Publicado 30 ago 2013 Uy verá, al final estos dos.. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 30 ago 2013 Amor prohibido *o* anda que a pesar de que en este capítulo Dante y Edmund fueron malos con Moira, me hace que se están acercando, ya saben lo que dicen, del amor al odio hay un solo paso. Me sorprende el buen corazón de Moira, en vez de huir al ver a Dante en el suelo, se esforzó por curarlo, sigue pronto =). Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 30 ago 2013 ¿Y si Dante es un eunuco? Me ha parecido que su agradable hermano (mister simpatía del siglo XIV) lo ha dejado caer pero de manera no muy clara. Así que... si Dante quiere tema con Moira, va a tener que rezar mucho. Pero no creo que pueda hacer mucho con eso xDDDDDDDDD "El pueblo" tan ignorante como siempre, si es que vaya ineptos, madre mía... A ver si subes pronto el siguiente, por que no puedes dejarnos en ese momento durante demasiados días. No seas Eilhyn, que tarda un mes en subir capi. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 30 ago 2013 entre Dante y Moira habra tema ^-^ ó al menos ahora Dante la va a tratar mejor, ya que lo va a curar. Me gusta bastante la actitud de Moira, se nota que no es una chica impulsiva y piensa bastante las cosas antes de actuar, aunque lo de los tres locos esos si esta para asustarse On 8/30/2013 at 16:55, sanxtv said: Yo creo que Dante es virgen y yo creo que Dante no tiene caballerito azul jajajaja Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 30 ago 2013 XDDDDDDDDD Me encantan vuestras teorías. A ver quién acierta Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 31 ago 2013 Hola, tiempo sin pasarme por aquí... Solo vengo a decir que tu historia ESTA SIMPLEMENTE GENIAL.... Adiós Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 31 ago 2013 Me ha encantado el capítulo y la actitud de Moira me parece excelente. Yo creo que a Dante le hizo daño, sentimentalmente hablando, una bruja tal como se dejó entrever y por eso le tiene tanto odio a las brujas. Qué ganas tengo ya de leer el siguiente, espero que no tarde porque estoy enganchadísima. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 1 sep 2013 Muchas gracias Alanyss y Merche Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 4 sep 2013 Me he leído de tirón los capítulos que va de tu historia y debo decirte que ME HA ENCANTADO. Está totalmente genial y el trama es increíble. Nueva lectora Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 sep 2013 Giiiiin! Qué bien que hayas empezado una historia nueva Me gusta un montón y me encanta Dante... ¿Él no tiene que bañarse? XDDDDDDDDDDD A ver cómo reacciona cuando vea que le ha curado Moira! Sube pronto! :) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 sep 2013 (editado) ¡Gracias Niwolita y Aída! Capítulo 4 - Ya estoy aquí- anunció Edmund, satisfecho. - ¿Tienes ropa de recambio?- pregunté, sentada en la banqueta. - ¡¿Qué coño ha pasado aquí?! El suelo ya estaba fregado, pero aún se notaba que hubo sangre. Y más le alertaba el ver a su hermano tumbado y semidesnudo en la cama. - ¡¿Qué has hecho?!- gritó enfurecido, yendo a por mí. - ¡Fueron los borrachos!- exclamé- ¡Nos atacaron al rato de irte! - ¡No te creo! - ¿Crees que si hubiese sido yo me quedaría aquí?- le pregunté - ¡Puedes haberlo embrujado y estar haciendo un ritual con él ahora!- insistió. - ¡Sí claro, en el lugar donde nos has dejado! Se quedó pensativo, intentando seguir echándome la culpa. - ¡¿Y dónde están los tipos?! - En el calabozo. Si me dejas te cuento lo que sucedió y después puedes ir a certificar lo que te cuente- dije con paciencia. Edmund tenía un debate interior, pero al final se cruzó de brazos, dando a entender que me escuchaba. Le conté lo sucedido rápidamente, señalando la silla con las cuerdas, el suelo manchado y a Dante. - Después de curarlo llamé al tabernero- continué-. Casi le da algo al ver la cabeza por el suelo y todo lleno de sangre, pero al verme desatada y a tu hermano así, pues me obedeció. A los cinco minutos la guardia llegó y se llevaron a los dos vivos y retiraron el cadáver del otro. - ¿Y por qué no te llevaron al calabozo hasta que llegara yo?- preguntó con agresividad. - Ah, le dije a Horacio, el tabernero, que me escondería cuando llegasen, pero que no se llevasen a tu hermano, que solo se había desmayado por un fuerte golpe. Y así hicieron- respondí, sonriendo. Edmund se quedó perplejo, mirándome como si no me hubiera visto nunca. - ¿Por qué?- dijo al fin. - ¿Por que qué?- repetí, sin entender. - ¿Por qué no dejaste que se mataran entre ellos? ¿Por qué cuando Dante cayó no te fuiste corriendo?- preguntó con el entrecejo fruncido. Me quedé callada. La verdad es que no sabía por qué no había aprovechado esa ocasión. - Tal vez sea porque estoy acostumbrada a salvar vidas. Ver a Dante herido de gravedad… no podía dejarlo ahí tirado… - ¡Pero si te maltrata! ¡Tú tienes otra finalidad! - ¡No! Bueno, sí, tal vez llegar a conocer una ciudad e intentar tener una vida normal…- ¿por qué les contaba la verdad? - Mira, no entiendo nada ni sé que es lo que pretendes, pero no conseguirás escapar ni librarte de lo que te espera- dijo con rabia-. ¿Y qué le pasa a Dante? ¿No dices que lo has curado? ¿Por qué está así? - ¡Está convaleciente! Puedo curar el físico, pero no la mente. Está agotado, casi muere- contesté, mirando el rostro ojeroso de Dante. -Está bien… voy al calabozo a certificarme, y tal vez allí tengan ropa de Caballeros Azules… Salió de la habitación condenándome con la mirada. No pensaba moverme, no tenía a dónde ir y estaba segura de que madre no estaría en casa, se habría ido… Me levanté como si me hubiera escaldado y empecé a buscar un pergamino y pluma ¡Tenía que escribir un mensaje! Pero… ¿A dónde lo mandaba? Eso no importaba si ya estaba escrito y sólo tendría que encontrar otra bruja para saber dónde vivía tía Mirta. Busqué en el baúl, pero sólo había harapos viejos, miré debajo de las camas, pero nada. Busqué en la ropa ensangrentada de Dante, pero no encontré ningún utensilio para escribir. Si dejaba un momento a Dante y se lo pedía a Horacio… Salí de la habitación rápidamente, buscando al tabernero, pero la sala principal ya estaba apagada. Rebusqué en los muebles, por todas partes, pero no encontré nada más que una pluma rota. Cabreada, volví a la habitación, no tenía ganas de que Edmund me descubriera fuera, o que Dante despertase y no me viese. Aunque no sabía si en ese caso sería mejor estar lejos, él sería capaz de estrangularme por haberle salvado… ¿Y sí me iba ahora? ¿Y sí huía? No estaba segura de que me buscasen por todas las casas, que todo el mundo supiera que se les había escapado una bruja y que no eran infalibles. Sí, podría esconderme, o mejor, irme corriendo toda la noche, no me cansaba así que podía hacerlo. Había salvado a Dante y ya no tenía por qué seguir sufriendo su ira. Edmund no tardaría en regresar, tenía que irme ya. Me incorporé, mirando a la puerta como si fuera un gran agujero que me gritase que fuera. Me quedé parada escuchando, no había ningún ruido, era la ocasión perfecta ahora que no había nadie. Di un par de pasos. - ¿A dónde vas?- gruñó Dante, incorporándose. Maldición, maldición y maldición. Me giré, encontrándomelo a pocos palmos. - Debes reposar, has perdido mucha sangre- sugerí, dando un paso para atrás. - Te ibas a escapar. No era una pregunta, él lo sabía, podía ver en sus ojos que lo sabía. - Sí, pero me ha costado decidirme- confesé otra vez. - ¿Por qué me has salvado?- preguntó, sin pestañear. - No lo sé, como le he dicho a tu hermano será la costumbre de estar siempre curando heridas- volví a decir. - No lo creo. A ellos no les habrías curado, yo te trato mal y me has curado ¿Por qué?- insistió. - Dante, no lo sé- respondí otra vez-. Es la verdad. Se quedó callado, contemplándome, parecía enfadado, triste, más triste que nunca. - Lárgate- masculló al fin. - ¿Qué? - Que te largues- repitió, señalando la puerta. - ¿Por qué?- ahora era yo la que no entendía qué pasaba. - Me has salvado, te debo la vida, así que lárgate- dijo rápidamente, mirando hacia otro lado. Me quedé pasmada, mirándole. Libre, era libre… no me lo podía creer. - ¿Qué pasa aquí? Edmund nos asustó a los dos. Comprendí que ya no era libre ¡No podía ser más tonta! - Edmund, déjala ir- dijo Dante, sorprendiéndome aún más. - ¿Qué?- su hermano se había quedado igual que yo. - Le debo la vida, así que déjala irse, que se vaya lejos. - ¡No! Sabes que tenemos órdenes de llevar a todas las brujas ante él- le recordó Edmund. - ¡Pero la condenarán! - ¡Si hablamos con él no! Ya sabes que es justo- rebatió Edmund. Se quedaron callados, como hablándose por las miradas, otra vez. Así que me llevaban ante alguien que era justo… Tal vez tuviese una oportunidad de verdad de poder salvarme e ir a casa de tía Mirta, o por lo menos contactar con ella. - Está bien, pero responderé por ella, ahora su vida es la mía- sentenció Dante. - Tampoco es necesario que discutáis…- dije, intentando calmarlos. - Lo comprendo, hermano, pero piensa que es una bruja. - Estoy aquí- insistí, hablaban como si no me vieran. - Si nos traiciona ya no tendré deuda con ella- dijo Dante, seguro de sí mismo. - Está bien. Nunca creía verte así por una mujer y menos bruja… - ¡Me llamo Moira!- exclamé, haciendo que los dos me mirasen al fin- Mi nombre es Moira, tengo diecinueve años y antes que bruja soy mujer. Repetí enfadada. - Una mujer no puede convertirse en bruja, así que eres bruja- insistió Edmund. - No, somos humanas, mujeres que nacemos con poderes trasmitiéndolos de madres a hijas- expliqué. - ¿De madres a hijas? Entonces tú tienes madre- pensó Dante, mirándome como si fuera a saber la respuesta por mis ojos. - Claro, y ahora ya no sé dónde estará. Os mentí, sí que vivía cerca del lago… - ¡Ajá! ¡Brujas, todas sois mentirosas!- espetó Edmund. - ¡Y las mujeres normales, y los hombres y niños y ancianos también mienten!- chillé, haciéndole callar- Mentí para salvar a mi madre ¿No haríais vosotros lo mismo? - No- respondieron los dos a la vez. Me dejaron estupefacta. - Nuestra madre…. nos abandonó hace tiempo…- dijo Edmund. Ambos se volvieron iracundos, sus miradas se oscurecieron y se llenaron de odio. - Oh… lo siento. Dante, deberías descansar, sino mañana no podremos seguir- comenté para cambiar de tema. - Sí, duerme, haré guardia unas horas. Brujita… duerme tú también- me ofreció Edmund, sentándose en la banqueta. Asentí con la cabeza y me tumbé en la otra cama libre. No era tan cómoda como la que teníamos madre y yo en a la última casa, pero era mejor que dormir en el suelo a la intemperie. No sabía qué pensar de las últimas horas. El cambio radical de Dante no me dejaba de dejar anonadada. Por lo menos ya no me estrangularía por la noche. No sabía ni qué hora sería, tal vez faltase poco para el amanecer, o unas horas, el caso es que me dormí pronto. Soñé que estaba junto a madre, en un sitio elegante y bonito. No teníamos preocupaciones y éramos felices. Madre vestía con un traje digno de una reina, y yo también vestía imponente. De repente salieron muchas mujeres, mujeres que me sonreían y me querían, me adoraban. - Ya viene la Suma Sacerdotisa- murmuró madre. Desperté de repente, sabiendo que eso no era un sueño, sino que sería realidad. Me agité, volvería a ver a madre en un lugar que no sabía lo que era… ¡Brujas, muchas brujas! ¡Era el refugio de tía Mirta! ¿Por qué no habría soñado con la ubicación? - … el príncipe Jeremy, su quinceavo cumpleaños, padre quiere que estemos allí. - Odio esas fiestas- rezongó Dante. Abrí los párpados y los vi sentados alrededor de la mesa. Me incorporé, atrayendo su atención. -Vaya, la brujita ya se despertó. - Vamos, tenemos que irnos- me apresuró Dante, volviendo a estar más hosco. - ¿Ya es de día?- inquirí, acercándome. -Sí. Creía que las brujas no dormías- comentó Dante. - Ya te he dicho que… - …antes de bruja eres mujer, sí- terminó él. - Venga, vámonos, quiero cruzar el Paso del Tuerto antes de terminar la luna llena- indicó Edmund, saliendo de la habitación. Dejamos la posada entre reverencias de Horacio, seguramente no quería volvernos a ver nunca más por ahí. Ahora ya no iba atada, así que podía andar más cómoda. El pueblecito nos despidió con un sol radiante, aunque ya se iba notando que íbamos hacia el norte. No quería ni imaginar cómo sería el clima por allí arriba. El camino era algo más despejado ahora, dejando que el sol nos diese en la piel. Podía notar que aún no se fiaban de mí, de vez en cuando me miraban las manos, como temiendo que echase algo por ellas. Había pensado pedirles dejarme escribir una nota, pero no creía que me dejaran, una cosa era perdonarme y otra poder ponerme en contacto con otra bruja en sus narices. Suspiré, sólo podía tener paciencia. Por lo menos ahora la compañía no era tan desagradable, aunque seguía viéndoles reticentes, creía que ya no me iban a pegar ni a gritar si no hacía nada malo. Aun que podía entenderles, para ellos no era humana, era como un bicho que se metía en los cuerpos y los dominaba para hacer magia y hacer el mal. Pero ahora, ya se estaban pensando lo que les decía, tal vez incluso dudando de si tenía razón o no. Tal vez conseguiría que me creyesen algún día. Por ahora me conformaba con saber que tenía posibilidades de librarme de lo que les hicieran a las brujas. Y también sabía por el “sueño” que vería a madre en un futuro, por lo que estaría bien. Con eso me bastaba para estar tranquila aunque fuese un tiempo… Continuará… Editado 24 sep 2013 por Ginevra A Vivica., Koredanu, UNADEXAI and 5 más les gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 sep 2013 Menos mal que ahora se lleva bien con los hermanos, o al menos algo mejor. Me gusta mucho las fotos que haces, desde luego debe llegarte algún tiempo montar algunas escenas. Me muero por saber que pasa en el siguiente capi e_e Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 sep 2013 Ya sabía yo que estos dos al final se la quedaban xDDDDDDDDDD Dante tiene pecado e.e Yo creo que Moira le ha tocado la fibra (no penséis mal T_T) xDDDDD La pobre lo tiene que repetir tooooodo mil veces, mira que son cortos... sobretodo Edmund, que parece que vaya empalado el pobre, así tan sieso xDDDDD A ver donde se la llevan, que por lo visto hay una fiefta xDDDD Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 sep 2013 Menudas fotos que haces, me ha impresionado especialmente la del sueño de Moira, ha tenido que llevarte un montón de tiempo hacerla. Parece que los caballeritos azules se van relajando un poco, creo que Moira no tardará mucho en ganárselos del todo. Tengo ganas de saber si entre Dante y ella pasará algo pronto, que guapísmo está en las fotos de este capi. (pero de la incognita de si el caballero tiene caballerito no nos dices nada... ) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 sep 2013 Creía que Edmund se la comía al llegar a la habitación, por dios que mal genio tiene. Pero me ha gustado mucho lo que ha hecho Dante, se nota que es muy mono en el fondo *-* Espero que ahora todo vaya mejor entre los tres, aunque sigo creyendo que pasara algo entre Moira y Dante (o me gustaría que pasase, mejor dicho xD) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 sep 2013 El capítulo me ha encantado y las imágenes son magníficas. ¡Qué guapo es Dante xDDD! y me ha gustado mucho el detalle de decirle a Moira que se vaya. Creo que ahora ya dudan al menos que sea tan mala pero eso les va costar aceptarlo ya que en el mundo donde viven y, sobre todo, para los caballeros azules, las brujas son todas malas. Hay que reconocer que ellos no tienen la culpa de pensar así, es lo que les han enseñado. Espero que no tardes en poner el siguiente que esta historia es de las que enganchan muchísimo. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 sep 2013 ¡¡¡Me encanta la historiaa!!! menos mal que ya se lleva mejor con los hermanos Las fotos son increíbles, la del sueño es una pasada. ¡Espero impaciente el siguiente capi! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 sep 2013 Me encantó este capitulo, Gin!!!! (Y cada vez me gusta más Dante... *babaaaaaaas*) Teng unas ganas tremendas de q lleguen ya a ese maldito lugar al que la llevan!! Y la visión q ha tenido? Será ella la Suma Sacerdotisa o no? Lo único q sé es que el vestido es genial y me encantaría para mí misma hahaha Espero q no tardes en subir capiii PD: Siempre me enamoro de los macizos de tus historias... ¡Dime tu secreto! XDDDDDD Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 sep 2013 ¡Muchas graciaaaas! Me alegro que os guste la foto del sueño, por que sí, me costó un poco pero por poner tanta vela, casi me duermo poniéndolas XDDDD On 9/6/2013 at 21:43, sanxtv said: A ver donde se la llevan, que por lo visto hay una fiefta xDDDD Casi me muero mujer XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 sep 2013 Gin, normal que casi te durmieras, yo cuando vi tanta vela pensé: que paciencia tiene esta muhé. A YamiArashi le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 8 sep 2013 Tsss, a Moira le pone Dante e______e, o eso, o le gusta estár "presa" xDDDD Que corto se me hizo el cáp., por favó, me quedé con curiosidad de saber donde la llevarán ahora Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 8 sep 2013 pues veo a Moira muy cómoda e.e y hasta relajada al parecer esta confiando bastante en los hermanitos azules xDD que por cierto Dante esta guapísimo, y curiosamente lo veo más guapo cuando esta triste (osea casi siempre) es cierto, la foto de las brujas esta increible, no solo por el escenario sino también por las brujas que tan bien se ven Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 12 sep 2013 oah por favor!!! Que me perdí dos capis y qué dos CAPIS!!!!!!!!! Pon el siguiente yaaaaaaaaaaaaaaaaa por favorrrr por fa por fa por fa por faaaa XDDDD Y lo del caballerito, casi me muero de la risa A Daniela1112 le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 13 sep 2013 Preciosas las fotografías y la historia también, tal parece que Moira se está ganando poco a poco el cariño de los caballeros, especialmente de Dante, que lindo *o* me quedé ansiosa, quiero leer más, sigue pronto ¿siiii? =D Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 13 sep 2013 (editado) Capítulo 5 Habíamos caminado tres noches y cuatro días, y aún no habíamos llegado al Paso del Tuerto. Ese lugar lo había visitado con madre, allí se juntaban varios mercaderes de diferentes aldeas una vez al mes, haciendo un gran mercado y de variedad. Lo habíamos visitado yendo hasta el lugar en el que habíamos estado ahora, pero estaba segura de que no pasaríamos por el pueblo de antes, un pequeño conjunto de casas cerca del camino hacia el centro del reino. Dudaba que fuéramos por ahí, estábamos yendo hacia el noroeste, cada vez estaba más segura que a la gran ciudad. La ciudad donde residían los reyes. El rey Vrad I y la reina Eleanor, con su único hijo, el príncipe Jeremy. La Ciudad del Oeste, la Ciudad Real, la Gran Capital… tenía muchos nombres y se decía que era la primera de todas, habían desembarcado y la habían conquistado. Luego fueron expandiéndose por el reino hasta hacer la Ciudad del Sur y la del Este. El norte, según sabía, no había ninguna de esas características. Madre había vivido mucho tiempo allí… ¿y sí era allí donde estaba tía Mirta? Madre se había ido embarazada al refugio de tía Mirta, entonces marchó desde la Ciudad del Oeste al norte… siempre se quejaba del norte… tenía mucho sentido. Recobré las esperanzas de poder tener una idea aproximada de la dirección que tomar para llegar hasta mi tía. - Al fin lo divisamos. Edmund me sacó de mis pensamientos, parándose en seco y mirando al horizonte. Sí, ahí estaba el pequeño pueblo, el Paso del Tuerto. Parecía que nos llamaba con sus casitas humeantes y acogedoras, cálidas y con alimentos cálidos y sabrosos…. Bajamos la pequeña colina en silencio, como solíamos ir. Tardamos una hora y media en llegar, el sol estaba a punto de empezar a volver las nubes naranjas, la gente ya recogía sus animales y sus pertenencias para que no les robasen. Era la hora de retirarse al interior y acobijarse junto a las llamas de la chimenea. Caminamos buscando una posada para poder descansar. No recordaba donde estaba, pero parecía que ellos sí, iban directamente sorteando las pequeñas calles del pueblo hasta llegar a una plazoleta. Vi el barril colgante en la pared y supe que íbamos a dormir bien. Entramos en el local, extrañamente vacío. Dante se acercó al tabernero, que limpiaba un vaso con poco entusiasmo. - ¿Habitaciones? - Sí, me quedan dos ¿necesitáis las dos?- inquirió el hombre, mirándonos. Pude notar cómo reparaba en mis ropajes manchados de sangre. - No, con una nos llega- contestó Dante. - Muy bien- asintió el hombre, cogiendo unas llaves-. Seguidme… Recorrimos la estancia vacía y entramos por una puerta, dando al pasillo de las habitaciones. El hombre nos abrió la nuestra y se retiró casi haciendo reverencias, aunque sus ojos no paraban de desviarse a mi vestido. Una vez solos y Dante tumbado y Edmund despatarrado en una silla, me senté en la otra cama, pensativa. - Que raro que no hubiese nadie en la taberna- comenté. - No es raro, la gente ha ido casi toda a la capital por el acontecimiento- respondió Edmund. - ¿Acontecimiento? ¿Qué acontecimiento?- repetí, sin entender. - El príncipe Jeremy cumple quince años- contestó Dante. - Oh, es verdad- recordé, lo habían comentado hacía unos días, y madre se había quejado hacía unos meses, quería estar lejos de tanta gente. Tal vez ya lo había dicho insinuando querer irse aún más lejos… - Tenemos que darnos prisa en llegar- murmuró Edmund, suspirando. - ¿Por qué no vamos a caballo?- pregunté. - ¿Has visto alguno?- replicó Dante, frunciendo el entrecejo. - No, pero creía que los Caballeros Azules teníais caballos…. - Es una leyenda, hace cientos de años que no hay caballos. - Oh. ¿Y por qué no cogemos un carro?- sugerí. - ¿Se lo vas a robas a unos campesinos?- volvió a rebatir Dante. - Está bien, pues iremos andando… los bueyes no son muy rápidos, la verdad…- desistí, tumbándome. Estuvimos otro rato en silencio, hasta pensé que Edmund se había quedado dormido en la silla. Me incorporé ligeramente, observándolo. Sí, se había dormido. Sonreí, no sé por qué pero me parecía tierno así, tan tranquilo y no diciendo burradas… - ¿Qué le miras tanto?- masculló Dante, haciendo que diese un brinco. - ¡No me asustes!- exclamé susurrando. - Creía que a las brujas no se les podía asustar… - ¿Siempre vas a estar con lo mismo?- pregunté enfadada. Era difícil demostrarlo hablando en susurros… Volvimos a callarnos, aunque esta vez quería preguntar algo. Aunque no era la única, los dos abrimos la boca a la vez. - Dante… - ¿Entonces…? Habla tú- prefirió él, cediéndome la palabra. - Está bien. Esto… ¿está lejos la Gran Capital? Se quedó pensativo unos segundos, debatiendo si decirme eso podría ser malo o no. - Nos quedará sobre un mes de viaje, dependiendo de cómo transcurra- respondió al final. - ¿Y es muy grande?- pregunté como una niña pequeña ilusionada. - Sí- Dante me miró con el entrecejo fruncido- ¿De verdad que nunca has estado? - No miento- repliqué, alzando la barbilla. - Está bien, está bien. - No digo que confiéis en mí, pero por favor, dejad de tratarme como si fuera la mayor asesina de todos los tiempos, o la loca de la Ciudad del Sur… - Está bien, he dicho- repitió Dante, haciéndome callar. Edmund roncó fuertemente, haciendo que los dos le mirásemos, poco a poco se escurría de la silla. - ¿De qué es la cicatriz?- pregunté sin mirarle, era un tema que no le gustaba nada, pero algo dentro de mí quería saberlo. - No te incumbe- gruñó. - ¿Fue una batalla? ¿Entrenándote para Caballero Azul? ¿Edmund? O tal vez… ¿Una mujer?- le avasallé en un susurro rápido. Pude ver cómo sus ojos se volvían llenos de ira, rabia e impotencia. Entonces sentí que todo lo que iba a salir de mis labios era verdad. - Sí, fue una mujer, la única en que te fijaste. Fue en las fiestas de la ciudad, tenías dieciséis años largos y tenías envidia de tu hermano mayor, que siempre conquistaba a muchas jóvenes. Viste a esa chica y te prendaste de ella, o eso creíste. La cortejaste toda la noche, toda la semana y todo el mes. Un atardecer decidiste sorprenderla llevándola a ver la puesta del sol al lago y así declararte. Llamaste a su casa y no te abrió. Esperaste y volviste a llamar. Entonces la puerta se abrió, dando paso a su casa, pero ya estaba ocupada por un amigo tuyo. Él estaba yaciendo con ella cuando llamaste, y ella no te lo ocultó, se regodeó en tu rostro, entonces sacaste la espada, ambos se rieron, y ella… lanzó un hechizo que hizo saltar tu espada por los aires, hiriéndote casi en el ojo. Saliste de allí para avisar de brujería, pero cuando volviste ya no estaban. Desde entonces juraste odiar a todas las brujas y a todas las mujeres- concluí, suspirando. Su rostro cambió de expresión, traspasándome con la mirada. - ¿Cómo lo sabes?- articuló lleno de desprecio e incredulidad, incorporándose. - No sé, me vino así, de repente- expliqué, algo desconcertada también. - Mientes, le has preguntado a Edmund- su voz estaba a punto de quebrarse de la rabia. - ¡No! ¡Te lo juro por los dioses que no! Tengo a veces como este don… - ¡Es imposible que lo sepas todo tan exacto!- gritó al fin, sin poder contenerse. Edmund se despertó de un sobresalto, desconcertado. Tragué saliva, debería quedarme callada cuando mis dones extraños apareciesen. Pero ahora podían más que la prudencia. Había algo en mi sangre que se removía y me hacía hablar. - Pero no es sólo por eso, hay algo más… de momento no me viene a la mente- seguí diciendo, viendo sus ojos abrirse como platos. - ¡EDMUND!- gritó Dante, mirando a su hermano. - ¡¿Qué os pasa?!- Edmund estaba asustado, hacía tiempo que no veía así a su hermano. - ¡LE HAS CONTADO LO DE ROSA! - No… ¡No!- Edmund negó rotundamente sin entender nada. - Y no quieres estar cerca de ninguna mujer porque crees que vas a volver a salir herido, y no quieres yacer con ninguna por si alguien lo descubre y temes que te hagan daño, temes tener un hijo de una bruja y no saberlo, temes que te traicionen- terminé de enfadarle. No dijo nada, se giró, empujó a su hermano y salió dando un portazo. Edmund se me quedó mirando, pasmado. - Perdón, es mi don, no entiendo por qué no he podido callarme- expliqué, lo sentía de verdad ¿Por qué? ¿Qué me pasaba?- No sé qué me pasa, me siento perdida y no sé qué soy realmente… - ¿Cómo que qué eres?- preguntó Edmund, asustado. - Madre me dijo que las brujas normales no tienen ciertos poderes que tengo… es como si fuera… más poderosa- terminé, con un hilo de voz. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué sentía una tristeza enorme en el pecho? Mi cuerpo estaba entrando en una espiral de reacciones que nunca antes había tenido, y no me explicaba por qué. ¿Tendría que ver con separarme de mi madre? ¿Era por que al cumplir los veinte años se hacían más fuertes los poderes? ¿Era por la presencia continua de Edmund y Dante? No entendía nada, solo supe otra cosa repentina: Las respuestas estaban en el refugio de tía Mirta. - Edmund, llevadme al norte- dije de repente, sin mirarle. - ¿Qué? - Que me lleves al norte. No sé qué hará tu hermano, tal vez salga corriendo espantado por esto, pero necesito ir al norte. - No puedo hacerlo- se negó, sin pensarlo. - ¡Nadie os vigila! ¡Podríais huir con un par de brujas y nadie lo sabría!- espeté cabreada. - ¡Moira ya basta! Nunca haríamos eso, nuestro padre lo sabe. Además, cada mes enviamos una paloma negra para que sepa por dónde andamos- explicó. - ¿Tanto os vigila? - No, no nos quiere perder, teme que nos ataquen. - ¿Y quién os atacaría a parte de unas brujas? ¡No tiene sentido! - ¡Nuestro padre sabe que nunca le abandonaríamos por un par de… brujas! Entre lo que le pasó a mi hermano y lo de nuestra madre… -¿Vuestra madre? ¿Qué hizo para que la odiéis tanto?- inquirí, curiosa. - Déjalo, no te incumbe. Aunque tal vez te venga la inspiración y lo averigües tu solita… Edmund volvió a sentarse en la silla, frotándose la frente, agotado. - Edmund descansa, buscaré a Dante y lo traeré. Edmund me miró aún más sorprendido. - ¿Crees que…? –empezó a quejarse, pero le interrumpí. - ¡No me voy a ir! ¡Ahora os necesito!- exclamé. Edmund me miró durante unos segundos, suspiró y asintió, resignado. - Está bien, pero si no lo encuentras vuelve. En media hora- puso de condición. Asentí y salí de la habitación, cerrando despacio, no quería alertar más a los otros huéspedes. ¿Por dónde empezar a buscarlo? ¿Y por qué? Podía bastarme con Edmund, pero una espada más no sobraría, eso era cierto. Salí de la posada y me quedé parada en mitad de la plazoleta, intentando seguir algún instinto, que me viniese algún don para guiarme. Decidí dar una vuelta por el pueblo, mirando entre los callejones oscuros, pero salvo un par de borrachos y un hombre con una prostituta no vi nada, y el hombre no era Dante. Salí del pueblo, ya había consumido la mitad del tiempo permitido y quería convencer a Edmund para ir al norte antes de empezar a ir más al oeste. Fuera estaba demasiado oscuro, pero podía ver mejor en la oscuridad que los humanos, lo tenía comprobado. Sabía que cerca del pueblo había un molino, así que me dirigí corriendo a él. No tardé en divisarlo. Empujé la puerta, estaba cerrada. Si Dante estaba dentro habría cerrado. Puse la palma de la mano a la altura de la cerradura, me concentré para pensar sólo en ella. Desplacé la palma hacia arriba, escuchando un “cloc” certificando que había abierto la puerta. Satisfecha, la empujé suavemente. Dentro estaba oscuro, como suponía, pero a primera vista no había nadie. Miré en todos los rincones, pero estaba completamente vacío. Desistí, tal vez hasta habría vuelto a la habitación, aunque lo veía improbable. Regresé rápidamente, no quería encontrarme con nadie más a esas horas de la noche. Casi me perdí para volver a la posada, pero vislumbré el barril colgando en la pared y ya me tranquilicé. Entonces sentí, otra vez, esa sensación de que algo malo iba a pasar. Pero no era como las otras veces, era diferente. No es que fuese a pasar algo malo, sino… ¿Cómo diría? Incertidumbre. - Estás aquí… Continuará… Editado 24 sep 2013 por Ginevra A Vivica., YamiArashi, UNADEXAI and 1 más les gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios