Legacy Miller - El fin prematuro de un legacy

[Shirelia 102]

Sí, otro legacy más a la lista del foro.
¿Cuán lejos llegaré? Los bugs dirán.

Lista de capítulos

Rikki
Capítulo 1 - Nueva en la ciudad
Capítulo 2 - El final del verano

Capítulo 3 - La mala suerte nunca viene sola

Capítulo 4 - El pasar de los años

Heather

Capítulo 5 - Cambios

Capítulo 6 - Coincidencias

Capítulo 7 - En el amor y en la guerra, todo vale

Capítulo 8 - Noah

Capítulo 9 - Un fugaz instinto maternal

Capítulo 10 - La familia no es lo primero

Editado 3 jun 2013 por Shirelia

[Shirelia 102]

Capítulo 1

Nueva en la ciudad

Soy Rikki Miller, una sim atlética y que adora los exteriores. La gente suele decir que debería cuidar mi carácter porque soy algo impetuosa, que soy afortunada (Aunque dados los últimos eventos empiezo a dudarlo) y que soy una persona poco coqueta. Creo que esto último lo dicen porque soy poco femenina, aunque es verdad que me cuesta captar las insinuaciones.

Supongo que tengo que contaros un poco mi pasado. Nací en una familia donde el dinero no era un problema. Mi madre falleció cuando yo era muy pequeña, así que me crié con mi padre y hermano. La mala suerte quiso que mi padre contrajera una enfermedad fatal que le sesgaría la vida poco antes de que yo fuera mayor de edad, obligándolo a dejar a mi hermano al cargo de la empresa. Pero mi hermano nunca fue precisamente un lumbreras y acabó llevándola a la quiebra. Lo perdimos casi todo.

Nos repartimos los pocos ahorros que nos quedaron y la vida hizo que nuestros caminos se separaran.

Desde entonces me vi forzada a vivir una vida nómada, subsistiendo como podía. Guardé mi parte del dinero con la esperanza de que con tiempo conseguiría amontonar lo suficiente como para comprarme una casita modesta y quizás perseguir mi sueño, ser una estrella deportiva.

En esa situación me encontraba en aquella mañana en los primeros meses del verano, despertándome en mi saco de dormir lleno de suciedad, pero aquel día prometía ser especial. Tenía una corazonada.
Me encontraba en un pueblo cerca de Starlight Shores, y cuando abrí el periódico de la zona vi un trabajo en el estadio deportivo de dicha ciudad. No había muchos detalles, pero tampoco pedían demasiados requisitos. Algo me dijo que tenía que coger ese empleo, que sería mi oportunidad.

Así pues con mis pocas pertenencias a la espalda y haciendo auto-stop llegué a la ciudad.

El empleo resultó ser de aquellos que si no te lo ofrecen, jamás creerías que existe. Mi tarea consistía en hacerme pasar por fan del equipo local. La paga no estaba mal comparado con otros trabajos que me había visto obligada a desempeñar y el esfuerzo era mínimo, además estaba cerca de la gente adecuada, tenía la posibilidad de deslumbrarlos con mis habilidades. Era tan perfecto que me dió hasta miedo.

Mi sguiente parada fue el gimnasio para poner a punto mi físico.
Aquella región era conocida por su plan en favor de una vida sana que concedía el acceso gratuito a las instalaciones de los gimnasios, así que podía ejercitarme y contaba con duchas de agua calientes sin invertir un solo simoleon.

La cosa parecía que funcionaba, porque los gimnasios precían estar a rebosar a cualquier hora del día.

Cuando me quise dar cuenta ya era por la tarde, el sol amenazaba con ponerse y mi cuerpo exigía un descanso.

Opté por relajarme en uno de los locales cercanos, pero la hora no era la idónea para el resto de habitantes, porque el local estaba vacío. Áproveché la falta de miradas indiscretas para conseguir algo de alimento gratuito gracias al "toque" mágico de Rikki, casi nunca falla.

Según el local se fue llenanto intenté sacarme un sobresueldo haciendo de Dj con la mesa de mezclas cercana. La cosa no parecía dificil, solo tenía que poner discos y rayarlos y la marea de fans incondicionales vendrían a librar el peso de sus bolsillos a mi tarro de cristal ¿no?
Y eso hice.
Me puse un casco en el oído como había visto en las películas, puse caras de interesante y movía botoncitos al azar, pero nadie acudió llamado por la música celestial.

Finalmente acabó por aparecer este tipo que, pensé, me había plagiado la camiseta. Pero eso no era lo ofensivo, lo ofensivo era esa sonrisa, se estaba riendo de mi fracaso.

Así que salté de detrás de la mesa de mezclas y le dije "Te veo en la calle"

Por su mueca de confusión creo que no entendió lo que quería decir, pero me siguió igual.

"Hoy su autoestima iba a recibir un duro golpe" Pensé.
Pero lo único que se me ocurrió decirle fue...

Rikki: ¡Deja de comprarte la ropa en una tienda de chicas!
Willard: Lo mismo digo.

Rikki: ¿Qué?

Willard: Oh, perdona, te había confundido con un hombre.

Rikki: ...

Mi nivel de furia llegó a tales límites que en lugar de apalizarle me quedé paralizada en el sitio. Él optó por irse, probablemente asustado por la rojez de mi rostro.
Finalmente empecé a sentir todo el cansanciop acumulado durante el día, me dirigí al gimnasio para recoger mi saco de dormir y lo extendí allí mismo.

Por suerte al día siguiente me desperté cuando aún no había nadie. Me aseé y desayuné una chocolatina. Aún me quedaban unas horas antes de entrar a trabajar y había escuchado sobre el festival de verano que acababa de llegar a la ciudad, quise ir a verlo. Pero algo me retuvo.
Allí palplantado entre la muchedumbre sobresalía un rostro perfecto y un cuerpo esculpido por los mismos dioses, o al menos así me lo parecía a mí.

No sé cómo reuní el valor para presentarme y entablar una conversación. Como era obvio compartíamos la pasión por el ejercicio así que no tardamos mucho en hablar sobre deportes. Averigüé también que Chad iba a ser compañero mío de empleo! Sentí que por fin estos últimos años de calamidad se estaban viendo recompensados.

Aunque cuando agotamos los temas de deporte y ejercicio Chad pareció aburrirse. Siempre tuve ese complejo, que era una persona sosa con un solo tema de conversación, pero nadie lo hizo nunca obvio. Intenté hacer algunas bromas para animar el ambiente y él no las recibió muy bien. Me sentí bastante mal.
Aunque cuando llegó la hora de ir a trabajar Chad me ofreció llevarme y me regaló una sonrisa que borró cualquier duda: Ese hombre iba a ser mío, costara lo que costara.

Aquel día se esfumó muy rápidamente, y le siguieron otros más. Mis intentos por acercarme a él no dieron muy buenos resultados. Los compañeros de trabajo empezaron a informarme sobre la naturaleza de Chad, pero yo cerré mis oídos y me di excusas baratas.

También supe que él ya estaba pillado, pero eso no me importaba porque los noviazgos terminan ¿Verdad?

Mirando atrás no sé si estaba realmente enamorada o simplemente obsesionada, pero creo recordar que llegué a suspirar cuando recordaba su rostro, su sonrisa, su mirada...

Aun así dentro de mí vivía algo más fuerte que cualquier enamoramiento, y esas eran mis ansias por ganar. Cada derrota era una ofensa personal y la tomaba con aquel que me había robado el puesto. Sobretodo si este era un recochinero que anunciaba su victoria a gritos.

Rikki: ¿Te crees mejor que yo por empapuzarte los perritos calientes más rápido que nadie? Apuesto a que no te atreves a demostrármelo en el campo de futbol.
¿?: Lo que tú digas, tía. Pero no llores cuando pares el balón con tu cara.

Decidimos por piedra, papel o tijeras que él pararía los goles, y me sentí afortunada por estar en el lado que chuta porque si algo me caracterizaba, eran mis fuertes piernas.

Así que fue un duro golpe a mi ego cuando el mocoso paró mi mejor balón como si nada.

¿?: Quién es la perdedora ahora ¿Eh, nenaza?

No me tomé aquella derrota demasiado bien.
Me pasé el resto del verano practicando penaltis y haciendo footing sin importar el tiempo que hiciera, que decidió tornarse lluvioso durante el resto del verano. Acabé sucumbiendo sin remedio al resfriado de turno.

Pero todo ese esfuerzo no veía recompensa alguna y seguía en el mismo puesto de trabajo. En aquel entonces la paciencia no era una de mis virtudes.

Y por si fuera poco mi relación con Chad estaba estancada. Nos encontrábamos en la entrada al trabajo pero él no se percataba de mi existencia.

Mi único contacto con él era a través de mensajes anónimos amorosos.

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Editado 9 abr 2013 por Shirelia

[BlackRavi 2]

Nuevo lector!

Que guapa es O-O la sim. ¿Donde sacastes el pelo?. Encima es el barrio que juego pero es aparte. Mi legacy es un barrio personalizado...

Saludos

[Madreselva 83]

Quizás si fuera mas femenina, Chad se fijaría en ella. xDD

[AdriSchmidt 5]

Que chula esta la sim :) me encanta :33 bna historia hasta ahora

[ElSimero 4]

Muy buena historia, quiero comentarte algo curioso, ayer como no tuve mucho tiempo no subí mi legacy (Perdon por la publicidad tonta xD), y justamente lo iba a llamar Miller, pero me has ganado xDD, fuera de ese tema, Eres buena redactando historias, me gusto tu forma de narrar, vas empezando bien, sin duda seguiré leyendo tu legacy.

[Shirelia 102]

Nuevo lector!

Que guapa es O-O la sim. ¿Donde sacastes el pelo?. Encima es el barrio que juego pero es aparte. Mi legacy es un barrio personalizado...

Saludos

¡Gracias! El pelo es de aquí.

Quizás si fuera mas femenina, Chad se fijaría en ella. xDD

Es posible, aunque creo que Rikki es de la opinión de "Quiéreme como soy" y probablemente no deje de lado su forma de ser por un hombre.

¿Conseguirá conquistarlo a pesar de su rudeza?

Que chula esta la sim :) me encanta :33 bna historia hasta ahora

Gracias ^^

Muy buena historia, quiero comentarte algo curioso, ayer como no tuve mucho tiempo no subí mi legacy (Perdon por la publicidad tonta xD), y justamente lo iba a llamar Miller, pero me has ganado xDD, fuera de ese tema, Eres buena redactando historias, me gusto tu forma de narrar, vas empezando bien, sin duda seguiré leyendo tu legacy.

Ya es coincidencia : P Ahora me ha picado la curiosidad, estaré atenta a tu legacy.

[Shirelia 102]

Capítulo 2

El final del verano

Mi duro esfuerzo por fin empezó a ver sus frutos y conocí por primera vez la satisfacción de recibir un ascenso en el trabajo.

El puesto no requería mucha preparación física pero yo seguí entrenando duro, si me llegaba una oportunidad que me permitiera sorprender a mi jefe no debía desperdiciarla con un físico oxidado.

A todo esto el verano llegaba a su fin. Recibí una invitación a una fiesta por parte de un compañero de trabajo que quería celebrar los últimos días de la estación. Me merecía ese pequeño descanso, así que acepté.

Me puse el bikini que llevaba en la mochila y me dirigí a la fiesta.

Lo primero que hice fue buscar alguna cara conocida entre los invitados, pero solo hallé una que no me resultó muy amigable.

Aun así me daba menos corte acercarme a hablar con él que irrumpir en los distintos círculos de amigos que se habían ido formando.

Rikki: Buenas, no sé si te acordarás de mí.

Willard: Como para olvidarme. Escucha, estamos celebrando esta fiesta para pasarlo bien, no para que venga una invitada a agredirme verbalmente.

Rikki: Yo también! Por eso quería di... discul... disculparme.

Willard: Te acepto la disculpa, pero solo si me comentas la historia detrás de ese tatuaje. Intuyo que no está precisamente en ese lugar para hacer bonito ¿Me equivoco?

Rikki: Oh, uh... Bueno, digamos que las pocas parejas que he tenido han tendido a traicionarme de algún modo... pero no quiero aburrirte con ello.

Willard: Dudo que tu historia sea aburrida, pero si no quieres hablar de ello lo entiendo.

Comenté con Willard el caso de mi primera pareja.

Rikki: En el instituto yo era la típica chica deportista que tiene muchos amigos entre el género contrario, con lo cual levanta envidias entre las demás chicas, las más populares hicieron su objetivo destrozarme dcomo fuera, pero como los rumores no funcionaban tuvieron que dar con otra alternativa. Cuando finalmente me enamoré en el último curso ellas vieron su oportunidad perfecta.

Cuando él ya había aceptado llevarme al baile de graduación, Jessica, la típica muchacha que todos los chicos sueñan llevarse al catre intervino y le propuso dejarme plantada por una noche de... ya sabes...

¡Y él aceptó sin dudarlo! Me sentí tan furiosa...

Willard: Siento que te hicieran eso Rikki, hay mucha gente horrible en este mundo...

Tras unos segundos colgando de un incómodo silencio intenté mover la conversación a temas más agradables. Comentamos nuestros hobbies y pasiones, luego temas variados... A pesar de que teníamos gustos muy distintos la conversación se tornó tan interesante que casi no me di cuenta de que teníamos a una mujer al lado mirándonos de forma extraña.

¿?: Yo aquí veo mucha química. Oye, pues es muy guapa! Willard, no la dejes escapar!

Rikki y Willard: ...

Finalmente la fiesta llegó a su fin y yo salí de allí con un nuevo amigo.

Además en los últimos días había conseguido charlar algo más con Chad, finalmente conseguí armarme de valor y pedirle salir, pero como amigos todo.

Nos vimos en el festival y aprovechamos que aún no llovía para marcarnos unos goles.

No quise ser muy dura con él pero mi instinto competitivo ganó, el pobre no consiguió pararme ni un solo balón.

Luego conversamos un rato pero seguía siendo tan difícil como el primer día, si no podía hablar de sí mismo Chad se aburría pronto.

Creo que la frustración fue tal que hizo escapar de mí una disculpa por nada en concreto.

En ese momento la actitud de Chad cambió radicalmente, su tono de voz y mirada se tornaron coquetos, me sorprendió sobremanera.

Chad: Y dime ¿No te apetecería ir a comer algo o ver una película? ¿Ambas cosas, quizás? Invito yo.

Rikki: ¿Qué? Ah, sí, sí! Claro, vamos!

¿?: ¿Ya está Chad de pesca? Pobrecilla.

Aquella salida como amigos pareció tornarse una primera cita con tonteos incluídos, aunque en los días siguientes no hubo más coqueteos.

Eso es, hasta que decidí hacerle una visita a domicilio inesperada.

Mis intenciones no eran amorosas cuando llamé al timbre, pero Chad puso esa voz de terciopelo y yo... perdí el control sobre mis acciones.

Cuando me retiré y vi su cara de espanto quise que me tragara la tierra.

Pero parece que fue una falsa alarma porque pronto correspondió mi impulso con otro apasionado beso.

Me condujo hasta su dormitorio mientras le arrancaba la ropa y, bueno, pasó lo que tenía que pasar.

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Editado 12 abr 2013 por Shirelia

[Fabichapitas 139]

Que buen legacy !!! Y que guapa Rikki !!!

Tienes nueva lectora, así que actualiza pronto porque esto está bueno.

[ElSimero 4]

Excelente Capi, me gusto, espero que subas, más y más seguido que siempre me dejas con ganas de saber más, sigue así

[BlackRavi 2]

Perdon por el retraso. Como a mi me tarda en cargar la pagina pues aqui cuento el comentario:

Pienso que Chad no me fio de nada. ¿Has leido la Simspedia?. El final del verano es un buen título del capítulo ^^ . Pero si te gusta que se enamore de Chad, no pasa nada.

[Mariaj2801 1.853]

Buen legacy.... Por aquí nueva lectora.

Y pues comentando acerca de lo que vi, creo que Rikki tiene mucha química con Willard, él es interesante, aunque no muy guapo, pero agradable... en cambio Chad es guapo, pero ¿uno mas del montón?

[Isdica 1]

Pobre Rikki de verdad

[Shirelia 102]

Gracias! Y bienvenidos nuevos lectores =)

Sí, he leído los rasgos de Chad y conozco su deseo de toda la vida ¡Por eso le elegí a él! Era perfecto para el rumbo que quería dar a la historia.

En efecto, hay química con Willard, pero creo que Rikki no se da cuenta por culpa de su obsesión. Veremos qué ocurre.

@ Isdica: Sí ¿Verdad? Creo que debí darle el rasgo opuesto al de Afortunada.

Capítulo 3

La mala suerte nunca viene sola

Después de aquella tórrida aventura Chad y yo estuvimos viéndonos a escondidas durante unos meses, puesto que él seguía con su novia. Caímos en el cliché donde él prometía que la dejaría pronto y yo sería la única en su corazón, y yo me obligué a creérmelo, aunque cierto tufo ya comenzaba a llegar hasta mis fosas nasales aún no quería dejar caer la venda de mis ojos.

Quizás estaba tan desesperada por volver a tener una vida feliz que estaba dispuesta a tragarme cualquier cuento.

Mi trabajo también iba viento en popa, por fin estaba cerca del ejercicio físico real, aunque fuera solo como profesora enseñando a futuras generaciones a amar el deporte.

¡Estaba tan feliz! Tenía muchísimas ganas de ir a ver a Chad y contarle la noticia de mi ascenso, así que lo primero que hice fue enviarle un mensaje preguntándole sobre su disponibilidad. Su respuesta fue la siguiente:

"No, mejor no vengas nunca más. Se acabó, Rikki"

Me quedé mirando la pantalla durante unos largos segundos, incrédula.

¿Se acabó? ¿Cómo que se acabó? ¿Había roto conmigo? ¡Y por sms ni más ni menos!
La furia hizo su rápido ascenso desde la boca del estómago y cuando me quise dar cuenta estaba echando hasta el desayuno. Cuando por fin me repuse fui directa a su casa.

Chad intentó hacerse el ausente, pero cuando comencé a aporrear la cristalera con tal fuerza que me sorprendió no romperla no tuvo más remedio que dar la cara.

Chad: ¡Estás loca! ¡Te dije que no vinieras!
Rikki: ¿¡Rompes conmigo por teléfono, intentas esconderte en tu ratonera y aún tienes la poca decendia de insultarme!?

Chad: Escucha, todo el rollito dominatrix fue divertido durante las primeras semanas, pero ya está. Además, a saber qué enfermedades podrías contagiarme si sigo acercándome a ti... Ugh.

Rikki: ¿Enfermedades? ¡Acabáramos!

No dije mucho más, el siguiente pensamiento fue abalanzarme sobre él y apalizarlo hasta que su cara fuera irreconocible, pero otra ola de náuseas intervino y salvó su pellejo, tuve que salir corriendo al baño.

Él me siguió y comentó desde la puerta:
Chad: ¿¡Ves!? A saber cuánta mierda contagiosa acabas de tirar a MI baño!

El tiempo a partir de aquella noche pareció pasar al doble de su velocidad normal. Por suerte Chad cambió su empleo y no tuve que verle más la cara, estaba segura de que si me lo cruzaba un solo milisegundo mi puño despegaría automáticamente en busca de su nariz, haciéndola añicos en el impacto.

Quise contárselo todo a Willard, realmente me hacía falta un amigo, pero este había salido de la ciudad, algo relacionado con su novela. Intentó darme ánimos pero a través del teléfono todo era frío y deprimente.

Mis vómitos tampoco cesaron. Al principio pensé que sería estrés; No solo me habían dejado del modo más patético y mi amigo estaba demasiado lejos como para mostrarme su apoyo, también tenía que soportar a niños desganados en mis entrenamientos. Mis nervios estaban a flor de piel.

Finalmente el jefe me recomendó (O más bien obligó) ir al médico, y entonces lo supe.

Al principio recibí la noticia con tal escepticismo que nada más salir fui directa a la farmacia a por un par de tests. Ambos dieron positivo.

Maldije mi suerte.
¿Cómo pudo haber pasado? Habíamos tomado precauciones todas las veces.

¿Era Chad tan ignorante que nisiquiera podía ponerse bien los condones?

No pasó mucho tiempo hasta que mi barriga empezó a hincharse. Hice caso a las recomendaciones y me tomé la vida con calma, aunque la ansiedad me carcomía pensando en el futuro y ahora no tenía el ejercicio para desahogarme.

Pronto aprendí que el mejor modo para dejar de sentir ansiedad era mantenerme ocupada leyendo cualquier libro que me topara, preferentemente sobre gestación y maternidad, así que la biblioteca se convirtió en un pequeño santuario.

Con el dinero que tenía ahorrado y lo que fui ganando por la baja maternal conseguí un techo para la futura criatura. Era una casucha perdida en mitad de la nada, pero nos protegería de las inclemencias del tiempo. La había equipado con lo mínimo e indispensable, pero la visión de las paredes y el suelo desnudos rebajaba mi ánimo al punto de querer echarme a llorar, juré no pisar aquel agujero a no ser que fuera indispensable.

El otoño estaba por finalizar cuando Willard volvió por fin a Starligh Shores. No tardamos en quedar en el festival para disfrutar de las diferentes actividades, aunque había tanto de lo que hablar que casi no tuvimos tiempo para nada más.

Hubo un comentario especialmente extraño, aunque estaba tan dolida por aquel entonces que no capté el doble fondo tras sus palabras.

Willard: Lo lamento de veras, habría deseado estar aquí para apoyarte durante el mal trago. Y confío en que esta última experiencia no... no te habrá hecho cerrarte al... uhm... quiero decir que si apareciera alguien nuevo ¿Le darías una oportunidad?

Rikki: No, ni hablar, no hay más oportunidades, no quiero que me hagan el corazón trizas de nuevo, ya estoy harta de que me pisoteen y me utilicen como si fuera un trapo viejo. Y ahora que voy a tener un bebé tengo que concentrarme en su bienestar ¿Qué pasaría si se ilusiona con un posible papá y el muy cabrón también le destroza la vida? No quiero ni imaginármelo.

Él contestó con apenas un susurro que lo entendía.

El resto de la gestación pasó monótonamente. Intenté romper la rutina acudiendo al ocasional Simfest tan popular en esta ciudad.

Recuerdo particularmente un festival al que acudí cuando ya estaba por salir de cuentas, en el cual participó un hombre mayor cuyo nombre artístico no me sonaba de nada, aunque a partir de entonces me convertí en su mayor fan. Sus canciones tocaron más de una fibra sensible y me costó contener el llanto.

Se me quedó grabado a fuego el momento en que cantó el puente de la canción repasando al público con la mirada hasta clavarla en mí. Entonces pronunció el verso más bonito que he oído jamás y mi bebé dió la patada más fuerte que recuerdo en todo el embarazo.

Fue entonces cuanto empecé a notar un dolor punzante, seguido por algunos más. Habían comenzado las contracciones.

Un amable espectador se ofreció a llevarme al hospital. El parto fue muy rápido, tanto que el doctor bromeó con que un poco más y doy a luz en el espectáculo. Tuve una preciosa niña y la llamé Heather. Heather Miller.

Mi recuperación fue rápida, habría deseado quedarme más tiempo en el hospital para no tener que pisar aquella depresiva casa que me esperaba. Lamenté no poderle dar una vida mejor a mi niña, pero al menos tenía cobijo y no le faltaba el alimento.

Fue una época dificil. Quería una casa real para Heather pero el dinero no llegaba lo suficientemente deprisa. Eran tiempos desesperados y tuve que tomar medidas a la altura.

Los supermercados, el spa y aquel almacén de mala muerte donde se llevaban a cabo quién sabe cuántas actividades ilegales siempre tiraban pequeñas cosas que podía vender en las tiendas de segunda mano.

Una parte de mí estaba deseando volver al trabajo y conseguir pronto un aumento. La otra no quería alejarse de mi pequeña. Sabía que la vida como madre soltera no me permitiría compartir demasiado tiempo juntas y eso me deprimía.

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(Como habréis adivinado rebajé el dinero al comenzar el legacy para empezar a la par que los legados de Sunset Valley, por eso la casucha. También espero animar el panorama en un futuro próximo.)

Editado 19 abr 2013 por Shirelia

[Madreselva 83]

Que mala época esta pasando la pobre espero que mejore pronto por el bien de la pequeña. Suerte

[BlackRavi 2]

¡Que terrible!. Cosas de pobres enserio . Suerte y espero que crezca bien la pequeña que se necesita que esté sana.

[Isdica 1]

Pobre chica, yo iría a decirle en toda la cara a Chad que tiene una hija

Editado 17 abr 2013 por Isdica

[Druga 903]

¡Estoy en un sin vivir!... ¿le saldrá novio formal a la muchacha o será madre soltera? (a mí me gusta más el gafis).

Que ganas de ver crecer a la bebé.

[Fabichapitas 139]

Pobrecita T____________T, esa última escena me dio pena. Pero bueno, Heather es afortunada de tener una buena madre, muy luchadora. Espero un nuevo capítulo pronto !

[Mariaj2801 1.853]

waah que mal le ha salido todo con el gorila de Chad! Espero Heather pueda apreciar a su madre ^^

[Shirelia 102]

No os preocupéis, como han comentado Heather tiene la suerte de tener una madre luchadora.
@ Isdica: Bueno, viendo que el hombre detesta los niños la noticia no le causaría mayor alarma, a no ser que la madre pretenda pasarle la custodia o algo similar.

Capítulo 4 - El pasar de los años

Uno de los mayores miedos que afronté durante los primeros meses de embarazo era que Heather y el invierno nacerían juntos.
Y así fue, poco después de su llegada empezaron las heladas de la estación. Agradecía sumamente haber podido comprar a tiempo cuatro muros que nos refugiaran de las inminentes nieves.


El permiso de maternidad estaba por terminar y había dedicado las heladas madrugadas a entrenar cuanto pudiera. Estaba decidida a ganarme un ascenso para estar más cerca de construir una casa real, con cuarto de baño y dormitorios separados del salón.
Por suerte dicha meta no tardó en cumplirse y además de recibir un jugoso aumento al sueldo también me acerqué un poco más a mi sueño.
Había dejado atrás el pasivo papel de docente, era por fin una jugadora, aunque el entrenador aún no tuviera una total confianza en mis aptitudes y me dejara más tiempo en el banquillo que sobre el terreno de juego, seguía siendo una victoria.

Heather crecía a pasos de gigante y requería cada vez más atención. Intenté estar ahí tanto como pude, enseñándole tanto como podía. Creo que de todas las lecciones básicas, la que menos le gustó era ir al orinal.

Aunque era inevitable tener que separarme de ella cuando iba al trabajo o a entrenar. Temí que en cualquier momento aprendiera a llamar a su canguro "papá" porque era la segunda persona con que más tiempo compartía.

Fue por aquel entonces que Willard me dijo que se mudaba a Bridgeport para perseguir su sueño como escritor. Nunca me quedó muy claro por qué aquella ciudad era más idónea para un escritor, pero solo pude desearle suerte y hacerle prometer venir a visitar tanto como pudiera (promesa que no rompió)

Fue un duro golpe perder a uno de los pocos amigos que tenía, pero no estaba en posición para deprimirme. Aunque si en algún momento se me hubiera ocurrido dejarme llevar por la añoranza, el dulce canto de Heather lo habría desvanecido todo. Aquel era su pasatiempos favorito, cantarle a su muñeco.

Pero a pesar de todo la vida pasaba apacible, algo que agradecía. Me iba abriendo paso en mi carrera, veía crecer a mi niña y los cuatro muros habían evolucionado poco a poco hasta convertirse en una casa modesta, pero real. Parecía que las tormentas que asolaban mi vida habían decidido amainar por fin.
Y ya se sabe que cuando la vida es tranquila el tiempo pasa volando. En nada mi pequeña había aprendido a caminar, dominaba las palabras con soltura y estaba lista para enfrentarse a un nuevo reto.

Imaginaba que reaccionaría como muchos niños, con un berrinche. Pero parece que la promesa de nuevos amigos era demasiado tentadora para ella y subió al autobús sin mirar atrás. Aunque nunca lo admitiría, en los minutos en que tardó en llegar el coche compartido fui yo la que derramé algunas lágrimas.

Mi pequeña había crecido tan rápido para convertirse en un ángel que mantenía sus deberes al día y me ayudaba a mantener la casa limpia... ¿Cómo no iba a dejar caer alguna lágrima?

Y ahora que era más independiente yo tenía más tiempo para pensar, reflexionar y darme cuenta de cómo había volado el tiempo. Había estado tan ocupada que no había podido asimilarlo, pero pronto cumpliría los cuarenta. Mi ánimo dió un bajón y vi las sombras de la inseguridad.
Tanto así que iba a llevar "El gran día" en secreto, pero el entrenador decidió llevarme la contraria, celebrándome una pequeña fiesta sorpresa. No era gran cosa, lo que me hizo pensar que fue una idea de última hora, pero lo agradecí mucho.

Aun así había cosas que no cambiaban por más que pasara el tiempo. Yo seguía mis entrenamientos y veía a poco a poco los frutos de mi esfuerzo. Empecé a ganar protagonismo en el campo de juego y con el tiempo me vi convertida en capitana del equipo.

Y Heather a pesar de aterrizar de lleno en la adolescencia seguía siendo un encanto de niña, amiga de sus amigos, apenas se metía en problemas.

Aquello se tradujo en una apariencia tan dulce y femenina que de no ser por el parecido físico me habría preguntado seriamente si no me la cambiaron en el hospital.

Así pues comprenderéis mi sorpresa cuando una noche aparece por casa con una pinta irreconocible.
A decir verdad la cosa no habría pasado de mera sorpresa si no fuera por el medio rapado y sobretodo el piercing. Creía tener una hija responsable que me habría consultado sin dudar algo como eso y habría respetado mi opinión si me hubiera posicionado en contra de agujerearse el labio. Pero allí se había plantado ella a las tantas de la noche, con su ropa y maquillaje oscuro, el pelo rapado y su brillante y puntiagudo piercing preguntándome qué había de cena, como si nada.
No recuerdo haberle gritado nunca, lo que convirtió aquella en la primera vez.

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(Creo que he acelerado demasiado las cosas, espero que el futuro me de más inspiración para contar la niñez de los futuros herederos. Y a partir del próximo capítulo la cosa será narrada por Heather, prometo que tendrá algo más de sustancia que este xD)

Editado 22 abr 2013 por Shirelia

[BlackRavi 2]

O_O . La niña, pero ha sobrevivido que es lo principal. Ahora es adolescente pero tampoco no aceleres como dejastes el paréntesis xD .

[Madreselva 83]

Vaya con la niña, ¿Se ha pasado al lado oscuro? xDD

Si ha ido rápida la historia pero en infante solo hacen comer, jugar y aprender, no había mucho que contar jejej

[Isdica 1]

Con lo mona que era, y ahora mirala , la ropa no esta mal pero ese corte de pelo , con la mecha ha dejado mucho de desear

[Mariaj2801 1.853]

Okay. Muchos interrogantes en mi cabeza con respecto al repentino cambio de Heather ¿?