Publicado 8 feb 2013 Uh, ya casi, ya casi la veremos sufrir ñ_ñ Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 8 feb 2013 Lil: Si, las chicas guapas nos ponemos depres también… Lil,querida,tienes razón,yo también me pongo depre a veces.. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 9 feb 2013 Oiiins odio la intriga que dejáis con estas cosas D= Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 10 feb 2013 Copóooooooooooooooooooooooooooooon!!! Como no señalas los capítulos en el título no me había dado cuenta de que habías actualizado!!! JAMÁS ME LO PERDONARÉ! xDDD Ay, que ya se van a veeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer muahahahahaha Me he ido partiendo de risa con la ingenuidad de Lily... Ay, Lily, Lily.... Te vas a CAGAR, me da a mí hahaha Y, oye, qué pasa? Quien es guapa es guapa y punto xDDDD Espero que subas pronto (donde pone "espero" lee "ordeno") Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 11 feb 2013 Solo quereis ver sufrir a Lily...! Mira que sois malos, ella es muy maja D: Bry, probecilla...! eres malo =( Lucy, tu tampoco necesitas abuela xDDDD Hombre, Lena, sino no tiene gracia...xD Aída si, dejala que sea inocente de momento....xDDDD Muchas gracias por pasaros<3 Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 11 feb 2013 Yo quiero que se encuentre ya y empiece lo diver..! D: Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 14 feb 2013 Si, si, si... ¡Quiero ver sangre! ¡Para eso sigo esta historia! ¡QUESO!, ¡PEZONES! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 feb 2013 wua actualiza prontito ;W; Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 4 mar 2013 No puedo creer que la hayas resubidoooo *o* la leí entera y me encantó, aunque no recuerdo como era la antigua Lily, pero Kyle sigue igual de guapo ^^ actualiza prontoo Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 abr 2013 Capitulo 7 El despertador sonó indicando la rutina de cada mañana diaria. Esta vez, no obstante, Lily se levantó de muy buen humor, demasiado. Ese día iba conocer a Kyle, el cañón de Kyle. Se había pasado el domingo hablando con él por skype, incluso se habían puesto el micro para ponerle voz a la cara. Lily no se atrevió a ponerle la cam, le daba demasiada vergüenza. Como se imaginó su voz era grave, seductora, marcando las palabras de una forma que rozaba el erotismo. Se duchó a conciencia, usando más champú y gel de lo debido, se secó el cabello y se pasó un poco la plancha para que quedara algo menos rebelde. Una vez estuvo lista, maquillándose levemente, bajo a desayunar de lo que hoy creía sería el mejor día de su vida. Subió a la limusina tatareando, cosa que impresionó a su hermana pequeña. Pocas veces había visto a Lily de tan buen humor por las mañanas, normalmente su cara era de fastidio absoluto por ir a clase. ¡Hasta le habló un poco por el camino! Algo insólito, porque usualmente se dedicaba a mirarse las uñas y a mirar el paisaje hasta llegar al instituto, pasando totalmente de ella. Una vez llegaron, Lily le deseó un buen día y que no la esperara para volver, que había quedado con Sam y Karen. Emma solo asintió y se marchó a clase, con la duda creciendo en ella. Las clases se le pasaron volando, una tras otra. Hasta soportó la somnífera clase de algebra avanzado, y eso era mucho decir, ya que Mrs Peterson era aburrida hasta decir basta. Karen y Sam intentaron sonsacarle algo de su tan buen humor, consiguiendo poca cosa, hasta que por fin soltó la bomba. -He quedado con un primo mío que hace un montón que no veo. Me agregó al skype hace poco y esta…¡esta como un tren!-les dijo Lily tomando asiento en clase de Literatura universal. -¿Un primo…? ¿No tenías solo un par de primos más pequeños? -Bueno, es primo segundo por parte de mi padre, es bastante joven, va a la universidad. Ya lo veréis cuando llegue, esta…¡Dios! -Bueno, contrólate Lily...¡es tu primo! Además, ¿qué pasa con Dean? ¿Tan mal os fue la cita?-espetó Karen, abriendo el libro por la página que tocaba. -Bueno, no sé si fue bien o mal, pero mejor tener algo de repuesto, ¿no? ¡Somos jóvenes! No me quedaré en casa llorando solo porque Dean pasa de mí. -¡Esa es mi chica! Veo que algo mío ha calado en tu cabecita-Sam le sonrió orgullosa, diciendo que la invitaría a una ronda de tequila nada más salieran de fiesta. Karen se mostraba algo escéptica, pero al fin aceptó. No podía obviar una ronda de chupitos. Al acabar la jornada escolar Lily se dirigió un momento al baño a retocarse el cabello y un poco el maquillaje. Una vez comprobado todo, hecha de nuevo la raya de los ojos y puesto un poco de brillo labial con sabor a cereza (por si acaso) se fue afuera del edificio. Lo vio en seguida a través de todos aquellos coches. Iba en un descapotable, un gorro negro y unas gafas de sol. Lily se quedó unos segundos sin aliento, las hormonas cabalgando libremente por su cuerpo y su cerebro declarado en huelga, mientras Karen y Sam miraban hacia esa dirección. Ellas también se quedaron sin respiración. -¿Ese es tu primo? ¡Dios mío que primo! ¡Ahora entiendo porque estabas tan emocionada!-gritó Sam, abanicándose con la mano-¡No te olvides de tu buena amiga Sam y dale mi móvil, mi skype, mi facebook y mi twitter! ¡Qué no se te olvide! -Por una vez le doy la razón a Sam, dale todas mis redes sociales. ¡Todas! Caminó hasta llegar al coche, oyendo detrás como Sam y Karen cuchicheaban. Vio también a Dean de refilón, pero no le importó. Que viera que estaba solicitada, que no era el único en su lista. Kyle se acercó a ella, le dio dos besos y le abrió la puerta del coche. Lily estaba encantadísima. -Me ha costado un poco encontrar el instituto, espero que no haya llegado muy tarde…-se disculpó mientras arrancaba el coche. Su voz en directo era muchísimo mejor que por micro. Parecía que cada palabra le rozara alguna parte del cuerpo, encendiéndola por completo. -No, tranquilo, acababa de salir-él asintió, concentrado en la carretera-y, bueno, ¿dónde vamos a ir? -Pues no sé, donde quieras. Había pensado en alguna cafetería y luego ir un rato a la bolera que lleva un amigo mío, nos puede hacer descuento. Ella sonrió satisfecha. Nunca había ido a una bolera, aunque pareciera mentira. Al ser de clase alta nunca había tenido tiempo de ir a sitios donde el resto de mortales se entretenían así que consideró que sería una experiencia nueva y divertida, sobre todo al lado de ese hombretón de ojos azules en una noche sin estrellas. Kyle, que no era idiota, prefirió ir a la ciudad de al lado para tomar algo y hacer ver que se interesaba por ella y quería que lo pasara bien. Por supuesto, el coche era alquilado con un nombre falso. Aparcó junto a la bolera, que también ofrecía un servicio de cafetería donde hacían unas hamburguesas dignas de su paladar. Era la única comida basura que le gustaba, la de aquel sitio en concreto. Le abrió el asiento a Lily, para que se pensara que era todo un caballero, mientras ella no desvanecía su sonrisa idiota que intentaba que fuera coqueta. El sitio estaba un poco vacío, ya que todavía era hora de trabajo en algunos sitios. Se aproximaron a una mesa un poco apartada y Kyle pidió un café con leche y pastel para ella y un café americano y tartaleta para él en la barrap. Al cabo de unos minutos una camarera que se lo comía con los ojos llevo los cafés. -Vaya, ¿has visto cómo te ha mirado la camarera? Creí que te violaba aquí mismo…-musitó Lily, mientras añadía los dos sobrecitos de azúcar. -Qué va, imaginaciones tuyas, no soy tan guapo-se bebió un poco de aquél brebaje amargo, sin ponerle nada de azúcar. -Oh, ¿me estás engañando o realmente eres así de humilde?-levantó una ceja escéptica y luego se rio. La conversación siguió fluyendo, hablando de otras cosas más superficiales. Lily le explicó que tenía una gala a la beneficencia la semana próxima y que no sabía si comprarse un vestido nuevo o utilizar el que había llevado con Dean en su desastrosa cita, pero claro, era un vestido corto y una gala ameritaba un vestido largo. -¿Has hablado con Dean hoy?-preguntó Kyle que estaba harto de oírla hablar sobre vestidos y cenas lujosas que a él se la traían floja. -Pues no, no he hablado con él…en realidad he intentado evitarlo lo máximo posible, no sabía cómo abordar el tema-jugueteó con la cucharilla, dándole vueltas en una taza ya vacía. -Bueno, mujer, es algo normal. Además, si él no se acerca tampoco, es que no te quiere con él lo suficiente. -Supongo que tienes razón-susurró pensativa-pero cambiemos de tema, ¿cómo te fue hoy la universidad? Kyle le contó unos pocos datos de su estancia en la universidad, ni muerto le diría que se había acabado trincando a una morena de su clase de Penología, a la que le había echado el ojo hacía un mes, en un baño discreto de la segunda planta. No había sido un mal polvo, demasiado rápido para su gusto, pero él tenía prisa por su encuentro con Lily. Una vez no supieron que más decir, Kyle le preguntó si quería jugar ya a los bolos. Lily asintió, contenta por poder jugar. Karen le había explicado que era un poco difícil al principio, sin embargo, cuando le cogías la práctica resultaba muy divertido. Así fue como pasaron la tarde, mientras Kyle le enseñaba a coger la bola y a tirarla. Ella sintió su aliento en la oreja mientras le explicaba la postura que debía seguir para tirar, haciéndole cosquillas, recorriendo cada nervio de su piel. Nunca le había pasado eso con nadie, ni Dean la ponía tan nerviosa. Notaba el calor de su pecho en la espalda, los pectorales bien trabajados debajo de la camiseta. Necesitaba una ducha fría o mejor que alguien le tirara un cubo de agua y acabara con aquél calor que se extendía lentamente por su cuerpo, arrastrándose como una serpiente traicionera. Una vez se cansaron de jugar, Kyle le dijo que la llevaba a casa. No era muy tarde, pero le explicó que debía acabar un trabajo para mañana y quería revisarlo todo antes de imprimirlo. Lily lo comprendió, la universidad era muy seria, los estudios antes que la diversión, como siempre le recordaba su padre. Le volvió abrir la puerta del coche, Lily se encontraba extasiada. Kyle parecía un buen chico, decente, que no había intentado nada con ella. Como le había prometido, solo habían quedado para hablar y conocerse en persona, nada más. Le gustó que fuera así, un caballero, correcto y que la respetara. Al cabo de unos minutos, una media hora más o menos, Lily se quedó un poco confundida porque no sabía dónde iban. El GPS que llevaba Kyle en el coche le decía que aquél no era el camino correcto para ir a su casa, además que parecía peligroso porque era un barrio de fábricas donde se reunían los yonquis y barras gamberras a solucionar trifulcas. De repente, Kyle paró el coche delante de una antigua fábrica que parecía bastante vieja. Lily se puso nerviosa, ¿qué demonios estaba ocurriendo? ¿La iba a violar? Oh dios mío, iba a morir allí, en un lugar dejado a la mano de Dios, repleto de gente horrible y con un hedor espantoso. Él la miró, con esos ojos profundos que la absorbían. Se acercó a ella con algo blanco, un pañuelo quizá, hasta que lo tuvo en su cara. Intentó por todos los medios alejarse de él, mientras luchaba en vano, arañándole el brazo a Kyle. Él la sujetaba con fuerza, hasta que por fin cayó laxa en el asiento del conductor. -Ves, lo dije, ibas a ser mía-musitó a la noche, mientras una sonrisa traviesa aparecía en su rostro. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 6 abr 2013 Antes de que me digais nada, la mordaza está puesta con PS en plan cutre, cutre, cutre. No me apetecía esmerarme mucho porque estoy cansada, así que disculpen las molestias de esta vaga... Capitulo 8 Durante horas, o años, no calculaba cuanto tiempo transcurría, sólo había habido oscuridad, una oscuridad profunda, absoluta, que no la dejaba ir aunque ella intentaba alejarse de ella lo máximo que podía, pero la encontraba y la engullía. Se despertó, sobresaltada, respirando como si hubiera estado 5 minutos debajo del agua o hubiera corrido hacía Maratón sin descanso, como el desdichado soldado de la leyenda. Miró a su alrededor, un lugar que no conocía, todo muy viejo y sin estilo. Se hallaba atada, con una mordaza en la boca. Tironeó un poco de sus brazos, que estaban entumecidos, dormidos. Estaba bien atada, sin lugar a dudas. Comenzó a ponerse nerviosa, creyendo realmente que iba a morir allí, pero primero él se divertiría un rato con ella… ¿Cuándo diablos había pensado que era un buen chico? ¿Qué quería de ella en realidad? ¿Tener u buen rato para luego degollarla y tirar su cadáver al mar? Las lágrimas surgieron en su rostro, cayendo una detrás de otra, con los nervios a flor de piel y el instinto de supervivencia manifestándose a grandes oleadas. Dios, iba a morir allí, con diecisiete años, en la pura flor de la vida. Moriría sin haber salido con nadie, moriría vejada, violada por un psicópata. De repente oyó un ruido a su espalda. Se quedó tiesa en la silla, ni siquiera intentó forcejear un poco más. Al menos si la violaba y la mataba después, podría llevarse un poco de dignidad a la tumba, donde sea que la tirara. Respiró un par de veces, profundamente, recuperando algo de serenidad (un poco difícil ya que estaba atada y con una mordaza en la boca, además, teniendo en cuenta que un psicópata estaba detrás de ella, observándola). Notó movimiento detrás de ella, unos pasos amortiguados que se acercaban lentamente hasta quedar frente a ella. Odio su sonrisa vanidosa, con un leve toque malicioso, porque hacía que sus hormonas se volvieran locas. Se maldijo por ello internamente, la había secuestrado y no sabía que intenciones podía tener, pero seguía pensando que el muy cabrón estaba jodidamente bueno. Buenísimo en realidad. La miró de hito a hito, estudiándola perfectamente. Lily sentía que el primer botón de su camisa se había abierto, dejándola más expuesta ante su mirada calculadora. El pánico se extendió por todo su cuerpo, pero también algo más, algo que le hormigueaba de pies a cabeza, como una lava ardiente que resbalaba por su sangre perezosamente, calentándola, haciendo que su pecho latiera más de lo debidamente delante de aquél ser que parecía no poseer corazón. Cerró los ojos para no dejarse vencer, para mantenerse calmada, aunque esa tranquilidad aparente no la sentía de verdad. Exhaló aire, un aire que olía a rancio, como a carne que sin querer se te olvida meter en la nevera y pasa una semana fuera. También había un tono masculino, como a colonia. Sabía que provenía de él, lo había olido cuando le había abierto la puerta para entrar al coche. Se acercó a ella, mucho, poniendo su boca justo en su oído. El aliento cálido le llego a su oreja, haciéndole cosquillas. Los latidos de su corazón se dispararon y tuvo miedo de que él lo oyera, tuvo miedo de que él supiera el poder que ejercía sobre ella. -Supongo que querrás saber porque estás aquí-musitó, mascando cada palabra con aquél tono suyo tan grave, sensual. A Lily no le sorprendió notarse las bragas húmedas. Si no hubiera llevado esa molesta mordaza incluso habría soltado un gemido. Dio gracias por ella. Él se alejó unos pasos, haciendo que la chica volviera a respirar. El aire a su alrededor ahora olía a su esencia, cosa que alborotó aún más sus hormonas, si eso era aún posible. Él solo amplió más su sonrisa, sabiendo el efecto que causaba en esa joven. Parecía lo que era, una virgen sonrosada que no sabe controlar sus hormonas. Iba a ser muy divertido jugar con ella, muy divertido. Por fin decidió remover la mordaza, que se desabrochaba desde atrás. Deslizó sus dedos por su melena, buscando el cierre. Lily era una estatua, completamente quieta, los pulmones reclamando por más oxígeno, mas se veía incapaz de respirar. Solo era consciente de esos dedos largos, varoniles, que le estaban apartando el pelo para quitarle la mordaza. No sabía muy bien porque quería quitársela, tal vez para besarla y sintió un escalofrío solo de pensarlo. Tal vez su boca fuera suave, salvaje, devorándola por completo. Se arrepintió que su primer beso hubiera sido con Dean. Volvió a maldecir internamente. -Por favor, Lily, concéntrate. Te va a violar y encima te vas a dejar, ¿no habías dicho que te llevarías un poco de dignidad a la tumba? ¡Pues mantente fría!-pensó, mientras le replicaba a su subconsciente que eso era fácil de decir, pero no de hacer. Una vez le hubo quitado la mordaza volvió a alejarse y ponerse delante de ella. No había gritado, lo cual era una buena señal. Había secuestrado algunas chicas antes, pero las había matado la misma noche, con Lily sería todo diferente, por supuesto. No quería matarla, aún no, solo quería ver qué posibilidades de divertimento le podía ofrecer la chica, después, cuando estuviera saciado y cansado de los mismos trucos se encargaría de ella. De momento solo se dedicaría a disfrutar de su buena compañía. Sonrió de lado, perversamente, al imaginársela desnuda en su cama, las manos atadas por encima de su cabeza, los ojos cubiertos por una venda, su boca entreabierta soltando leves gemidos, mientras él la torturaba de alguna forma en particular. Ya se le ocurriría algo. Lily vio el cambió en su cara, paso de un rostro tranquilo a uno que soñaba despierto, maquinando algo que ella creía estaba envuelta. No andaba muy equivocada. Había decidido no gritar, no porque no sintiera terror, justo lo contrario. No quería darle la satisfacción a ese cretino de verla muerta de miedo. No le daría tal gusto. No sabía muy bien de donde estaba sacando esa fuerza, sin embargo, agradeció que estuviera en algún lugar recóndito de su ser escondida. Quizá había necesitado una situación así para comenzar a hacerse la valiente, aunque creyó que quizá no le serviría de mucho. Negó un par de veces internamente, se mordió el labio y cogió aire un par de veces, preparándose para lo que tuviera que venir. -Supongo que tendrás preguntas, ¿no?-le soltó él medio irónico, acercando la otra silla para poder sentarse. Lily lo miró dubitativa. Sí, claro, su mente era un hervidero de preguntas, pero, ¿él se las respondería así como así? Vamos, estaba claro que quería matarla, ¿para que darle respuestas a alguien que al cabo de unas horas sería fiambre? -Vamos pregunta, no te voy a comer. Aún no-oyó claramente como ella tragaba saliva. -¿Quieres dinero, es eso? ¿Todo esto por dinero? Pues ya puedes llamar a mi padre o mandarle un mensaje de secuestro o lo que sea que tengas pensado. Te dará lo que ofreces. Solo obtuvo una sonora carcajada cargada de burla como respuesta. Kyle le había dado un ataque de risa, aunque era falso, claro. -¿Dinero? ¿En serio solo se te ocurre eso? Dios, que poca imaginación-musitó decepcionado-no, no quiero tu dinero, tu padre lo puede seguir guardando en su banco en Suiza o donde coño lo tenga. Lily volvió a tragar saliva, aunque se notaba la boca reseca. Si no era dinero lo que quería, ¿por qué diablos la había secuestrado? Vale, si, para matarla, pero había supuesto que él querría algo de la jugosa fortuna que poseían sus padres antes de llevarla al matadero. Entonces… ¿sólo quería hacerla sufrir un rato? ¿Manosearla y pasárselo bien? ¿torturarla…? ¿Le quemaría la piel con cigarrillos antes de arrancarle un pezón de cuajo? Toda ella tembló. -Si no es dinero, ¿por qué estoy aquí? Si quisieras matarme no estaríamos teniendo esta charla-soltó, mostrándose decidida. El nuevo coraje no le sentaba tan mal-aunque el dinero no sea tu motivación, puedo darte lo que quieras. Mi padre estará encantado de pagarte lo que sea con tal de que vuelva a casa. -Tu padre me daría lo que quisiera por devolverte, ¿es eso lo que estás diciendo? Kyle se estaba haciendo el interesado, claro. El dinero nunca había supuesto una motivación real para sus crímenes. Es cierto que al principio, cuando solo era un novato, robaba el dinero (solo el efectivo, con las tarjetas de crédito podían rastrearle) para justificarse por sus fechorías. Unos años más tarde se sinceró con él mismo aceptando que aquella era su nueva forma de vida, que le gustaba matar a gente, que sus genes estaban grabados de esa manera. Tal vez sus padres biológicos habían sido dos grandes mentes criminales que habían trabajado juntos. Nunca lo sabría. -Sí, sí, eso es. Lo que quieras-dijo nerviosa, moviéndose un poco en silla. Una leve esperanza le surcó los ojos, una esperanza efímera. Él se levantó, lentamente, acercándose a ella como si de una serpiente acercándose a su presa se tratara. La cogió levemente de la cintura, cosa que puso los pelos de punta a Lily. Sus manos eran fuertes, incluso a través de la ropa sintió alguna aspereza en ellas, cosa que le daba un toque más varonil. Tragó grueso, mirándole directamente a los ojos, perdiéndose en la inmensidad de ese color océano, concibiendo que se estaba ahogando. Él sonrió, parecía que lo único que hacía era ridiculizarla. Su cabeza se movió hasta posarse cerca de su oído, de nuevo. Lily creyó que el mundo había empezado a moverse más rápido y a la vez, que se había parado en el momento exacto. -No me interesa el dinero. Lo que hagamos tu y yo será inmensamente más divertido de lo que podría hacer gastándome la fortuna de tu padre-su aliento le acarició la oreja y parte del cuello, haciéndola estremecer. Evitó un leve gemido, pensando que sus bragas ya no las salvaba nadie. Se alejó de ella, dejándola allí, sintiéndose empequeñecer por momentos. Las manos atadas todavía a las esposas, la mirada perdida en el suelo, sin atreverse a plantarle cara otra vez. -Te quitaré las esposas, tampoco tienes muchos medios para escapar. La única puerta que se abre es la del baño, hay ropa limpia en la cómoda-le explicó mientras se acercaba a lo que sería la puerta de salida-si intentas algo, lo mínimo que sea, morirás. De la peor manera. No me hagas ponerme imaginativo. Le removió las esposas, procurando no rozarla, algo difícil. Y así, sin mirarla una vez a la cara y tras esa frase que le prometía el infierno en vida, se esfumó detrás de la puerta. Lily observó su alrededor, frotándose un poco las muñecas. Estaban algo rojas, pero no llegaban a estar en carne viva. Suspiró, notando como las lágrimas se abarrotaban en sus ojos, nublándole la visión. Las aguantó estoicamente y fue corriendo a ver si había alguna arma útil que pudiera usar. ¡Debía haber algo que la ayudara a escapar! Registró los cajones de la cocina, pero estaban completamente vacíos. Igual que la nevera o el interior del horno. Kyle se había encargado de limpiar el lugar de cualquier tipo de objeto que pudiera usar como arma antes de encerrarla allí. Corrió hacía la puerta donde él se había marchado, dándole tirones, sin éxito. Después le tocó el turno a la cómoda, registrando cualquier recoveco, pero era todo inútil, allí no había nada. Agotada, junto sus esperanzas disueltas, cogió algo de ropa para darse un baño. Lo necesitaba. Necesitaba el relax que le proporcionaba el agua caliente, algo que la hiciera pensar en un plan antes de que volviera. No tenía ni idea de si era de día o de noche, ya que no había ningún tipo de ventanas. Pensó que estaría en algún sótano perdido a la mano de Dios. Entró en la única puerta que estaba abierta, adentrándose para llenar la bañera y pensar en sus posibilidades. Cuando en el suelo, justo debajo de la pica, encontró algo que si podía usar de arma. Un trozo de espejo, un trozo afilado del espejo medio roto que había colgado. Se acercó, agarrando uno, el más pequeño para poder disimular. ¿Cómo no se le había ocurrido antes? ¡Había un espejo en la entrada, podría haberlo destrozado en pedazos…! Bueno, al menos con ese ya se había ahorrado la faena. Se quitó la ropa, depositando la que llevaba encima del váter. El agua caliente pronto empezó a llenarlo todo de vaho y Lily se metió de llena en ella. Sus músculos se relajaron al acto, y dejó que las lágrimas corrieran libres por su rostro, gritando, maldiciendo su suerte. ¡Creía que había encontrado a alguien que la respetaría, alguien que la trataría bien! ¡Alguien que no la quisiera como un polvo rápido como le había demostrado Dean! Se abrazó, sintiendo como su cuerpo se convulsionaba a causa del llanto. Recordó el trocito de espejo y se tranquilizó. Debía funcionar, no podía fallar o sería ella la que acabara muy mal. A BlackRavi le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 abr 2013 Hombre, tienes el honor de actualizar! Que regalo! Por fin juntos T^T maltratala Kyle! dale lo suyo! Actualiza pronto:) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 7 abr 2013 Cova si ya lo habías leído.. xDDDD Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 8 abr 2013 Sonia, a ella le da igual releerlo. Le encanta...XDDDDDD Sobre todo lo que viene ahora =3 Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 8 abr 2013 Ya se que ya lo habia leido, pero desde cuando eso a mi me importa? Nunca se puede saciar la sed de Kyle. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 11 abr 2013 *----*! al fín! ajsdjasdhajksdhjaksdjak ya me daba miedo que no actualizaras nunca jamás :'c me pregunto qué sigue ahoraaa >o< ashdjasd quiero sabeeeeeeeeeeershhhhhhhhhhhhh -comiéndose las uñas- Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 11 abr 2013 Muchas gracias Haruko!!! Intentaré actualizar después de examenes, a ver si me inspiro....T^T Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 18 abr 2013 Me gusta la historia,esta muy bien.Me ha entretenido mucho :-) ¡¡¡ Sigue subiendo mas capitulos !!! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 1 may 2013 Te odio, Enci, te odio. Nos tienes abandonados. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 2 may 2013 Es que he estado de examenes, con mil cosas por hacer y casi sin inspiración. A ver si esta tarde me pongo a escribir, que ya me sobran las ideas. Share this post Link to post Compartir en otros sitios