Historia finalizada Canon

[Camiii 2.345]

​Introducción: Ana es una tímida e introvertida pianista que desde su adolescencia comienza a escribir un libro sobre su vida y lo que acontece alrededor de ella, como si de un diario se tratara. El libro es llamado Canon, y en él va relatando todas sus vivencias y preocupaciones, como la inseguridad que expresa por sentirse atraída hacia otra chica, una de sus compañeras de clase. En la historia también adquieren principal protagonismo Martin —hermano mayor de Ana y pintor desde temprana edad— y las situaciones que harán que ambos hermanos "estén tan separados y unidos a la vez"

La historia consta de 4 temporadas que representan cada etapa de la vida de los protagonistas, donde hay romances, traiciones y tragedias. Espero que les resulte divertida:

Indice:

Nota: Los primeros 3 capítulos son una "corta introducción" a la trama, que solo tendrá sentido si se lee la última temporada.

Al final de cada capítulo hay un vínculo para acceder al siguiente capítulo directamente.

(Primera temporada)

1. El linaje Morelli.
2. ¡Infiel!
3. Bajo un nuevo sol

(Segunda temporada)

4. ¿Una familia normal?
5. Canon
6. Un robo a medianoche
7. Muerte Adolescente
8. Conversación Profunda

9. Libertad

10. Cita Doble

11. Fiesta de graduación

12. Indiferencia

(Tercera temporada)

13. Mala convivencia

14. La obsesión de Angie

15. Triangulo amoroso

16. Homofobia

17. Lazos de amistad

18. En familia

19. Asesinato en Nochebuena

20. Cambio de actitud

21. Malas Noticias

22. Parejas

23. Despedida

24. Pianistas y protestas

25. Amor entre chicas

(Cuarta temporada)

26. Marcos & Giulia

27. La alumna

28. La verdad al descubierto

29. Decadencia

30. Cuatro de Abril

31. Esperanza de vida.

32. Hijo del pecado

33. Fin de año, parte I

Fin de año, parte II

Fichas de personajes

PRIMERA TEMPORADA

Capítulo I: El linaje Morelli

El año 1965 marcaba la mitad de una década importante. Una década que comenzaría famosas confrontaciones bélicas, viajes a la luna, el auge de "Los Beatles" y el levantamiento de miles de protestas por inconformidades políticas. En esa fecha, y en el sur de Italia, vivía un joven de unos veintitantos años, llamado Favio Morelli. De complexión delgada y físico, generalmente, poco interesante.

Nada en Favio era para resaltar en exceso, salvo que era descendiente directo de uno de los hombres más ricos del siglo XVII, de Giulio Morelli, un afamado pintor y músico que vivió en la Roma barroca. Tanto el, cómo su esposa Margaret, guardaron una enorme fortuna y fama, en su tiempo.

Lastimosamente para Favio, la fortuna de Giulio no perduró por los siglos. Favio tuvo la desgracia de nacer y crecer en pobreza, y su trabajo, como vendedor novato de seguros, no le daba lo suficiente como para vivir del todo cómodo. Vivía humildemente en la periferia de Sicilia, en una casa antigua que pedía a gritos varias restauraciones, como cambiar la madera podrida del artesón superior, por ejemplo.

Cierta tarde, después de una jornada sin éxito laboral, Favio vio a una distinguida jueza de la ciudad atravesar solitaria la plaza del centro, y se le acercó para venderle un seguro. La jueza era una señora que rozaba el medio siglo de edad, y estaba casada con el jefe de policía, el comandante Estefani.

El matrimonio Estefani estaba conformado por dos personas muy respetadas, pero muy serias y gruñonas, acercarse a ellos requería valentía y estar vacunado contra la baja autoestima. Pero, curiosamente, la señora Estefani se mostró interesada en escuchar a Favio cuando le contaba de las bondades de los seguros que ofrecía. Notó en el joven mucha inteligencia y un gran perfil emprendedor que ciertamente atraía.

Sin embargo, la Jueza no solicitó ningún seguro en ese momento, pero sí le concedió a Favio una cita para el día siguiente y cerrar el trato de la venta de un seguro familiar. Acordaron la reunión en la casa de ella a las 17 horas. Más tarde, cuando Favio regresó a su casa —no tan satisfecho, pero tampoco defraudado—, su estómago ya le pedía alimento y profundo reposo... estaba por anochecer.

Próximo capítulo: ¡Infiel! (Click al vínculo para leer el siguiente capítulo)

Editado 10 sep 2015 por Camiii

[Daydreamin' 17]

Se ve interesante, y el titulo del próximo capitulo ya me dio una idea de que pasara...xD

[Merchedj 3.915]

Me gusta cómo ha empezado y el título del siguiente capi da mucho que pensar. Sigue pronto que tengo ganas de ver qué pasa con Fabio y la jueza.

[TRISHSIMS2012 0]

OOOOOh! Está muy currado con personajes de época y todo... Guay, guay. Espero para el próximo.

[SimDream 49]

interesante...

[Camiii 2.345]

OOOOOh! Está muy currado con personajes de época y todo... Guay, guay. Espero para el próximo.

muchas gracias Trish

hable un poco sobre el pasado porque despues se daran cuenta que la influencia y la vida de Giulio va a afectar "indirectamente" el futuro de la familia de Favio

despues se sabra, y no no piensen que su fantasma va a aparecer jajaja no el ya esta muerto y no saldra.... pero si influencia es pieza clave para el futuro

[TRISHSIMS2012 0]

UUUh!! Ok, ok, no tardes mucho entonces...

[Isdica 1]

Vaya vaya.... Una historia de otra época guay!!

[Camiii 2.345]

Vaya vaya.... Una historia de otra época guay!!

UUUh!! Ok, ok, no tardes mucho entonces...

isdica, el tiempo ira pasando poco a poco asi que la epoca cambiara xD! gracias por pasar

trish, los primeros 3 capis los subire rapido creo que uno por dia (creo) despues bajare el ritmo para no juntar tanto gracias por leer

Editado 14 may 2013 por cami67

[Madreselva 83]

Muy buena historia y me ha dejado con la intriga. ¿Será capaz de acostarse con la jueza para subir posición ?

[Camiii 2.345]

Como había dicho anteriormente, los primeros capítulos saldrán rápido del horno XD!

y como prueba de ello aquí tienen el segundo. Aclaro de nuevo que los primeros tres capítulos son bastante cortos. Muchas gracias de nuevo.

Capítulo 2: ¡Infiel!

Sobre las 15 horas del día siguiente Favio se encontraba en la sala de su casa, viendo un concierto en vivo de "Los Beatles" por la Televisión. Cuando vio su reloj, notó que le quedaban menos de dos horas para el encuentro que tenía programado con la señora Estefani, se hacía tarde, y si quería darle buena impresión a esa señora lo esencial era llegar temprano.

Se levantó de su sillón y apago el televisor, después de un baño con agua fría se puso su camisa más cara, cogió las llaves de su Chevy modelo 64' y se dirigió a la dirección que tenía especificada en la hoja de papel que le dio su clienta.

Llego a la casa de la familia Estefani faltando quince minutos para las 17 horas. Si que estaba maravillado con el lugar, la casa estaba ubicada en una zona exclusiva con amplia vista al mar.

Le abrió la puerta Rosalía, la hija única del matrimonio Estefani, una chica de unos 15 años de edad, que luego de pasar al invitado al corredor exterior se dispuso a hacer sus deberes en una mesa que estaba al lado.

Favio no espero más de 5 minutos a que la señora Estefani bajara al corredor. Luego de un breve saludo, según lo acordado, le vendió su propuesta para un seguro, y después ambos estuvieron hablando largo y tendido un poco más. Habían conectado tan bien, casi enseguida, que al final de la charla se trataban con la confianza de viejos amigos, en gran parte porque a la señora jueza parecía no interesarle mantener distancias con el joven.

Después de esa corta visita, hubieron otras más, y cada vez más largas. Se empezaron a mandar cartas durante el siguiente mes. Al principio la relación era cordial, luego las proposiciones se fueron tornando indecorosas donde los dos eran participes por igual, hasta que empezaron a tener contacto físico. Las visitas de Favio a la casa de los Estafani se hicieron frecuentes en los meses siguientes, sobre todo durante las tardes, donde tenían largas sesiones de sexo en la habitación principal, aprovechándose de la larga jornada laboral del señor Estefani.

Pero un día Don Lorenzo Estefani llego temprano a casa, y casualmente, cuando subía las escaleras, se topó con Favio mientras salía, el cual se excusó de ser el vendedor de seguros de la familia. Don Lorenzo lo saludó con indiferencia, y luego se dirigió a su alcoba. Favio aprovecho que el dueño de la casa se había alejado para salir rápidamente.

Cuando estaba cruzando el corredor exterior Favio fue interceptado por Rosalía, que estaba nadando en la piscina. Ella al verlo correr pensó que el joven se estaba robando algo, cogió uno de los zapatos que se había quitado antes de meterse a la piscina y se lo lanzó a Favio, con fuerza y puntería, golpeándolo seriamente en la cabeza.

Mientras tanto, Lorenzo en la alcoba encuentra a su mujer vistiéndose. Y en un acto de desconfianza la interroga sobre la presencia de aquel joven en la casa... Ella nerviosa terminó confesando todo. Luego de insultarla, Lorenzo la golpea y la deja tirada en la cama.

— Quédate aquí, zorra, luego vendré a darte más.

— Déjame explicarte Lorenzo —pidió ella, sin recibir respuesta alguna de su encolerizado marido.

Cuando Lorenzo salió se encontró con que Rosalía había interceptado a Favio, y ya lo tenía tirado en el suelo. Antes de que se pudiera levantar, Lorenzo le propino tres patadas al visitante. Pero Favio en un impulso recuperó fuerzas y con un golpe en el pecho empujo al policía.

—Yo de aquí ya me iba, pero ustedes me han golpeado, entérate que no lo voy a dejar así.

— ¡Serás mentiroso!... si te follaste a mi mujer en mi propia casa.

—Ey, momento, estas equivocado. Mi relación con ella es puramente laboral...

— ¡Que ella misma me lo dijo! —Interrumpe Lorenzo, ante la mirada perpleja de su hija —y así como a ella también te voy a romper la cara a ti, cabrón.

Lorenzo intenta golpearlo una vez más, pero Favio bloquea su ataque cogiéndolo del brazo; luego le propina un cabezazo al jefe de policía que lo deja en el suelo con la nariz rota. Rosalía se le tira encima al ver a su padre noqueado, pero Favio es mas ágil y logra esquivarla y huir. Segundos después Lorenzo recobra la conciencia y sale en su búsqueda, pero sin resultados positivos, ya no había rastro de Favio en toda la cuadra.

Al día siguiente Lorenzo emite ordenes y operativos para localizarlo. Favio sabía de la gravedad del asunto, había agredido al jefe de policía y peor aún, se había acostado con su mujer... Necesitaba irse lejos, y ayuda económica para lograrlo. Para ello fue a hablar con un amigo suyo llamado Luca Grassi, un millonario mafioso.

Luca no le dio dinero, pero si le ofreció ayuda. Le dijo que al día siguiente enviaría una embarcación de su mercancía de droga a Estados Unidos, y que podía ir de Polizón. Favio se demoró unos minutos en contestar, ya que el plan olía a riesgo, pero al ver que no tenía otra opción, aceptó. En palabras de Luca, el barco saldría de un puerto de Agrigento al día siguiente a las 7 de la mañana, ¡debía ser puntual!

Antes de que cantara un gallo, Favio ya se dirigía al puerto para embarcarse hacía otro continente, dispuesto a abandonar su casa, su trabajo y los verdes prados italianos que lo vieron crecer.

Próximo capítulo: "Bajo un nuevo sol"

Editado 12 ene 2015 por Camiii

[CarolineForever 45]

U.U está muy buena la historia, veamos como se las arregla Favio

[Camiii 2.345]

gracias amiga, si ahora va a empezar algo nuevo

[Isdica 1]

Favio para mi es IDIOTA anda que liarse con la mujer del policia , ademas que es mayor.... A ver como se las arregla el tío este.

[Merchedj 3.915]

Ohhh, cuántas cosas le han pasado a Favio en este capítulo. Menos mal que nos vas a poner rápido el siguiente pues está muy interesante la historia. Tengo ganas de ver cómo se las arregla cuando llegue a Texas sin dinero y prácticamente con lo puesto.

[Camiii 2.345]

Favio para mi es IDIOTA anda que liarse con la mujer del policia , ademas que es mayor.... A ver como se las arregla el tío este.

tienes razón es un idiota jajajajaja

no es el típico protagonista de pelis que no comete errores, u.u el cometió un error grave y puede que de aquí a 30 años se de cuenta de ese error (con eso les anticipo mucho xD) pero deben estar atentos, quizás las locas ideas que tengo en mi cabeza se canalicen para hacer una historia interesante

gracias por leer chicas aprecio mucho su tiempo les mando un fuerte abrazo

[Camiii 2.345]

Disculpen el doble post pero aquí esta el tercer capítulo. Este es el ultimo capítulo que forma parte del prólogo o introducción, la historia en sí comienza con el cuarto capítulo.

Capítulo 3: "Bajo un nuevo sol"

Pasaron ocho años desde que Favio, satisfactoriamente, huyó de Sicilia hacia los Estados Unidos. Desde su llegada el joven italiano recibió mucha ayuda de Luca Grassi. El mafioso conocía las virtudes empresariales de Favio, así que de inmediato le asignó la administración de uno de sus tantos negocios en el nuevo mundo, un pequeño bar en Texas con mucho potencial para convertirse en un negocio fructífero.

Desde el principio Favio no quiso relacionarse con el narcotráfico, así que aceptó la administración del local, que le parecía un negocio más limpio que la venta de droga, y aun así, muy rentable. Tenía todo el control sobre el bar, y además, se quedaba con el 40% de todas las ganancias, que no eran pocas, eso le permitió vivir más cómodo, y se notaba en su nueva forma de vestir.

En los ocho años que pasaron Favio conoció a bastantes personas, a la mayoría les tuvo mucho aprecio. Pero había una persona más especial para él… y esa persona era María, una joven latina con algunos años menos que el, y que trabajaba de dependienta en una tienda contigua al bar de Grassi. Muchas veces, Favio y María compartían juntos sus horas libres en una cafetería cercana a sus respectivos trabajos. Fue así como descubrieron una gran afinidad el uno por el otro.

Entre sus numerosas y amenas conversaciones María le contó a Favio muchas cosas sobre su vida, en especial sobre su duro pasado. Le contó que desde muy pequeña se convirtió en huérfana, y tuvo que echarse sobre su espalda muchísimas responsabilidades para sobrevivir en un mundo cada vez más difícil. Favio se identificada con cada palabra de eso, la vida que María había llevado era muy parecida a la suya, en muchos aspectos.

Ambos compartían un pasado similar, y habían decidido, también, compartir el mismo futuro…

Se casaron un enero, poco antes de cumplir los 3 años de noviazgo, en una ceremonia sencilla y privada en el bar de Grassi.

El día de su boda Favio anunció que renunciaba al trabajo de administrar el bar, tenía el sueño de ser médico neurocirujano, y quería utilizar todos sus recursos y tiempo para lograrlo. Luca Grassi apoyó la decisión de su buen empleado, y hasta le brindó ayuda económica para sus estudios universitarios. Mientras María siguió trabajando como dependienta de tienda por un tiempo.

Hasta que tuvo que retirarse para atender otras necesidades familiares...

... En 1979 nació el primero de sus hijos, un niño con mucho parecido a su madre, a quien bautizaron como Martin Morelli.

Próximo capítulo: "¿Una familia normal?"

Editado 21 ene 2015 por Camiii

[Isdica 1]

Me da a mi no va a ser una familia normal , porcierto María es muy guapa.

[Merchedj 3.915]

Es estupendo que le hayan ido las cosas tan bien a Favio. Lástima que haya tenido que dejar los estudios al tener al bebé pero espero que los retome. A ver cómo sigue porque el título de ¿Una familia normal? me huele a chamusquina.

[Camiii 2.345]

Es estupendo que le hayan ido las cosas tan bien a Favio. Lástima que haya tenido que dejar los estudios al tener al bebé pero espero que los retome. A ver cómo sigue porque el título de ¿Una familia normal? me huele a chamusquina.

Me da a mi no va a ser una familia normal , porcierto María es muy guapa.

quizas si, quias no, :) gracias por comentar chicas, siempre tan lindas :)

[CarolineForever 45]

U.U no creo que Favio tenga una familia normal, después de todo, tuvo un encontrón con un policía, Cami tu historia me engancha mucho! Ya espero el capi 4

[Alisu 2]

Vaya que esta interesante!... Me pregunto si el policía ya se habrá cansado de la búsqueda sin respuesta, o si seguirán buscando a Favio.

Cual sea la situación, tengo por seguro que la familia de Favio no sera una normal!... Continua la historia que quiero saber que pasa! (:

[Camiii 2.345]

ahh bueno ya sabes que han pasado bastantes años desde que el policia buscaba a favio, ahora es una trama aparte,

y en el siguiente capitulo (que creo que subiré el fin de semana) se daran cuenta que pasan mas años,

los primeros 4 capitulos son como una introduccion.

pero es superseguro que se sabrá del policia mucho mas adelante,

Gracias por leer y cometar

Editado 25 may 2013 por cami67

[Sanxtv 218]

Antes que nada me gustaría decir que me parece fatal que Lorenzo le diera semejante paliza a la señora Estefani, que solo le ha puesto los cuernos tampoco hay que exagerar ._. un poco más y la deja en coma xDDDDDDD

Veo que todo va muy deprisa, apenas ha llegado a Texas en este último capitulo y ya tiene un hijo! Por lo menos vive mejor que en Italia y ya tiene una familia, no esta tan solo como antes xD

[Camiii 2.345]

Si, todo va muy deprisa, esa es la intención, los primeros tres capítulos solamente son introductorios ^^ Más adelante habrá que tener en cuenta algunos hecho sucedidos en esos tres primeros capítulos, pero por el momento no hay que detenerse mucho en ello.

"La trama principal de la historia comienza con este capítulo"

.

SEGUNDA TEMPORADA

Capítulo 4: ¿Una Familia Normal?

A sus 17 años, Martin Morelli era un muchacho cualquiera, se podría decir. Con las mismas aficiones a las fiestas, a los juegos y a la pornografía que cualquier otro adolescente podría tener. No era el más lindo de su clase, mucho menos el más listo…. pero tenía algo peculiar que lo hacía diferente a los demás chicos de su escuela… Desde muy temprana edad ya pintaba cuadros majestuosos. Era pintor, un artista nato capaz de convertir en bello arte cualquier idea que se le cruzaba.

Ana Morelli nació dos años después que Martin, ella, a diferencia de su hermano mayor, físicamente no era muy parecida a su madre. De María solo heredó el marrón de los ojos y pocas facciones más. Y aunque su cuerpo era lindo, con una fina y proporcionada silueta, carecía de las exuberantes curvas latinas de María. Tampoco heredó mucho de su padre, de Favio obtuvo la blancura de su piel, y el cabello intensamente negro y lacio.

Martin y Ana eran algo diferentes entre sí, tanto en el físico, como en las directrices que marcaban sus personalidades. Él era extrovertido, jovial y seguro de sí mismo. En cambio ella era muy tímida, insegura y reservada. A pesar de las diferencias, habían cosas en común, Ana también era una artista, una excepcional artista, y no con el pincel, como su hermano, si no con la música, especialmente con el piano. A pesar de que recibió instrucciones privadas de expertos maestros de música, Ana fue capaz de aprender, y a veces de sobrepasar las habilidades de estos en pocas semanas. Tenía mucho potencial a futuro como pianista, considerando que apenas era una quinceañera.

Natalia Morelli era la pequeña de la casa, la menor de los hijos de Favio y María. Físicamente no había duda alguna de donde provenían sus rasgos faciales, Natalia era la viva imagen de su madre en el cuerpo reducido de una niña. Su actitud podría recordar a la de una pequeña gatita: siempre juguetona, curiosa, a veces insoportable, pero también tierna y cariñosa. A sus nueve años de vida Natalia no había desarrollado ninguna habilidad especial, ni por cerca pintaba tan bien como lo hacía Martin, tampoco podía sacar arte de un piano, como sí lo hacía Ana. Pareciera que llego tarde a la repartición de talentos, aunque, quizás aún era muy pronto para confirmarlo.

Después de culminar todos sus estudios en medicina, Favio logró hacerse un hueco como uno de los pocos neurocirujanos que atendían en el pequeño hospital de St. George, en la costera localidad de Wetstone, el cargo era bueno, y la paga mejor. Por eso Favio no dudó cuando se le presentó esa oportunidad de trabajo. La familia Morelli se mudó de Texas a Wetstone a principios de los 80’s, cuando Martin apenas era un bebe, así que tanto Ana como Natalia nacieron en la ciudad de los famosos acantilados rocosos que daban origen a su nombre.

Favio y María eran muy respetados en Wetstone, él como un afamado doctor, y ella como la dueña de la única librería. Para sus vecinos, ellos y sus hijos eran una familia normal, sin tragedias ni conflictos, prestigiosa y de muy buenos principios, a pesar de que el comportamiento de Martin dejaba mucho que desear. A pesar de su corta edad ya llevaba un par de años sumergido en el alcohol y el tabaco, y parecía no tener intención de ceder ante los vicios y la vagancia.

Cierta mañana, Martin no quiso ir al colegio, la pereza del lunes sumada a la resaca del fin de semana le pasaron factura. Le mintió a su madre, le dijo que le dolía el estómago para quedarse en casa, María se lo creyó y preocupada lo dejó descansar. Se levantó al rato, dos horas después de que Ana y Natalia se marcharan a recibir sus clases. Se vistió casualmente y comenzó a fumarse uno de los muchos cigarrillos que tenía ocultos en un cajón.

En ese mismo momento María subió a la habitación de su hijo para llevarle un zumo y galletas saladas, abrió la puerta directamente asumiendo que él estaba dormido, pero lo encontró más sano que nunca…

— No me digas que fumando te quitas el dolor de estómago… ¿Eh, Martin? —preguntó Molesta.

— No estaba fumando Mamá, no sé por qué dices eso. —le responde descaradamente Martin después de lanzar la colilla al suelo, sin apagarla siquiera.

— Ah, será que no vi esa colilla y tampoco puedo sentir el horrible olor a tabaco de esta habitación…

— Mamá sabes que ayer estuvieron aquí los chicos. —le dice refiriéndose a sus amigos— y Aldo fuma, seguro que el olor se quedó impregnado por aquí, que asco ¿no?

— ¡Ya deja de mentir! no soy tan idiota como para creerte… y lo de tu dolor de estómago, eso, ya voy viendo que es una mentira para no ir a clases…

— No, pero eso si era ver…

— ¡Que te calles! —Interrumpe María— quédate aquí encerrado, no quiero verte más. Cuando tu padre regrese se enterará y veremos que hacer contigo.

María salió de la habitación, con una cara que denotaba su enojo y decepción al mismo tiempo. Martin quedó preocupado, pensando en los hipotéticos castigos que sus padres le podrían dar.

— No sé por qué no me dejan tranquilo. No me apetece recibir más sermones por hoy. —Dijo para sí mismo mientras miraba por su ventana, como queriendo estar en otra parte.

Se aventuró a salir por esa ventana y a bajar por el tejado. No era la primera vez que lo hacía, ya se había escapado muchas veces antes para asistir a fiestas, tenía cierta experiencia, pero aun así, el miedo a caerse siempre lo embargaba.

Saltó sin tener muy en cuenta los tres metros de altura libre del suelo al techo, y cayó sobre un gran rosal. La rebeldía le causó a Martin un fuerte dolor en las piernas y muchos arañazos producto de las espinas. Pero no se quejó, no quería hacer ruido y que su madre lo descubriera.

Corrió en dirección a la cochera y tomó su viejo Volvo (el auto que Favio le había heredado un año atrás) y partió en dirección desconocida.

Mientras tanto Ana estaba en clases, pero con la mente en otro sitio...

— ¡Que linda es Joline!, siempre luce tan bien… tan… ¡es perfecta, perfecta! —Decía para sus adentros mientras miraba a la chica que tenía enfrente. Como siempre, casi toda su atención se enfocaba en “ella”, en sus movimientos, en su piel, en su cabello (al que por lo general mantenía húmedo, como sí no lo secara después de bañarse) En su timbre de voz, en su piel y en su forma de escribir o coger la pluma, entre otras cosas.

— Pero nunca una chica como Joline se fijaría en mí. —Siguió pensando— Eso jamás, a ella siempre la rodea gente interesante y atractiva, y yo no tengo nada de especial, seguro le parezco aburrida y simple. Ni siquiera puedo hablarle… ¡malditos nervios!

Ana seguía con la mente perdida, hablando como ansiosa consigo misma y observando a Joline a la vez: — No puedo hablarle, pero tampoco me hace falta… ¿Por qué tendría que hacerlo? Siempre he estado sola y así he estado bien, sin tener que decirle nada a nadie y sin tener que rendir cuentas.

Las amistades y principalmente los noviazgos solo complican las cosas. —Pensaba como sí estuviera armando un diálogo en su mente y una de las partes estuviera cediendo por conformismo— Sí, estoy mejor así, tener deseos sin ser complacidos… ver a Joline como algo imposible, es mejor.

Era muy común que la mente de Ana se perdiera durante clases, y estaba más que claro que podría estar pensando en cualquier cosa, menos en los garabatos que había en el pizarrón.

<<Esta chica parece que siempre anda en otro mundo. Me pregunto en qué pensara tanto>> Decía para sus adentros Kirk, su compañero de al lado mientras se burlaba.

El sitio favorito de Martin en toda la ciudad era la galería de arte, no era alguna discoteca en particular, ni la cafetería que siempre frecuentaba con sus amigos, no, su sitio favorito era la galería de arte.

Le encantaba recorrer los salones en donde se encontraban las pinturas, examinar cada una de las obras con detenimiento y descifrar lo que los autores querían expresar en esos bellos lienzos. Eso era algo que Martin disfrutaba hacer y podía estar horas en ello. La galería de arte de Wetstone albergaba obras de muchos autores, entre ellos Giulio Morelli, su antepasado.

Para Martin, Giulio era como un personaje a seguir, una fuente de inspiración casi divina, y el hecho de ser uno de sus descendientes, y por lo tanto, llevar de alguna manera su sangre, lo llenaba de orgullo. Pero además de verlo como a un ídolo, a Giulio también lo veía como a un oponente, como si fuera un contrincante directo a batir. Se acercó a donde estaba un autorretrato del famoso pintor, y comenzó a mirarlo como si estuviera hablando directamente con él.

— Eres el mejor de todos, tienes una buena técnica… Algún día sabré pintar mejor que tú, y colgaré mis cuadros al lado de los tuyos. —Pensó Martin, sabiendo que el reto que se proponía no era nada fácil, era un reto de ligas mayores. En las paredes de esa galería no había espacio para cualquier pintor, solo para los mejores.

La jornada de clases terminó poco antes de las dos de la tarde. Todos los alumnos salieron enseguida en cuanto escucharon el ansiado timbre, como si fueran una bandada de patos huyendo de los cañonazos de las escopetas. Todos salieron, excepto Ana, que se había demorado empacando sus cosas en la mochila.

— Ana… ven, me gustaría hablarte un momento. —Le pide su profesora, agitando la mano derecha para llamar su atención. Por su semblante, la maestra se veía algo preocupada.

— ¿Qué sucede señorita?

— Te distraes mucho durante las clases… ¿Estas teniendo algún problema?

— Si lo pregunta por mis calificaciones no se preocupe, voy bien.

— Yo sé que vas bien. En lo académico vas bien, pero en el aspecto psicológico me estas preocupando Ana.

— ¿A qué se refiere?

— Emmm… he notado que te aíslas bastante del grupo. A estas alturas jamás te he visto conversando con ninguno de tus compañeros, no socializas con nadie, en su lugar, te la pasas distraída en tus pensamientos... si algo anda mal, sabes que puedes decírmelo, ¿ok?

— Gracias… ¿ya puedo irme a casa? —le pregunta Ana con un tono desesperado.

— Claro, Ana. Descansa. —Le responde comprensiva, sin intentar presionarla más.

Martin regresó a casa varias horas más tarde, justo cuando su familia cenaba. Después de estar bastante tiempo en la galería de arte se había ido al cine, y al azar había comprado un boleto para ver una película. Luego dio unas vueltas en su coche hasta que el combustible se le escaseó. Estuvo solo, ya que sus amigos y su novia se encontraban en clases, como debería de ser. Cuando llegó al comedor de la casa, cargando un rostro acongojado, sus hermanas no le dijeron nada, prefirieron no meterse, pero sus padres no iban a actuar con la misma indiferencia que ellas.

Fue María la primera en actuar, como siempre, ella era la de los castigos, y la del carácter duro en la casa, mucho más que el de Favio.

— Martin, es que esto ya es imperdonable. Fumas, mientes y te escapas como un delincuente ¿adónde piensas llegar con esa conducta? —le preguntó a gritos, después de llevarlo al vestíbulo de la casa supuestamente para que las niñas no escucharan nada.

— ¡Ya mamá… ya. Tienes toda la razón, actué muy mal hoy, lo siento!

— Con pedir disculpas no arreglas nada muchachito. Necesitas un castigo. Tu padre y yo hemos decidido que no saldrás de casa más que para ir al colegio, nada de llamadas con tus amigos ni con tu novia, y tampoco habrá mesada para ti, ni para las golosinas. Estarás así semanas o meses, hasta que yo lo decida.

— ¡Hey! ¿No crees que estas siendo demasiado dura conmigo?

— A mí no me interrumpas jamás, o el castigo se te extiende hasta que llegues a la universidad. —sentenció María con voz firme antes de irse para continuar con la cena.

Al irse María, Favio quedó de brazos cruzados observando a Martin. No estaba molesto, de hecho en su expresión se dibujaba una sonrisa relajada, luego se acercó a él y con un tono sereno comenzó a hablarle:

— Tu madre es una mujer muy estricta… Martin… pero no la veas como a la villana en todo esto. Ella lo hace por tu bien, para que aprendas de tus errores y te conviertas en un buen hombre. No será fácil, pero tampoco creo que seas tan tonto ¿eh? Así que al final yo sé que no nos vas a decepcionar. —concluyó dándole dos palmadas en el hombro a su hijo.

Al cabo de dos horas, Favio se encontraba en la sala secundaria de su casa viendo la televisión. A Favio nunca le habían interesado las películas ni las series, tampoco los documentales ni tenía interés por algún tipo de música en particular. Las pocas veces que encendía la televisión era solamente para ver las noticias.

Le gustaba estar al tanto de las situaciones políticas y económicas del mundo, así como también enterarse de los hechos violentos… a pesar de que se estremecía cada vez que anunciaban una muerte violenta, anímicamente lo dejaba mal, y eso que nunca llegaba a conocer a los muertos que ocupaban los titulares. Esa noche fue diferente, por primera vez en las noticias anunciaban la muerte violenta de un viejo conocido.

El reportero de la CNN comunicaba, tras el sonido de alerta de último momento, que el narcotraficante italiano Luca Grassi había sido abatido a tiros por policías pocos minutos antes, en uno de sus negocios en Texas. Y que había muerto al instante. El reportero siguió hablando sobre la noticia, pero Favio no lo escuchó más, apagó el televisor y en silencio reflexionó.

— Sin toda la ayuda de Don Grassi, yo no sé qué habría sido de mí. Fue hace ya bastantes años de eso, pero todavía lo recuerdo. Recuerdo que me ayudó a escapar de Sicilia sabiendo de mi problema, prácticamente me salvo la vida. Y que me dio un buen trabajo en Texas que me hizo prosperar hasta lo que soy. ¡Gracias Don Grassi, espero que descanse en paz!

Para Ana, desvelarse era parte de su rutina, normalmente se quedaba despierta hasta altas horas de la noche, ya sea leyendo un libro o haciendo cualquier otra cosa. Esa misma noche, cuando ya todos dormían, se puso al ordenador, creó un nuevo documento en Word y empezó a escribir para matar el tiempo hasta poder conciliar el sueño.

Ana no tenía amigos, y prácticamente no hablaba con nadie, excepto con Natalia, su hermana pequeña. Natalia era como su única amiga, sin embargo había cosas que ni siquiera a ella le contaba, como por ejemplo lo que sentía por Joline. Ana era muy reservada, y obviamente ese tipo de cosas no se las iba a contar a nadie. Ya que no podía despejar su mente expresándose con otras personas, comenzó a escribir sus pensamientos y todo lo que le pasaba, como si escribiera un diario contado en primera persona.

Escribió sin parar decenas de páginas hasta que llegó a las dos de la mañana. Cuando intentó cerrar el programa, para ya irse a dormir, este le preguntó si quería guardar lo que había escrito, Ana aceptó, pero luego se quedó un rato pensativa cuando le tuvo que poner un nombre al documento. A todas luces, lo que había creado era un diario, o una historia en donde ella contaba su vida desde su propio punto de vista, pero no quería ponerle el nombre “Diario” ni “Biografía” estaba documentando su vida y quería que tuviera un título más especial.

— ¿Qué nombre podrá ser Ana? ¡Decídete! —pensó. Eso de hablar sola mentalmente era algo común para ella.

Pensó en las cosas que más le gustaban, buscando ahí un nombre para su diario. Inevitablemente Pensó en “Joline”, pero ese no era un nombre bueno para una historia que tenía que ver con ella misma. Siguió pensando, y en eso recordó la pieza que más le gustaba interpretar con el piano, esa era “Canon en Re mayor” de Johann Pachelbel. Canon no es un tema musical específico, es algo más trascendental que eso, un canon es un tipo de pieza musical con sus propias características. También Canon es una palabra muy usada en distintas disciplinas artísticas, no solo la música. Por ejemplo, los griegos usaban la palabra canon para prácticamente “medir la belleza en general” Ana tenía muy en cuenta eso, y parecía llamarle la atención.

— Canon… este me gusta. —pensó Ana mientras tecleaba esa palabra para poder guardar el documento recién creado.

​Próximo capítulo: "Canon"

Editado 4 feb 2015 por Camiii