Nuevo capítulo Demons, "Capítulo 2: Enferma"

[LuciwiiYT 25]

Y aquí esta la historia que substituye temporalmente a "Eternity", espero que la disfrutéis y que os encante :)

Demons

Introducción: Ángeles, Demonios y Escuelas

-¿Nos vamos ya? Llegaremos tarde a la escuela- mi mejor amiga me hablaba, mientras engullía un bol de cereales con leche.

-No lo sé… Heather, me encuentro muy mal.- le digo, y no es como las otras veces cuando solo lo finjo para poder saltarme la escuela, hoy me desperté con una sensación rara dentro de mí.- Y es de verdad.

-¿A qué te refieres con que te sientes mal?- dijo, pese a que no parecía estar prestando mucha atención. En realidad, parecía mucho más concentrada en escudriñar los últimos pedazos de cereal que quedaban en el bol.

-Hoy me he despertado distinta como si...- intente continuar, pero no podía. Entonces, mi mente perdió noción del tiempo. Y, cuando volví en mí, Heather tenía la cuchara colgando en su mano y los ojos como platos.- ¿Qué?

-Tus… Alas… Han- trago saliva- Han cambiado.

Me gire pero, obviamente, no las veía.

-Oh, vamos. No seas tonta, vete a mirar al espejo.

Y allí estaban. No eran mis alas de demonio blancas como solían serlo. Eran azules con las puntas moradas, y definitivamente, no eran de demonio. ¿Qué quería decir esto? ¿Era un ángel?

-Es increíble, ¿verdad?- dijo Hea, detrás de mí.- Así que mi mejor amiga es un ángel. Tengo mucha suerte.

No sabía que decir, estaba conmocionada. Era una de las pocas alumnas con alas de demonio blancas en todo mi instituto. ¿Pero ahora? Era un ángel, mis alas eran de ángel. De repente, de una mañana a otra, era un ángel.

-Vámonos a la escuela, le preguntare a algún profesor sobre esto.- dije, saliendo del baño con las plumas azules y moradas en mi espalda.

Llegamos a la puerta principal del colegio. Íbamos un poco tarde, pero si corríamos podríamos llegar. Entramos a nuestra aula casi corriendo. Hea tiene la cara un poco roja pero no me sobresalto; es algo normal en ella. Me siento en mi pupitre, que está en la segunda fila y al lado de la ventana. A muchos de mis profesores no les gusta que este ahí porque me distraigo con el paisaje.

Dejo mi mochila en el suelo, la abro y saco el libro que necesito para esa asignatura. Ayer me pase la noche estudiando, hasta que estaba tan cansada que me obligue a parar. Geometría. Una de las pocas cosas que no me gusta de las matemáticas.

La señorita Aynolds entra por la puerta cuando yo estoy acariciando las plumas de mis nuevas alas. Recorre con paso acompasado el aula hasta que llega a su mesa, donde deja su bolso de piel. Es una mujer mayor, rondando por los cuarenta, pero prefiere que la llamamos señorita y se comporta como tal.

-Niños, niñas, buenos días- saluda, con la voz un poco temblorosa. Me sorprende que no se haya inmutado todavía de las monstruosidades que tengo en la espalda. Noto que en su mirada esta distraída, como si estuviera en otro lugar.

-Buenos días señorita Aynolds- la voz de todos y cada uno de los estudiantes resuena en la sala, y se acaba convirtiendo en solo una. Observo la clase. Consigo identificar solo a dos ángeles. Están los dos sentados con las mesas muy juntas y sus manos se entrelazan debajo de ella. Los demás son todos demonios, con alas en distintas tonalidades de rojo, negro y morado. Algunos también tienen cuernos y/o cola.

Durante un segundo parece que mi mirada se una con uno de ellos, pero debe ser solo una confusión. Después me volteo hacia la profesora, ella no tiene nada en su espalda, porque ya ha aprendido a ocultarla, de hecho, no sé si es un ángel o un demonio.

Ella también se fija en mí, y esboza una pequeña sonrisita cómplice.

-¡Pero mira que tenemos aquí!- dice, sorprendida, pero con un tono muy falso- ¡Aileen!

En unos pocos segundos, todos los ojos de los alumnos se centran en mí y yo me sonrojo levemente. Sabe que soy vergonzosa y le gusta hacerme sentir el centro de atención. Solo para ver cómo me ruborizo y tartamudeo.

-¿Qué te ha pasado en las alas demonio?- pregunta alguien, en el fondo de la sala. Ni siquiera me molesto en girarme para ver quién es, pero si me molesto en responder la pregunta.

-No lo sé exactamente, solo me desperté con ellas.- digo, como quitándole importancia al asunto.

-No es algo muy usual. Aileen. Que un demonio se transforme en un ángel.- dice la profesora, esta vez un poco más nerviosa y expectante.

-Bueno, no tengo ni la más remota idea de lo que está pasando. Pero… ¿Podemos volver a la clase normal y corriente?

La profesora asiente, pero me sigue mirando confundida. Por fin pasamos a las matemáticas, que es lo que realmente me interesa. Dejar de ser el tema de atención y empezar con la geometría. Para la que había estudiado lo suficiente. O eso pensé, hasta que los triángulos se pusieron demasiado complicados.

Salgo de la clase con las lecciones en la cabeza, sin pensar en alas ni ángeles ni nada. Camino hacia mi taquilla para sacar unos apuntes que han prestado antes. Mientras abro mi taquilla aparece un demonio de pelo negro. Es el que me ha mirado antes en clase, me pongo nerviosa. Nunca he tenido un novio y no se me da muy bien hablar con las personas.

-Hola, me llamo Aiden. ¿Nos hemos visto antes, verdad?

Fin del Capitulo

Y ya esta! Ojala que os guste y los próximos capítulos llegaran pronto.

Editado 30 ene 2015 por LuciwiiYT

[Macarenna 418]

No he leido eternity pero es necesario leerlo para entender esto?

Me parece super raro que ángeles y demonios convivan y todo xdd

Las alas de Angel son preciosas [emoji87]

Los ojos del chico de la ultima foto son preciosos *.*

Igual lo encontré corto xdd

[LuciwiiYT 25]

No he leido eternity pero es necesario leerlo para entender esto?

Me parece super raro que ángeles y demonios convivan y todo xdd

Las alas de Angel son preciosas [emoji87]

Los ojos del chico de la ultima foto son preciosos *.*

Igual lo encontré corto xdd

No es necesario Es solo porque una serie la tuve que acabar y entonces hago esta.

Es corto porque es solo la introducción xD

[Merchedj 3.915]

Qué sorpresa que ahora tenga alas de ángel. Me alegro por ella porque, si mal no recuerdo, creo que no le gustaba la idea de ser un demonio. Me han gustado mucho los dos primeros planos que le has sacado, está guapísima. Aiden me gusta y, aunque sea un demonio, creo que va a haber algo entre ellos.

Editado 28 ene 2015 por Merchedj

[Camiii 2.345]

Interesante comienzo Luci . Que mundo tan raro donde ángeles y demonios conviven naturalmente :)

Espero que pronto se sepa la razón por la que Aileen cambió de repente de especie xD

Editado 28 ene 2015 por Camiii

[LuciwiiYT 25]

Qué sorpresa que ahora tenga alas de ángel. Me alegro por ella porque, si mal no recuerdo, creo que no le gustaba la idea de ser un demonio. Me han gustado mucho los dos primeros planos que le has sacado, está guapísima. Aiden me gusta y, aunque sea un demonio, creo que va a haber algo entre ellos.

La he intentado hacer lo mejor que he podido, no soy muy buena para crear sims en especial chicos xD. Ya veremos si surge el amor entre ellos <3

Interesante comienzo Luci . Que mundo tan raro donde ángeles y demonios conviven naturalmente :)

Espero que pronto se sepa la razón por la que Aileen cambió de repente de especie xD

Me alegro de que te haya gustado ;D los misterios se irán revelando a medida que avanzamos con la serie

[LuciwiiYT 25]

Capítulo 2: Enferma

-No…- trago saliva- No te recuerdo de nada, lo siento- me ponía nerviosa la forma en la que me miraba, como si estuviera examinándome.

-¿Ah no?- pregunta sonriente- Bueno, por lo menos, yo sí que te conozco.

Me estaba empezando a impacientar. ¿Quién era ese chico? ¿Qué quería de mí? No lo había visto en mi vida, y mucho menos había intercambiado una palabra con él.

-¿Quién eres?- pregunte, casi temblando. Me estaba dando miedo. Mucho. Cerré de un portazo la taquilla.

-¿Quién eres tú?- contesto, rebatiendo y evitando mi pregunta- Me interesas Aileen Wirds, no es muy común cambiar de especie de un día para otro.

Se alejó por el pasillo, sin darme tiempo a responder y pocos segundos después, se funde entre los demás estudiantes. Durante unos instantes me quedo embobada mirando al infinito y perdiéndome en mis propios pensamientos.

-Aily- una mano se posó en mi hombro, solo Hea me llamaba así- ¿No dijiste que querías preguntar lo de las alas a algún profesor?

-Esto… Me parece que he cambiado de opinión. De verdad. Si me pasa algo te lo diré.- respondí, pero mi mente no estaba allí, estaba en la breve conversación que había tenido con aquel chico que se hacía llamar Aiden. “Me interesas, no es muy común cambiar de especie de un día para otro.” “No es muy común” “Me interesas”

-¿Te pasa algo? Pareces como en otro mundo.

-No, no. Por cierto… ¿Conoces a alguien que se llame Aiden?

-¿Aiden?- pregunta, sorprendida, así que ya me espero la respuesta. Yo tampoco lo había visto antes, y eso me asusta. Ademes de que sus palabras no paren de resonar en mi mente.- No me suena… ¿Por qué?

-Nada, nada.- contesto rápidamente. No quiero que se meta en mis asuntos, ahora no.

-Aileen… Me estas ocultando algo. ¿Qué pasa? Estas muy extraña hoy.

-¡Bueno, no sé si lo has notado pero mis alas han cambiado de un día a otro!- exclamo, a pesar de que no es eso, necesito encubrir lo que me pasa de alguna forma. Lo único malo es que Hea es bastante perspicaz en estos asuntos.

-No es eso. Sé que te encantan tus nuevas alas, tus ojos lo dicen todo. ¿No confías lo suficiente en mí como para contármelo?

Intento pensar una solución rápida, pero no se me ocurre nada para escapar de la situación. Heather me fulmina con la mirada, pero su sonrisa es maliciosa, porque sabe que voy a confesar. Me muerdo el labio y respiro. Lo único que me viene a la cabeza es Aiden y sus preguntas. “¿Quién eres tú?” ¿Quién era yo? ¿Un demonio que había resurgido del infierno o un ángel que había venido del cielo?

-…Un chico, vino hacia mí, me dijo que me conocía y que le interesaba.- dije, casi obligándome a sacar las palabras una a una por mi boca.- Eso es todo. No es para tanto.

-¿Qué no es para tanto?- pregunta, riéndose- Aily, es el primer chico que te habla desde que ibas a párvulos. Y dijo que le interesabas. No me digas que no es para tanto.

-No le intereso románticamente- suspire, un poco agotada ya de hablar.- Solo me ha hablado por mis alas.

-¿Y si lo vamos a buscar?- pregunta, y noto que tiene mucha curiosidad por saber quién es el chico que me ha hablado antes.- Si viene a este colegio, podemos encontrarle.

-No creo que tengamos que hacer eso. Si le intereso tanto vendrá a buscarme otra vez. Seguro que solo quería asustarme- deduje, intentando quitarle la idea de la cabeza. Ella insistía.

-Cuando te hable no estaré allí para verlo. Por favor…

Volví a suspirar. No tenía ni idea de a donde había ido. No tenía sentido ir a buscarlo, y probablemente no lo encontraríamos nunca. Pero no quería quitarle la ilusión. ¿Qué tenía que perder?

-Creo que se fue por ahí.- dije, señalando el pasillo que ya estaba desierto. Las clases empezarían pronto y con un poco de suerte no lo encontraríamos.

-¡Sí!- grita ella, con una sonrisita.- ¡Vamos!

Me arrastro por la mano derecha por todo el pasillo, esquivando a personas que nos miraban asombrados y probablemente pensando que Hea estaba loca. Entonces lo vimos, estaba tomándose un zumo de naranja con los ojos en el infinito. Juraría que no iba a mi clase, pero antes estaba sentado justo allí.

-¡Hola!- saluda Heather, mirando fijamente a sus ojos azules.- Soy Heather Moliner. Supongo que ya me…

Aiden la interrumpió con una risa histérica, y sin mirarla siquiera.

-Sabía que ibas a volver Aileen.- dijo, y se giró para seguir caminando.

-¿Qué ha sido eso?- pregunto mi amiga, mirando hacia el pasillo en el que Aiden estaba unos segundos antes.

-Ya te dije que era una persona extraña. Y que no debíamos hablar con él.- respondo, pero en mi mente siguen sonando las últimas palabras que ha dicho “Sabia que ibas a volver”. Técnicamente, no era yo quien quería volver, si no Heather que lo quería conocer. ¿O había una pequeña parte dentro de mí que si quería volverlo a ver?

-Y tanto. Bueno, olvídate de él. ¿Quieres ir a comer algo?- Hasta ahora no me había dado cuenta pero me estaba muriendo de hambre. Por la mañana me encontraba demasiado mal como para comer algo.

-Sí, claro. Vamos.

El comedor no está muy lejos de las clases, así que es donde la mayoría de personas pasan la mayoría de sus horas cuando no están escuchando a los profesores. Además, la comida es gratis. Me preocupa un poco eso de que los menús sean diferentes para demonios y ángeles. ¿En qué fila me debería poner? ¿Soy una criatura celestial o un ser demoníaco del infierno?

Entramos en la sala, y el olor de la comida me embriaga. Tanto que la vista se me nubla y pronto todo se vuelve negro. Lo único que veo antes de desmayarme es a Heather pidiendo ayuda. Y nada más.

No sé cuánto tiempo ha pasado cuando mis ojos se abren. Estoy tumbada en mi cama vieja de casa. No me puedo mover, y siento como si fuera a desfallecer. No tengo fuerzas. No las tengo hasta que veo a Aiden sentado al borde de la cama.

-Por fin esta despierta- dice, soltando un suspiro largo- Pensé que te ibas a morir, estás muy débil.

Le sonrió levemente, no tengo ni fuerza para hablar pero lo hago. Sin saber cómo las palabras salen de mi ronca garganta.

-Gracias… Por cuidarme, quiero decir.- me atraganto un poco y trago saliva. No tengo ni la más remota idea de cómo me he puesto tan mal. No quiero saberlo.

-Deberías descansar- dice, y junta su mano con la mía.- Pronto va a venir la madre de tu amiga.

-Ah sí…- digo sonriendo, la madre de Heather es medica en el hospital de la ciudad. Es buena en su trabajo.

-Ahora vuelvo. ¿Quieres algo para comer?

-No… No te preocupes.

-Vale. Intenta dormir un poco.

Aiden sale de la habitación, y yo me levanto poco a poco. No está dentro de mi plan quedarme ahí sin hacer nada. Sigo sin comprender porque Aiden ha venido a cuidarme si me acaba de conocer. De todas formas me gusta que este aquí. Me hace sentir mejor.

No quiero estar de pie, pero tampoco quiero estar tumbada. Me encuentro muy mal, la cabeza me da vueltas y me cuesta mover los pies de forma correcta. Aun así, no creo que quedarme en cama sea la solución.

Se supone que los ángeles podemos esconder nuestras alas cuando queramos. O al menos eso es lo que he aprendido en las pocas clases en las que presto atención. Los demonios han cometido un pecado grave, con lo cual, no pueden esconder sus alas o sus cuernos porque son muestras de los fallos que han cometido. Este sistema se corrompió hace mucho tiempo, ahora hay demonios que solo lo son porque sus padres lo eran. Como yo. Aunque nunca los he conocido.

Hago acopio de todas mis fuerzas, visualizándome a mí misma sin alas. Como una humana, en una vida de humanos. Y desaparecen. Es mucho más cómodo estar sin ellas, no son tan aparatosas. Me pongo un pijama, el primero que encuentro en el armario. Espero que no sea muy descubierto porque Aiden sigue en casa.

Camino como puedo hasta la nevera, por suerte mi casa es pequeña. Apoyo mis manos en ella y respiro. La abro, saco un yogur y lo echo en un bol viejo que está en la encimera. Me siento en la pequeña mesa que tengo en el salón. Vivo sola desde hace ya casi tres años, cuando logré que la asistente social se cansara de mí. Salió de casa gritando que era el demonio y yo me reía. Porque era la verdad.

Como tranquila, y durante un pequeño instante me encuentro mejor. Solo un instante.

-¡Aileen! Te dije que te quedarás en cama.

-Ya me siento mejor.- y en cierto modo es verdad. Me cuesta menos hablar- Y tenía hambre. ¿No puedo ir a por un yogur en mi propia casa?

Me levanto, el yogur parece un poco caducado así que ni me molesto en acabarlo. Vuelvo a querer tumbarme, no puedo ni sostenerme de pie. Camino hacia el sofá, pero tropiezo. Aiden corre a recogerme y se tumba conmigo. Estoy apoyada en sus piernas. Durante un segundo me siento bien, cierro los ojos.

-¿Lo ves?- me reprocha- Estás enferma, no puedes ni mantenerte a ti misma.

-¿Qué me ha pasado?- pregunto, y dejo que por mi mente fluya lo que quiera. No me siento con fuerza ni para controlar mis pensamientos- ¿Por qué de la nada estoy tan mala?

-No lo sé, pero mejorarás, estoy seguro. Sólo tienes que hacer lo que yo te digo. Descansar.

-¿Podré ir mañana al colegio?- pregunto, esperando que la respuesta sea no. Ya que estoy enferma, que sirva de algo.

-Por supuesto que no. Te llevaré al médico.

-¿Por qué te preocupas tanto por mí? Apenas me conoces.

-Sí que te conozco. Pero tú no me conoces a mí. Quiero cuidarte, eso es todo lo que quiero.

-Pero… Aiden…

-Shhh. Tienes que descansar. Mañana hablaremos de todo esto ¿vale?

Le obedezco, y mis ojos se cierran solos.

***

-Nos vamos al doctor. Me alegro que sepas esconder esas alas. Es un humano- dice Aiden, mientras me sacude levemente el brazo para que despierte.

-Voy a cambiarme- le digo, y me levanto del sofá donde me he quedado dormida. Me imagino que a Aiden no le apetecería mucho tener que moverme hasta la cama.

Le digo a Aiden que espere un segundo, que tardaré lo menos posible. Él me dice que no me preocupe, que la cita es a las diez. Entro en mi minúscula habitación. La ventana se ha quedado abierta por la noche y hace más frío que de costumbre. Es invierno, pero ni los ángeles ni los demonios sienten el clima de forma extrema. Abro la cómoda. Ayer me olvide de hacer la colada, no me queda mucha ropa nueva. Me pongo una camisa y unos pantalones tejanos, al fin y al cabo es tan solo una visita al médico. Me paso la mano por la frente, está ardiendo.

Me meto en el baño y ni me molesto en peinarme bien el pelo ni en ponerme maquillaje, estoy demasiado cansada para preocuparme por esas sutilezas. Lo que sí que hago es lavarme los dientes, que ya están un poco sucios.

(Esas alas no deberian estar ahi. Lo siento D:)

Salgo al comedor y casi me derrumbo de camino a la puerta de salida. La cabeza me vuelve a dar vueltas, no quiero tener que desmayarme. Me sentiré aún más débil.

-Tranquila, tranquila- dice Aiden, agarrándome para que no desfallezca.- Vas a estar bien. Vamos a irnos al médico.

Asiento con la cabeza y dejo que me lleve hasta un coche negro que está aparcado en la calle frente a casa. No tengo las energías suficientes como para preguntar si es suyo, pero supongo que sí. Me sienta con cuidado en el asiento del copiloto y después se pone manos al volante.

-Aiden…- intento decir las palabras, pero me duele mucho la garganta.- No quiero morir.

-No vas a morir.- dice, intentando infundirme seguridad. Y lo consigue- Preferiría morir yo antes que tú.

-Sigo… Sigo sin entender porque te preocupas tanto por mí. Pero… Gracias.

-No tienes por qué dármelas. Estarás bien.

Sonrío lo máximo que mis labios cansados me permiten, y no puedo evitar volverme a quedar dormida. Me siento inútil, sin poder caminar ni aguantar despierta unos pocos segundos. No sirvo de nada. Sólo quiero recuperarme. Y lo más pronto posible. Sigo siendo un ángel, eso lo noto en mi interior. Llegamos al hospital de la ciudad. No está muy lejos de mi casa, a media hora más o menos. Abro los ojos con cuidado y bajamos del coche.

-¿A qué planta me van a llevar?- pregunto, deseando que no sea nada grave.

-Lo tomarán como una simple visita rutinaria y si notan algo extraño te curarán.

-No tienes que pagar nada por esto ¿verdad?- no quiero que gaste nada por mi culpa.

-Si tengo que hacerlo lo pagaré- dice, mientras caminamos al interior del edificio.

Me quedo callada. ¿Por qué se preocupa tanto por mí? ¿Por qué dice que me conoce de antes? ¿Por qué le importo?

-De acuerdo señorita Wirds. Terminaremos enseguida. Reclínese en la camilla por favor- indica la doctora. Parece una mujer bastante amable, pero sería al mismo tiempo. Está claro que le gusta su trabajo y que se lo toma con seriedad. Aiden se ha quedado en la sala de espera. Heather todavía no ha venido a verme, y Aiden me dijo que su madre me visitaría. ¿Se habrá echado hacia atrás al saber que me he convertido en un ángel? Ella es muy escéptica con esos temas. No quiero caerle mal.

La obedezco y me tumbo. Me hace un chequeo rápido, a mí me cuesta mantenerme despierta. Cuando me golpea en la rodilla con el martillo me duele muchísimo. Grito al instante, pero no muevo la pierna. Acabamos antes de lo que yo imaginaba, pero la cara de la doctora lo dice todo. Me pasa algo, y es malo.

-¿Tiene algún síntoma de posible enfermedad señorita Wirds?- pregunta, escribiendo algo en su viejo ordenador de trabajo.

-Esto… Mareos, perdidas de conocimiento, perdida de energía y cansancio.- <<ah, y amor repentino hacia un chico que acabo de conocer>>.

-No se tiene que preocupar más de lo normal. Es una enfermedad bastante casual, entre personas con su misma condición. Tome estas pastillas- dice, y me tiende un frasco con varias pelotitas blancas- Una cada seis horas.

-¿A qué se refiere con mi condición?- le pregunto asustada.

-Ya sabe- me guiña un ojo y sonríe- Ángel.

Salgo de la consulta con una sonrisa. Hay más ángeles de los que me esperaba en el mundo. Aiden me ésta esperando mientras se toma una bebida energética. Por su cara parece preocupado.

-Aileen- dice cuando me ve caminando hacia él- ¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo?

-Tú dijiste que estaría bien, y tienes razón.

Tira la bebida por cualquier lado, se levanta y me planta un beso en los labios. No me lo espero, pero lo recibo con gusto. ¿Estará también enamorado de mí? ¿O sólo lo habrá hecho porque está sorprendido de que me encuentre bien? Ojalá que sea la primera. Se separa de mí poco a poco y a mí me cuesta articular palabra.

-¿Por qué has hecho eso?- pregunto, aunque realmente me da igual.

-¿Qué pasa? ¿No te ha gustado?- noto al instante que la pregunta es irónica porque sabe perfectamente que me ha gustado. Y mucho.

-¿Te gusto?- pregunto, temblorosa. Quiero que la respuesta sea sí. Es lo único que me importa en este momento.

-Me encantas- dice, y se acerca a mí para darme otro beso. Este lo disfruto incluso más que el anterior, pero no lo entiendo.

-¿Por qué te gusto yo? Hay millones de chicas en el mundo y solo hace dos días que me conoces.

-No te conozco desde hace dos días. Y te quiero. Quiero estar contigo, no quiero que te pase nada malo Aileen.

-Pero… Pero… ¿De verdad te importo?

-Me importas más que mi propia vida.

Salimos del hospital cogidos de las manos. Todavía me encuentro mal, pero no es nada comparado con antes.

-La doctora me ha dado estas pastillas, me tengo que tomar una cada seis horas.- le digo, mientras nos subimos al coche.

-Espero que le hagas caso ¿eh?

-Por supuesto. ¿Sabes una cosa? Nunca te había visto en mi clase hasta ahora.

-Eso será que no te fijas demasiado bien. Llevo allí prácticamente desde que salí del infierno.

-¿Qué hiciste para acabar ahí dentro?

-Si te lo contara dejarías de quererme.

-¿Quién te ha dicho que te quiera?

-Tu mirada.

Y ya está! Espero que os haya gustado! Los próximos capítulos serán aun más interesantes.

[Merchedj 3.915]

¡Qué capítulo más interesante y misterioso!. Creo que la enfermedad de Aileen es por su conversión de demonio a ángel, aunque es sólo una suposición porque no tengo ni idea. Lo más intrigante de este capítulo es Aiden. Me muero por saber quién es realmente porque ella no lo conoce pero él sí y la quiere hasta el punto de preferir morir antes que ella. A ver si en el próximo sabemos algo más de este misterioso personaje.

[Camiii 2.345]

Me dió risa cuando Aileen se iba a poner la pijama, y dijo que esperaba que esta no sea muy descubierta porque Aiden seguía en casa... y resulta que se queda casi en ropa interior más descubierta que eso ya es lencería. A los dos se les ve mucha atracción el uno por el otro, supongo que el demonio la conoce desde hace bastantes años, o es que anda las hormonas bien activas xD

Editado 31 ene 2015 por Camiii

[LuciwiiYT 25]

¡Qué capítulo más interesante y misterioso!. Creo que la enfermedad de Aileen es por su conversión de demonio a ángel, aunque es sólo una suposición porque no tengo ni idea. Lo más intrigante de este capítulo es Aiden. Me muero por saber quién es realmente porque ella no lo conoce pero él sí y la quiere hasta el punto de preferir morir antes que ella. A ver si en el próximo sabemos algo más de este misterioso personaje.

Esta claro que Aiden es un personaje interesante... Poco a poco se ira descubriendo más sobre el. Y sobre la enfermedad de Aileen todavía no puedo decir nada... Gracias por pasarte

Me dió risa cuando Aileen se iba a poner la pijama, y dijo que esperaba que esta no sea muy descubierta porque Aiden seguía en casa... y resulta que se queda casi en ropa interior más descubierta que eso ya es lencería. A los dos se les ve mucha atracción el uno por el otro, supongo que el demonio la conoce desde hace bastantes años, o es que anda las hormonas bien activas xD

Esta claro que tiene un concepto muy diferente al nuestro de lo que quiere decir "descubierto" xD Gracias por pasarte!

Por cierto, aquí va una foto de un personaje que llegará muy pronto: