Historia finalizada ~* Cóctel De Esperanzas *~ Capi 31 *¡FINAL!*

[Fabichapitas 139]

Me fascinó el primer atuendo de Romi y los dos peinados con los que salio... parece que a todos les toco el amor del bueno menos a la prota.. jajajaja pero llegara, quizas cueste pero algo tendra, o no ??? que pretendes hacer con Romi Ginevraaa ! jajaja XD y los padres de Romi, son un amor! me encantan :) y debo confesar que al principio, cuando Laura le dijo a Romi que tenia novio y que lo habia conocido cuando llego, pense: No creo que sea Cesar !!, pero menos mal que no :), en resumen: Buen capitulo !!! Amo tu historia.

PD: Me acabo de dar cuenta, ya llevas 13 capitulos, wow no pense que fueran tantos :), ni me habia dado cuenta.

[Annika 8]

Uyy leí todos los capítulos que me faltaban Me gusta mucho esta historia Ginevra!!

Espero que pongas el próximo capítulo pronto :)

Pobre Alex, me dió pena.. Espero que le sea fácil a Romina salir con César sin tener problemas con él!! aunque no lo creo.. Y quiero saber qué trama la hermana jaj

También qué tal es Carlos!!

[Sweet Tsuyu 251]

Ya me actualizé, que llevaba varios capis sin leer.

Ains, a ver que pasa entre Romina y el chico ese César. Ojalá surja algo.

Y bueno a ver como le va a Laura con su nuevo novio.

[Merchedj 3.915]

Bueno, pues Laura ha encontrado a un buen chico, al menos lo parece, Irina también tiene a su chico así que falta Romina. Ya que no está por Alex, espero que se aclaren las cosas entre ella y César y pueda también disfrutar del amor. Espero con ganas el siguiente capi a ver si no se tuerce la historia.

[Ginevra 1.523]

¡Muchas gracias chicas! Uy Fabichapitas, no había pensado ni por un momento en que fuera César el novio de Laura en vez de Carlos, pobre Romina xDDDDDDD. Y sí, ya vamos por el capi 13 (ahora 14 ), no sé cuánto durará más, pero más de 20 sí. ¿Se está haciendo pesada?

Capítulo 14

La mañana siguiente se arreglaron bastante rápido. El ambiente era un poco tenso, pero Romina estaba segura de que sus padres aceptarían a Carlos, si es que lo merecía realmente, claro.

Llegaron a casa de Laura a las once de la mañana. Ramona no podía más, estaba ansiosa de ver a su niña y se abalanzó sobre ella.

Romina apenas pudo evitar la emoción de verlos así de felices, aunque fuese por un instante.

Ramón no quitaba ojo de Carlos, el cual estaba sentado en el salón.

- ¿Qué opinas así a simple vista? No parece un mamarracho- le susurró a su mujer cuando Laura se alejó de ellos.

- ¡Cállate!- sopló Ramona.

- Mami, papi, este es Carlos- presentó Laura, un poco nerviosa y muy contenta a la vez.

- Buenas- dijo Ramón, saludando con la cabeza.

- Hola- saludó Ramona, sonriendo ligeramente.

- ¡Encantado de conocerles!- exclamó Carlos con sinceridad.

Se sentaron todos alrededor de la mesita de café, y charlaron durante un buen rato, principalmente de la vida de Carlos y su futuro. Romina estaba segura de que era un buen chico, uno de los pocos trozos de pan caídos del cielo que se encuentran uno entre diez millones. Y ese trozo había ido a parar para Laura, justo lo que necesitaba.

- Así que de mantenimiento...

- Sí, para la empresa de mi padre. Estoy de „obrero normal“, por decirlo de alguna manera, pero dentro de unos años, cuando tenga más experiencia iré ascendiendo- dijo Carlos. No parecía nervioso, al contrario, estaba cómodo con los padres de su novia.

- Bien, empezando desde abajo, me parece una buena idea- asintió Ramón.

- Sí, mis padres quieren que viva como todo el mundo, aunque he tenido la facilidad de estar en la empresa familiar, por lo menos ir ascendiendo merecidamente.

- He de serte sincera- dijo Ramona-. Me da casi igual si te quedas toda la vida en el mismo puesto, hombre, claro que prefiero que ganes más y tengas más comodidades, pero lo que realmente me importa es que respetes y quieras a mi hija.

- Mamá- protestó Laura.

- No se preocupe señora, adoro a su hija, desde el primer momento en que entró por la puerta.

- Bueno, lo importante es que te dure... que el amor también caduca... en algunos casos, no me mires así cari- arregló Ramón, mirando a su mujer.

- Pues ahora que estáis aquí los tres- empezó Laura-. Hemos decidido casarnos ¡Tranquiiilos!- dijo rápidamente ante la expresión de sus padres- Aún no, dentro de unos meses o después del parto, ya veremos. Pero esa es nuestra intención.

Romina se sorprendió, aunque había pensado un par de veces esa posibilidad, tal y como se lo había dicho a sus padres. Viendo la situación, no lo veía mala idea, tal vez algo precipitado, pero no mala idea. Se fijó en la cara de sus padres, parecían pensativos y, por el momento, no aprobar mucho la idea. Aunque como Laura había dicho que no era inmediato…

Al cabo de tres cuartos de hora Laura y Romina recogieron las tazas y se fueron a la cocina. Laura dejó las suyas en cualquier lugar de la bancada y se giró.

- ¿Cómo crees que ha ido?- susurró desesperada.

- Pues creo que... muy bien, sí. Tal vez lo de que te cases no lo acepten del todo, pero como no es para ahora sino para unos meses pues tal vez crean que cambies de idea o yo qué sé.

- Sí, pienso lo mismo. Pero estoy segura, segura Romi, segurísima de que es mi hombre. Sin él ya no sabría qué hacer.

- Qué bonito Laura. No sabes lo que me alegra oírte decir eso- dijo Romina, sonriendo de oreja a oreja.

- Solo deseo ser feliz, formar una familia como la nuestra. Y con Carlos es perfecto y maravilloso...

Esa tarde, un rato antes de que Ramón y Ramona regresaran al pueblo, charlaron un rato con Irina.

- ... Y por favor, vigila a que mi Romina no se me desmadre- dijo Ramón, bromeando.

- No te preocupes. Aunque pensad que algún día llegará el día en que encuentre a su maridillo...

- ¡¿Tiene novio?!- exclamó Ramón. Ramona estaba sorprendida.

- No, no tengo novio- rezongó Romina desde la nevera, cogiendo un zumo. Iba a acabar con las existencias de zumo en un kilómetro a la redonda.

- Bueno, pero algún día llegará- insistió Irina, guiñándole un ojo a Romina sin que sus padres lo viesen.

- Mejor eso antes que quedarse soltera- razonó Ramona, imaginándose a su hija mayor vestida de blanco. Aunque iba a ver antes a su hija mediana pasar por el altar.

La marcha de sus padres la puso un poco triste, deseosa de volver a su hogar natal y ver a sus hermanitas, a pesar de lo revoltosas que eran las echaba de menos, hasta para dormir. Pero estaba contenta con la visita, y con el resultado. El tema Laura ya estaba zanjado, incluso habían quedado para ir algunos domingos a comer a casa de sus padres, ya aceptaba volver al pueblo, aunque fuese una visita corta.

Ese domingo bajó al portal a coger el correo, el correo desde el viernes, pues con tanta cosa se les había olvidado cogerlo. Pero se encontró con el portal „lleno“.

- Anda, si es Lady Toalla.

- Admite que duermes pensando en eso- dijo sin pensar Romina.

- Y sin dormir, querida- siguió él.

- Por cierto- cambió Romina de tema, pues empezaba a notar mucho calor alrededor- ¿Ese pelo qué es? Vas a sacarle un ojo a alguien...

- También sirve de escobilla del váter, si te parece...

- ¡¿Romina?!- chilló una voz por arriba.

- ¿Quéeeeee?

- ¡Te llamaaaaan!- contestó Irina.

- Bueno, te dejo ir, Lady Toalla.

Romina suspiró, le había dado un impulso de abalanzarse sobre él, pero algo la dejó clavada en el suelo. Asintió y subió a su piso con pesar, aunque con curiosidad por saber quién la llamaba a esas horas un domingo. Seguramente Laura o su madre.

Cogió el teléfono que le tendía Irina.

- ¿Sí?

- ¿Romina García?

- Sí, soy yo.

- Es familiar de Laura García ¿verdad?

- Sí, es mi hermana- confirmó Romina, sin entender.

- Verá, le llamo del Hospital Sagrado Corazón, Laura ha ingresado hace una hora. Está bien, no es nada grave, pero ella pidió que la llamásemos.

No tardaron en llegar al hospital. ¿Qué la había pasado? Romina temía por un aborto natural, aunque no quería hacer conjeturas. Preguntaron en recepción por el número del cuarto de Laura y subieron al cuarto piso. En la sala de espera vieron a Carlos.

- Carlos...- articuló Romina, casi sin voz.

Estaba muy asustada, muy asustada, no quería que le pasara nada malo a su hermana, aunque la enfermera que había llamado había dicho que no era nada grave.

- ¿Qué le ha pasado? ¿Se puede entrar?

- No, está el médico, es la tercera vez que pasa, pero solo por precaución, para ver cómo evoluciona. Según me ha dicho está bien...

- ¿Pero qué tiene?- insistió Romina.

- Salimos a dar una vuelta al parque, y cuando volvíamos a casa no podía aguantarme más... tenía que ir al baño... Solo tardé pocos minutos...

Rompió a llorar y Romina lo abrazó, cayéndole una lágrima a ella también.

- Tranquilo, sea lo que sea lo que haya pasado no es culpa tuya.

- Le-le pegaron Romina, la asaltaron y no se conformaron con quitarle el bolso, sino que le pegaron patadas en la piernas, la espalda y-y la barriga...

- ¡Hijos de...!

- ¡Sale el médico!- susurró Irina, con los ojos como platos.

- ¿Es usted la hermana de Laura?- preguntó el hombre al cerrar la puerta.

- Sí.

- Está bien- dijo hablando a los tres-. Se recupera perfectamente, si sigue así, sin ningún cambio negativo, saldrá mañana.

- ¿Podemos pasar a verla?- preguntó con urgencia Romina.

- Esperar un momento, está la enfermera con ella, pero no tarda. Bueno, vuelvo a pasar dentro de una hora. Hasta luego.

- Gracias- dijo Carlos.

Se sentaron, esperando a que la enfermera terminase. No hablaron, pero Romina solo tenía una cosa en mente: su sobrino.

A los tres minutos salió la enfermera. Se dirigió a ellos, pues ya conocía a Carlos.

- Podéis pasar.

Romina creyó que era ella la que la había llamado. Entraron en la habitación iluminada. Irina se quedó apartada, sentándose en el sofá, dejando al novio y a la hermana con la enferma. Laura se incorporó un poco.

- Romi...

Estaba pálida. Romina se cabreó ¿por qué tenía que pasarle todo eso a su hermana?

- ¿Estás mejor? ¿Ya no te duelen tanto las costillas?- preguntó Carlos cariñosamente. En su mirada se notaba que se sentía culpable por lo sucedido.

- Con todo lo que me han dado ya me puede dejar de doler- protestó Laura-. Romi...

- Dime cariño.

Laura se dio la vuelta, encarándose a la pared y comenzó a sollozar.

- ¡He perdido a mi bebé!

Continuará...

Editado 18 may 2012 por Ginevra

[Annika 8]

Ay nooo!! Ojalá no lo haya perdido

Se me vino a la mente... No será que Carlos no es tan bueno como parece?

[Merchedj 3.915]

Ufff, me lo estaba esperando pues sería muy raro que no perdiera al bebé después de la paliza. Bueno, pues ahora a la espera del siguiente capítulo a ver qué cosas nos trae.

[Aída_dc 249]

:OOOOO ¡Pobre Laura! Aunque ya me hice un lío, la verdad, y no sé si lo que dice Laura es verdad... ¡Es que se lo hubiera contado el médico! Bueno, sea como fuera, tienes que continuar pronto para sacarnos de dudas xD

PD: ¿Pesada? ¡Al contrario! =P

[jana61 2.411]

Uff, por fin me he puesto al día, que con el follón de mi propia historia no he tenido tiempo de nada, lo siento. Yo espero que la paliza no se la diera el propio Carlos, como segúramente ha pensado Annika. El chico parece bueno y que se quieren, veremos a ver. Y respecto a los hermanos, en realidad ella no era nada de Alex, así que muchas explicaciones o remordimientos tampoco debían de haber. Lo que no me gustaría es que, si surge algo con César,la hermanita se piense que es una cazafortunas y que va solo por el dinero, que muchas veces los ricos tienen manía persecutoria. A mi César me encanta, es guapísimo, y me he reído un montón con el diálogo último con el, eso de lady toalla y lo de los pelos de el. Ha sido graciosísimo Sigue pronto.

[Lolita 153]

Ay por favor, qué dramas nos plantas Ginevra :'(

[Sweet Tsuyu 251]

Vaya, pobrecita, que triste.

Perder un bebé, debe ser muy doloroso. La verdad es que si que ha pasado por muy malas circunstancias la pobre.

Bueno seguro que con Carlos le irá bien y más adelante podrán tener un bebé entre los dos.

Y que bueno lo de lady toalla.

[NatayaTahir 0]

¡Ala! Cuando las cosas parecían ir bien va y sucede esta desgracia. Pobre Laura, le está pasando todo lo malo de la historia a ella. Al menos ahora tiene a sus padres y su familia, además de Carlos que se le ve muy majo. Bueno, y Cesar es un amor. Me he imaginado que decía lo de Lady Toalla muy solemnemente pero con un deje irónico xD

[Ginevra 1.523]

Te echaba de menos por aquí Jana . Voy a ser un poco buena y dejaros capi, aunque es un poco sosete xD

Capítulo 15

Laura estaba en el aseo, arreglándose para volver a casa. Habían ido Carlos, Irina y Romina. La enfermera se acercó a ver cómo iba y Romina la abordó.

- ¿Y el doctor que la ha atendido?

- Esta mañana libra, tiene la noche de guardia- le informó la enfermera.

- Esto... ¿Usted sabe... su diagnóstico?- preguntó en voz baja. Irina y Carlos estiraron un poco la oreja- Quiero decir... si sabe si podrá tener hijos, que no es un daño permanente.

- Normalmente no pasa nada, está todo bien, pero si estos días tiene molestias o algo que venga aquí- dijo amablemente la mujer.

Romina estaba un poco más tranquila, había estado carcomiéndose pensando en eso. Carlos también estaba contento, podría tener una familia con Laura.

Salió la chica del baño, ya mucho mejor, no tan pálida aunque dolorida.

- Ahora cuando lleguemos te tumbas un rato- dijo con cariño Carlos.

- No quiero estar tumbada, ni estar en casa- replicó Laura, mirando al suelo.

- Veniros a casa un rato, allí estarás cómoda, tomaremos té y charlamos un rato- ofreció Romina.

La propuesta fue bien recibida por Carlos, Laura e Irina, que le encantaba tener visitas. Como habían ido al hospital en el coche de Carlos, le indicaron cómo llegar al edificio 77 de una calle paralela a la avenida.

Al abrir el portal Laura advirtió una cosa.

- No hay ascensor- dijo con suplicio.

- Súbete a mi espalda, como un koala.

- No, intentaré subir...

- Es un tercer piso- dijo Romina-. No hagas esfuerzos. Además, Carlos puede contigo de sobra, que eres una pluma.

Al final la convencieron y Carlos la subió sin ningún problema. Ya en el piso se sentaron alrededor de la mesa, en los mullidos bancos. Laura cerró los ojos, aguantándose el dolor y sintiendo la comodidad cernerse a su alrededor. Romina preparó té e Irina sacó unos pastelitos y galletas especiales para esa ocasión.

- Ahora que pienso ¿no tenéis clase?- preguntó Laura con preocupación.

- Mujer, esto es más importante, por un día que no vayamos nadie va a morir- dijo Irina.

Después de un rato charlando de cómo les iba la universidad, Romina abordó otro tema que le rondaba por la cabeza.

- ¿Y ahora qué vas a hacer Lau?

- Pues lo que tenía planeado antes, seguiré trabajando y cuando tengamos bastante ahorrado nos casaremos- contestó alegremente. A ambos se les había iluminado la mirada.

Romina estaba encantada, sabía que eso era lo que su hermana deseaba, su felicidad y, lo más importante, era recíproco. Había encontrado a su hombre.

- Aunque a mí me gustaría que dentro de unos años no trabajase- comentó Carlos-. Así cuidará ella de los niños en vez de una guardería.

- ¿Eso no es un poco machista?- objetó Irina.

- No, porque no lo veo así, quiero decir, yo soy el que va a trabajar y espero ganar mucha pasta para así ella no matarse. A parte que los niños, por estadística, se crían mejor con los padres, por decirlo de alguna manera „salen“ mejor.

- Además a mí me gusta cuidar de la casa, hay mucho que hacer y me muero por cuidar a mis hijos.

- La verdad, en el fondo a mí también me gustaría eso- murmuró Romina.

- Bueno, después de unos años de ahorrar y si tienes una vida estable podrás, es decisión tuya- dijo Carlos.

- Aún así- continuó Laura- cuando los peques sean más mayores me gustaría trabajar, aunque sea para mis caprichos o cosas superficiales... incluso tal vez me plantee estudiar algún módulo, que son cortos...

- ¡Me alegro! No puedes depender siempre de él- dijo Irina.

- Irina, no les incites al divorcio antes de casarse- bromeó Romina.

- Bueno, nos vamos a ir, estoy cansada- dijo Laura.

- Sí, que esta tarde entro pronto a la cafetería.

- ¿Seguro que no queréis quedaros a comer?- preguntó Romina.

- No Romi, pero ya vendremos otro día- respondió Laura, un poco triste.

- Está bien.

Se despidieron a más tardar el siguiente fin de semana, aunque Romina llamaría todos los días para saber cómo iba Laura.

Irina recogió los vasos y se puso a fregar, Romina iba a barrer justo cuando sonó su móvil.

- ¿Sí?

- ¿Romina?

- Sí.

- Soy Mateo.

- Ah, sí ¿es por lo que hablamos el otro día?

- Correcto. ¿Te viene bien esta tarde?

- Sí, sin problemas.

- Vale, pues quedamos en el centro a las cuatro y media ¿vale?

- Chachi, ahí estaré.

El fin de semana siguiente, el sábado al medio día para ser precisos, Irina, Mateo y Romina estaban alrededor de la mesa, como siempre. Ya habían comido y Romina le había dado su regalo a Irina: Un set de baño, geles, cremas y demás a tutiplén. Mateo sacó las bolsas de la habitación de Romina y se las entregó a su novia.

- Aquí tienes tu regalo- dijo con una sonrisa, tendiéndole las bolsas.

- ¡Uau! – exclamó Irina mirando el contenido- ¡Cuanta cosaaaaa!

- Ves a probártelo- la instó Romina.

- ¡Vooooy!

Laura y Carlos no habían podido ir, pues también era el cumpleaños de la madre de él, así que tenían que hacer acto de presencia. Laura se había recuperado bien de los golpes, tanto física como mentalmente, estaba más alegre que nunca.

Romina se llevaba muy bien con todos, tanto con Carlos como con Mateo, que era perfecto para Irina. Como la semana había sido tan tranquila y todo estaba encauzado, César no dejaba de rondar por su cabeza.

En eso sonó el timbre y el mismo Mateo abrió la puerta, pues ya era como uno más de la casa. Apareció por la puerta Flor.

- ¡Holaaa!

- Paaaasaaa Floooor- canturreó Romina, invitándole a sentarse a su lado.

- Ah, tenía ganas de veros.

- No has subido esta semana...

- Es que he andado super ocupada. Me voy de este piso, así que...

- ¿Qué?- se le cayó una losa a Romina en el estómago.

- Sí, no hemos llegado a ningún acuerdo con el dueño, así que me voy con Alex hasta que encuentre un pisito... aunque César está más convencido de comprarnos uno cada uno, así tenemos donde caernos muertos ya...

- Bien, así podrás tener un hogar y estarás independizada, sin este tipo de preocupaciones- dijo Romina, aunque estaba totalmente amargada.

Escucharon una puerta abrirse y apareció Irina con su ropa y botas nuevas.

- ¡Hola Flor! ¿Qué taaaaal estoooooy?

- Divina cari- dijo Mateo, babeando.

- La verdad que estupenda- asintió Flor.

- Te queda fenomenal- corroboró Romina.

- Has elegido muy bien, churrito mío- dijo Irina, yendo a su asiento.

- Tengo buen gusto.

- Seguro que has tenido ayuda de algún pajarito... o pajarraca...

- Noooo, que vaaaa.

- Me ha parecido oír que te ibas de aquí ¿no?

- Sí Irina, pero vendré a veros ¿eh? Y vosotras también me podéis visitar, que no está prohibido.

- Claro mujer. Por cierto ¿y tus hermanos? Hace un buen rato que no sabemos mucho de Alex- soltó Irina, aguantándose las ganas de mirar a Romina.

- Pues Alex está centrado en sus estudios, aunque me parece que anda detrás de una pija de su curso- respondió, pensativa, mirando de reojo a Romina.

- Bueno, es lo que tiene haber sido „rechazado“- comentó Mateo.

- ¿Y César?- insistió Irina, notando la mirada de Romina maldiciéndola.

- Pues trabajando...

- ¿Y aún no lo ha cazado ninguna moscona?

- Maruja- dijo Romina, mirando a Irina de manera recriminatoria.

- Bueno- continuó Flor-, hay una tipa que lleva un montón de tiempo detrás de él, como muchas claro... aunque últimamente me parece que está cediendo ante la tipa esa.

- Bueno, podría decir que tiene novia- sugirió Mateo.

- Buena idea cari, pero hay un pequeño detalle que falla... que le descubrirían porque no tiene- dijo Irina.

- Bueno, pero tal vez alguna no interesada como esas podría hacerse pasar por su novia- susurró Flor.

- Sí, dejar verse en público para callar bocas- continuó fantaseando Irina.

- Pues os tengo una candidata- empezó Mateo, con una sonrisa burlona.

- Romina- dijeron Flor e Irina a la vez.

Romina suspiró, maldiciendo a todo lo maldecible.

Antes de dormir se pusieron a hablar del tema.

- Vamos Romina, no dramatices, no tendrás que hacer nada estrambótico- insinuó Irina.

- Muy bonito, precioooosoo vamos- ironizó Romina.

- Bueno, por algo se empieza. Tranquila que seguro que estará encantado en que le ayudes a espantar mosconas.

- Ya, pero eso sería utilizarme y podría acabar haciéndome daño ¿no crees?- dijo cabreada.

- El que no arriesga no gana.

- Sí, pero depende del precio.

- Tu sabrás, más no podemos hacer- sentencio Irina.

Continuará...

[Merchedj 3.915]

Me ha gustado el capítulo. Ya está Laura casi bien y planteando casarse con Carlos que es un sol de chico. Irina va muy bien con Mateo así que ya está todo preparado para seguir más a fondo la historia de Romina con César.

[Aída_dc 249]

¡César, César, Césaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar! hahahaha TIENES QUE SEGUIR! Me ha gustado este capi; han pasado muchas cosas. Estoy deseando ver salidas de "no novios" así que... ¡Ya sabes! xD

[jana61 2.411]

Todo el mundo con pareja menos la pobre Romina y una que yo conozco... ejem. Que a ver si se arregla con Cesar, que me encanta. ¡Y quiero tema!, ¡ya!

[Fabichapitas 139]

Hola ! me puse al dia, ya que no pude entrar porque estuve fuera el fin de semana. Ginevra, no se esta haciendo pesado, para nada, solo que me sorprende la cantidad de episodios porque pense que eran menos :) y lo otro, por los comentarios de las demas acerca de Carlos, cada cosa que él hace y cada cosa que Laura responde, es una eñal de maltrato conyugal para mi!!! no me lo puedo sacar de la cabeza, Carlos es malo ! ... y sabes hacer que se note la quimica entre los personajes porque veras, cuando Romi salia con Alex, era como aburrido, como que se notaba que Alex en verdad se esforzaba por mantener despierta a Romi XD, en cambio con Cesar, las cosas fluyen, nacen, es entretenido, y Romi tambien se nota con una parada mas interesante frente a él :). Y se me vino la imagen de la pelirroja bonita cuando Flor dijo que habia una tipa haciendole ojitos a Cesar. Buen capitulo !!!

[Merchedj 3.915]

Fabi, a mí Carlos me parece un chico estupendo y no veo ningún maltrato por parte de él. No sé qué jhas notado tú para que lo pienses pero yo no alcanzo a verlo.

[Fabichapitas 139]

Los comentarios anteriores contaminaron mi perspectiva acerca de él XD

[Annika 8]

Fue mi opinión nada mas, no quiere decir que sea así

Me gustó mucho el capítulo Ginevra!! Y no aburren para nada, al contrario.. Disfruto mucho leyendo tu historia!!

[Fabichapitas 139]

Pero quizas en realidad Carlos no es tan santito como dice ser, hay que esperar y dejarse sorprender :)

[Javielid 2]

Está es una de las historias de Los sims 3 que ha dejado colgada!! Romina es hermosisima!! Ansiosa x el proximo capi!!!!

[NatayaTahir 0]

Buen capitulo. Esperemos que Carlos sea una buena persona y no solo fachada. Me ha gustado mucho lo de "emparejar" a César con Romina xD Parecían que se estaban leyendo la mente xD Veamos que tal le va a Romi con César...seguro que hay muuuucha química.

[GwennieBlack 15]

Me leí todo lo que me faltaba leer ^-^ ¡Y vaya que pasaron cosas! Pobre Laura con respecto a la pérdida del bebé, eso ha sido duro seguramente, pero me alegro que ya esté mejor al menos...y que tenga a alguien como Carlos que parece quererla mucho n_n Me parece bien que se quieran casar aunque me parece algo precipitado, aunque sí, son los planes, no es tan rápido. Si eso les parece bien entonces sabrán

Ya quiero ver cómo va eso de Romi fingiendo ser la novia de César :3 Algo me dice que va a pasar algo con Alex u_u

Muy bueno, como siempre

[Ginevra 1.523]

¡Gracias chicaaas! Pobre Carlos, le tenéis en mal concepto o no os fiáis de él xDDDD

Capítulo 16

Unos días más tarde salió con Flor, estaba empeñada en que fuesen a ver a César a menudo. Romina no creía para nada que aquello fuese bueno, embutirle su presencia a César creía que podría hacer el efecto contrario. Pero Flor era de la opinión contraria y estaba muy entusiasmada.

- ¡Mira! Ahí está.

- Me gusta este local- comentó Romina, a la vez que veía a César. Le dio un vuelco el corazón, tal vez no estuviera de acuerdo en la manera de abordarlo, pero era un motivo para verlo y conocerlo más.

Se acercaron a su mesa, bordeando el futbolín. Por extraño que le pareciera, Romina no estaba nerviosa, sino como en una nube.

- ¡Hola Ces!- exclamó Flor alegremente, como siempre.

- ¡Ah! ¡Hola!

- Hola- dijo una voz femenina. Romina la reconoció, era la pelirroja de la fiesta de principio de curso.

- Hola Martina- contestó Flor, aunque ya no tan agradable- ¿Podemos sentarnos con vosotros?

- ¡Claro!- César se veía como salvado- Buenas Romina.

- Hola, Cesi- replicó ella burlonamente. No le importaba que hubiese una chica guapa desconocida presente, ella se iba a comportar igual.

- ¿Quién es esta chica? – inquirió Martina, con elegancia pero desdeñosamente.

- Soy Romina, vecina de Flor- se auto presentó. Se sentía valiente, no iba a dejarse pisar por una chica un poco más mayor y mucho más guapa.

- Ah, yo soy Martina, vecina de César- repuso ella, dándose importancia, aunque disimuladamente.

Romina sabía que era el típico estilo de chica que se hacía pasar por la amable, simpática y dulce delante de su interesado, pero lo hacía todo con aguijón. Romina no se iba a dejar picar, sería la primera vez que se enfrentaba a una chica así, pero lo haría, pero siendo ella misma. Martina era el moscón, no ella.

- Por cierto- empezó Martina. Romina notó que sus ojos la miraban con maldad- ¿Tú no eres la Romina que salió con Alex?

- No, no salí con él- dijo secamente Romina-. Nunca tuvimos nada.

- Romina es buena chica y no se aprovecha de los chicos, y podía haberlo hecho, pero no lo hizo- le echó un cable Flor.

- Es lo que tenía entendido.

- La gente es muy chismosa- comentó César, que no tenía muchas ganas de hablar.

- Sí. Ya me acuerdo de ti Romina, estabas en la fiesta de principio de curso ¿no?

- Sí- confirmó Romina. Sabía perfectamente que la había reconocido en seguida, no ahora.

- Entonces vives en el cuchitril de edificio ese, no en el que está ahora Flor.

- Bueno, mi piso no es un cuchitril, está muy bien- repuso Romina, mirándola con rabia disimulada.

- Martina, no es un edificio malo, para Flor estaba bien- dijo cansinamente César.

- Pues eso, un cuchitril.

- No todo el mundo puede permitirse tener una casa particular y un piso de lujo- discutió César.

Como vio que no tenía apoyo de nadie y estaba cabreando a César, Martina cambió de tema. Habló de conocidos de ellos dos, intentando dejar fuera de conversación a Romina, incluso a Flor. Romina estaba algo cabreada, pues era una manipuladora nata, lo hacía todo a la perfección, apenas perceptible. Si uno no estaba espabilado no se daba cuenta de sus verdaderas intenciones.

Al cabo de una insufrible media hora para Martina (no consiguió acaparar la atención de César) decidió marcharse, tenía que ir a recoger el vestido para Halloween.

- “Tengo que recoger el vestido de Halloweeeeeen” petarda- la imitó Flor una vez que se quedaron los tres solos-. De verdad que no la aguanto ¿Por qué no la mandas a freír espárragos?

- Porque es la hija de mi jefe, de momento.

- ¿Qué va a dejar de ser su hija? – ironizó Romina.

- Voy a montar mi propio bufete, Lady Toalla.

- Voy al servicio, os dejo con vuestros asuntos- dijo Flor, con una sonrisita disimulada.

Hubo una mini pausa, aunque no incómoda. Romina se sentía la mar de feliz, era como una cita, o podía verlo ese momento de esa manera.

- Así que vas a montar tu bufete…

- Sí. Ya que estás ¿Conoces a alguien que me pueda servir de secretaria?

- Pues…- dijo Romina, pensativa- bueno, conozco a alguien que tal vez le interesaría, pero no tiene estudios ni experiencia en eso.

- La verdad, al principio no va a haber mucha faena, y no es muy complicado. Se aprende sobre la marcha, así que bueno, si está interesada me lo dices.

- Ok, se lo comentaré y ya te digo su respuesta- Romina sintió una alegría subir por su barriga hasta la garganta.

Hubo otra pequeña pausa, esta vez con más tensión, pero por parte de César. Romina se puso alerta, se dio cuenta de que quería decirle algo. Flor aún no regresaba del baño. Estaba segura de que estaba haciendo tiempo, pero ¿para qué? ¿Esperaba que su hermano se declarase o algo así?

- Esto… siento el comportamiento de Martina. Es la típica niña de papá que mira por encima del hombro a los demás.

- No te preocupes, la gente que no me interesa me da igual lo que digan, y menos si lo hacen para molestar- dijo Romina, con una sonrisa dulce y sincera.

- ¿Te gustaría venir conmigo a la fiesta de Halloween? Así me quito de encima a las mosconas pesadas… ¡No es que te esté utilizando! Que mal ha sonado… quiero decir que…

- Sí, que así estarás tranquilo y podrás disfrutar de la fiesta- le cortó Romina, intentando aguantarse la risa.

- Eso, a parte que así disfruto de tu compañía, Lady Toalla.

- ¿Quieres que vaya envuelta en una toalla negra?- ironizó Romina.

- ¿Entonces vienes?- preguntó, intentando disimular su entusiasmo.

- Pues, no sé…- Romina no sabía qué hacer, si aceptar sin hablar ni con Laura ni con Irina o ver lo que hacían ellas.

- Bueno, ya me lo dices a final de semana.

- Sí…

Sabía que tanto su hermana como Irina le instarían a ir, la cuestión era ¿Se atrevería a ir de fiesta con él? ¡Era una oportunidad de oro! ¡Y se lo había pedido a ella! En ese momento se sintió abrumada.

- ¡¿Quéeeeeeeeeeeeeeee?!

- Pues eso… ¿Qué vas a hacer tu en Halloween? – preguntó Romina, quitándole importancia.

- ¡Qué importa! ¡Ya le estás diciendo que sí que vas o te mato!

- Ya pero ¿Y si realmente me utiliza para que las otras no le molesten?

- No me fastidies que desconfías ¡Eso te lo ha dicho como excusa! Con lo seguro que parece de sí mismo y tiene que decir chorradas… hombres.

- ¿Entonces crees que debo ir?

- ¡Claro!

- Sí, pero seguramente iremos a una fiesta de riquillos o gentucilla como Martina y a lo mejor hago el ridículo.

- ¡Deja de ser negativa! ¿No habías ido esta tarde mega positiva? ¿A qué viene esto?

- No sé, de repente me siento insegura…

- Bueno ¿Sabes qué te digo? Que te dé todo igual, tu vas a la fiesta con un tío guapetón y los demás te importan un pepino. Además, estoy segura de que le gustas a César, sino no te habría invitado, te lo aseguro.

- ¿Tu crees?

- ¡Seguroooooo!

Por la noche, antes de irse a la cama se limpió la cara, algo que la relajaba para dormir. Estaba algo más sosegada y creía que sí, que podía gustarle de verdad a César, aunque sea atraerle.

No era fea, todo el mundo decía que era cuqui, creía que era simpática, ni egocéntrica ni petulante como la gran mayoría de las que conocía. Tenía una piel bonita, un pelo suave…

¿Pero qué estás pensando Romina García? Pareces estúpida echándote flores. Si tenía que gustarle a César no podía ponerse a pavonear, pues seguramente era eso lo que le gustaba de ella. Cuando estuviera con él debería seguir como hasta ahora, siendo ella misma, natural.

- Bueno Rominita, ya está bien de pensar en romances, a este ritmo cateas la uni nada más empezar. Lo que tenga que surgir con César surgirá si es lo que tiene que pasar.

Continuará...