Historia finalizada Romeo X Juliet

[claudiaferfer 44]

hola me encanta esta historia ya se k estás muy agobiada! pero si puedes ponnos un avance pequeñito porfi!!!ahora k dos mundos se ha acabado eres la única k me kedas!!!tu historia es superbonita!!!

[NatayaTahir 0]

Estoy de vuelta!!!! Después de no se cuanto tiempo casi sin tiempo libre, de practicas hasta el cuello y exámenes por doquier (malditos, todavía no acabáis!) he regresado!! (con solo dos capítulos, porque ayer mi cerebro no daba para más...)Tomadlo como un regalo de navidad =D

Capitulo 53

La carretera se extendía a su paso, difuminándolo todo, haciendo que se volviera borroso. Una lágrima resbaló por su mejilla, intentando proclamar una revolución para que las demás la acompañaran, cosa que Kaori no ansiaba. Había tomado la decisión, la cumpliría y estaría muchísimo mejor con ella misma. O al menos, en un futuro. Apretó sus manos al volante, recordando firmemente su propósito, mordiéndose la cara interna de las mejillas para no arrancar a llorar.

Media hora más tarde, se hallaba delante de aquella pequeña casa tan familiar, algo que ella nunca había experimentado. Aparcó delante, salió arreglándose la falda y picó al timbre tras comprobar que todo el leve maquillaje estaba en su lugar.

Un rostro femenino, de grandes ojos grises contrajo las facciones al verla allí parada, colocándose un mechón rebelde detrás de la oreja.

-Pasa, mujer-invitó la rubia, cambiando notoriamente su expresión-¿vienes de entregar la comida a Romeo y Juliet?

-Sí, estaban bastante bien. Demasiado, diría yo-agregó Kaori buscando a Cyril por el pequeño salón-comedor-cocina. Lo identificó sentado en el sofá, pasando rápidamente los canales con el mando a distancia.

-Bueno, yo debo ir a preparar una exposición oral con una compañera. No tardaré mucho. Kaori, sírvete lo que quieras, como si estuvieras en tu casa-dijo Vanille, agarrando la mochila, las llaves y el teléfono móvil para acto seguido salir de casa.

Kaori tragó saliva, las manos le sudaban como nunca, la cabeza le daba vueltas, sintiéndose desfallecer. Se sentó al lado de Cyril, apartándose cuando este fue a darle un beso.

-¿Ocurre algo?-preguntó extrañado ante su reacción.

-Si-confesó velozmente la morena. Se concentró en las persianas de la vieja ventana, ganando tiempo, adquiriendo fuerza de algún lugar remoto de su psique-he pensado que deberíamos dejar lo que sea que tengamos. No es que haya parado de quererte, pero tú sí. Has encontrado a alguien a quien entregarle tu corazón y lo respeto, lo entiendo y no pasa nada. Solo deseo que seas feliz, de verás.

Cyril perdió color en las mejillas, parpadeando demasiadas veces por segundo. Abrió la boca un par de ocasiones, no obstante su cerebro se había tomado unas largas vacaciones.

-No tienes porque decir nada, en serio. No estoy enfadada, ni nada. Quizá un poco deprimida, pero acabará pasando. Solo deseo tu felicidad, Cyril. Eres alguien importante para mí y no quiero ser egoísta. No cuando la batalla está perdida-inhaló un poco de aire tras todo lo dicho y sintió como el corazón tornaba a palpitar a una velocidad normal. Se creyó más ligera, más rebelde, al darse cuenta de que ya nada le ataba al único hombre que había amado con desesperación máxima. Se ajustó el cabello detrás de la oreja, nuevamente, y decidió que era hora de marcharse. Nada más la retenía en aquél lugar.

-Y… ¿ya está?-preguntó el muchacho, la boca desencajada y una clara confusión marcada en su rostro.

-Ya está, Cyril, sin rencores. Gracias por todo lo que me has dado-dijo sinceramente la morena, dándole un beso en la mejilla como despedida, entregándole el colgante que un día le regaló y marchándose de aquella casa tan veloz como se lo había dicho todo al castaño. No por algo era una chica que adoraba ir al grano.

Se acomodó en el coche, cerrando la puerta y mirándose en el espejo retrovisor. Ya estaba todo hecho, el peso que le oprimía el pecho se había evaporado tras contarle a Cyril todo lo que pensaba. Estaba mejor consigo misma, aunque también triste y deprimida. Mejor porque no sería la tercera en discordia, y realmente deseaba que aquél par fueran felices. Deprimida porque ya no habrían más besos ardientes en una playa desdibujada, ni más caricias entre sabanas blancas, ni palabras tiernas después de una noche desenfrenada.

-Bien, Kaori-murmuró, sacando el móvil del bolsillo de la falda-no es hora de estar hundida, querida. Hay que vivir al máximo, que la vida son dos días-buscó un número en concreto en su agenda y apretó el botón verde, hasta que una voz conocida le respondió. No, ese día no habría cabida para las lamentaciones.

PD: Adoro a Kaori =)

[NatayaTahir 0]

Capitulo 54

Había transcurrió ya una semana desde lo sucedido. Una semana que había cambiado las vidas de Romeo y Juliet. Hacían el amor a cualquier hora, en cualquier lugar de aquella pequeña casa, devorándose a besos, mandando todo el autrocontrol muy lejos, amándose como si fuera la última vez. También habían hablado sobre sus vidas, ella más que él, explicando cómo se sentían, por lo que habían pasado tan jóvenes. Ella le relató la asfixia que le recorría el cuerpo cada día de su vida, encerrada en una habitación sin más compañía, a veces, que la de sus libros. Él le contó lo esencial, la pastelería de sus padres, las casas de acogida, pero nunca le confesó que su padre fue el principal protagonista en la perdida de todo lo que más había amado en el mundo, a parte de ella.

Todo iba normal, tranquilo, hasta que aquél horrible día, una semana después, la puerta empezó a gruñir.

-¿Cuál es el mejor chocolate del mundo?-preguntó Romeo, al lado de la puerta.

-¡Abre la maldita puerta!-gritó colérico una voz masculina.

Romeo obedeció, dejando paso a un torbellino que entró mirando hacía todas direcciones. Kaori iba detrás de él.

-¡Romeo!-exclamó Kaori-Romeo…

-¿Qué pasa?-murmuró Juliet, saliendo del cuarto. Su hermano se abalanzó hacía ella, temblando todo él y llorando con una fuerza que la sorprendió-¿Qué diablos pasa, Cyril?

-¡Se la han llevado, Juliet! ¡Se la han llevado!

-¿A…a quién?

-¡A Vainille! ¡Nuestro padre se la ha llevado!-las lágrimas le caían a borbotones. La chica castaña observó rápidamente a Romeo, abrazando a su hermano todavía, y notó como las fracciones de este se endurecían y sus ojos adquirían un brillo de tristeza.

Juliet sentó a Cyril en el sofá, yéndose a preparar una infusión. Kaori fue a ayudarla, creyendo que si se mantenía ocupada podría parar de temblar. Romeo, por su parte, cogió sitio al lado de Cyril, incitándole a hablar.

-Estábamos desayunando-comenzó a contar-como un día cualquiera. Hablábamos sobre sus notas, sobre los exámenes que tenía que hacer, hasta que la puerta se vino abajo y empezaron a entrar un montón de hombres.

Se escapó un gemido de dolor, recordando todo lo que había pasado. Se llevó las manos al rostro, serenándose.

-Ella me obligó a escapar por la puerta de atrás-continuó-me exigió que lo hiciera, que ella los entretendría. Yo le dije que ni soñarlo, pero ella me arrastró y me empujó fuera, haciendo que cayera de bruces a la hierba del jardín de atrás. Todo fue muy rápido...la metieron en un coche, arrancaron y corrí detrás del vehículo, en vano. Un hombre me paró y me dijo que si quería volver a verla, tendría que estar mañana por la mañana en la vieja fábrica de cristales.

La pálida piel de Romeo se fue ensombreciendo por momentos, la mirada clavada en el suelo, inerte como si fuera un cadáver.

Juliet le pasó una taza de té caliente, que él la bebió de un trago, sin darse cuenta de que quemaba de verdad. Kaori reconfortó un poco a Cyril, que se había quedado en un estado similar al de Romeo.

-¿Le has encontrado tu, Kaori?-rompió el hielo Juliet, dirigiéndose a su amiga.

-Si-afirmó-iba a hacerles una visita antes de traeros la compra. Lo encontré tirado en el suelo, en la entrada. Luego lo traje hasta aquí.

-¿Cómo coño han sabido donde vivía? ¿Cómo…? Fui lo suficientemente cuidadoso para no revelar nada, para no dejar huellas…-comenzó a decir Romeo, por primera vez después de lo relatado.

Los cuatros se quedaron pensativos, incapaces de decir algo más. La taza de té se enfriaba en las manos de un trémulo Cyril, que parecía más bien una sombra del autentico.

-¿Tenéis un móvil?-pidió Romeo, levantando la vista.

Kaori le dio el suyo y él tecleó un número de memoria.

-Simon, te necesito ahora mismo-dijo cuando un “¿Diga?” le respondió al otro lado-trae las armas que puedas…si, te doy la dirección…-Romeo se alejó un poco para poder hablar. Simon, su compañero informático en muchas misiones, era en la única persona que confiaba en aquel momento. La única persona que le podría suministrar algún arma, aunque fuera una pistola. Cuando la conversación acabó, le tendió el aparato a Kaori.

-Bien, en cuanto llegue Simon, comenzaremos la estrategia-señaló, sentándose en una silla de la cocina.

El día siguiente se presentaba oscuro. Alguien moriría, o quizá no. Pero lo que estaba claro es que ese día seria un antes y un después en sus vidas.

PD: Algunas caras salen sonriendo. Mis sims, que son demasiado felices -.-

[Ginevra 1.523]

Uuuuhh, pobre Vanille. Me ha gustado que Kaori fuese a hablar con Cyril . A ver que va a pasar en los siguientes capis, llega el climax .

[claudiaferfer 44]

muchas gracias!!!k ilusión!!felices fiestas y suerte con la carrera!

[Amanda 5]

Han sido cortitos pero intensos

Pobre Vainille, ¡con lo que yo la quiero! Aquí es donde se demostrará que Romeo quiere a su hermana más que a nada en el mundo, a parte de Juliet

Malditos hombres, cómo odio al padre de Juliet y a sus hombres. Esperemos que la estrategia salga bien

Kaori me encanta, y Cyril también, es un amor este chico.

Todo cuando pintaba bien, las cosas se tuercen.

Sigue prontitoooo. Bueno, cuando puedas.

Ah, y suerte con la uni.

[Cova 124]

Jodete vainille hahahahahaha

(Always Kaori )

[Amanda 5]

  On 12/27/2010 at 11:59, Cova said:

Jodete vainille hahahahahaha

(Always Kaori )

[Sayori 14]

Amanda si no me equivoco es spam puro lo que comentaste, trata de no repetirlo porque podes llegar a tener advertencias

[Amanda 5]

  On 12/28/2010 at 4:17, Joonaas brothhers ♥ said:

Amanda si no me equivoco es spam puro lo que comentaste, trata de no repetirlo porque podes llegar a tener advertencias

Ups, no me acordaba, lo siento...

[NatayaTahir 0]

Bueno, siento el retraso, pero estaba de exámenes y de bajón...quizá para el año que viene me cambie de carrera, porque la que estoy haciendo ahora es un coñazo (así, tal cual, con letras mayúsculas si gustáis) y no me esta gustando nada, así que, ya veremos. Pero bueno, dejando a un lado el rollo sobre mi vida, ¡traigo actualización! Trata más sobre Kaori...y bueno, ya veréis. Quería profundizar un poco más en el personaje, ya que Kaori no es solo la mejor amiga de...ya veréis, ya. No os retraso más...sin más dilación, ¡La actu!

Capitulo 55

No paso mucho tiempo hasta que Simon arribó a aquella casa abandonada. Había seguido las instrucciones indicadas por Romeo, puestas en su nuevo GPS. Le abrió la puerta el mismísimo Romeo y él castaño se quedó un poco estático al comprobar que su compañero, el señor de hielo, estaba totalmente destrozado. Parecía un zombi, los ojos opacos, el color mortecino de la piel, la expresión desolada.

-Pasa-murmuró el rubio, haciéndole pasar a la estancia.

Simon saludó a cada persona que había en aquél pequeño salón-comedor, hasta que sus ojos se toparon con alguien que hacía ya mucho tiempo que no veía.

Kaori se quedó muda al ver quien la saludaba. Nada más ni nada menos que el chico con el que perdió la virginidad hacia ya tres años. El mismo chico de gafas enormes, sonrisa amigable y palabras bruscas. El mismo chico que le había dado un nombre al no decirle ella el suyo real. Lo mismo que ella hizo con él. Y ahora resultaba que aquél rostro no era de Alfred, sino de Simon. Tragó saliva, puso su cara más digna y lo saludó.

-Encantada Simon-le tendió la mano y él se la estrechó.

-Igualmente…

-Kaori-carraspeó-Kaori Kanagaki.

Así que Xiang era japonesa y no china como había creído Simon. Todavía recordaba como la había conocido, en un garito de mala reputación. En ese entonces ella llevaba el cabello más largo, los rasgos eran más aniñados y el pintalabios más resultón. Estaba en la barra, brillando con luz propia. Una leve fragancia, de colonia de rosas resurgía de ella. Todos los hombres del local estaban con la mirada fija en su escultural figura, con aquella falda demasiado corta y aquél top demasiado escotado. Se sentó a su lado, en la silla vacía de la izquierda, pidió una birra y en menos de tres minutos estaban besándose apasionadamente en el lavabo de chicas. Como todo buen caballero, se la acabó llevando a su casa, continuando por donde lo habían dejado. Hicieron el amor en el mismo sofá de casa de Simon, ya que no tuvieron tiempo de llegar al cuarto.

Cuando terminaron la segunda ronda, se quedaron abrazados, manteniendo el equilibrio para no caer del estrecho sofá color café. Simon le preguntó entonces como se llamaba, a lo que ella le respondió que necesitaba un nuevo nombre, así que Simon la llamó rápidamente Xiang, como la china de la tienda de la esquina de su casa. Ella rió y le dijo que entonces él sería Alfred, el nombre de su difunto gato. Volvieron hacer el amor, esta vez pronunciando sus falsos nombres, hasta acabar confesándose cosas que nunca habían revelado a nadie. Ella le contó lo estricto que era su padre, lo superficial que era su madre y como quería que todo cambiara. Por eso, con tan solo 15 años, se había puesto su peor conjunto, había ido al peor sitio de la ciudad y había esperado a que algún chico se le acercara para arrebatarle la virginidad.

Simon, en vez de arrepentirse o asustarse por haber hecho el amor con una chica de 15 años, cuando él ya contaba con 18, le explicó que en su adolescencia también se había sentido muchas veces así. Su padre se había muerto nada más nacer él, su madre se volvió una alcohólica histérica y su abuela era la única persona que lo cuidaba, hasta que por fin su madre tomó las riendas de su vida y pudo recuperarse. Justo en el momento que Simon había decidido odiarla. Finalmente Kaori acabó por irse, anotando su teléfono en una agenda que tenía el chico a la vista. Se encontraron unas cuantas veces más, haciéndose el amor, hablando sobre cosas de la vida, hasta que Kaori dejó de llamarle y de contestar sus llamadas. Entonces los dos se olvidaron de que una vez existieron, hasta ese instante.

Alguien carraspeó para sacarlos de la burbuja personal que sin darse cuenta habían creado. Juliet le preguntó si deseaba tomar algo, a lo que Simon le respondió que estaba bien por él. Entonces Juliet se retiró a lo que parecía ser la única habitación del lugar, diciendo que la llamaran si necesitaban cualquier cosa. Kaori le comentó que había ido a hacerle compañía a su hermano, el cual estaba tumbado en la cama, intentando recomponerse.

Romeo le explicó toda la historia, sobre cómo había ido a trabajar para el padre de Juliet, como el hermano secreto de esta había acabado en su casa por pura ironía del destino, la escapada de Juliet del hogar que la mantenía prisionera y del secuestro de su propia hermana.

Entonces Simon comprendió la mala cara de su compañero. Si algo sabía bien del rubio es que amaba a su hermana por encima de todas las cosas, aunque él mismo se lo negara. Había estado en su casa alguna vez, tras alguna pequeña misión y conocía la situación de su relación. Vainille siempre sonreía frente a su hermano, haciéndose la fuerte, aunque este la despreciara y le dijera que no la necesitaba. Sin embargo, jamás pudo disimular el amor fraternal que resurgía en su mirada, viendo a su hermana, creyendo que nadie le veía. Ni como se preocupaba por que no le faltara de nada, ni de como odiaba dejarla sola en casa estando enferma, para aventurarse a alguna misión.

-¿Has traído todo lo que te he pedido?-preguntó de sopetón Romeo, sacándolo de sus pensamientos.

-Incluso un poco más-confirmó Simon-está todo listo en el coche. Todo con munición, cargado y listo para usarse.

-Bien, entonces tenemos que planearlo todo muy bien-Romeo se quedó pensativo. Simon conocía perfectamente ese semblante, ya que lo había visto en cada una de las misiones que habían compartido juntos. Estaba concentrado, analizando todos los puntos fuertes y débiles. Al final decidió que Kaori y él se quedarían fuera, esperando por ellos, como los refuerzos por si algo iba mal. Sabía que Cyril lo acompañaría dentro de la fábrica si o si, y conociendo a Juliet y su cabezonería, ella también querría ir. No podría hacer nada por evitarlo, ni aunque la anestesiara y la atara a un árbol, ella encontraría la forma de despertarse, desatarse y colarse en la antigua fábrica. Bufó, pensando que no quería poner a nadie más a quien amara en peligro. Ella y su maldita testarudez.

[NatayaTahir 0]

Capitulo 56

Era tarde, pasada la medianoche. Romeo les había explicado muy bien que debían hacer ellos dos por si las cosas se ponían chungas. Estarían en el coche, esperando con un walkie-talkie, que el propio Simon había incluido en el set de ataque y supervivencia. Una vez enterados de su parte, el moreno decidió salir afuera para que el diera el aire, mientras dejaba a Romeo internándose en la habitación, para contarles a Juliet y a Cyril su parte. Kaori se había quedado sentada en el sofá, demasiado nerviosa como para no ser evidente.

-¿Quieres una cerveza?-le preguntó una voz a su espalda, cosa que hizo que se sobresaltara después de estar tanto tiempo absorto-está caliente, pero pensé que te apetecería.

Simon miró la cerveza, reconociendo su marca favorita en la pegatina de la botella. Sonrió inconscientemente, recordando que en una conversación pasada con ella le había dicho que aquella cerveza era la mejor del mundo. La mejor.

-¿Todavía lo recuerdas?-le espetó él agarrando la cerveza.

-¿Qué cosa?-intentó disimular, sabiendo de mano a que se refería él.

-No intentes escaquearte. Sabes de lo que hablo.

Ella se sentó en una silla vieja, a su lado. Le dio un largo sorbo a su cerveza para acto seguido poner una total cara de asco.

-Esto caliente está totalmente imbebible-soltó Kaori, depositando el botellín en el suelo.

-Vas a responderme o seguirás evadiendo el tema-dijo él directo al grano.

Ella lo contempló unos segundos, reconociendo el paso del tiempo en su rostro. Seguía con aquellas gafas tan grandes, con aquellos dientes blancos casi perfectos, excepto por un colmillo que le sobresalía, hablando de esa forma directa, sin rodeos.

-Recuerdo muchas cosas de ti, Alfred, ¿o debería decir Simon?-sonrió sin ganas. La vista clavada en el suelo-recuerdo que esta marca es tu favorita, que tu grupo favorito es, o era, Son of Rust, que te gusta, o gustaba, leer todo lo que caía en tus manos, que eres, o eras, un poco, bastante, perfeccionista y que odias, u odiabas, a los gilipollas bastardos que maltratan animales o mujeres.

Se quedó callada, mordiéndose el labio y preguntándose porque ahora, precisamente ahora, él había de aparecer en su vida. Justo después de lo de Cyril, justo después de haberse prometido a ella misma que volvería a enamorarse, si, pero que de momento no quería nada serio, solo que su herida cicatrizase. Sin embargo, allí estaba Simon. Simon, el chico bueno que intentaba ser malo. El chico que se entendía mejor con un ordenador que con una persona. El chico con el que había perdido la virginidad, con el que había compartido cosas de su interior, con el que había decidido dejar de verse antes de que la cosa se pusiera seria.

-¿Por qué no me cogiste las llamadas?-le reprochó él, apretando la mano donde tenía sujeta la botella-¿Por qué te esfumaste? Me gustabas en serio, Kaori.

Ella alzó los ojos, chocando con su dura mirada. ¿Qué diablos quería que le dijera? ¿Qué no estaba preparada para una relación seria? ¿Qué estaba atemorizada por si la aventura de una noche se convertía en unas cadenas el resto de su vida? ¿Qué con quince años lo único que deseaba era libertad, rebeldía y un buen polvo? Bien, pues así se lo hizo saber.

-Por todos esos motivos olvidé que existías, Simon. Porque no deseaba estar atada ahora que había probado la libertad. Porque estaba harta de estar enjaulada como un pajarito que no sabe volar. Necesitaba probar el cielo con mis alas, beber de todas las aguas y explorar.

-¿Y ahora?-inquirió-¿Has hecho todo eso? ¿Sientes que has probado toda la libertad del mundo? ¿Ha cambiado algo? ¿Estás mejor contigo misma? ¿Te sientes realizada como persona?

-¡No!-chilló frustrada ante sus palabras, porque eran ciertas. Nada había cambiado. Sus padres la seguían tratando igual, enjaulándola contra su voluntad. Si, se escaqueaba y hacía todo lo que ella quería hacer, pero solo se engañaba a sí misma. Aquello no era la libertad autentica, nunca la había conseguido realmente, encadenada como estaba a su familia, a su maldito apellido. Porque nadie la conocía realmente, ni tan siquiera Juliet, que era la personita que más quería en el mundo. Se escondía detrás de su fachada de chica dura, de femme fatale, para hacerlo todo más fácil, más real, menos doloroso, más creíble. Incluso con Cyril había seguido escondida detrás de su perfecta máscara, haciéndole ver que no poseía debilidades y que era fuerte, muy fuerte, cuando en realidad se desmoronaba como una torre de naipes frente a un tifón.

Simon calló, observándola como si fuera la primera vez. Seguro que era la primera persona en verla en aquel estado, desmoronada, temblorosa y casi llorando. Se levantó torpemente, depositó el botellín junto al otro y de un tirón, Kaori tenía su cabeza en su hombro. La rodeó con los brazos, apretando fuerte su cuerpo estremecido y dándose cuenta de que todavía olía a rosas. A rosas salvajes.

-Escúchame bien, Kaori. No pienso volver a pasar otra vez por lo mismo. Hemos vuelto a encontraros y esto debe significar algo. Joder, debe significar algo. Nunca has salido de mi maldita cabeza, siempre dando vueltas y más vueltas por mi jodida mente. No voy a volver a rendirme contigo. Lucharé aunque me rehúyas y no desees estar cerca de mí-le susurró todo a la oreja, paciente, pero con la voz trémula- no pienso abandonarte, no más. Voy a estar contigo aunque sea lo último que haga, ¿me oyes? Lo último que haga.

Simon la apartó un poco de él, contemplándola. Su mano se dirigió a su mejilla, acunándola y fue acercándose lentamente hacía lo inevitable, dándole tiempo a Kaori para aceptarlo o para salir huyendo. Y, contra todo pronóstico, ella rompió el último impedimento, la última barrera y se echó a sus labios como si nunca los hubieran separado tres años. Él deslizó su lengua entre sus labios, hasta que Kaori, casi cayéndose, le agarró del cuello para profundizar más el beso. Un leve tembleque le sacudió las rodillas a Simon cuando sintió su lengua, entre áspera y suave, juguetear con la suya propia, comprendiendo por fin que aquello era lo único que podía desear en todo el puto jodido mundo.

[Ginevra 1.523]

Si es que Kaori no podía quedarse sola . Tengo ganas de ver qué sucede a continuación, que está en un punto super interesante .

Ánimos con la uni .

[Sayori 14]

Lindo Capitulo!! Sigue asii! :)

[Amanda 5]

Aia Kaori, que ya has encontrado a tu media naranja

Hacen muy buena pareja, y Simon me gusta, es muy cuco :wub:

Bueno, capi prontito (cuando puedas) y suerte con la uni, el año que viene elige lo que mñas te guste y ya está, sin problemas

[Marissa 1]

Me encanta esta historia :) Escribes tan lindo !

Espero que sigas pronto Hinata ;P

[NatayaTahir 0]

¡No he dejado la historia! Simplemente estoy muy falta de inspiración. Tras un paseo decepcionante en la universidad, me he quedado sin ganas de nada. A parte de que he tenido que hacer un montón de trabajos de grupo y todo eso, así que entre las pocas ganas y la falta de tiempo, no me apetecía escribir. Tengo un capitulo hecho, en cuanto pueda haré otro, para no colgar solo uno que es muy triste. Además, últimamente los sims me van muy lentos, las casas no me van, etc, así que tengo que hacer yo misma las casas, los lugares donde van los personajes, entre otras cosas, y claro, con eso también se me pasan las ganas de jugar. Siento muchísimo este mega retraso, pero espero que lo podáis comprender. ¡Gracias por vuestra paciencia!

[Ginevra 1.523]

Tranquila, ya pondrás cuando puedasy te apetezca, prefiero esperar y leer un buen capítulo a que escribas sin ganas y te salga algo flojo, aunque con lo bien que escribes seguro que estaría igual de chulo xD. ESpero que tengas mejor suerte en los estudios este año

[Amanda 5]

Digo lo mismo que Ginevra, además tú nunca nos decepcionas. Así que aunque esperemos impacientes, esperaremos hasta que puedas publicar. Y muchísima suerte este año en la Universidad :)

[SoniiaV 169]

Escribe Enci, escribe! ahora que despues de tanto tiempo que la empezaste me la lei, lo minimo que podrias hacer seria acabarla y tal... ;DD''

Sabes que te amo.

(En el fondo muy fondo)

[NatayaTahir 0]

¡Tengo buenas noticias! ¡Ya he terminado la historia! Solo me quedan hacer las fotos, que las haré a partir del domingo y habré terminado. Me ha costado un poco acabarla, porque no sabía muy bien por donde cogerla, pero espero que os guste el final que tengo preparado. Gracias por la espera! ¡Infinitas Gracias! Sois unas lectoras de lo más pacientes, apoyando al autor, en este caso yo, sin quejaros apenas. ¡Sois unos soles!¡Gracias otra vez!

[Ginevra 1.523]

¡Qué bieeen! Jo, me da pena que se acabe . ¿Harás otra?

[Amanda 5]

jo, echaré de menos a Romeo Bueno, y a Juliet, para que no se ponga celosa, y a todos los demás

¿Seguriás la de Never say never?

[SoniiaV 169]

Soy enchufada y ya lei el final, ya os digo que no la querais tanto, cuando leais el final ya vereis como la odiais ¬¬

Enci .l. !

Editado 24 jun 2011 por SoniiaV

[Ginevra 1.523]

Solo por el nombre de la historia ya huele a que no va a acabar muy bien xD.