Publicado 26 ago 2015 Bueno, y por fin llegó el último capítulo, antes que nada quiero daros las gracias a todos los que habéis seguido mi historia y espero no defraudaros con el final. Final que creo que me ha quedado un poco más largo de lo que pensaba pero quería cerrar decentemente todas las historias y espero que os guste. Capítulo XI: Tonto y Enamorado _ ¿Cómo sigue doctor?_ preguntó Felipe al entrar en el dispensario un día más. _ Sin novedad agente._ le contestó Guillermo como venía haciendo las dos últimas semanas. _ ¿Dos semanas y todo sigue igual?_ se extrañó el policía. _ Me temo que sí, si todo sigue igual no habrá otro remedio que intervenir, la vida del bebé corre peligro._ dijo el médico mirando hacia la puerta de la habitación que ocupaba la inconsciente Inma. _ Bueno, espero sus noticias Doctor, mañana me pasaré de nuevo si no me avisa usted antes. _ De acuerdo Felipe._ le contestó Guillermo. _ Hasta mañana._ dijo el agente y abriendo la puerta, abandonó aquel lugar. En el interior del Hotel, Thomas y su familia se encontraban reunidos en el Claustro central. Mateo los había hecho llamar y los había citado en aquel lugar, tenía algo importantes que decirles, aunque ya todos se imaginaban para qué era. El muchacho fue el último en llegar y directamente se acercó a Thomas. _ Don Tomás, vengo aquí ante toda la familia para pedirle le mano de su hermana Susane. Sé que aún somos jóvenes pero nuestro pensamiento no es el de casarnos inmediatamente sino esperar un tiempo, aún así me gustaría acompañarla a ella y a su familia a Inglaterra cuando se marchen mañana y para eso necesito su beneplácito._ dijo el muchacho casi de carrerilla, como si llevara días estudiándose esas palabras como si de un examen se tratase. Thomas no contestó en un principio, simplemente se limitó a sonreír, lo que hizo que el joven se pusiera aún más nervioso. _ Y... eso es todo, ¿no?_ preguntó nervioso Mateo. _ Si, si, Mateo, está bien lo que has dicho, y te he entendido bien. Simplemente me ha sorprendido lo rápido que has madurado. _ ¿Eso es bueno? _ Pues claro que es bueno muchacho._ sonrió Thomas._ El Mateo de cuando llegué al pueblo era solo un chiquillo, el de hoy es casi un hombre hecho y derecho. Mateo sonrió como respuesta, se sentía orgulloso de crear esa sensación en el que hasta ese día había sido su jefe. _ Gracias señor. _ De todas formas, ¿tú has pensado lo que me has dicho? Si te comprometes con mi hermana es para siempre Mateo. _ Eso lo sé Don Tomás. He estado tiempo dándole vueltas a la cabeza, esto no ha sido un impulso. _ Entonces bien, tienes mi visto bueno._ le sonrió el rubio. _ Muchas gracias._ le devolvió la sonrisa el joven. _ Bueno, vamos a celebrarlo ¿no?_ propuso Susane. _ Vamos al comedor, Dolores ha preparado un guiso estupendo._ dijo Thomas y todos le obedecieron. Felipe caminaba por las calles del pueblo como solía hacer cuando de una de las casas salió Miriam, la cuñada de Carmen, que sonriendo se acercaba hacia él. La muchacha llegó junto a él y acercándose le dijo justo cuando pasaba por su lado: _ Hermanito, ya ni saludas... _ No sabía que ya me hablaras hermanita..._ dijo él volviéndose hacia ella._ es más, no sabía nada de ti desde hace dos años por lo menos, ni siquiera que habías vuelto al pueblo. _ Tuvimos que venir para el funeral de mi suegro, Joselito se tendrá que hacer cargo ahora del bar... _ ¿Qué es lo que quieres hermana?_ preguntó el policía confundido. _ Joder, ¿no voy a poder acercarme a mi hermano sin querer nada?_ respondió ella haciéndose la ofendida. _ No cuando llevas sin dirigirme la palabra los últimos cinco años. _ ¿Y no has pensado nunca por qué llevo sin hablarte tanto tiempo? _ Imagino que será por la historia esa que te inventaste sobre Eugenia y yo... _ ¡Sabes que no me la inventé Felipe!_ gritó ella. _ No empieces a chillarme o esta conversación acaba en este mismo momento._ la previno el guardia. _ Está bien._ refunfuñó Miriam._ Felipe, sé lo que ha pasado con Sara... _ Ahora dirás que ya me lo advertiste, ¿no? _ Sí que te lo dije pero no me alegro que haya salido mal, aún así espero que ahora que ya no estás con ella, reflexiones sobre eso Felipe. Piénsalo. _ No tengo nada que pensar Miriam, eso es imposible... _ ¡Venga ya hermano! Lo he visto por el pueblo, estaba en el funeral de mi suegro, ¡sois dos gotas de agua por Dios! _ Eso lo dices tu..._ dijo entre dientes Felipe, que comenzaba a quedarse sin argumentos. _ Lo digo yo porque lo sé y lo dicen más de uno que no lo saben con certeza, que este pueblo es muy pequeño hermano, y de alguno tiene que ser... _ Miriam, ¿tú estás segura? _ Sí, ella me lo dijo. _ Y en todo este tiempo, ¿por qué no me ha dicho nada? _ Estabas casado Felipe... _ Teóricamente sigo casado. _ Teóricamente Felipe, teóricamente, además._ dijo ella acercándose a su oído._ ella sigue enamorada de ti. _ ¿Cómo? _ ¿Por qué no vas a hablar con ella?_ le sonrió su hermana. María acababa de entrar en la desierta biblioteca, el Marqués no había llegado a efectuar el pago de la compra del inmueble y tras el desinterés del señorito, el pueblo había recuperado el edificio de su biblioteca. _ La de trabajo que queda aquí por Dios._ se decía a sí misma María mientras enumeraba en su cabeza todas las tareas a realizar para reabrir la biblioteca. En ese momento se abrieron las puertas de la biblioteca levemente, por el pequeño hueco que quedó entre una y otra se asomó Israel, el hermano pequeño de los Vargas. _ ¿Se puede?_ preguntó. _ Adelante._ dijo María sin ni siquiera. _ Oh, vaya, ¿qué ha pasado aquí?_ preguntó Israel entrando en el edificio. _ Un hijo de papá, eso es lo que ha pasado._ dijo María volviéndose hacia el recién llegado._ ¿Israel? _ Hola María._ le sonrió el muchacho. _ Vaya, como has cambiado, me ha costado reconocerte._ le dijo la chica. _ Espero que para bien._ rió él. _ Sí, sí._ titubeo ella. _ Tu también estás guapísima. _ Anda ya._ dijo María mientras se sonrojaba. _ Todo ha cambiado tanto desde que me fui..._ observaba Israel mirando a cada rincón de la biblioteca._ fíjate, aquí había libros y todo. _ Y hasta hace tres semanas también._ sonreía María mientras se apartaba un mechón de pelo de su cara. _ Oye, qué te parece si damos una vuelta por el pueblo y me cuentas qué pasó con este sitio, y así me guías porque creo que soy capaz de perderme. _ Las calles siguen siendo las mismas Israel. _ Bueno, por si acaso, ¿me haces ese favor? _ Claro._ contestó ella con una sonrisa en su cara. Felipe llamó a la puerta y entró en la casa, Eugenia estaba sentada en el sofá leyendo, levantó la vista y lo vio plantado en la entrada de su casa, no se sorprendió, parecía que lo esperara. _ ¿Es mi hijo?_ preguntó directamente el hombre. _ ¿Mateo?_ dijo ella mientras cerraba el libro y lo miraba directamente a los ojos. Él no respondió. Eugenia se levantó entonces y se acercó poco a poco a él, y casi en un susurro dijo._ Sí. _ ¿Cómo estas tan segura?_ siguió preguntando. _ Felipe, no ha habido más hombres que tú..._ le sonrió Eugenia. _ ¿Eso es verdad? _ ¿Por qué te iba a mentir? _ ¿Por qué no me lo dijiste? _ Te casaste, la elegiste a ella..._ le respondió ella. Él no supo que responder en ese momento, ante lo que la mujer optó por seguir hablando._ No te reprocho nada... _ Yo si me lo reprocho a mí mismo. _ Oye no._ dijo mientras acercaba su mano y le acariciaba la cara._ No te martirices, ya no vale para nada. _ A partir de ahora voy a actuar como un buen padre, lo reconoceré legalmente, le daré mis apellidos y... _ No hace falta que hagas nada de eso Felipe. _ Ya, pero yo si quiero hacerlo._ dijo él, a lo que ella respondió con una sonrisa._ y esto también quiero hacerlo._ y acercando su cara a la de ella, la besó. El Padre Juan había acudido como cada tarde después de misa a visitar a Inma cuando el Doctor Guillermo se asomó a la habitación y le pidió que saliera un momento del cuarto, necesitaban hablar. _ Dígame Doctor, ¿qué sucede?_ preguntó el cura. _ Verá Padre, iré al grano, nos quedamos sin tiempo._ le informó el médico. _ ¿Cómo que nos quedamos sin tiempo? _ El bebé que crece en la vientre de Inmaculada se está quedando sin comida suficiente para poder seguir desarrollándose..._ explicó Guillermo. _ ¿Qué propone Doctor? _ Antes que nada debo decirle que estas opciones debería barajarlas la familia o el padre del bebe, pero como ninguna de las dos opciones están aquí, es a usted a quien recurro como amigo más cercano a la víctima. _ Al grano por favor. _ Verá, tenemos dos opciones, la primera sería hacer que la naturaleza siguiera su curso..._ comenzó a decir Guillermo. _ Que es la más lógica a mi parecer._ interrumpió el sacerdote. _ ... cosa que desaconsejo totalmente._ puntualizó el médico._ y la segunda opción sería hacerle una cesárea. _ ¿Una cesárea? Pero si aún está de siete meses._ dijo el Padre Juan. _ Sería la única posibilidad de que ambos sobrevivieran Padre._ sentenció el doctor. _ Si no hay otro remedio, haga lo que tenga que hacer Doctor, y que sea lo que Dios quiera._ dijo finalmente el párroco tras meditarlo durante unos minutos. Mateo y Susana salían del Hotel para dar un paseo cuando: _ Mateo._ Felipe estaba allí parado cerca de la puerta del antiguo convento._ ¿Podemos hablar? _ ¿Qué pasa?_ preguntó Susane confundida. _ No te preocupes cariño, ve andando tu y ahora te alcanzo._ le dijo el joven. _ De acuerdo._ respondió ella y siguió caminando no sin antes echar una mirada de odio al policía. _ ¿Qué es lo que quieres?_ preguntó con malas formas Mateo. _ Quería hablar contigo Mateo, tengo algo que decirte, aunque no es fácil._ dijo Felipe. _ Pues no tengo mucho tiempo, así que tú verás... _ Mateo, soy tu padre._ soltó el policía. _ ¿Qué?_ se extrañó el muchacho. _ Sé que es difícil de asimilar, yo... _ Para, para._ le cortó Mateo._ A ver, de verdad vienes aquí, me sueltas esto y piensas que me lo voy a creer así como así. _ A ver Mateo, yo no sabía anda hasta hace unas horas, pero es verdad. _ Ah vale, ya lo entiendo todo, ¿te envía mi madre no? Vaya no pensé que fuera a llegar tan lejos para que no me fuera de aquí. _ ¿Cómo?_ preguntó el policía confundido. _ Felipe no me fastidies, mi madre no quiere que me marche mañana con mi prometida, pero lo pienso hacer, no me lo va a impedir ni un supuesto padre. _ No es eso, de verdad Mateo, piénsalo, nos parecemos. _ Yo no me parezco a ti en nada, gracias a Dios. _ Mateo... _ ¿Vas a seguir dándome la chapa o vas a dejarme ir con mi novia? _ Haz lo que quieras. _ Pues hasta luego, Felipe._ y recalcando esta última palabra se dio la vuelta y se acercó hacia dónde lo estaba esperando Susane. _ Adiós hijo..._ susurró Felipe. Los dos jóvenes siguieron caminando por el pueblo dejando atrás al agente de policía y llegaron a uno de los rincones del pueblo, allí estaban más resguardados de miradas ajenas y podían ser libres para expresar sus emociones y sus sentimientos. _ Qué bien mi amor, mañana a estas horas estaremos llegando a mi casa, ya verás, te va a encantar._ comenzó a decir Susane, pero ante la cara de su prometido no puedo obviar preguntarle._ ¿Qué te pasa? ¿Qué te ha dicho ese hombre? _ Nada, no tiene importancia._ dijo él, cambiando el semblante._ ¿Qué me decías? _ Que tengo muchas ganas de que veas mi casa, mi pueblo, que conozcas a mis amigos. _ Y yo tengo muchas ganas de besarte._ le sonrió él y acercándose, la besó apasionadamente. Pero cuando se separaron él volvía a tener el semblante serio y distraido que tenía hace unos momentos. _ Mateo, ¿qué te ha dicho ese hombre? Me estás preocupando._ le dijo Susane. _ Nada, eran solo tonterías, mi madre lo habría enviado para.... _ ¿Para qué? _ Pero puede ser verdad, ¿no? _ ¿El qué Mateo?_ seguía la inglesa preguntando. _ Y si es verdad... ¿por qué no me lo ha dicho antes? _ ¿Me quieres decir de una vez que pasa?_ la chica estaba comenzando a perder ya la paciencia. _ Es mi padre Susane, Felipe es mi padre. _ ¿Qué? _ Felipe, el policía, me acaba de decir que es mi padre. _ ¿Y tú le crees? _ Creo que sí cariño, no sé porque, pero algo me dice que si... _ Mi vida, yo creo que es porque siempre has estado buscando a tu padre, sintiendo ese vacío permanente y en el momento en el que aparece ese hombre y te dice que es tu padre, tu cuerpo ha reaccionado a eso pero no porque sea real Mateo... _ Creo que me quedo aquí Susane... _ ¿Qué? _ Tengo que saber si es verdad, no me puedo ir con esta duda, no me lo perdonaría. _ ¿Me estás hablando en serio? _ Me temo que sí cariño... _ ¿Cariño? Vete a la mierda Mateo._ dijo ella con lágrimas en los ojos mientras echaba a correr hacia el Hotel. _ Susane, por favor._ intentó retenerla el joven agarrándola por el brazo. _ Déjame._ tiró ella y zafándose de él, siguió su camino. En el interior del Hotel, Thomas le daba unas indicaciones a Remedios antes de marcharse a la cama. _ Recuerda cerrar el portón con llave cuando llegue mi hermana y de apagar las velas del comedor. _ De acuerdo. _ Ah, y recuerda que a los huéspedes de la catorce hay que despertarlos al alba y los de la siete quieren que les lleven el desayuno a la habitación, a lo mejor tu no estás ya a esa hora pero se lo dices a Jacinta o Ismael. _ Todo en orden jefe. _ Muy bien, buenas noches Remedios. _ Que descanse Don Tomás. Thomas se dirigió a las escaleras del Hotel, y Remedios hacia la cocina. El inglés estaba a los pies de la escalera cuando al levantar la vista se fijó en una sombra proyectada en la pared que iba subiendo la escalera poco a poco. Su pulso se aceleró, pero intento pensar con la cabeza y no dejarse llevar por el miedo. _ ¿Emma? ¿Eres tú?_ preguntó a la nada. La sombra ni se inmutó, siguió subiendo escalones, y Thomas decidió seguirla, subiendo poco a poco la escalera que llegaba al primer piso, allí estaba la misma sombra, caminando entre los arcos de la balaustrada. Thomas la siguió, y ella siguió subiendo escaleras... Israel y María habían acabado de dar el paseo que este le había pedido a ella. Llegaron a la puerta de la casa de la que era alcaldesa en funciones. Fue ella quien habló primero: _ Pues... muchas gracias por acompañarme hasta mi casa. _ Es lo mínimo que puedo hacer._ dijo el joven. _ Me ha gustado mucho el paseo._ sonrió ella mientras se apartaba un mechón de pelo de su cara. _ A mí también, era verdad que el pueblo no ha cambiado tanto. _Ya te lo dije... _ Ya, ya, pero me descolocó un poco ver un hotel donde yo dejé un convento abandonado y ver una casa vacía donde antes estaba una biblioteca. _ Bueno, eso será solo por unos días, espero que en menos de dos semanas podamos volver a contar con una biblioteca pública en el pueblo. _ Me alegra oír eso. _ Será por lo mucho que tu lees, sólo te veía entrar en la biblioteca para esconderte de tu padre._ rió María. _ Eso era al principio..._ se sonrojó él. _ Al principio y al final, porque hasta el último día antes de irte te seguías escondiendo en la biblioteca. _ Al final ya no me escondía. _ ¿Entonces qué hacías? _ Iba a verte a ti..._ Israel estaba rojo como un tomate, había decidido tirarse a la piscina sin saber cómo podría acabar aquello. María por su parte se quedó tan sorprendida por las palabras del muchacho que no fue capaz de articular palabra, por lo que el más joven de los Vargas no tuvo más remedio que continuar hablando._ Iba a verte a ti, disfrutaba hablando contigo, era feliz escuchando tu risa y sintiéndote tan cerca... _ Israel, yo..._ comenzó a decir María, pero este la interrumpió. _ No tienes que decir nada María, no te preocupes, entiendo que pienses que estoy como una cabra, me voy del pueblo por dos años y vuelvo diciéndote que te amo, yo también me mandaría lejos a mi mis..._ Israel no pudo terminar su frase porque María se había lanzado hacia sus labios, sellándolos con un apasionado beso. Thomas había llegado hasta la pequeña azotea del Hotel. Nunca antes había subido hasta allí arriba pero las vistas del pueblo desde ahí eran espectaculares. Pero lo que más sorprendió a Thomas no fue eso sino el darse cuenta que el antiguo convento tenía acceso directo al campanario de la Iglesia, desde donde se podía bajar hacia el interior de la misma, no había dudas de que la sombra provenía del interior del templo. Decidido avanzó por la pasarela que conectaba ambos edificios pero casi se desmaya al encontrarse de frente con una mujer, de pie bajo la gran campana que coronaba la parroquia del pueblo. Avanzó poco a poco hacia ella y cuando llegó hasta ella el mundo pareció detenerse por completo: _ ¿Lucy? _ Hola Thomas._ lo saludó ella. _ ¿Eres tú? ¿De verdad eres tú? _ Soy yo... bueno, soy la sombra de lo que era... _ ¿Qué quieres decir? _ Thomas... yo ya no estoy aquí ... _ No te entiendo Lucy... _ Thomas, aquel día la bomba cayó justo a mi lado.. . _ ¿Qué? _ No te preocupes, no me dio tiempo ni a darme cuenta, de repente se había acabado... _ ¿Y qué haces hoy aquí? _ ¿Hoy? He estado siempre aquí Thomas, a tu lado... _ ¿Cómo? _ Desde el momento en el que mi espíritu abandonó mi cuerpo y comprendí que no había nada que hacer, mi único afán fue buscarte y protegerte, llevarte sano y salvo a tu casa y conseguir hacerte feliz... y por fin, creo que he logrado que lo seas._ sonrió Lucy. _ ¿De verdad? ¿Todo este tiempo?_ dijo el joven. _ Cada instante..._ le miraba fijamente a los ojos. _ ¿Y por qué te presentas hoy? _ Llevo un tiempo queriendo despedirme de ti, pero por lo que fuera han sido otras personas las que me han visto antes que tú: Remedios, el pequeño Agustín, Antonio... _ ¿Esto es una despedida? _ Sí Thomas... _ Pero ¿por qué? _ Ya he cumplido mi misión, cariño, me reclaman allí arriba..._ dijo mirando hacia el cielo. _ No quiero que te vayas.... _ Thomas no me hagas esto más difícil por favor..._ le pidió ella. _ ¿Puedo pedirte un último favor? _ Dime. _ ¿Puedo besarte? _ No deberías... _ Necesito volver a sentirte cerca una vez más._ dijo el joven y acercándose hacia ella la agarró por la cintura y la besó con dulzura, con pasión y con tristeza, mientras por su rostros comenzaban a brotar las lágrimas. Era incapaz de separarse de ella, pero finalmente ese momento llegó. Ella se escapó con delicadeza de sus brazos y sus labios, y secando sus lágrimas con las manos le dijo: _ Hasta siempre amor mío. Y diciendo esto lo dejó allí, solo, mientras el resto del pueblo dormía ajeno a todo lo que había pasado en el campanario de su Iglesia. ____________________________________________________________________________ _ Ten mucho cuidado hijo mío, y ven a verme muy pronto._ le decía la Sra. Edwing a su hijo mientras lo abrazaba en la puerta del tren que iban a tomar en ese momento ella y su familia. _ No te preocupes madre, que pronto iremos Carmen y yo a hacer una visita. _ Eso espero Thomas._ dijo la Señora mientras se separaba de él y entraba en el vagón del tren._ Adiós hijo. Mientras, en el asiento de la estación, Carmen y Emma se esforzaban por calmar a Susane que no paraba de llorar desconsoladamente ante la ausencia de Mateo. Emma se apartó de ellas y junto a su marido se acercó hacia su cuñado para despedirse. _ Menos mal que el doctor te ha dado permiso para irte ¿no?_ le dijo Thomas. _ Pues si cuñado, no me malinterpretes, me encanta tu hotel y tu pueblo, pero mi sitio está en Inglaterra. _ Lo sé cuñada._ dijo él dándole un abrazo. En la otra parte de la localidad, Mateo esperaba a que Felipe saliera de su casa, cuando este lo hizo el chico dudó un instante si hablar con él o no, pero finalmente se decantó por hacerlo: _ Padre._ lo llamó. El policía no pudo creer lo que había oído, y tardó un tiempo en reaccionar y poco a poco se giró para ver a su hijo mirándolo. _ Dime._ le respondió con una sonrisa. _ ¿Podemos hablar?_ dijo el muchacho acercándose a él. _ Claro._ contestó el hombre haciendo lo mismo. _ Anoche hablé con mi madre, me lo contó todo y el por qué no me lo había dicho antes, siento como te traté anoche... _ No tiene importancia, quizás fui demasiado brusco. _ Sí que lo fuiste, aunque no pasa nada... Padre. _ Dame un abrazo hijo._ pidió el guardia, y ambos se fundieron en un fuerte abrazo. Cuando ambos se había separado ya, Felipe se dio cuenta que su hijo no se encontraba bien, algo le pasaba. _ ¿Qué te pasa Mateo?_ preguntó el hombre. _ Nada, Padre, es solo la emoción del momento._ sonrió falsamente él. _ No te creo... ¿Qué te pasa? ¿problemas con Susane? _ Susane se va hoy a su país... me pidió que fuera con ella, pero a la última hora le he dicho que no... _ ¿Qué? ¿Por qué? _ No puedo alejarme de ti ahora que he descubierto que eres mi padre... _ Vamos Mateo, no me tomes por tonto. _ Me da miedo... _ ¿Miedo? _ Miedo al idioma, y miedo a meter la pata y todo salga mal. _ Hijo mío, permíteme que te de mi primer consejo como padre. No pierdas ese tren, si sale bien será fantástico, y si sale mal siempre podrás regresar a casa, pero si no te montas en ese vagón estarás toda tu vida preguntándote qué habría pasado. _ Pero... _ Hazme caso hijo, sé de lo que hablo..._ le sonrió su padre. _ ¡Tienes razón! _ Vamos, corre, el tren está a punto de salir._ le animó Felipe mientras vio como su hijo salía corriendo en dirección a la estación. En la estación, Thomas y Andrew se despedían: _ Cuida mucho a Madre y a Susane, y llámame a diario para ver como continua el embarazo de Emma._ le pedía su hermano mayor. _ Te llamaré una vez a la semana y mucho es._ le sonrió Andrew. _ Dame un abrazo hermano._ le pidió Thomas, y ambos se abrazaron fuertemente._ Cuidaos mucho todos por favor. _ Ven pronto a vernos hermano. _ No te preocupes que lo haré._ le dijo el mayor de los Edwing mientras se separaban. _ Vamos Susane, que el tren está a punto de salir._ dijo Andrew volviéndose hacia su hermana. _ Voy._ contestó la muchacha. _ Adios hermano._ dijo el recién casado y entró en el vagón del tren. Susane fue la última en despedirse, levantándose y con la tristeza en su rostro se acercó a su hermano. _ No me digas que me avisaste por favor. _ No lo haré hermanita. _ Gracias._ dijo ella y se tiró a los brazos de su hermano mayor, abrazándole fuertemente. _ Ten mucho cuidado niñita._ le pidió Thomas mientras la abrazaba. _ Así lo haré hermano._ le respondió ella mientras ambos se separaban y ella se adentraba en el interior del vagón._ Hasta pronto. Avanzó por el interior del vagó hasta su asiento, justo al lado de su madre, junto a ella quedaría un hueco vacío, el de Mateo. Pero no fue así, el joven llegó justo en el momento en el que el tren iba a emprender la marcha y apenas segundos antes de que la puerta del compartimento se cerrara. _ ¡Susane!_ gritó en cuanto entró dentro del tren. Ella se levantó de un salto y con una sonrisa de oreja a oreja le dijo: _ Estoy aquí... Él recorrió rápido el vagón y se acercó con paso firme hacia ella _ Perdóname, he sido un imbécil pero en el último momento sentí demasiado vértigo y me asusté. _ Ya eso no importa cariño, estás aquí ahora._ y ambos se abrazaron fuertemente mientras el tren comenzaba a recorrer los verdes campos de Andalucía. En el dispensario, el Padre Juan esperaba ansioso a que Guillermo saliera del quirófano con buenas noticias sobre el resultado de la intervención. Junto a él se encontraba Sara. El Médico salió de la habitación con su semblante bastante serio, y poco a poco caminó hacia donde se encontraban el cura y la beata. _ ¿Cómo ha salido todo doctor?_ quiso saber el sacerdote. _ Lo siento mucho Padre, pero no he podido hacer nada por ellos._ respondió el cirujano. El Padre Juan no pudo reaccionar, se quedó completamente blanco y sin habla. _ ¿Cómo que por ellos?_ preguntó Sara. _ La operación ha sido muy complicada, ella ha perdido mucha sangre y ha sido imposible salvarlos, ambos ha fallecido. _ ¿Cómo es posible doctor?_ logró decir el párroco. _ Lo siento mucho, de verdad... _ Padre, será mejor que vayamos a la Parroquia a elevar una oración por su alma._ le aconsejó Sara. _ ¿Qué pasa con sus cuerpos?_ preguntó el cura. _ La voluntad de la difunta era que la enterraran en su pueblo natal, esta misma tarde sus restos saldrán hacia Giltordo._ informó el médico. _ Dios mío de mi vida, ¿por qué eres a veces tan injusto?_ se preguntaba a sí mismo el Padre Juan. Ajeno a todo esto, Felipe se encontraba reunido en el despacho del Alcalde con María. _ ... las instrucciones del gobernador son claras, el alcalde del pueblo debe de ser descendiente del anterior alcalde, alguien de la familia Rodríguez, es decir, usted._ contaba Felipe. _ Pero, yo no quiero ser alcaldesa de nada, yo quiero estar en mi biblioteca, con mis libros tranquilamente._ protestaba la joven. _ Creo que no tiene opción Señorita, es usted la única que puede ocupar ese cargo. _ ¿Y tú Felipe? Mi Padre te quería casi como a un hijo... _ Se lo agradezco Señorita, pero no, yo estoy muy bien tal y como estoy. _ Dios mío ¿dónde me han metido?_ se preguntaba María._ ¿ De verdad que no hay otra opción? _ No la hay, ya le digo Señorita, según palabras textuales del gobernador "tiene que ser un Rodríguez". _ Entonces lo seré yo._ dijo una voz masculina, grave y potente a sus espaldas. _ ¿Abraham?_ preguntó María sorprendida._ ¿Abraham eres tú? _ El mismo hermanita._ respondió el hombre sonriendo. María se levantó corriendo de su asiento y se acercó a su hermano. _ Casi no te reconozco con esas barbas._ le sonrió ella. _ A mí también me ha costado reconocerte María, si no fuera por esas gafas... _ Que tonto eres._ rió la joven. _ Bueno, qué, ¿no piensas darle un abrazo a tu hermano mayor?_ preguntó Abraham. _ Por supuesto._ le respondió ella mientras se lanzaba a darle un fuerte abrazo. _Bien, creo que es mejor que vuelva en otro momento, me parece que tienen mucho de qué hablar ahora mismo._ dijo Felipe poniéndose en pie mientras ambos hermanos se separaban. _ Gracias Felipe, hablamos mañana._ le contestó el mayor. _ Hasta luego Felipe._ dijo María mientras este cerraba la puerta del despacho y dejaba a los dos hermanos solos en la habitación. _ Bueno, ¿qué hermanita? Tendrás que ponerme al día, ¿no? _ Claro hermano, y tú a mí también._ sonrió ella, y ambos se sentaron en los viejos butacones a ponerse al día de sus vidas. A muchos kilómetros de aquel lugar, en la ciudad de la luz, París, y en una de las calles más cercanas al río Sena, los franceses paseaban con total tranquilidad. Antonio había recorrido miles de kilómetros, había andado por cientos de calles de la vieja ciudad y había preguntado decenas de veces por la Boutique de Madamme Forneau aunque en la mayoría de esas ocasiones no había entendido nada de lo que le habían respondido y las otras veces habían sido las otras personas las que no habían entendido a Antonio. Pero al fin lo encontró, allí dentro de esa pequeña tienda, rodeado de guapas francesas y de largos trajes de gala. Miguel estaba completamente en su salsa. Por fin lo había encontrado, por fin su búsqueda había llegado a su fin, por fin podría abrazarlo y decirle todo aquello que llevaba días ensayando, pero por alguna extraña razón su cuerpo no era capaz de responderle. En el interior de la tienda, Miguel atendía a una clienta que se estaba probando uno de los modelos que tenía allí: _ Disculpe Señor, ese joven del escaparate no deja de mirarle en ningún momento._ le dijo la muchacha. _ ¿Cómo?_ preguntó Miguel a la vez que levantaba la vista y su corazón se aceleraba a mil por horas, no era posible, no podía ser verdad._ ¿Antonio? Poco a poco, el sastre se acercó hacia el escaparate para confirmar que aquello no era un espejismo y ambos cruzaron sus miradas por unos largos segundos. Entonces, ambos se dieron cuenta que se necesitaban, que necesitaban abrazarse, que necesitaban volver a estar juntos, y los dos salieron corriendo al encuentro del otro. Cuando por fin, llegaron uno al lado del otro, justo en la puerta de aquel modesto negocio, a plena luz del día, Antonio tomó a Miguel por la cintura y le plantó en sus labios el mejor beso que había dado jamás, el que más cosas encerraba dentro, el que más emociones expresaba fuera. Miguel lo separó con delicadeza y sonriéndole le dijo. _ Para, para, que estamos en mitad de la calle. _ Si, perdón, no he podido resistirme._ le devolvió la sonrisa el joven gitano. _ ¿Qué haces aquí?_ quiso saber Miguel. _ He venido por ti, he venido a quedarme aquí, contigo, a que seamos felices los dos juntos, a envejecer junto al amor de mi vida. _ ¿Estás hablándome en serio? _ Miguel, ¿crees que me recorrería miles de kilómetros para gastarte una broma? _ ¿Vienes para quedarte? _ Vengo para quedarme._ le sonrió él, y ambos se abrazaron fuertemente mientras los parisinos continuaban con el día a día de sus vidas. Remedios y Robert paseaban tranquilamente por las calles del pueblo. Ambos conversaban sobre varios asuntos cuando Robert la interrumpió: _ ¿Sabes Remedios? He estado pensando todo estos últimos días una cosa. _ ¿Qué pasa cariño? _ Verás, nuestra relación quizás sea un poco extraña y eso, y a uno siempre le entran las dudas de si estaremos haciendo bien las cosas. _ Robert me estas asustando. _ No, no te asustes, solo quiero pedirte una cosa. _ ¿Pedirme una cos.._ quiso preguntar ella, pero antes de que Remedios terminara de decir la frase, Robert había plantado su rodilla en el suelo._ ¿Qué? _ Remedios Ramírez, me harías el hombre más feliz del mundo si aceptaras convertirte en mi esposa._ y diciendo esto sacó de su bolsillo un precioso anillo de oro. _ Robert... Robert... yo... ¡si quiero!_ gritó la joven mientras se colocaba rápidamente el anillo. _ Te queda perfecto_ sonrió el inglés mientras se ponía de pie. _ Te amo Robert Bestigui._ dijo Remedios antes de besar a su prometido. _ Yo también te amo mi vida._ le contestó él. _ ¿Nos hemos perdido algo?_ quiso saber Thomas a la vez que llegaba de la mano de Carmen hacia donde estaban los enamorados. _ Pues..._ comenzó a decir Robert. _ ¡Nos casamos prima! Este hombre acaba de pedirme que me case con él, ¿no es una locura?_ gritó Remedios presa de la emoción. _ ¿Qué? ¿Estáis de broma?_ preguntó Carmen sorprendida. _ Para nada._ sonrió el muchacho. _ Esto sí que es una gran noticia amigo._ se alegró el rubio. _ Enhorabuena prima._ abrazo Carmen a Remedios _ Eso amigo, enhorabuena._ Thomas hizo lo propio con Robert._ Vamos al bar a celebrarlo, invito yo. En el interior de la Parroquia el ambiente era mucho menos alegre, el Padre Juan lloraba la pérdida de Inma y su bebé mientras Sara intentaba consolarlo. _ Ahora estarán en un sitio mejor Padre... _ Era una pecadora Sara, no le dio tiempo a redimirse ... pasará una eternidad en el purgatorio._ sollozó el sacerdote. _ No se ponga así por favor, hasta yo voy a llorar por esa secretariucha._ gimoteó la beata con lágrimas en los ojos. _ No Sara, no llores tu también, tenemos que ser fuertes. _ Esa criaturita que no había nacido siquiera._ lloró la mujer. _ Vamos hija, no llores más._ le suplicó el cura. _ No suelo llorar, pero cuando empiezo me cuesta parar Padre. _ Venga, vamos a rezar una oración a nuestro Patrón San Agustín._ le dijo el párroco. _ Vale, es lo único que nos queda hacer por ella._ suspiró Sara. _ En el nombre del Padre, del hijo... _______________________________________________________________________ _ ¡Madre! ¡ Que me caso! _ gritó Remedios emocionada en cuanto entró en el bar. _ ¿Qué?_ se extrañaron todos los allí presentes. _ Robert me lo acaba de pedir, Madre, ahí en la calle del Dispensario._ sonrió la chica._ deja que llame a Antonio para contárselo, va a alucinar seguro. _ Un momento hija, ¿no crees que te estás precipitando? _ No creo Madre... _ Y además, ¿no deberíais de pedirme permiso a mí primero para desposaros? _ Yo pensé que no era necesario Madre, discúlpeme... _ Yo pensé, yo creí, etcétera, etcétera, etcétera. _ Disculpenos Madre. _ No era nuestra intención faltarle al respeto Señora._ intervino Robert. _ Si así lo deseas Madre, organizaremos una pedida de mano oficial en... el Hotel mismo. _ Sí, invitaremos a todos los vecinos del pueblo, a tus primos , a... _ Al Padre Juan, a la hija del Alcalde y a quien haga falta._ dijo por último la joven. _ ¡Estaba de broma hija! ¡Me alegro un montón por vosotros!_ gritó Dolores. _ ¡Gracias Madre!_ gritó Remedios eufórica. _ Gracias Señora._ se alegró también su prometido. _ Una ronda de cava para todos, Joselito._ pidió Thomas. _ Marchando cuñado._ sonrió el mayor de los hermanos Vargas. En esas estaban cuando dos figuras se acercaron hasta la entrada del bar, Israel que los conoció salió fuera para hablar con ellos. _ María, ¿por qué no entras?_ preguntó el chico. _ Antes quería presentarte a mi hermano. Israel, este es Abraham._ le dijo su novia. _ Encantado._ sonrió el nuevo alcalde del pueblo. _ El placer es mío, María me ha hablado mucho de usted. _ No me hables de usted por favor, solo tengo algunos años más que tú._ le pidió Abraham. _ ¿Por qué no entráis?_ invitó Israel a los dos hermanos a pasar y ambos accedieron de buena gana._ Ven, quiero que conozcas a mi madre. _ Pero Israel, conozco a tu madre desde que tengo uso de razón. _ Ya, pero ella no te conoce a ti como mi novia._ sonrió el chico._ Madre, le presento a mi novia, María. _ Hola Mercedes, ¿qué tal está? _ Vaya, parece que por fin mi hijo pequeño sienta cabeza... _ ¡Madre!_ se quejó el joven. _ Me alegro mucho de que ambos hayáis encontrado el amor el uno en el otro queridos y espero disfrutar de vuestra felicidad durante mucho tiempo. _ Gracias señora._ contestó María. _ ¿Nos sentamos?_ preguntó Israel y los tres tomaron asiento en la mesa más cercana a la que estaba sentada su familia. Pocos minutos después las puertas del bar se volvieron a abrir, dejando paso a Felipe, el cual iba acompañado por Jacinta. _ Vaya, vaya, esta tarde no gano para sorpresas._ sonrió Miriam mientras se ponía de pie y se acercaba a donde estaba su hermano. _ Ya ves hermanita, y todo gracias a ti._ le contestó su hermano. _ Muchas gracias Miriam, no sabes lo felices que nos has hecho._ sonrió Jacinta. _ Era lo mínimo que podía hacer por vosotros, estabais destinados, nada más que hay que veros. _ Muchas gracias hermana._ dijo el policía mientras se acercaba a su hermana para darle un fuerte abrazo. _ Vaya, esto sí que no me lo esperaba._ rió la mujer. Las horas pasaron y la noche cayó sobre el pueblo como un manto que cubre las tejas de las casas, y mientras en el bar no se paraban de celebrar romances y buenas noticias, unas calles más abajo un doctor estaba ayudando a una fugitiva a escapar de la justicia. _ Me da tanta pena marcharme de aquí._ sollozó Inma. _ No hay otra salida Inma. _ Lo sé Guillermo. _ Por favor, ten mucho cuidado, mi amigo te estará esperando con el coche dos calles más abajo, él te llevará a Sevilla, allí podrás rehacer tu vida. _ ¿Cómo podré agradecerte todo esto? _ No tienes por qué hacerlo, tu simplemente cuida de esta niñita que está creciendo en tu vientre._ dijo el médico mientras acariciaba la tripa de su paciente. _ ¿Cómo estás tan seguro de que es una niña? _ Llámalo intuición._ le sonrió el doctor, ella le devolvió la sonrisa pero poco después la tristeza volvió a inundar su rostro._ ¿Qué te ocurre? _ Estaba pensando en el Padre Juan... _ Ya lo hemos hablado, escríbele desde Sevilla y le cuentas toda la verdad, pero hazlo con un pseudónimo y no incluyas nunca dirección postal, por si esa carta cae en otras manos, ya me encargaré yo de darle tu dirección para que pueda ir a visitaros y para que te envíe tus pertenencias. _ Muchas gracias Guillermo, esto que has hecho por mí no podré olvidarlo en la vida. _ No te preocupes, y ahora vete, o mi colega se enfadará._ le apresuró el doctor, pero ella le abrazó con fuerzas en ese momento._ Ten mucho cuidado. _ Lo tendré._ contestó Inma mientras se separaba del médico._ Hasta pronto._ y dicho esto se giró sobre sí misma y emprendió el camino que Guillermo le había indicado. El ambiente en el bar no había decaído, y los allí presentes no paraban de charlar, reír y disfrutar de las alegrías que por fin habían llegado a sus vidas. En esas estaban cuando Thomas apartó a Robert del resto: _ Amigo, ya he resuelto el misterio de las sombras._ le informó el chico rubio _ ¿Cómo? _ Que ya sé de dónde venían las sombras que se veían por el Hotel. _ Amigo, creo que has bebido demasiado hoy._ rió Robert. _ Era Lucy, Robert. _ ¿Cómo? ¿Y dónde está? _ Ya se ha ido amigo, me ha pedido que seamos felices. _ Vaya... pues habrá que hacerle caso ¿no? _ Claro..._ sonrió Thomas._ Ya ves, quien nos iba a decir a nosotros hace unos meses cuando llegamos aquí que acabaríamos enamorados y como unos vecinos más del pueblo... _ Enamorados y próximamente casados._ rió Robert. _ Es verdad, me alegro tanto por ti amigo._ dijo Thomas, y ambos ingleses se fundieron en un fuerte abrazo que duró algo más de un minuto y tras el cual, Robert se dirigió a sentarse con su prometida. _ ¡Ey! ¿De qué hablabais?_ preguntó Carmen acercándose a su novio. _ De lo afortunado que fui al encontrarte aquí._ le contestó él cogiéndole las manos. _ Que tonto eres._ sonrió la chica. _ Tonto y enamorado._ dijo justo antes de besarla. FIN A Aficionada, DokuroSim, Merchedj and 1 más les gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 ago 2015 ¡Wow! Me da mucha pena que haya acabado, pero en algún momento tenía que pasar y ha acabado mucho mejor de lo que me esperaba. Me ha dejado un gran sabor de boca,todos y cada uno de los finales fueron justificados e increíbles, me quedo con los de María,Antonio e Inma. Me encanta que mi personaje favorita consiguiese rehacer su vida, encontrar el amor, encontrarse con su hermano y por fin ser feliz. La muestra de amor de Antonio fue preciosa, Miguel y él por fin van a poder mostrarse tal y como son y vivir su amor al cien por cien. Y en cuanto a Inma,joder, aplausos. La historia de Inma me conmovió porque se notaba que amaba al alcalde y se merecía ser feliz. El final con el que no me quedo 100% es con el de Mateo, yo, de haber sido Susane, habria entendido perfectamente lo de su padre y me habría quedado en el pueblo con ellos. Aún así, nada que reprochar. Lo de Lucy y la sombra me lo olía, pero ha sido fantástico confirmarlo, muy bonito, muy cursi jeje. No vi una solución definitiva a la bronca padre-Thomas pero supongo que todo se solucionó y me alegra saber que él no tuvo nada que ver con las muertes, al final, por lo de Inma y Sara, se le cogió cariño. En cuanto a ésta, supongo que continuó viviendo con el padre toda la vida, y eso me deja un poco con ganas de más, pero no se le podia pedir un final increíble a todos los personajes. Que por cierto, he de decir que los nuevos personajes me encantaron, sobre todo Abraham,Israel y Miriam, ya que a Joselito no le pude conocer muy bien. Me encanta la pedida de Robert a Reme, mi pareja favorita, fue precioso. También la celebración en el bar, me hizo recordar al capítulo de bodas de sangre, donde todos los personajes se reunían, cosa que me encanta. Doy por finalizada mi valoración y la que es, para mi, la mejor historia que ha dado AS. A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 ago 2015 (editado) Wow Afi me acabas de emocionar y todo, mil gracias primero por leer mi historia y por valorarla de esa manera, me encanta que te hayas involucrado de esa manera con los personajes y que estes contenta en general con el final. Muchisimas gracias, y espero que te pases por la siguiente historia que haga Editado 26 ago 2015 por Rober A Aficionada le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 ago 2015 (editado) Me ha encantado el final y es que así me gustan las historias, con final feliz. Lo de Inma ha sido una verdadera sorpresa. Qué bien se ha portado el médico. Cuando todos creíamos que había muerto, no ha sido así y me alegro mucho. Lo que nunca he podido comprender cómo estaba enamorada del impresentable del alcalde, ni siquiera su físico era agradable pero bueno, espero que en Sevilla pueda rehacer su vida sin problemas. Muy buena historia Rober y espero que no tardemos mucho en comenzar a ver otra tuya. Editado 26 ago 2015 por Merchedj A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 26 ago 2015 Merche muchas gracias por tus palabras y por haber seguido la historia desde el momento en el que publiqué el primer capítulo, GRACIAS. Me alegra mucho que te haya gustado el final y me alegraría mucho que leyeras la siguiente historia que voy a hacer. A Merchedj le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 27 ago 2015 Eso ni lo dudes. Por supuesto que la leeré. A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 ago 2015 Me ha dado mucho gusto leer tu historia Rober la comencé a leer hace mucho, cuando la tenías con LS3, y ahora que la has reanudado y concluido me vi tentada a seguir leyendo, y no me arrepiento, me ha hecho pasar muy buenos ratos. Desde el principio me ha gustado la sincera amistad que hay entre Robert & Thomas, y el desenvolvimiento de estos personajes, tan carismáticos, nada que ver con el alcalde que siempre dio líos jajaja. Me gusta que a los protagonistas les haya ido bien y que ahora el pueblo luzca más vivo y pintoresco que antes. Admiro el mimo que le has puesto a las fotos y la calidez que transmites en tu redacción. ¡Muy buena historia! A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 ago 2015 Muchisimas gracias por tus palabras Camii, te he hechado de menos por aquí pero me alegra mucho que hayas decidido volver :) Gracias! A Camiii le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 ago 2015 Hola, La verdad es que me he leído tu historia de un tirón, me encanta como escribes y como has cerrado todas las historias. Yo quería que mateo se fuese con Susane, menos mal que ha llegado a tiempo. Al final, Robert ha aceptado lo que sentía por Remedios y que Antonio al final, haya aceptado lo que siente por Miguel y se haya ido a Paris a buscarlo. Lo de Carmen y Thomas me ha encantado lo que más, quería que acabaran juntos desde el principio y me ha gustado que después de todo Lucy haya podido decirle adiós a Thomas y que él pueda saber lo que le paso en realidad aquel día. Me gustaría que hicieras mas historias porque narras muy bien y sabes enganchar a la gente, por mi parte me tendrás leyendo tu historia. A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 ago 2015 Nhaidala muchísimas gracias por tus palabras, de corazón, y espero verte en la próxima historia que ando preparando. Gracias! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 5 sep 2015 Siento el doble post, pero antes de dar el tema ya por cerrado definitivamente quería compartir con vosotros una especie de making off o algo así. Siempre he pensado mi historia como si de una serie de televisión se tratase, ya que me apasiona ese mundo. Es por eso que he realizado este pequeño "reportaje" sobre lo que ha sido Hotel San Agustín, con declaraciones de los actores incluida, espero que os guste como pequeño homenaje a la historia que ya acabó. Capítulo Especial: Despedida Espero que os guste A Camiii, Luxy and Merchedj les gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 5 sep 2015 Está muy bien Rober y muy bien hecho como si fuera un libro. Me ha gustado mucho. A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 5 sep 2015 Awwww me ha encantado este verdadero "final". Me he sentido como en la final de Friends,Los Serrano o Aída, mucha nostalgia, muchos recuerdos, muchas curiosidades y mucha penita. En fin, me gustó tooooodo de este especial, sobretodo las curiosidades y la que más, la de los protas de "De becarios en la tele", de la cual espero capítulo jj. Que triste todo jo,Rober, porqué me haces esto u.u. En fin, gran historia, nunca me cansaré de repetirlo. P.D.: Adoré ver a los protas con ropa moderna y otros peinados, hablando acerca de sus mejores y peores escenas, aporta mucho realismo. A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 5 sep 2015 Me encanto este capitulo final, me gusto saber todo lo que pensaban los actores, las tomas falsas y todas las curiosidades, no me esperaba para nada a los actores de De becarios en la tele. Estan super bien escondidos y me ha encantado verlos en el ultimo capitulo. A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 sep 2015 (editado) ¡Qué bonito detalle hacer este especial! me gustó mucho que los personajes hablaran sobre sus papeles, como si fueran actores. Las secciones "Sabías que" y las tomas falsas me gustaron mucho. Editado 6 sep 2015 por Camiii A Rober le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios