Historia finalizada Romeo X Juliet

[yaizis 0]

Gracias por esta historia, te diré que me parece una auténtica pasada, ya que además de la trama, los decorados y espacios me parecen logradísimos y tu forma de redactar es perfecta. Los personajes son estupendos, a Romeo espero verlo ablandarse prontito jejeje. Espero el nuevo capitulo.

Saludos. :)

[NatayaTahir 0]

Merci por todos los comentarios! Siento la tardanza! Os traigo dos capitulos seguidos =D

Capitulo 7

Las gotas, iluminadas bajo el cálido sol de un anochecer, brillaban tímidamente sobre el césped. Suspiraba largamente por lo que mi interior empezaba a sentir, por esos sentimientos que aún no lograba distinguir ni comprender. El cosquilleo en el estomago, el corazón agitado, el sudor en las manos...

-El señor Brown quiere hablar con usted, señorita-me interrumpió Nana.

-Dile que pase-intenté evitar que viera el rubor en mis mejillas y respiré profundamente, sin embargo, ni todo el aire de la habitación era suficiente para mis pulmones.

Entró en la estancia, con un paso arrogante y elegante al mismo tiempo. Una forma de caminar peculiar que se instalaría por siempre en mi memoria. Del cabello caían pequeñas gotas de agua, idénticas a las que descansaban en el césped de fuera. Acababa de ducharse y llevaba puesto lo que parecía ser el pijama, que sin duda no dejaba mucho espacio a la imaginación. Entre aquella camiseta de tirantes pude apreciar su cuerpo musculoso y atlético. Sin poder evitarlo me mordí el labio inferior y reprimí una especie de gemido. ¿Qué diablos les ocurría a mis hormonas? Y entonces, su mirada me congeló. Aquellos ojos de hielo recorrieron mi alma y me sentí desnuda, débil y desprotegida ante toda seguridad.

Tosió un par de veces hasta sacarme de mi ensoñación. ¿Desde cuándo pensaba en hacer aquél tipo de cosas?

-Nana me ha dicho que querías hablar conmigo…-musité, avergonzada por lo que acababa de pensar.

-Exacto-murmuró con una repulsión palpable-considero que deberías estar avisada sobre unas cuantas cosas…

-¿Qué tipo de…?-le interrumpí, pero él me hizo callar con un gesto de cabeza.

-Estoy aquí para protegerte, muy a mi pesar. No soy tu amigo, recuérdalo bien. Solo cumplo con mi trabajo, así que no te hagas ilusiones-le miré perpleja ante aquellas palabras y una sonrisa irónica se deslizó entre sus labios-eres simplemente un trabajo.

-¿Tu…trabajo?-¿no era nada más para él? ¿Un simple trabajo? ¿Cómo un objeto al cual debía proteger y punto? Algo dentro de mí se sintió herido, maltrecho.

-Sin duda alguna. Tu padre-me percaté del odio que se mezcló en aquella palabra-me lo ha encargado y no creas que estoy muy contento con cuidar a una mocosa insoportable como tú. ¿Qué edad tienes? ¿Catorce? ¿Quince años?

-¡Tengo dieciocho años!-exclamé y al darme cuenta de lo enfurecida que sonaba mi voz intenté serenarme-dieciocho.

-¿Dieciocho?-me contempló de arriba abajo y dejó escapar una leve risotada-tienes cuerpo de niña.

Una bofetada hizo acto de presencia en mi orgullo de mujer. ¿Cómo se atrevía a decirme que poseía cuerpo de niña? Era cierto que no estaba muy desarrollada y que quizá parecía ligeramente más joven de lo que mi edad proclamaba, no obstante, de ahí a decir que mi cuerpo era de niña...

Lo miré con toda la rabia que pude encontrar y más que asustarle, sus ojos brillaron con una chispa de diversión.

-¡Eres…!-me mordí la lengua para no soltar una burrada y me crucé de brazos.

-¿Miserable?-torció la boca en lo que creí que era una sonrisa, aunque más bien era una mueca-y me encanta serlo.

¿Cómo podía haber pensando ni por un solo instante estar enamorada de aquél imbécil que se reía de mí en mi cara? Sabía que tenía un carácter pésimo, a juzgar por el portazo, pero nunca pensé en que sería de esa forma.

-Bueno, solo quería darte el aviso. Soy tu protector, para mi desgracia y no tu amigo. Y por supuesto jamás seré tu Romeo, Juliet-la ironía de su voz abofeteó de nuevo a un orgullo que surgía de alguna parte oculta de mi cuerpo. Nunca había tenido mucho orgullo, sin embargo, gracias a él acabaría poseyéndolo.

Cuando la puerta se cerró, mis puños se relajaron. ¿Desde cuándo los apretaba con tanta fuerza? Bufé furiosa y pateé un cojín. Nada parecía querer llevarse toda aquella rabia y tampoco entendía muy bien porque la sentía. Sí, me había insultado y nunca nadie lo había hecho con anterioridad, no obstante, no era solo aquello lo que me irritaba. También estaba el hecho de que no le había parecido ni un poco atractiva, ni tan siquiera una mujer para él, solo un trabajo. Una mocosa. Una niña sin formas.

Editado 26 oct 2009 por Hinata_Nione

[NatayaTahir 0]

Capitulo 8

Cerró de un portazo la puerta de su asignada habitación, justo al lado de la de Juliet. Respiró hondo y maldijo una y otra vez todo lo que le rodeaba, como si fuera culpa del maldito destino que estuviera en aquella situación.

-¡Zorra insolente!-murmuró pegando un puñetazo a la pared-¿cómo diablos se supone que la voy a aguantar?

Se tumbó en la cama, pensativo, concentrándose en su autentico plan maestro. Destruir al enemigo, cobrarse su venganza y clavar un puñal en alguna parte vital del cuerpo. Una muerte fácil, sencilla, sin mucho dolor.

Se arrancó la camiseta del pijama y se dio cuenta de que volvía a estar todo sudado.

-Mierda-masculló-y me acabo de duchar.

Pegó otro puñetazo en el colchón, intentando que su frustración se desvaneciera, pero era algo totalmente imposible.

La guardaría junto a la ira que le nublaba la visión, junto a los sentimientos que jamás mostraría a nadie y junto a la debilidad que se negaba en tener. Él no era débil. Era una persona sin corazón, que no le importaba nada excepto él mismo e incluso a veces, ni eso.

Cerró los ojos y apretó los puños con fuerza. Vislumbró retazos de sus recuerdos. El instituto fue la mejor época, sin lugar a dudas. Allí fue donde…donde se metió en todo aquél embrolló de bandas sin sentido, haciendo los peores trabajos sucios que un niño de doce años podía imaginar.

Y recordó a la perfección el primer día de su ingreso en su primera banda. Eran unos idiotas sin mucho poder, sin embargo, él ya se encargaría de ascender. A pesar de su aspecto, no aparentaba ni de lejos tener doce años. Parecía más mayor, más hombre que la mayoría de chicos que estaban a su alrededor. Alto, atlético, con las ideas claras y la muerte en sus pupilas. Las mujeres que poseía a su antojo y todos aquellos besos falsos que nunca sintió. El cariño teatral, las palabras vacías, las promesas rotas…las mujeres eran fáciles de engañar y aunque él fuera malo con ellas (terrible) siempre caían rendidas a sus pies.

Le gustaban las chicas con curvas peligrosas, con una mirada salvaje y que fueran ligeras de ropa. Cabello largo, corto, morena, rubia, pelirroja, castaña, de ojos marrones, negros, azules, verdes…no le importaba mientras cumplieran esos requisitos.

Experimentó de nuevo, recordando, su primera vez. Estaba realmente nervioso. Tendría unos trece años, acababa de hacer un recado y estaba cubierto de sangre. Se dirigía a la ducha, cuando se encontró con la novia del jefe dentro. Se largó de inmediato, negándose a si mismo cualquier forma de placer o felicidad. Pero ella lo retuvo, lo condujo a la ducha y allí se entregaron como si el mañana dejara de existir.

A partir de aquél día se permitiría apreciar de nuevo el placer con cualquier tipo de chica. El sexo era una buena forma de canalizar el mal humor. Las chicas le suplicaban que las hiciera suyas, que las maltratara, las pegara, las insultara e inclusive se riera de ellas en la cara. Y él lo cumplía a raja tabla. Si alguna le pedía una paliza, él se ofrecía, arañando y golpeando aquél cuerpo blando, suave. Y ellas gemían, implorando otra ronda más de dolor y placer.

Por eso quizá nunca se había tomado en serio a las mujeres ni al amor. Él no sentía amor, solo deseaba el placer. Nunca estaba más de dos semanas con la misma chica y en su agenda sobraban nombres y números de teléfono.

Suspiró de anhelo al recordar todo aquello. Lo que daría por tener a una mujer a su lado en aquellos momentos, que lo reconfortara con sus pechos y lamiera todos los puntos de su cuerpo.

-¡Joder!-exclamó al notar una parte de su anatomía despierta-sangre fría, tío. Sangre fría.

Volvió a cerrar los ojos, para dormir ya que mañana le esperaba un largo día. Aguardaba que no fuera tan malo como ese y antes de quedarse dormido, una sonrisa apareció en la oscuridad de sus parpados cerrados.

-Juliet…-murmuró casi sin darse cuenta y abrazó la almohada, esperanzado por que fuera ella.

Editado 30 oct 2009 por Hinata_Nione

[Cova 124]

Si esque en el fondo es un cachito de pan...

[Michy.Chan 0]

Jajaja mee encaantaa por todo lo que la a dicho entre ellos dos (L) xDDD

No me gusta nada las palabras que dice sobre las chicas ;( maachistaa! no le importaa naadiiee

Por cierto que pedazo de cuerpo le as plantadoo

Buueeno xD que espero que sigas cuando puedas

Adeuu~~

[ochito 0]

el capítulo a estado increibleeee!sigue asii !

muchas gracias por la piel

en serio sigue prontitoo!

un saludoo!

[NatayaTahir 0]

Capitulo 9

La noche no estaba transcurriendo con la normalidad que él tanto ansiaba. Se removía en la cama, sin encontrar una pose definida bajo las sabanas y maldiciendo entre sueños a la estúpida almohada que le destrozaba el cuello.

Se levantó, negando con la cabeza, y decidió ir a beber un vaso de agua para que se le pasara el calor. Había tenido un extraño…sueño, si se le podía llamar así.

Juliet estaba en su estancia, con un conjunto de ropa demasiado sexy para ella, mostrando sus pálidas piernas y un escote muy sugerente. Se arrastraba, literalmente, hasta su cama, con una mirada picara impropia de ella y el cabello suelto, alborotado y sedoso al tacto, o al menos eso dedujo él.

Se humedecía los labios con la lengua y lo atravesaba con la mirada más traviesa que había visto hasta entonces.

-Necesito una ducha de agua fría-susurró sarcástico y salió de la habitación, rumbo a la cocina.

La casa era bastante grande, aunque nada en comparación a lo que se había imaginado. Para su pesar, aquella no era la casa del jefe, sino de estimada hija, la mocosa repelente.

-¿Para qué querrá tanta casa si no sale de su habitación?-se preguntó mientras bajaba el último peldaño.

Se dirigía a la cocina con todos aquellos inútiles pensamientos en su cabeza cuando se paró en seco tras ver una alucinación. Aunque quizá no lo fuera.

La chica de cabellos castaños miraba por la ventana, con el rostro neutro, aunque a Romeo no se le escapó la lágrima solitaria que vagaba por su mejilla. Su pijama fue sustituido por uno más corto y más ajustado, enseñando al público unas líneas bien definidas que nada tenían que ver con el cuerpo de niña que él se había imaginado. O tal vez nunca lo pensó realmente.

Sus labios, que ahora le parecían demasiado jugosos y atrayentes, estaban medio abiertos a causa de la respiración. Y la luz de la luna la bañaba por completo, en la oscuridad del recinto. Y un vuelco detuvo por un momento los latidos de aquél corazón muerto. Un vuelco que no supo como identificar y que le hizo daño en el pecho. Un vuelvo que marcaría el camino a seguir para dejar de ser él mismo.

-Esto…-se atrevió al fin decir cuando la hubo analizado lo suficiente.

-Oh-se sorprendió y se secó aprisa la lágrima.

El chico se acercó a por un vaso de agua, sin saber muy bien cómo actuar o que decir.

-¿Actuar? ¿Decir?-pensó dándose un golpe en la frente con la palma de la mano-¿desde cuándo te importan esas cursiladas?

-Buenas noches-musitó ella sacándolo de su letargo. Caminó pausadamente, de una forma grácil, dando pequeños pasitos como si se tratara de una pequeña bailarina.

Querría haberla detenido. Querría haberle cogido de la muñeca, girarla y escrutar sus ojos, aquellos ojos de almendra que sin darse cuenta le habían calado fondo, más de lo necesario o lo habitual. Sin embargo, ¿qué le diría? Se negó con la cabeza y se odió por un instante.

-Tu venganza, Romeo. Concéntrate en ella-no iba a dejar que una niña consentida le desbaratase su plan maestro.

Él no guardaría ningún sentimiento hacía nadie y menos por ella. Por aquella niña estúpida de papa que poseía todo lo que deseaba con tan solo chascar los dedos. No obstante, aquella tímida lágrima que había surcado su mejilla, solitaria cual naufrago en medio del mar, le hizo recapacitar por un momento. ¿Y si en realidad sufría? ¿Y si no era feliz con su vida?

Dio un golpe en la mesa y resopló, sin acabarse de creer sus pensamientos tan…ridículos.

-Nadie me importa-masculló-ni tan siquiera yo mismo.

Aquella simple frase era su lema, un lema que siempre llevaba a cabo.

Editado 6 nov 2009 por Hinata_Nione

[Class 0]

Sí, en el fondo los dos se están enamorando.. Hinata, cada vez me sorprendes más, felicidades por esta grandísima historia *_____*

[Cova 124]

Ay ay ay ay...

Como me encanta este hombre, por dios.

[sara-sara 0]

jajaja yaa vaa cambianndoo... jajajajajaja

cuando menos se lo espere.. estara loco por ella

[Lenne 0]

Hinata, me encanta tu historia, me dejas siempre con ganas de más *o*.

Ayns, que frío es Romeo, aunque estoy segura de que la dulce Juliet acabará ablandando su corazón .

Editado 2 nov 2009 por Lenne

[Michy.Chan 0]

Como yaa han dicho en el fondo los dos estan muy enamorados si se les notaa jaja

Me encanta la historia,espero que sigas !!

Adiios~~

[LaH_GoOnZaLeZ 0]

esta genial !

[Nafe 0]

Me ago una cuenta solo para incordiar un poco...

Enci, ACTUALIZA de una vez... :)

By: Eva. :E

[Cova 124]

Me ago una cuenta solo para incordiar un poco...

Enci, ACTUALIZA de una vez... :)

By: Eva. :E

Coincido :)

Eva, coñe, me has copiado D:

Editado 6 nov 2009 por Cova

[NatayaTahir 0]

Coincido :)

Eva, coñe, me has copiado D:

Nyaaaa vaya par!! Pues ya tengo dos capis escritos, solo tengo que jugar a los sims! (a ver si hoy puedo...lalalá)

PD: INCORDIADORAS...pero os quiero(K)

[Cova 124]

Tu tambien te haces querer, Enci :3

[NatayaTahir 0]

Aquí estoy de nuevo! Perdón por la espera!!

Capitulo 10

Mi corazón aún latía agitado al recordar la forma exacta de su torso desnudo, el color pálido de su cabello en la oscuridad y aquellos ojos relucientes sedientos de algo que no acabé de comprender y que tampoco quería hacerlo.

Resoplaba cada cierto tiempo, anhelando entregarme al bueno de Morfeo, sin muchas probabilidades de éxito.

Una parte de mí se sentía insatisfecha, ambicionando regresar a la cocina y contemplar durante toda aquella noche eterna todos los rasgos (hasta los más insignificantes) de su rostro blanquecino.

Pero la otra, la más racional, me decía que había hecho bien de huir de allí, que él había pisoteado mi orgullo femenino a conciencia y que no se merecía ni las buenas noches de minutos atrás.

¿A quién quería engañar? Cuando le miraba directamente a los ojos intentaba no perderme en ellos y parecer más fuerte de lo que realmente era. Acababa olvidando las palabras hirientes, el orgullo e incluso la poca razón que me quedaba entre aquellas cuatro paredes. Deseaba entregarme a algo desconocido y que no acababa de entender y que, sin embargo, se me antojaba desesperante, ansioso y suplicante.

No, yo jamás me postraría ante aquél hombre despiadado sin corazón que se reía de mí ante mis narices.

Le haría sufrir (si eso era posible) hasta conseguirme, hasta que me suplicara de rodillas todos los sentimientos que aguardaban hacía él.

-Sabes que eso nunca ocurrirá-me dije, maldiciendo a mi voz sentimental que ahora se tornaba estúpida-maldita cabeza de pajaritos.

Y con unos cuantos pensamientos más sobre el futuro del mañana, finalmente Morfeo tuvo piedad de mi persona y me acunó entre sus brazos, cálidos y reconfortantes, sumergiéndome en un sueño neutro sin ilusiones delatadoras ni ojos grisáceos que me miraban lascivamente. No, yo jamás iba a tener ese tipo de sueños. ¿Verdad?

[NatayaTahir 0]

Capitulo 11

El soleado día anunciaba que se había hecho de día y que ya era hora de levantar el culo y hacer lo que tuvieras que hacer. Para su desgracia, sus quehaceres no serian enfrentarse a alguna banda rival, torturar a alguien o acostarse con alguna hermosa joven que hubiera amanecido junto a él. No, mucho peor. Debía cuidar a una niñita ridícula mientras hacía… ¿Qué haría?

Se vistió con una camisa negra y unos vaqueros informales para acto seguido arreglarse el cabello. Se paso las manos por él, peinándolo. Era un ser vanidoso, sin duda y sabía que su cabello lucía más atractivo sin peinarlo demasiado.

No solía comer demasiado por la mañana, así que un café con leche le iría a las mil maravillas. Se adentró en la cocina, desierta, y encontró una taza de café sobre la mesa.

-Buenos días, señor Brown-pronunció una voz a mi espalda-el café es para usted. Ahora iré a despertar a la señorita. Le informó que hoy tomara sus clases, como cada día laborable, en su habitación-concluyó educadamente la primera niñera al mando.

Primera porque se encargaba de todas las tareas que la chiquilla le encargaba, haciendo deseos a todas sus órdenes. Él simplemente se tendría que jugar el pellejo (un pellejo que amaba demasiado a pesar de todo) si alguien intentaba hacerle algo. Casi nada, vaya, que va.

-Bien-musitó. Jamás daba las gracias y aquella no iba a ser una excepción. Suficiente tenía aquella mujer con respirar el mismo aire que Romeo, honrándola con su presencia.

Tomó su café con deleite (café de buena calidad, sorprendente) y masticó un par de tostadas recién hechas. Todo estaba exquisito, como se suponía que debía de estar toda la comida en aquella casa.

Seguidamente se levantó, dejando la taza y el plato donde estaban y se dirigió a paso lento hacía su cruel destino, rezando interiormente porque fuera un día pasable y que sucediera sin altercados.

Entró en la habitación y un olor empalagoso le atizó sin aviso en todas las fosas nasales. Un olor dulzón que no recordaba haber olido el día anterior o eso consideraba él, porque su cerebro pareció reconocerlo. Aspiró con goce aquél aire impregnado de aquél suave aroma, como si la vida fuera a acabarse cuando él parara de olfatearlo y sonrió satisfecho al identificarlo.

-Caramelo-musitó para sus adentros.

Le encantaba el caramelo. Era lo único dulce que se permitía tomar, ya que nunca fue muy goloso. Desde pequeños, su hermana y él no comían demasiadas chucherías porque su padre era diabético y tendía a caer en la tentación del azúcar prohibido.

Así que en su casa no comían nada que tuviera azúcar, como bollos o chocolate, aunque a veces compraban productos diabéticos, pero su padre no parecía muy entusiasmado ante aquella comida carente de sabor.

Sin embargo, cuando su padre se iba a algún viaje de negocios, su madre compraba para sus hijos todo lo azucarado del supermercado y comían con regodeo el chocolate, los pastelitos de crema y las galletas rellenas de nata que tanto les gustaba. A excepción de él, que solo se atiborraba de las cosas que llevaban caramelo, su única perdición gustativa.

Y vio de quién procedía aquella fragancia que nublaba sus sentidos y lo dejaba completamente extasiado. De ella, ¿quién sino? Se odió por caer tan bajo y volvió a aspirar, relamiéndose los labios con pesar.

Estaba sentada de espaldas a él, con una coleta alta de la cual caían mechones aquí y allá, desparramados sin orden. Le gustaba aquella melena rebelde y desordenada y se removió al pensar en aquello. Tonterías, a él no le gustaba nada de ella. Era enana, con un cuerpo sin formas y una voz aguda y chirriante.

-Pero huele a caramelo-se dijo y al segundo se mordió la lengua por pensar en eso. No obstante, se atrevió a rumiar que era extraño que una mujer oliera a caramelo. Todas las mujeres con las que había estado olían a flores o frutas, pero jamás a algo de repostería.

Bufó con enfado y negó con la cabeza. Aquella chica sin formas le iba a dar más de un quebradero de cabeza.

PD: Me encanta Romeo con camisa negra! Le resalta mucho el cabello y esa piel tan pálida! =P

Editado 9 nov 2009 por Hinata_Nione

[Cova 124]

Sí.. le sienta demasiado bien el negro. T^T

[sara-sara 0]

jajajaa -> -Pero huele a caramelo-se dijo y al segundo se mordió la lengua por pensar en eso.

lee encantaa esta chica aunque lo nieguee

por cierto... te han salido a la perfeccion los personajes, Romeo es una persona fría y egocentrica, y desde luego el sim te ha salido a la perfeccion, en los ojos muestra su personalidad... y con Juliet .. se supone que es una chica tímida, dulce e inocente y la sim te ha salido muy aniñada, perfecta para su personalidad! me encanta!!

sigue pronto =D

[Lenne 0]

Hinata, me encanta tu historia. La manera en la que te expresas, el tono que das al relato dependiendo del personaje en que se centre, lo perfilada que está la personalidad de éstos... una pasada. Ya estoy deseando leer el siguiente capítulo.

[ochito 0]

me encanto el capi!

bss!!

[Smily 7]

oooh(L)

Dejar de mirar a Romeo, es mio zorrras..

[Nafe 0]

oooh(L)

Dejar de mirar a Romeo, es mio zorrras..

¬¬

Si... sigue soñando...