penúltimo capítulo El Pianista (Capítulo 12: La Fiesta)

[tedtaki 1.392]

 

Género: Misterio y Romance.

 

Trama: Vladimir Petrov es un pianista ruso que se ha hecho famoso por su música, pero que siempre ha escondido su rostro al público ¿Qué es lo que esconde el pianista más famoso del mundo? ¿Podrá alguien ver su rostro al completo?

Datos de la autora: Bueno, como podéis ver, vais a ser los únicos que podréis ver su rostro, pero los que nunca lo verán, son sus fans de la historia. Esta historia es de misterio, pero también de romance. Mañana mismo os dejaré el prólogo y así podréis conocer mejor a la otra protagonista de la historia ^^

 

Es con los SIMS 4

 

Editado 14 nov 2015 por tedtaki

[Aficionada 1.169]

Uy uy,otra historia tuya ¡genial! Me muero por verla.

[Sombre Loup 357]

Que cool Felicidades espero que sea un éxito total :3

[SenyorKora 58]

¡Suena genial! Estaré atento al prologo

[Geraldinec 254]

Uuu que guaay ya quiero q empieze!!!!

[tedtaki 1.392]

PRÓLOGO

Recomendable escuchar (canción que se escucha)

En la enorme ciudad de New York, en uno de sus barrios coloniales, había una enorme casa azul, en ella se escuchaba una hermosa melodía que salía de uno de los pianos de ésta, parecía como si el difunto Frederic Chopin estuviera tocando. Aquella casa pertenecía a un famoso pianista mundial, que era conocido por su música y por esconder parte de su rostro al público.

En su interior aun se escuchaba aquella hermosa melodía, que enamoraba a todos aquellos que la escuchaban. Ahí había un hombre ya mayor y con traje elegante, éste subía por aquellas enormes escaleras que se alzaban en la entrada de la mansión. Al llegar al segundo piso, aquella música se escuchaba cada vez más cerca, pero parecía que no estaba en aquel piso, pero como aquel hombre conocía la casa, subió por otras escaleras, que llegaban al último piso de la mansión. Luego caminó por aquel pasillo y se dirigió hacia el cuarto donde se escuchaba aquella hermosa música. Al entrar al cuarto, se quedó fascinado por la persona que estaba tocando aquella hermosa melodía.

En el piano había un joven muchacho de aspecto elegante y colonial, pero era irreconocible con aquella melena que tapaba parte de su rostro. Éste no se daba cuenta que el otro hombre estaba esperando a que parara de tocar el Nocturne de Chopin. El manejo de aquel muchacho era majestuoso, no sabía como alguien tan joven pudiera tocar de esa manera, sobretodo, para aquel hombre que cada vez que lo escuchaba más se impresionaba.

Al tocar el Do grave, paró y mirando al frente con firmeza, esperó a que el otro le dijera lo que tenía que decirle, parecía importante, aunque el rostro de aquel hombre siempre había sido seria, por que según parecía estaba trabajando como el mayordomo de aquella casa y era el único que conocía su rostro y su verdad. El hombre, tragó saliva y observó detenidamente al muchacho que aun seguía teniendo la mirada perdida hacia la ventana.

- Señor Petrov, los de la revista están aquí para vuestra entrevista. -le informó el hombre en ruso.

- Diles que ya bajo. -dijo el muchacho con total tranquilidad.

Tras la breve conversación, el muchacho siguió con lo suyo, era como si se tratara de la última canción de un concierto que estaba haciendo para sí mismo, parecía animado, por que cuando se trataba de Jazz, animaba el ambiente de su hogar. El hombre sonriente al ver contento al joven, decidió volver al piso de donde vino, adentrándose luego en el enorme salón de la mansión. Con aquella decoración tan antigua, había dos personas sentadas en el sofá, al parecer se trataban de los periodistas que iban a entrevistar al dueño de la casa.

- Que ganas tengo de volver a entrevistar al pianista más famoso del mundo. -se notaba que la muchacha estaba entusiasmada.

El mayordomo interrumpió la conversación de ambos periodistas, acercándose a ellos y llamando su atención con su porte serio, como si se tratara de una persona que ha estado trabajando durante años en aquella casa.

- El señor Petrov bajará ahora a atenderos.

El pianista dejó de tocar aquella alegre música y el hombre que estaba con ambos periodistas sabía que tarde o temprano iba a estar en el salón, era como si antes lo hubiera hecho o que lo conocía desde hace bastante. Al rato, se escuchaba como alguien bajaba las escaleras con elegancia, ya que no bajaba muy deprisa.

El mayordomo miró hacia la puerta y vio que aquel muchacho aparecía con disimulo, llamó la atención con varios pasos acercándose a ambos periodistas, la mujer miró y vio al pianista, parecía que enseñaba una dulce sonrisa, por que tenía la oportunidad de ver el rostro escondido que tantas personas desean ver.

- Que empiece la entrevista.

Pasó una semana y en una humilde casita, lejos de la mansión del pianista, vivía dos mujeres de nacionalidad española, que habían dejado su país y se vinieron a vivir a Estados Unidos por motivos desconocidos de la mayor. Pero eso no era motivo para que tía y sobrina se separaran, por que la muchacha y su tía habían vivido juntas durante muchos años y eran inseparables, como si fuera una madre y su hija.

Ambas eran de la familia Gómez, una familia humilde que trabajaban en el campo y que el padre de familia trabajaba en una empresa textil, pero ellos dejaron a su hija huérfana tras un trágico accidente de tren, en el que dos trenes chocaron entre sí causando sus muertes. Así que su hija tuvo que irse a vivir con su tía Clara, que era una mujer decente, era bajita y ojos verdes, tenía una buena figura y eso que tenía cincuenta años. Y su sobrina, se llamaba María, como su madre, no vestía elegante, le encantaba llevar ropa cómoda como pantalones de chándal o sudaderas, pero ella tenía un hermoso rostro y decían que se parecía a su difunta madre, sobretodo tenía el tono de ojos de toda la familia, pero sus ojos eran los de su madre, lo que le diferenciaba era su cabello y la forma de sus ojos, que se parecían a los de su padre y cuando veían a María con su tía Clara, las confundían pensando que ambas eran madre e hija.

- María, la comida ya está lista, vamos a comer. -sonreía Clara que disfrutaba con la música que su sobrina tocaba con su guitarra.

Las dos se dirigieron hacia la cocina y se sirvieron el sándwich de queso y jamón que Clara había preparado. Cuando comían, se podía ver desperdigadas por toda la casa varias cajas de mudanza y era evidente, que ambas se habían mudado hace poco a la ciudad. María parecía que estaba distraída leyendo una revista, parecía que estaba pendiente de una de las entrevistas que estaban en aquel montón de papel impreso a color.

Clara vio que su sobrina estaba leyendo aquella revista y como siempre, le llamaba la atención que sus sobrina solo comprara ciertas revistas en las que salían las entrevistas o fotos del mismo hombre.

- ¿Otra vez leyendo una revista en la que sale ese famoso pianistas?

- Amo a este pianista, admiro a Vladimir Petrov. -se ponía María como una típica fan enamorada de su ídolo.

- ¿Y porqué crees que se esconde? -preguntó Clara.

- No tengo ni idea, pero siempre me gustará su música.

María se encerró en el cuarto que compartía con su tía y observó la guitarra que su padre tenía, ahora ella la tenía y aunque su padre estuviera en el cielo seguía admirando sus nanas cuando la tocaba, pero ella prometió que no iba a llorar y su misión era hacer reír a su tía Clara. Hasta que su tía interrumpió los pensamientos de su sobrina.

- María, tengo que salir, no hagas locuras.

- De acuerdo.

Editado 22 ago 2015 por tedtaki

[Sombre Loup 357]

PRÓLOGO

Recomendable escuchar (canción que se escucha)

En la enorme ciudad de New York, en uno de sus barrios coloniales, había una enorme casa azul, en ella se escuchaba una hermosa melodía que salía de uno de los pianos de ésta, parecía como si el difunto Frederic Chopin estuviera tocando. Aquella casa pertenecía a un famoso pianista mundial, que era conocido por su música y por esconder parte de su rostro al público.

En su interior aun se escuchaba aquella hermosa melodía, que enamoraba a todos aquellos que la escuchaban. Ahí había un hombre ya mayor y con traje elegante, éste subía por aquellas enormes escaleras que se alzaban en la entrada de la mansión. Al llegar al segundo piso, aquella música se escuchaba cada vez más cerca, pero parecía que no estaba en aquel piso, pero como aquel hombre conocía la casa, subió por otras escaleras, que llegaban al último piso de la mansión. Luego caminó por aquel pasillo y se dirigió hacia el cuarto donde se escuchaba aquella hermosa música. Al entrar al cuarto, se quedó fascinado por la persona que estaba tocando aquella hermosa melodía.

En el piano había un joven muchacho de aspecto elegante y colonial, pero era irreconocible con aquella melena que tapaba parte de su rostro. Éste no se daba cuenta que el otro hombre estaba esperando a que parara de tocar el Nocturne de Chopin. El manejo de aquel muchacho era majestuoso, no sabía como alguien tan joven pudiera tocar de esa manera, sobretodo, para aquel hombre que cada vez que lo escuchaba más se impresionaba.

Al tocar el Do grave, paró y mirando al frente con firmeza, esperó a que el otro le dijera lo que tenía que decirle, parecía importante, aunque el rostro de aquel hombre siempre había sido seria, por que según parecía estaba trabajando como el mayordomo de aquella casa y era el único que conocía su rostro y su verdad. El hombre, tragó saliva y observó detenidamente al muchacho que aun seguía teniendo la mirada perdida hacia la ventana.

- Señor Petrov, los de la revista están aquí para vuestra entrevista. -le informó el hombre en ruso.

- Diles que ya bajo. -dijo el muchacho con total tranquilidad.

Tras la breve conversación, el muchacho siguió con lo suyo, era como si se tratara de la última canción de un concierto que estaba haciendo para sí mismo, parecía animado, por que cuando se trataba de Jazz, animaba el ambiente de su hogar. El hombre sonriente al ver contento al joven, decidió volver al piso de donde vino, adentrándose luego en el enorme salón de la mansión. Con aquella decoración tan antigua, había dos personas sentadas en el sofá, al parecer se trataban de los periodistas que iban a entrevistar al dueño de la casa.

- Que ganas tengo de volver a entrevistar al pianista más famoso del mundo. -se notaba que la muchacha estaba entusiasmada.

El mayordomo interrumpió la conversación de ambos periodistas, acercándose a ellos y llamando su atención con su porte serio, como si se tratara de una persona que ha estado trabajando durante años en aquella casa.

- El señor Petrov bajará ahora a atenderos.

El pianista dejó de tocar aquella alegre música y el hombre que estaba con ambos periodistas sabía que tarde o temprano iba a estar en el salón, era como si antes lo hubiera hecho o que lo conocía desde hace bastante. Al rato, se escuchaba como alguien bajaba las escaleras con elegancia, ya que no bajaba muy deprisa.

El mayordomo miró hacia la puerta y vio que aquel muchacho aparecía con disimulo, llamó la atención con varios pasos acercándose a ambos periodistas, la mujer miró y vio al pianista, parecía que enseñaba una dulce sonrisa, por que tenía la oportunidad de ver el rostro escondido que tantas personas desean ver.

- Que empiece la entrevista.

Pasó una semana y en una humilde casita, lejos de la mansión del pianista, vivía dos mujeres de nacionalidad española, que habían dejado su país y se vinieron a vivir a Estados Unidos por motivos desconocidos de la mayor. Pero eso no era motivo para que tía y sobrina se separaran, por que la muchacha y su tía habían vivido juntas durante muchos años y eran inseparables, como si fuera una madre y su hija.

Ambas eran de la familia Gómez, una familia humilde que trabajaban en el campo y que el padre de familia trabajaba en una empresa textil, pero ellos dejaron a su hija huérfana tras un trágico accidente de tren, en el que dos trenes chocaron entre sí causando sus muertes. Así que su hija tuvo que irse a vivir con su tía Clara, que era una mujer decente, era bajita y ojos verdes, tenía una buena figura y eso que tenía cincuenta años. Y su sobrina, se llamaba María, como su madre, no vestía elegante, le encantaba llevar ropa cómoda como pantalones de chándal o sudaderas, pero ella tenía un hermoso rostro y decían que se parecía a su difunta madre, sobretodo tenía el tono de ojos de toda la familia, pero sus ojos eran los de su madre, lo que le diferenciaba era su cabello y la forma de sus ojos, que se parecían a los de su padre y cuando veían a María con su tía Clara, las confundían pensando que ambas eran madre e hija.

- María, la comida ya está lista, vamos a comer. -sonreía Clara que disfrutaba con la música que su sobrina tocaba con su guitarra.

Las dos se dirigieron hacia la cocina y se sirvieron el sándwich de queso y jamón que Clara había preparado. Cuando comían, se podía ver desperdigadas por toda la casa varias cajas de mudanza y era evidente, que ambas se habían mudado hace poco a la ciudad. María parecía que estaba distraída leyendo una revista, parecía que estaba pendiente de una de las entrevistas que estaban en aquel montón de papel impreso a color.

Clara vio que su sobrina estaba leyendo aquella revista y como siempre, le llamaba la atención que sus sobrina solo comprara ciertas revistas en las que salían las entrevistas o fotos del mismo hombre.

- ¿Otra vez leyendo una revista en la que sale ese famoso pianistas?

- Amo a este pianista, admiro a Vladimir Petrov. -se ponía María como una típica fan enamorada de su ídolo.

- ¿Y porqué crees que se esconde? -preguntó Clara.

- No tengo ni idea, pero siempre me gustará su música.

María se encerró en el cuarto que compartía con su tía y observó la guitarra que su padre tenía, ahora ella la tenía y aunque su padre estuviera en el cielo seguía admirando sus nanas cuando la tocaba, pero ella prometió que no iba a llorar y su misión era hacer reír a su tía Clara. Hasta que su tía interrumpió los pensamientos de su sobrina.

- María, tengo que salir, no hagas locuras.

- De acuerdo.

Genial lo leí y me encanto c: felicitaciones xD

[Aficionada 1.169]

Wow, tiene buena pinta, y algo me dice que Vladimir y María van a tener algo, me gusta el ambiente misterioso característico de tus historias jeje, ¡Tengo ganas de ver la historia ya! Besis

[Sombre Loup 357]

Wow, tiene buena pinta, y algo me dice que Vladimir y María van a tener algo, me gusta el ambiente misterioso característico de tus historias jeje, ¡Tengo ganas de ver la historia ya! Besis

Yo creo que el dice cosas opuestas a lo que piensa por maría, Para que no le maten a preguntas ¿)

[Rober 423]

Muy buena pinta Tedtaki, seguro que nos sorprendes con esta nueva historia, y a ver que sucede con ella. Por cierto, espero que no dejes la de Ángel Guardián jejeje

[tedtaki 1.392]

Muy buena pinta Tedtaki, seguro que nos sorprendes con esta nueva historia, y a ver que sucede con ella. Por cierto, espero que no dejes la de Ángel Guardián jejeje

No te preocupes, el del angel guardián tengo el capítulo 11 preparado y estoy escribiendo el 12 y así hasta el 15, he pensado escribir de tirón todos los capítulos que faltan y sacar las fotos que faltan ^^

[Merchedj 3.915]

Me ha encantado cómo ha comenzado la historia. Promete muchísimo y ya estoy deseando leer el siguiente capítulo.

[Lucy96 74]

¡Bravo! ¡Bravísimo! ¡Me encantó! Hacía tiempo que no leía una historia así, te felicito de verdad, muy buena :).

[Geraldinec 254]

Me encantpo !! sigue asi!!

[tedtaki 1.392]

Nuevo capítulo, gracias a todos por vuestro apoyo ^^ espero que os guste el nuevo capítulo

Capítulo 1: Malas noticias

Clara esperaba en aquella solitaria sala de espera del hospital de New York, miraba todo lo que le rodeaba y empezaba a angustiarse con el detestable olor que siempre rondaban esos sitios. Ella buscaba en su mente el motivo por el cual perdía sangre o los repentinos desmayos que sufría cuando su sobrina no estaba, por aquella razón decidió venir a New York.

El doctor apareció e interrumpió los pensamientos de Clara, ella alzó su mirada para ver al hombre rubio que la miraba detenidamente al igual que ella a él.

- Señorita Gómez, es su turno. -dijo el doctor con acento inglés.

Ella parecía distraida observando al doctor, pero ella no estaba ahí para ligar, le preocupaba más su salud y quería hacerse aquel chequeo para saber lo que tenía. Lo malo es que él también estaba mirándola atentamente.

Después de horas haciéndose análisis, Clara observó al doctor algo nerviosa, tenía miedo a que fuera grave lo que tenía, tenía que preguntar y saber la situación y superar lo que tenga, no le gustaba la idea de que tuviera algo grave y dejara a su sobrina sola.

- ¿Y bien doctor? -preguntó Clara muy nerviosa.

- No son buenas noticias señorita Clara... según las pruebas tienes leucemia. -le comunicó el doctor triste.

- ¿Cuánto tiempo de vida me queda? -preguntó Clara más nerviosa de lo que estaba.

- Según por lo que he visto... le queda una semana de vida, a no ser que tengas a un donante.

- El único donante que tenía era mi hermano que está ahora fallecido y tengo a mi sobrina, pero ella se merece una vida mejor... es triste saber que me quedan pocos días de vida y me duele, pero no tengo otra opción y asimilarlo... -Clara se puso a llorar.

- Venga, la acompaño a la entrada...

El médico guió a Clara hasta la puerta, al verla triste la abrazó con todas sus fuerzas para animarla, era bastante duro darse cuenta de que tiene una enfermedad terminal y él había vivido muchas veces esos momentos por ser doctor. Para Clara era doloroso, por que iba a dejar a su sobrina sola y sin compañía, pero ella era adulta y seguramente podría vivir sin problemas sola.

- Lo siento Clara, intentaré lo que sea para animarte y ayudarte a salir adelante, pero esto es mucho para mi y me va a ser difícil...

- No te preocupes doctor...

A Clara no le dio importancia que el doctor fuera un desconocido o no, así que lo besó con todas sus fuerzas, ella consideraba a aquel hombre alguien atractivo y nunca antes tuvo alguien que la hiciera mujer y como eran sus últimos días de vida decidió que lo mejor era dar un paso y conocer el amor, lo bueno, es que el doctor la correspondió. Pero ella se dio cuenta que estaba cometiendo una locura y se apartó rápidamente de él.

- Perdóname, creo que me he vuelto loca. -se disculpó Clara bastante avergonzada.

- No te preocupes Clara, a mi no me ha molestado.

- ¿En serio?

- Yo... Rober Marc acepto ser tu pareja en tus últimos días de vida...

(A partir de aquí escuchar esta canción y pararla cuando el pianista deje de tocar el piano)

Se seguía escuchando la música de la enorme casa azul, que se situaba en el barrio colonial de New York, los que vivían con aquel pianista estaban agradecidos de tener un buen músico como dueño y jefe de la casa.

El mayordomo entró en el cuarto donde estaba el dueño de la casa, volviendo a interrumpir su música, pero esta vez el pianista se levantó, acercándose al hombre que miraba al muchacho con seriedad.

- ¿Qué ocurre? -preguntó Vladimir.

- ¿Mando a Dalila para que compre lo necesario para la cena de esta noche? Recuerda que el director de la discografía va a venir y hay que darle una buena impresión.

- Si, mientras tanto voy arreglarme para ir al teatro, creo que tengo que firmar algo para poder tocar mañana a la noche.

Unos gritos provenientes del pasillo interrumpieron la conversación de ambos, se escuchaba la voz de una mujer que gritaba el nombre de Vladimir y como subía las escaleras con pisadas fuertes. Ella entró abriendo la puerta de golpe y a punto de golpear al mayordomo que estaba en medio. Era una mujer rubia y elegante, de buenas curvas y ojos azules. La mujer enseñó la revista en la que salía la entrevista que tuvo hace días.

- ¿Otra vez aquí? -preguntó muy molesto el pianista.

- ¿En serio me detestas tanto? ¿Los momentos románticos no te sirvieron para enamorarte de mi? Me has estado engañando durante mucho tiempo. -protestaba la mujer.

- Cálmate Anna, discutiendo no se llega a niguna parte.

Ella apuntó la cámara de su móvil hacia Vladimir, con la intención de sacarle una foto y hacerla pública para que todos vieran la cara del pianista, pero él no se inmutaba y el chico que siguió a la rubia hasta la habitación le tiró el móvil al suelo y luego lo pisó. Ella se arrodilló enfadada viendo como su teléfono se destrozaba en mil pedazos ante sus narices.

- ¡Idiota! -dirigió su grito hacia el hombre que le rompió el teléfono.

- Marco, echa a esta mujer de esta casa, no la quiero ver más. -le ordenó Vladimir al hombre que destrozó el móvil.

- Me vengaré y le diré a todos tu secreto.

- Si ya... seguro que con mentiras harás que despida a otra de mis trabajadoras, como hiciste con Laura.

Anna se acercó a Vladimir y le dio un beso en los labios, pero él la apartó y con un gesto, le pidió a Marco que echara a la mujer del cuarto. El pianista estaba harto de aquella mujer y de sus celos, pero su atractivo hacía que él se sintiera atraído.

Vladimir centró su mirada en uno de los cuadros de Frederic Chopin y empezó a sentirse más tranquilo, pero Anna sabía toda la verdad sobre su secreto y no podía permitir que aquella mujer contara a los medios quien era. Él salió del cuarto y se adelantó a la mujer poniéndose delante de ella para que no avanzara más y se fuera de la casa, sin dudarlo, él la besó y ella le correspondió el beso, luego él se apartó y decidió contarle lo que tenía planeado contar.

- Anna, siento lo que pasó, seguramente ellos pensaron lo que no era y pusieron eso, pero no te enfades conmigo.

- Te amo, te deseo y si no estás conmigo te juro que contaré a todo el mundo quien eres. - le amenazó Anna.

- Anna, vive conmigo y cásate conmigo, te deseo y tu me deseas, así que de aquí a un año podemos conocernos, seguro que surge algo bonito.

- Pues acepto. -enseñó ella una sonrisa pícara.

Sergey se fue a la cocina donde vio a dos mujeres, él miró con una sonrisa a la mujer de gafas, pero ella parecía desviar su atención a otra parte, seguramente ella estaba enfadada por algo. Luego miró a la joven y cambió su felicidad por seriedad.

- Dalila, tienes que ir al supermercado a traer lo de la lista.

- Si, ahora voy.

Unas horas más tarde, María y Clara se fueron a dar una vuelta, hasta que se pararon en una cafetería que parecía barata, su tía parecía deprimida y la muchacha se preocupó bastante por ella. Pero por culpa de su distracción se chocó con una chica de rasgos árabes, haciendo que se le cayera la bolsa de la compra al suelo. Pensó que iba a gritar como una loca, pero la chica fue educada.

- Perdón. -se disculpó María.

- No te preocupes, hacer la compra no es fácil... -sonreía la muchacha árabe. -¿Eres nueva en la ciudad?

- Si, llegamos hace un par de días de España.

- Oh, seguramente ambas os sentiréis solas, pues bien, aquí tendréis una amiga, mi nombre es Dalila y si quieres podemos quedar algún día...

- ¿En serio? Yo nunca tuve amigas en España... -sonreía ella. -mi nombre es María.

- Encantada María y bueno... me tengo que retirar, tengo que llevar la compra a la mansión Petrov, si no me matan.

María al escuchar la palabra Petrov solo pensó en una cosa, en su ídolo...

Editado 12 sep 2015 por tedtaki

[Nhaidala 312]

Vaya, me encanta mucho la historia. La verdad es que la había visto por encima cuando me he unido al foro, pero ahora he querido leerla y me he vuelto loca cuando he sabido que habías subido un nuevo capítulo. Ya te admiro solo con leer esta historia.

Creo que Anna le va a dar muchos problemas a Vladimir y María está enamorada de su ídolo *-* Estoy impaciente por leer mas.

[Aficionada 1.169]

¡Nooo! No quiero que Vlad se case con Anna, me parece un tanto inmadura,celosa y kbsesiva, y espero que no cometa ninguna locura. Me dio mucha tristeza el tema de Clara, pero espero que María aguante y tenga fuerzas para seguir adelante, quizás Dalila le consigue un trabajo en la mansión Petrov y surge la magia. Por otro lado, y creo que tods estamos igual, me muero por saber qué pasó con Vladimir, quién es realmente y porqué lo oculta ¡Si es guapísimo y no está deformado ni nada! Vaya vaya, algo me dice que ese misterio tardará bastante en responderse, pero la respuesta sera muy jugosa. Buena actu ¡espero la siguiente!

[Rober 423]

Joer que pena lo de la enfermedad de la tía de María, creo que va a ser un mazazo duro para ella, pero intuyo que Dalila tendrá algo que ver a la hora de que su amiga lo supere. Me esta gustando mucho esta historia y tengo ganas de saber que es lo que pasa por la mente del pianista. Por cierto, no me ha gustado que se vaya a casar con la loca de Anna, al fin y al cabo ella lo está amenazando...

[Merchedj 3.915]

Qué pena lo de Clara, no me lo esperaba. Espero que lo que le ha dicho Vladimir a Anna haya sido sólo para taparle la boca porque no le pega en absoluto. Es un gran misterio lo de la personalidad de Vladimir, me refiero a por qué no quiere que se sepa quién es en realidad. Me temo que eso vamos a tardar mucho en saberlo ya que este misterio es un punto muy importante en la trama de la historia. Tengo muchas ganas de que llegue el día en que conozca a María porque imagino que están predestinados a enamorarse.

[tedtaki 1.392]

Qué pena lo de Clara, no me lo esperaba. Espero que lo que le ha dicho Vladimir a Anna haya sido sólo para taparle la boca porque no le pega en absoluto. Es un gran misterio lo de la personalidad de Vladimir, me refiero a por qué no quiere que se sepa quién es en realidad. Me temo que eso vamos a tardar mucho en saberlo ya que este misterio es un punto muy importante en la trama de la historia. Tengo muchas ganas de que llegue el día en que conozca a María porque imagino que están predestinados a enamorarse.

Por eso Vladimir quiere casarse con ella ^^ y gracias por comentar ^^

Joer que pena lo de la enfermedad de la tía de María, creo que va a ser un mazazo duro para ella, pero intuyo que Dalila tendrá algo que ver a la hora de que su amiga lo supere. Me esta gustando mucho esta historia y tengo ganas de saber que es lo que pasa por la mente del pianista. Por cierto, no me ha gustado que se vaya a casar con la loca de Anna, al fin y al cabo ella lo está amenazando...

Otro adivino D: Afi y tú tenéis el don de adivinar cosas xD gracias por comentar (y decirte que he leído tu historia detrás de las sombras y te diré que me ha gustado D: )

¡Nooo! No quiero que Vlad se case con Anna, me parece un tanto inmadura,celosa y kbsesiva, y espero que no cometa ninguna locura. Me dio mucha tristeza el tema de Clara, pero espero que María aguante y tenga fuerzas para seguir adelante, quizás Dalila le consigue un trabajo en la mansión Petrov y surge la magia. Por otro lado, y creo que tods estamos igual, me muero por saber qué pasó con Vladimir, quién es realmente y porqué lo oculta ¡Si es guapísimo y no está deformado ni nada! Vaya vaya, algo me dice que ese misterio tardará bastante en responderse, pero la respuesta sera muy jugosa. Buena actu ¡espero la siguiente!

¿Eres adivina? D: es broma xD y no os preocupéis por Vlad y Anna nunca se casarán

Vaya, me encanta mucho la historia. La verdad es que la había visto por encima cuando me he unido al foro, pero ahora he querido leerla y me he vuelto loca cuando he sabido que habías subido un nuevo capítulo. Ya te admiro solo con leer esta historia.

Creo que Anna le va a dar muchos problemas a Vladimir y María está enamorada de su ídolo *-* Estoy impaciente por leer mas.

Gracias :3 mi intención con Anna es esa.

CAPÍTULO 2: LA CENA

María estaba pensativa, recordaba la última frase que Dalila había pronunciado, era como una tortura para ella, por que Vladimir Petrov era su amor platónico, pero no se podía imaginar que estaba tan cerca de donde estaba él, aun así era imposible. Mientras pensaba, escuchó un fuerte golpe que provenía del baño, ella al instante se levantó y se asustó bastante, por que era como si alguien se hubiera caído al suelo.

Entró en el baño y al bajar la mirada al suelo, vio a su tía desmayada, como si hubiera tenido un golpe de calor. María intentó despertarla, pero no reaccionaba y se preocupó tanto que tuvo que pedir una ambulancia. Ellos hicieron lo posible para llevar a Clara a la furgoneta y María no dudó en acompañarlos hasta el hospital.

Vladimir regresó después de una larga tarde en el teatro, donde tuvo que firmar unos papeles para poder tocar el fin de semana y demostrar a todos su don para tocar el piano. Luego dirigió su mirada hacia la cocina, donde escuchó a Sergey animado con las sirvientas y preparando la cena que iba a tener con el director de la discografía, David Hall y su esposa Cameron. Pero para el pianista le parecía mal que en aquella cena también iba a estar presente Anna y ya estaba harto de su presencia. Luego miró las escaleras y decidió ir a su cuarto para arreglarse un poco.

Entró a su cuarto, parecía que no había nadie, solo unas maletas que estaban al lado de la cama. Vladimir se acercó a ellas y cuando menos se lo esperaba salía Anna del baño, arropada con una toalla que tapaba su desnudo y húmedo cuerpo, al parecer ella ya se había acomodado a su nuevo hogar, el pianista la consideraba una ocupa. La mujer se acercó a Vladimir y le dio un beso en los labios, pero él intentaba evitarla, pero ella le forzaba a hacerlo.

- Tu cuarto es muy bonito. -se ilusionaba Anna que miraba al pianista con picardía.

- Lo malo es que tendrás que dormir en el cuarto de invitados. -intentaba Vladimir alejarse de ella.

- No, eso no va a ser así, si no quieres que vaya mañana a la televisión y les cuente a todos quien eres en realidad. -le amenazó ella que atraía al pianista con sus propias manos y arrugando su chaqueta.

- Zorra. -decía la mente del pianista.

No abrir si eres menor:

- Mientras esperamos por nuestro invitados... -ella se quitó su toalla ante la atenta mirada del pianista que intentaba evitar mirar su hermosa figura. -... podemos consumar nuestro amor.

- Vístete por favor.

Anna tiró a Vladimir al suelo con todas sus fuerza y con su cuerpo desnudo se puso encima suya, con la intención de buscar lo que ella tanto quiso de él. Pero él no aguantó más y la empujó hacia un lado y enfadado se fue de su propia habitación para ir al cuarto del piano a encerrarse como siempre hacía.

Sergey entró en el cuarto del piano, donde vio a Vladimir asomado por la ventana, contemplando los enormes rascacielos de New York.

- ¿Le ocurre algo? -preguntó Sergey preocupado.

Vladimir no se inmutó a la pregunta de su mayordomo, pero lo que si hizo fue darse la vuelta para ver su cara de preocupación, el pianista agradecía a Sergey su presencia, por que siempre lo consideró como un padre, siempre preocupándose por él. El muchacho se acercó a él y le mostró la ira que sentía por Anna y todas sus tonterías.

- Esa modelo es una pesadilla para ti...

- Es mezquina, no la soporto y en cuanto tenga el momento la echaré de la casa. -se mostró Vladimir muy cabreado.

- Bueno Vladimir, lo que importa ahora es la cena que tienes con David Hall y su esposa, que ya están aquí.

- Vale, ahora bajo.

Sergey se retiró y Vladimir se acercó frustrado al cuadro de Frederic Chopin, aquella imagen le hacía calmarse, por que le hacía recordar muchas cosas de su pasado, la mayoría de ellas buenas y otras no tan buenas, pero tenía que comportarse como era él y no liarla por culpa de Anna, esa cena era importante y tenía que darlo todo.

La cena estaba servida y los invitados esperaban por el pianista, que tardaba mucho en bajar, pero al rato apareció por la puerta de aquel hermoso comedor, sorprendiendo a todos los presentes, aunque ellos ya conocían el verdadero rostro del pianista. Luego caminó hasta la mesa y se sentó con los invitados.

Tras hacer una bendición a la mesa, todos iniciaron a comer aquella deliciosa cena que habían preparado las dos sirvientas de la casa.

- Está delicioso, me gustaría saber cual es vuestra receta. -saboreaba David la comida.

- Me alegra que os guste y a parte de la cena podemos hablar de intereses. -dijo Vladimir.

- Pues claro señor Petrov, dentro de unos días es nuestro aniversario y queremos invitarle, eres como de la familia y siempre nos has tratado con educación, pero seguramente no te atreverás a aparecer por que quieres seguir escondiendo vuestro rostro.

- Por eso mismo, no puedo ir.

- Y otra cosa, para la próxima semana tenemos que grabar vuestro disco, esa melodía y esa canción tuya va hacer que seas el pianista más famoso, por que cuando tocas es como si el mismísimo Frederic Chopin estuviera vivo y no muerto.

- Ese disco es importante para mi, forma parte de lo que yo hago, el piano es mi vida y creo que Frederic Chopin estará orgulloso de que alguien haga renacer la música clásica, él es mi ídolo y con su música aprendí. -se entusiasmó Vladimir tras hablar de su trabajo y sobretodo del pianista polaco.

- Perdone, señor Petrov... -intervino Cameron Hall con su hermosa sonrisa. -no sabía que ahora vivieras con Anna Green, ¿ya sois novios?

- Somos novios si y lo mejor de todo, es que nos vamos a casar. -interrumpió Anna.

- ¡Que bien, os felicito a los dos!.

Vladimir tuvo que enseñar una sonrisa forzada, le daba asco la idea de tener que contarles a los invitados lo que iba a ser su pesadilla, sentía pena de si mismo, por que sabía que esa mujer iba a destrozarle su vida.

Al terminar la cena, Vladimir y David salieron a tomar el aire en el balcón de la enorme mansión azul. El pianista tenía que desahogarse con él, quitando de su rostro aquella falsa sonrisa que estaba decorando su cara durante la cena, mostrándole los sentimientos que él sentía en esos momentos.

- Ya me di cuenta en la cena, no amas a esa mujer y por culpa de ella estás incómodo. -ya se había dado cuenta David con solo verle la cara a su amigo.

- Me amenazó con contarle a los medios mi secreto...

- Esa zorra no se atreve a confesar tu verdad, es una loca que solo quiere manipularte a su antojo. -le dijo David.

- No se... le tengo pánico, si la echo de mi vida, luego...

- ¡No seas cobarde! Mándala a tomar por culo, si confiesa tu secreto a los medios, todos la tomarán por loca. -le aconsejó David.

- Le daré unos días hasta que se de cuenta que no soy hombre para ella.

David y Cameron se dirigieron hacia la salida de la casa, allí se despidieron con educación y luego se fueron contentos de la mansión Petrov, ellos sabían que aquel pianista era una gran persona y como no, el mejor pianista de la historia. Pero al parecer, Anna no estaba contenta, parecía que se

había sentido ofendida con la actitud de Vladimir en la cena.

En el hospital, María esperaba sentada en aquel banco, mientras lloraba desconsolada, pensando que igual su tía tenía algo grave. Al parecer el doctor tardaba bastante en salir y eso la ponía muy nerviosa. En mitad de la sala de espera, había dos enfermeros que hablaban entre ellos y mirando con pena a la joven, seguramente ya sabían algo, pero ella quería que el doctor fuera el que le comunicara todo lo que pasaba. Luego la alarmó el sonido de la manilla de la puerta y con la esperanza de que fuera el doctor se levantó. Rober aparecía al otro lado de aquella puerta con mala cara y parecía que no traía buenas noticias.

- ¿Cómo está? -preguntó María muy preocupada.

- Es raro que ella no te lo contara...

- ¿¡El qué!? -se puso histérica.

- Ella tiene leucemia, le quedan pocos días de vida y en estos momentos es recomendable que se quede en el hospital hasta que llegue el momento, lo siento...

- No, no, no... -repetía ella entre lágrimas.

El doctor volvió a entrar en la habitación, luego María se puso a llorar, no podía creerse que después de tantos años juntas, iba a perder a la mujer que la crió como a su hija, la persona que la cuidó y a la que consideró una madre en vez de su tía paterna, no quería que ella muriera, pero el destino se la quería llevar y el dolor que sentía ella en esos momentos era insoportable.

[Aficionada 1.169]

Que capítulo mas intrigante Ted 👀👀👀👀 me pregunto cual es el secreto de Vladimir de verdad, esa Anna me da muchísimo asco enserio no se cuanto faltará para que Vlad la mande a paseo. Si es verdad eso de que Rober y yo seamos adivinos me hace pensar que pronto veremos a Dalila entrar en juego. No le cogi mucho cariño a Clara, pero si me da pena, no te lo voy a negar,pero se que le esperan grandes cosas a María

[Rober 423]

Que raro se me hace ver una historia sin conocer el rostro del protagonista jajaja Muy buen capitulo, me da mucha pena la tía de María, mátala ya a la pobre que me estas haciendo sufrir mucho Y que mal me cae Anna, espero que Vlad le haga caso a su amigo

[Nhaidala 312]

Que capítulo más interesante. La verdad es que Anna me cae cada vez peor y estoy deseando que Vladimir le da la patada y haga caso a David, al menos él se ha dado cuenta de que lo está pasando mal. Además el que Vladimir sea fan de Chopin me enamora mas, ya que es uno de mis compositores favoritos (junto con Mozart, Beethoven y Verdi) y eso que no soy muy fan de la música clásica.

Me ha dado mucha pena la enfermedad de Clara (se me olvido decirlo en el anterior capitulo) y la forma en la que Maria se ha enterado. Espero que todo se arregle para ella y no creo que Dalila deje a su nueva amiga en la estacada, creo que le esperan grandes cosas a la preciosa de Maria.

PD: Esto no tiene que ver mucho con el capitulo, pero me encantan los personajes *-*

[Merchedj 3.915]

Vaya fresca que es Anna. Se ha ido a vivir con Vladimir sin ser invitada. Espero que él siga los consejos de su amigo David y la mande a freir espárragos. En cuanto a maría, me da mucha pena que se quede completamente sóla pero ya sabíamos que Clara tenía los días contados. Acabo de leer el capítulo y ya estoy deseando leer el siguiente. menos mal que los estás poniendo muy seguidos y eso te lo agradezco muchísimo.

[tedtaki 1.392]

Respuestas:

Vaya fresca que es Anna. Se ha ido a vivir con Vladimir sin ser invitada. Espero que él siga los consejos de su amigo David y la mande a freir espárragos. En cuanto a maría, me da mucha pena que se quede completamente sóla pero ya sabíamos que Clara tenía los días contados. Acabo de leer el capítulo y ya estoy deseando leer el siguiente. menos mal que los estás poniendo muy seguidos y eso te lo agradezco muchísimo.

Gracias ^^ Anna es la guinda del pastel, la necesitamos para dar más emoción a la historia y verás como María no va a estar sola en ningún momento

Que capítulo más interesante. La verdad es que Anna me cae cada vez peor y estoy deseando que Vladimir le da la patada y haga caso a David, al menos él se ha dado cuenta de que lo está pasando mal. Además el que Vladimir sea fan de Chopin me enamora mas, ya que es uno de mis compositores favoritos (junto con Mozart, Beethoven y Verdi) y eso que no soy muy fan de la música clásica.

Me ha dado mucha pena la enfermedad de Clara (se me olvido decirlo en el anterior capitulo) y la forma en la que Maria se ha enterado. Espero que todo se arregle para ella y no creo que Dalila deje a su nueva amiga en la estacada, creo que le esperan grandes cosas a la preciosa de Maria.

PD: Esto no tiene que ver mucho con el capitulo, pero me encantan los personajes *-*

Anna va a ser la mala de la historia (si, mi plan es hacer una historia al estilo telenovela) y sobre Chopin a mi también me gusta, es el que más me gusta en la música clásica (seguro que es por ese misterio)

Que raro se me hace ver una historia sin conocer el rostro del protagonista jajaja Muy buen capitulo, me da mucha pena la tía de María, mátala ya a la pobre que me estas haciendo sufrir mucho Y que mal me cae Anna, espero que Vlad le haga caso a su amigo

Vas a ver al protagonista así hasta que la escritora decida enseñar su rostro (eso es para cuando María vea su rostro) xD

Que capítulo mas intrigante Ted 👀👀👀👀 me pregunto cual es el secreto de Vladimir de verdad, esa Anna me da muchísimo asco enserio no se cuanto faltará para que Vlad la mande a paseo. Si es verdad eso de que Rober y yo seamos adivinos me hace pensar que pronto veremos a Dalila entrar en juego. No le cogi mucho cariño a Clara, pero si me da pena, no te lo voy a negar,pero se que le esperan grandes cosas a María

Graciaas ^^ el secreto de Vladimir lo sabréis dentro de muuucho xD aunque se irán sacando cosas poco a poco.

CAPÍTULO 3: EL CAMBIO DE MARÍA

Los últimos días de Clara llegaron y María tuvo que enterrarla en el cementerio de New York. Estaba deprimida y no podía dejar de llorar con solo pensar en su tía, pero seguramente que ella en esos momentos quería que tirara hacia adelante y que no se rindiera. Así que recurrió a Dalila para pedirle consejo y ambas quedaron en la cafetería donde se habían conocido. La joven árabe se daba cuenta que su amiga no estaba bien, quería animarla con lo que sea con tal de verla sonreír, aunque le tenía preparado algo muy importante para ella.

- Siento lo de vuestra tía... -dio Dalila el pésame.

- Ahora sin ella me siento sola...

- No, no lo estás, me tienes a mi. -intentó animarla.

- Si, lo sé...

- He pensado en llevarte a la mansión Petrov para que tengas trabajo, lo malo es que trabajas interna y tendrás que quedarte a vivir allí.

- ¡No! -se negaba María muy nerviosa.

- ¡Pues si y ahora vendrás conmigo!

Dalila pagó ambos refrescos, aunque María se negaba de que lo hiciera y las dos se dirigieron hacia la mansión Petrov. La española se sentía obligada a hacerlo, pero lo más importante era que tuviera un trabajo fijo y sobretodo, poder conocer en persona al hombre que la cautivó con su música y al que admiraba desde hace mucho... Vladimir Petrov.

Vladimir estaba harto de estar encerrado en su mansión y sobretodo en verano, que hacía bastante calor, se sentía como un pájaro enjaulado y lo único que podía hacer, era dirigirse hacia su balcón. Se adentró en él y sintió el aire recorrer su rostro, el viento movía su pelo y cerró los ojos para sentir la sensación de que estuviera volando. Unas voces que provenían del otro lado de la valla que separaba su casa del exterior interrumpieron su momento de tranquilidad, se asomó con curiosidad y vio como su sirvienta Dalila traía a una joven de cabellos castaños, bajita y con una bonita figura, pero su ropa era horrible y no le gustaba para nada su forma de vestir. Se sintió molesto, odiaba que sus trabajadores trajeran a desconocidos y ahora mismo Dalila había traído a una, pero otra parte su cabeza le engañaba y le decía que aquella muchacha era hermosa por muy mal que vistiera.

Entró en la casa y se encontró con Sergey por el pasillo del tercer piso, al parecer ya se había percatado de la amiga de Dalila y estaba esperando por parte de su patrón una orden para impedir que aquella desconocida viera su cara.

- Sergey, no la eches aun, pregunta quién es y que es lo que quiere. Si busca trabajo que venga a mi despacho y si no... que se vaya ella y Dalila. -le ordenó Vladimir.

- ¿Despedir a Dalila? -preguntó Sergey sorprendido.

- Si...

Sergey bajó hasta el primer piso donde se encontró a Dalila sola. Ella había dejado a María esperando en las afueras de la mansión, como precaución para que no pasara nada malo con Vladimir. Ella se dio cuenta que el mayordomo estaba enfadado.

- ¿Porqué has traído a esa chica hasta aquí? Sabes perfectamente que al señor Petrov no le gusta que vengan desconocidos a la casa.

- Sergey no te pongas así, esa chica necesita trabajo, hace poco perdió a su tía y no tiene a más familiares, soy su amiga y me gustaría que la contratéis.

- ¿Amiga? -interrumpió Anna que aparecía del salón.

- Si, sería un gran favor que estuviera trabajando aquí.

Anna salió de la mansión para poder ver a la supuesta amiga de Dalila, vio una figura de una mujer bajita y de cabellos castaños al otro lado de la valla, empezó a sentir envidia por su belleza, pero le daba asco su forma de vestir. Cuando abrió la puertilla de la valla, asustó a María, que estaba distraída mirando el tráfico del barrio. La rubia se acercó y miró a la muchacha como si se tratara de un bicho raro y repugnante.

- ¿En serio vas a querer trabajar para Vladimir con esas pintas de mosquita muerta? -le preguntó Anna.

María no entendía lo que decía, hablaba inglés y ella aun no se llevaba bien con la lengua, así que no entendió nada, no le importó si era bueno o malo. Anna miró de arriba a abajo a la muchacha, no parecía estar de acuerdo de que contrataran a una chica con tan poca clase como aquella chica, que no sabía vestir.

- Mira chica tonta, lárgate de aquí.

- Lo siento Anna... -interrumpió Sergey molesto con la rubia -Vladimir quiere verte en el despacho.

- ¡Yo también mando en la casa! -le gritó Anna al mayordomo.

- Tú no eres mi dueña, solo eres una ocupa.

Sergey le hizo un gesto con la cabeza a María, con la intención de que ella le siguiera, pero Anna no iba a permitir que ella fuera contratada por Vladimir, así que tiró de su brazo con tanta fuerza que por poco le arrancaba el brazo, siendo apartada de ella por Marco, el guardaespaldas y chófer de la casa.

- Maldito italiano. -refunfuñó Anna.

- Síguenos. -habló en perfecto español el muchacho que tenía un acento italiano muy pronunciado.

María se quedó sorprendida al ver al muchacho, de aquellos ojos verdes, aquel cuerpo y de aquel acento, que hacía de él un hombre atractivo, pero él era el que no le quitaba el ojo de encima a la muchacha.

Cuando María entró en la mansión, se quedó totalmente impresionada con su enorme entrada y las escaleras que se alzaban al segundo piso. Sergey dio una palmada para llamar su atención y lo siguió hasta arriba, donde llegaron al pasillo que estaba decorado por una enorme pecera llena de peces coloridos y bonitos. Caminaron por él, hasta que llegaron a una puerta que daba a un despacho con estanterías llenas de libros de todo tipo y un antiguo escritorio que estaba lleno de partituras de piano, al otro lado, estaba sentado un hombre, que le daba la espalda a la entrada, como si no quisiera que nadie le viera la cara.

- Vladimir, aquí está la chica, el problema es que no sabe inglés.

- ¿Cuál es su idioma natal? -preguntó Vladimir.

- Es el español. -respondió Sergey.

- No te preocupes por el idioma, el cursillo de español al final me ha servido de algo.

Vladimir alzó la mano para que todos se retiraran menos María. Ella al quedarse sola con él, se sintió extraña y observaba cada rincón de aquel despacho, luego centró su mirada en el hombre que estaba de espaldas y no pudo evitar sentir una gran alegría, ya que se trataba del famoso pianista Vladimir Petrov, lo tenía ante sus ojos, pero se extrañaba bastante de que estuviera de espaldas y lo que era peor, estaba muy nerviosa.

- Su nombre... -habló Vladimir en un español muy mediocre, en el que entonaba su acento Ruso.

- María Gómez... -tragó María su saliva de los nervios que tenía.

- ¿Tú... tú querer trabajar...?

- Si.

- Dalila contarme todo, sentir lo de tu tía...

Dato:

(Dalila tampoco puede ver a Vladimir, si una de las sirvientas tiene que verle, es en el despacho y él siempre estará de espaldas a ellas, eso quiere decir que Dalila se lo contó mientras estaban montando el jaleo fuera de la casa)

- Si... -rompió María a llorar cuando él le recordó a su tía.

- Perdón... -Vladimir se quedó callado por un momento y luego tuvo fuerzas para seguir hablando -contratada... ahora fuera.

María se fue del despacho y Vladimir se quedó solo, empezó a sentirse mal por su español y por como la había tratado, él se dio la vuelta y miró la puerta fijamente, se levantó de su silla y se acercó a donde había estado ella, oliendo la colonia que había desprendido, empezó a gustarle aquel delicioso aroma que le hacía recordar a un bebé, además, su timidez le había gustado bastante, pero él aun así, no sabía que era lo que sentía, desde que la vio desde el balcón hasta su perfume, al conocerla, se dio cuenta de que necesitaba a alguien así en su casa.

Unos minutos más tarde, María estaba en su casa, decidió llevarse sus cosas más valiosas como los cuadros de sus padres y de su tía, la guitarra y su ropa. Al salir de la casa, puso el cartel de ''SALE'' para venderla y así no ocuparse de unos gastos que ya no iban a servirle de nada. Pensó en muchas cosas y sobretodo en la felicidad que sentía en aquel momento, al saber que iba a trabajar cerca de la persona que admiraba.

En la mansión, Anna fue a reprocharle a Vladimir, por que no estaba de acuerdo de que contratara a la española como sirvienta, el pianista empezó a cansarse de sus tonterías y no sabía como iba hacer para mandarla a tomar por saco.

- ¿Porqué contrataste a esa? -preguntó Anna muy furiosa.

- Por que necesito a una nueva sirvienta.

Anna no podía creerse lo que había hecho Vladimir, así que decidió arruinarle la vida a esa chica y hacerle lo mismo que le había hecho a la antigua sirvienta.