encuesta De Becarios en la Tele (Cap. 2x02 (05/12))

[Rober 423]

Vale he tardado medio año en hacer un segundo capítulo de temporada, pero no era mi idea... jajaja He estado bastante liado y este capítulo además me ha salido más largo de lo que quería, pero finalmente ha salido algo de lo que estoy muy contento, como siempre comienzo respondiendo a todos los comentarios.

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On 27/7/2016 at 16:12, Merchedj said:

Qué alegría me ha dado ver de nuevo a nuestros protagonistas. Demasiado largo para comentar. sólo que veo a la alcaldesa cada vez más odiosa y espero que no la vuelvan a elegir. Muy buen trabajo, Rober. 

Muchas gracias por pasarte y leer siempre Merche :)

On 27/7/2016 at 16:47, Despeinado said:

" La semana que viene te prometo que la arreglo" 

Me da gracia la relación de Aqua y Rafa, él segundo parece el hijo del primero.

Me gusta el nuevo corte de Elisa, siempre mi favorita 

Una de "Las Acaloradas" es muy parecida a Mina jajajaja

Silvia como siempre robándose el protagonismo del capítulo, me pregunto cuánto tardará en pelearse con su suegra jaja.

Muy bonita te quedó al feria, no sé si la descargaste o la hiciste vos pero me gustó.

Jajjaja el chiste de Aitor me mató.

Muy buen primer capítulo de la temporada Rober, muy cargado, el final me dejó con ganas de ver qué pasa ahora que se suma la madre de Tami, creo que esto va a estar divertido jaja 

 

PD: Creo que te confundiste y queriendo poner capítulo 1 pusiste capítulo 7 

Jajaja me veo tan reflejado en la relación de Rafa y Aqua jaja La feria la hice yo Des, y lo del capítulo lo hice queriendo porque es el capítulo 7 de la historia en general.

Como siempre muchas gracias por pasarte y leer, me da mucha alegría que sigas fiel a la historia.

On 30/7/2016 at 21:41, Axorya said:

¡Robeeeeer! ¡He vuelto!

Vale, después de mi ilusión por haber vuelto, te aviso de que soy Nhaidala pero por problemas y todo he tenido que cambiar de cuenta, pero aquí me tienes de nuevo. ¡No te vas a librar tan pronto de mí y mis comentarios. Ya quería volver para leer tus historias y todo.

Adoro ver a Esther vestida de esa forma y tan feliz al lado de Rafa, aunque tiene razón sobre la casa xD tienen que hablar un poco sobre cómo arreglar una casa y mas, si Ali y Aqua van a tener al bebe. ¡AQUA VA A SER PADRE! Soy feliz *----* quería ver a Ali y Aqua con su retoño y felices de una vez. Madre mía... que cabreo llevaba encima Rafa... esto no sé yo si va a terminar bien.

Silvia estaba preciosa con la ropa aunque es como yo cuando me estoy arreglando, nunca estoy contenta y Héctor me recuerda a la gente que siempre tiene que estar apartándome del espejo para que no tarde más xD

Me encanta ver a Alicia con esa barriguita y esa ropita, está de lo más mona *-* Parece que las cosas entre Silvia, Héctor, Rafa, Aqua y Ali... siguen de lo más tensas. Elsa esta súper mona con ese pelito tan cortito *-*

La pobre Tamara está hasta arriba de trabajo menos mal que Rafa y Aqua están allí para ayudarla, al igual que todos los demás... si no creo que Tami se queda sin madre del estrés xD

Espero que Adri pueda tener la custodia de su hijo, se lo merece y sé que Fátima quiere al niño, Eva espero que deje de dar problemas y todo salga bien en el juicio.

Oh, oh, creo que Silvia va a tener problemas con su suegra... no me está gustando nada la forma en la que está comenzando eso... me parece que las cosas irán mala para Silvia con ella.

Parece que la noticia del amigo de Tami no le ha sentado demasiado bien a Pedro... la verdad es que este chico me da un poco de pena...

Dios, pero mal me cae Germana de verdad, no la aguanto y menos cuando trata mal a los demás como a Tamara, ojala le pase algo xD Los que abuchean a Germana me caen de lo mejorcito xD la odian igual que yo xD Parece que las cosas para las elecciones pintan muuuuuy mal para ella.

Pero qué guapa esta Ali con todo lo que se pone, aunque me encanta lo empalagosos que se ponen Aqua y ella, son muy monos xD

¡Agh! No puedo con Eva la odio con toda mi alma, no puede hacerlo eso a Adri. ¡No puede! ¡Tiene que conseguir la custodia de su hijo, es oficial!

Me está empezando a dar pena Silvia... veo que Héctor quiere mucho a su madre y que la pobre va a tener que sufrir demasiado.

Eva es una hipócrita, aunque Aitor le ha dado un susto de muerte a su padre xD No quiero que Eva este más cerca del niño ni de Adri... ¡la odio! Y adoro que el niño se vaya a quedar con su padre, no parece que a su madre le haya importado demasiado.

Axorya, Nhaidala, ya no se como llamarte jajaja Fuera de bromas, soy fan de tus comentarios en mis historias, me sientan superbien porque veo que las lees con muchas ganas y eso me da mucha energía, espero que sigas disfrutando de este segundo capítulo de temporada.

 

Y ahora sí, llega el capítulo 8, o el 2 de la Segunda temporada.

Capítulo 8

Vacaciones de verano

Spoiler

_ Rafa tampoco es para tanto._ intentaba tranquilizarlo Aqua mientras caminaba aprisa tras él.

_ Recuerda que estoy embarazada y no puedo correr tanto._ comentaba Ali.

_ Si no os quedarais siempre dormidos no tendríamos que correr y no acabaría todas las mañanas con este humor de perros._ refunfuñó el chico de las gafas mientras empujaba la puerta del ayuntamiento. Aquella mañana su jefe les había mandado un mensaje pidiéndoles que se reunieran en el salón de plenos del ayuntamiento. Rafa se imaginaba que el asunto tendría algo que ver con que el andamio que cubre la fachada del edificio de la televisión continuaba en su sitio.

_ Tú te podrías haber venido antes si hubieras querido._ se atrevió a decir el peliazul.

_ Claro, sin peinar, ¿no?

_ Me quedé dormida en la taza del wáter, ya sabréis lo que es estar embarazada.

_ Lo dudo mucho Ali._ respondió Rafa mientras comenzaba a subir las escaleras del ayuntamiento.

_ Cambia ese humor tio, que te vas a hacer viejo muy pronto._ le pidió su amigo.

_ Me vais a hacer muy viejo._ le corrigió este.

Mientras tanto, en el despacho de la Señora Alcaldesa, esta y Benito dialogaban plácidamente.

_ ¿Cuándo recibiremos contestación entonces?_ insistió Germana.

_ No quieren dar una palabra definitiva hasta que las obras hayan finalizado, pero esto está hecho, no tengo dudas.

_ ¿Cómo estas tan seguro?

_ Digamos que es una intuición que tengo.

_ En los negocios no hay intuición Benito, hay firmas y contratos, sino todo queda en agua de borrascas.

_ Puedes estar tranquila, hazme caso.

_ Lo haré, hasta ahora no me has defraudado querido.

_ Bueno, será mejor que vayamos ya al salón, ya deben de haber llegado todos._ dijo el director de la televisión.

 Y no se equivocaba, Rafa, Aqua y Ali acababan de llegar al salón donde ya esperaban todos sus compañeros sentados en los diferentes asientos destinados habitualmente para los concejales del ayuntamiento.

Justo cuando se sentaron entraron en el salón Benito y Germana, seguidos por el guardaespaldas de esta. Benito tomó el asiento que solía ocupar la alcaldesa, y ella se sentó junto a él.

_ Queridos trabajadores._ comenzó a decir el director, pero una pequeña tos hizo que tuviera que interrumpir su discurso._ Perdonadme, quizás os estéis preguntando porqué estamos realizando esta reunión en este lugar en vez de hacerla en nuestra instalaciones. La respuesta es fácil, seguimos en obras.

_ ¿Cómo?_ se extrañó Héctor.

_ Las obras han variado levemente respecto a su proyecto inicial y por lo tanto tardarán un poco más de lo previsto._ aclaró Benito.

_ Pero entonces, ¿cómo vamos a trabajar?_ quiso saber Elisa.

_ Bien, hay quería llegar, he estado reunido con la señora alcaldesa…

_ Presente._ sonrió Germana.

_ Exactamente. Como decía, hemos estado hablando y hemos creído que lo más conveniente era que toméis este mes de vacaciones para que podamos volver a emitir a principios de Agosto.

_ Es decir, que este mes nos vamos todos de vacaciones._ quiso aclarar Pedro.

_ Así es, desde hoy mismo comienzan sus vacaciones hasta el próximo 1 de Agosto._ sentenció Germana, interrumpiendo a Benito, y ante el murmullo del grupo de trabajadores de la televisión.

_ Bueno, sin más, que tengan todos y todas unas felices vacaciones y vuelvan con las pilas repuestas para una nueva era en nuestra televisión._ dijo Benito mientras se levantaba del asiento, acto que imitaron los demás, saliendo de aquel salón de plenos.

_ ¿Cómo?_ preguntó incrédula Esther cuando Rafa le contó la historia por teléfono.

_ He estado hablando con los chicos y les he invitado a venir al pueblo, a casa de mi madre, a pasar el fin de semana y comenzar con buen pie las vacaciones._ le dijo su novio por teléfono.

_ ¿Este fin de semana ?

_ Si claro.

_ Este fin de semana me es imposible Rafa, ¿por qué no me has preguntado?_ preguntó indignada la policía.

_ Cariño, pensé que este fin de semana te tocaba librar, ¿estás segura de que no hay forma de que no trabajes?

_ Segurísima, tenemos una investigación importante abierta y no puedo ausentarme._ le explicó Esther._ Bueno, tengo que dejarte, ya hablamos en casa.

_ De acuerdo mi vida, te quiero._ dijo Rafa, pero a su novia no le dio tiempo a escucharlo, porque enseguida el becario oyó el pitido que indicaba que la llamada había finalizado.

Mientras Rafa colgaba el teléfono, una mujer joven, de aspecto elegante y mirada altiva, entró con paso decidido en el salón del que acababan de salir los trabajadores de Local TV, y con sus ojos castaños cargados de rabia apuntó con su dedo hacia la mismísima alcaldesa.

_ ¿A qué estás jugando Germana?

_ ¿Perdón?_ A la primera edil le había pillado aquello de improvisto, sin duda alguna no esperaba recibir esa visita tan agitada de su oponente más directa, la líder local del partido de la oposición.

_ Sé de primera mano lo que pretendes hacer con la televisión local._ le informó ella.

_ No sé de qué estás hablando Laura._ le respondió Germana.

_ Estás pensando vender la televisión, y no desde luego buscando lo mejor para el pueblo.

_ ¿Cómo te atreves a decir eso?

_ Lo sabía, eres incapaz de negarlo._ sonrió Laura.

_ ¿Pero hace falta que lo niegue? ¿Tan desequilibrada estás?_ preguntó la alcaldesa.

_ Y ahora pasamos al insulto, no me sorprendes querida, pero quiero que sepas que no pienso quedarme quieta, esto, no va a quedar así Germana.

_ ¿Me estás amenazando?

_ No, te estoy diciendo que tú sola vas a cavar tu propia tumba porque el pueblo va a saber la verdad._ sentenció Laura, y dándose la vuelta, salió del hemiciclo con la misma seguridad con la que había entrado, dejando patente un aire tenso y cargado de crispación.

_ Qué sabrá la niñata esa._ murmuró la alcaldesa, que intentaba mantener el tipo ante los pocos que aún permanecían en la sala.

_ Me encanta el olor del mar._ dijo Fátima mientras inspiraba hondo y recibía sobre su cara la suave brisa marina. Rafa había invitados a sus compañeros a pasar unos días en su pueblo natal, y aunque no todos pudieron apuntarse al plan finalmente fueron varios los que pusieron rumbo a VillaPrado. Los chicos acababan de llegar todos en la furgoneta amarilla de Rafa tras más de dos horas de viaje y todos estaban deseando bajarse y poder contemplar el paisaje y estirar las piernas.

_ Esto es precioso._ observó Tami sonriendo.

_ ¿Cuál es tu casa Rafa?_ preguntó Aqua.

_ Esta de aquí._ señaló el muchacho con una sonrisa en su cara mientras se acercaba a la casa más próxima a donde se encontraban, y como si mentalmente hubiera aporreado la puerta esta se abrió y por ella apareció una mujer mayor, con su pelo gris ondulado bastante corto, sus ojos oscuros tras unas gafas y su tímida sonrisa no daba lugar a dudas, se trataba de la madre de Rafa._ ¡Mamá!_ gritó este y corrió a abrazarla.

_ Que alegría de verte cariño._ respondió la señora._ cuantas ganas tenía de abrazarte mi vida.

_ Chicos, os presento a mi madre, Belén._ dijo Rafa tras separarse de ella.

_ Encantada señora._ sonrió Aqua.

_ Gracias por acogernos en su casa._ señaló Fátima.

_ No tenéis por qué darlas, esta es también vuestra casa._ comentó la señora, y añadió._ ¿qué os parece si vamos entrando?

_ Claro._ contestaron ellos, y todos siguieron a la madre de Rafa al interior de aquella blanca y coqueta casa. En aquel salón se respiraba a hogar, a familia, a cariño. Los viejos muebles en color madera contrastaban con el blanco que imperaba en toda la vivienda y una escalera en igual tono de madera culminaba aquel hermoso salón.

_ Bienvenidos._ sonrió Belén.

_ Que casa más bonita._ apuntó Ali, que hasta ahora había permanecido callada.

_ ¿Y Miguel mamá?_ preguntó Rafa curioso.

_ Ahora vive con tu hermano, se fue poco después que tú._ le contó su madre con cierta tristeza en la voz._ Y aquí me quedé yo, tan solita…

_ Bueno, no se preocupe señora, que estos días va a estar hartita de gente en casa._ le animó Fátima.

_ Sí que es verdad mi niña, pero por favor, no me hables de usted._ le pidió Belén._ Bueno niño, enséñales a tus amigos donde van a dormir, ¿no?

_ Claro mamá.

Y eso hizo Rafa, les pidió a Tami, Aqua y Ali que lo siguieran escaleras arriba menos a Fátima, Aitor y Adri, que tendrían que dormir en el salón ya que la casa no tenía suficientes habitaciones para todos. Rafa abrió la primera puerta que se encontró nada más subir, era una pequeña habitación con dos camas, una mesilla y un armario, todos igualmente en madera.

_ Aqua, Ali, vosotros dormiréis aquí, en la habitación de Miguel.

_ ¿Quién cojones es Miguel tio?_ preguntó Aqua, que llevaba un rato aguantándose la pregunta.

_ Mi hermano pequeño._ le dijo Rafa antes de salir del cuarto para indicarle a Tami que tendría que dormir en el trastero. El pequeño habitáculo repleto de aparejos, trastos y ropa tenía una cama en un rincón bien preparada por Belén._ Lo siento Tami, si te agobias podemos bajar la cama al salón.

_ No te preocupes Rafa, esta genial.

_ De verdad, me da un montón de apuro.

_ No te preocupes._ repitió la pelirroja._ menos mal que lo he dejado con el imbécil de Rubén, sino a ver como hubiéramos entrado aquí._ bromeó la chica.

Mientras tanto, en el salón, la madre de Rafa también se disculpaba con Fátima y Adri por hacerlos dormir en el salón.

_ No se preocupe Belén._ le dijo Adrián._ si usted viera donde vivimos nosotros.

_ Ya niño pero me siento mal, yo es que no puedo dormir en el colchón hinchable, sino os dejaba mi cama._ les comentó la señora.

_ No diga tonterías, aquí vamos a estar como reyes._ le sonrió Fátima.

Pero Rafa y los chicos no eran los únicos que habían decidido pasar las vacaciones en aquella pequeña localidad costera. Un coche blanco de última gama acababa de aparcar en el camino de grava que llevaba a la pequeña finca de los Gómez. Silvia y Héctor habían decidido que aquellas vacaciones era el momento ideal de que sus familias se conocieran antes de la boda, así, Héctor podría conocer también a los padres de su prometida, a los que aún no conocía.

Diego y Ángeles, los padres de Silvia, los esperaban en la entrada de aquella gran casa de campo. Ambos muy morenos, debido principalmente al trabajo en el campo, él con unos claros ojos verdes, heredados por su hija y ella con una clara sonrisa, heredada igualmente por Silvia.

_ Bienvenidos a casa._ dijo Diego, acercándose a su hija y dándole un fuerte abrazo.

_ ¿Cómo estás papá?

_ Muy feliz de tenerte de nuevo en casa mi niña._ le respondió separándose de ella.

_ Qué guapa estás cielo._ le dijo su madre abrazándola también.

_ Tú sí que estás guapa mamá._ contestó Silvia separándose de su madre y dedicándole una cálida sonrisa._ Os presento a Héctor, mi prometido.

_ Encantada Héctor, eres más guapo en persona que en la tele._ le sonrió su suegra.

_ Muchas gracias Señora, ya veo de quien ha heredado Silvia la belleza._ la saludó él con dos besos.

_ Gracias por la parte que me toca._ bromeó Diego.

_ Para nada Señor, pero entiéndame._ se ruborizó el presentador.

_ Estaba bromeando._ reconoció el padre de Silvia estrechándole la mano a su yerno.

_ Vaya, había caído totalmente._ rió Héctor._ les presento a mis padres: Martín y María.

_ Un placer consuegros._ les saludó Ángeles efusivamente.

_ Igualmente._ sonrió frívolamente la mujer.

_ Muchas gracias por su hospitalidad._ respondió Martín educadamente.

_ Bueno, ¿qué les parece si entramos?_ preguntó Diego.

_ Claro, detrás de ustedes._ respondió el ex director de la tele.

_ Vamos mamá._ dijo Héctor.

_ Hijo, ¿dónde me has traído?_ le preguntó su madre con cara de asco mientras miraba a su alrededor cuando sus anfitriones no la podía oír._ Aquí huele a mierda de vaca.

_ Venga mamá, solo será unos días._ la animó su hijo.

_ Qué remedio…_ contestó la mujer y siguió a su familia al interior de aquel amplio caserón donde los esperaban sus anfitriones. El salón era una exaltación de lo rústico, cargado de muebles de madera y tapicería de cuadros donde destacaba una gran chimenea sobre la que colgaban peces disecados sobre tablas.

_ Estáis en vuestra casa._ les dijo Ángeles con amabilidad

_ Qué más quisieras…_ murmuró su consuegra.

_ Que salón más acogedor._ reaccionó Héctor, quien siguió a su prometida al cuarto que compartirían, la habitación de Silvia estaba igualmente decorada muy rústicamente, aunque en menor medida que el resto de la casa, destacaban en ella sus clásicos perfumes así como su colección de cremas.

_ Siento que tengas que dormir en una cama supletoria cariño._ se disculpó ella al enseñarle donde tendría que dormir.

_ No te preocupes cariño._ le dijo él acercándose._ mientras sea a tu lado, dormiré donde sea necesario.

_ Eres un sol._ respondió ella acercándose y besándole apasionadamente.

Mientras tanto, Ángeles había subido a sus suegros hasta el tercer piso de la casa, lo que en otra época había sido el palomar había sido reformado hace un par de años por Diego, para convertirlo en una coqueta habitación de invitados decorada igualmente con el toque de campo que imperaba en toda la casa.

_ Es una lata que esté tan arriba, pero creo que tiene unas vistas preciosas._ les comentó la madre de Silvia.

_ Está todo fenomenal Ángeles, no tiene de qué preocuparse._ le sonrió Martín.

_ Gracias Martín, bueno, los dejo tranquilos para que se instalen.

_ Gracias Ángeles._ le dijo el hombre antes de girarse hacia su mujer._ Podrías cambiar un poco esa cara, ¿no te parece?

_ Esto me da demasiado asco todo.

_ ¿Demasiado asco? No puede estar más limpia la casa._ se quejó su marido.

_ ¿De qué parte estas?_ protestó ella.

_ De la tuya desde luego que no, a ver si recuerdas que cuando me casé contigo no teníamos ni para celebrar el banquete._ le recordó Martín.

_ Necesito aire._ dijo ella pasando por su lado y saliendo de la habitación dejando a su marido hablando solo.

_ Haz como siempre, quítate de en medio cuando te diga algo que no te guste._ refunfuñó el ex director justo cuando ella cerraba la puerta de la habitación con un fuerte portazo._ Eso, romper ahora las cosas que no son tuyas.

_ Gilipollas…_ murmuró ella mientras se asomaba por esa balaustrada de madera de la que según su anfitriona se veían unas magníficas vistas, pero ella solo veía campo, vacas, casuchas rurales, casuchas rurales y un muchacho sin camiseta regando el cultivo. Vaya, al final sí que iba a tener su consuegra con eso de las vistas maravillosas.

Rafa fue el último en llegar a la playa, sus amigos habían salido corriendo después de instalarse en su casa, pero él había preferido llamar a Esther y charlar un rato con ella. No estaba enfadada pero si le daba pena perderse ese magnífico fin de semana con sus amigos.

Cuando llegó a la playa sus amigos estaban esparcidos disfrutando de las distintas actividades que un día junto al mar pueden aportarte: Adri jugaba con su hijo en la arena, corrían y se divertían juntos; las chicas charlaban junto a la orilla, con sus pies mojados por la salada mar y Aqua tomaba el sol tumbado directamente sobre la arena, recibiendo con alegría los rayos ultravioletas.

_ ¿Qué haces amigo?_ preguntó Rafa llegando junto al chico del pelo azul.

_ ¿Te has fijado en aquella nube? Parece un pato con el cuello largo.

_ Dirás un cisne._ le corrigió su amigo sentándose junto a él.

_ No, no, eso es un pato con el cuello largo._ insistió Aqua, y ambos permanecieron callados durante unos minutos, hasta que él mismo, rompió de nuevo ese silencio. _ Oye Rafa, Ali y yo nos vamos a mudar a otro lado.

_ ¿Qué dices?

_ Bueno, Ali no lo sabe aún, es una sorpresa, pero ya he hablado con el casero y he comenzado con las reformas.

_ Vaya tío, no me esperaba esta noticia, yo no quiero que os vayáis.

_ Pero si siempre te estas quejando de lo desordenada que está la casa y de lo sucio que está todo, aparte de que siempre te hacemos llegar tarde._ le recordó Aqua.

_ Ya, pero aun así sois ya como mi familia._ reconoció el joven realizador.

_ No te preocupes, tampoco nos vamos muy lejos, nos mudamos al piso de abajo._ le contó el peliazul.

_ ¿Cómo?_ se sorprendió Rafa.

_ Estaba vacío, hable con la constructora del edificio, en principio estaba en venta, pero he conseguido que me lo alquilen con opción a compra, así que puede ser que me quede mucho tiempo en ese edificio.

_ Que bien amigo, no sabes cuánto me alegro._ reconoció Rafa poniéndose en pie.

_ No le vallas a decir nada a Ali._ le pidió su amigo incorporándose igualmente.

_ No, no te preocupes, pero voy a acercarme a casa, voy a echarle una mano a mi madre con el almuerzo.

_ ¿Quieres que vaya contigo?_ preguntó Aqua.

_ No te preocupes, disfruta del sol un poco más._ le pidió Rafa, y el técnico de sonido no insistió mucho más en acompañar a su amigo, con lo que este emprendió el camino de vuelta a su casa, con muchas ganas de ver que estaba preparando su madre para aquel primer día de regreso, hacía mucho que no probaba su guiso estrella, el arroz con pollo.

Cuando entró en la casa, el olor a pollo le embriagó y con una sonrisa se acercó hasta la cocina para ver qué hacía su madre:

_ ¿Eso es arroz con pollo?

_ ¿Qué haces aquí tan pronto? Quería que fuera una sorpresa._ se disgustó Belén.

_ Quería echarte una mano._ reconoció el joven._ ¿Qué voy haciendo?

_ ¿Qué te parece si vas cortando el huevo duro? Quiero hacer también un salmorejo.

_ Mamá, nos vas a cebar._ bromeó Rafa.

_ Anda ya, no quiero que nadie se quede con hambre.

_ Tranquila mamá que nadie se va a quedar con hambre y te va a sobrar comida para medio pueblo._ escuchó decir Rafa a su espalda. Cuando se giró vio bajo el arco de la cocina a su hermano mayor, Sergio, una versión un poco más vieja que él y con el pelo más largo. La piel de su hermano también era más morena, quizás por su trabajo en el campo, así como la mirada que ya comenzaba a ser la de una persona madura y responsable._ ¿Cómo estás hermanito?

_ ¡Sergio!_ se alegró Rafa que corrió a abrazar a su hermano mayor._ ¿Cómo estás?

_ Más viejo y más guapo._ bromeó este.

_ Lo de más viejo lo veo lo de más guapo creo que no._ le siguió la broma su hermano._ ¿Cómo están Aurora y Aurorita?

_ Aparte de guapísimas, deseando de verte también, por eso mismo he venido, para invitarte a ti y a tus amigos a pasar esta tarde en la finca.

_ Vaya Sergio gracias, yo voy seguro y mis amigos seguro que también se apuntan._ respondió feliz Rafa.

_ Perfecto, allí os espero hermanito.

_ ¿Qué es eso que huele tan bien?_ preguntó Silvia al entrar en la cocina.

_ Albóndigas con tomate._ le respondió su madre.

_ Qué guapa te has puesto mamá, ya te podías haber puesto así esta mañana, que no veas como te miró mi suegra.

_ Ya me di cuenta cielo, pero acababa de ordeñar a Victoria y a Petra y no me dio tiempo de cambiarme de ropa, un poquito siesa tu suegra, ¿no?

_ ¿Un poco nada más? No sé realmente si es que siempre tiene cara de asco o es que es su cara._ reconoció la muchacha.

_ Qué cosas dices cariño._ rio su madre.

_ Oye mamá, quería hacerte una pregunta.

_ Dime.

_ ¿Tú crees que voy muy rápido?

_ ¿Por qué dices eso Silvia?

_ No lo sé, a ver, estoy muy feliz con Héctor y eso, pero no dejo de reconocer que no llevamos aún ni un año juntos y nos casamos en meses…

_ Cielo, el amor no entiende de tiempos, si realmente estáis enamorados, ¿por qué vais a esperar?

_ Supongo que tienes razón._ sonrió la presentadora.

_ Siempre la tengo._ bromeó Ángeles._ Y ahora ve y avisa a tu querida suegra de que está la comida hecha, creo que la vi salir hace un poco afuera.

_ No le dará una insolación…

Efectivamente, María había salido de la casa con un claro objetivo, conocer al jornalero que regaba aquel campo.

_ Menuda faena, ¿no?_ intentó ser simpática.

_ Buenas tardes, ¿quiere algo?_ preguntó el joven con el típico acento cerrado de pueblo.

_ Vaya, estás mejor con la boquita cerrada.

_ ¿Cómo?_ se extrañó el jornalero.

_  Nada, nada, ¿qué haces?_ quiso saber la señora.

_  Regar, ¿no tienen plantas en la ciudad o qué?_ se rio él.

_ Claro que tenemos plantas garrulo…_ murmuró María.

_ ¿Cómo dice?

_ Que sí, pero que no son tan chulos._ mintió ella._ Oye, ¿qué hacéis en este pueblo para divertiros?

_ Señora, que en el pueblo no tengamos metro ni aeropuerto no quiere decir que no nos divirtamos.

_ Ah vale, disculpa, no quería molestarte…_ dijo María muy segura de sí misma, al parecer la conversación iba tal como ella había previsto._ ¿y a dónde puede ir una señora como yo cuando quiere pasar un buen rato?

_ Señora, ¿está usted insinuando algo?

_ ¿Cómo? No por Dios, no quería ofenderle.

_ No me ofende señora.

_ ¿Entonces?_ quiso saber ella acercándose a él.

_ ¿Qué le parece esta medianoche en el cobertizo que ahí tras la casa?_ le susurró él al oído.

_ Allí estaré.

_ Allí la espero._ se despidió él y se volvió a seguir trabajando en las labores del campo.

_ María._ una voz tras ella la sobresaltó.

_ Silvia, que susto.

_ ¿Qué hace?_ preguntó la joven entre sorprendida y confusa.

_ Conocer un poco al servicio._ se justificó su suegra.

_ La comida está en la mesa._ le informó Silvia, sin hacer caso a las palabras de la madre de su novio y girándose para regresar a la casa.

_ Ahora mismo voy._ respondió María no sin antes echar una mirada al jornalero, que había vuelto a su trabajo de regar las plantas de la finca.

Durante el almuerzo la tensión se podía cortar con uno de los cuchillos que reposaban sobre la mesa. Las conversaciones banales se limitaban a ser entre los hombres que intentaban sin éxito animar el almuerzo.

_ No tengo apetito._ dijo Silvia poniéndose en pie. En su cabeza no paraba de repetirse la misma imagen de su suegra flirteando con el jornalero de la finca de sus padres, que no era otro que su propio primo.

_ ¿Te pasa algo cariño?_ preguntó Héctor.

_ Tengo el estómago revuelto._ respondió ella mientras interiormente se debatía en si contarle o no lo que había visto a su futuro marido, al fin y al cabo era su madre.

_ ¿Te acompaño?

_ No, tú come tranquilo, yo voy a echarme un poco._ le respondió ella fingiendo una sonrisa.

A eso de las siete de la tarde, Rafa y sus amigos llegaron a la que fue la finca de sus padres, la finca donde Rafa había nacido y crecido hasta que cuando murió su padre su madre decidiera irse a vivir al centro del pueblo. Sergio, el hermano de Rafa había comprado entonces la finca a su madre y se había encargado de que seguir cultivando aquella fértil tierra.

_ Hermano, ya pensé que no venias._ le dijo Sergio mientras regaba las plantas.

_ Te dije que vendría._ le respondió este._ Te presento, estos son mis amigos Aqua, Ali, Tami, Fátima, Adri y el pequeñajo es Aitor. Chicos, este es mi hermano Sergio.

_ Encantado._ respondió este.

_ Igualmente, gracias por invitarnos a tu casa._ sonrió Ali.

_ Estáis en vuestra casa. Por cierto, ¡Miguel! ¡Miguel! ¡Está aquí tu hermano!_ gritó Sergio hacia el lado opuesto donde estaban los recién llegados. Rafa reparó entonces que justo al lado de lo que en otro tiempo había sido el cobertizo había una pequeña tienda de campaña junto a la que estaban una serie de chavales entre los que se encontraba su hermano pequeño, Miguel, quien al verlos se acercó con cara de pocos amigos.

_ ¿Sigue cabreado conmigo no?_ preguntó Rafa a su hermano mayor.

_ Creo que sí.

_ Hermanito…_ dijo Miguel cuando llegó hasta donde estaban sus dos hermanos.

_ Miguel, ¿cómo estás?_ intentó entablar una conversación agradable el becario.

_ De puta madre hermanito._ le respondió este de malas formas.

_ Vaya… seguimos en las mismas, ¿no?

_ ¿Y cómo quieres que esté Rafael?

_ Ya te expliqué la situación.

_ ¡Me dejaste arrinconado en este pueblucho tío!

_ Miguel, era imposible que pudieras venirte conmigo, me fui sin saber a lo que iba.

_ Y por eso no pudiste llamarme cuando lo supiste, ¿verdad?

_ Yo…

_ Te fuiste en Septiembre del año pasado Rafael, estamos en Julio, júrame que no has tenido un momento para pensar en mí y llamarme._ le desafió su hermano menor mirándole fijamente a los ojos, ante lo que el realizador no tuvo más remedio que bajar la mirada y callar._ Lo sabía.

_ Miguel…

_ No hay más preguntas señoría._ le cortó el pequeño de los Ortega, girándose y regresando al “campamento” que tenía con sus amigos.

_ Yo esperaba que se le hubiera pasado algo Rafa._ se excusó su hermano mayor.

_ Déjalo, si tiene razón.

_ Bueno, que os parece si entramos en casa y os presento a mi señora._ se dirigió Sergio al resto del grupo que se había quedado un poco cohibido con la improvisada pelea entre hermanos.

_ Genial._ respondió Aqua en nombre de todos, los cuales siguieron al anfitrión al interior del caserón mientras Miguel se reunía de nuevo con sus colegas.

_ ¿Ese es tu hermano Rafa?_ quiso saber la única chica del grupo, Cintia.

_ Era…_ le corrigió este.

_ Un hermano es para siempre cariñín._ le dijo ella acercándose a su amigo.

_ Los hermanos se cuidan entre ellos, no se dejan tirados unos a otros.

Mientras tanto, el grupo de invitados había entrado en la casona que antaño había ocupado la familia de Rafa y en la que ahora vivía su hermano. Aurora, su mujer, se encontraba allí en ese espacio en el que se incluían salón, comedor y cocina.

_ Hola cuñada, ¿cómo estás?_ dijo Rafa acercándose a ella para saludarla.

_ Hola Rafaelito._ lo saludó ella cariñosamente.

_ Chicos, que os parece si nos sentamos y tomamos algo._ propuso Sergio.

_ Claro._ respondió Aqua de nuevo en nombre de todo el grupo, y eso hicieron, las chicas se sentaron en el sofá junto a Aurora que le pidió que la pusieran al día acerca de ese nuevo amor de su cuñado.

Los chicos sin embargo se sentaron a la mesa del comedor donde comenzaron a charlar también sobre lo que había cambiado sus vidas desde que trabajaban en la tele. Pero ante este panorama había una pieza que no terminaba de encajar.

_ Papá, me aburro._ le dijo Aitor a su padre en voz baja, para no interrumpir la conversación de los adultos, como tantas veces le había dicho su padre.

_ Nene, siéntate aquí anda._ le pidió Adrián.

_ Oye chico, ¿por qué no sales afuera?_ preguntó Sergio._ Al lado de la casa hay columpio, seguro que Aurori está jugando por ahí.

_ ¿Puedo papá?

_ Claro, ten cuidado._ le previno este, aunque Aitor no llegó a enterarse porque salió corriendo como si la casa fuese a caerse de un momento a otro sobre él.

No tardó en encontrar a la sobrina de Rafa, que risueña jugaba en un antiguo columpio.

_ Hola, ¿qué haces?_ quiso saber Aitor.

_ ¿Y tú quién eres?_ preguntó la niña recelosa.

_ Me llamo Aitor, soy hijo de un amigo de tu tío.

_ ¿De mi tío Miguel?

_ No, de Rafa.

_ Ah, vale, yo me llamo Aurora. Súbete si quieres.

_ Guay._ sonrió el pequeño._ ¿Y qué sueles hacer aquí normalmente?

_ Juego todos los días en este cacharro, aunque otros días me gusta salir a correr con Napoleón.

_ ¿Napoleón?

_ Es mi perro, tiene que andar por algún lado a la sombra.

_ ¿No hay más niños por aquí?

_ No, lo más parecido son los amigos de mi tío Miguel, son un poco raros pero me lo paso bien con ellos.

_ Los amigos de mi padre también están un poco locos.

_ Oye, ¿te apetece bañarte en la piscina?

_ Claro.

La tarde fue pasando entre risas, carreras y juegos. Los dos niños se divirtieron como hacía tiempo que no hacían.

Los mayores por su parte, organizaron rápidamente una barbacoa y entre todos prepararon todo lo indispensable en tiempo récord. El sol se fue ocultando poco a poco y las hamburguesas tardaron menos de lo previsto en estar hechas.

_ Venga niños, a comer, que se enfría la comida._ les apremió Aurora acercándose a la piscina donde ambos chiquillos seguían a remojo.

A regañadientes se salieron pero aceptaron con gusto las hamburguesas que tenían preparadas, engulléndolas con rapidez.

_ Están deliciosas hermano._ le felicitó Rafa.

_ Muchas gracias hermanito.

_ Oye chicos._ Cintia, la chica hippie que vivía en la tienda de campaña se acercó al grupo._ ¿os apetece tomaros algo con nosotros en nuestra choza?

_ Claro._ respondió Fátima, quitándole la vez a su amigo, y allí que fueron todos a sentarse junto a la hoguera que ese carismático grupo había hecho a la puerta de su tienda de campaña. Rafa también se acercó, aunque a regañadientes.

_ Venga Rafa, acércate, son buenos chicos._ le dijo Sergio, viendo las reticencias de su hermano pequeño.

_ No lo dudo hermano, pero aún sigo dándole vueltas a las palabras de Miguel.

_ Tranquilízate, ya se le pasará, ya sabes como es.

_ No me he portado bien Sergio.

_ Lo sé, y tú lo sabes, y ese es el primer paso para arreglar una situación como esta.

_ Creo que necesito despejarme un poco.

_ ¿Ya vas a hacer como cuando eras crio?

_ Lo necesito hermano, necesito volver a perderme en el bosque.

_ Bueno, ten cuidado, que hace mucho que no andas por estos lugares y puedes perderte fácilmente.

_ No te preocupes, esto es como montar en bicicleta._ y diciendo esto se dio media vuelta y comenzó a andar hacia el lado opuesto a donde estaban sus amigos, celebrando una noche magnífica de verano.

_ Y ahora esta torre se come a este peón._ dijo Martín.

_ Joder, no me había dado cuenta._ comentó Diego enfurruñado.

Los dos consuegros habían hecho buenas migas muy rápidamente y ambos echaban una entretenida partida de ajedrez. Las consuegras sin embargo no habían encajado tan bien y se limitaban a tratarse cordialmente la una a la otra mientras charlaban en el salón con sus hijos de la cada vez más cercana boda.

_ A mí me encantaría que todas las flores fueran rosas blancas._ comentaba Héctor cuando a su madre le pitó el móvil.

_ A mí también, creo que es la flor más bonita y elegante para este tipo de actos, ¿verdad nena?_ preguntó Ángeles a su hija.

_ ¿Perdón?_ dijo Silvia saliendo de su ensimismamiento sobre la infidelidad de su suegra.

_ Que las rosas blancas son preciosas.

_ A mí me gustan más las azucenas._ respondió la futura novia.

_ Bueno, yo creo que la noche está muy bonita para estar aquí encerrada, creo que saldré afuera a tomar el viento un poco._ anunció María.

_ ¿Quieres que te acompañe mamá?

_ No es necesario cariño, tú quédate aquí planeando cosas.

_ Bueno, como quieras.

_ Venga, vuelvo en un rato._ comentó ella y salió presurosa del hogar.

_ Oye Héctor, ¿y qué prefieres música en directo o un pinchadiscos de esos modernos?_ siguió Ángeles con la conversación.

_ Yo me voy también._ anunció Silvia poniéndose en pie.

_ ¿Cómo?_ se extrañó su madre.

_ Me apetece tomar también un poco el aire, ahora vuelvo._ y sin pensárselo más salió de la casa tras su suegra para una vez fuera ver como la señora se encaminaba, como ella ya se había imaginado, hacia el cobertizo._ Tendrá valor…

Su idea inicial había sido seguirla y pillarla antes de que hiciera nada, pero finalmente desistió, al fin y al cabo su suegra ya era mayorcita para hacer lo que quisiera hacer y ella no era nadie para meterse en medio, más aún cuando todavía no formaba parte oficial de la familia. Pensó también, que meterse en medio podría ser incluso un problema en su relación puesto que si su suegra quería estaba segura de que acabaría convenciendo a Héctor para que la dejara.

Con todos esos pensamientos en mente, y ante la imposibilidad de volver tan pronto al interior de la casa, no le quedó más remedio que darse media vuelta y caminar hacia aquel rincón del bosque donde tantas veces había escapado de pequeña.

Caminó varios minutos por el bosque hasta que llegó a aquel mágico rincón donde tantas horas se había evadido del mundo, donde había conocido el amor por primera vez y donde se sentía libre y feliz.

Aquel pequeño estanque estaba como siempre, con algún hierbajo más y con el agua quizás un poco más verde, pero por lo demás todo estaba igual. Todo. Incluso él.

_ ¿Qué haces aquí?

_ Eso digo yo.

_ ¿Mala noche?_ preguntó Rafa.

_ Mala noche, mal día, y los que quedan._ respondió Silvia acercándose al lugar donde estaba su ex sentado, al borde de aquel estanque._ ¿Y tú?

_ Mi hermano…

_ Miguel ¿no?_ preguntó ella sentándose junto a él._ No te ha perdonado que nos fuéramos a la ciudad sin él, ¿me equivoco?

_ Pues no.

_ ¿Por qué no lo llamaste cuando cortamos?

_ No quería parecer débil.

_ ¿Cómo?

_ A ver, si nosotros cortamos, tú te vas de casa y llamo a mi hermano para que venga a hacerme compañía ¿qué parece? No quería preocupar a mi madre ni a nadie y por eso no llamé a Miguel.

_ Te entiendo…

_ ¿Y a ti que te pasa?

_ No preguntes…

_ Anda, venga ya, lo que se cuenta aquí se queda aquí._ bromeó el realizador.

_ Mi suegra es una guarra.

_ Vaya, espero que no hablaras así de mi madre cuando estábamos juntos…

_ Tu madre es una santa Rafa, pero esta no para de ponerme mala cara y de soltarme pullas._ comentó la muchacha.

_ Pues que plan…

_ Y para colmo ahora mismo le está poniendo los cuernos a Martín.

_ ¿Cómo?

_ Que la he pillado quedando con uno de los trabajadores de mi padre para ya tu sabes…

_ Lo estoy flipando.

_ Pues imagínate yo.

_ ¿Se lo has contado a Martín o a Héctor?

_ No, he decidido que es mejor que no me meta.

_ Es una decisión complicada, pero creo que yo en tu lugar haría lo mismo…_ contestó Rafa mirándola, ante lo que Silvia desvió la mirada.

_ ¿Te acuerdas de la primera vez que estuvimos aquí?

_ Pues claro._ sonrió su ex novio

Un coche deportivo rojo aparcó justo detrás de la furgoneta amarilla de Rafa. Una joven morena bajó del coche y se encaminó hacia el grupo que charlaba en torno a la candela.

_ ¡Esther!_ gritó Ali al darse cuenta de quien llegaba.

_ Hola chicos._ les saludó la muchacha.

_ ¿Qué haces aquí amiga?_ preguntó contenta la estilista acercándose a ella.

_ Quería daros una sorpresa.

_ Pues lo has hecho.

_ Oye, ¿y Rafa?

_ Tú debes de ser mi nueva cuñada, ¿no?_ se acercó a ellas el anfitrión.

_ Así es, ¿Tú eres Sergio verdad?

_ Encantado de conocerte._ la saludó su cuñado con dos besos._ Rafa ha ido a darse una vuelta.

_ ¿Una vuelta?

_ Si bueno, a veces lo hacía cuando era más chico, desaparecía por el bosque y volvía a las horas.

_ Vaya… ¿y hace mucho que se fue?_ quiso saber su novia.

_ Sí, ya no tiene que tardar mucho más.

Pero Rafa estaba a lo suyo, encantado con aquella charla que mantenía con Silvia, con la que hacía casi un año que no compartía tan buenos momentos:

_ Eso es mentira, tú ya habías salido con el hijo del alcalde._ le espetó en tono de burla el realizador.

_ ¿Qué dices? Eso fue una tontería de niños chicos.

_ Ya, ya..

_ ¿Y tú qué? Con la hija de la Puri…

_ Ostras, que golpe más bajo._ rio Rafa._ Oye, ¿a dónde vas?_ preguntó mientras Silvia se ponía en pie y se alejaba de aquel estanque.

_ ¡Al agua pato!_ gritó la presentadora mientras corría hacia el estanque y saltaba.

_ ¿Qué haces loca?

_ Está buenísima._ comentó la muchacha.

_ Estás como una cabra.

_ Que qué._ dijo Silvia mientras salpicaba a su exnovio con el agua de aquel pequeño lago.

_ ¡Estate quieta!_ le chilló el joven.

_ Venga, metete._ lo animaba ella.

_ Definitivamente estás loca._ dijo Rafa mientras notaba como la presentadora tiraba de él hacia el agua consiguiendo que este cayera dentro del estanque._ Te mato.

_ Anda ya, disfruta de la vida un poco._ lo salpicó de nuevo.

_ ¡Te vas a enterar!_ le salpicó él, y así estuvieron un buen tiempo entre salpicones y ahogadillas hasta que la misma Silvia fue la primera en salirse de aquella laguna.

_ ¿Ya te has cansado?

_ Un poco._ respondió la muchacha mientras Rafa la imitaba y salía también del agua._ Rafa…

_ Dime._ respondió el becario justo antes de encontrarse con los labios de su exnovia sobre los suyos. Había echado de menos tanto esos labios, había añorado su tacto y su humedad, pero, notaba algo extraño en ellos.

_ Lo siento…_ susurró Silvia cuando se separó de él. Para ella había sido toda una locura lo que acababa de hacer, ni ella misma había entendido esa imperiosa necesidad de volver a sentir aquellos labios que tanto quiso.

_ Yo… creo que te has confundido Silvia.

_ Sí… yo también creo que…

_ Será mejor que me vaya._ dijo poniéndose en pie.

_ Sí….

_ Adiós.

Rafa se alejó deprisa, tan deprisa que apenas se dio cuenta de que había vuelto a la finca ni se percató de aquel nuevo coche que había tras el suyo. Con decisión se acercó hasta su grupo de amigos que seguían entorno a aquella candela hecha a las puertas de aquella tienda de campaña.

_ ¡Buh!_ escuchó a sus espaldas a la vez que un escalofrío le recorrió todo el cuerpo y saltaba del susto.

_ ¡Esther! ¡¿Qué haces aquí?!_ se alegró Rafa.

_ Te he visto llegar y me he escondido, llevo aquí ya un rato._ sonrió la muchacha.

_ Pero, ¿cómo has venido? ¿No decías que no podías pedirte ningún día libre ni nada?

_ Bueno, ser inspectora tiene sus ventajas.

_ No me lo puedo creer, que alegría que estés aquí cariño._ le dijo él besándola con pasión.

_ ¿Qué te pasa Rafa?_ preguntó ella graciosa._ Vaya beso me has dado niño.

_ Me has hecho muy feliz ahora mismo.

_ Venga parejita, acercarse, que Víctor nos va a contar su viaje en camello por marruecos._ les dijo Tami a la que empezaba a notársele el alcohol consumido.

_ Oye Tami, yo creo que sería mejor que pararas un poco._ le aconsejó Fátima.

_ ¿Parar? Yo controlo amiga.

_ No lo dudo Tami, pero es que nos vamos a tener que ir ya._ le dijo Rafa.

_ Sois malas personas, no me dejáis olvidar._ bramó la becaria.

_ Tami, por mucho que bebas no vas a olvidarte lo que te ha hecho Rubén._ le aconsejó Ali.

_ ¿Y tú que sabrás?

_ Venga Tami, ponte en pie que nos vamos a casa._ le animó Esther ante lo que la chica no tuvo más remedio que acceder y aceptar que la fiesta había terminado.

Lo que no habían hecho más que empezar eran las vacaciones del grupo de becarios que disfrutaron como locos de esos días en el pueblo, conociendo cada uno de sus rincones, saboreando cada instante en la playa o en la montaña y participando de las fiestas que celebraban en aquella localidad costera.

La mañana del último día Rafa decidió gastar la última bala con su hermano pequeño, no quería volver a irse dejando las cosas así. Llegó muy temprano y aparcó. Se bajó con paso firme y se dirigió hacia el antiguo cobertizo restaurado por su hermano.

_ Miguel…_ lo llamó con delicadeza entrando dentro de aquel sitio, como supuso, la llave no estaba echada.

_ ¿Sí?_ dijo el joven aún dormido sin saber siquiera quien era el que le hablaba.

_ Tenemos que hablar.

_ Hostias Rafa, ¿quién te ha dejado entrar?_ preguntó incorporándose en aquel camastro.

_ La puerta no estaba cerrada con llave.

_ Joder…

_ Quiero hablar contigo.

_ ¿Y qué pasa si ahora soy yo el que no quiere hablar contigo?_ inquirió poniéndose en pie.

_ Tan solo te robaré unos segundos.

_ Unos segundos de sueño que ya me has quitado._ comentó acercándose a aquella destartalada nevera de playa que había en uno de los rincones de aquel cobertizo.

_ Miguel, yo sé que te he hecho daño, pero somos hermanos, no podemos vivir así.

_ A mí no me supone ningún problema Rafa, es más, hasta que no has vuelto ni me acordaba que tenía otro hermano._ le respondió mientras tomaba un vaso y se echaba zumo de naranja.

_ Miguel…Yo debería haber valorado la posibilidad de que te vinieras a la ciudad.

_ Deberías… pero no lo hiciste…_ contestó sentándose en el camastro y mirándole fijamente a los ojos.

_ Ya, por eso estoy aquí, para solucionarlo.

_ Ah, ¿sí? ¿Cómo?

_ Pidiéndote que te vengas a vivir conmigo._ soltó Rafa sin apartarle la mirada a su hermano, quien no respondió inmediatamente, desafiándose mutuamente el uno al otro.

_ ¿Ahora?_ rompió Miguel el silencio, ante lo que su hermano mayor no supo que decir._ Un año has tenido tío, ¡un puto año!

_ Tranquilízate._ le respondió Rafa porque Miguel se había puesto de pie.

_ ¡Me parece que no te haces una idea de lo que significó esto para mí!

_ ¡Nunca quise hacerte daño!

_ ¡Pero lo hiciste joder! ¿Sabes lo que llegue a pensar? ¿Sabes lo que llegué a desear? ¿Sabes lo que aún a veces deseo?

_ Miguel…

_ Ojalá te hubieras muerto tú en vez de papá…

_ ¡Miguel!_ gritó Sergio irrumpiendo en la habitación._ ¡Retira eso ahora mismo!

_ No hace falta Sergio…_ balbuceó Rafa.

_ Claro que hace falta, ¡Miguel!

_ No pienso disculparme.

_ En serio, no hace falta, será mejor que me vaya…

_ Si eso, vete, haz como siempre, quitarte de en medio…

_ ¡Miguel!_ gritó por tercera vez Sergio antes de que la puerta se cerrara tras Rafa.

En casa de Silvia, todo estaba dispuesto para la partida de los invitados, pero una de ellas no aparecía. María había esquivado al grupo y se había escondido tras la casa, cerca de aquel cuarto donde varias veces había hecho despegar su pasión junto a aquel jornalero, el mismo que ahora se acercaba hasta donde estaba ella:

_ No tengo mucho tiempo._ le dijo él.

_ Me voy ya…

_ Espero que tengas un buen viaje, vuelve pronto._ le sonrió el muchacho.

_ Vente conmigo._ le ofreció la madre de Héctor.

_ ¿Cómo?_ se sorprendió el agricultor.

_ Vente a trabajar a mi casa, puedes trabajar como jardinero.

_ Vaya, esto no me lo esperaba.

_ Vamos, ¿qué dices?

_ María, me siento muy halagado, pero los dos sabíamos que esto no podía durar. Mi sitio está aquí, aquí está mi familia y aquí me voy a quedar.

_ ¿Es tu última palabra?

_ Sí.

_ Pues adiós._ dijo ella, y dándose la vuelta se marchó llena de orgullo y rencor.

Tampoco el trabajador se quedó allí quieto, sino que se encaminó hacia ese cobertizo del que tanto había disfrutado esos últimos días. Entró en él, donde Martín lo estaba esperando.

_ ¿Ya?_ preguntó el antiguo director de la televisión.

_ Sí, ya he cumplido mi parte, ahora cumpla usted la suya._ le respondió el joven.

_ Aquí tienes, los dos mil euros que te prometí, puedes contarlos si quieres.

_ Gracias señor.

Ambos hombres se despidieron y Martín se apresuró a encontrarse con el resto de la familia que ya aguardaba en la entrada de la casa.

_ Gracias por todo mamá._ se abrazaba Silvia a Ángeles.

_ Que tonta eres hija mía.

_ Ya estoy aquí._ dijo Martín llegando hasta donde estaban sus huéspedes y su familia.

_ ¿Dónde estabas?_ quiso saber su mujer.

_ Muchas gracias por todo, Diego._ le agradeció el hombre a su consuegro la estancia en la hacienda ignorando las palabras de su esposa.

_ Nos vemos pronto Martín.

_ Desgraciadamente…_ murmuró María.

_ Cuidaos mucho._ les pidió Silvia, que fue la última en entrar en el coche.

_ Gracias a todos, hasta pronto._ dijo Héctor mientras arrancaba el motor y se ponían en marcha de vuelta a la ciudad.

_ Tampoco es para tanto Miguel._ lo tranquilizaba Víctor mientras se sentaba desnudo en el filo de la piscina.

_ ¿Qué no es para tanto?

_ Tío está intentando arreglarlo contigo colega._ comentaba Mark, el chico hipster de la pandilla.

_ Vosotros no lo entendéis.

_ Pues explícanoslo tío.

_ Me dejó tirado...

_ Pero quiere solucionarlo Miguel._ le repitió Mark.

_ ¿Y si yo no lo quiero solucionar?

_ ¿En serio vas a vivir amargado toda tu vida por eso?

_ No se puede vivir cargado de odio tío, el mundo es paz y amor._ le aconsejó Víctor.

_ No vivo cargado de odio.

_ Mírate tío, llevas todo el día con la misma cara._ le dijo el chico hipster.

_ Mi padre murió en aquel accidente, y a él le salió ese trabajo tío, fue muy injusto que no me llevara con él._ repitió por enésima vez Miguel. 

_ ¿Y no piensas que si tú te hubieras ido también habríais dejado sola a tu madre?_ Cintia, que hasta ese momento había permanecido ajena a la conversación mientras plantaba un esqueje de rosal, hablaba por primera vez.

_ ¿Cómo?

_ Que estás siendo un egoísta Miguel, igual que lo fue tu hermano en su momento.

_ Coincido con Cintia._ apuntó Mark.

_ ¿En serio?

_ Anda, corre, todavía estás a tiempo._ dijo Víctor.

El grupo de becarios estaba reunido junto a los dos coches, ya todos se habían despedido de la familia de Rafa.

_ Cuida mucho a mamá._ le pidió a Víctor en el oído mientras ambos se abrazaban.

_ Sabes que lo haré._ le guiñó este un ojo.

_ Muchas gracias por todo Belén._ le agradeció Esther a su suegra.

_ Esta es tu casa mi niña, volved pronto.

_ Antes de que te des cuenta estaremos de nuevo aquí._ le sonrió la muchacha.

_ Dame un abrazo mamá._ le pidió Rafa.

_ Ten mucho cuidadito en la carretera Rafita._ le rogó ella.

_ Claro mamá.

_ Adiós Aurori._ se despidió Aitor de su nueva amiga con un abrazo.

_ Escríbeme al whastshapp de mi madre de vez en cuando._ le pidió la pequeña de la familia Ortega.

_ Lo haré._ prometió el niño justo antes de montarse en el coche.

_ Bueno, nos vamos._ dijo Rafa con cierta tristeza en su voz.

_ ¡Espera!_ escucharon todos tras ellos. Un agitado Miguel llegaba corriendo por la plaza del pueblo.

_ Miguel…

_ Hermano, he sido un capullo._ dijo este.

_ No más de lo que yo fui en su momento.

_ Espero que puedas disculparme…

_ Ya está hecho.

_ Entonces qué… ¿sigue en pie la oferta de esta mañana?

_ Claro._ sonrió Rafa.

_ Gracias hermano._ se abrazó a él su hermano pequeño.

_ Venga, que nos vamos._ repitió Rafa y ambos montaron en el coche no sin que antes Miguel se despidiera de su familia.

_ Tenemos que volver pronto._ comentó Fátima sentada en el asiento de atrás.

_ Sí, por favor._ pidió Aitor.

_ ¡Rafa! ¡Dile a tu madre que volvemos para Navidad!_ gritó Tami bromeando mientras el coche se alejaba poco a poco del pequeño pueblo.

 

 

Editado 5 dic 2016 por Rober

[Merchedj 3.915]

Ufff, no sé ni qué decir porque el capítulo ha sido larguísimo. Después de tanto tiempo, he estado un poco perdida al principio pero luego los he ido recordando uno a uno. Lo más destacado y extraño para mí ha sido  que Martin pagara al jornalero por estar con su esposa. No tengo ni idea de lo que pretende con eso. También me ha sorprendido el momento que han tenido Rafa y Silvia en el estanque y en el que ella se ha puesto tierna con él. Imagino que sólo ha sido por los recuerdos que le ha traído el lugar. Y bueno, sólo decir que me ha gustado ver de nuevo a todos y a la familia que no había salido antes. Espero que el próximo no tarde tanto para que no se me olvide todo lo que ha pasado en éste. 

[Rober 423]

Muy buenas a todos, llevo mucho tiempo sin aparecer apenas por aquí y mucho tiempo sin escribir en esta historia. Os mentiría si no os dijera que he pensado en dejarla pero también es cierto que le tengo muchísimo cariño a los personajes, a sus historias y a la serie en si, además de muchos planes para cada uno de ellos. Pero también es cierto que la historia ha ido perdiendo seguidores capítulo a capítulo y es por eso que quiero saber vuestra opinión, la de los que más o menos seguís o habéis seguido esta historia, ¿qué debería hacer?

[Merchedj 3.915]

Yo he votado por la primera opción. Lo de que hayan bajado los seguidores no tiene nada que ver con tu historia. Si te fijas, en todas pasa lo mismo (en algunas sólo somos dos) y en el foro en general. Llevamos una racha en la que entra muy poca gente, no sé por qué. A eso se ha unido en que muchos estarán de vacaciones y aún se ve menos usuarios activos últimamente.

Editado 2 ago 2017 por Merchedj

[Dav_o 733]

No he tenido tiempo para ver toda la primer temporada de "De Becarios en la Tele" pero puedes estar seguro que la veré xD,como no he visto aun no me siento con "el derecho" de comentar algo pero lo que dice Merche es verdad hay historias muy buenas que tienen pocos comentarios y pocas visitas pero no dejan de ser buenas,y aunque en el foro no te comenten puedes estar seguro que fuera de el puede haber gente viendo,yo fui parte de estos "lectores fantasmas" leí historias y demás pero no me animaba a registrarme,no dejes que tu esfuerzo se vaya a la basura Rober,aun así la ultima decisión la tomas tu.

[Rober 423]

Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios, supongo que tenéis razón, así que me pondré manos a la obra con el tercer capítulo de la temporada 

[Dav_o 733]

On 30/7/2017 at 11:06, Rober said:

Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios, supongo que tenéis razón, así que me pondré manos a la obra con el tercer capítulo de la temporada 

Yo ya voy por el capitulo 5 de la primera temporada ¡esta genial!