Publicado 17 jun 2010 (editado) Bueno, me animo a hacer mi primera historia, espero que os guste^^. CAPÍTULO 1 Acababa justo de terminar los deberes cuando bajé las escaleras al oír que mi madre me llamaba. Estaba preparando la cena cuando me acerqué a ella y le pregunté qué quería. Lucila: Ha llamado la señora Hall, necesita que vayas ahora mismo, le ha salido una urgencia y tiene que marcharse. Rose: Pues iré, ya cenaré cuando vuelva o picaré algo allí. Lucila: ¿No quieres llevarte un bocadillo? Rose: No gracias, no tengo apetito. Y no me esperes, vete a la cama aunque sea tarde. Lucila: ¿Crees que podré dormir tranquila si es tarde y no has llegado? Rose: Tienes que descansar, así que no hagas esfuerzos. Salí de la casa con un nudo en la garganta tras darle un beso a mi madre. Contemplé un segundo la casa vacía de la señora Benson, había fallecido la semana anterior, dejando la casa en venta. Fui por las casi desiertas calles, a esa hora ya no hacía calor, menos mal. Llegué a la moderna casa de la señora Sanz, viuda con dos hijos, uno de mi edad y una niña de un año. Era una mujer elegantísima, siempre vestida para trabajar. Era una empresaría muy seria y adinerada. El hijo mayor, Lucas, era un horror de chico, típico malcriado y chulo creído. La pequeña Lily era adorable. Solo con ver el buzón se podía saber como era la casa. Llamé al timbre y esperé a que me abriesen. Arqueé las cejas sorprendida de ver a Agatha así vestida. Me abrió la puerta y ella salió. Estaba muy guapa. Agatha: Siento haberte llamado a estas horas, pero me llamó un empresario diciendo que había cena de gala, así que me he arreglado lo más rápido posible y te he llamado. Dales la cena a los dos y deja que Lily juegue un rato, después la acuestas y cuando yo regrese podrás irte. No volveré tarde, cenaré y me inventaré alguna excusa para volver. Cualquier cosa me llamas. Rose: No se preocupe y diviértase. Agatha: Gracias, eres un sol. Hasta luego. Se alejó sujetándose el vestido para que no rozase mucho la hierba. Entré en la casa y subí al primer piso a recoger a Lily. Rose: ¡Hola Lily! Lily: ¡Roseeeee! Rose: ¿Quieres cenar? Lily: Siiiiiiiiiiiiiiiii. Con la pequeña en brazos, salí de esa habitación para dirigirme a la de Lucas. Entré después de llamar cuatro veces, Lucas siempre hacía lo mismo, no contestaba. La televisión estaba encendida y él estaba en el ordenador, chateando con sus amigotes. Me acerqué para que notase mi presencia. Rose: Ves despidiéndote... Lucas: ¿Vas a matarme? Rose: …la cena tarda poco. Le dejé murmurando por lo bajo y fui a la cocina. Puse a Lily en la trona y saqué la comida para calentarla en el microondas. Después de poner la bandeja en la mesa, saqué el potito de Lily y lo puse en un cuenco. Lo dejé delante de la niña y ella metió la mano dentro. No sé como hizo, pero lo hizo, manchó toda la trona y tiró el cuenco al suelo, ni me enteré de lo rápido que sucedió. Me tocó bajarla de la trona y dejarla en el suelo, mientras su perezoso hermano bajaba por las escaleras. Lucas: ¿Ya me has preparado la cena? Rose: No soy tu chacha. Lucas: Parecido. Rose: No, soy la CANGURO de LILY. No me han contratado para cuidar a un idiota de dieciocho años...- dije frotando fuerte las manchas de la trona. Terminé de limpiar el estropicio de Lily y la volví a sentar, dándole otro cuenco y vigilando que no lo tirase. Lucas masticaba como un cerdo mientras Lily volvía a meter la mano en el cuenco, pero esta vez llevándose la comida a la boca. Después de que lo hiciese tres veces le aplaudí por comer y guardé la cucharita, por si la utilizaba de arma arrojadiza. Lucas terminó de comer y se levantó. Lucas: Recoge el plato. Rose: Te repito que no soy tu chacha, si quieres una te lo puedes permitir- dije recogiendo la bandeja de muy mal humor-. Es la última vez, cuando venga tu madre se lo diré. Lucas: Que miedo... Rose: Tu ríete. Chulo de bareto cutre... Lucas: Pero si soy un chulo de bareto cutre, tu eres una rata de alcantarilla... Rose: Es cierto, que eres superior a todo el mundo... Lucas: ¡Sí, lo soy! Pasé de él y recogí a Lily. Le limpié las manos y la carita de potito y la llevé a su cuarto. La puse a jugar con las muñecas hasta que intentó comerle la cabeza al muñeco. La cogí y la metí en la cuna. De repente sonó una música muy fuerte en la habitación de al lado. Me cabreé mucho y fui acumulando ira por el pasillo. Llamé una vez a la puerta de Lucas, casi tumbándola y entré sin contemplación al no recibir respuesta. Lo que vi fue a Lucas en calzoncillos y bailando al son de la múscia. Lucas: Vamos, Rose, baila conmigo- me dijo con voz insinuante. Rose: Estás peor de lo que pensaba... como una cabra... Lucas: Vamos, chati... Rose: ...chati... ¡chati!... ¡CHATI! ¡¿PERO TU ERES TONTO DE REMATE O QUÉ?! BAJA LA MÚSICA QUE TU HERMANA TIENE LA CUNA JUSTO EN ESTA PARED, INÚTIL. Lucas obedeció horrorizado. Me había quedado sin voz, pero había conseguido que quitase la música. Le dejé allí plantado, en calzoncillos, y regresé a la habitación de Lily. Obviamente aún no se había dormido, pero estaba ruisueña. Me senté en su sillón y esperé a que regresase Agatha. En algún momento me quedé dormida y me desperté de un sobresalto al oír la puerta principal. Salí despacio para no despertar a la pequeña y bajé la escalera. Allí estaba Agatha, algo sulfurada. Agatha: ¡Ah! Por fin pude volver, siento llegar tan tarde ¿cómo se ha portado? Rose: Tiró un cuenco, pero por lo demás muy bien- me hubiese encantado decirle que su hijo era un idiota, pero no podía. Agatha: ¿Comió con la cuchara? Rose: Ah, no, no quiso. ¿Se lo pasó bien? Agatha: Sí, pero me cabreé con algunos gerentes por avisarme tan tarde, no lo volverán a repetir. Rose: Me alegro. Bueno, pues volveré pasado mañana o cuando me necesite- comenté amablemente. Agatha: Claro, hasta pasado mañana. Rose: Adiós. Salí de allí a toda velocidad. Las calles estaban completamente silenciosas, ni un coche pasaba. Fui corriendo a casa y llegué cansada. Las luces del comedor estaban encedidas y mi madre dormitaba en el sofá. Rose: Mamá... mamá... ya volví- dije despertándola suavemente. Lucila: Oh... ¿ya? Rose: Son las doce y media. Te dije que te fueras a la cama. Lucila: Pero estaba aquí tumbada, es lo mismo que estar allí. Rose: Mamá, por favor... Lucila: Cariño, no pasa nada. Me abrazó fuertemente. Eso solo hacía que preocuparme más. Contuve el nudo en la garganta y subí a mi cuarto, despacio para no despertar a Víctor, mi hermanito. Entré en mi habitación y contemplé el escritorio con los libros y libretas, me cabreé mucho. Tenía mucha rabia, me cambié y me preparé para dormir, pero no quería quedarme a oscuras, así que dejé la lamparita encendida. Tardé mucho en dormirme por tener que contener el llanto y el dolor de cabeza que me entró, pero al final me quedé dormida. CONTINUARÁ... Editado 24 oct 2010 por Ginevra A Nastyuja le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 18 jun 2010 está muy bien! pero que le pasará a la madre que está Rose tan preocupada?? Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 18 jun 2010 Muchas gracias por comentar^^. Si le pasa algo o no a Lucila tranquila que no queda mucho para saberlo^^. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 19 jun 2010 (editado) Os dejo el segundo capítulo, espero que os guste^^. CAPÍTULO 2 El sábado me levanté y limpié la casa de arriba abajo. Hice la comida para Víctor y para mí, ya era bastante tarde. Mi madre no tenía apetito. Tenía la cabeza en las nubes, pensando en el fin de curso por fin, cuando mi madre comenzó a hablar: Lucila: He estado pensando en contratar a una chica… Rose: ¿Cómo? Lucila: Sí, tu ya tienes suficiente con los estudios e ir a casa de la señora Hall- dijo despacio. Rose: Queda solo dos semanas de clases, no es necesario que contrates a alguna chica, además, no me cuesta nada cuando puedo limpiar o hacer la cena, tu tranquila. A parte, no sé como quieres que le paguemos... Víctor acabó de comer y se levantó deprisa, lo noté tenso. Lucila: También había pensado en vender la casa antes de… Mi madre no llegó a terminar la frase, ya fuese porque no quisiese decirlo en voz alta o porque no se atrevía a nombrarlo. Víctor dejó de fregar su plato y salió corriendo de la casa. Terminé de comer despacio, me costó mucho seguir tragando por el nudo de la garganta. Mi madre no volvió a hablar, pero noté desde mi sitio que lloraba, las lágrimas silenciosas resbalaban por sus pálidas mejillas. Al acabar de comer, fregué mi plato con lentitud y terminé de enjuagar el de Víctor. Arreglé con parsimonia la cocina y salí en busca de mi hermano, sabía perfectamente donde estaba. Siempre salía de la casa y se sentaba en uno de los columpios. Me senté a su lado sin decir nada. Así estuvimos mucho tiempo, cada uno sumergido en nuestros pensamientos, posiblemente muy parecidos. El sol giraba en el cielo, cambiando las sombras de nuestro alrededor. Ambos estábamos cómodos consolándonos de aquel modo mutuamente, pero Víctor no podía más. Víctor: ¿Cómo se atreve a decir eso? Rose: Víctor, debes ir asimilándolo, por favor. Víctor: ¡No! ¡No hay nada que asimilar!- su voz sonó con rabia e ira. Saltó del columpio y se marchó corriendo a casas, dejándome sola. Lo comprendía. Apenas tenía doce años y solo estábamos los tres. Hacía una semana que los tres no teníamos a nadie, hasta la muerte de la señora Benson. Ella había sido la única amiga de mi madre, nuestra única compañía. Mi padre había fallecido en un accidente de coche al poco de nacer Víctor y mis cuatro abuelos ya no estaban. Solos, así estábamos los tres, pero yo menos. Al menos iba a trabajar a casa de los Hall y me relajaba jugando con Lily, observando como evolucionaba día a día. Pero Víctor no tenía ninguna figura paterna en quien fijarse, no tenía amigos y vivía con la carga que teníamos de saber lo que nos deparaba el futuro. Estuve allí sentada, meciéndome durante muchísimo tiempo, dándole vueltas a la cabeza. Entonces algo me sacó de mis reflexiones. Había alguien al otro lado de la valla. Y lo que me dejó asombrada fue que entraron. Era una chica y un chico. Ella parecía más mayor que él. Ambos iban completamente de negro, con vestimenta que la señora Benson hubiese calificado de raros. Al verme, la chica se acercó a mí. No tuve más remedio que levantarme y acercarme a ellos. Sí, la chica era más mayor que él. Me pareció muy guapa, severa e imponente, esa fue la primera impresión. Desconocida: Hola ¿vives aquí?- me preguntó alegremente. La impresión de severa se esfumó. Rose: Sí- contesté señalando mi casa con un movimiento perezoso de la mano. Desconocida: Pues entonces...¡Hola! Somos tus nuevos vecinos- dijo sonriendo ampliamente. Rose: ¿Vecinos?... vaya, muy bien- fue lo único que conseguí articular mientras pensaba en que no fuesen muy ruidosos, molestos y desordenados. Desconocida: Me llamo Kitty y este es mi hermano, Mike. Mike: Buenas- dijo con pereza, yo hice un movimiento con la cabeza. Rose: Soy Rose. Y...bueno, ¿Cuándo os instaláis? Kitty: Pues hoy. Durante esta semana hemos ido arreglando la casa y trayendo nuestras cosas. Rose: ¿Ah, sí?- dije sorprendidísima. Kitty: Bueno, nos metemos dentro a ver que tal y a organizar un poco- dijo amablemente, también se esfumó la impresión de imponente. Los vi marcharse y luego fui a casa casi corriendo. Rose: ¡Mamá! No me habías dicho que ya tenemos vecinos. Lucila: ¡Ah! Se me olvidó…- dijo casi riéndose- ¿Y cómo lo sabes? Rose: Porque los acabo de ver, se están instalando ahora mismo. Lucila: Pues voy a pasarme a verlos. Si quieres, ves a ver a Víctor, está en su habitación… Salió de la casa mientras yo subí al cuarto de mi hermano. Antes de entrar, vi a mi madre llegando a la casa de los vecinos. Llamé suavemente a la puerta de Víctor. Me dio permiso para entrar, estaba leyendo. Me acerqué a él despacio, no quería parecer que fuese a reñirlo o algo parecido, pues estaba muy sensible. Rose: Víctor...- dije suavemente. Él se levantó y dejó el libro encima de su escritorio, se acercó a mí de malas pulgas- Por favor, debes comprenderlo. Víctor: ¿A caso tu lo comprendes?- me desafió mirándome mal. Rose: Es ley de vida… Víctor: ¡¿Ley de vida?! ¡LO QUE PASA ES QUE ESTAMOS GAFADOS! ¡TODO A NOSOTROS, TODO! Temblaba de rabia, y yo temblaba porque sabía que él tenía razón. Rose: Por eso, debemos mantenernos unidos, pase lo que pase- dije con un hilo de voz. Víctor me miró, su rostro se había calmado, había descargado la furia que llevaba dentro. Entonces me abrazó, estuvimos así mucho tiempo. Cuando nos separamos vi que tenía los ojos empañados, se enjugó las lágrimas y me sonrío tristemente. Víctor: ¿Pase lo que pase? Rose: Pase lo que pase. Dejé a mi hermano leyendo y me fui a mi cuarto. Estuve allí tumbada mucho tiempo, hasta que bajé a hacer la cena, era increíble como había pasado el tiempo. Ya hacía dos horas que mi madre había ido a casa de los vecinos. Mientras pensaba en ello, oí voces justo en la puerta. Lucila: Pasad, pasad- decía la voz de mi madre de buen humor. Kitty: Gracias, señora Watson- dijo la voz de la chica. Eso me sobresaltó, haciendo que derramase un poco la cena. Lucila: Llámame Lucila, por favor- dijo mi madre dulcemente. Después de un cuarto de hora estábamos todos alrededor de la mesa, cenando. La chica era guitarrista en un grupo y su hermano también. Habían comprado la casa para independizarse y no molestar a su madre. Ella tenía veintidós años y él diecinueve. Mi madre hablaba mucho con ella y Víctor escuchaba con mucha atención todo lo que le decía el chico. Los primeros en levantarse fueron los chicos. Tras una breve discusión sobre recoger la mesa, me levanté y fregué los platos mientras los demás se sentaban en el sofá. Oía a Kitty y a mi madre hablando alegremente y cuando acabé de recoger la cocina, me pregunté qué estaba haciendo el chaval. Estaba arreglando la tele, se había roto por la tarde y él se había ofrecido a arreglarla. Al cabo de un buen rato, cuando la televisión ya estaba arreglada y ya habían tomado varios vasos de té, se marcharon a su casa, muy contentos. Subí a mi habitación tras dar las buenas noches a mi madre y mi hermano, estaba muy cansada, había sido un día extraño. Esa noche, como la gran mayoría de noches desde hacía un tiempo, me dormí muy tarde, deseando que todo se arreglase de una vez, vivir una vida más normal y más feliz. No sabía que eso no era lo peor que me quedaba por vivir. CONTINUARÁ... Editado 19 jun 2010 por Ginevra Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 22 jun 2010 ¡Está genial la historia! Las fotos reflejan muy bien el texto, la trama es interesante y la historia da intriga. Continúa :)! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 22 jun 2010 Muchísimas gracias por tu comentario, me ha animado mucho^^. Mañana si puedo pondré el tercer capítulo. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 23 jun 2010 Perdón por el doble post. CAPÍTULO 3 El domingo por la tarde me preparé para ir a casa de las señora Hall. Era un día muy soleado y caluroso. Salí de casa tras despedirme de mi madre y de Víctor. No tenía muchas ganas de ver a Lucas, pero al ser domingo posiblemente estuviese dando vueltas con sus amigotes. Iba sumergida en mis pensamientos cuando vi a una chica del instituto acompañada por un chico, al parecer, su novio. Cuando estuve más cerca reconocí a mi vecino. Los esquivé, pues nunca me había hablado con ella y no me apetecía interrumpir una escenita romántica. Llegué a casa de los Hall y Agatha ya me esperaba en el vestíbulo con Lily en los brazos. Agatha: Hola. Rose: Buenas tardes. Lily: Rooooseeeee. Agatha: Llévala al parque, que se entretenga allí un rato, que le de el sol. No volveré hasta la hora de cenar, estamos con un montón de papeleo del mes de junio, estoy hasta el gorro de esos malditos papeles... ¡Bueno, Lily! Pórtate bien y no le des guerra a Rose. Me entregó a la niña después de darle un beso. Salimos las dos de la casa, Agatha subió a su cochazo y yo me dirigí al parque más cercano. Dejé a Lily en el banco de arena (luego la tendría que bañar) y me senté cerca, vigilándola. Después de un rato de ver a niños, padres y abuelos transitar por el parque y de que el sol me cegará y tostara, vi aparecer a la chica del instituto y a Mike. Me distraje unos segundos de más en ellos, hasta que una sombra me cubrió. Entonces levanté la mirada y me topé con Lucas. Su cara era como la de siempre, de pocos amigos. Lucas: No estabas vigilando a la cría- dijo con voz de asco. Me incorporé para encararle. Rose: ¿Y a ti qué ti importa?- fue lo primero que se me ocurrió. Lucas: Mira niña, mi madre te paga para algo, y estabas mirando al quinto mono. Rose: ¿Desde cuándo te importa que tu madre me pague y te preocupes por si estoy cuidando a Lily? ¿Te has vuelto fraternal de repente? Cogí a Lily, que ya nos miraba raro. A parte que no quería que mientras su hermano y yo discutiéramos ella se escapase. Lucas: No seas tonta, niña. ¿Fraternal? Si esta mocosa me quita espacio y dinero. Lo que invierte mi madre en ella es dinero perdido para mi. Rose: ¿Cómo puedes decir esas cosas?- estaba escandalizada. Lucas: Tu eres un gasto innecesario. Rose: Es ridículo escucharte. Bufé y me di la vuelta para marcharme, pero me retuvo cogiéndome por el antebrazo. Rose: ¡Suéltame! No me toques, me das asco... ¡asco! Lucas: ¡¿Quién te crees que eres para hablarme así?! Rose: ¡¿Y quién te crees tu para tratar a todo el mundo así?! ¡¿El rey del mambo?!- chillé indignada. Lucas: Estás despedida. Rose: Tu no decides eso- le dije casi escupiendo. Lucas: No, pero ya verás cuando le diga unas cuantas cosas a mi madre. Antes hará caso a su hijo que a una pobre desgraciada como tu, rata asquerosa. Estábamos en tensión. Tenía ganas de patearle, pero algo me retenía. A nuestro alrededor todo estaba silencioso, las personas que estaban cerca nos miraban expectantes. Lily se aferraba a mi con fuerza. Entonces otra sombra me tapó. Lucas: ¿Tienes algún problema, payaso? Mike: Apártate- me ordenó. Obedecí sin darme cuenta, me alejé un poco, fuera del alcance de Lucas. Observé a los dos jóvenes. Mike: ¿Tienes tu algún problema?- preguntó educadamente, pero serio, intimidante. Lucas: ¿No te enseñaron que uno no se mete en las conversaciones ajenas? Mike: Defiendo a mis amigos. Lucas: ¿Amigos? ¿Eres amigo de esa fulana? ¡Anda ya! Mike: Pues sí, somos amigos ¿Algún problema?- su voz casi sonaba amenazante. Lucas: Cretino, eres más estúpido que ella. Pero tranquilo, que a tu amiguita la verás ahora más a menudo, va a tener más tiempo libre. Dicho eso le dedicó una mirada asesina y salió corriendo. Rose: ¡Uaaa! ¡Gracias! Gracias, gracias, mil gracias- dije en un suspiro. Mike: No me las tienes que dar, ese tipo es patético. Rose: ¿Me lo dices o me lo cuentas? Pero de verdad, te estoy muy agradecida- dije de corazón. Mike me sonrió y eso me tranquilizó. Rose: Bueno, será mejor que lleve a Lily a su casa, se ha hecho tarde. Mike: Sí, ya nos vemos. Rose: Adiós. Y gracias, gracias, de verdad. Salí deprisa con la pequeña en brazos. No había dicho nada, ni emitido ni un sonido. No me detuve hasta llegar a su casa. Para mi sorpresa Agatha estaba fuera, esperándome. Agatha: ¡Lily! ¿Estás bien? La niña asintió y yo me mosqueé, no era normal esa pregunta. Agatha: Bueno pues ya está. Le entregué a su hija, me encontraba algo nerviosa. Agatha: Mira, lo siento pero no vas a poder volver- parecía algo apenada. Rose: ¿Por qué? Agatha: Porque tu y Lucas no os lleváis bien y bueno, se que habéis discutido y tal, que un amigo tuyo intervino... Rose: Se lo prometo, no volverá a pasar. Agatha: Rose, no es eso. Si tengo que elegir entre mi hijo o tu, ya sabes cual es la respuesta. Me quedé cortada, tenía razón. Rose: Si quiere no le hablaré y ya está, pero necesito trabajar...- dije a la desesperada. Agatha: Se tu situación, por ello te voy a dar un poco más de dinero de lo normal. Pero lo siento, no puedo pedirte que sigas viniendo. Me entregó un sobre. Comprendí que no había vuelta atrás, que ya no había más remedio que buscar otro trabajo. Rose: Gracias por todo- dije con un hilo de voz. Agatha: Gracias a ti. Adiós. Rose: Adiós. Me giré y comencé a caminar notando que el nudo de la garganta volvía a hacerme compañía. Lily: ¡Roooooseeeee! No me giré, no quería ver esa dulce carita surcada de pecas mirándome. Eché a correr sin parar hasta casa. Llegué reventada, pero ahora me sentía algo más descargada, aunque no sabía como le iba a decir a mi madre que no teníamos una fuente de ingresos. Entré en casa y ahí estaba mi madre, viendo la televisión. No sabía como explicarle lo sucedido. Lucila: ¿Ya estás aquí?- preguntó alegremente- Tienes la cena en la nevera. Rose: Gracias. Mi voz debía de sonar horrible, pues mi madre me siguió. Lucila: ¿Te pasa algo? ¿Estás bien?- preguntó preocupada. Rose: Mamá...- cuanto antes se lo dijera mejor- me han despedido. Me senté en la mesa, cabizbaja. Mi madre se sentó frente a mi, no parecía enfadada. Lucila: ¿Y eso? Rose: Por culpa mía. Lucas me provoca y bueno, en cuanto ha podido le ha dicho a Agatha que me echase. Obviamente antes cree a su hijo que a una palurda... Lucila: Pero ¿Qué pasó? Rose: Estaba en el parque con Lily y entonces salió él de no sé donde y empezó a decir tonterías y me enfadé y le grité, él me gritó y apareció Mike y Lucas se fue corriendo como una nenaza y ya. Lucila: ¿Mike? Rose: Sí, Mike. Terminé de cenar, estaba con un nudo en el estómago y la garganta, bueno, era un nudo toda entera. Rose: No pasa nada, buscaré otro empleo- dije levantándome. Lucila: Venderé la casa e iremos a casa de mi hermano... Rose: ¡No! ¿Acaso nos acogerán? Lucila: No será capaz de dejarnos a los tres en la calle. Rose: ¡Mamá, por favor! ¡Ya lo ha hecho dos veces! ¡DOS! No sé ni como le llamas hermano, si para el eres un tan insignificante como una hormiga- fregué el plato con furia. Ni siquiera el único familiar que teníamos nos quería, ni siquiera nos apreciaba un poquitín. Lucila: Rose... Rose: Mamá, es hora de ir a dormir, mañana tengo clase y tu tienes que descansar. Y se acabó la conversación, no quería hablar más del tema. Le di un beso de buenas noches y subí a mi cuarto. Me cambié rápidamente, estaba agotada y alterada. Estaba harta. Revisé los libros en la mochila y, al girarme, vi algo en la ventana. Me acerqué y observé. Era Mike, le veía en su habitación. Me aparté rápidamente de la ventana por si me veía, no quería que creyese que le espiaba. Pensar eso me hizo gracia, así que aguanté la risa y me metí en mi cama. Esa noche dormí bien, me costó un poco pero descansé por fin después de tantos días durmiendo fatal. Las clases ya no eran interesantes y no hacíamos nada, era fin de curso e íbamos al instituto por obligación. Al llegar a casa me senté un rato en los columpios, me encantaba mecerme ligeramente, era relajante. Mi madre estaba haciendo la comida y Víctor aún no había llegado. Entonces la puerta de los vecinos se abrió y salió Mike, que se encaminó hacia mi. Mike: Hola. Rose: Buenos días. Mike: Quería saber como estabas, por lo de ayer. Rose: Estoy bien, gracias por preocuparte. Mike: Me alegro- sonaba sincero, eso me conmovió. Rose: ¿Y qué tal vuestra instalación?- pregunté, me encontraba con ánimos de entablar una conversación. Mike: Bien, muy bien... Pero algo nos interrumpió. Algo que me desgarró el alma. Algo que hizo quedarme con los pies clavados en el suelo. Un grito proveniente de mi casa. Mike fue más rápido que yo y salió disparado hacia la puerta principal, yo le seguí en cuanto pude reaccionar. Una vez dentro fui corriendo hasta la habitación de mi madre, con Mike pisándome los talones. Rose: ¡MAMÁ! CONTINUARÁ... Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 23 jun 2010 Hola!Me gusta mucho tu historia, me da interes de saber mas...Pero no se si me salte algo, o simplemente no lo comprendo...que les pasa a Rose y a su hermano?Queiro saberlo :) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 23 jun 2010 Gracias por comentar^^. No está dicho claramente, pero están algo alterados por la madre. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 23 jun 2010 Dios mío ¿Pero qué ha pasado? Espero que no se haya muerto :S Qué estúpido es Lucas ¬¬ ¿Pasará algo entre Mike y Rose? Sigue pronto porfi!! :) Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 24 jun 2010 Hola!Ayer no lei el capitulo 3 porque mientras lo ponias yo estaba comentando y leyendo xD.Bueno, me gusta la historia, pero... ¿Que le pasa a la madre de Rose? ¿A Mike le gusta Rose? ¿Quien es el hermano de Lucila? ¡Lucas es un ***********************! Sigue pronto! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 24 jun 2010 ¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios! El hermano de Lucila es un espontaneo xD, no os preocupéis por él. La madre de Rose está enferma, la pobre.. Y no os digo más qeu sino os cuento todo xDD. Pondré el capítulo cuatro el domingo o el lunes^^. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 jun 2010 Hola!! es la primera vez que me apso por este foro de los sims 3 y he dado con tu historia, que menuda historia!! Está super interesante, la madre de Rose me ha dado mucha pena, espero que no le haya pasado nada grave. Una pregunta, bueno, tres: ¿A Lucas le gusta Rose, y por eso la trata así, y viceversa? O... ¿Mike siente algo por Rose, y ella solo lo ve como a un amigo? O... ¿Rose siente algo por Mike? Bueno, sé que esta duda no me la aclararás porque si no, la historia pierde toda su gracia En serio, me encanta. De aquí en adelante me pasaré más por este foro xD Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 jun 2010 ¡Muchísimas gracias por comentar Amanda! Anima muchísimo que comenten la historia y más si les gusta, como bien sabéis^^. Pues a las preguntas no te puedo contestar, más que nada por que dentro de poquito ya se verán más cosas (en cuanto pueda subir capi, que será pronto). Eso sí, Lucas es así de tonto, no es que le guste Rose xDDD. De verdad, muchas gracias a todas por comentar^^. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 jun 2010 ¡Muchísimas gracias por comentar Amanda! Anima muchísimo que comenten la historia y más si les gusta, como bien sabéis^^. Pues a las preguntas no te puedo contestar, más que nada por que dentro de poquito ya se verán más cosas (en cuanto pueda subir capi, que será pronto). Eso sí, Lucas es así de tonto, no es que le guste Rose xDDD. De verdad, muchas gracias a todas por comentar^^. Jajaja, ok me lo has dejado claro, lo de Lucas, digo. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 28 jun 2010 Me encanta la historia!! Esta muy bien escrita y las fotos muy bien hechas.Tengo muchas ganas de poder leer el próximo capitulo!! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 29 jun 2010 ¡Muchas gracias Lucia! La verdad, he intentado hacer las fotos lo mejor posible, aunque algunas hayan costado bastante xD. Pero si el resultado gusta pues motiva para seguir haciéndolo mejor^^. Espero poder poner mañana o pasado el capítulo, ya lo tengo preparado, solo queda subirlo y ya tengo ganas xD. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 30 jun 2010 Siento el doble post , pero es para que sepais que hay nuevo capítulo^^. CAPÍTULO 4 No hablábamos, no decíamos nada. Mike tal vez no se atrevía a preguntar, pero no había dicho ni un solo comentario al respecto y no había hecho ninguna insinuación de marcharse. Me conmovía, ya me había ayudado el día anterior pudiendo haber sido un espectador como todos los demás presentes y en ese instante podía marcharse, pero no se movió ni un momento de mi lado. (...) Llevábamos bastantes horas en el hospital, esperando a que nos dijesen algo. Yo no despegaba mi mirada de las rodillas, temía que si miraba a otro lado fuese a hundirse el mundo. Solo levantaba la mirada cuando pasaban unas enfermeras o un médico, esperanzada de que me dijesen algo. Pero no llegó esa ocasión hasta que apareció la doctora de mi madre. Doctora: ¿Rose Watson? -preguntó cordialmente, aunque sabía de sobra que era yo. Rose: Sí- mi voz era apenas audible. Doctora: Acompáñame. Me incorporé y Mike afirmó con la cabeza. Seguí a la doctora hasta su despacho sin decir nada. Al entrar me indicó un asiento delante de su escritorio, me senté y esperé a que ella se sentase. Doctora: Soy la doctora que trata a tu madre. Antes que nada quisiera saber si ella ha hablado contigo- dijo tanteando el terreno. Rose: Si se refiere a su enfermedad, sí. Doctora: Claro, sé que solo os tiene a tu hermano y a ti, pero hay casos que los familiares no saben nada. Rose: Aunque no nos lo hubiera dicho lo hubiésemos averiguado- susurré más bien para mi. Doctora: Este desvanecimiento de tu madre ha indicado el principio del fin... Rose: ¿Cuánto le queda?- corté con voz ausente. Doctora: Depende. Una semana, un mes, medio año... Rose: ¿Tan impreciso? Doctora: Las enfermedades extrañas son imprecisas. Han habido casos de cáncer que al paciente se le ha estimado un mes de vida y doce años después aún está vivo. Pero eso son cosos muy muy muy extraños. Estaba aturdida. No me imaginaba a esa persona, que le habían dado un mes de vida y más una década después estuviese viva... Doctora: Lo mejor es prepararse mentalmente. Si quieres tu hermano y tu podéis disponer de un psicólogo... Rose: No, no será necesario. Desde que lo supimos me he estado mentalizando y, bueno, hago lo que puedo con mi hermano, es pequeño, solo tiene once años y... No pude continuar, mi gran amigo, el nudo en la garganta, me volvía a hacer compañía. Doctora: Si quieres puedes ir a verla, aunque ahora está dormida- dijo dulcemente, incorporándose. Rose: ¿Hasta cuando estará aquí?- pregunté imitándola. Doctora: Hasta que sea conveniente. En cuanto esté mejor, dentro de lo que cabe, claro, podrá marcharse a casa. Rose: Muchas gracias, por todo lo que ha hecho por mi madre. Doctora: Es mi trabajo y mi pasión, ayudar a la gente. Pero cuando son casos así, sin remedio, perdón... Rose: No pasa nada. Doctora: Bueno, nos veremos durante estos días, te iré informando de la situación. Rose: Sí, gracias. Hasta luego. Doctora: Buen día. Salí de la consulta y me encaminé hacia la habitación de mi madre. Al pasar por la sala de espera vi a Mike. Rose: Gracias. Gracias por acompañarme- dije de corazón. Mike: No me lo tienes que agradecer... Rose: Mike, he de ser sincera- suspiré e inspiré hondo-. Mi madre está enferma, no tiene cura, como mucho le quedará medio año de vida. Mike se quedó helado, con la boca abierta, sin saber qué decir. Mike: Lo... lo siento- articuló al fin, parecía apenado de verdad. Rose: Quisiera pedirte un favor. Mike: Lo que quieras. Rose: Dile a Víctor que estaré unos días en el hospital y... no sé... Mike: Kitty y yo cuidaremos de él, no te preocupes- dijo seriamente. Rose: ¿Cómo?- pregunté, segura de no haber entendido bien- ¡Oh! No, por favor, ya has hecho mucho por nosotros...- dije rápidamente. Mike: Será un placer. Víctor es un niño encantador y a su edad estar solo en casa sabiendo lo que pasa aquí no es para nada recomendado. Así que decidido, no puedes replicar, y no me des las gracias. No supe qué decirle, le hubiese abrazado, pero no me atreví, así que le di las gracias fugazmente y salí disparada a la habitación de mi madre. Entré y mi pequeña felicidad momentánea se evaporó. Al verla ahí, despeinada, mortalmente pálida y en el entorno frío del hospital, sabiendo lo que me acababa de decir la doctora, mi mundo se derrumbó. ¿Qué haría cuando ella faltase? ¿Y si Víctor no se recomponía nunca de eso? ¿Y si yo misma desfallecía? Estaba hundida, me dolía el pecho del dolor que sentía por todos esos temores, por lo que se nos venía encima. Pasaron los días. No iba ni a clase, dormía en casa para vigilar a Víctor de que él si que fuese, de echo lo llevaba yo y de ahí me marchaba al hospital. Kitty y Mike le cuidaban cuando el niño volvía del colegio, le mimaban mucho, le ayudaban con algunas tareas veraniegas que le mandaban y le entretenían. Nunca había visto así a Víctor con nadie. Pasaba mis horas en el hospital sentada, en un sillón al lado de la cama de mi madre. Cuando despertaba la atendía o me quedaba dormida en el sillón. Le leía una revista que estaba en al sala de espera o le contaba las noticias. Todo lo que le contaba le parecía magnífico, sobre todo ver como su hijo pequeño se llevaba tan bien con Mike y Kitty, a los que ya admiraba por cuidar de su hijo, les tenía gran estima. Pasaron los días, hasta que un día vino la doctora, algo más contenta de lo habitual. Nos informó de que ya podía volver a casa. Eso fue una gran noticia. Se vistió rápidamente, estaba con más color y tenía más energía. Eso me tranquilizó un poco y tenía una alegría triste, raro de explicar... Doctora: Cuando sientas que te encuentras mal, rápidamente te tumbas, aunque sea en el suelo, y como sea vienes hasta aquí. Lucila: Sí, lo he entendido. Muchas gracias por todo. Doctora: Hay que ver, tu hija ha salido como tu, dando las gracias todo el rato- dijo riendo. Salimos de allí tras despedirnos de las cariñosas enfermeras, nos habían tratado muy bien, hasta me habían cuidado a mi. Al salir al exterior mi madre inhaló una gran cantidad de aire, un aire más limpio que el del hospital, lleno de gérmenes y bacterias, olor a enfermedad. Contemplé el rostro de mi madre de reojo. Llevaba una sonrisa dibujada, aunque se podía leer en su mirada que estaba triste, tal vez por lo que le deparaba el destino. Llegamos a casa y entramos en el recinto. Nos quedamos paradas viendo la escena que se presentaba ante nosotras. Kitty, Mike y Víctor jugaban al pilla pilla, alegres y riéndose. Eso emocionó a mi madre, nunca había visto sonreír a su hijo, no de esa manera, como un niño de once años que se divierte. En cuanto se dieron cuenta de nuestra presencia dejaron de jugar y vinieron a nuestro encuentro. Víctor: ¡MAMÁ!- dijo casi llorando de alegría y la abrazó. Aunque fuese por unos instantes, los tres nos sentimos felices. CONTINUARÁ... 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Publicado 30 jun 2010 (editado) ¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ? pOR QUE? Se va a morir?Nooooo!Pero esque este foro se llama actualidad de sims tristes? (casi todas las historias no tienen un happy end). Un buen capitulo, aunque el hecho de la muerte decepciona mucho.Asi que sigue pronto, por favor!Quiero saber si pasa un milagro por ahi. Editado 30 jun 2010 por Nastyuja Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 1 jul 2010 ¿Se va a morir? ¡Las personas buenas no se merecen eso! Pobre familia, y los niños... se van a quedar solos. Espero que Lucila pertenezca a esas pocas personas que duran 10 años. La foto de Lucila en el hospital, acostada en la cama, era muy real, estaba pajiza como los enfermos y.. me ha conmovido bastante. Espero que pase algo bonito entre Mike y Rose ^^ Sugue pronto!! Un beso. Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 4 jul 2010 CAPÍTULO 5 Nos sentamos las tres mujeres a charlar, mientras que los chicos jugaban a la pelota. Mientras Kitty y mi madre hablaban sobre cosas de cocina observé a Víctor. Estaba muy sorprendida, nunca lo había visto así con nadie, hablando, escuchando y riendo de corazón. Pasamos así la tarde, una tarde muy agradable. Ambos hermanos me caían muy bien, como nadie me había caído, normalmente solía esquivar a la gente, pero ellos atraían las miradas. Les debíamos mucho, especialmente yo, me sentía en deuda con ellos, sobre todo con Mike. Kitty: ¡Eh! ¡Tengo una idea! -exclamó de repente, sacándome de mis pensamientos. Los cuatro la miramos expectantes, esperando. Kitty: Quedaros a cenar. Lucila: ¡Ah, no! No, no, no. Mike: ¿Por qué no? Lucila: Ya habéis hecho demasiado por nosotros, en todo caso debería invitaros yo. Kitty: ¡Pero si acabáis de volver del hospital! No os vais a poner a cocinar ahora. Víctor: Venga, mamá. Yo quiero quedarme. Lucila: Víctor, seto son cosas de mayores... Mike: ¡Decidido! Voy a poner la mesa. Kitty: Ya tengo la cena lista. Menos mal que había hecho para dejar para mañana.... Se incorporaron y entraron en la casa. Me quedé un momento sentada, contemplando el crepúsculo. Era tan hermoso... En menos de diez minutos estábamos los cinco alrededor de la mesa. Era la primera vez que entraba en la casa desde que ellos vivían en ella, y me sorprendí. Era totalmente diferente a como la tenía la señora Benson. Me encantaba, era muy estilo de Kitty y Mike. Lucila: Buenísimo... está buenísimo... Mike: Es su plato estrella, el resto son estrellados- dijo Mike conteniendo la sonrisa, pero Víctor rió con ganas. Kitty: Muy gracioso. Por lo menos cocino, no como otro que yo me sé. Y así pasamos la cena, con bromas, conversaciones interesantes y algún que otro cotilleo. Terminamos y mandamos entre los cuatro a mi madre al sofá. Recogimos rápidamente la mesa y puse la vajilla en el lavaplatos. Después de que estuviese todo aseado, Kitty se sentó a charlar con mi madre. Iba a ir con ellas, pero Víctor me retuvo. Víctor: Mike ¿nos enseñas la guitarra?- dijo con ansias. Mike: Claro que sí, no tienes paciencia ¿eh? Subió por las escaleras y nosotros le seguimos. Al entrar en su cuarto casi se me disloca la mandíbula. Víctor: ¡Qué pasada! Como se nota que eres rico. Rose: ¡Víctor! Víctor: ¿Qué? Es la verdad. Mike: Tranquila Rose, tiene razón. Si mis padres no tuviesen dinero no tendría todo esto- dijo seriamente. Víctor: ¿Qué es esto?- su voz sonó cargada de risa. Miré el objeto en cuestión. Era una taza rosa. Mike: ¡Ah! Sí, me la regaló mi hermana para mi cumpleaños ¿a qué es graciosa la chiquilla? Rose: Yo también te la habría regalado, es de tu estilo- dije conteniendo la risa. Mike me miró y sonrió. Víctor: ¡Ahí está! Víctor contemplaba la guitarra con ojos llenos de ilusión, estaba maravillado. Rose: ¡Uau! Mike: ¿Os gusta? Rose: ¡Me encanta! Mike: ¿Víctor? Rose: Se ha quedado sin palabras- dije sonriendo. Víctor: Toca algo- dijo con un hilo de voz. Mike obedeció. Se puso frente a nosotros. Mike: Os lo dedico, querido público- y nos guiñó un ojo. Miré a Víctor antes de que Mike comenzase a tocar. Le miraba como si fuese una imaginación y yo sonreí al verlo así, estaba embobado. Entonces Mike comenzó a tocar y cambié mis ojos hacia él. Era un canción lenta, hermosa. No me imaginaba que Mike tocase tan bien, realmente bien. Me sentí contagiar por mi hermano, ahora también estaba embobada. La canción estaba como dentro de mí, era como una melodía sanadora, purificadora. Observé a Mike con los ojos soñadores. Y sucedió. Algo dentro de mí dio un brinco al observarle de esa manera. Algo dentro de mí despertó , una sensación difícil de explicar. Lo atribuí a la música, pero rápidamente me di cuenta de que no era así. Había empezado a sentir algo por Mike. Mientras mi cabeza deba vueltas por la nueva sensación, Mike dejó de tocar. Nos miró expectante, pues nos había tomado por sorpresa y no habíamos reaccionado. Víctor: Eres mi ídolo- dijo con un suspiro de admiración. Yo no podía articular. Mike: ¿Os ha gustado la canción?- preguntó dubitativo. Víctor: Maravillosa, impresionante- dijo aún embobado. Mike: ¿Y a ti, Rose? Rose: Es lo más bonito que he escuchado en mi vida- dije en tono soñador. Víctor: ¿De dónde la has sacado? Mike: La he compuesto yo- dijo guardando la guitarra en su sitio. Entonces oímos un ruido, nos giramos justo cuando la puerta se abría de par en par. Entró corriendo la chica del instituto. Se me cayó el mundo, todo ese mundo que se acababa de forjar por una canción se desvaneció: Era la novia de Mike. Mike: ¡Carla! Carla: ¡Mike, cariño!- exclamó exageradamente, lanzándose a su cuello. Rose: Nosotros nos vamos, ya es tarde. Gracias, Mike. Mike: ¿Ya os vais?- preguntó con verdadera tristeza. Carla: Claro, Mike. Rose y Víctor: Hasta mañana. Mike: Que conste que no os echo, por mí os podríais quedar... La tal Carla no nos dijo absolutamente nada, como si no estuviésemos. Salimos de allí y fuimos a nuestra casa, ya que ni mi madre ni Kitty estaban en el salón. Al llegar dentro mi madre estaba bebiendo un vaso de agua. Vi que al lado estaba la basura a rebosar. La saqué y salí fuera a tirarla. Tras una pequeña pelea con el cubo de basura, oí que la puerta de los vecinos se cerraba. Cogí el periódico justo cuando Kitty salía a tirar su basura. Kitty: ¡Ey! Que me estaba hablando por teléfono cuando os habéis ido. Quería proponerte algo, que estuve pensando... Rose: Dime- dije intrigada. Kitty: Verás, el sábado vamos a la playa y nos gustaría que nos acompañaseis. Vamos los dos solos- se apresuró a decir al ver mi cara. Rose: Bueno, si las cosas van bien de aquí al sábado... Kitty: ¡Perfecto! Merendaremos allí y luego daremos una paseo. Ya verás, lo pasaremos genial. Tras despedirnos regresamos cada una a nuestra casa. La verdad es que Kitty me parecía encantadora, adorable, como un peluche. Nada más entrar en casa mi madre me miró. Lucila: ¿Hablasteis con Kitty? Rose: Ahora mismo. Lucila: ¿Sí? y... ¿te ha comentado algo? Rose: ¿A qué te refieres? Lucila: Algo del sábado... Rose: Sí, lo de la playa. Si estás bien iremos, te hará bien algo de sol. Lucila: Cariño, Víctor y tu, yo no- dijo sonriendo tiernamente. Abrí la boca para responder, pero se me adelantó-. Cualquier cosa tengo teléfono, sé lo que tengo que hacer en caso de encontrarme mal. Rose: Pero... Luclia: ¡Pero nada! ¡D-I-V-I-É-R-T-E-T-E! No pude replicarle. Me dio un beso en la frente y se marchó a su cuarto. Hice lo mismo. Me puse el cómodo y fresco pijama y encendí la lamparita, su luz cálida me relajaba. Al pasar por delante de la ventana vi movimiento. Mi gen cotilla hizo presencia, miré con disimulo por el cristal. Eran Mike y Carla, estaban haciendo cosas de pareja. Mi gen cotilla sufrió un infarto y me retiré de la ventana como un perro apaleado. Me metí en la cama y apagué lamparita. Mike era inalcanzable para mi. Guapo, rico, simpático, hábil y con novia, todo lo contrario de mi. Nunca pondría los ojos en los míos pensando en salir conmigo. Entonces volvió a mi mente la enfermedad de mi madre y mis sentimientos me parecieron estúpidos, no podía ponerme triste por que me gustara un chico, así que ahogué un sollozo en la almohada. Pero regresó a mi memoria la maravillosa canción de Mike, esa melodía fantástica en todos los sentidos, me relajé, me serené y pensé: Mañana será otro día. Y así me dormí. Por fin el último día de clase, los profesores empeñados en dar materia hasta el último segundo, sabiendo con los alumnos ya están con la mente muy lejos de allí de fiesta o pensando en su futuro. Justo con el timbre que anunciaba el final del curso, un alboroto se alzó en el aula. Comenzamos todos a recoger y a hablar con los amigos. No echaría de menos a aquellos compañeros con los que escasas veces había hablado. Ellos me ignoraban y yo los ignoraba, un pacto silencioso en los que todos habíamos estado de acuerdo. El pasillo estaba abarrotado de alumnos alegres por dejar de una vez el instituto, otros conversaban con los profesores, uno de ellos yo. Había salido a toda prisa, pues vi a Clara y no quería cruzarme con ella. La profesora de historia me cazó antes de que pudiese salir al vestíbulo. Profesora: ¡Rose! Rose: ¿Sí? Profesora: Espero que tengas un feliz verano. ¿Aún sigues con la idea de trabajar? Rose: Claro profesora, mi nivel no da para más- era la excusa que había dado desde hacía un tiempo. No iría a la universidad por mi corto intelectual. Conseguí librarme de la profesora y volé hasta casa. Había notado la mirada de Clara clavándome sus ojos en mi nuca, eso me dio escalofríos. Nada más llegar a casa cogí el periódico para buscar trabajo, tenía que encontrar algo. Mi madre miraba su telenovela pastelosa mientras yo buscaba por los anuncios, pero no encontraba nada, me empezaba a desesperar. Lucila: Te he comprado un bikini... Rose: ¡Mamá!- exclamé cabreada- ¡Es un gasto absurdo! Lucila: Cariño, te juro que era el más barato, si eso te reconforta. Además, comprarle algo a mi niña no es un gasto absurdo. Rose: No soy materialista. Con comprar cosas uno no se gana el cariño, se demuestra de otra manera. Si tuviésemos mucho dinero podrías comprarme los bikinis que quisieras, pero así no. Lucila: ¡Bah! No me vas a quitar la ilusión. Me aplacó. Si le hacía ilusión era diferente, significaba que aún sentía algo de vida. Tuve que retenerme las lágrimas concentrándome en el periódico. Después de cenar miré un poco la televisión con ella, Víctor estaba en su habitación, durmiendo ya. Rose: Me voy ya a dormir. Hasta mañana- me incliné para darle un beso. Lucila: Que duermas bien, cielo- dijo dulcemente. Al pasar por la ventana justo antes de llegar a mi cuarto, vi movimiento, como el día anterior, pero esta vez no era la misma situación. CONTINUARÁ... A Nastyuja le gusta esto Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 4 jul 2010 AI!Por que Mike tiene novia?Que corte con ella!<me gusta la historia... espeor q rose salga con mike.continua q me encanta la historia!!! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 5 jul 2010 Me encanta tu histo!! Y Mike es un partidazo, guapo, rico, majo... Lástima que tenga novia, pero eso no será un problema no? Ya empiezan a discutir él y su novia. XD Que pena la madre... Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 8 jul 2010 AY, qué buena pareja hacen Rose y Mike, qué asquerosa es Clara de verdad. Si no me equivoco, van a cortar muy prontito, entonces mike se enamorará de Rose, si no lo está ya. Tengo ganas de ver qué pasa en la playa. Sigue pronto! Share this post Link to post Compartir en otros sitios
Publicado 8 jul 2010 que bonita historia, continuala pronto me gustaria saber que va a pasar entre Mike y Rose :) :) Share this post Link to post Compartir en otros sitios