Historia finalizada ~* Cóctel De Esperanzas *~ Capi 31 *¡FINAL!*

[Ginevra 1.523]

¡Muchas gracias chicas! Sí Aranel, es sin poses, la cuestión es tener paciencia, al final ya conoces los movimientos de los sims xDDDDDD El siguiente capi no creo que tarde tanto en ponerlo, ya tengo las fotos, solo me falta escribirlo, eso sí, será un poco corto...

[jana61 2.411]

Pues si, yo creo que los síntomas son claros. ¿Nos vas a tener aquí enganchados hasta la décima generación? Lo digo porque tu eres muy capaz, jaja. Ojalá hubiera mas tíos así de guapos y que te pusieran un piso. Las cortinas de detrás de la cama, en el cabecero, me han encantado. ¿Son descargadas?

[Nandini 231]

ahh por fin, que monos, y que mona la casa. Espero que traigan un bebé y no es que se haya puesto mala por algo jejeeje

[Akysha 89]

Me cago en todoooooooooooooo!!!!!!!!!!! Esto me pasa por leer historias que no están acabadas ya.... ahora QUIERO MÁS!!!! Me ha enganchado desde el principio y no he dejado de leerla hasta acabar por donde vas. Espero leer lo próximo pronto!! Te doy un 10 por la historia, las fotos, TODO! :aplauso2oj2:

[Aficionada 1.169]

OOOOh dios,al fín mi Clara que nadie habla de ella está hermosa,hermosa sin duda. Luna obviamente,como su madre,guapisima,cuquisima y monisima y demás cosas acabadas en -ísima. César está potentorro,buenorro,calentorro y demás cosas acabadas en -orro. Y sigo queriendo una relación homosexual por parte de Flor,aqui Afi con sus paranoias. Y me recuerdan todos a mi loca familia Jajja,y me encanta la casona también,seguro un bebé,ya verás. Sigue,te queremos uooo (En plan ginevrier loca)

[Ginevra 1.523]

Sí Ana, son descargadas, pero no me acuerdo de donde T_T.

Muchísimas gracias Akysha .

Afi lo de ginevrier casi me mata xDDDDDDDDDDD.

Os dejo el capi cortito, voy a hacer el siguiente muahahahaha

Capítulo 24

Había estado toda la semana con altibajos, hasta que al final decidió hacerse la prueba del embarazo, casi infalible. Había ido a la farmacia en plan ninja y vuelto a casa corriendo, o lo más rápido que podía, porque estaba cansadísima y algo mareada. Mientras esperaba el resultado, nerviosísima, se quitó unas espinillas que no tenía.

Miró el cacharro, pero aún no estaba, quedaría medio minuto, así que se puso a pasear por el baño, resoplando de impaciencia. Eran los treinta segundos más largos y tediosos de su vida, pero podrían culminar en una felicidad inmensa…

Miró otra vez… ¡Al fin la respuesta a sus dudas! Ahora que había cambiado le daba miedo mirar el resultado, acercarse y comprobar que estaba embarazada o llevarse el chasco. Dio un par de vueltas más y se acercó sin pensar, observando el resultado: Era negativo.

“Bueno, tal vez sea ese porcentaje erróneo. O tal vez es que me haya sentado algo mal y no esté esperando un mini César”

Pensó con esperanzas de que estuviese equivocado, sintiendo una ligera decepción por ver que era negativo. Pero ella se sentía diferente, sentía que algo cambiaba dentro de ella, estaba segura de que estaba embarazada, tenía todos los síntomas.

A la mañana siguiente sonó el timbre, ya estaba preparada desde hacía más de quince minutos, esperando con impaciencia, no por Irina, sino por querer ir ya al médico.

- ¡Vamos!- apremió Romina al abrir la puerta.

- ¿Cómo te encuentras hoy?

- No sé, ya no sé ni cómo me siento, tal vez sea psicológico- respondió Romina.

- Bueno, vamos ya, a ver si te cogen antes y desayunamos por ahí, que tengo hambre.

Cerraron la casa y subieron al coche de Romina, conduciendo hasta el centro de salud. No tenía ginecólogo hasta la semana siguiente, así que decidió hacerse unas analíticas de sangre. Aunque tampoco tendría los resultados hasta dentro de una semana…

Entraron en el edificio, sintiendo como el ambiente se cargaba, notando la mezcla de limpieza, medicamentos y enfermedad que cargaba las salas de espera. Fueron hasta su banco correspondiente, esperando el turno de Romina. Irina y Laura eran las únicas que sabían del posible embarazo, Laura no había podido acompañarlas porque estaba trabajando con César, así que no querían levantar sospechas.

A las nueve menos cinco la llamaron, haciendo que diese un brinco y se pusiera en pie como si se hubiera escaldado. No le daban miedo las agujas ni la sangre, sino le hubiese costado estudiar medicina, pero ese día se sentía algo más alterada que de costumbre. Entró en la sala, preparada para que le sacasen sangre como para hacer morcillas.

Después del rápido pinchazo y la succión del rojo líquido, salió de la sala con el algodón pegado con esparadrapo. Ya estaba hecho, ahora solo le tocaba esperar… esperar…

Irina la llevó a una cafetería céntrica, pidió unos cafés con leche y unos bollitos de mantequilla caseros.

- Venga Romi, hay que alimentar al pequeño o pequeña- la animó, con su habitual sonrisa.

- La mantequilla no creo que sea muy buena, es todo grasa…

- Calla y come, así nacerá fuerte, estilo ruso. ¿Si es niño como lo llamarás?

- No tengo ganas de pensar en eso ¿Y si no estoy embarazada? Me da mal rollo- dijo Romina, sintiendo una presión angustiosa en el pecho.

- Bueno, pero algún día cercano tendréis hijos.

- Sí, pero ahora no me siento bien. No tengo cabeza, lo siento Irina- dijo, apenas con un hilo de voz.

Irina le cogió de la mano, comprensiva.

En el trabajo le iba bien, los primeros días fueron algo ajetreados mientras se enteraba bien de cada cosa, y le costaba más por su constante cansancio y sus malestares repentinos. Llegaba a casa rendida, deseando quedarse tumbada en cualquier sitio mullido.

Dos días antes de los resultados y el ginecólogo Laura le hizo una visita.

- Es preciosa la casa, y el jardín me encanta. A ver si dentro de unos años podemos tener un chalet- comentó Laura, mirando a su alrededor-. Estás pálida ¿Quieres algo de beber?

- ¿Vienes tu de visita y me preguntas a mí si quiero beber algo? Sí que soy mala anfitriona- bromeó Romina.

- Mujer, yo estoy como una rosa fresca recién cortada y tu estás más mustia que una menopaúsica en sus peores días. Pero es normal, los primeros meses del embarazo son los peores en ese sentido, luego te dolerá la espalda y no sabrás si estar tumbada, de pie, sentada o haciendo el pino…

- Lau, que aún no es segurooooo- protestó Romina, no querían que echasen las campanas al vuelo antes de tiempo.

La noche antes de los resultados se encontraba ligeramente mejor, un buen baño había contribuido, pero sobre todo era la presencia cercana de César.

- Mira, hoy te voy a hacer un pequeño regalo cutre- dijo César.

- A ver, sorpréndeme.

César sonrió, sabía que Romina no estaba muy bien, aunque solo se veían a partir del atardecer y para desayunar, y ella intentaba disimular su malestar. Pero él no pensaba en un hijo ni mucho menos, solo al cansancio de la mudanza y del trabajo, de tanto cambio. Así que la deleitó con un concierto.

Romina se sintió feliz, adoraba aquellos momentos. Además, si estaba embarazada la música le iba de lujo, así que se relajó y disfrutó, aquello no era todos los días. Aunque podía decir que echaba de menos a César, cuando estudiaba y él trabajaba lo sentía más cercano, ahora que ella estaba así lo sentía lejos, pero no por él, sino por el estado de ella.

César terminó y se tumbó con ella, acaramelados. Romina sentía que lo necesitaba, y sabía que lo iba a tener ahí, así como Laura había tenido a Carlos. Eran afortunadas.

- Estás cansada- comentó César, acariciándole la mejilla.

- Sí, tanto ajetreo en el hospital cansa, más que nada porque acabo de empezar.

- Pues no te canses tanto, que quiero a mi Romi alegre y risueña como siempre.

- Tendré que pedir ya vacaciones- bromeó Romina.

Aquella noche sacó fuerzas de donde no las tenía, quería estar con su chico, que rematara la faena, tal vez en unos meses no podrían estar haciendo cosas pervertidas, como decía Clara.

A la mañana siguiente Romina no podía con los nervios, tenía la cita con el ginecólogo justo después de los resultados de las analíticas, así que para empezar poco trabajaría. Llegó al hospital, preguntó por los dichosos papeles que tanto quería ver y esperó en la sala de descanso, junto con algunos colegas que apenas conocía.

A los dos minutos vino una mujer con los resultados en las manos, extendiéndoselos. Era una privilegiada, no tenía que esperar toda una mañana para verlos, era lo bueno de trabajar ahí. Abrió la carpeta intentando controlar su impaciencia.

Leyó el papel importante, pues del fajo que parecía un testamento solo había uno clave. Lo leyó varias veces para cerciorarse de lo que leía. Suspiró, derramando una lágrima al asimilar el ansiado resultado.

Continuará…

[Akysha 89]

Aaaaaaaaaay!! Eres CRUEL!!!!!!!!! Llora porque está embarazada, llora porque no lo está, llora porque en verdad tiene una enfermedad mortal??? No nos dejes así mujer!!!!!! jajajajjaja

El capítulo, como siempre.... chapeau!

[Aída_dc 249]

Ayyyy, puede llorar tanto porque esté embarazada o porque no lo esté!!! Aunque claro, el est de embarazo dio negativo... ¡Pero tiene síntomas! ¿No me la matarás como dice Akysha, no? ¡Más te vale que no! hahaha

Jo, tienes que subir pornto, pronto, prontito el siguiente capi para sacarnos a todos de dudas!!!!!!

Y yo sigo en las mías: César = baaabaaaa xDD

[Aranel 43]

NOOO!! ¿Qué significan las lágrimas?? No nos dejes así por favor!! Sube el siguiente capítulo vaa x'DDD

Me encanta como lo redactas, es todo tan natural. Es como si Romina y César fueran unos amigos y estuviéramos metidos completamente en la historia :)

[Aficionada 1.169]

Es ésteril y tendrán que adoptar una niña asiática y la llamarán Lily (A lo Modern Family). Y los síntomas son porque tiene una pequeña indigestión,bueno,sigue que quiero ver si acierto (poco probable) Sigueeee uooooo te queremoooos yo y todas las ginevriers

[jana61 2.411]

Mira que eres ¿eh? Desde luego no me esperaba esto de ti. Menuda faena nos has hecho a todas. Yo creo que tiene un cáncer terminal y que le queda... un mes de vida mas o menos. O es eso o no está preñada, porque si lo está, significará que el laboratorio que fabrica los predictor se va a la quiebra

Anda, haznos el grandisimo favor de continuar pronto ¿vale? que si no te subo el status de aviso

[Lolita 153]

¡NOOOOOOOOOOOO! ¡GINEVRAAA, MALA PERSONAAAAA! De verdad, que no sé qué pensar: ¿llora de felicidad? ¿llora de tristeza? ¿llora porque... yo que sé, porque se le ha metido algo en el ojo? ¡agggggg!

Espero que sea de felicidad... sino, creo que dejaremos la sección de pañuelos del supermercado vacía xDDD ¡siguienteee, siguienteee!

[Merchedj 3.915]

Ohhh, yo me he quedado como las demás. Siento preocupación porque el test le dió negativo y no suele fallar pero ya hace dias que se encuentra mal así que no puede ser por algo pasajero. O tiene una enfermedad o el test ha fallado, cosa que me parece improbable. Pon pronto el siguiente capi porfa, que estoy deseando saber qué le ocurre.

Editado 14 ago 2012 por Merchedj

[Fabichapitas 139]

Aaaaaaaaaaaaaayyyyy esto me huele a enfermedad terminal ! Me huele a Cesar viudo ! Super bueno tu capitulo ! quiero... no ! mas bien, NECESITO otro capitulo :)

[NatayaTahir 0]

Ala y nos dejas asi mujer!!! Yo creo que no seras tan mala y al final si que sera un mini cesar o una mini romina =D

[Ginevra 1.523]

Capítulo 25

Carlos iba canturreando en el coche, había sido una buena mañana en el negocio familiar. Estaba planeando salir a cenar con Laura e ir al cine, hacía más de un mes que no salían solos y ya tenían ganas.

Cogió una calle más tranquila, estaba de tan buen humor que prefería tardar quince minutos más a pasar por mitad de la ciudad. Aquella zona le gustaba mucho, el lago era muy bonito.

Giró la cabeza para observarlo un poco y vio a alguien que no debería de estar ahí.

Aparcó el coche y bajó corriendo. Laura le había contado que Romina tal vez estuviera embarazada, sabía que pronto le daban los resultados.

- ¡Romina!- la llamó alegremente.

Pero Romina no se giró, siguió bajando las escaleras.

- ¡Romina!- volvió a llamarla, bajando las escaleras y dándole alcance. Le dio la vuelta, viendo su rostro triste, ausente- ¿Qué te pasa?

- No estoy embarazada- dijo con voz grave, sin mirarle.

- Bueno, no pasa nada, en otra ocasión será- dijo Carlos, intentando animarla.

- No lo creo…- dijo Romina, con la voz temblorosa.

- ¿Por qué? ¿Te han dicho algo malo?- preguntó Carlos, empezando a preocuparse.

Romina no daba hablado. Comenzaron a caerle unas lágrimas silenciosas por sus rosadas mejillas.

- Sí, pero nada que tenga que ver con eso- dijo al fin Romina. Carlos suspiró, esperando a que le contase más.

- ¿Qué pasa Romina?- preguntó el pobre, pues ya no podía más al verla así de mal.

- Estoy enferma- soltó, cayéndole una lágrima.

- ¡¿Que qué?! ¡¿Pero qué tienes?!

Carlos estaba espantado, no esperaba aquello.

Romina se puso a llorar desconsoladamente, hundida. Carlos la abrazó, aterrado.

- ¡No saben lo que tengo!- chilló Romina.

- ¿Cómo que no lo saben?

- ¡No! ¡Me han tenido toda la santa mañana haciéndome pruebas de todo tipo y no saben lo que tengo! ¡Una puñetera enfermedad rara!

Carlos estaba mudo, no sabía qué decir.

- Pero… no es cáncer o algo de eso ¿no?

- No, no tengo nada de eso. ¡Pero no sabemos lo que es!- gritó Romina, frustrada tanto como paciente y como médico.

- Bueno, tal vez sea algo pasajero, nada peligroso ¿o sí?- preguntó con pánico.

- No tenemos ni puñetera idea, pero me han pesado y he perdido dos kilos, no puede ser nada bueno con estos síntomas. Tal vez me consuma y en un año o unos meses esté muerta.

Carlos la subió al coche y la llevó a casa. Llamó a Laura y a Irina, tenían que estar ahí pues a él se le empezaba a escapar la situación de las manos. Romina se estaba volviendo violenta por minutos y decía que se iba lejos.

Irina fue la primera en llegar, subió a la habitación principal para intentar calmarla. Carlos se quedó abajo, esperando la llegada de Laura.

Cuando llegó no lo hizo sola, sino con César.

- ¿Está arriba?- preguntó César.

- Sí, con Irina- respondió Carlos, frotándose el rostro.

César no dijo nada más, subió como un rayo por las escaleras. Laura se acercó a su marido, deshecha.

- ¿Qué le pasa a Romi?- preguntó al aire, sollozando.

- No lo saben. Solo queda esperar- dijo Carlos, abrazándola.

Cuando César entró en la habitación estaba hablando Irina, como persuadiéndola de algo. Romina estaba plantada delante de la cómoda, con el cajón abierto.

- ¡César!- exclamó Irina, como salvada- Hazla entrar tú en razón, no hace caso.

- ¿Qué pasa?

- Dice que se va, no quiere estar con nadie ni ver a nadie.

- ¡¿Y qué quieres que haga aquí?!- chilló Romina.

- ¿Y por qué te vas a ir? ¡Yéndote lejos de la gente que te quiere no va a solucionar nada!- insistió Irina, desesperada.

- Romina, si te vas es peor para ti y para todos ¿no te das cuenta?- dijo César, intentando estar tranquilo.

- ¡No pienso quedarme! ¡No!

- ¿Pero por qué? ¡Es ridículo Romi!- dijo Irina, casi llorando.

- ¡No lo es! ¡No quiero que nadie de mi familia me vea hecha una mierda!

- Es lógico cariño, pero piensa que estarás mejor y los demás queremos estar contigo- dijo César. Le temblaban ligeramente las manos.

- ¡Me da igual que queráis estar conmigo! ¡No lo voy a permitir! ¡No! ¡No! ¡Y no!- gritó Romina, fuera de sí.

- Romi, cálmate…

- ¡No quiero calmarme porque lo tengo muy claro! ¡No pienso permitir que nadie se consuma a mi lado!

- ¡¿Y tu no entiendes que no me vas a apartar de ti?! – gritó César, sin poder controlarse más.

- ¡Estoy en pleno derecho de exigir a quién quiero a mi lado y a quién no! ¡Y YO no quiero que TÚ estés a mi lado! ¡NO QUIERO QUE ME VEAS EN UN ESTADO LAMENTABLE!

- ¡Calmaros los dos!- exigió Irina, asustada.

- ¡Es que no lo entiende!- insistió César, desesperado.

- ¡No insistas César!

- Romina, por favor, piensa en que él es tu marido, querrá estar contigo hasta en los peores momentos- trató de hablar calmada Irina, mientras César respiraba profundamente.

- ¡Qué no! ¡Justamente por eso! ¡Es MI marido y no quiero que me vea así! ¡No quiero que se quede con esa imagen mía moribunda!

- ¡Pero deja de decir eso! – gritó César, exasperado.

- Por favor Romina, piénsalo un poco…

- ¡No tengo nada que pensar!

- ¡Muy bien! ¡¿Eso es lo que quieres?! ¡Pues lárgate! ¡Pero solo pongo una condición! ¡Que Flor te cuide!

- Es buena idea- apoyó Irina al momento.

- ¡Es tu hermana! ¡Te mantendrá al tanto de mi estado!

- ¡¿Y te crees que te vas a meter dentro de un búnker y no voy a saber de ti igualmente?! – César temblaba de arriba abajo, en ese momento estaba peor que Romina, Irina sabía que iban a tener que vigilarlo mucho.

- ¡Está bien! ¡Dejaré que me cuide Flor! ¡Pero solo porque es enfermera! – cedió un poco Romina.

- Está bien, si vemos que estás estable podrías volver ¿no?- propuso Irina-. O por lo menos que te podamos ver…

- Ya veremos- dijo Romina secamente.

- Bueno ¿Podré despedirme no?- le espetó César, cabreado.

No esperó respuesta, la rodeó por la cintura y la besó por última vez hasta a saber cuándo…

Un mes más tarde…

Romina y Flor estaban en un pueblecito tranquilo. La casa había pertenecido a la familia de César, era donde iban antiguamente a pasar las vacaciones. Pero ahora era la jaula de Romina.

Flor había aceptado encantada la tarea de cuidar a Romina, ya como enfermera, cuñada y amiga. Hablaba todos los días con César para contarle cómo iba Romina, pero cada vez las conversaciones eran más cortas.

- La cena ya está en la mesa- anunció Flor, entrando en la habitación de Romina.

- ¿Hasta cuándo vas a estar intentando cuidarme?- preguntó Romina con desdén.

- Romina, tienes que salir, comer, entretenerte con algo. Eres médico y lo sabes de sobra- dijo Flor, cansada de verla así.

Romina soltó una terrible carcajada, tan fría y sin vida que heló la sangre de Flor.

- ¿Salir? Para qué, si no tengo nada de fuerzas. ¿Comer? No consigo tragar nada. ¿Entretenerme? Ya me entretengo mirando a los viejecitos pasear.

- Romina…

- Esa no es la actitud… si no quieres pensar por ti, piensa en César y el futuro que tenéis juntos. Está destrozado, quiere verte…

Romina se giró, mirándola a los ojos.

- No hay ningún futuro entre nosotros ¿Que no lo ves? ¡No voy a permitirle que me vea! ¡Parezco un cadáver! ¡NO HAY FUTURO!

Flor no pudo contener una lágrima, no sabía qué pensar, pero estaba más de acuerdo con Romina que con los optimistas.

- Voy a pedirle el divorcio.

Continuará…

[Lolita 153]

Qué giro ha dado la historia... los pelos de punta, en serio... u__u. Aisss, Romina ahora necesita amor: a sus familiares, amigos y a César... no creo que esté haciendo lo correcto. Y... uf, espero que se recupere, que haya alguna cura o algo . Maldita Ginevraaaa, experta en hacerme reír, llorar, intrigarme y de todo con sus historias T__T

[Merchedj 3.915]

Ufff, se me han saltado las lágrimas leyendo el capítulo. No me gusta nada la actitud de Romina que no sé por qué, si piensa que va a morir, quiere el divorcio. Se veía muy buena chica pero ahora está pensando sólo en ella misma y no en las que la quieren. Además, no quiere ni luchar a pesar de que no le han diagnosticado ninguna enfermedad terminal. A ver si esta vez tardas menos en poner el siguiente capi que la cosa está que arde.

[Akysha 89]

Ya sabía yo que era algo así!!!! Muuuy mal!!! Nooooo!!!! Romina no está actuando bien. Si a mi me pasara algo así, me gustaría estar con los que más quiero en cada momento. Es más, no dejaría que se fuera nadie xDD

Muy buen capítulo, como todos!!! Esperando intrigada y con ganas el siguiente!!!

[jana61 2.411]

Lo siento pero Romina es una histerica, es lo que pienso. Aún no tiene ni idea de la enfermendad que padece, no sabe de que se trata ni si es grave o no, y ya coge sus cosas y se larga. Tanto Cesar Cesar, loquita por el, y ahora que está enferma, paso de ti. Y encima va a pedir el divorcio. Y digo yo, cuando se casó prometió amarlo en la salud y en la enfermedad ¿no? Pues eso con ella era mentira, ella solo está con el en la salud, en la enfermedad se pira. Espero que esto se arregle porque si no...

[Aficionada 1.169]

Lo siento pero Romina es una histerica, es lo que pienso. Aún no tiene ni idea de la enfermendad que padece, no sabe de que se trata ni si es grave o no, y ya coge sus cosas y se larga. Tanto Cesar Cesar, loquita por el, y ahora que está enferma, paso de ti. Y encima va a pedir el divorcio. Y digo yo, cuando se casó prometió amarlo en la salud y en la enfermedad ¿no? Pues eso con ella era mentira, ella solo está con el en la salud, en la enfermedad se pira. Espero que esto se arregle porque si no...

Más de acuerdo imposible,Jana.

¿Romina que se cree aquí= Lo siento pero ha habido unos momentos en este capi que he querido ser Laura,Irina,Carlos,Flor o César para darle una buena bofetada y gritarle que despierte y piense en que esta exagerándolo todo a un máximo,ya no es lo que era.

Flor muy guapa ¿De donde es el peinado?

[Fabichapitas 139]

Ufff Ginevra, que capitulo mas intenso ! Es como que termine de verlo y quede en silencio, pensando. Si eso es lo que querias lograr, pues bien logrado !

Espero con muuuchas ansias el proximo capitulo !

[Kammy 8]

Aaaw el chico pelirrojo es guapo, lo apruebo (?) Ok no xD Me gustó la historia, no tardes en subir otro cap que me subo a las paredes D:

[Nandini 231]

Madre mía falto una semana y veo este plan en mi querida historia. ¿Que le pasa a Romi??. No nos dejes con este come que comeee

[Ginevra 1.523]

Estáis poniendo fina a Romina ¿eh? XDDDDDD Va, voy a ser buena y os lo dejo ya.

Capítulo 26

El vacío la sobre cogía, sentía que él estaba cerca, esperándola. Pero la negrura era como un muro infranqueable. Aún así caminó hacia donde le decía su instinto, hasta vislumbrar un punto de luz.

Al acercarse comprobó que era un camino de rosas y velas.

Él debía de estar cerca, así que no se lo pensó dos veces y fue por el camino marcado. Podía sentirlo, sentirlo cerca, al final del camino…

Cuando al fin creía que lo divisaba se puso a caminar a más velocidad, quería correr, pero sus piernas no respondían. También quería llamarle, pero su voz no quería salir.

Por fin estaba cerca, tan cerca que podía casi tocarlo…

Estiró su pálido brazo, deseando notar su cuerpo en las yemas de sus dedos, le deseaba más que a nada en el mundo. Se aferró a él, o eso debería haber sido, pues no estaba, se había esfumado.

Gritó, gritó con todas sus fuerzas en aquella densa oscuridad que la oprimía. Estaba sola.

Romina despertó sobre saltada, transpirando. Todo aquello se lo había buscado ella sola, pero era su decisión y sabía que era lo que le esperaba, por lo menos mientras durara aquel martirio.

En dos días volvería el médico para ver cómo le iban la nueva medicación. De momento se había estancado de peso, pero se seguía sintiendo cansada, mareada y comiendo muy poco, por miedo de vomitar, pues si comía un poco más de lo que podía lo echaba tal y como había entrado.

Salió de la habitación andando despacio, quería ir al baño y no quería depender para todo de Flor.

- ¡¿Qué haces de pie sin avisarme?!- chilló Flor al verla.

- Voy al baño. Puedo andar sola y esas cosas ¿sabes? ¡Aún no estoy moribunda del todo!

- ¡Pero estás igual de idiota que una vieja roñosa! Y bien ¿Sigues con eso del divorcio?

- ¡Pues claro! No quiero que César sea viudo, o que viva atado a una calavera inservible- contestó Romina.

- ¡Pero estás estancada! No has empeorado, estás manteniendo el peso ¿Y si te recuperas? ¡No te adelantes a los acontecimientos!- insistió Flor.

- ¿De verdad crees que hay esperanza?- preguntó Romina con un tono irónico, aunque en el fondo deseaba que fuese verdad.

- ¡Pues claro! No tienes nada terminal. Tal vez den esta semana o la que viene con los buenos medicamentos y consigan curarte.

- Ojalá fuese cierto. Pero nada, que le manden los papeles del divorcio- dijo tajantemente Romina.

Fue al baño y regresó a su cuarto. Escuchó cómo Flor llamaba por teléfono a alguien. Sabía que no le darían aún los malditos papeles, y aún cuando lo hiciesen dudaba que César los firmase. Pero aquel comportamiento era lo único que la desahogaba. Y en el fondo sabía que estaba mal.

Flor esperó a que Laura le contestase. No quería decírselo ella a su hermano, así que confiaba en que Laura pudiese cuidarlo cuando se enterase.

- ¿Sí?

- ¿Lau?

- Sí ¿Flor?

- Sí. Te llamo para decirte que Romina está “estable”, dentro de lo que cabe, no ha empeorado. Pero hay una pequeña complicación…

- ¿Qué pasa?- preguntó Laura, asustada.

- Quiere el divorcio.

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

- Dice las mismas tonterías de siempre, que no quiere que César enviude o se quede atado a un cadáver inútil y cosas así…

- ¡La mato yo como siga así!- chilló Laura, exasperada.

- Tenemos que hacer algo Laura.

Y lo hicieron, urdieron un plan sin que Romina se enterase, cada una con su cometido, deseosas de que funcionase.

Laura estaba plantada delante de la puerta principal de un piso, por donde salía música, en concreto la canción Somebody That I Used To Know, en modo repetición.

- Aporrea la puerta cari- dijo Carlos.

- Eso tendré que hacer…

Aporreó la puerta con el puño, sorprendiendo a Carlos por su fuerza. Esperaron pocos segundos hasta que César abrió la puerta.

- ¡Hola!- dijo Laura, auto invitándose a entrar.

César asintió con la cabeza, apartándose para dejarles pasar. Carlos cada vez que lo veía se le caía el alma a los pies, no era el César de siempre.

- ¡Qué limpio está todo!- dijo irónicamente Laura, observando el desastrado apartamento.

- Laura, no hemos venido para que digas eso- le recriminó Carlos, sentándose en una butaca.

- ¿Qué queréis?- preguntó César, con voz ronca.

- A parte de ver si sigues vivo, otro asunto, pero luego te lo digo- respondió Laura-. ¿Cómo sigues? ¿Has hablado con Flor? Me ha dicho que cada vez llamas menos.

- No tengo ánimos de hablar.

- Ni de limpiar, ni de trabajar, ni de nada- le espetó Laura, cabreada.

- ¡Laura!

- ¡¿Qué?! ¡Es la verdad!

- ¡Pero no es necesario que le hundas más en la miseria!- dijo Carlos.

- Es para que espabile, tiene que volver a hacer vida normal, volver al trabajo, yo no me puedo ocupar de todo.

- Y tienes razón, pero no son maneras- insistió Carlos.

- ¡Pero es que estoy harta de los dos!

- ¿Qué es lo que me tenéis que decir?- preguntó César.

- Esto… Romina quiere el divorcio- dijo Laura sin dar rodeos.

- ¿Eh?

César se había quedado perplejo, no se esperaba aquello ni por asomo.

- ¿Vas a firmar?- preguntó Laura, con autoridad.

- Pero…- César aún no se había repuesto.

- Dale un minuto mujer.

- ¡No!- espetó César de repente- ¡No pienso firmar!

- ¡Así me gusta! ¡Hay que espabilar a Romina!- dijo en plan revolucionaria.

- ¡¿Pero en qué piensa ahora?!- chilló César.

- Que no quiere hacerte viudo o que estés atado a una muerta viviente- contestó Laura, sin delicadeza-. Has de saber que está estancada, no ha empeorado. No es por dar esperanzas, pero creo que debes de saber las cosas como son.

- ¡¿Y Flor no sabe decírmelo?!

- Lo del divorcio prefería que hubiese alguien contigo cuando lo supieras, por si te dabas un tiro o algo. Y lo otro será porque preferirá esperar a la siguiente visita del médico- comentó Laura. Parecía querer cabrear a César con su palabras, y lo estaba consiguiendo.

- Es normal que tu hermana no te lo haya dicho- dijo Carlos, hablando normal, sin avasallar.

- César, yo creo que esta situación es absurda. Cuando os casasteis jurasteis respetaros, blablablá y estar unidos y no se qué en la salud y en la enfermedad- siguió picando Laura.

- Aunque yo no me ponga tan enfadado como Lau, creo que tiene razón- dijo Carlos, levantándose-. Cero que esta situación no puede seguir así, es malísimo para todos y Romina lo tiene que aceptar.

- ¡Estoy harto de esta situación!- murmuró César con ira-. ¡Voy a ir allí y quiera o no estaré allí! ¡No voy a permitir esto por más tiempo!

César al fin había explotado, justo como quería Laura.

Continuará…