran uña y carne aunque su trato fuera diferente al resto de "hermanísimos".
Habían nacido con poco tiempo de diferencia y eso las hacía casi inseparables (el hecho de compartir habitación también hizo mucho).
Teresa no estaba acostumbrada al esfuerzo físico, prefería mil veces sentarse en el parque a leer una buena novela infantil a estar colgada de aquel invento del diablo.
¡¿Pero a quién narices se le pasó por la cabeza pensar que estar boca abajo a un medio metro del suelo era divertido?!

Obviamente a alguien como Judit...
- ¡Qué me la doy! ¡Sujétame que me caigo!
- Vamos, que ya casi lo tienes. Mientras no sueltes las dos manos está todo hecho. Lo mejor será que aprendas la caída.
- ¡¿CÓMO QUE APRENDA LA CAÍDA?
- Sí, bueno, que aprendas a caer, tú ya me entiendes. Así no te harás daño.
- Esto no me tranquiliza para nada Judit... ¡JUDIT!

- No sueltes, intenta atrapar la barra con la otra mano y ya lo tienes.
- ¿Y si no lo consigo? ¡Esto está muy alto!
- ¿Alto? Pfff... JAJAJA
- ¡Me prometiste que no te reirías!

Aquella noche las chicas fueron a acostarse temprano y Victoria y Marcelo aprovecharon para "tomarse un descanso".
La jornada había sido muy dura. Marcelo tenía que entregar varios capítulos de su último libro y esto ocupaba casi todo su tiempo.
Victoria estaba volcada con su trabajo y la carrera espacial. Poco a poco seguía escalando puestos y cada vez estaba más cerca de cumplir su sueño... ¡Y el sueldo era más que aceptable!

Ya es hora de irse a dormir pequeño. Parece mentira lo grande que estás, todavía recuerdo la primera vez que te tuve en mis brazos... No queda nada para tu cumpleaños, serás un niño grande y fuerte y estoy seguro que aportarás un poco de paz y tranquilidad a esta casa de locos.
Espero que tus hermanas no te lo pongan muy difícil...

...mi pequeño Mateo.

Las celebraciones en esta casa nunca vienen solas y después de que Mateo creciera y se convirtiera en un niño travieso, Victoria tenía una importante noticia que comunicar a toda la familia.
De nuevo estaba en estado de buena esperanza, otro miembro más, el sexto.
Parecía que no tenía freno y que Marcelo cuando hablaba de GRAN familia no lo decía en sentido figurado.
Vamos a embarazo por capítulo, esto es mágico. No sé dónde voy a meter tanto niño...

Después de aquella batalla campal por dominar las barras Teresa se refugió en lo que verdaderamente le apasionaba.
La música, una de las máximas expresiones del arte.
Gracias a Judit pudo mejorar su habilidad y con ello sus notas, todo el esfuerzo no fue en balde.
Casi cumplía ya su aspiración artística, cosa que aliviaba a todos con vistas a su próximo cumpleaños y el paso a una nueva etapa en su vida.
¡Ya casi teníamos a una adolescente en casa!

Mateo adoraba a Teresa, pese a que su aspiración fuera la misma que la de Judit (diablillo inquieto), su carácter más tranquilo y sopesado lo acercaba más hacía la primogénita.
Con ella podía jugar tranquilamente, compartir sus inquietudes y desarrollar su lado más artístico.
Había adquirido el rasgo perfeccionista, ahora teníamos a un pequeño maníaco en la familia.

Aquella noche tenían visita...
Anselmo apareció debajo de la cama de Teresa y esta corrió a despertar a su hermana para empezar con el acercamiento.
Si Judit seguía todos los pasos que Teresa le había enseñado aquel podría ser el comienzo de una gran amistad.

Después de una larga conversación entre las dos hermanas y la jibia, esta última terminó por aceptar a Judit.
Le contó toda su vida, desde que fue engendrado por Bertín y Fulgencia, dos moluscos cefalópodos a los que él llamaba cariñosamente papá y mamá, hasta aquella madrugada en la que conoció a Tere.
La vida de aquella sepia parecía realmente interesante y Judit no tenía forma de agradecérselo a su hermana.
Puede que al día siguiente en clase no rindieran como se esperaba, pero esta experiencia había sido hasta ahora la más guay de su corta vida.

- ¡Gracias tata! ¡Eres la mejor! - dijo Judit emocionada.
- ¿Tata? Tendré que acostumbrarme a tus muestras de afecto... Venga, vamos a la cama que se hace tarde.
- No creo que pueda pegar ojo, ha sido realmente impresionante. Ya estoy deseando que sea mañana para volver a ver a Anselmo y enseñarle mi tetera de arcilla. ¡Va a ser genial!

A la mañana siguiente el primero en levantarse fue Marcelo, tenía un día muy ajetreado por delante y necesitaba su dosis de teína matutina.
Los adultos no tenían ni idea de la que se formó de madrugada en la habitación de las chicas, pero casi que mejor...
¿Cómo explicar que tienes un portal debajo de tu cama y que pasas las noches hablando con un manojo de tentáculos si además ellos son incapaces de verlos?

- Será hora de ir despertando a los chicos, van a llegar tarde a clase...

CAPÍTULO 10. La máquina de hacer bebés

Spoiler

¡Llegó el día! ¡Nuestra pequeña Teresa iba a convertirse en la primera adolescente del legado!
Había conseguido completar su aspiración "prodigio artístico" y había adquirido el rasgo "portento creativo", lo que le permitiría en un futuro desarrollar las habilidades creativas mucho más rápido que el resto de mortales.
Al pasar a la adolescencia además de su rasgo solitaria, había ganado el rasgo buena y ahora su aspiración sería la de genio musical.
Tendría que aplicarse con el violín, trabajar duro y esforzarse para llegar a lo más alto como en su día hicieron Marcelo y Victoria.

La familia desbordaba de orgullo.
Tere había conseguido todo cuanto se propuso, además era la número uno en clase y el ojito derecho de la profe, todo hay que decirlo...
Había sacado tan buenas notas que al pasar de curso su media fue de notable, sudando un poco más conseguiría el sobresaliente y podría respirar tranquila hasta el final del trimestre.
La próxima en cumplir años, obviamente, era Judit.
¿Estaba preparada? SÍ, ella también consiguió completar su aspiración diablillo inquieto antes de lo previsto y ahora podía centrarse en los estudios.

Victoria cada día estaba más grande y Mateo podía pasarse horas acariciándole la tripa.
Se quedaba completamente absorto. Cuando el pequeño decidía hacer acto de presencia moliendo las costillas de su madre a patadas él era el primero en intentar sentir de cerca todos los movimientos.
Colocaba sus manos sobre el vientre, aguantaba la respiración y se quedaba ahí, quieto, esperando que del otro lado alguien contestara.
- ¡Lo he notado mamá! ¡Se ha movido!
- Auch... Sí hijo, yo también lo he notado. Mis riñones... Bueno rey, es hora de ir a dormir, mañana tienes clase.

- ¡Pero mamá! Quiero sentirlo otra vez... ¡Deja que ponga la oreja a ver si escucho algo!
- Cariño ya hemos hablado de esto antes, mamá está muy cansada y necesita descansar. Y tú también, así que venga. Mañana por la mañana vienes a buscarme y le damos los buenos días juntos, qué te parece.
- Está bien... ¡Pero nada más despertarte vienes y me avisas!
- Sin problema, dame un besito. Descansa, hasta mañana trasto.
- Ay... ¡Mamá! - gritó Mateo limpiándose la mejilla.

Antes de acostarse Victoria bajó a por un vaso de leche cuando de repente...
¡SE PUSO DE PARTO!
Siempre a la hora de ir a dormir, vaya faena.

Cuando llegaron al hospital Victoria no podía aguantar más el dolor.
Entró con miedo al paritorio, todavía recordaba lo sucedido en el parto de Mateo. Poco más y no lo cuenta.
Cruzó los dedos para que no fuera la misma matrona que la asistió aquella vez y...

...y mientras Marcelo se tomaba un aperitivo en la cafetería del hospital.
Este hombre no tiene remedio.

Por fortuna aquella noche era otra matrona la que estaba de guardia y después de unos cuantos empujones venía al mundo Alonso Sinblanca.
El cuarto posible heredero de la familia y sexto miembro de la unidad.
Ahora solo quedaba organizarse para poder ocuparse de él y todos sus hermanos.
Gracias al empeño de Victoria y Marcelo el fondo familiar les permitía llevar una vida tranquila y despreocupada pero los chicos necesitaban atención y cariño y el dinero no podía proporcionárselo.
Marcelo decidió tomarse un descanso y después de la publicación de su último best-seller se entregaría en cuerpo y alma a la educación de los pequeños. Así Victoria podría seguir en su puesto de trabajo sin problemas.

Marcelo llegó justo a tiempo para ver el nacimiento de su cuarto hijo... después de haberse zampado una cena para microondas.

De vuelta a casa Victoria estaba con las pilas cargadas así que después del café se encerró en el observatorio para seguir mejorando su lógica, era algo básico.
Marcelo preparó el desayuno para los chicos y una vez hubo terminado de recoger la cocina y limpiar el baño se puso a jugar con el peque de la casa. En un cuarto de hora los chicos se despertarían y conocerían al nuevo miembro, Marcelo estaba exultante.
¿Cómo se tomarían la noticia?

No te preocupes, los chicos estarán encantados de conocerte. Te hemos esperado durante mucho tiempo y ahora por fin estás con nosotros. Me recuerdas tanto a tu hermana Judit... Un poquito más grande quizás. Mi tesoro, no te faltará de nada. Tu padre siempre estará aquí, pase lo que pase para todos vosotros.
Creceréis y alguno de vosotros heredará esta casa y mi legado. Espero que sepáis transmitir a vuestros hijos y a vuestros nietos la importancia de la familia.

La primera en llegar al salón fue Judit.
Nada más abrir la puerta y encontrar a su padre acunando al recién nacido, la pequeña corrió a los brazos de su padre. Por primera vez Judit se mostraba interesada en uno de sus hermanos y parecía querer verlo más de cerca.
No tuvo ningún arranque de ira, no salió corriendo ni dando un portazo, no... Quería coger a Alonso y darle un gran abrazo.
- ¡Papá, es enorme! Y... ¡Se parece muchísimo a mí!
- Sí cariño, sois como dos gotas de agua. ¡Ya tenéis algo en común!

El segundo en llegar fue Mateo.
Su reacción fue emocionante. El lazo que había creado con el pequeño dentro del vientre de su madre era increíble.
Es como si se conocieran de toda la vida, Mateo no cabía en sí de gozo. Aquella pequeña bolita de amor lo había convertido en hermano mayor... ¡Ya podía restregárselo por la cara a todos los de su clase!

Antes de ir al instituto Teresa se encargó de darle el biberón, no podía creer que la familia estuviera creciendo tan rápido.
¡Si la llegada de Judit parece que hubiera sido ayer!

En uno de los pocos momentos de descanso que le dejaba Alonso (el pobre tenía hambre casi todo el tiempo), Marcelo aprovechaba para seguir con sus quehaceres domésticos.
Seis personas en casa ensuciaban mucho más que dos, así que empezó a plantearse la posibilidad de ampliar las habitaciones y de colocar otro cuarto de baño para los chicos.
Teresa y Judit compartían habitación, Mateo tenía la suya propia que dentro de poco compartiría con Alonso. Sería mejor que se pusiera manos a la obra antes de que el bebé de la casa pegara el estirón sin que se dieran cuenta.

El colegio les iba de maravilla.
Judit había conseguido su sobresaliente después de entregar algunos trabajos suplementarios y Mateo había conseguido hacerse un hueco en el patio de recreo. Sus notas mejoraban poco a poco, Teresa siempre le ayudaba con los deberes.
Tanto esfuerzo hacía que llegaran a casa muertos de hambre y asaltaran el frigorífico.

- Así que no tuve ni idea de cuántos platos de macarrones era capaz de comer hasta aquel día - dijo Judit.
- ¡PUAG, si la comida de la cantina es nauseabunda! - exclamó Mateo.
- Es comida ¿no?
- No sabría cómo calificarla realmente...
- ES COMIDA, nadie juega con eso. Y ahora termínate la sopa si no quieres que acabe yo con ella.

Después de que Teresa creciera y pasara a ser adolescente, Anselmo aparecía cada vez menos y siempre bajo la cama de Judit.
El pobre estaba muy triste porque no había podido despedirse de ella ni contarle que una vez que soplara las velas no volverían a verse.
Es la ley galáctica, en el artículo 4/3 del código se especifica que una vez pasada la niñez y si no existen lazos parentales que unan a esa jibia con la cama, esta deberá cerrar el portal y no volver nunca más a manifestarse.
En este caso Anselmo seguía unido a Judit, tenía una coartada para seguir visitando la habitación de Teresa.

Y parece que Victoria tenía otra sorpresa...

- ¡¿EMBARAZADA?! ¿Otra vez? ¡Pero si Alonso es todavía un bebé!
- ¡SORPRESA! Lo sé mi amor, pero mira el lado positivo... ¡El doble de felicidad!
- Claro, claro... De todos modos ha sido buscado al igual que sus hermanos, solo que no lo esperaba tan pronto. Ya podemos ir apretándonos el cinturón porque esta casa dentro de poco será una locura.
- ¡Espero que solo venga uno! - dijo Victoria riéndose.

Podría haber sido antes o después, pero tenían claro que otro bebé entraba dentro de sus planes.
Alonso crecía a pasos agigantados y cada vez daba más trabajo, pero lo conseguirían, igual que lo hicieron con sus otros 3 hermanos.
Además ahora tenían a Teresa, ella podría echarles una mano desinteresadamente.

- Alonso, guárdame el secreto... Dentro de poco serás hermano mayor...

Editado 28 feb 2017 por Fresasconnata

15 abr 2017

¿Dónde está el resto? -buca por todos lados-. Ay, que me ha gustado mucho <3

Me has dado la fuerza que necesitaba para subir un legacy <3

29 abr 2017

On 4/15/2017 at 20:34, Saphy said:

¿Dónde está el resto? -buca por todos lados-. Ay, que me ha gustado mucho <3

Me has dado la fuerza que necesitaba para subir un legacy <3

¡Pues aquí tienes un poquito más para que disfrutes! A ver si tengo tiempo y me paso a terminar de leer tu legacy

CAPÍTULO 11. Otro adolescente más en casa

Spoiler

¡El tiempo corre que se las pela en casa de los Sinblanca!
Alonso había crecido y se había convertido en un niño alegre y espontáneo que hacía las delicias de sus padres con su carácter tranquilo y afable.
En poco tiempo había hecho amistad con varios chicos del colegio, en especial con Daniel, su compañero de pupitre.
Había adquirido el rasgo activo y la aspiración diablillo inquieto (al igual que Judit y Mateo).
Pasaba casi todos sus ratos libres colgado de las barras o el barco pirata del parque.

A Alonso no le gustaba estar solo. En compañía de su hermano Mateo o de David, vivía las más emocionantes aventuras.
Pero había algo en casa que perturbaba todo su mundo...

- ¡Me has dicho que me lo prestabas! ¡Mateo está de testigo! - dijo Judit empujándolo.
- ¡NO ES VERDAD! ¡Además no puedo dejártelo, si no cómo voy a repasar para el examen de mañana?
- ¿Entonces no me lo vas a dar? ¡MAMÁ!
- Me da igual que llames a mamá, el libro es mío y lo necesito... ¡No haberte dejado el tuyo en clase!
- Ni hibirti dijidi il tiyi in clisi... CEREBRITO - dijo Judit con tono de burla.
- Yo por lo menos tengo amigos, a ti nadie te quiere porque estás pirada.

- ¿Amigos? ¿TÚ? Já, a quién llamas tú "amigo"... ¿Al rarito ese que viene todos los días después de clase?
- ¡Retira ahora mismo lo que has dicho!
- ¡RAAARITO, RAAARITO! Es otro marginado como tú, se habrá acercado a ti por pena. Estará muerto del asco.
- Eres insufrible Judit, NO TE AGUANTO.
- Pues tendrás que ir acostumbrándote porque soy tu hermana mayor y soy yo la que manda. Así que atiende...

Judit era muy dura con Alonso porque veía en él ese carácter, esa chispa, que ella podía encender a su antojo... y aquello, francamente, la divertía muchísimo.
Eran capaces de pasarse horas discutiendo a grito pelado.
Desde que Teresa pasó al instituto apenas tenía tiempo para los berrinches y las bobadas de Judit, así que ésta última volcaba toda su frustración con el benjamín de la casa.

Lo normal era que Marcelo intercediera y pusiera tierra de por medio para que las aguas volvieran a su cauce.
Pero Judit era una artista del engaño capaz de convencer a su padre de que todo estaba en orden, de que solo era un juego.
Total, no le hacía daño a nadie.
- Sabes que no me gusta que discutáis...
- ¡Pero papá, solo estábamos hablando! Alonso es muy sensible, no puedo decirle nada, piensa que lo estoy atacando.
- Quizás deberías suavizar un poco tus formas, tu hermano no es el único que se queja de ese temperamento tuyo.
- Sí, bueno... Pero no lo hago queriendo - dijo Judit medio sollozando.
- Ven aquí pequeña, no quiero verte llorar. Intenta ser más amable con tus hermanos, eso es todo.

- Sí papá...
- Increíble, ha vuelto a conseguir que papá no la castigue. Es la reina del drama - pensó Alonso.

El embarazo de Victoria seguía su curso y el primer trimestre se hizo más que presente.
Esta vez estaba siendo un poquito más complicado, quizás el trabajo, la edad o los cuatro embarazos consecutivos habían conseguido acabar con toda su energía. Después de la cena no le daba tiempo ni a subir las escaleras.
- Cada vez lo ponen más difícil estos de la tele... ¿Pero quién va a saber qué es "molusco gasterópodo provisto de concha espiral con rayas pardas transversales que alcanza una pulgada de longitud y es muy común en la Europa meridional"?
- ¡SAPENCO! - gritó Marcelo dando un brinco en el sofá.
- Me das miedo papá...

Pero miedo era lo que iba a pasar aquella noche Alonso...
Una espesa niebla empezó a formarse debajo de su cama y de ella juraría que sobresalían algunos largos y repelentes tentáculos.
Poco a poco aquel ser fue adueñándose de la habitación hasta el punto de despertar al chico con sus ruidos.
Extrañado, Alonso se incorporó y tímidamente miró debajo de la cama...

- ¡SOCORRO, SOCORRO! ¡Hay algo debajo de mi cama! ¡SOCORRO! ¡Despierta Mateo!

Mateo nunca antes había visto nada igual, pero sabía lo que era... ¿O debería decir QUIÉN era?
Judit y Teresa le habían hablado mil veces acerca de Anselmo, aquella jibia marina que se aparecía de madrugada en su habitación y con la que jugaban hasta casi la hora del desayuno.
Pero por mucho que Mateo intentara explicarle a su hermano la situación, éste no hacía más que temblar y quedarse allí de pie como un pasmarote esperando que aquella cosa se marchara para poder seguir durmiendo.

- ¡Vamos Alonso, ya ves que no hace nada, solo quiere jugar contigo un rato!
- ¡Pero yo no! Necesito dormir y con "eso" ahí debajo no podré pegar ojo...
- No seas exagerado, ven, intenta hablar con él.
- ¡Ni en sueños! ¡Voy a avisar a Teresa ahora mismo! - dijo Alonso saliendo de la habitación.

Teresa sabía que no servía de nada forzar la situación y que la primera vez que conoció a Anselmo reaccionó de la misma forma, así que se limitó a rociar con agua los bajos de la cama para que la jibia dejara descansar al pequeño.
Ella ya no podía verlo pero le hacía muchísima ilusión que hubiera elegido la cama de Alonso para aparecerse, eso le demostraba que pese a todo seguía guardando sus dibujos y pensando en ella.
Anselmo volvería y había que preparar muy bien al pequeño para que pudiera crear un lazo tan fuerte y mágico como el que mantenía con Teresa.

Mientras tanto el pequeño olvidaba la perturbadora experiencia vivida la noche anterior jugando con su mejor amigo.
Pero... ¿Qué hacer? ¿Debería contarle lo de aquel calamar gigante debajo de su cama? ¿O lo tomaría por un loco?
Mejor mantener la boca cerrada para no convertirse en el hazme reír de la clase, ya tenía suficiente con ser el hermano de Judit y que todos lo supieran...

A Mateo le encantaba la lectura y estar con Marcelo... ¿Entonces qué mejor que leer con su padre?

El pequeño se sentaba en el suelo y escuchaba atentamente a su padre. Lo admiraba tantísimo... ¡De mayor quería ser como él, lo tenía decidido!
- Patricio Monchurresco nunca ha olvidado la promesa rota por Consorte Capulleto. Pero ahora Romeo, su nieto, el chico mimado de los Monchurresco, se ha quedado prendado de la heredera de los Capulleto. ¿Vivirán los ancianos lo suficiente para ver a las dos familias unidas? ¿Podrán los Capulleto dejar a un lado su rencor y anteponer la felicidad de Julieta?
- Wow, la historia de Villa Verona es alucinante...
- Sí, desde luego. Algún día tendré que enseñarte un poco más de Vista Gentil, de allí son nuestros antepasados - dijo Marcelo emocionado.

La pequeña Judit iba a dejar de ser tan pequeña para convertirse en el terror del instituto...
¡Había conseguido completar su aspiración y además ese sobresaliente en su boletín le aseguró el notable en su primer trimestre de curso!

Un niño menos del que preocuparse, ahora que Judit había pasado a ser adolescente ya era capaz de valerse por sí misma y al mismo tiempo echar una mano en casa.
Y Victoria la iba a necesitar, ya casi estaba a punto de dar a luz y cada vez se complicaba más la cosa...
- ¿Mamá, estás segura de que viene solo uno?
- No lo sé hija, no lo sé... Solo tengo ganas de que todo esto acabe de una vez.

El embarazo de Victoria despertaba mucha curiosidad entre los más pequeños de la casa.
¿Cómo iba a salir de ahí el bebé? O mejor dicho... ¿CÓMO había llegado hasta ahí?
Parece que en clase de Alonso estaban estudiando la reproducción humana esta semana y venía cargado con todas las respuestas.

- ¡Y así es como se hacen los bebés! - dijo Alonso riéndose.
- ¡¡PUAAAAAAG!!

Editado 29 abr 2017 por Bluette

4 may 2017

CAPÍTULO 12. Parto con sorpresa...

Spoiler

Parece que ya había llegado el momento...
Victoria iba a dar a luz al quinto miembro de la familia Sinblanca (y posiblemente el último). Estaba muy tranquila, después de cuatro partos ya poco podía impresionarla.
Todo había ido de maravilla en el embarazo aunque el último trimestre hubiera resultado especialmente duro dado el tamaño del vientre y la dificultad para conciliar el sueño por las noches.
¡No había forma de tumbarse, solo daba vueltas en la cama!

En la sala de parto les esperaba una jovencísima obstetra que haría el papel de matrona y guiaría el alumbramiento.
Aunque esto tampoco es que tranquilizara mucho a Marcelo...
- ¡Tranquilícese señor Sinblanca o tendré que pedirle que abandone la sala!
- ¡¿QUÉ PASA?! ¿Algo va mal, es eso?
- ¡NO! Todo va según lo previsto, su mujer está consciente y los bebés esperan pacientemente su turno para salir.
- ¿Cómo... ufff... los bebés? - dijo Victoria resoplando desde la camilla.
- ¡Sí, dos preciosas niñitas así que saque las garras y apriete fuerte los dientes porque ya vienen!

En dos empujones llegaba al mundo Martina y algunos minutos después su hermana Lucía.
Dos hermosas mellizas que cambiarían por completo la vida en la casa legacy.
Desde luego mi intención era llegar a tener 6 hijos y lo conseguí antes de tiempo y sin utilizar ningún truco o recompensa. Estaba tan sorprendida y al mismo tiempo tan asustada del trabajo que se me venía encima...
Ocho miembros en la unidad doméstica; dos adultos, dos adolescentes, dos niños y dos bebés.
¡Para montar una fiesta!

Pese a la dificultad y el duro trabajo que daban aquellos dos pequeños saquitos de amor, todos los hermanos se volcaron en la crianza y ayudaron a sus padres con los quehaceres domésticos.
Era el momento perfecto para arrimar el hombro y disfrutar de las últimas incorporaciones de la familia.

- ¡Me encanta el papel que has elegido mamá, es una monada! - dijo Teresa emocionada.
- No pensaba hacer una habitación para estos dos angelitos pero viendo que no caben en la nuestra...
- Aquí estarán de lujo mamá, además de tener espacio están justo al lado. No te preocupes, sé que es muy importante para ti pero aquí estarán bien atendidas... ¡No les faltará nunca un achuchón, será por hermanos!
- Sí, la verdad es que no podrán quejarse, siempre estarán en brazos de alguien - sonrió Victoria más calmada.

Pero no todos tenían la misma maña con las pequeñas...
- ¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAH!
- ¡Shhh pero no grites! ¿Dónde demonios tiene el bicho este el botón de apagar?
- Tienes que tener paciencia Judit, sobre todo con Lucía. Además ya casi es la hora de comer, estarán muertas de hambre - dijo Victoria riéndose.
- Y yo que venía a daros la bienvenida... ¡Ya volveré cuando tengáis el estómago lleno, glotonas!

Podían pasarse horas observándolas en sus cunas o tomándolas en brazos...

Los dos chicos de la familia descubrían cosas nuevas...
- Vaaaya, así que esto es un bebé - dijo Alonso sorprendido.
- Sí, hasta hace poco tu eras exactamente igual, una máquina de hacer popó.
- ¡No es verdad! - gritó cada vez más enfurruñado.
- Claro que sí, todos nos lo hacíamos encima, pero pasó hace tanto, tanto tiempo que se nos ha olvidado. ¡Pregúntale a mamá!
- ¡Pues claro que se lo voy a preguntar!

Y un adorable Marcelo se deshacía abrazando a sus pequeñas.
Su sueño de una familia grande se estaba realizando, nada más y nada menos que seis hijos, seis hermanos... Seis posibles herederos.
Habían construido algo tan grande que en un futuro ninguno de ellos podría llegar a sentirse solo. Siempre estarían rodeados y arropados por los suyos, nunca faltaría amor en casa de los Sinblanca.
¡Bienvenidas Martina y Lucía!

- Al final no pudimos exponer a tiempo y mañana a primera hora tendremos que hacerlo. Lucas ha llegado tarde por culpa de su hermano, ese tal Gerardo, creo que va a tu clase. Resulta que está trabajando en la cafetería del barrio y se pega unos madrugones... Total, que se ha quedado durmiendo abrazado al expositor y no ha llegado a tiempo para recogerlo. Al final el pobre Lucas ha tenido que venir a pata.
- Un momento... ¿Qué Gerardo? ¿Gerardo Tristán?
- Sí... Supongo.
- ¿Que Gerardo Tristán está trabajando en la cafetería y yo pierdo mi tiempo durmiendo cuando podría estar ganando una pasta? - dijo Judit frotándose las manos.
- Bueno, tanto como una pasta... ¡A veces te dejan llevarte las medianoches si se ponen duras!

Marcelo no escuchaba la conversación, estaba completamente absorto en la cocina.
Últimamente había retomado su carrera y empezaba a escribir con más frecuencia. Montones de ideas se agolpaban en su cabeza y apenas lo dejaban pensar con claridad... Si a todo esto además le sumamos el hecho de casi no pegar ojo con las mellizas, pues tenemos la combinación perfecta.

Los pagos seguían llegando pero habían menguado desde que se cogió aquella "excedencia" para cuidar de los chicos.
Ahora que estaban más mayores y con la ayuda de Teresa y Judit, él podría continuar escribiendo en sus ratos libres.
Seguían teniendo un buen colchón económico, pero eran ocho... ¿Sabéis lo que comen OCHO sims durante el día? ¿Sabéis lo que cuestan las raciones "de fiesta"? ¡Marcelo no daba a basto!

Definitivamente Judit no iba a ser menos que el tal Gerardo... Lo primero que hizo fue revisar todas las ofertas de empleo a media jornada que había disponibles.
- Mozo de almacén, no... Empleado de comida rápida, tampoco... ¿Canguro? Pfff, ni hablar... ¡Aquí está! ¡Empleada de cafetería!

Aceptaron su solicitud, debía presentarse por la mañana bien temprano en el local...
Tenía que madrugar muchísimo para poder completar su jornada y estar de vuelta a casa a la hora del desayuno, comer algo rápido y correr al instituto. Pero a Judit no le daba ningún miedo... ¡Ni pereza!
Además su nuevo trabajo le permitiría desarrollar la habilidad de cócteles y así completar su aspiración de ser "coctelera maestra".

Yo la veía más centrada que de costumbre y esto gustaba en casa de los Sinblanca... y a mí también, para que engañarnos.

Los chicos seguían con sus estudios y avanzando en sus habilidades.
Mateo estaba volcado en la astronomía y podía pasarse horas en el observatorio... ¡Había conseguido cumplir la aspiración "lumbrera infantil"!
*Decidí que Mateo tomara un camino diferente a sus dos hermanos, Judit y Alonso, y probara suerte con la lógica (ya que tiene el rasgo perfeccionista y me parecía interesante). Así que decidí cambiar su aspiración y menos mal porque llegó justito para cumplirla.

Teresa también seguía formándose para convertirse en un "genio musical" y había decidido continuar con el violín... Aquel instrumento que tanto la hizo disfrutar cuando era pequeña.
Era la primera de la clase y la envidia del último curso. Ya le quedaba poco para convertirse en joven adulta y empezaba a hacer planes para los próximos años.
¡Cómo pasa el tiempo, si parece que fue ayer cuando Marcelo la mecía en sus brazos!

Por lo demás la casa legacy seguía como de costumbre...
¡Hecha un auténtico desastre!