Historia cancelada Chocolat Idol Cap. 5 <--Nuevo Cap.

[ohana 0]

Hola chicos, aquí traigo otra historia para ustedes, aunque empecé a hacerla hace como 7 meses, cuando comenzaba a jugar los sims2, el caso es que tuve muchos problemas técnicos que me impidieron continuarla, pero ahora tuve la posibilidad de poder hacerlo y bueno, razón de más para que hoy se las presente. Espero de todo corazón que les guste.

P.d. Esta también maneja videos

Editado 2 jul 2009 por ohana

[Andrei. 1]

Ohh buenisimo..

Otra historiaa.. ese video estuvo super.. ya quiero que empieces! ^^

[Diablilla 5]

Que chulada de video

Y todos tus sims son super guapos ya tengo ganas de ver el capitulo

[ohana 0]

Muchas gracias y espero que esta historia les guste también, a comparación del Bosque de los cerezos, ésta es más, "normalita", no hay tanta fantasía, pero sí mucho amor

Ya ustedes mismos me dirán que les parece. Besitos.

P.D. Hay tres videos, uno inicial, intermedio y final... como siempre, superimportante que los vean. Bye bye.

El trinar de los pájaros armonizaba aquel lugar cubierto de flores multicolores.

La manera en que los rayos del sol se enfocaban por toda la pradera, confundían el verde césped con suave terciopelo.

-¡Es hermosa!

Una niña observaba con atención y asombro la mariposa azul que tenía cubierta con sus manos.

-Me alegra que te haya gustado -respondió su amiguito- Este es el primer regalo de despedida que te daré…

El semblante de la pequeña cambió rápidamente, sus ojos se tornaron vidriosos…

…y sus manos cayeron a cada uno de sus costados…

…dejando libre a la hermosa mariposa azul que emprendió hábilmente su vuelo y se perdió entre las flores.

El ambiente de paz y tranquilidad se quebró por completo.

Una angustia y una tristeza indescriptibles se apoderaron sin piedad de la pequeña.

-Dime… ¿es… porque no soy una buena niña?

Sus manos cubrieron su rostro y su voz se perdió entre sollozos.

La pesadez y el dolor que sentían en esos momentos eran insoportables tanto, que sus rodillas se doblaron repentinamente y su cuerpo cayó bruscamente al suelo.

-Es por eso… es por eso… que todos… me han abandonado… ¿verdad?

El corazón del niño dio un vuelco al verla en ese estado.

-Por favor… no llores… -se arrodilló junto a ella…

…y le retiró las manos de su rostro para secarle las lágrimas.

-Yo nunca voy a dejarte… te lo prometo.

Sus palabras le infundieron a la pequeña la confianza que tanto anhelaba.

-Mi madre dice que serán unas breves vacaciones.

Después de una pausa, agregó

- Muy pronto estaremos de regreso.

La pequeña levantó su mirada. Sus ojos aún humedecidos se posaron en los de su compañero y lentamente una sonrisa se dibujó en su rostro.

…y se puso de pie nuevamente.

-Vamos, te ayudaré a levantarte.

Extendió su brazo dispuesto a tomar la mano de la chica…

…pero justo en el momento en que ella se la dio…

…él retiró intencionalmente la suya.

-¡Tonto el que llegue al último hasta aquél árbol! –agregó en tono burlón…

…al mismo tiempo que se echó a correr.

La niña se rió…

…y no dudó en seguirlo.

Ambos llegaron a su destino casi al mismo tiempo.

-Eres muy buena corriendo… -el niño trataba de tomar un poco de aire.

-Sí, pero me cansé mucho…

Después de un breve silencio, se sentaron apoyando su espalda en el grueso tronco. Sus risas iluminaron aquel lugar, aún más que los rayos del sol.

-Por cierto, esto también es para ti…

-¿Para mí? –preguntó apenada.

El niño volteó su mirada hacia el reproductor de cassettes que tenía en las manos y sonrío para sí mismo.

-Esta es mi canción preferida y quiero dártela para que siempre que la escuches te acuerdes de mí…

Antes de recibir respuesta alguna, conectó sus audífonos y colocó delicadamente un auricular en el oído de la niña.

-Gracias… -ella le brindó una cálida sonrisa.

Después puso el otro auricular en su oído y oprimió el botón de reproducción.

-Mi nombre es Rei Fukuoka y es un placer para mí traerles los últimos detalles acerca del penúltimo concierto que Naoko Higashida dará hoy en el Domo de Tokio.

-Aunque el día está un poco soleado y con posibles amenazas de lluvia por el mal tiempo, la cantidad de personas que podemos ver es indescriptible…

-…son aproximadamente 6 mil 500 y sin duda, se espera la llegada de otras 3 mil.

-El ambiente está de lo más agradable, es fácil percibir la alegría y la ansiedad de la gente por ver a esta inigualable chica.

-El murmullo es tal, que ustedes mismos pueden darse cuenta de…

El televisor se apagó bruscamente.

-¡Takashi!

-¡¿Qué haces?!

-¡Takashiiiiiiiiiiiiiiiii!

-¡Devuélveme el control!

Maki forcejeaba con su hermano.

-No es bueno que una niña de tu edad pase tantas horas sentada frente al televisor.

-Pero mamá me dio permiso…

La pequeña comenzó a sollozar al ver que su lucha era en vano.

-Está bien, está bien, tú ganas.

Takashi le cedió de mala gana el control.

Sin dudarlo, la niña se recostó en el viejo sofá…

…y prendió de nuevo el televisor. Tan ajena estaba de lo que pasaba a su alrededor…

…que ni siquiera escuchó que alguien abrió la puerta.

-¡Ya estoy aquí! –la Señora Minamoto acababa de llegar de su trabajo.

-Deja que te ayude, mamá. –Takashi agarró rápidamente la canastilla de despensa que tenía su madre.

-¿Cómo te fue en el trabajo?

-Nada mal para ser fin de mes…

Miyoko miró extrañada a su hijo.

-¿Y Maki? ¿Por qué no vino a saludarme?

-Ya sabes, cuando se trata de Naoko Higashida no hay poder humano que la despegue del televisor.

La señora caminó hacia la pequeña sala.

-Hola, Maki.

-Ah… eres tú, mamá… -la niña apenas apartó su mirada de la televisión.

-¿Sabes lo que te prepararé hoy?

Al ver que su hija no se inmutó como solía hacerlo cada vez que le preguntaba algo similar…

Miyoko cambió intencionalmente el tono de su voz, seguramente la niña ahora sí se precipitaría y trataría de adivinar a toda costa

- Es uno de tus platillos favoritos…

-¡Sí! ¡Naoko, Naoko Naoko!

Para su sorpresa, Maki la había ignorado de nuevo.

Apenas se percató de que su cantante favorita salía al escenario…

…brincó como un resorte del sofá y comenzó a bailar una extraña coreografía.

-Chokoreito disuko… Chokoreito disuko…

Miyoko sólo se tomó de la cabeza.

-¿Lo ves, mamá? A veces me preocupa ese fanatismo que tiene.

-Vamos, Takashi, apenas es una niña…

¿O ya te olvidaste que cuando tenías su edad, me rompiste la mesita de cristal cuando te subiste a ella creyendo que era tu nube voladora*?

*Miyoko hace alusión al peculiar transporte que tenía Goku en la famosa serie de anime “Dragon Ball Z”

El muchacho se sonrojó de la vergüenza.

-¡Mamá! ¿Por qué siempre tienes que estar recordándomelo?

-No podrías, simplemente, no sé… ¿olvidarlo?

Miyoko entró a la cocina sin parar de reírse mientras que Takashi la seguía entre refunfuños.

[siims_94 0]

me parece averlo visto en otro foro pero esta genial,bueno ocmo te dije ya lo havia leido pero esta genial espero mas

[Andrei. 1]

Que capitulo tan emocionante!

Me encanto!

Ya quiero ver el otro cap... ^^

[Johnny 0]

Que entretenido jejejej me encanta la niña hay bailando jajjaa

Editado 3 may 2009 por Johnny

[DiSmAn 0]

ya lei el primer capitulo, esta muy interesante, me guta la historia de "amor"que tienen los niños, tambien me gusta la familia de Japón...etc

Y las fotos estan muy bien tomadas...te felicito!

[Lissie 7]

M'encanta

Me parece que lo leei desde otro foro y me suena xd

[Doll 0]

Me encanta ^^ y las fotos muy bien hechas.

Continua :)

[ohana 0]

Hi!! Aquí les dejo también la segunda actu de esta historia, ahora sí sabrán un poquito más acerca de los personajes. Besos.

Mi nombre es Naoko Higashida…

…aunque la mayoría suele llamarme sólo Nao.

Ayer, mientras descansaba en mi habitación tratando de encontrar una escapatoria, un instante de alivio para volver a sonreír como antes, me pude dar cuenta…

…que el periodo más feliz de mi vida…

Fue el que compartí con Mana-chan en la secundaria.

Desde el momento en que la vi, me pareció una persona muy simpática.

La primera vez que se acercó a mí, fue para convidarme un poco de su almuerzo y desde entonces, supo cómo ganarse mi confianza y mi cariño.

Sin darme cuenta, se convirtió en mi aliada…

-¡¿Quién lo hizo?! ¡¿Acaso no les dije que tuvieran cuidado?!

-Lo siento, no me di cuenta.

…en mi confidente…

[En el Messenger Nao dice:

Mana-chan, ¿qué crees? Ayer me habló Yukito, ¿debería de aceptar su invitación?]

…en mi única amiga…

-Ya entiendo. No te preocupes, no es el único chico en el planeta, además tú eres muy bonita…

…en la hermana que nunca tuve.

-Gracias, Manami. Sin tu ayuda no sé que hubiese hecho.

Sólo a ella le conté el sueño que más anhelaba en la vida, el de ser cantante.

Aún recuerdo las últimas vacaciones de verano que pasamos juntas.

Fue gracias a ella que después de una fuerte lluvia…

…terminamos en las instalaciones de TV Tokio.

Yo no sabía nada, pero Manami me había inscrito en un casting.

Aunque no me sentía tan capaz como las demás chicas que esperaban su turno…

Las palabras de ánimo de Mana-chan: “No sueñes tu vida, vive tu sueño”…

Me infundieron tanta seguridad para lograrlo…

…que ese mismo día, quedé entre las cinco finalistas.

Catorce días pasaron de interminable espera y un día de llovizna, llegó la noticia tan ansiada.

Lo que antes fue un sueño, ahora se volvía una realidad.

Por un momento, creí que el corazón se me saldría del pecho de la emoción.

Tenía que compartir tan agradable acontecimiento, con la persona que tanto me había apoyado y había confiado en mí.

Sin pensarlo, me dirigí a casa de Manami…

Pero al llegar, mi corazón que momentos antes latía a toda prisa…

…se detuvo.

Un gran camión de mudanza se hallaba aparcado en la acera.

Anonadada caminé lentamente hacia su lujoso coche.

-¡¿Qué pasa?!... ¡¿Qué es todo esto?!

Manami bajó del auto con una extraña expresión en su rostro. Por primera vez, la sonrisa de sus labios había desaparecido.

-Perdón por no habértelo dicho antes… Justo ahora iba a tu casa para despedirme…

-Aún no logro entender lo que está pasando… ¿Te vas? ¿Te vas a Shibuya? Eso es lo que vas a decirme, ¿verdad?

Los ojos de Mana-chan se enrojecieron pero suspiró hondo para recobrar fuerzas.

-No. Es verdad que nos vamos… pero al extranjero… Realmente lo siento… Papá llevaba mucho tiempo pensándolo y apenas ayer nos dio la noticia a mamá y a mí… Nos vamos a Londres por una temporada para atender las sucursales de mi padre… Estamos en banca rota y si no lo hacemos, seguro que nos quedamos en la ruina.

Me quedé perpleja, mi corazón se negaba a creer lo que acababa de escuchar.

Mi mirada comenzó a nublarse y mis lágrimas amenazaban con hacerse visibles…

…pero no quería hacer sentir mal a Manami, así que mejor agaché la cabeza.

-Nao-chan, ¿te encuentras bien?

No, no lo estaba, pero sus problemas eran demasiados como para acongojarla aún más.

Tome un breve respiro e intenté actuar con naturalidad. En mi mente y en mi corazón traté de albergar la esperanza de que esa temporada pasaría muy rápido y que volveríamos a vernos antes de ingresar a la preparatoria.

-Sí, no te preocupes por mí, entiendo que no me lo hayas podido decir antes…

-Gracias, Nao, sabía que lo entenderías…

Al fin me había sonreído de nuevo, aunque su rostro aún reflejaba una infinita tristeza.

-¿Sabes, Mana-chan? Hoy recibí noticias de…

-¡¿En serio?! ¡¿Qué te dijeron?!

-Yo… yo…

-¡Soy la ganadora del casting! Mañana firmaré mi primer contrato con la agencia Fancy Project!

Manami brincó de la emoción y me dio un fuerte abrazo. Ambas lloramos de emoción, de alegría… de tristeza.

-¿Ves? ¡Te dije que lograrías cumplir tu sueño! Me alegro mucho…

-Pero hubiera sido mejor si no te tuvieras que ir. Ahora más que nunca necesitaré de tu apoyo.

-Siempre lo tendrás, no lo dudes. La distancia no será obstáculo. En cuanto tenga mi nuevo número te llamaré para dártelo…

-Además… ¡Hoy me autonombro la Presidenta de tu Club de Fans!

No pude evitar sonreír por su comentario.

-Es demasiado pronto para eso, ni siquiera he grabado una canción. ¿Qué pasará si no logro agradarles a los demás?

Mana-chan movió la cabeza en señal de desaprobación.

-No seas tonta, presiento que llegarás a ser una de las grandes… ¡Seguro tendrás mucho éxito!

Las risas de las dos chicas fueron perdiéndose en el ambiente…

Hasta convertirse en un lejano eco en la cabeza de Nao.

Sin darse cuenta, dos lágrimas rodaban por sus mejillas mientras se miraba en el espejo.

-Han pasado tantas cosas en estos tres años…

…que nadie creería que soy la misma chica de la secundaria…

Con una de sus manos limpió una lágrima que resbalaba por sus labios.

-El sueño de toda mi vida siempre ha sido cantar… No fue fácil lograrlo sin la ayuda de tantas personas que ahora tendré que defraudar.

Nao no pudo contenerse y descansó su cabeza en el tocador mientras que sus lágrimas fluían como la lluvia y un nuevo recuerdo golpeaba en su memoria.

La noticia más triste de mi vida llegó una tarde lluviosa de hace un mes, en un sobre de letras doradas.

Me resulta irónico pensar que el día más feliz también llovía, sólo que el cielo era distinto…

…ahora era más gris y opaco como el sentir en mi corazón en esos instantes.

Ese día no pude evitar llorar y humedecer aquella carta que me robaría mi libertad para siempre…

Había sido admitida en la Royal Japanese University.

Aunque yo nunca envié una solicitud, mi padre empeñado en que pronto me haría cargo de sus negocios, envió una por mí.

Siempre me recordaba que esa había sido la condición para que me permitiera “jugar” a ser artista por tres años.

Él estaba más contento que yo, tanto, que celebró una gran recepción…

…con todos los empresarios de Ginza para anunciarme como la próxima heredera de todos sus negocios…

Como buena gente de alcurnia, todos brindaron bajo una falsa sonrisa materialista…

Ahora yo me había convertido en el centro de atención, pero no precisamente por ser una idol, sino por pasar a ser una de las chicas más ricas de Tokio.

Yo no quiero esto… realmente no lo quiero…

Pero bajo estas circunstancias, ya no puedo hacer nada…

Sólo renunciar al sueño que construí junto a Manami…

¡Cuánto deseo que regrese! En estos momentos, es cuando más necesito de una verdadera amiga…

Mi nombre es Takashi Minamoto.

Pronto cumpliré veinte años.

Mi vida no ha sido nada fácil desde que murió papá cuando apenas tenía doce.

La lluvia como la que hoy golpea las ventanas de la casa, siempre había sido portadora de los momentos más tristes en la vida de nuestra familia.

Cuando murió papá, llovía de igual forma.

Aún recuerdo que me perdí en las calles de Yokohama y caminé bajo las frías gotas de agua como autómata, tratando de encontrar respuestas al dolor que en esos momentos inundaba mi ser.

Cuando sostuve por última vez su mano, le prometí cuidar y defender a toda costa a mi madre y a mi pequeña hermana, también le prometí que sería un hombre de provecho y aunque él ya no estuviera con nosotros, me esforzaría para que desde el lugar donde estuviera, se sintiera orgulloso de mí…

Desde ese día, me dediqué en cuerpo y alma a los estudios. Mis calificaciones siempre eran las mejores de toda la escuela, tanto así…

…que los profesores me veían con gran potencial para enviar una solicitud a la Royal Japanese University.

Todos decían que los que lograban ingresar en ella, tenían la vida resuelta, pues ahí se formaban los líderes que tenían a su cargo los mejores puestos en las empresas del país.

Tan pronto terminé la preparatoria, envié la solicitud, la cual fue aceptada por mi alto nivel académico, así que presenté el examen de admisión.

Ahora sólo debía esperar los resultados que me llegarían por correo.

Los días comenzaron a transcurrir, casi todas las tardes llovía pero eso no me importaba y tomaba mi bicicleta para ir a las oficinas de correo.

El guardia ya me conocía y reía cuando me veía venir desde lejos.

-¿Ya hay algo para mí?

-No, hijo, aún no, mas que estos recibos de luz para tu madre.

-Está bien… gracias…

El anciano que recibía las cartas detrás del aparador, debió notar mi tristeza ya que con cierta preocupación me preguntó:

-Es muy importante para ti, entrar a esa Universidad, ¿verdad?

-¿Por qué lo dice?

-Porque ya van varios días que no te importa mojarte en la lluvia con tal de venir a ver si ya ha llegado la carta de admisión.

Mi cuerpo temblaba de frío y apenas pude contestarle con una sonrisa.

-Si no te importa, yo podría llevártela hasta tu casa en cuanto la recibamos. Aunque no hacemos entregas tan lejos, haría una excepción por ti, hijo.

-No, no se moleste. Lo que pasa es que soy muy impaciente y por eso, me hace mucha ilusión recibirla lo más pronto posible.

Y así pasaron catorce días. Como cada atardecer y con la brisa del mar chocando en mi cara, pedaleé con toda mi fuerza y entusiasmo hacia la oficina de correos.

-Hijo, ¿estás bien? Es la primera granizada del año…

-Sí, no se preocupe, logré esquivarla perfectamente.

-Te tengo una sorpresa.

El anciano sostenía un sobre azul con el sello de la Royal Japanese Universtiy.

Takashi se la arrebató de un brinco.

Sus ojos tenían un brillo especial.

Lo destapó y leyó ansiosamente la carta.

Dos gruesas lágrimas rodaron por su rostro.

“Lo sentimos, Sr. Minamoto, aunque ha pasado el examen de admisión con excelentes calificaciones, no podemos admitirle porque su perfil socioeconómico no es el mínimo requerido para ingresar a nuestro instituto. Por su comprensión, gracias.”

Presa de la incredulidad y tristeza, tomé mi bicicleta…

…y al igual que el día en que murió papá…

…deambulé por las calles sin saber a dónde ir…

…sin importarme que los granizos me golpearan con fuerza.

-Papá… te prometo que lo lograré…

Ese año no pude entrar a la universidad, así que busqué un empleo de tiempo completo como ayudante en un despacho.

Y por las madrugadas, trabajaba en un restaurante para poder juntar el dinero suficiente y pagar mi matrícula.

A mitad del año, Maki tuvo que ser internada de emergencia en el hospital…

Todo el dinero que había logrado ahorrar, lo utilicé para pagar el costoso tratamiento al que tuvo que someterse. Para mí era más importante salvar su vida que cumplir mi sueño…

Mis esperanzas para entrar a la Universidad ese año, habían vuelto a hacerse nada, pero no quería hacer sentir mal a nadie…

Así que le dije a mi madre y a Maki que había decidido no volver a intentarlo y que prefería trabajar…

Todas las noches, después de salir del trabajo, me sentaba en el pequeño patio de la casa para observar el cielo. Me gustaba soñar despierto e imaginarme que algún día podría estudiar para sacar de la pobreza a mi familia…

-Hermano… ¿qué haces aquí? Ya es muy tarde.

-El que debería preguntar eso, soy yo…

Maki sonrió y se sentó a mi lado…

Me abrazó y comenzó a llorar.

-Por favor, Takashi… perdóname. Por mi culpa no pudiste intentar entrar a la universidad.

-Eso es mentira, Maki… ya les he dicho que eso de estudiar ya no va conmigo…

-Pero ese siempre ha sido tu sueño.

-No te creo, Takashi.

Tan sólo le sonríe y la abracé. Por un momento, creí que se daría cuenta de las inmensas ganas que tenía de llorar.

-¿Sabes, Maki? No te lo había dicho, pero ahora tengo un nuevo sueño…

-A ver… dime cuál es. Seguro es otra de tus mentiras para que no me sienta culpable.

-Ahora mi único sueño, es verte sana…

Maki se sujetó de mí con todas sus fuerzas.

-Entonces haré todo lo posible por cumplirlo…

-¿Te digo un secreto?

Se acercó más dispuesta a escucharme y entre susurros agregué:

-Alguien me dijo que si deseas algo con todo tu corazón y se lo pides a Dios, se cumple, ¿crees que deberíamos intentarlo?

No me respondió, sólo cerró sus ojos…

…y yo hice lo mismo, aunque no estuviera tan seguro de lograrlo, mi corazón albergaba la esperanza de que si en algún lugar de verdad existía un Dios, pudiese enviarnos un milagro.

Miyoko, que los escuchaba detrás la pared, se llevó la mano a la boca para calmar su llanto.

-Eres un buen chico… Estoy segura que Dios te recompensará todo lo que has hecho por tu hermana…

Maki terminó su tratamiento a finales de verano, al fin los doctores le dieron de alta.

Todos estábamos muy contentos que celebramos una pequeña fiesta en la casa.

Esa tarde, alguien llamó a la puerta.

Me llevé una sorpresa al ver a la secretaria de mi jefe esperando en la entrada.

-Buenas tardes, vengo de parte del Señor Irie.

Apenado, agaché la mirada.

-Disculpe por no haber ido hoy al trabajo, pero es que en la mañana mi…

La joven comenzó a reírse sin parar.

-No vine por eso. El Señor Irie me mandó a avisarte que mañana te da el día libre para que te presentes en la Royal Japanese University a presentar tu examen de admisión.

-¡¿Cómo?! Pero si yo no…

La secretaria aún sonriendo, me respondió:

-Por si no lo sabías, nuestro jefe pertenece al Consejo Administrativo de la Universidad y como ha visto que eres un chico muy inteligente y capaz, te ha conseguido una beca del 100%. Ahora sólo resta que pases el examen.

Cegado de la emoción, me pellizqué para comprobar que no se trataba de un sueño.

-¡No estoy soñando!

-Claro que no, Takashi. Espero haber sido portadora de buenas noticias.

-¡Gracias! Mañana, después del examen, iré a verle…

Como se lo prometí, al día siguiente fui a ver al Señor Irie, quien me recibió en su oficina con una cálida sonrisa.

Sin esperar, le di mi infinita gratitud.

Pero sólo me pidió entre risas que si algún día llegaba a ser alguien poderoso, que lo tuviera contemplado entre mis amigos.

Lo cual, me pareció gracioso…

Una semana después, la noticia más feliz de mi vida llegó una tarde lluviosa, en un sobre de letras doradas.

Al fin, había sido admitido en la Royal Japanese University.

Fue algo irónico porque antes la lluvia siempre había sido sinónimo de momentos tristes en mi vida…

…pero esta lluvia tenía algo especial porque el cielo era soleado y azul.

Ahora mi sueño había quedado atrás, ahora lo único que tenía que hacer, era vivir mi realidad.

Un mes después...

Como todos los días, Miyoko se levantó temprano para preparar el desayuno.

Esta era la quinta vez en la semana que comerían sólo un tazón de arroz.

Nunca imaginó que las cosas en su casa y en su familia cambiarían drásticamente tras la muerte de su esposo.

Aunque ya habían pasado 7 largos años de la tragedia, su corazón aún lloraba y sufría por la pérdida.

-Buenos días, mamá. –Takashi acababa de entrar a la cocina.

-Buenos días, hijo.

Miyoko se secó rápidamente las lágrimas

-¿Te sirvo tu desayuno?

-No, mamá, gracias. Hoy es mi último día en el despacho y le prometí al señor Irie que llegaría más temprano para ayudarle con los pendientes.

-Está bien, pero… sí vendrás a la hora de la comida, ¿verdad?

-No lo creo, tengo muchas cosas qué hacer, quizás esté de vuelta hasta la media tarde.

El joven notó cierto desgano en el rostro de su madre y enseguida preguntó:

-¿Necesitas que te ayude en algo?

-No, hijo. Sólo quería recordarte que esta noche iremos a cenar a casa de Arisa, su padre nos hizo la invitación desde la semana pasada. Si puedes, ven un poco más temprano para que nos vayamos juntos.

-De acuerdo, trataré de terminar todo a tiempo. Nos vemos más tarde.

Takashi le dio un beso a su madre.

Y se encaminó a toda prisa hacia su trabajo.

Miyoko se dejó caer en el sofá.

Maki dormía plácidamente en uno de los sillones contiguos; sus labios dibujaban una sonrisa, seguramente estaba sumergida en un hermoso sueño.

Su madre se acercó a ella; sus ojos la contemplaban con amor.

-Mi pequeña… no sabes lo mucho que te quiero. Te quiero tanto, que no dudaría ni un segundo en darte mi vida si supiera que con eso podría salvar la tuya.

Maki pareció escucharla pues sus labios dejaron escapar unas palabras.

-Yo también te quiero mucho, mami…

[Doll 0]

Que bonitoo =) Me ha encantado, me gusta muchisimo esta historia ^.^

Espero la proxima actu

Besitoss!

[Andrei. 1]

OMG... que capitulooo..

Los dos van a ir a la misma universidad!

Ahii pobrecita su mejor amiga se fue, pero creo que volviooo! WIII! ^^

Ya quiero el otro cap...

[Franches 2]

Yo recuerdo esta linda historia, la estaba siguiendo la primera vez que la pusiste hasta que la tuviste que cerrar por los problemas técnicos que tuviste con ella,me alegro mucho que la estes volviendo a poner por que me gusta muchisimo.

Sigue pronto

Editado 5 may 2009 por Franches

[Johnny 0]

Hay dios este capitulo me entretubo mucho :) jejeje me encantan las fotografias que les sacas son muy originales

[susan 0]

q chulo q bn q le dejen ir a la universidad y sobre la chica q aparece... creo q se kien es pero... espero con ansia el siguiente

[Diablilla 5]

Perdon por no postear antes no he podido me he leido los dos capitulos de tiron y que decirte me han encantado la verdad^^

Te lo curras todo muchisimo ^^

Espero con ganas el proximo capitulo

[SofiadeLosSims 0]

Sabes que yo soy seguidora de todas tus historias,me e leido los dos capitulos y me encantaron,espero que pronto subas el 3.

[ohana 0]

  cuuki said:

Que bonitoo =) Me ha encantado, me gusta muchisimo esta historia ^.^

Espero la proxima actu

Besitoss!

Hola, cuuki, esta también es una historia muy especial para mí, y si te ha gustado con tan sólo este poquito, estoy segura que te gustará aún más conforme esto avence, gracias por tu comentario, y la otra actu, está aquí abajito, jejeje.

  AnDre! said:

OMG... que capitulooo..

Los dos van a ir a la misma universidad!

Ahii pobrecita su mejor amiga se fue, pero creo que volviooo! WIII! ^^

Ya quiero el otro cap...

Bueno, si Mana volvió o no, lo verán en este capi, y en efecto, los dos irán a la misma uni, pero aunque así sea, las cosas entre ellos no serán del todo buenas, ayyyy yo mejor me voy porque sino termino diciendo más de lo que debería. Mil gracias por comentar siempre, eres una buena lectora Hasta pronto.

  Franches said:

Yo recuerdo esta linda historia, la estaba siguiendo la primera vez que la pusiste hasta que la tuviste que cerrar por los problemas técnicos que tuviste con ella,me alegro mucho que la estes volviendo a poner por que me gusta muchisimo.

Sigue pronto

Hola, Franches, qué gusto verte por aquí también, si me acuerdo de ti, sobretodo por la firma Y bueno, sólo espero que esta historia no me vuelva a dar lata y que pueda terminarla como se debe, al menos ya sabes más o menos como siguen los demás capis, pero ¿me guardas el secreto? jejeje, muchas gracias por comentar.

  Johnny said:

Hay dios este capitulo me entretubo mucho :) jejeje me encantan las fotografias que les sacas son muy originales

Gracias, el nuevo capi también tiene lo suyo, espero que te guste. Saluditos

  susan said:

q chulo q bn q le dejen ir a la universidad y sobre la chica q aparece... creo q se kien es pero... espero con ansia el siguiente

Jajaja, gracias susan, aquí abajo podrán descubrir de quién se trata ¿será Manami o no? Bueno, a ver qué les parece. Mil gracias.

  Diablilla said:

Perdon por no postear antes no he podido me he leido los dos capitulos de tiron y que decirte me han encantado la verdad^^

Te lo curras todo muchisimo ^^

Espero con ganas el proximo capitulo

Gracias, Diablilla, aunque es una historia bastante diferente a la otra, también me consume mucho tiempo eso de los escenarios, pero todo lo hago por y para ustedes, te agradezco por leer ambas historias. Nos vemos pronto.

  SofiadeLosSims said:

Sabes que yo soy seguidora de todas tus historias,me e leido los dos capitulos y me encantaron,espero que pronto subas el 3.

Hola Sofia, gracias, me alegra mucho que ambas te gusten, pero sobretodo que te tomes unos minutitos para plasmarme tu comentario, porque al final, eso es lo que más me anima a continuarlas. Hast pronto.

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Bueno, tercera actu disponible, disfrútenla mucho y ya saben, sus comentarios son muy bien recibidos. Besos.

-¡Así que no quieres recibirme, Naoko Higashida!

-¡Esa voz…! ¡Esa voz… es la de…!

La chica dio un salto del susto.

-¡¿Manami?! ¡¿De verdad, eres tú?!

Naoko salió disparada de la cama para darle un fuerte abrazo a su gran amiga.

-¡Mana-chan! ¡Has vuelto! –su voz irradiaba emoción y alegría.

-Sí, después de tanto tiempo apenas se presentó la oportunidad.

-¡No sabes el gusto que me da!.. Pero… que cambiada te ves…

Manami rió ante el comentario de Nao.

-Estar en el extranjero me ha hecho madurar…

-¡Que envidia me das! Yo también quisiera irme una temporada al extranjero para tener ese aire de elegancia que irradias.

-Nao-chan, sigues siendo la misma de antes, me alegra mucho…

Mana, dio un suspiro de alivio.

-Por un momento pensé que al llegar a Tokio, me toparía con una chica arrogante y frívola, en especial, por todo lo que has logrado en tan poco tiempo…

Naoko sonrió. Animadamente se dirigió hacia su tocador…

…y tomó un portarretrato.

-Desde el momento en que me convertí en el sueño de toda chica japonesa… me he sentido muy sola… La única y verdadera amiga que tuve y que no se acercó a mí por interés… eres tú, Mana-chan…

Nao se frotó sus ojos llorosos…

…y le mostró a Manami la foto que tenía entre sus manos.

-El día en que nos graduamos de la secundaria, fue uno de los más felices de mi vida… -la chica sonrió al recordar aquel momento.

-Eres una tonta, creí que regresarías pronto para que entráramos juntas a la preparatoria… Han pasado muchas cosas en todo este tiempo, algunas buenas, algunas malas… Por momentos, sentí que mis esperanzas se desvanecían y que mis fuerzas se hacían nada… No sabes lo mucho que me alegra verte de nuevo.

Manami agitaba torpemente sus manos como tratando de evitar derramar sus lágrimas.

-No me hagas llorar, Nao-chan. La última vez que lo hice fue cuando me despedí de ti, en esa ocasión traté de hacerme la fuerte pero si sigues diciéndome cosas así, sacaré todo mi llanto reprimido y no podrás pararme.

Ambas rieron ruidosamente como solían hacerlo siempre.

-Pero… ¿por qué no me avisaste que vendrías? Hubiera ido a recogerte al aeropuerto.

-Quería darte la sorpresa, además supuse que estarías ocupada por lo de tu concierto.

Nao no podía esconder lo feliz que se sentía.

-Tengo tantas cosas qué contarte…

-Yo también…

-Pero ¿qué te parece si para recordar viejos tiempos, vamos a la cafetería a la que solíamos ir siempre después de clases?

Manami dejó escapar una expresión de emoción.

-¡¿Todavía existe “Coffee Dreams”?!

-¡Sí que exageras, ni que hubieran pasado diez años desde que te fuiste al extranjero!

-No, pero me hace mucha emoción ir… será como regresar el tiempo… Espero que todavía sigan vendiendo los pasteles de cereza que…

La señora Kahori entró de nuevo a la habitación.

-Imagino que no has almorzado, ¿verdad? –le preguntó a Manami.

-No, apenas deje mis cosas en el hotel y me vine para acá.

-Entonces ordenaré que les preparen algo especial, no siempre tenemos tan grata visita.

Kahori estaba por salir de la habitación cuando Naoko la detuvo.

-No es necesario, mamá. Iremos a “Coffee Dreams”.

-Está bien, entonces será en otra ocasión.

-Claro que sí. –Manami le brindó una sonrisa de agradecimiento.

-Bueno, me cambiaré lo más rápido que pueda. –la joven se dirigió hacia su armario.

-De acuerdo.

La madre de Nao tomó del brazo a Mana-chan.

-Vamos, hija, de mientras tomemos un poco de té, que quiero que me cuentes cómo están tus padres…

Manami olió profundamente el delicioso aroma del té verde recién hecho.

-Ya extrañaba esto…

-Veo que te perdiste de muchas cosas estando en el extranjero.

-Sí, aunque en Inglaterra hay muchos restaurantes de comida japonesa, el sabor no se iguala además, la comida de allá es un poco más grasosa que la nuestra –Mana tomó otro poco de té y agregó- ¿No me ve algo pasadita de peso?

-No, te veo igual de linda.

La joven sonrió.

-Entonces, ¿tus padres aún no regresan?

-No, los negocios aún no marchan bien, pero vendrán en cuanto se estabilicen más as cosas.

-Espero que todo se solucione pronto.

-Gracias…

Durante todo el camino, no pararon de hablar sobre sus anécdotas, entre risas recordaron todas las travesuras que hicieron estando en el instituto.

Sin darse cuenta, llegaron a su destino.

-Y ahora… ¿dónde nos estacionamos? –Manami miraba por todos lados- Creo que a todo Tokio se le ocurrió venir precisamente hoy.

-¡Mira, allá hay un lugar! ¡Apresúrate antes de que te lo ganen!

La chica pisó a toda prisa el acelerador…

…y con un par de movimientos dejó perfectamente aparcado su coche.

-¡Wow! Sí que tienes práctica. Seguramente yo me habría ido a estrellar en la pared.

De nueva cuenta, sus risas inundaron el lugar.

Tan pronto entraron a la cafetería “Coffee Dreams”, un mesero caminó hacia ellas.

Nao le guiñó el ojo…

…y como por arte de magia las dirigió hacia sus asientos y con suma rapidez, les tomó la orden.

-Menos mal que no tuvimos que esperar. Con lo lleno que estaba el estacionamiento, creí que iba a ser difícil que nos atendieran.

Manami no dejaba de observar detenidamente el interior del establecimiento. Nao rió picaronamente.

-Este lugar no ha cambiado en lo absoluto.

-Por eso me sigue gustando venir, aunque los primeros años después de tu partida, me resultaba difícil frecuentarlo.

La bella joven que la escuchaba atenta, revivió todos los momentos que pasaron en la cafetería…

…y al volver a echar un vistazo, sintió como si el tiempo regresará…

…hasta pudo imaginarse a Nao y a ella misma con sus uniformes del instituto, sentadas en la mesa junto a la ventana que solían ocupar siempre.

-En realidad, ya extrañaba mucho a mi amiga Nao… estar aquí me ha hecho recordar tantas cosas…

Naoko sonrió y al igual que su amiga, recordó las innumerables veces que se quedaron hasta tarde sólo para hablar de sus sueños, de sus problemas, de sus inquietudes e incluso de los chicos.

-Eres muy mala amiga, Mana-chan, desde que te fuiste apenas esta es la primera vez que vienes a pasar unos días a Japón… No sabes lo mucho que me gustaría que pudieras quedarte más tiempo…

Manami acababa de acordarse de algo importante que tenía que decirle a Nao y rió emocionadamente.

-Claro que no soy mala amiga, este viaje no es de vacaciones, si vine fue porque quería verte y decirte que… ¡Estudiaré contigo en la misma universidad!

La cara de Naoko se vio invadida por la sorpresa y gritó tan emocionada…

…que todas las personas del restaurante la voltearon a ver.

En ese justo momento, dos chicos entraron al restaurante caminando con un aire altivo.

Al notar el alboroto que había armado la joven, la quedaron viendo con una arrogante expresión.

Manami, al notar la atractiva figura de los muchachos, perdió el hilo de la conversación por un instante.

-Cierra la boca que te van a entrar moscas – Nao rió burlonamente…

…y después prosiguió.

-Pero júrame que no me estas mintiendo, ¿en serio estudiarás en la misma universidad que yo…?

-Claro que sí, de hecho, estudiaré la misma carrera que tú…

-¡Qué emoción… Después de todo, no estará tan mal ir a la universidad!

-Ya quiero que comiencen las clases, después de escuchar todo lo que me han contado de la universidad, creo que será como un sueño. Mi padre está muy contento de que estudie ahí porque soy su esperanza para que sus empresas vuelvan a tener poder en Japón…

Mana hizo un gesto de alivio.

-Sinceramente, no me la pasaba tan bien en Londres. Nunca logre adaptarme a ese ambiente tan hostil del extranjero y esa es una de las otras razones por las que estoy contenta de estar con Nao-chan…

-¿Por qué no me contaste nada de esto cuando me hablabas por teléfono?

-No quería mortificante y si no te dije nada sobre mi ingreso a la Royal Japanese University, es porque quería que fuera sorpresa, y creo que sí lo he logrado, sólo basta con ver el tremendo jaleo el que acabas de armar.

-¿Cómo quieres que no gritara de la emoción si mi mejor amiga ha vuelto para quedarse? Aún no lo creo, seguro me llevará varios días asimilarlo.

-Yo también me siento muy contenta, a pesar de que mis padres no están aquí, siento una tranquilidad muy grande. Siento como si después de tres años, al fin estuviera en casa.

Las dos chicas comieron los platillos que siempre solían pedir y de postre pidieron un delicioso helado.

-¿Te acuerdas de Kaoru Amano? El chico del salón de a lado que siempre te perseguía. –le preguntó Manami.

-¿Te refieres a Mr. Increíble?

-¿A quién?

-Bueno, quise decir que si me estás hablando del chico que tenía el mentón parecido a un abrelatas.

Mana no pudo evitar reírse, a veces Nao tenía una extraña pero acertada manera de describir la realidad.

-Estamos en la misma sintonía, hablamos de la misma persona.

-Sí me acuerdo, de hecho le estoy muy agradecida. Fue por escondernos de él que dimos con este lugar.

Manami soltó una estrepitosa carcajada.

-Tienes razón, sólo alguien tan tonto como él podría pasar cincuenta mil veces enfrente de nosotras y no habernos visto. Pero el caso es que se rumorean cosas muy extrañas acerca de él y de su familia. Un amigo de papá, conoce a uno de los allegados de los Amano, y según esa persona le contó que se fueron a vivir a Australia sólo para evitar la deshonra, ya que Kaoru fue diagnosticado con esquizofrenia y allá está recibiendo tratamiento en un famoso centro psiquiátrico.

-La verdad, sí parecía loco, pero creo que exageran inventando ese tipo de rumores, al menos yo no lo creo. Pero mejor dejemos de hablar de ese chico tan raro que me da escalofríos.

Manami y Naoko tenían muchas cosas en común. Su amistad era sólida y aunque Mana se había ido a vivir al extranjero tan pronto se graduó de la secundaria, siempre se mantuvo en contacto con Nao. No había nada que una desconociera de la otra, no existían los secretos entre ellas, sólo el mismo sueño de llegar, algún día, a cumplir todas sus metas.

-¿Y cómo tomó la noticia tu papá? –le preguntó Manami mientras tomaba su té.

-Ya lo conoces bien. En cuanto supo que me habían aceptado en la Royal Japanese University, se puso feliz, después de todo, ese ha sido siempre su sueño.

-No te veo muy convencida. Tú… tú no quieres eso, ¿verdad?

-A ti no te puedo mentir. Tú mejor que nadie sabe que mi sueño no es precisamente hacerme cargo de los negocios de mi padre, no me siento capaz para hacerlo… pero ahora que sé que entrarás a la misma universidad que yo, no me siento tan deprimida como hace días…

-Pero ese no es el caso, recuerda que las decisiones que tomemos en el presente repercutirán siempre en el futuro y si no te sientes tan feliz ahora, será mucho peor después, cuando te dediques a algo que no te gusta.

El rostro de Nao mostraba cierta resignación.

-¿Y qué pasará con tu carrera artística? Cuando oí en la televisión que darías tu penúltimo concierto, casi me muero de la impresión. Para serte franca, adelanté mi viaje porque quería preguntártelo personalmente… ¿No crees que es una decisión bastante precipitada? Como Presidenta de tu club de fans, creí que me lo dirías primero, nunca esperé enterarme de esa manera…

Nao sonrió ligeramente y agachó la mirada.

-Lo siento, Mana-chan, pero eso no lo decidí yo…

-¿Entonces fue…? –Manami se atragantó, jamás imaginó que el padre de Nao era el que la había orillado a dar semejante noticia.

-Sí, todo es obra de mi padre…

-Pero… ¿Hideki y tú…? ¿Acaso no son un equipo? ¿No son ustedes lo que deberían de decidir algo como eso?

-Sabes que él es un chico muy noble, está tan agradecido con mi padre que es incapaz de contradecirlo. No olvides que mi padre nunca estuvo de acuerdo con la idea de que me volviera cantante.

-Sí, lo sé. Recuerdo que te esforzaste mucho para que al fin te diera su aprobación, pero no puedo comprender su manera de actuar, sobre todo si sabe que tu sueño siempre ha sido ese.

-Aunque me duela decirlo, a veces es egoísta, para él lo más importante es su almacén, todo gira alrededor de su tienda departamental. De ahí su esmero en meterme a estudiar a esa “prestigiada escuela”. Quiere que en un futuro yo me haga cargo de todo lo que corresponde a “Ginza Mall”.

-No puedo creerlo… Cuando los fans del club se enteraron, me mandaron como diez mil mails preguntándome un sinfín de cosas pero no supe qué responderles…

-Le debo tanto a mis fans que si por mí fuera combinaría mi carrera artística y los estudios, aunque ya desde un principio mi padre me lo dejó claro; él quiere que me concentre al cien por ciento en la escuela…y la verdad, dudo mucho que me deje continuar cantando…

-Me siento muy triste por las decisiones que te orilla a tomar tu papá, yo más que nadie sé lo que significa para ti ser cantante y todo lo que tuviste que esforzarte para lograrlo…Te prometo que te ayudaré a pensar en algo… porque Nao-chan seguirá cantando.

Nao pagó la cuenta y las dos chicas caminaron hacia la salida.

El sofisticado porte de Manami hizo voltear a ver a hombres y mujeres por igual…

…mientras que “la humilde Nao” pasó desapercibida, comprobando así la eficacia de su peculiar disfraz de chica tonta.

-Seguro si hubieran sabido que la chica que me acompañaba era Naoko Higashida no salimos vivas.

Naoko sonrió.

-Pero tu no te quedas atrás, eres muy bonita porque tienes un aire diferente a las demás chicas que solo el haber estado viviendo en el extranjero, te lo puede dar.

-Cuidado que luego me la creo y me convierto en la señorita egocéntrica.

Las dos Iban riendo por el gracioso comentario hasta que llegaron al lugar donde habían aparcado el coche, y notaron que un automóvil se había estacionado detrás de ellas.

-¿Y ahora como sacaremos el coche? La persona que hizo esto es un irresponsable. ¿Cómo se atreve a estacionarse así? -dijo Mana indignada.

-Seguramente como ya no había lugar, se le hizo fácil estacionarse en el primer espacio que se le ocurrió.

Nao movió en gesto desaprobatorio la cabeza.

-Nos sentemos en aquellas bancas a esperar a que venga el dueño.

-¿¡Cómo pueden darle licencia de manejo a alguien tan irresponsable y maleducado?! – Mana que era de temperamento más fuerte que Naoko parecía comenzar ya a perder los estribos.

A pesar de eso, las dos amigas se sentaron a esperar, pero no aguardaron mucho…

…porque dos chicos que acababan de salir del restaurante se acercaban al automóvil.

Manami al notarlo comenzó a crisparse sin importarle que minutos antes, le habían llamado la atención.

-No, Mana-chan, por favor no reclames.

Dijo Naoko que conocía mejor que nadie el carácter explosivo de su amiga, pero ya era demasiado tarde.

Con una actitud retadora se les acercó sin importarle nada.

-¡Son unos groseros! ¡¿Cómo se atreven a aparcar su coche donde se les antoje?!

-Disculpe, señorita, no era nuestra intención.

Dijo el más alto.

Mientras que el otro chico miraba de reojo a Nao pero no con una mirada conquistadora, sino con una burlona o de vacilación.

-¡¿“Disculpe”, sólo “Disculpe”? No te das cuenta que me has hecho perder el tiempo, no sé qué tienes en la cabeza para tomarte tan a la ligera esto…

Manami parecía cambiar de tonalidades de piel conforme su enojo se incrementaba.

En cambio Nao, se sentía cada vez más incómoda porque aún percibía la mirada inquisitiva del otro chico, hasta el grado en que comenzó a sudar de las manos.

-¿Será que ya me reconoció? ¿O será que le gusto? ¿Será que se está burlando por mi ropa? ¿O será que le recuerdo a alguien? Con que no sea a Naoko…

De pronto solo se oyó una ráfaga de viento chocando contra una mejilla.

-¡Señora, señora mire a su hija, contrólela por favor!

El joven que discutía con Mana-chan se tocaba la mejilla todo adolorido.

Naoko por un momento entró en shock al oír como la llamaban.

-¡¿Señora?! ¡¿Señora, yo?!

El chico que la miraba desde antes, sólo se soltó a reír como loco porque ya había advertido que Nao era una chica joven, más no la idol.

Al escuchar su tonta risa fingida, Mana se volteó y le soltó al igual que a su amigo, una bofetada.

-¿Eso también te pareció gracioso?

Naoko que aún no salía de su ensimismamiento, reaccionó al jaloneo de Mana.

-¡Vámonos!

[Doll 0]

jaaja me ha encantado

Me he reido mucho al final cuando Naoko estaba en el coche haciendo burlas xDD

Sigue prontoo ! ^^

[Andrei. 1]

Oh Dio Mio.. Volvio Mana que lindaa... esta hermosa! ^^

Jajaja que risa me dio como se vistio para el café.. xDD

Awww que bieen van a ir a la misma uni aunque Nao quiere seguir cantando

Jajaja oh dios mio.. esos tipos super graciosos.. Mana le dio su buen merecido al igual que Nao jaja que bien que le rallo el carro.. jaja!

Omg.. como se quedo el tipo cuando el otro le dijo que era Nao.. ^^ Que lindo le gustó! Pero hey se me hace conocido.. no sera el de la infancia verdad?

OTRO CAP YA!

[Franches 2]

Me encanto el capí!! aunque ya haya leido la historia la 1era vez,no me cuesta nada volver a hacerlo,es muy entretenida.

No te preocupes no voy a contar nada de la historia,el secreto esta a salvo conmigo

Y lo de que te acuerdas de mi sobretodo por mi linda firma,es que me encanta esa pareja de Harry Potter,es una de mis favoritas jejeje XD pero yo no la hice,la hizo una amiga.

Editado 15 may 2009 por Franches

[ohana 0]

Hola, chicos, disculpen mi atraso, pero he tenido unas semanas de muerte en la escuela, pero lo bueno, es que ya estoy en la recta final, así que actualizar seguido no será tanto problema... aunque con eso de los sims 3, tal vez los seguidores de las historias de los sims 2, disminuyan considerablemente, pero bueno, al mal tiempo, darle prisa, quizás pronto me anime a hacer una con los nuevos sims

Como siempre, les agradezco su paciencia, su tiempo y sus lindos comentarios. Besos.

-Vamos, Maki, date prisa, se nos hará tarde.

Miyoko trataba de levantar a Maki, sin obtener resultado, parecía como si la pequeña estuviera pegada fuertemente al sillón.

-¡Mamá, no quiero ir, van a pasar un especial del “tour” de Naoko!

-Lo sé, cariño, pero Arisa y su papá nos invitaron a cenar.

Maki zapateó fuertemente y comenzó a sollozar.

-No es necesario ir a su casa, podemos cenar aquí.

-Sí, pero eso cena es especial…

Miyoko se acercó a ella y le habló al oído.

-No quería decírtelo pero me pidió que te llevara porque te tiene una sorpresa.

El falso llanto de la pequeña cesó como por arte de magia y sus ojos se mostraron ansiosos.

-¡¿En serio?! ¡Dime de qué se trata!

Miyoko se puso de pie y con un gesto de malicia agregó.

-Si quieres saberlo, será mejor que te alistes.

El rostro de Maki mostró cierto desgano.

-Bueno… imagino que el fin de semana lo repetirán…

Con resignación apagó el televisor.

-¡Ya estoy aquí!

Takashi acababa de llegar,

Tan pronto escuchó su voz, la niña se le abalanzó.

-¡Que bueno que viniste!

El joven rió al tener tan efusivo recibimiento. Miyoko se acercó a ellos.

-Por un momento creí que ya no vendrías.

-Yo también creí que se me haría más tarde, pero por fortuna la secretaria del señor Irie me ayudó.

Takashi miró el reloj que colgaba de la pared.

-Me daré un baño –dijo presuroso.

-Está bien, yo ya estoy lista sólo falta que Maki se…

-¡Sí, sí, ya lo sé…! Ahora mismo iré a arreglarme aunque no tengo ganas de ir… Cuando sea más grande no podrán obligarme a nada, veré la televisión todo el día y comeré las golosinas que quiera…

La niña comenzaba a refunfuñar nuevamente mientras se dirigía a la habitación.

Su hermano y su madre sólo se quedaron viendo sin entender lo que pasaba.

-No quiero ni pensar cómo serán sus arranques cuando sea adolescente –dijo Takashi algo preocupado.

-Créeme que yo tampoco…

Mientras tanto, Naoko y Manami no paraban de reír por el incidente que tuvieron con los dos jóvenes del garage.

-¡Vaya, Mana-chan! No sabía que tuvieras manos tan resistentes, mira que pegarles de esa manera a esos dos “cara dura” no es tarea fácil –Naoko casi no podía hablar, su risa ahogaba sus palabras.

-Esta es la segunda vez que lo hago en mi vida, pero es que de verdad que esos dos me sacaron de quicio…

-No sé cómo pueden haber personas tan… tan… ¡Ah! ¡Ni siquiera existe una palabra que describa a ese tipo de gente!

-Sí, entiendo. A mí también me molestó mucho lo que ése tonto me dijo –el rostro de Nao se enrojeció sólo de recordarlo- ¡¿Señora, yo?! ¡¿Quién se habrá creído como para decirme eso?! ¡Me hubiera gustado pasarle el carro encima!

-Tranquila… Intuí las ganas que tenías de sacarle los ojos, por eso te ayudé aunque sea a tumbarle los dientes… Además, lo que les hiciste no estuvo nada mal, el “regalito” les va a costar más de lo que yo recibo de mesada.

-¿Viste la cara que pusieron cuando les dejé mi autógrafo? –le preguntó Naoko emocionada.

Manami rió a carcajadas, su risa era tanta, que sus ojos dejaron escapar unas lágrimas.

-Por un momento, creí que el mentón se les caería al suelo. Veo que ya vas aprendiendo.

-Es que tengo a la mejor de las maestras.

Ambas continuaron su viaje de regreso.

Nao ponía emocionada en el estéreo algunas las nuevas canciones que incluiría en su álbum de despedida.

-Me han gustado todas, tu música tiene un estilo muy fresco y bailable, seguro será otro éxito más a tu larga lista.

-Sí, tienes razón -dijo Nao con una risa de satisfacción.

-¡Sí que me resultaste muy modesta, amiga!

-¿Que te resulté…? ¡Siempre he sido así!

Nao le guiñó el ojo dándole a entender que se trataba de una broma.

Cambiando de tema… te tengo una sorpresa, Mana-chan.

Naoko agachó la cabeza un poco apenada.

-¿De qué se trata? Dime… ¡¿A caso me vas a presentar a los chicos de Kat-tun?!

Manami se emocionó tanto que por poco soltaba el volante.

Las dos soltaron un grito al ver que estaban a punto de chocar con el coche de adelante.

Pero por fortuna, Mana maniobró rápidamente y lograron esquivarlo.

-Eso estuvo cerca… -Nao soltó un suspiro de alivio- …y no, esa no es la sorpresa, pero no quita que después te los presenté ya que son muy buenos amigos míos.

Al oír aquellas palabras, Mana-chan volvió a emocionarse y a perder el control del coche.

Nuevamente los gritos de ambas hicieron retumbar los cristales.

-¡Gracias, gracias, Nao-chan!... Sólo espero que al estar frente a ellos calmé mis instintos fanáticos y no me les abalance encima…

Nao rió algo temerosa.

-Sí… sería bueno que lograras calmarte… pero preferiría que empezaras a hacerlo desde ahora. No quiero morir tan joven...

Manami le sonrió.

-Está bien.

VIDEO POR METACAFE PORQUE TENIA PROBLEMAS CON YOUTUBE:

VIDEO VIDEO VIDEO

[ohana 0]

El fresco de la noche chocaba contra sus rostros. Las luces de las calles ya encendidas, guiaban en su andar a Miyoko, quien llevaba entre sus manos un delicioso pastel de bayas y a Maki que iba fuertemente agarrada de la mano de Takashi.

-Mamá, hermano, casi se me olvidaba… La próxima semana será el Festival del Deporte en la escuela y mis amigas y yo bailaremos “Chocolate disco” de Na…

-Sí, ya sabemos que es de Naoko Higashida. También sabemos que es tu ídolo y que sólo esa música sabes bailar.

Maki enojada frunció el ceño y le sacó la lengua a Takashi; Miyoko que iba adelante, sólo sonrió.

-El caso es que quiero que vayan a verme –la niña volteó a ver los rostros de su madre y de su hermano, como vio que no le dijeron nada agregó- El que no vaya, no le hablaré por un mes.

Nadie le respondió, Miyoko y su hijo sólo se quedaron viendo con cierta preocupación.

-Hija, tu hermano no podrá irte a ver, recuerda que pronto entrará a la universidad y…

-Está bien, ya sé… -le respondió Maki con su voz entrecortada.

-Lo siento, pero como recompensa, cuando venga a casa en las vacaciones, te traeré algo de Tokio.

-¡No quiero nada!

La pequeña lloraba en silencio. Sus ligeros temblores la descubrieron.

-No llores, hija. Pronto llegaremos a la casa de Arisa y te vas a ver muy fea con los ojos hinchados.

-¡No me importa! ¡La que es bella es bella…!

Su hermano no pudo evitar reírse.

-Anda, Maki, ya no llores… Está bien, no me quería comprometer pero… ahora que estaré viviendo en Tokio, seguro en una de esas me encuentro a Naoko Higashida y le pediré un autógrafo y también le platicaré mucho de ti…

Sus palabras fueron como una inyección de alegría para la niña. En un instante recuperó el ánimo que había perdido por la pronta partida de su hermano.

-Me lo has prometido y recuerda que a mí no se me olvida tan fácil una promesa. Si me has mentido y no me traes nada en las próximas vacaciones, no te hablaré por mucho tiempo.

Entre las pláticas y los berrinches de Maki, llegaron a la humilde casa de Arisa en el pequeño muelle de Yokohama.

Su padre, un señor de edad madura, se dedicaba a la pesca, sólo bastaba con ver su casa para adivinarlo puesto que en la entrada, tenía un montón de cachivaches oxidados, redes para pescar y un par de lanchas.

Arisa, “la hermosa hija del pescador”, como comúnmente la conocía la gente que vivía cerca de ahí, ya los esperaba en la puerta con una agradable sonrisa.

-Buenas noches.

Se inclinó ante los tres y ellos, de igual forma, le devolvieron el saludo.

-Ya los esperaba ansiosa. Papá está adentro, se alegrará en cuanto los vea.

Miyoko sonrió y le entregó la caja con el pastel que había preparado.

-Para el postre.

-Muchas gracias, señora.

Al mirar que Takashi llevaba sus mejores prendas, la muchacha no pudo evitar sonrojarse y rió nerviosamente.

Una vez adentro, el señor Fujiwara los recibió con la gran hospitalidad que lo caracterizaba. Desde hace mucho tiempo, era amigo de la familia Minamoto y aunque casi todos los días se encontraba y platicaba con ellos, casi nunca hacían celebraciones tan formales como la de este día.

-Hoy, Arisa se ha lucido en la cocina. Siempre he dicho que mi niña heredó el arte culinario de su madre y si no me creen, espérense a probar todos los deliciosos platillos que preparó con los mejores pescados de mi jornada de hoy y todo esto, para celebrar su despedida.

Miyoko y su hijo se extrañaron al oírlo. Nunca pasó por la mente de Takashi que Arisa, su pequeña amiga de la infancia, partiría algún día de Yokohama dejando solo al hombre que tanto quería, su padre.

-Arisa, no me habías dicho nada… ¿A dónde te vas? –le preguntó Takashi preocupado.

Desde niños, habían sido muy buenos amigos, siempre que tenían oportunidad, conversaban sobre sus sueños, sus metas e incluso, cada domingo de quincena, salían a pasear y ahora, de la nada, todo eso terminaría.

-Lo siento, es que era una sorpresa y para decirlo, quería que fuera un momento especial como este. –le dijo Arisa un tanto apenada mientras colocaba en la mesa los últimos platillos que había preparado.

Maki que desde que llegó se encontraba en la “luna”, ensayando en su mente los pasos de la coreografía que bailaría en la escuela, pareció reaccionar al escuchar la palabra “sorpresa”. Sin pensarlo, jaló dulcemente el brazo de Arisa.

-Hola, Arisa –le dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

La chica sonrió y acarició el cabello de la pequeña.

Al notar que la joven seguía arreglando los platillos, volvió a insistir y cruzó por debajo de la mesa para encontrársela más de cerca.

-¡Hola, Arisa! –dijo de nuevo.

-Que adorable es tu hermanita, Takashi –al voltear su rostro hacia el chico, Maki le sacó la lengua.

-Es que aún no la conoces.

La niña se desesperó; quería su sorpresa a como diera lugar.

-Ándale, ándale, ya dame mi sorpresa, one-chan. Mi mamá me dijo que me tenías una sorpresa.

La muchacha quedó desconcertada. No recordaba haberle dicho algo a Miyoko, pero desde lejos le hizo señas aprovechando de que Maki estaba distraída. La señora, de igual forma, le pidió que le dijera que la sorpresa era el sushi.

-La sorpresa es que preparé sushi especialmente para ti, como sé que es tu platillo favorito…

Maki fingió estar emocionada.

-¡Que rico ya lo quiero probar!

Y entre dientes susurró- Aunque hubiera preferido el DVD Live Tour de Naoko.

De pronto, el señor Fujiwara sacó una botella de sake y llenó las pequeñas tazas, a excepción de la de Maki.

-Antes de comenzar a cenar, me gustaría hacer un brindis y darles un anuncio muy importante.

Arisa se sonrojó.

-Papá, no exageres.

El señor alzó su pequeña taza.

-Ari-chan ha sido admitida en la Universidad de Tokio.

Takashi no podía creer lo que oía, su corazón se llenó de alegría al saber que su amiga se iría a estudiar a la misma ciudad a la que se iba él. Miyoko le dio un fuerte abrazo a la chica.

-¡Felicidades, Ari! –Takashi se acercó a ella y también la abrazó.

La joven sonrojada, sólo agachó la mirada tratando de no ver a los ojos a su fiel amigo.

-Gracias…

-¿Por qué no me lo habías contado? Nunca pensé que tu deseo fuera estudiar la universidad en Tokio, creí que querías quedarte aquí, en Yokohama.

-Lo que pasa es que no creí que correría con la suerte de pasar el examen de admisión, por eso no quise contártelo antes…

Mientras comenzaban a degustar los sabrosos guisos que se encontraban dispuestos en la mesa, el padre de Arisa intervino en su plática.

-Desde que mi hija fue admitida en la Universidad de Tokio y luego de saber que tu también fuiste admitido en la Royal Japanese University, me he puesto ha pensar en algo que significaría mucho para mí… en algo que quisiera pedirte como un gran favor, hijo… Me da mucha pena pero…

Takashi, sonriente como siempre, lo interrumpió.

-No se sienta apenado, señor. Pídame el favor que usted quiera, yo haré todo lo que esté en mis manos.

Hubo un minuto de silencio. Miyoko escuchaba atenta la conversación.

Maki comía velozmente cuanto sushi entrara en su boca.

Y Arisa se puso tan nerviosa, que parecía saber lo que su papá estaba a punto de pedirle a Takashi.

-Me gustaría que cuidaras de mi pequeña, Ari, ahora que los dos vivirán en Tokio. Sé que no estudiarán en la misma universidad, pero por lo menos me conformaría con que vivieran cerca y estuvieras al pendiente de ella.

El muchacho le sonrió amablemente.

-No se preocupe. Aunque usted no me lo hubiera pedido, yo estaría al pendiente de Ari-chan. Es mi amiga y bien sabe que nunca la abandonaría.

-Gracias, hijo. No sabes qué alivio siento ahora.

La joven le dio las gracias a Takashi y enseguida sus mejillas tomaron su característico color rojo.

Maki miró celosamente a Arisa.

-Ni que todavía fueras una niña linda como yo para que te cuiden…

-¡Maki, compórtate! –Miyoko se disculpó apenada…

…pero todos comenzaron a reír antes los desplantes de la niña.

-Y dime, hijo, ¿cuándo partes a Tokio para ver todos los documentos de la universidad y el lugar donde vivirás? –preguntó el señor Fujiwara un tanto ansioso.

-Mañana mismo ya que la siguiente semana comienzan las clases.

-¡Papá, ¿me puedo ir con Takashi?! –los ojos de Arisa se encendieron de alegría.

-Claro que sí, hija. Ahora que él cuidará de ti, no debes separarte de su lado.

-Gracias, papá, por eso te quiero mucho.

Todos sonrieron, menos Maki que burlándose imitó a Arisa.

-De verdad me da mucho gusto que los dos se acompañen, así no se sentirán tan solos –dijo Miyoko.

-Ari-chan, aunque igual no podamos vernos todos los días, te prometo que los domingos, los únicos días que tendré libre en la Uni, te los dedicaré a ti.

-Gracias… no sabes lo feliz que me haces…

Aquellas palabras del chico fueron como melodía a los oídos de Arisa, una linda melodía que decidió guardar en lo más profundo de su ser.

La cena transcurrió entre pláticas, risas, planes para las próximas vacaciones y un sinfín de cosas que interesaban a los grandes.

-One-chan, yo quiero la rebanada más grande –Maki le sonrió a Arisa e inclinó el rostro para tratar de verse adorable y darle una probadita al pastel.

-Se ve que está exquisito, Miyoko –dijo el señor Fujiwara.

La señora rió apenada mientras servía las tazas de té.

-Takashi, ¿te sirvo una rebanada de pastel?

-No, gracias, Ari-chan, me ha gustado tanto la cena que preparaste que comí más de la cuenta y ya ni siquiera me entra una taza de té.

El chico suspiró hondo y se puso de pie.

-Creo que mejor iré a tomar un poco de aire fresco. Enseguida vuelvo.

-Hija, come un poco de pastel, está delicioso.

-¿Eh?... Es que… Yo también comí demasiado, más tarde lo probaré… Creo que también iré a tomar aire fresco.

Y sin pensarlo dos veces siguió los pasos de Takashi.

Maki desde luego, no estaba dispuesta a darle oportunidad de estar a solas con su querido hermano.

-¡Yo también quiero ir, espérenme!

El papá de Arisa se dirigió rápidamente a la sala.

Sacó un disco y lo insertó en el DVD.

La cabeza de Maki volteó enseguida y como autómata caminó también hacia la sala.

Se sentó y pareció como si el televisor despegara un extraño poder…

…que la absorbía a cada paso que bailaba su cantante preferida.

Miyoko comenzó a reír mientras que el señor Fujiwara volvía a tomar su asiento.

-Miyoko, no sabes cuánto desearía que en un futuro no muy lejano, Ari-chan se casara con Takashi.

La señora se sorprendió tanto al oírlo que se atragantó con un pedazo de pastel. Después de recuperarse, sonrió con esfuerzo.

-Claro, sería agradable ser familia política, siempre y cuando los dos estén de acuerdo primeramente, en comenzar un noviazgo y después, en formalizar una posible relación.

-¡Ay, Miyoko! A veces hablo demasiado. Creo que en lugar de tomar té, bebí demasiado sake.

Mientras tanto en el pequeño corredor de la casa, un lugar donde se podía percibir la salada brisa del mar, Takashi y Arisa conversaban animosamente.

-¿No estás emocionado, Takashi? Esta será la primera vez que viajaremos a la capital. Dicen que hay centenares de plazas y restaurantes lujosos.

Arisa, con sus ojos llenos de emoción, miraba al chico que mantenía su mirada tranquila y su cálida sonrisa de siempre.

-A mí no me emocionan tanto ese tipo de cosas. Yo sólo estoy ansioso por conocer la universidad y el nivel de los profesores que me darán clases…

-Eres muy afortunado por haber sido admitido en la Royal…A mí también me hubiera gustado estudiar ahí, pero no fui admitida…

Era la segunda vez que Takashi se sorprendía en la noche.

-¡¿Presentaste el examen para entrar a la Royal?!... ¿Por qué nunca me contaste?... Bien pudimos haber ido juntos…

La muchacha rió nerviosamente.

-En la preparatoria, los dos fuimos inseparables, tanto, que algunos creían que éramos novios…

Arisa tomó aire y dos lágrimas escurrieron por sus mejillas- Por un momento, creí haberte hartado porque no me hablaste por tres meses… y pensé que si sabías que quería estudiar en la misma universidad que tú…

Takashi la interrumpió y la abrazó.

-A mí nunca me ha incomodado estar contigo. Si no te hablé en esos tres meses fue por todos los problemas que tuvimos en mi familia. Apenas tenía tiempo para dormir…

La chica iba a volver a hablar pero su celular la interrumpió.

Rápidamente se limpió las lágrimas y se alejó unos cuantos metros de Takashi.

-Discúlpeme, por favor. No me percaté de la hora. Enseguida me presento.

Su voz se oía bastante apenada. Sus manos temblaban ligeramente.

-Takashi… me tengo que ir… por favor, discúlpame.

-¿A estas horas? ¿Sucede algo?

La sonrisa de Arisa reflejaba una mezcla de nerviosismo y preocupación.

-No, no es nada… Me llamaron de mi nuevo trabajo porque necesitan que cubra a una mesera. Hoy es mi último día y tengo que cumplir con mis obligaciones… No quiero irme, pero tampoco puedo darme el lujo de faltar. Me pagan muy bien y ahora más que nunca necesito ese dinero para matricularme. Además, a papá cada día le va peor con la pesca…

-Entiendo, yo también estuve trabajando por las noches… Creo que las disculpas te las tendríamos que dar nosotros. Por nuestra culpa se te ha hecho tarde…

-No digas eso, Takashi. Verlos me ha hecho muy feliz, al igual que tu amabilidad conmigo… Ahora sé que aún te importo y eso… me da más fuerzas para seguir adelante…

Takashi le sonrió dulcemente.

-¡Suerte en tu trabajo!

-Gracias…

Arisa volvió a entrar a la casa.

-Papá, señora Miyoko, me tengo que ir al trabajo. Me la he pasado muy bien…

El chico irrumpió velozmente en el comedor.

-Se me olvidaba algo muy importante… Mañana, a las ocho de la mañana, partiremos hacia Tokio. Te estaré esperando desde media hora antes en la estación del tren bala.

-Ahí estaré.

La chica se quitó el delantal, se peinó rápidamente y se despidió de todos.

-Que te vaya bien, hija.

-Suerte en el trabajo, Arisa.

A los cinco minutos de que la joven se fue, Miyoko empezó a despedirse.

-Creo que también nosotros ya nos vamos, aún hay algunos detalles que Takashi tiene que arreglar antes de irse.

-Está bien, no se preocupen.

Takashi se dirigió hacia el sofá donde Maki dormía profundamente abrazando la caja del DVD del nuevo single de Naoko.

-Vamos, bella durmiente, es hora de irnos.

La niña ni siquiera se movía; de tanto bailar había quedado exhausta.

Su hermano comenzó a hacerle cosquillas para tratar de despertarla.

-¡No, Nao, por favor, ja.ja.ja,ja. No me hagas cosquillas! ¡No, por favor! ¡No, Na..!

Maki se sobresaltó al ver a su hermano justo a su lado.

-Je, je, je. Creo que estaba soñando.

-Sí, ya lo creo, aunque ni estando dormida dejas de dar tremendos golpes, lo bueno que los esquivé a tiempo.

-¿Y mamá?

-Esperándote en la puerta desde hace rato.

La pequeña se levantó como un resorte.

-Prometo que la próxima cena será en mi casa –Miyoko le dio unas palmaditas en la espalda al señor Fujiwara.

-Hasta luego, señor y muchas gracias por todo.

-Váyanse con cuidado.

Los tres emprendieron el camino de regreso por las oscuras calles.

-Me da gusto que le esté yendo tan bien a Arisa. Su papá me dijo que gana bastante dinero en su nuevo trabajo.

-Sí, también a mí me da mucho gusto. Se lo merece por ser una chica tan considerada y bondadosa con los demás, lástima que hoy fue también su último día.

El silencio de la calle fue interrumpido por el canto de Maki. Su madre y su hermano la quedaron viendo y empezaron a reír.

-No le cayó nada mal la siesta –dijo Miyoko.

-Yo diría que está así por el DVD que le puso el señor Fujiwara... Ahora no podré dormir toda la noche…

-¡Ya te oí, Taka!

La risa de los tres se oyó por todo el barrio, pero nada podía apagar esa felicidad, ni siquiera el hecho de que muy pronto Takashi dejaría a su familia por perseguir su sueño.

El viejo despertador sonaba con intensidad en el pequeño cuarto.

Takashi lo apagó a ciegas y se incorporó de inmediato. El sol aún no había salido y la casa se encontraba en silencio, excepto la cocina, seguramente Miyoko ya estaba preparando el desayuno.

El chico tomó un baño y posteriormente metió sus últimas mudadas en la maleta.

-¿Se puede pasar?

-Claro, mamá.

La señora estaba parada en el umbral de la puerta con una caja de mimbre entre sus brazos.

-Recuerdo que la semana pasada, en una de las cartas de la Royal que me leíste, decía que antes de iniciar las clases, ofrecerían una recepción en un lugar muy elegante y…

Takashi disimuló una sonrisa y agachó la mirada fingiendo doblar una camiseta.

-Ah, sí… pero no iré. No me gusta ese tipo de ambiente demasiado hipócrita y materialista…

-Pero hijo… esa recepción es muy importante…

El chico titubeó un poco.

-La verdad es que los trajes estaban exageradamente caros. Creo que con todo ese dinero comeríamos carne por todo un mes… Además, no pienso gastarme el dinero que ahorré con tanto esfuerzo todos estos meses para Maki y para ti, en algo tan superficial e innecesario…

Los ojos de su madre se llenaron de lágrimas.

-Sabía que dirías eso, pero no me gusta que te sacrifiques tanto por nosotras. Yo también trabajo y aunque mi sueldo no es mucho…

-Ya, mamá. Yo sé lo que hago. Además, le prometí a papá de que siempre las protegería.

Los dos permanecieron callados.

Miyoko se adentró más a la habitación y dejó la caja sobre la cama de Takashi.

-Era de tu padre… Lo usó en su graduación. No sé si te pueda ser de mucha ayuda, pero seguro él se sentiría muy orgulloso si te lo viera puesto.

-Gracias, mamá. Claro que me servirá, lo usaré en la fiesta. Lo que importa es la intención…

-Pero hijo, prométeme que sí irás a la fiesta. No me gustaría que te perdieras de momentos tan memorables como lo será ese…

-Te lo prometo, mamá.

Takashi ya más apresurado, metió la caja a empujones en la maleta. De pronto, una estrepitosa música se oyó en la sala.

-Creo que Maki ya se levantó –dijo Miyoko frunciendo el ceño- No quería que fuera a despedirte porque seguro va a armar un berrinche…

-No lo creo. Ella entiende muy bien que mi deseo es ir a Tokio y ya me prometió que no lloraría.

-Ya veremos, hijo.

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P.D. Aquí les dejo una canción que me gusta por lo que dice, tanto que tal vez la tome como parte del OST, la canción original se llama Dreams come true y pertenece al grupo HEy Say Jump!, la versión que escucharán a continuación es un Fan dub y adaptación de mi hermano, es que le gusta mucho cantar XD

Bueno a ver que les parece, Bye Bye.

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[Andrei. 1]

Ohhh me encantó el cap!

Que bien que la amiga de Takashi vaya a Tokio con el! ^^

La despedida Omg.. Maki pobrecita!

Y la cancion esa jaja me gustó mucho! ^^

Y no digas eso.. yo siempre seré una lectora fiel! (:

Muchos Besos! (K)

Editado 8 jun 2009 por AnDre!