nuevo capítulo 【The Error】

[GabrielyMr 5]

"La vida da rumbos inesperados,

nada tiene un sentido en realidad,

todo pasa al azar...

Si tienes suerte, todo saldrá bien."

 

 

Nada es lo que parece:

Cuando llega esa edad en la que quieres tomar rumbo a tu vida, en la cual te liberas de tus padres, cuando descubres el amor, el odio, el engaño, alegrías y tristezas que hasta ahora habías ignorado. Pronto te das cuenta que nada es lo que parece, la vida da muchas vueltas,  es momento de ver si eres capaz de soportarlo. Cuidado, no queremos que termines lejos... Como a dos metros bajo tierra. 

 

 

Advertencias 

 La siguiente historia contiene relaciones heterosexuales, homosexuales, violencia, maltratos, escenas de sexo y muerte que pueden afectar y disgustar a las personas mas sensibles, se recomienda discreción. 

 La historia será larga y abarcará diversos temas, algo así como una telenovela,  apenas comienza, no se hasta donde iré, así que pueden estar comenzando a leer una novela de 100 capítulos, o una pequeña historia de 20. 

Listado de Capítulos

 

 

 

 

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Editado 21 nov 2015 por GabrielyMr

[tedtaki 1.392]

Que interesante, tiene pinta de que va a ser una historia con muchos rumbos, desde el amor y todas esas cosas juntas de la vida. Además, me gusta mucho que el protagonista sea un chico, todos al escribir historias siempre usamos de protagonista a una mujer (yo soy más de usar los dos sexos) y si tu protagonista es un chico yo lo voy a seguir xD además es un muy guapo :3 

Editado 20 nov 2015 por tedtaki

[GabrielyMr 5]

 

 

 

—    20 de Noviembre de 2015, 6:30 Pm —

 

Era un anochecer aparentemente tranquilo, esta historia apenas estaba comenzando, pero ya daba vueltas en la mente de nuestro joven protagonista, ¿Acaso tan fácil de perturbar es la mente de un mortal? Tal vez nunca se sepa el origen de esta historia, aunque tampoco es que venga mucho al caso, el pasado es eso… Pasado, y nunca cambiará.

 

En aquella noche especial, con el frío clima nocturno, Caio se encontraba más pensativo que lo usual,  pero una pequeña voz comenzaba a interrumpir sus pensamientos. Comencemos con la que más llama la atención en esta historia,  si, la pequeña chillona que alegremente hablaba y hablaba, una chica que apenas cumplía 18 años y se había ido a vivir con su mejor, su nombre es Alice, es la dueña de una agradable sonrisa y una voz… Bueno, digamos que tiene una voz que se escucha muy a menudo.

 

 

 

 

 

 

 

—Entonces yo le dije: “Si quieres podemos tomar algo este fin de semana después de mi espectáculo” El parecía estar nervioso… —Ella se detuvo, simplemente para mirar a su buen amigo, aquel que veía como a un hermano mayor, de esos sobreprotectores que siempre estaban ahí para ayudarla, pero en aquella ocasión al parecer no era el caso, pues el joven que tenía en frente estaba simplemente perdido en las nubes. — Y entonces me tomo en sus brazos y dijo, ¡Caio Caio, volveré por ti amor mío! –Y luego de dejar salir aquello simplemente estalló en una sonora risa, claro, aquel grito no había pasado desapercibido.

 

 

 

 

 

 

 

 

Aquel joven muchacho de ojos color esmeralda, que hasta hace pocos minutos yacía sumiso en sus pensamientos e ignorando completamente la historia de su buena amiga, ahora sacudió la cabeza un par de veces antes de dejar salir un suspiro algo pesado. Bajo la mirada, en verdad había estado tan perdido que no podía ni recordar la última palabra que había salido de los labios de su amiga, excepto aquella última frase que hacía que recobrara sus pensamientos, aquello que desde hacía unas horas lo tenía completamente distante, no era un algo… Era un él.

 

 

 

 

 

 

—En verdad no me lo estoy imaginando, Alice… Yo sé lo que vi, lo que sentí. — Caio era un joven de ya 20 años, aunque su apariencia y actitud algo infantil en realidad hacían que parecía apenas un adolescente, el hace pocos meses se había mudado de casa de sus padres para comenzar su propia vida en esa que era la ciudad donde había pasado su infancia, y desde hacía dos semanas había convidado a su buena amiga para hacerle compañía, no era muy amistoso… A quien engañamos, él era un completo solitario, el ejemplo mismo de antisocial y cerrado. —Lo que paso… No puedo olvidar lo que paso… Fue…

 

 

 

 

 

 

 

— ¿Increíble? Caio… Lamento bajarte tan bruscamente de tu nube pero aquello no paso de un sueño… Un sueño, ¿sí? Fue un golpe muy fuerte.

 

— ¿Cómo puedes decir que fue apenas un golpe? Tampoco es que estuviera loco… Lo recuerdo tan claramente…

 

—Lo sé, y por eso no me prestas atención… —Ella soltó un suspiro para provocar que su amigo callara, luego prosiguió en tono maternal, cariñoso. — Te enamoraste de un chico que inventaste, tal vez para rellenar ese deseo de estar solo… Caio, es momento de aterrizar… Olvida lo que pasó anoche, olvídalo…

 

 

 

 

 

 

-Olvidar… —Repitió él, en realidad, aquello no había sido una buena jugada, pues solo hizo que recordara aquel momento… Aquel increíble momento.

 

 

 

 

 

 

 

 

—FlashBack—

 

*~Caio~*

 

Creo que ya iban a ser las cuatro de la tarde cuando la energía comenzó a follar, esta es una casa antigua, perteneciente a mis ya difuntos abuelos, es en verdad muy difícil mantener todo en orden, cuando no es una cosa, es otra. Ya fui preparado para cambiar los fusibles, al menos ya los había comprado, no era nada difícil a decir verdad.

 

Recuerdo que estaba a punto de terminar cuando sentí algo caliente… Pero muy caliente en mi mano, que paso por mi cuerpo, antes de simplemente no sentir nada, era como estar dormido… Quien sabe, podía haber estado así minutos, horas, días…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Supongo que en parte aquello me gustaba, no ver nada, no escuchar nada, no decir nada… Y sentirlo todo, era algo relajante, tal vez, luego de meses intentando acostumbrarme a esta nueva vida, esto era lo que necesitaba, un momento relajante, en el cual podía dejarme llevar. Poco a poco las sensaciones volvieron, para mi tristeza, lo primero que sentí fue que estaba en el piso,  luego el increíble dolor por todo mi cuerpo, finalmente la luz vaga del sol obligándome a abrir los ojos, hubiera preferido seguir con estos cerrados, pero menos mal llegue a abrirlos.

 

 

 

 

 

 

Me pregunto ahora si es cosa del destino, o si todo fue al azar, tal vez estábamos destinados a encontrarnos, esto es de locos en verdad, pero ahí estaba… Lo primero que llegue a sentir fue una mirada tranquila, tal vez seria, cuando mis ojos lograron encontrar a la persona que me miraba de aquella manera lo primero que vi fueron unos mocasines negros… Un pantalón del mismo color, ¿Quién usa algo así en estos días calurosos? Fue lo primero que pensé, luego razoné un poco más, ¿Por qué había entrado a mi casa? ¿Acaso se trataba de un ladrón? La cabeza me daba vueltas, seguramente debido al golpe.

 

 

 

 

 

 

 

Me quede mirándolo por unos pocos segundos, me di cuenta que además de los pantalones también tenía una manga larga negra, ¿acaso ese chico no sentía calor? Mirarlo me producía una mezcla de calma y miedo, llevaba unos lentes de sol, tal vez lo único que cuadraba con la temperatura de aquella tarde. No podía negarlo, aquel chico era claramente muy atractivo,  muy… Raro, también.

 

 

 

 

 

 

Luego de algunos vagos segundos al fin se atrevió a ayudarme, pude sentir sus manos, no eran suaves como me hubiera gustado, eran frías y un poco ásperas, como si hubiera trabajado en el campo o en algún trabajo muy pesado que necesitara de las manos y la fuerza todo el tiempo. Yo me tambaleaba idiotamente, aunque intentaba dar una buena impresión, ¡Vaya impresión! Si parecía un borracho que luchaba por mantenerse de pie. Lancé un suspiro, una vez más estable, levanté la mirada para poder ver a quien me enfrentaba, y si sus intenciones eran buenas o rozaban lo perverso.

 

 

—Gracias por ayudar… ¿Cómo te llamas? —Era la primera vez que hacía un intento para comenzar una conversación, no sabía que había pasado, pero tal vez estaba frente a la persona que me había salvado, o frente a aquel mismo que me había atacado, era todo un enigma. En una mirada rápida alcancé a ver la caja de fusibles, estaba intacta, como si nunca la hubiera abierto, una mirada rápida a aquel chico y paso lo impensable.

 

 

 

Recuerdo muy bien el peso de sus labios sobre los míos, robándome el aliento de tal manera que mi corazón se aceleraba, era la primera vez que besaba a alguien, y ese alguien era un completo desconocido, sin duda me asustaba un poco, en especial por que no podía moverme, mi cuerpo estaba débil, y lo único que podía hacer era confiar en un extraño que había entrado a mi casa sin mi permiso, que suerte la mía.

 

 

 

 

 

 

 

El beso había sido muy… Superficial, aunque las lento de lo que yo pensaba, acabé solo cerrando los ojos para esperar que se separara, y así fue, entonces escuché esa voz grave y melodiosa que hasta ahora resuena en mi mente.

 

-Vendré por ti, Caio. – Aquel hombre de apariencia tan rara me tenía entre sus brazos, yo lo miraba, apenas si lograba mantenerme despierto mientras  ese calor tan… Acogedor,  rodeaba todo mi cuerpo y como antes, me hacía simplemente caer, cerrar los ojos, y sentir esa levedad que había sentido apenas minutos atrás…

 

 

 

 

 

 

Creo que eran las diez cuando desperté en la habitación, Alice me dijo que nuestro amigo Felipe había venido y me había llevado hasta la cama, una vez le dije que estaba bien me dejo descansar… Mi mente en ese momento estaba tan confusa, aun así, recuerdo todo con claridad. Sé que no soñé con aquel hombre, tal vez, tal vez era una señal… De algo, de alguien.

 

 

 

 

 

 

 

—Fin del FlashBack—

 

 

 

— ¡Caio! — Nuevamente la voz de su mejor amiga hacía que el joven azabache se despertara de sus pensamientos, sacudiera levemente la cabeza y suspirara, sin duda estaría así un tiempo, había sido algo muy fuerte, que su buena amiga pensaba que era cosa de la mente de aquel chico tan solitario. — Ya está oscureciendo, tengo una cita. Si quieres comer algo creo que hay macarrones instantáneos por ahí. ¿Ok? Por favor deja de soñar con tu chico ese… Quemarás la casa.

 

Ella rio a lo que Caio avergonzado asintió mientras se levantaba, en verdad si estomago lo delató, tenía hambre, ya iban a ser las siete, y  al no haber dormido bien la noche anterior decidió ir a prepararse algo de comer y finalmente iba a caer rendido en la cama, para pensar claro está, en aquel hombre que movió todo su mundo en el corto plazo de un día.

 

 

 

 

 

 

A diferencia de Alice, el joven Caio era introvertido, y mientras su amiga cantaba todas las noches en eventos para traer dinero a casa, él lo hacía de otra manera, escribiendo poesías y en ocasiones pintando uno que otro cuadro, era bueno en eso, pero no es que lo disfrutara en realidad. La cocina por otra parte… Bueno, era algo que disfrutaba, pero no lo hacía bien.

 

Aunque… Ese día en especial, sentía que no estaba… Solo, en aquella cocina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Editado 20 nov 2015 por GabrielyMr

[Hechulera 165]

con ganas de leer mas!!

[Merchedj 3.915]

Un capítulo bastante extraño. Espero que se vayan aclarando algunas cosas en los próximos.