Historia cancelada ★ Tears from Polaris ★

[NatayaTahir 0]

Siento el doble post, pero aquí traigo dos capitulos nuevos =3 Creo que ya empieza la bueno...xD

Capitulo 4

Me había pasado toda la mañana despotricando cosas crueles sobre esa bruja amargada que solo sabía joder la existencia a los demás. Lyra me escuchaba atentamente, bebiéndose una gran taza de café y comiendo madalenitas de chocolate. A eso de las 12 se había tenido que ir pitando para ir a mirar un coche de segunda mano. Si se lo compraba podríamos gastarnos el dinero del billete en gasolina y además llegaríamos antes a la universidad, y por lo tanto, sin tener que pegarnos un madrugón.

Cuando llegó la hora de la comida me preparé un buen plato de macarrones con queso fundido y carne. Mi secreto era utilizar dos tipos de tomate, mezclarlo bien con la carne ya hecha (con un pelín de cebolla y pimienta) y meterlo al horno con queso rallado por encima. ¡Eso le quitaría el mal humor a cualquiera! Y a mí me lo quito, por supuesto. Que le dieran a esa vieja, era yo la que tenía un precioso sobresaliente en el expediente.

Y así, pasando la tarde con dos culebrones, un concurso y un chapuzón rápido en la piscina, pase mi tarde intentando olvidarme de todo. Lyra me encontró tumbada en una de las tumbonas.

Se me quedó mirando, su rostro con una sonrisita que no podía disimular. Eso solo quería decir una cosa…

-¡Tenemos coche!-gritó histérica mientras yo gritaba también y la abrazaba-¡tenemos coche, tenemos coche!

-¡Adiós olor a humanidad, bienvenido olor a pino fresco!-exclamé yo mientras las dos saltábamos como un par de adolescentes locas.

Fui corriendo a verlo, allí aparcado en nuestra plaza de parking que estaba sin usar. Era un coche viejo, ya desgastado, con la pintura que se le caía allá donde miraras. Sin embargo, era nuestro coche, lo que significaba ir a cualquier lado sin tener que depender de transporte público.

-Lo voy a estrenar ahora mismo para ir a ver a Deneb, que por cierto, deberíamos ir tirando ya-consultó su reloj de muñeca. Marcaban ya las 6 p.m. en punto y Deneb tocaba a eso de las 8 p.m. Con coche llegaríamos rápido, lo malo era toda la gente que se juntaba en el local, y eso que era un asco de antro. Ni si quiera habían mesas para poder sentarte, solo unos cuantos taburetes repartidos por la barra. Mas era el sitio donde más drogas se movían en toda la ciudad, así que era normal que todo el mundo se reuniera allí.

-¿Qué te vas a poner? ¿Lo de la otra vez?-pregunté mientras entrabamos en casa-yo creo que me pondré una camiseta, los pantalones y las converse.

-¡Deberías ponerte el vestido que te regalé!-aquél vestido no pegaba ni con cola en un antro como al que íbamos.

-Ni soñarlo, que me lo queman con algún cigarrillo.

Se encogió de hombros, y se dirigió a su cuarto a buscar modelito. Sabía a ciencia cierta que Lyra no descansaría hasta encontrar el conjunto adecuado. Además, era la novia del bajista así que tenía que dar buena impresión.

Yo me puse lo normal, una camiseta cómoda, unos pantalones cómodos y mis deportivas. Y que dijera lo que quisiera, pero yo allí no iba para ligar. Antes muerta. Me puse una fina capa de maquillaje, un poco de brillo labial y me recogí el cabello. Me di un último vistazo y salí al pasillo a esperar a Lyra, mientras me preparaba un bocadillo.

Estaba toda impresionante cuando salió de su habitación. No pegaba mucho al sitio al que íbamos, no obstante, a ella le daba igual. Quería ir guapa para su novio, algo bastante normal. Y sentí una punzada de dolor al recordar quién era su novio y me vi reflejada en el cristal de la ventana. Yo nunca sería tan guapa como Lyra, ni en un millón de años. Ni tan elegante, ni tan fina, ni siquiera tan bien hablada como ella. Intentaba comportarme como tal, pero en realidad era un poco mal hablada, y aunque me vestía como una chica, era más masculina que cualquier chico de mi facultad. Suspiré, de repente sintiéndome muy cansada, harta de todo, queriendo quitarme la máscara y decirle al mundo que quizá no era tan perfecta como Lyra, pero que lo intentaba como podía.

-¿Lista, my friend?-alargó la mano para que se la cogiera y así lo hice. Salimos de casa, cerrando bien con la llave, doble vuelta, para entrar en lo que era nuestro coche. Nuestro primer coche, aunque estuviera muy usado.

Lyra se puso de conductora, lanzó el bolso hacia la parte de atrás, se puso el cinturón y giró la llave para darle marcha al coche. A pesar de sus tacones, consiguió dar marcha atrás y nos encaminamos al horrible garito donde tocaba Deneb, donde soportaríamos una hora y pico de música demasiado ruidosa para mis oídos.

Como ya supusimos, el sitio estaba a reventar. Aparcamos donde pudimos, a cinco minutos del local (aun tuvimos suerte) y nos pusimos a hacer cola. Había un par de seguratas a cada lado de la puerta, dando permiso para entrar. Lyra y yo, que ya eramos casi VIP, nos dejaron entrar sin problemas. Hasta los dos hombres nos saludaron levemente con la cabeza. Nosotras los imitamos para no quedar como un par de maleducadas.

Deneb ya estaba tocando, junto con el idiota del cantante que también tocaba la guitarra. Allí estaba, berreando delante de la luz de los focos, mientras la gente bailaba sin parar aquella música espantosa.

Lyra se quedó animando a Deneb, comiéndoselo con los ojos, mientras yo fui a la barra a beberme un cubata. Me importaba poco que fueran recién las 8 p.m. Si quería rebozarme como una croqueta en mi victimismo por mi amor no correspondido, al menos lo haría con un buen vaso de vodka.

Me pase allí la hora y pico que tocó Deneb. De vez en cuando les echaba un vistazo a él y a Lyra y subía el vaso de tubo a modo de saludo, con una sonrisa en los labios. Sin embargo, cuando me giraba, la sonrisa se desvanecía y solo me quedaba un vacío en el pecho.

-¿Mal de amores, rubia?-me preguntó la camarera, mientras limpiaba la barra-lo digo por tu cara.

-Lo superaré-mentí descaradamente-no merece la pena.

La camarera asintió, me sonrió y fue a atender a un cliente que la llamaba desesperada desde la otra punta. Oí como la canción se terminó y con ello el conciertazo del grupo de Deneb, “Toxic Tattoos”. Vi como Lyra iba corriendo a abrazarlo y le metía la lengua hasta el esófago. Perfecto, justo la imagen que deseaba para mi estado de humor. Y así, acabándome el segundo cubata, me fui por la puerta de atrás del garito a tomar el aire. No soportaba estar allí encerrada por más tiempo.

Me senté donde pude, intentando mantener las lagrimas a ralla. Lo único que podía hacer en momentos como esos era lamentarme, maldecir a diestro y siniestro y llorar un poquito. Menos mal que el rímel era a prueba de agua, chica lista.

Oí a lo lejos el maullido de un gato, unos pocos cristales cayendo, los pitidos de los coches, la gente riendo y gritando como loca por querer entrar al sitio. Yo seguía allí sentada, respirando el aire fresco de la noche, serenándome antes de volver a entrar y seguir bebiendo. Mi hígado me odiaría esa noche, y mi cerebro también.

-Así que aquí te escondes-musitó una voz y volteé la cabeza-mi pequeña presa.

Un hombre rubio, fantasmagórico y realmente guapo había aparecido delante de mis narices. Su sonrisa malvada hizo que una gota de sudor frío me cayera por la frente. Iba vestido muy a lo victoriano, todo alto y hermoso. Me pareció un ángel, un ángel macabro que algún artista loco había cincelado en mármol.

Me levanté como pude, intuyendo el peligro, pero él fue más rápido y me agarró del cuello.

-Esta noche, querida, va a ser la mejor noche de mi vida al poder retorcer tu frágil cuello en mis manos centenarias-y a partir de aquello, solo sentí un profundo dolor en el cuello y después paz. Solo paz dentro de un vacío negro.

PD: Aquí dejo una foto extra del vampiro rubio, que no se ve mucho xD

Editado 14 sep 2011 por Hinata_Nione

[NatayaTahir 0]

Bueno, este capitulo no me ha gustado mucho como me ha quedado, ya os aviso. Lo que había dentro de mi cabeza era 100 veces más bueno, pero no me ha salido mejor. Lo siento T_T

Capitulo 5

Era una noche tranquila, no hacía mucho frío y se notaba en el ambiente. La gente salía por la noche sin llevar una chaqueta a cuestas, yendo de restaurantes caros a clubs de moda. Draco caminaba despacio, observando a todas las personas que pasaban por su lado. Algunas se lo quedaban mirando por su extraño atuendo (cosa a la que él estaba más que acostumbrado), otras (chicas sobre todo y algún que otro chico) le echaban un buen repasón, pasándose la lengua sensualmente por los labios. ¡Si no estuviera de servicio…!

Le pareció escuchar un grito ahogado en la lejanía y fue corriendo para ver qué ocurría. Su sexto sentido, el que más tenía que usar para su trabajo, nunca le dejaba respirar y era muchísimo mejor asegurarse que no dejarlo pasar.

Al llegar a la procedencia del grito, vio con sus ojos al vampiro que jamás creyó que volvería a ver. Al bastardo que había estado buscando sin descanso desde que el muy cabrón aniquilo a toda su familia.

Sabía que no debía hacer mucho ruido. Ahora el vampiro estaba desprotegido mientras se alimentaba y debía salvar a la pobre victima como fuera.

Sacó su pistola, Punisher, y apuntó al vampiro. El pulso no le temblaba, aunque la rabia le estuviera consumiendo por dentro. Quería vengar a su familia, sin embargo, en la Orden siempre le habían enseñado que lo más importante era tener la cabeza bien fría. Y la suya parecía el jodido Polo Norte.

-¡Eh, tú, sanguijuela!-el vampiro paró de golpe, soltando a la chica, que cayó de forma brusca al suelo, mientras se giraba lentamente hasta quedar de cara al cazador. Tenía la boca manchada de sangre y había guardado los colmillos.

-Oh, pero que ven mis viejos ojos-la voz del vampiro era suave, grave y un pelín ronca-un cazador de la mismísima Orden. No sé si sentirme alagado o simplemente indiferente.

Draco tragó saliva, apretando a Punisher con fuerza. Ese hijo de escoria no iba a salir vivo de allí. Oh no. Antes muerto que dejarlo vivir.

-Yo que tu tendría cuidado, chupa sangre. Esto está bien cargado.

-¿Pretendes que una simple pistola me haga daño?-se echó a reír, con ganas. Los humanos eran tan idiotas, a pesar del tiempo que pasara.

-¿Crees que es una simple pistola? Vaya, creí que conocerías mejor a la Orden.

-Los conozco bien-contestó-sois una panda de idiotas que se dedican a luchar contra seres superiores, como yo, con un puñado de armas que no nos afectan y la temeridad como única guía.

Draco sonrió. Era cierto que en el pasado habían actuado como una panda de idiotas, sin embargo, habían mejorado mucho en los últimos tiempos. Habían mejorado las habilidades, las armas, la agilidad y la astucia. Eran algo más que esa “panda de idiotas que se dedican a luchar contra seres superiores”.

El vampiro rubio seguía ahí de pie, tapándose la boca en un gesto teatral de aburrimiento. Draco rechinó los dientes, no estaba dispuesto a que el maldito se lo tomara a plan de broma. Sin pensárselo dos veces, empezó a distraer al vampiro con su charla, mientras él se reía de lo desgraciados que eran. Hasta que estaba tan distraído que puedo disparar y la bala le alcanzó justo en el brazo. El ser no hizo nada, hasta que sintió el efecto de lo que había dentro de la bala.

-Sangre de hombre muerto-musitó mientras se cogía el brazo adormecido.

-¿Sigues creyendo que no hemos aprendido nada?-dijo el chico socarron.

El vampiro chilló muy fuerte, clavándose el agudo sonido en los tímpanos del joven. Salió disparado, antes de que el cuerpo se le adormeciera del todo. Ese cazador se las pagaría, vaya que si lo haría.

-¡Jodidos vampiros y sus malditos gritos!-gritó poniéndose de pie. Odiaba esa voz tan aguda que parecía que todos poseían. Corrió hacía la chica, que estaba todavía en el suelo, inconsciente y le tomo el pulso. Era débil, pero constante. Seguía viva.-¡Quédate conmigo!-vociferó-¡Quédate conmigo! Ahora vendrá la ambulancia-sacó el móvil y empezó a marcar los números, hasta que algo lo atacó por la espalda y cayó encima de la chica, también inconsciente.

-Ella se viene conmigo-dijo otro vampiro que había aparecido en escena. Y así, dejándolo en aquél callejón inconsciente, se llevó la chica en brazos. Sabía perfectamente que hacer con ella.

Dos días después…

Mi madre me llamaba desde la lejanía. Vestía su típico vestido cómodo, su moño para estar por casa y sonreía desde la puerta del jardín. Cassi, decía mientras abría los brazos para recibirme. Sus abrazos eran siempre fuertes, cargados de un amor incondicional.

-No debes estar aquí, pequeña-susurró en mi oreja-este no es tu lugar.

Y todo se fue volviendo oscuro, mi madre se distanciaba de mí y yo solo podía correr tras ella, llorando, suplicándole que no me dejara.

Desperté de pronto, llevándome una gran bocanada de aire. Miré a mí alrededor, desconociendo el sitio. ¿Dónde diablos estaba?

Me levanté, pero acabe cayendo de culo encima de la cama otra vez. Me encontraba terriblemente débil, como si me hubieran dado una paliza. Reparé en que la garganta me ardía de una manera asombrosa, como si llevara deshidratada toda mi vida. Escocía, quemaba y si intentaba respirar por la boca aún era muchísimo peor. Tenía una sed increíble, mas no me apetecía agua. Ni zumo. Ni cualquier refresco. Entonces, ¿sed de qué?

-Buenos días, bella durmiente-un hombre apareció a mi lado, cargando un vaso lleno de un liquido rojizo. Zumo de frutos del bosque, pensé-esto es para ti, supongo que estarás sedienta.

Le contemplé por un largo rato. Mi visión parecía haber mejorado un montón, incluso estaba más receptiva con los olores. Toda la casa era un revoltijo de olores, madera, piel del mobiliario, jabón, y una mezcla de diferentes flores. Y el mejor olor venía del vaso que sujetaba fuertemente, a dulce y salado al mismo tiempo, irresistible.

-¿Quién eres y qué hago en tu casa?-arrojé la pregunta con la voz más aguda que había escuchado en mi vida. Me llevé la mano a la garganta y lo miré con recelo-¿qué me has hecho?

Y todo lo de la noche anterior vino a mi cabeza. El hombre de cabellos rubios, el dolor del cuello y la paz que me transmitió. Una paz que asustaba. Y fijándome bien, el chico de ahora tenía el mismo tono de piel, demasiado pálido para ser si quiera real.

-Me llamo Rigel-musitó, sus ojos clavados en los míos-soy tu maestro.

Me quedé a cuadros. ¿Qué tipo de persona daba eso como respuesta? ¿Mi maestro? ¿De qué hablaba y qué cojones me había hecho?

-Antes que nada, bébete esto. Te encontrarás mejor, confía en mí-me puso el vaso delante de mis narices y el olor me abofeteó en la nariz. Le arranqué el vaso de golpe y empecé a beber como si aquello fuera el agua de la eterna juventud.

-¡Puaj!- escupí todo lo poco que había bebido. ¡Estaba malísimo! Como si estuviera recalentado-¿Qué me estás dando?

Él asintió, me arrancó el vaso de las manos y lo depositó en el suelo. Me sentí como un conejillo de indias, siendo observada con aquellos enormes ojos de un verde muy claro.

-Supongo que a los neófitos no os gusta la sangre recalentada. Me lo tendría que haber imaginado, lo siento-¿neo…qué? ¿Sangre? ¿!Qué maldita secta me había secuestrado!?

-¿Qué me has hecho? ¿Me acabas de dar sangre para beber? ¿Estás mal de la cabeza? Vale, mira, está bien. No contaré nada si a cambio me dejas ir, ¿de acuerdo? Podemos ser civilizados y llegar a un trato, y no sé…-empecé a hablar sin sentido, mientras Rigel o como quiera que se llamara, me ojeaba como si fuera una película de comedia.

-Lo que te he hecho, chica a la que le he salvado la vida, es convertirte en uno de los míos. Ahora eres un vampiro-me confesó, como si me acabara de anunciar que mañana llovería.

Me paré justo en el sitio (¿Cuándo me había levantado?). Comencé a sentirme como ida, mas me sentía mejor que nunca, a pesar de la debilidad. Contemplé mis manos (a las que mi subconsciente no había querido hacer caso) y vi por mi misma el cambio de tono de mi piel. Un poco más oscuro que el del hombre. Le volví a mirar en busca de ayuda, de entendimiento y él sacudió la cabeza de arriba abajo. Vampiro. Era un vampiro.

PD: También dejo foto extra de Draco =3

Editado 14 sep 2011 por Hinata_Nione

[Sanxtv 218]

para que luego digas que no escribes biiien!!! si la historia es muy buena!! quiero ver el proximo capitulo

[Ginevra 1.523]

Pobrecillaaaaa, aunque seguramente le vaya todo mejor ahora que es vampiresa . Los personajes nuevos me gustan. Ella está monísima con ese conjunto

[NatayaTahir 0]

Gracias a las dos =3 Y Ginevra, no sé si le irá tan tan bien de vampiresa...xD

[*Laura* 37]

Me encanta Hinata! Anoche a las tantas leyendo la historia jajaja. Se pone cada vez mas interesante y las imagenes son muy buenas, esta todo muy bien decorado y los personajes son guapisimos, sobre todo el vampiro moreno ultimo

Por cierto, creo que fue Zauma quien te dijo que deberias hacer tus propias plaquitas de fans, pues yo estoy de acuerdo tambien. Si las haces, avisame que yo quiero una! wiii!!!

[NatayaTahir 0]

Muchas Gracias Lau! Es que no tengo ps y no sabría como hacerlas...xDDD Tampoco quiero molestar a mis musas, que bastante tienen ellas.

Editado 15 sep 2011 por Hinata_Nione

[*Laura* 37]

Muchas Gracias Lau! Es que no tengo ps y no sabría como hacerlas...xDDD Tampoco quiero molestar a mis musas, que bastante tienen ellas.

Bueno, acabo de hacer yo una plaquita por si la quieres...

Me salio un tanto mal, pero bueno. Lo que he hecho es coger un trozito de la portada que te hizo Cova y le he puesto unas letras que se parezcan lo maximo a las que puso ella

No es gran cosa, pero al menos, espero que te guste :

[NatayaTahir 0]

Oye pues ya es mona! xDDD Me la voy a poner...así hago publi =3

[*Laura* 37]

Oye pues ya es mona! xDDD Me la voy a poner...así hago publi =3

[freakeli21 0]

actu actu actuuuu (8) xD

[NatayaTahir 0]

Mañana actualizaré que no tengo prácticas y hoy escribiré capi, que más o menos ya lo tengo hecho xD

[Ginevra 1.523]

¡Yupi! Ya tenemos algo que leer mañana xDDDD

[SoniiaV 169]

¬¬ creí que ya había actualizado, desilusión T^T

[Amanda 5]

MI comentario va a ser breve

Qué fuerte

Editado 27 sep 2011 por Amanda

[Sanxtv 218]

yo tambien pensaba que habia actu...jooo

[freakeli21 0]

¬¬ creí que ya había actualizado, desilusión T^T

bueno, pero manana u hoy (para uds creo) habrá actu xD. Asi que cuando problablemente leas esto, ya enci habra actualizado ^^ enci enci <3

Pd: tu no tienes historias? quiero tuyas y de lore también (como amé a Gabriel) y de quien las publique para tener mucho que leer los viernes (día libre) *.*

PD para enci: emmmm te mandaré un mensaje privado para cuadrar tu sabes qué ejemmm (agitando frasco con un insecto "inofensivo") xD

[NatayaTahir 0]

¡Cómo lo prometido es deuda, aquí traigo un nuevo capitulo! Es bastante largo de lo que suelo hacer en compensación de que solo traigo uno =D Así que nada, disfrutad~~

Capitulo 6

El mundo se le había caído encima, no sabía si era en sentido figurado o literalmente. Miró a su alrededor, ida, sin acabar de creerse lo más obvio, que era una vampira. No sabía cómo diablos se había convertido en…eso, pero ahí estaba, de pie, con sus pálidas manos y esos ojos verdes, más claros que los suyos, que no se apartaban de ella. Sintió nauseas, aunque el hambre de algo desconocido se estaba apoderando de ella. “Sangre”, pensó, “sed de sangre”. Su cara de horror fue un poema y corrió. No sabía a dónde, solo corrió, hasta que Rigel se puso delante de ella. Ni siquiera se fijó que estaba delante de la puerta.

Él carraspeó un poco, agarrándola del brazo, intentando transmitirle algo de serenidad en aquella mirada de un verde tan límpido que sintió un escalofrío.

-Mira, haremos una cosa. Dúchate, tranquilízate y yo traeré algo de comida. Te explicaré todo cuando vuelva-él la guió hasta la puerta del baño y en menos de un segundo estaba allí con ropa limpia-es de mi vecina. A veces se queda por aquí. Problemas matrimoniales-suspiró, apartando un poco la mirada, como si le doliera los problemas de su vecina-no hagas nada estúpido. Los neófitos son muy peligrosos ahí fuera y no creo que quieras causar algún desastre. No tardo.

Ni tiempo le dio a asentir, que el hombre ya se había evaporado de su lado.

Le hizo caso y entró en el baño. Ahí, delante del espejo no podía mentirse. Estaba pálida, con aquellas enormes ojeras que adornaban sus cuencas verdosas, como un marco encuadra a un lienzo. Sus ojos brillaban, si, no obstante, sin ese brillo que te da la vida. Era un brillo que advertía peligro. Lo más desagradable, sin duda, eran aquellas venas casi translucidas que enmarcaban su rostro, de forma sutil.

Se desnudó lentamente y volvió a mirarse. Era ella y no lo era. Por supuesto, era el mismo cuerpo, sin embargo, parecía más fortalecido, más resistente.

Se metió en la bañera y no esperó a que el agua se calentara. Se sorprendió al no notar el frío de un agua que debía estar congelada. Estaba bien, a temperatura ambiente. Se echó champú, y, al tocarse el cabello se dio cuenta de que este era mucho más sedoso y más fuerte.

Sacó el tapón para que el agua se fuera, se secó lentamente con una toalla y se fue vistiendo como si lo hiciera para su condena de muerte, porque así se sentía en aquellos momentos. Se llevó la mano a la boca, intentado controlar el llanto que la había sobrecogido de golpe. Vampira. Ella. Vampira.

Se recogió el cabello en una sencilla coleta de lado, tomó una gran bocanada de aire (hasta el momento ni se había dado cuenta de que ni respiraba y que jamás volvería a necesitarlo) y salió a enfrentarse a su, ahora, realidad.

Rigel la esperaba ya, vaso en mano, repleto de ese líquido rojizo que sería su único alimento. Le pareció hasta irónico que el rojo, hasta ahora su color favorito, le resultara tan repulsivo.

-Acabo de robarla de un bus de donación de sangre. Quizá esté un poco fría, pero no sabrá igual que la sangre que te di la primera vez-le tendió el brazo y Cassi se lo tragó, alejando de su mente cualquier pensamiento sobre lo que estaba haciendo. Pronto descubrió que el ardor que gruñía en su garganta se calmaba y desaparecía cualquier malestar. En realidad, nunca, en toda su vida, se había sentido tan…bien.

Depositó el vaso en la mesa. El hombre le indicó que se sentara en el sofá del comedor y allí se dirigieron los dos. Era una situación incómoda para ambos. Incomoda y terriblemente violenta.

-Supongo que te debo una disculpa-susurró muy flojito, pero Cassi lo escuchó a la perfección-no era mi intención hacerte esto. Pero habías perdido demasiada sangre y ni aunque te hubiera dado de la mía para que sanaras, hubieras podido vivir.

Ella clavó su mirada en el que ahora parecía ser su creador o como quiera que lo tuviera que llamar. Y allí, contemplándolo de arriba abajo, se dio cuenta de que no podía enfadarse con él. Que era incapaz de sentir odio por ese ser.

-¿Por qué no me dejaste morir?-su voz sonó rota, demasiado aguda para alguien normal. “Pero yo ya no lo soy”, pensó, con cierta melancolía.

La pregunta le cogió desprevenido o así lo interpretó ella. Aunque había sido por una milésima de segundo, había visto su cara de estupefacción. Su vista había mejorado considerablemente, captando todas las pequeñas sutilezas del ambiente o las expresiones del rostro.

-Yo…no he podido hacerlo. Es…personal. Te pareces a alguien que conocí hace mucho, mucho tiempo, cuando aún era mortal.

Estuvo a punto de gritarle que ella no tenía la culpa por parecerse a alguien del pasado, que hubiera preferido estar muerta y no convertida en lo que ahora era. Pero no pudo decir nada, ni siquiera protestar.

-Se que no puedes odiarme-dijo él, alto y claro-nuestro vinculo entre creador y creado nos lo impide. En algún momento querrás marcharte de mi lado, sin embargo, acabarás volviendo a mí. Es lo que pasa con los de nuestra raza.

-Entonces, ¿eso es todo? ¿No puedo odiarte porque eres mi creador o mi maestro o lo que sea? Y ya por eso, ¿tengo que estar de acuerdo en todo lo que digas o hagas? ¡Yo no pedí ser esto! ¡Soy el producto de un deseo egoísta!-se levantó, chillando, llevándose la mano al pecho-solo soy el eco de alguien que conociste en el pasado, ¿y ya por eso tienes derecho a…a destrozarme la vida?-y ahora sentía el odio hirviendo en sus venas. Pero no hacía él, ni hacía ella, sino a la situación. A todo lo que tendría que renunciar, a lo que tendría que sobreponerse.

Las lágrimas se desataron ya por fin, cayéndose al suelo y aferrándose a ella misma. Se sentía tan poca cosa, tan terriblemente sola. Ni siquiera cuando sus padres habían muerto se había sentido de tal forma. Porque tenía a Lyra y a Deneb. Ahora no tenía a nadie, excepto un capullo egoísta que lo había echado todo a perder.

-Eres especial-murmuró él-la segunda vampira que es como yo-Cassi elevó la mirada-Puedes vivir bajo la luz del Sol, necesitas pocas horas de descanso, eres más fuerte y veloz que un vampiro anciano. Tus lágrimas siguen siendo lágrimas y no horribles manchas de sangre. Y tu naturaleza, que también es la mía, te impedirá hacer daño a otro ser vivo.

Cassi se quedó fascinada tras aquellas palabras. No había caído en que era de día y que no se estaba chamuscando. Seguía allí, viva (en cierta forma), capaz de ver la luz solar. Observó sus manos y vio agua en ellas. Agua y no sangre. Volvió a mirar a Rigel, preguntándole silenciosamente porque no ellos dos no eran como los demás.

-Quizá no te lo creas o tal vez sí. Mi padre fue un hada guerrero al servicio de su señor. Mi madre lo encontró en el bosque y lo ayudó a curarse. Al cabo de los meses nací yo, producto de su amor. Pero mi padre tuvo que marchar cuando se hubo recuperado, abandonando a la mujer que amaba y al hijo que todos considerarían extraño-sonó amargó, cargado de dolor-pocos saben de esta historia, excepto mi creadora, que en paz descanse, y mi hermano de sangre, Algol. Gracias a mi mitad hada puedo caminar bajo la luz del sol, ser más fuerte que cualquiera y no necesitar descansar toda la noche para recuperar fuerzas. Por eso muchos me temen, y a ti también te temerán. Solo debes confiar en mí, únicamente en mí.

Rigel la ayudó a levantarse y se quedaron ahí, uno delante del otro. Rigel notó el nerviosismo que recorría cada fibra de su hija de sangre, pero ella estaba ahí, intentando parecer firme.

-Pocas cosas dañan a los vampiros, pequeña hija mía. El fuego, la decapitación y la sangre de hombre muerto. Esta última nos deja en un estado vegetal hasta que la expulsamos de nuestro organismo-le contó el hombre mientras le cogía la mano y la sentaba a su lado, de vuelta al sofá-te enseñaré a moverte por este mundo, a cazar en casos extremos. Nuestra naturaleza bondadosa nos impide hacer daño a cualquier humano, pero si no lo matas, podrás estar en paz. Te enseñaré como, te enseñaré todo lo que esté en mi mano. Ahora eres mi hija y yo soy tu creador, tu maestro.

La chica lo escudriñó casi con admiración. Ahora tenía que aceptar que ya no pertenecía al mundo de los humanos, que ahora era una vampira novata que debía aprender a manos de su maestro. “Al menos puedo caminar bajo la luz del Sol”, pensó, recordando algunas novelas vampíricas que había leído, donde la mayoría de vampiros viejos se lamentaban por no volver a ver el astro rey.

-¿Cómo te llamas?-preguntó, acariciando su mano.

-Cassiopeia Simons-musitó la joven-no es que me encante mi nombre, pero es el que tengo.

Rigel asintió, pensativo. Después se levantó, y en menos de un segundo, sus dedos estaban manchados de sangre.

-A partir de este día, abandonas toda relación con el mundo humano, incluyendo tu nombre y empiezas a vivir donde te corresponde. A partir de hoy serás conocida como…Polaris-y le paso los dedos por la frente, la nariz y acabó en su boca. La ahora nombrada Polaris se lo quedó mirando, sin saber qué hacer, hasta que lamió un poco el líquido rojizo de sus dedos. Su destino ya estaba sentenciado.

[Ginevra 1.523]

Uh, ya está bautizada oficialmente, la Laris XDDD

Me ha recordado a True blood

[NatayaTahir 0]

Es que voy cogiendo un poquito de allí y de allá...XD Un poquito de True Blood, un poquito de las crónicas de Anne Rice, otro poquito de lo que sale en Supernatural...remezcla total xD

[Ginevra 1.523]

Un coctel xD. Mientras quede bien .

[SoniiaV 169]

Quiero acción! D:

[NatayaTahir 0]

Poco a poco, que solo llevo 6 capitulos...xD

[SoniiaV 169]

Me da igual ;__;

[NatayaTahir 0]

Dentro de poco comenzará la acción (y saldréis Cova, Elena y tu haciendo de zorritas...xD)