Historia cancelada A Y A, CAPRICHOS DEL DESTINO. DIARIO DE ARTURO.

7 sep 2009

Guauu menudo capítulo. Aunque cuando estaba Lucas sentado solo, me ha dado una pena... Yo me he quedado con la misma cara que tenían Clara y Arturo. Y ahora ya sabemos de que hablaban ellos dos. A ver si ahora Arturo le va a empezar a gustar Clara... jeje. O al revés, que Clara le empiece a gustar Arturo. Bueno, como siempre, un capítulo perfecto jeje. Es lo que tiene ser perfeccionista que todo sale a la perfección Ya va quedando menos para el momentazo Ayy que ganas de que estos 2 vuelvan a ser amigos y... de ver su primer beso ^^ Jaja, en fin, se me va. Me ha gustado mucho el capitulo, espero ver pronto el siguiente :)
Besazos Sandruky!

Hola Big Martita, aqui tienes el siguiente capi, no se cuando lo podras leer ya que me andas algo desaparecida pero bueno. No se si lo subi tan pronto como esperabas o no pero en fin ya sabes que ultimamente he andado liada y estos capitulos me estan costando mas a la vez que son un poco mas largos. Espero que te guste. Besazos.

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Tania:Hola hijo.

Arturo:Hola mamá.

Tania:¿Dónde vas?

Arturo:¿A dónde voy a ir? a casa ¿y tú?

Tania:Yo a dar clase a los de cuarto, tú al comedor.

Arturo:¿Perdón?

Tania:Ya me has oído Arturo, te vas al comedor a comer y cuando termines a la biblioteca a hacer los deberes. Volverás a casa conmigo.

Arturo:De eso nada, ésta tarde no tengo clase para tener que quedarme en el instituto.

Tania:Creo que no me has entendido, no te estoy preguntando si te parece bien, te estoy diciendo lo que tienes que hacer, sin opción a réplica.

Arturo:Oh, venga mamá ¿pero porque? No soy niño, puedo comer perfectamente solo en casa y hacer los deberes después, como he hecho hasta ahora.

Tania:Así estamos más tranquilos.

Arturo:¿Y que me puede pasar? ¿Qué me explote el microondas? No voy a ser tan tonto como para meter dentro algo de metal. Todo esto es ridículo.

Tania:No queremos más casualidades.

Arturo:¿Me estáis controlando?-preguntó sorprendido- ¿Es eso?

Tania:Estás castigado jovencito ¿recuerdas? Y basta ya de discutir éste tema, voy a hacer tarde a mi clase, si quieres algo llama a tu padre.

Arturo:No hace falta, ya veo como está la cosa, no tengo otra alternativa.

Tania:Chico listo. Te pasaré a buscar dentro de tres horas por la biblioteca. Haz los deberes y pórtate bien.

Arturo:Descuida.

Eso era justo lo que me hacía falta. Deseaba salir de allí cuanto antes para no ser tan consciente de todo lo que tenía encima y me tocaba quedarme tres horas más. Me fui al comedor y no había caído en la cuenta de que Amanda estaría allí hasta que la vi sentada con Clara, Lucas y otra chica que no había visto antes. Sabía que tenían entreno pero no que comerían en el instituto, aunque es lógico.

Lucas me propuso que me sentara en su mesa pero no me pareció muy buena idea, mucho menos teniendo en cuenta la mirada con la que Amanda me estaba fulminando cuando mi buen amigo me lo proponía.

Así que obviamente me negué y con mi bandeja en mano me dirigí a la esquina más retirada del comedor.

Me tocó comer solo. Si hubiese sido otro día de la semana por lo menos hubiese tenido a Emilio. Por momentos llegué a arrepentirme de no haberme sentado con Lucas. Dicen que más vale solo que mal acompañado pero cuando ya has estado demasiado tiempo solo y cuando sabes lo a gusto que se está con esa compañía es difícil seguir pensando así. Además tengo que reconocer que hecho de menos a mi vecina, a pesar de todo. Estoy necesitando tanto estar cerca de ella…

7 sep 2009

Cuando terminé me fui a la biblioteca a hacer los deberes. Tal y como está el patio mejor no llevarle la contraria a mi madre y, al fin y al cabo, en el instituto poco más podía hacer. Al mismo tiempo cuando antes empezara antes terminaría.

Pero mi cabeza no estaba muy lúcida para enfrentarme a los problemas de mates. Ya bastantes problemas tenía yo encima como para resolver esos. No podía dejar de pensar en como solucionar las cosas con Amanda. Aunque iba a tener la ayuda de Clara la cosa no estaba nada fácil. La distancia que ella pone entre nosotros cada día es mayor. Es evidente que lo principal es acercarme a ella todo lo que pueda pero parece imposible por irónico que parezca teniendo en cuenta que vivimos a escasos metros y estudiamos juntos.

Arturo:Menuda rallada mental con las gallinas y los pollos de las narices, ¿a quien le importará eso?... bueno… a ver… esto se multiplica por eso y a eso otro se lo suma esto… y ya tenemos la ecuación despejada. Ahora quince x es igual a ciento cincuenta así que el quince que multiplica a la x se pasa al otro lado, así como si nada, pero dividiendo, debajo de la rallita, juntos pero no revueltos… listos para dividirse y obtener la solución… ¿juntos pero no revueltos? Después de estar separados por el igual…

De repente y de la manera más tonta tuve una pequeña iluminación. Resolviendo esa ecuación me vino a la cabeza la conversación de ayer con Clara y recordé a parte de que Lucas era el capitán del equipo de básquet lo que me dijo: “Lo malo es que este año nos tocan los entrenos en el mismo sitio y a la misma hora pero bueno, nos apañaremos”. Entonces me di cuenta, juntos pero no revueltos. Así que fui a comprobarlo por mi mismo, tenía la sensación de que iba a meterme en un berenjenal pero no lo pude evitar.

Nada más entrar vi a chicos que no conozco más que de vista jugando a básquet, capitaneados por, aunque parezca mentira, un serio y concentrado Lucas.

Al otro lado de la pista, tal y como esperaba y deseaba, estaban las chicas haciendo calentamientos. En el centro estaba Amanda, tan guapa como siempre. Estaba de espaldas y no me vio. Lucas, por el contrario, sí, y se dirigió a mí.

Lucas:Seguir con los lanzamientos chicos. Arturito ¿tu por aquí? –dijo saludándole-

Arturo:Hola Lucas.

Lucas:¿Te has perdido? –se rió-

Arturo:No exactamente, te andaba buscando.

Lucas:¿A mí? ¿Y eso?

Arturo:Pues… porque…

Lucas:¿Qué? –preguntó intrigado-

Arturo:Yo…

Lucas:Bueeeno. Esa cara no me gusta nada. ¿No me irás a decir otra vez que quieres que me aleje de ti?

Arturo:Lucas por favor, no me recuerdes eso.

Lucas:Como no quisiste sentarte en el comedor conmigo…

Arturo:Eso ya sabes porque fue, no hubiese sido cómodo para nadie.

Lucas:Está bien, ¿pero entonces? ¿de qué se trata?

Arturo:Quisiera apuntarme al equipo. Ala, ya lo solté.

Lucas:¿A qué equipo? –preguntó temiendo la respuesta-

Arturo:Al de básquet, ¿a cuál va a ser?

Lucas:Es broma.

Arturo:No, no es broma, lo digo en serio.

Lucas:¿Pero tú sabes jugar a básquet?

Arturo:Bueno… sé lo que hay que saber. Que hay que meter la pelota esa marrón dentro del aro lanzándola al aire y botándola contra el suelo. Y de vez en cuando hasta encesto.

Lucas:Creo que no va a ser suficiente Arturo, además lo tuyo es el fútbol y no se puede ser bueno en todo.

Arturo:¿Déjame intentarlo al menos no? Dame una oportunidad.

Lucas:No es tan fácil, tengo una responsabilidad como capitán del equipo sabes y me gustaría irme del insti por la puerta grande y no con el rabo entre las piernas.

Arturo:Está bien, sigue con lo tuyo, no te molesto más –dijo triste-

Lucas:Arturo ¿a qué viene ese repentino interés por el equipo? –preguntó comprensivo-

Arturo: No es por el equipo.

Lucas:¿Entonces?

Arturo:Quiero acercarme a Amanda todo lo que pueda ya que ella pone tanta distancia –le dijo al oído-

Lucas:¡No me lo puedo creer! ¿Así que era eso?

Arturo:No digas nada.

Lucas:No te preocupes, soy una tumba, al menos me dejas más tranquilo, ya pensaba que era por mí.

Arturo:No te ofendas Lucas pero no eres mi tipo.

Lucas:¿Cómo que no? ¿No te has fijado en lo bueno que estoy o qué? -bromeó-

Arturo:Trataré de no sucumbir a tus encantos.

Lucas:Ya veo que tú corazón está más que ocupado y no tengo nada que hacer –dijo desanimado-.

Arturo:Para lo que me sirve, creo que contigo tendría más futuro.

Lucas:Más vale que te pongas las pilas y no hagas que me arrepienta.

Arturo:¿Me estás insinuando algo? –preguntó confuso-

Lucas:¿De qué me estás hablando mariconazo?

Arturo:¿De qué hablas tú?

Lucas:Pues del equipo, de que va a ser.

Arturo:¿Entonces estoy dentro? –preguntó muy sorprendido-

Lucas:Debo estar loco… pero somos amigos, y eso es una carga que viene con el cargo.

Arturo:¿Es más importante para ti tu cargo de amigo que el de capitán del equipo de básquet?

Lucas:¿Cómo puedes preguntarme eso? Pues claro que sí, éste es el segundo día de capitán y solo me durará un curso, a ti hace tres semanas que te conozco y espero que me dures mucho más.

Arturo:Yo también lo espero –sonrió- Muchas gracias Lucas, te prometo que me voy a esforzar al máximo, no te defraudaré. Muchas gracias.

Lucas:A ver si ahora me lo vas a agradecer todo el año, que tampoco hace falta, con que te invites a algo será suficiente –bromeó-

Arturo:A lo que quieras.

Lucas:No me seas pelota anda, que me estaba quedando contigo. Para eso estamos los amigos, para apoyarnos en todo aunque creamos que no sea lo mejor. Para hundirnos… ya están ellas –dijo señalando a las chicas-.

Arturo:Que tonto eres –se rió-, aunque tienes razón pero, ¿qué haríamos sin ellas?

Lucas:Ay, chicas, que tontos nos vuelven.

Lucas me presento a los miembros del equipo, a mis nuevos compañeros, y después me fui a la biblioteca de nuevo no fuese a ser que viniese mi madre y yo no estuviese, metiéndome de nuevo en algún otro lío. De vuelta a casa se lo comenté y por suerte no le pareció mal. Mi padre está obsesionado con lo que haga ejercicio y me mantenga en forma así que mi madre poco más puede decir al respecto excepto que no interfiera en mis estudios. Debo de estar loco, aún ahora no se como me he podido apuntar al básquet cuando tengo más que demostrado que eso no es lo mío. Pero por lo menos estaré un poco más cerca de Amanda que es de lo que se trata, solo espero que sirva de algo. Cuando volví a casa me puse como no con los deberes, con los pocos que no pude terminar en el instituto. No podía dejar de pensar que mi vecina estaba abajo y me entraron muchas ganas de verla de nuevo así que con la escusa de unas dudas con los ejercicios bajé a pesar de que sé que lo tengo prohibido, pero al fin y al cabo, estoy en mi casa.

Arturo: ¿Tienes un momento mamá?

Tania:¿Qué quieres hijo?

Arturo:Hay una cosa que no acabo de entender de los ejercicios de lengua que nos mandaste hoy, ¿me lo puedes explicar?

Tania:Ahora sabes que no Arturo, después nos ponemos y te lo vuelvo a explicar las veces que haga falta.

Arturo:Es que así ya los termino y me puedo poner con otra materia.

Tania: Mira que eres pesado cuando quieres. Sabes que no estoy sola y sabes que no te quiero por aquí abajo cuando estoy con las clases de Amanda, así que no insistas. Vete a tú cuarto.

En ese momento empezó a hablar el locutor de la radio. No le estaba haciendo mucho caso ya que yo estaba hablando con mi madre pero me llamó la atención cuando me pareció oír que dijo Prince Arthur y ya flipé cuando la canción era para su princesa Mandy. ¿Eramos Amanda y yo? Me giré aturdido. La canción empezó a sonar. Amanda no dejaba de mirarme con una carita y unos ojos que expresaban de todo menos lo que llevaban diciendo estos últimos días. Me atrevería a decir que estaba tan emocionada como yo, que estaba sintiendo algo muy especial que sin darse cuenta no podía ocultar. De repente siguió con los deberes sin más como si aquello no hubiese pasado pero, sí que pasó, sus ojos me dijeron todo lo que ella se empeña en negar y callar.

Después de eso me subí de nuevo a mi cuarto ya que si mi madre me tenía que repetir que me fuera no lo iba a hacer de muy buena manera. Empecé a ojear un poco el libro de historia para ver como hacer y como enfocar el maldito trabajo de la discordia, hasta que me llamaron para cenar. Mientras comíamos estuve contándole a mi padre lo de mi nueva actividad extraescolar. Como me imaginé la idea le pareció muy buena, no me equivoqué, y se ofreció para enseñarme y ayudarme más en serio que los partiditos que nos pegamos. Cuando ayudé a mi madre a quitar la mesa, y antes de ponerme de nuevo con el trabajo y quitármelo de encima, saqué la basura. Cual fue mi sorpresa cuando vi que justo delante de mí, saliendo al mismo tiempo de su casa, estaba Amanda, también con la bolsa de basura en la mano. Tenía la esperanza de que quizás me comentara algo acerca de la canción que “le dediqué” a pesar de que cuando la oyó no le hizo mucho caso. Sin embargo, con el cambio del gesto de la cara en cuando me vio ya me quedó claro de que no sería así por más que yo lo deseara.

Poco a poco nos íbamos acercando. La situación era un poco extraña e incómoda aunque yo me alegraba de verla de nuevo. La saludé tratando de ser amable y educado pero como de costumbre eso no hizo otra cosa que sacar su mala leche hacia a mí y tratarme con un tono de voz elevado y palabras bordes y groseras. Una vez más se pasó mucho conmigo que solo intentaba arreglar, inútilmente, nuestra mala relación. Su última frase fue la que sin duda más me ofendió de todas las que ha dicho desde que la conozco. Pasa que le importe más la vida de una hormiga que la mía pero tratarme de basura con ese asco y desprecio me dolió muchísimo, aunque procuro no darle mucha importancia ahora que sé lo que le pasó hace un año. Mientras Amanda se alejaba para meterse en su casa mi bolsillo del pantalón empezó a vibrar y a sonar la melodía de mi móvil.

Arturo:¿Si? –contestó bruscamente sin mirar ni quien le llamaba-

Clara:Hola Arturo, soy yo, acabo de ver tus tres llamadas perdidas, me dejé el móvil en casa, espero que no fuese importante.

Arturo:Noooo, tranquila –respondió un poco irónico- solo quería hacerte una estúpida pregunta que no soy capaz de responderme.

Clara:¿De que se trata?

Arturo:¿Tienes idea de cómo yo, como Prince Arthur, le he dedicado una canción por la radio a mi princesa Mandy, o sea a Amanda, sin que yo me entere? ¿O crees que hay la posibilidad o casualidad de que haya otro Prince Arthur enamorado de otra princesa Mandy? –preguntó bordemente-

Clara:Hombre… cosas más raras se han visto ¿no? –bromeó- aunque… puede que yo… tenga algo que ver.

Arturo:¿Algo?

Clara:Bueno… está bien… todo.

Arturo:Que sea la última vez que haces algo así ¿me oyes? –dijo enfadado-

Clara:Se me olvidó comentarte que hoy empezaba de nuevo nuestro programa de radio favorito en la emisora del pueblo, los cinco estamos muy enganchados y siempre nos estamos dedicando canciones. No pensé que pasara nada malo por dedicarle una a Amanda de tu parte.

Arturo:¡Pues si que pasa Clara! me gusta saber de donde me van a venir las ostias antes de recibirlas joder.

Clara:Yo… lo siento –dijo sorprendida y aturdida por el enfado de Arturo- solo quería ayudarte, ya te dije que haría todo lo posible… no creí que tuviera importancia, lo siento, a partir de ahora te consultaré todo, perdóname, fue sin querer…

Arturo:No no Clara, perdóname tú a mi por favor, yo… joder -se quedó callado respirando hondo y tratándose de calmar al ser consciente de cómo estaba tratando a su amiga-

Clara:¿Qué te pasa Arturo? ¿Estás bien?

Arturo:Me pillaste en un mal momento, eso es todo –dijo suspirando profundamente-, siento haberte hablado así, soy un idiota.

Clara:No te preocupes por eso. ¿Quieres hablar?

Arturo:La verdad es que preferiría no recordarlo.

Clara:Como quieras pero sea lo que sea no le des importancia anda, no está bien y necesita algo de tiempo para darse cuenta.

Arturo:¿Cómo sabes que es por ella?

Clara:Porque no creo que estuvieses así de jodido por otra cosa. En serio Arturo, no te mortifiques con eso, trata de no darle importancia.

Arturo:Ahora que sé lo que le pasó lo intento Clara, te lo juro, pero es tan dura… –dijo sin ser capaz de terminar- A veces dudo de que de verdad pueda sentir algo por mi y aunque lo sienta no se si vale la pena la lucha –añadió desanimado-

Clara:No te rindas amigo, ya verás como sí, estoy segura de que siente algo muy grande por ti y no tardaré mucho en enterarme que sintió con la canción.

Arturo:¿Te sirve de algo saber que se me quedó mirando a los ojos fijamente sin parpadear?

Clara:¿Dirías que con los ojos brillantes y emocionados?

Arturo:Los míos sí, los de ella… creo que también. Estaba… no sé, como hipnotizada.

Clara:¿Y eso a ti no te sirve de nada? –preguntó sorprendida-

Arturo:¿De qué me sirve que me diga que me quiere con la mirada si su boca dice cosas tan distintas?

Clara:No pienso rendirme tan fácilmente ni pienso permitir que abandones sin luchar por ella. Dale tiempo, de verdad, lo importante es ir llegando poco a poco a su corazón y creo que con esa canción dimos un paso y todos los que demos van a ser muy importantes.

Arturo: La verdad que hiciste una buena elección con esa canción. Cuando nuestras miradas se cruzaron tan intensamente fue como si el mundo se hubiese parado, algo muy raro pero bonito y especial a la vez.

Clara:¿Te importa que te deje? Tengo a tu Julieta que acaba de entrar en el Messenger y no se escribir con una sola mano.

Arturo:Claro, yo también tengo que ir entrando a casa, aun me van a re-castigar por tardar tanto en tirar la basura.

Clara:Mañana nos hablamos y te cuento ¿vale? Voy a ver si me entero de algo y a ponerle las pilas por como te trata.

Arturo:A ver que le dices Clara… -dijo preocupado-

Clara:Tranquilo, confía en mí.

Arturo:Está bien, hasta mañana entonces, y perdóname por lo de antes.

Clara:Tranquilo hombre, ya te dije que no te preocupes por eso. Hasta mañana y llámame para cualquier cosa eh.

Arturo:Por supuesto, cuenta con ello. Adiós.

Clara: Adiós.

Me puse de nuevo con el trabajito pero mi cabeza ya no estaba concentrada para ello y mucho menos teniendo en cuenta el tostón que son las guerras mundiales. Así que apagué el ordenador, me di una rápida y fría ducha para despejarme un poco y me acosté para terminar cuanto antes el día de hoy. No sé si apuntarme al equipo fue buena idea, yo quiero acercarme a Amanda pero ella cada día está menos receptiva conmigo así que dudo mucho que con ello consiga alguna cosa. Creo que fue una estupidez y creo que poco a poco voy significando menos para ella aunque Clara diga lo contrario y, eso, no hace otra cosa que matarme por dentro muy lentamente.

CONTINUARA... MUY PRONTO.

Editado 7 sep 2009 por sandru25

12 sep 2009

Ohhh, que gran capítulo sandra Me ha gustado muchísimo! Este a sido bastante largo y han pasado un montón de cosas. Asi que Arturo quiere apuntarse al equipo de basquet?? No me sorprende jeje. Esta loquito por Amanda, asi que era de saber que estaba tramando algo para acercarse a ella jeje. Y si, he estado bastante desaparecida jeje. Pero empecé el cursillo este lunes, y me a matao xD. Venia a casa super cansada. Y algunas veces me conectaba al msn para hablar sobre el curso y los trabajos y todo eso.. y después a la cama. En fin, espero que apartir de ahora me conectaré más a AS y así poder subir el último capi de la historia. He avanzado bastante, asi que si avanzo otro bastante pues lo subiré jeje. Bueno, lo dicho, me ha encantado este capítulo. Ha sido muy intenso. Y como siempre las fotos están geniales ^^ Bueno, pues nos leemos Sandrukyy! Besazoss!

21 sep 2009

Ohhh, que gran capítulo sandra Me ha gustado muchísimo! Este a sido bastante largo y han pasado un montón de cosas. Asi que Arturo quiere apuntarse al equipo de basquet?? No me sorprende jeje. Esta loquito por Amanda, asi que era de saber que estaba tramando algo para acercarse a ella jeje. Y si, he estado bastante desaparecida jeje. Pero empecé el cursillo este lunes, y me a matao xD. Venia a casa super cansada. Y algunas veces me conectaba al msn para hablar sobre el curso y los trabajos y todo eso.. y después a la cama. En fin, espero que apartir de ahora me conectaré más a AS y así poder subir el último capi de la historia. He avanzado bastante, asi que si avanzo otro bastante pues lo subiré jeje. Bueno, lo dicho, me ha encantado este capítulo. Ha sido muy intenso. Y como siempre las fotos están geniales ^^ Bueno, pues nos leemos Sandrukyy! Besazoss!

Hola desaparecida de nuevo, aqui va otro capi, no se cuando lo leeras pero bueno aqui esta, que se que tenias ganas de leerlo, espero subir muy pronto el de Amanda que lo tengo ahi a medias y el siguiente de Arturo ya que sigue otra escena importante del final de este capi. bueno espero que te guste, nos leemos muy pronto. besazos.

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¿Cómo puede un ángel romper mi corazón así? Es la pregunta que toda la noche me rondó la cabeza sin obviamente encontrar una respuesta. ¿Será cierto que para ella no soy más que una basura? ¿Cómo puede tener una idea tan equivocada de mí? ¿Cómo puede ser que sea incapaz de ver como soy en realidad? La frustración y la impotencia me desbordaban ésta mañana. Menos mal que para desahogarme tenía los entrenamientos aunque estaba mi padre delante controlándolos. De todos modos estaba leyendo el periódico así que aprovechaba cuando no miraba para desatar mi furia sin que se diese cuenta de ello.

Hasta que llegó mi madre de hacer la compra semanal y nos pidió que la ayudáramos a entrar las bolsas del coche a la cocina, terminando así el entreno para mí y la lectura para mi padre.

Hoy la cantidad de las bolsas de compra era algo mayor que de costumbre.

Arturo: ¿No crees que te has pasado un poquito mamá? ¿Qué has comprado para todo el vecindario o que? Porque aquí hay comida para dos o tres semanas, sino más.

Tania: Para todo el vecindario no exagerado, solo para las vecinas.

Arturo: ¿Para las vecinas? ¿Qué dices?

Tania: Sí, para mañana, haremos una barbacoa los seis en el jardín.

Arturo: ¿Cómo? –preguntó alucinado-

Juanjo: Pues con la barbacoa, ¿como va a ser?

Arturo: No digo eso, me refiero a que como no me lo habéis dicho antes –dijo mosqueado-

Juanjo: ¿Y que más te da? Si tú hasta mañana no tienes que hacer nada, lo único era comprar y eso ya lo hecho tú madre.

Arturo: Pues yo no pienso estar, paso, me iré a comer a casa de Lucas.

Juanjo: De eso nada, es una comida para darnos la bienvenida al barrio y no les vamos a hacer ese feo y más te vale que seas amable.

Tania: Venga hijo si son muy simpáticas y vas a estar muy bien acompañado con las hijas de Marga.

Arturo: Sí claro, mucho, una que no me quiere ver y la otra que me quiere ver demasiado. ¿Dejadme ir a comer a casa de Lucas por favor? No me apetece nada esa comida que os habéis sacado de la manga sin consultar –dijo desanimado con tono lastimoso-

Juanjo: Si nosotros si que te dejamos ir a comer a su casa.

Arturo: ¿En serio? –preguntó incrédulo-

Tania:¡Juanjo!

Juanjo: Claro que te dejamos hijo, pero estás castigado sin salir ¿recuerdas? así que es culpa tuya que no vayas.

Arturo: ¡Oh vamos eso no vale! ¿entonces de que me sirve que me dejéis ir? No es justo -dijo muy enfadado-

Tania: La vida no siempre es justa.

Arturo: ¡Sois vosotros los injustos! ¿Por qué no me queréis entender?

Juanjo: Deja de patalear ya como un niño pequeño Arturo que ya eres mayorcito. Tienes que aprender a afrontar las barreras y obstáculos que pone la vida. Y eso no es nada.

Tania: Si al final te lo pasarás bien y todo.

Arturo: Seguro.

21 sep 2009

Arturo: ¿Diga?

Lucas: Buenas tardes, le llamo para informarle que ha ganado un viaje ¿es usted el señor Arturo?

Arturo: ¿Señor? No te pases Lucas.

Lucas:¿Vaya como me has conocido? –bromeó-

Arturo: ¿Por la voz? Y porque con la mala suerte que tengo es imposible que me toque nada así que solo podría ser una de tus coñas, aunque es una lástima.

Lucas:¿Ya te hubiese gustado que fuese verdad eh?

Arturo: Si el viaje fuese a la luna sí, cualquier sitio lo más alejado de aquí sería perfecto.

Lucas:¿Ha pasado algo más?

Arturo: ¿Algo más?

Lucas: Sí, con Amanda. Clara me contó lo de ayer por la noche.

Arturo: Pues no, aunque claro sin salir de casa es normal aunque no imposible. Lo que no sé si mañana correré la misma suerte.

Lucas:¿A qué te refieres?

Arturo: Mis padres y Marga han organizado una barbacoa entre vecinos para mañana.

Lucas: Intuyo que no te apetece mucho. ¿Quieres venir a comer a mi casa?

Arturo: Ya se lo pregunté pero no me dejan, tanto si sí como si sí tengo que estar.

Lucas:¿Autoinvitándote? ¿Te parecerá bonito? ¿Y si yo no acepto que?

Arturo: Pues me voy a la mierda que no puede ser peor.

Lucas: Bueeeeno, menudos ánimos me llevas. Eso lo soluciono yo rápido, cuatro bailoteos en el Rainbow y como nuevo.

Arturo: ¿Te parece que la mejor manera de superar la situación con Amanda es yéndome de bailoteos con ella?

Lucas: Ya sé que paso por alto el detalle de que no quiere ni verte… ¿pero seguro que te gustaría eh?

Arturo: Para que preguntas si sabes de sobra que sí.

Lucas:¿Quieres que les diga a las chicas que no pasen a por mí y nos vamos tú y yo a otro sitio?

Arturo: Gracias Lucas, eres un amigo pero también pasas por alto el detalle de que estoy castigado sin salir.

Lucas: Pues entonces yo me planto en tu casa y que tu madre nos ponga a hacer dictados, por lo menos no estarás solo.

Arturo: Estás loco. No te quiero ni ver por mi casa –bromeó- Después de toda la tarde con el maldito trabajo de historia solo me haría falta pasarme la noche haciendo dictados.

Lucas: No me hables del dichoso trabajito.

Arturo: ¿Por qué? No te habrá ido tan mal cuando sigues vivo –se rió-

Lucas:¿¿Qué no?? Emilio es insoportable, la cosa más tonta que he visto nunca, y no veas el cuarto que tiene… eso es un mundo a parte, creo que está noche tendré pesadillas.

Arturo: Que exagerado que eres.

Lucas: Se me olvidaba que es tú amigo… -dijo en tono de burla-

Arturo: No empieces con eso anda, además ya verás como dentro de un rato cuando estés de juerga no te acuerdas de nada de eso.

Lucas: Eso ya lo sé yo, no me acuerdo ni de la madre que me parió –se rió-

Arturo: Que burro que eres a veces. Saluda a Clara de mi parte.

Lucas: Me dijo que quería llamarte más tarde para ver como estabas y eso porque con lo del trabajo le fue imposible.

Arturo: Pues se lo dices tú y que se ahorre la llamada.

Lucas:¿Y qué le digo?

Arturo: Que sobrevivo.

Lucas: Por cierto le comenté que te habías apuntado al equipo, pensé que ya se lo habrías dicho pero la sorprendió mucho así que ya vi que no. Espero que no te importe.

Arturo: Tranquilo, no pasa nada y vete a vestir que aún harás tarde y te tendrán que esperar.

Lucas: Sí, tienes razón. Mañana hablamos. Disfruta mucho de la barbacoa, ya me contarás que tal.

Arturo: ¿Encima pitorreo Lucas? ¿Cómo quieres que la disfrute?

Lucas: No es pitorreo, es que la carne a la brasa está muy buena... Además no puede ser para tanto.

Arturo: ¿Me estás tomando el pelo?

Lucas: Amanda no es mala.

Arturo: Yo no he dicho que lo sea pero suelta cada cosa por esa boca…

Lucas: Bueno está bien, olvida lo que dije ¿vale? Que lo pases fatal, no disfrutes nada de nada, Amanda te diga cientos de barbaridades, la carne esté asquerosa...

Arturo: ¡Oye, tampoco te pases desgraciado! No me quieras tanto.

Lucas: Que era broma.

Arturo: Ala vete ya que mira que hora es, que te lo pases muy bien, tú que puedes. Tómate algo a mi salud.

Lucas:¿Me lo pagarás tú?

Arturo: Más quisieras. Venga cuelga ya.

Lucas: No, cuelga tú –dijo en tono cariñoso-

Arturo: Anda ya, después soy yo el mariconazo.

Lucas: Que poco romántico eres.

Arturo: Adiós.

Lucas: Adiós.

Pocos minutos después vino mi padre para avisarme de que la cena ya estaba lista y de nuevo intentó convencerme de que mañana lo pasaríamos muy bien. Una velada entretenida e interesante según él. No quise entrar de nuevo al trapo puesto que ya me había quedado bien clara su postura. Durante la cena a penas abrí la boca más que para comer. Ellos hablaron como siempre de sus cosas y se contaron que tal les va en sus respectivos trabajos. Cuando terminamos me dejaron quedarme con ellos en el comedor viendo una peli. Encima parecía que les tuviese que dar las gracias. Anda que no se les ha notado, me han dejado quedar como cuando se le da un caramelo a un niño que no quiere ir al médico para que no solo vaya sino que encima lo haga contento con su piruleta en mano. La peli no ha estado mal, era graciosa, aunque no se acercaba para nada a un plan de fin de semana que yo deseara tener. Durante las publicidades no dejaba de pensar en los chicos, que estarían haciendo, que tal lo estarían pasando y sobretodo si Amanda me estaría echando de menos aunque solo fuese un poco. Creo que si tratase de adivinar la respuesta a esas dudas la única que adivinaría sería la última pregunta y la contestación sería que no, que nada de nada. ¿Me equivocaría? ¿O estaría en lo cierto?

Editado 21 sep 2009 por sandru25

21 sep 2009

Como es habitual en domingo me levanté bastante temprano y me puse ropa deportiva para ir a correr con mi padre, que ya me estaba esperando haciendo calentamientos.

Juanjo: ¿Qué haces cariño?

Tania: Estoy preparando una tarta de manzana para el postre.

Arturo: Que bien, a ver si te sale tan buena como de costumbre.

Tania: Eso espero, hacía tiempo que no la preparaba. Espero que a las vecinas les guste.

Juanjo: Seguro que sí, ya verás. Pues nada tu hijo y yo nos vamos a correr por la ciudad, a ver si conocemos algo nuevo.

Tania: No vengáis muy tarde que hay que preparar las brasas y la carne tarda en hacerse.

Juanjo: No te preocupes, no nos retrasaremos.

Hoy no nos hemos pegado tanta paliza como de costumbre, mi padre no tenía ganas de cansarse mucho así que gran parte de la mañana la hemos pasado paseado más que corriendo. Cuando llegamos a casa me di una rápida ducha para poder cambiarme de ropa, no me apetecía nada estar con el chándal, aunque no estuviese muy sudado. Después nos salimos al jardín para empezar a preparar las cosas a pesar de que las vecinas no estaban aun por ahí pero Marga no tardó mucho en salir.

La siguiente fue Amanda, aunque como no quería meterme en más problemas decidí no hacerla mucho caso así que ni la iba a saludar por si acaso eso también le sentaba mal pero, mi padre, creyéndome distraído tal y como yo estaba fingiendo me llamó la atención y no me quedó más remedio que hacerlo.

Se puso detrás de nosotros, en la mesa, a preparar verduras, pero callada, no decía nada. Yo tampoco. Solo nuestras madres hablaban entre ellas y de vez en cuando mi padre decía algo. Yo estaba junto a mi padre pasándole carne y sujetándole los platos.

Al poco tiempo salió Felicia que se puso a preparar la ensalada. Marga había estado preparando unas bebidas y cuando las tuvo listas mis padres y ella se las tomaron en un rincón hablando de sus cosas. Mi padre me dejó encargado de la carne.

Amanda estaba medio poniendo la mesa y medio desaparecida. Con ese gesto me dejó bastante claro lo poco que quiere saber de mi y que solo quiere verme lo justo y necesario. Sin embargo yo no estaba solo del todo, su hermana estaba a mi lado y no dejaba de hablarme y contarme cosas haciéndome la mañana incluso hasta agradable.

Cuando llegó la hora de comer me pidió que me sentara junto a ella. Me hubiese gustado más oír esa frase de boca de la otra Montero pero en fin, no era una opción tan mala así que acepté. Además de ese modo Amanda y yo no nos veíamos lo más mínimo. No es que yo no quisiera verla pero al menos de ese modo iba a estar ella más a gusto.

Durante toda la comida Felicia y yo estuvimos hablando. Me estuvo contando cosas de su vida y anécdotas varias. También me preguntó cosas de mi pasado y se interesó mucho por conocer mis gustos. Se la ve una chica muy maja aunque sigo pensando que es muy infantil, inmadura y caprichosa pero supongo que será cosa de la edad.

De vez en cuando miraba disimuladamente a Amanda y casi siempre la pillaba con la mirada hacia nosotros. Me pregunto que es exactamente lo que estaba mirando con tanta curiosidad. ¿Estaría molesta? ¿quizás celosa?

Cuando llegó el momento del postre mi madre sacó la tarta de manzana que había hecho por la mañana. Para hacer tanto tiempo que no la hacía le quedó muy buena, tanto que por desgracia no sobró nada de nada pero por lo menos la disfrutaron mucho.

Justo cuando terminamos todos con ella llegaron Lucas y Clara. Mi buen amigo trajo pasteles pero a nadie le quedaba ya hueco en el estómago después de tanta comida. Su visita me sorprendió mucho, no les esperaba, cosa que hizo que me alegrara mucho de verles.

Lucas: Hola chavalote.

Arturo: Hola Lucas, yo te hacía en algún psiquiátrico después de tu trauma de ayer –bromeó-.

Lucas: Que gracioso, estaba esperando a que te traumatizaras tu hoy para ir los dos a ver si nos hacían descuento pero no tienes muy mala cara.

Arturo: Ya ves, tu tampoco.

Lucas:¿Nos vamos a dar una vuelta y me cuentas? –preguntó obteniendo solo una mirada de Arturo a su madre como respuesta-

Lucas:¿Podemos ir a dar una vuelta profe?

Tania: No estamos en clase Lucas.

Lucas:¿Podemos Tania?

Tania: Tú sí, él no.

Lucas: Venga por favor, si solo será un ratito.

Tania:¿Para ir al centro cultural?-preguntó irónica-

Lucas: Nooo, solo para dar un pequeño paseo y que nos toque el aire. ¿Un pastelito? Están muy buenos.

Tania: Una manera muy dulce de hacer la pelota pero ya lleva tocándole el aire toda la mañana y lo siento pero no, está castigado.

Lucas:¿Ni siquiera media hora?

Tania: Ni siquiera.

Lucas: Lo siento Arturo, lo intenté pero es muy dura.

Arturo: Tranquilo, a mi no me sorprende, ya me lo esperaba. Gracias por el intento.

Lucas:¿Puedo ir con vosotras chicas?

Tras el nulo intentó de mi amigo por conseguir que mi madre me dejara salir un rato y después de haberse metido sin saber como en una guerra de preguntas de lógica de la que salió un poco escaldado se marchó con Amanda y con Clara quedándome yo allí en la sobremesa con mis padres y mis otras vecinas.

Mientras se iban Clara disimuladamente se me acercó por detrás para muy amablemente preocuparse por mi, gesto que me halagó mucho.

Clara: ¿Estás bien?

Arturo: Más o menos, gracias.

Clara:¿Y la mañana?

Arturo: Tranquila.

Clara: Me alegro, cualquier cosa ya sabes.

Arturo: No te preocupes, y anda vete antes de que se de cuenta y se enfade contigo.

Clara: A la noche te llamo y hablamos un rato ¿vale?

Arturo: Vale, que lo pases bien.

Clara: Igualmente.

Que lo pasara bien estaba muy difícil sino podía salir de casa por estar castigado. Y no me equivoqué. Mi madre me obligó a jugar con ella al ajedrez. Nunca quiero jugar con ella porque casi siempre me gana, así que cuando estoy castigado se aprovecha y no me queda más opción ya que no me puedo negar. Por suerte cuando íbamos por la tercera eterna partida llegó mi padre.

Juanjo: ¿Aún estáis jugando?

Arturo: Si es que no se cansa.

Tania: Y tú te cansas muy pronto.

Arturo: Es que me lo pones muy difícil.

Tania: Pues piensa un poco que esa es la gracia del juego.

Juanjo: Si es que el pobre tiene razón cariño, eso es muy aburrido.

Tania: Lo dices porque nunca te ha llamado la atención aprender a jugar.

Juanjo: Sabes que eso no va conmigo, lo mío son otra clase de deportes. ¿Me lo prestas un rato?

Arturo: ¿No me vas a tener ahora haciendo entrenamientos no? Ya los hicimos ayer.

Juanjo: No te voy a martirizar tanto, yo pensaba en un partidillo de básquet ¿te apetece?

Arturo: Claro.

Juanjo: Pues venga ve a ponerte algo más cómodo. Te espero a fuera.

Estuvimos jugando toda la tarde. Mi padre me estuvo enseñando un poco de tácticas y como lanzar bien. Una breve pero intensa clase de aprendizaje. También estuve practicando los tiros y parece mentira pero creo que hasta aprendí algo porque ahora encesto un pequeño porcentaje más de los lanzamientos. Espero seguir así de bien para por lo menos no decepcionar a Lucas. Jugar con mi padre fue más divertido que el jugar con mi madre y se me pasó el tiempo muy deprisa, cuando menos cuenta nos dimos ya nos estaba llamando mi madre para cenar.

Felicia: Hola Arturo. Bonito pijama.

Arturo: Gracias. ¿Qué haces aquí tan sola?

Felicia: Columpiándome un poco hasta que esté lista la cena. ¿Y tú ya cenaste?

Arturo: Sí, ahora mismo terminé.

Felicia:¿Por qué me miras tanto? ¿Qué piensas?

Arturo: Nada, cosas mías. ¿Puedo sentarme contigo?

Felicia: Claro –dijo entusiasmada-

Arturo: Hace buena noche ¿verdad?

Felicia: Sí. ¿Qué tal la tarde?

Arturo: Tranquilita, primero dándole un poco al coco jugando al ajedrez y después al cuerpo jugando al básquet. Pensé que saldrías.

Felicia: No me di cuenta, estaba liada con mi madre.

Arturo: ¿Con los potingues?

Felicia: Sí –sonrió-.

Arturo: Con lo joven y guapa que eres ¿para qué te pones esas cosas? No te hacen falta.

Felicia:¿Tú crees que soy guapa?

Arturo: Claro, podrías tener al chico que quisieras y sin necesidad de ponerte nada.

Felicia:¿Y si te quisiera a ti? –preguntó pícaramente-

Arturo: Bueno… apenas nos conocemos.

Felicia: Eso tiene fácil solución ¿no crees? ¿o es que a ti no te gusto?

Arturo: Sí que me gustas… de hecho… si antes te estaba mirando es porque quería decirte algo.

Felicia:¿El qué?

Arturo: Verás yo… creo que eres una chica muy maja e interesante y… bueno… me gustaría que nos conociéramos más y salir juntos por ahí y eso. Si quieres y te apetece.

Felicia: Claro que quiero y me apetece –dijo entusiasmada-.

Arturo: Bien.

Felicia:¿Te gustaría venir mañana a hacer los deberes a mi casa?

Arturo: Sí, porque no.

Felicia: Guay.

Arturo: Ahora tengo que irme, estoy en pijama por la calle.

Felicia: Yo también tengo que irme, a ver como está la cena que me muero de hambre. Nos vemos mañana para ir a clase.

Arturo: Claro, aquí estaré. Hasta mañana.

Felicia: Adiós.

CONTINUARÁ... MUY PRONTO

6 oct 2009

No sé muy bien porque lo hice, ni sé si hice bien o no, el caso es que me salió así. Cuando la vi en el columpio y me quedé mirándola se me pasó la idea por la cabeza pero me pareció una locura ya que aunque Felicia me cae bastante bien se me hace un poco difícil de aguantar. Sin embargo, cuando se lanzó tan directa a por mí esas palabras salieron de mi boca casi que solas. Tampoco le dije nada del otro mundo, solo que quería conocerla más pero eso implica pasar más tiempo con ella y la verdad que no me apetece nada, ya bastante tengo con el trayecto de casa al insti y del insti a casa pero por lo menos espero que sirva para algo. Estaba durmiendo cuando me sonó el móvil y gracias a dios no era la alarma para despertarme.

Arturo: Clara ¿pasa algo?

Clara: ¿Por qué? Te dije que te llamaría.

Arturo:¿Por la hora?

Clara:¿No estarías durmiendo?

Arturo: Estaba, pero no pasa nada. Dime.

Clara: Dime tú.

Arturo:¿Qué te diga el que?

Clara: No sé, pensé que quizás tendrías algo que contarme.

Arturo:¿De la barbacoa?

Clara: No.

Arturo: Pues si es sobre lo que he hecho esta tarde no hay mucho que contar, solo jugar con mi madre al ajedrez y a básquet con mi padre.

Clara:¿Y está noche?

Arturo: Cenar las sobras de la barbacoa y ver la primera mitad del partido de fútbol.

Clara: Vaya, que interesante –dijo irónica- ¿Nada más?

Arturo: Pues… no.

Clara: Está bien, pensé que tendrías más confianza conmigo pero ya veo que no.

Arturo:¿Clara? ¿Por qué dices eso?

Clara: Te dije que te iba a ayudar en todo lo que pudiese. Vale que no me tengas que pedir permiso para hacer tu vida pero por lo menos me podías contar los pasos que das para estar informada y no meter la pata.

Arturo: No tengo nada que contarte, de verdad, si hay algo debe ser un detalle insignificante porque se puede decir que no he visto a Amanda en todo el día y no nos hemos dicho más que hola.

Clara: Claro, es un detalle muy insignificante que seas novio de su hermana.

Arturo:¿Qué soy que? ¿Qué dices?

Clara: Novio de su hermana, ¿o es que no le pediste a Felicia que sea tu novia?

Arturo:¡No! ¡Claro que no!

Clara:¿Ah no?

Arturo: Ni por asomo ¿de dónde sacaste eso?

Clara: Me lo acaba de decir Amanda, es lo que le ha dicho Felicia.

Arturo: La madre que la parió.

Clara: La misma que la parió a ella. Pero no entiendo porque se ha inventado algo así.

Arturo: Hombre… en eso si que puede que tenga algo que ver yo.

Clara: Otro con las medias tintas. ¿Te importaría hablar claro?

Arturo: Le dije que me gustaría salir con ella de vez en cuando y conocernos más, que me parece una chica muy maja y agradable.

Clara: Pues eso y ser novios para ella es lo mismo. Pero si querías darle celos a Amanda podrías haber contado conmigo –bromeó-

Arturo:¿Te hubiese gustado o qué?

Clara: Podría haber estado bien, si encima que le haces un favor a un amigo le das una alegría a tu cuerpo…

Arturo: Que tonta que eres ¿pero quién ha dicho nada de dar celos?

Clara: No hace falta que lo diga nadie, es el único motivo por el cual podrías estar saliendo con otra chica y que evidentemente no quieres.

Arturo: Pues te equivocas, lo hice por dos motivos y ninguno de ellos es por celos. Ni se me pasó por la cabeza.

Clara: Pues no sé cuales serán pero has conseguido lo que no querías entonces.

Arturo:¿En serio? ¿Amanda está celosa?

Clara: No sabes cuanto. Pero entonces ¿cuáles son tus motivos?

Arturo: Pues uno para tener a alguien y no estar tan solo, así al menos el fin de semana no me tendré que quedar encerrado en casa o viendo pelis con mis padres. La otra opción era Emilio pero esa no le iba a gustar nada a Lucas y no quiero tener problemas con él por eso. Y el segundo y más importante pues lo mismo por lo que hice la absurdez de apuntarme al equipo de básquet, estar más cerca de ella.

Clara:¿¿Te has convertido en novio de su hermana solo para estar más cerca de ella??

Arturo: Básicamente sí.

Clara: Dios Arturo eres más panoli de lo que pensaba.

Arturo: Gracias Clara yo también te quiero.

Clara: Bueno de todos modos la jugada te salió redonda y que Felicia tenga más imaginación que Alicia en el país de las maravillas nos va a venir hasta muy bien.

Arturo:¿Tú crees?

Clara: Te diré. Ahora tienes que seguirle la corriente a tu novia para darle celos a Amanda, sin que lo sepa nos va a ayudar mucho.

Arturo: Es que no sé si quiero entrar en ese juego Clara.

Clara: Por supuesto que quieres entrar, siempre y cuando quieras estar con ella, quizás prefieras tenerla de cuñada…

Arturo: No estoy tan loco, esperaré nuevas órdenes mi capitana.

Clara: Uuuy… que yo me emociono muy rápido y puedo ser peor que tu padre dando órdenes.

Arturo: Pues entonces lo retiro, con uno ya tengo bastante. ¿Qué tal la tarde?

Clara: Tan pésima como la tuya así que mejor sigue durmiendo. Nos hablamos mañana.

Arturo: Hasta mañana entonces.

Clara:¿No hay besito de buenas noches?

Arturo: Anda ya, estás peor que Lucas, eres como él pero en versión femenina.

Clara: Es que pasamos demasiado tiempo juntos –dijo riéndose. Ya verás cómo estás tú dentro de poco.

Arturo: No ya… si entre unos y otras…

Clara: Pues nada, me quedo sin besito.

Arturo: Te lo daré el día de la invitación que tenemos tú y yo pendiente.

Clara: Por supuesto, que no se me ha olvidado, y cuando Amanda y tú estéis juntos yo quiero una cena como mínimo eh

Arturo: No puedo negártela, al paso que va la cosa te la habrás ganado con creces. Buenas noches.

Clara: Buenas noches Arturo.

Me volví a dormir hasta que sonó, está vez de verdad, la alarma del despertador de mi móvil. Un nuevo día empezaba. Me vestí, desayuné y me salí a los columpios a esperar el autobús. No tardó mucho en salir Felicia. Hoy me sorprendió y mucho, se había soltado el cabello y estaba casi que irreconocible a parte de muy guapa y favorecedora. Que se lo dijera la halagó mucho. Después pensé si hice bien o no, si ayer interpretó mal lo de ser novios creo que tengo que ir con mucho cuidado con lo que digo para que no se vuelva en mi contra tarde o tempano.

Sin embargo se supone que yo no sé nada de eso así que no dije nada ni hice ningún comentario al respecto, simplemente dejé que las cosas siguieran su camino. Me recalcó la “cita” en su casa para hacer los deberes por la tarde. Obviamente, a pesar de tener pocas ganas y pocos ánimos, la mantuve. Con un poco de suerte iba a ver a Amanda en algún momento.

Cuando llegó el autobús Amanda salió inmediatamente de su casa. Creo que estaba esperando en la entrada para evitar tener que estar con nosotros. Quizás me equivoque, no sé, pero si es así supongo que aunque me molesté un poco no me sorprende. Solo me pregunto si será por nuestro distanciamiento o porque Felicia le dijese ayer “lo nuestro”.

Cuando vio a su hermana se quedó helada. Se sorprendió mucho más que yo, según ella misma me dijo con sus maneras tan poco cordiales porque Felicia no se había deshecho nunca de sus trenzas. No obstante su actitud, sus palabras y sus gestos, se correspondían más a celos, envidia o incluso rabia que a sorpresa o extrañamiento.

Las clases fueron como siempre, largas y aburridas, sin nada destacable. Todas menos historia. Tanto Amanda como yo hicimos los trabajos, solo fallaba un pequeño detalle que para nuestro director no era tan pequeño, el hecho de que no lo hubiésemos hecho juntos. Eso provocó lo que era de esperar, que nos suspendiera a ambos el trimestre de esa asignatura.

Antes de salir a la calle a coger el autobús aproveché para ir al baño y beber un poco de agua. Justo en ese momento llegó mi noviecita.

Felicia: Hola Arturo, te estaba buscando.

Arturo: Ei hola Felicia ¿y esa cara? ¿qué te pasa?

Felicia: No podemos hacer los deberes en mi casa, nos han puesto un trabajo en grupo.

Arturo: No te preocupes por eso, si hay muchos más días por delante, no se va a acabar el mundo hoy.

Felicia: Ya pero me hacía tanta ilusión…

Arturo: Pero no pasa nada, tu vete y haz el trabajo ese con tus compañeros, yo me iré a mi casa como siempre.

Felicia: Te juro que lo intenté cambiar para otro día pero hoy es el único que podemos quedar todos.

Arturo: Tranquila, quedamos mañana y bueno, te veo para coger el bus.

Felicia: Claro, que remedio, hasta mañana Arturo.

Felicia estaba un poco triste por no poder quedar hoy como estaba planeado, parece que le hacía mucha ilusión de verdad, a mí por el contrario hasta me alegraba un poco, no tenía nada de ganas, aunque mañana no creo que corra la misma suerte.

Arturo: Hola Clarita.

Clara: Hola Arturín. ¿Qué haces?

Arturo: Nada, terminé de hacer los deberes para mañana y aquí estoy en mi cuarto mirando las musarañas. Como no puedo bajar… ¿y tu?

Clara: Pues en casa, no tengo ganas de hacer los deberes así que me dije “voy a llamar a Arturo a ver como está”.

Arturo: Suspendido de historia.

Clara: Dime algo que no sepa.

Arturo:¿Algo que no sepas? Si empiezas a conocerme cada vez más y te enteras de las cosas antes que yo… Debería de preguntarte yo a ti.

Clara: Pues te informo que por ahora no hay ninguna novedad en tu vida así que puedes estar tranquilo.

Arturo: ¿No te comentó nada Amanda de lo de su hermana?

Clara: Hoy no, no tiene ovarios para ello.

Arturo:¿A que te refieres?

Clara: A la caña que le metimos ayer Yolanda y yo cuando nos llamó.

Arturo: No me digas –dijo preocupado-.

Clara: Tranquilo, tampoco le dijimos nada que no fuese verdad, solo que es como el perro del hortelano y que está celosísima. Lo que más le jodió es que no le siguiésemos la corriente y le dijésemos que eso era una barbaridad y que había algo muy extraño detrás de todo. ¿Está el de la radio dedicando una canción tuya o me lo parece?

Arturo: Vaya, puede que si hubiese algo que contarte.

Clara: Pues no creo que le haga mucha gracia.

Arturo:¿Por qué?

Clara: Intuición femenina. Colgando en tus manos ¿eh? No sabes nada tú.

Arturo:¿Te parece buena elección?

Clara: Excelente, y no has dicho que sea para ella, muy observador, aunque es más que evidente.

Arturo: Espera un momento, llaman a la puerta.

Tenía mis dudas pero me imaginé que sería ella así que escondí el teléfono en el bolsillo y la hice pasar aunque, como era de esperar, no lo hizo y se quedó en la puerta para criticar el que le dedicara la canción, que sonaba aún por la radio en ese momento. Normalmente soy yo el que salgo perdiendo en todas nuestras ¿conversaciones? digámoslo así aunque no sea la palabra más acertada, pero, está vez, imaginando por donde saldría la cosa me protegí bien no diciendo su nombre por la radio y aunque no esperaba que fuese necesario tuve que utilizar ese as que guardaba en mi manga para cubrirme las espaldas. Saber que la canción no era para ella me atrevería a decir que la decepcionó mucho y eso junto al hecho de que se hubiera equivocado juzgándome y fuese ella la que no llevaba razón hizo que se fuese sin decir más palabra, gesto que me dio mucha pena.

Arturo: Ya estoy contigo de nuevo.

Clara: Vaya, creo que la hiciste enfadar chico malo.

Arturo: Sabes que no era mi intención, me duele mucho verla así, no sabes la cara que se le ha quedado cuando le he dicho que era para Felicia.

Clara: Claro, como que por mucho que se queje estaba halagada y ni había pensado en esa posibilidad y, mucho menos, que si le dedicabas una canción fuese esa, eso es lo que más la ha picado.

Arturo: Pobrecita, creo que debería ir y decirle que era para ella.

Clara: Ni se te ocurra. Has estado genial Arturo, no lo estropees.

Arturo: Pero…

Clara: Hazme caso –insistió-. Tengo que dejarte, llaman a la puerta, mañana hablamos.

Arturo: Está bien, hasta mañana.

6 oct 2009

Le gustase o no que le dedicara la canción, aunque ella crea que es para su hermana, no la dejó indiferente y según Clara eso es lo importante así que espero que tenga razón y todo esto sirva para algo más que para hacernos daño inútilmente. Yo cada día puedo quitármela menos de la cabeza, supongo que porque tengo muchos momentos de soledad como el recreo que últimamente lo paso en la biblioteca cotilleando libros o revistas. La última clase de hoy antes de la comida era justo con mi madre que comenzó mandándonos un trabajo. Esa clase me confirmó una vez más que cuando las cosas empiezan bien acaban mal, y cuando ya empiezan mal acaban de pena.

No se le ocurrió nada más que emparejarme para hacer ese trabajo con Amanda. No es que la idea no me guste, es más que evidente que me encanta, pero siempre y cuando su actitud conmigo fuese otra. Si el trabajo de historia no lo quiso hacer y prefirió suspender… ¿que podría esperar de éste? Prefería que me cambiase de pareja, aunque fuese para aprobar y para tener un problema menos encima yo y un dolor de cabeza menos ella. Pero la intención con la que mi madre me había puesto con ella de pareja me quedó bien clara cuando le expresé mi desacuerdo. Me o nos estaba castigando por el de historia. Me quedé tan estupefacto que por un momento se me olvidó donde estaba y le repliqué su gesto, cosa que no le gustó demasiado.

Conociéndola no me era muy difícil pensar y acertar que no le iba a hacer mucha gracia mi actuación pero jamás me hubiese podido imaginar que me echara de clase. Estaba muy mosqueada y no solo es que me tirara afuera sino que casi me manda al despacho del director. Me quedé atónito, alucinado, pasmado… me costó hasta reaccionar. Cuando por fin lo pude hacer no me quedó más remedio que obedecerla y salirme del aula. Cuando lo hacía pude notar encima de mí el peso de la mirada de todos mis compañeros.

El último excompañero que se sentaba a mi lado en mi anterior colegio, Leo, siempre le encontraba el lado positivo a todo por muy malo que pareciese. Puede verse como una buena filosofía de vida y más teniendo en cuenta el dicho de que no hay mal que por bien no venga, sin embargo, aunque por aquel entonces intentaba de hacerlo nunca se me dio bien. Hacía mucho que no trataba de encontrar el lado bueno a algo malo y no sé porque hoy traté de buscárselo al hecho de que mi madre sepa lo del trabajo de historia y que tras mi enfado me haya echado de clase. Lo único bueno que se me ocurrió es que fui el primero en llegar a la cafetería y me comí la comida más caliente que todos los demás. Me pregunto si a Leo eso le parecería algo bueno. Estaba comiendo el pollo con verduras tan tranquilamente cuando el resto de mis compañeros bajaron a la cafetería y Lucas y Clara se dirigieron a mí, con la intención de acompañarme, arrastrando los demás a hacerlo también. La conversación era evidente cual iba a ser, no esperaba que un hecho así pasara desapercibido, y, como no podía ser de otra forma, Amanda y yo acabamos de rife rafe por el trabajo que se niega a hacer conmigo.

Hoy ya sabía yo que no me iba a librar de hacer los deberes con Felicia, y efectivamente, no me libré. Cuando subimos al cuarto lo primero que vi, dejándome tan absorto que ni siquiera oí como la pobre me hablaba, fue el retrato que Clara le regaló por su cumpleaños, con la foto nuestra cantando en el karaoke nuestra canción, bocabajo. No tenía pinta de haberse caído sin querer sino de haber sido puesta así intencionadamente. Esa foto le gustó mucho y me consta que para ella es muy especial. Que esté tumbada creo que es un gesto muy significativo de lo que le importo y pinto para ella en su vida, o mejor dicho de lo que no importo y no pinto. Verla me entristeció y desanimó mucho aunque tuve que esconderlo para que Felicia no notase nada. No se me da muy bien actuar aunque por suerte no se dio cuenta pero mi corazón estaba profundamente herido.

Estuvimos haciendo los deberes y la ayudé con las dudas que tenía. Cuando terminamos estuvimos hablando un rato.

Exactamente hasta que llegó Amanda que como de costumbre no se alegró demasiado de verme y mucho menos allí en su cuarto. Tras una breve discusión entre hermanas se fue para abajo pero yo ya estaba incómodo sabiendo que estaba molestando así que le insistí a Felicia en salirnos a los columpios hasta que se hizo la hora de volver a casa.

Una vez llegué me puse al ordenador a mirar el correo pero mi padre no tardó mucho en llamarme. ¿Llegaba la hora de la bronca? Estaba seguro que sí, hasta bajé con miedo a la cocina al recordar la última que tuvimos y su amenaza de cambiarme a un colegio militar. Parece mentira pero ni siquiera lo sabía aún.

Arturo:¿Si?

Juanjo: La cena ya está lista.

Arturo: No tengo hambre.

Tania: Pues haberlo dicho antes, ahora ya está hecha y no la voy a tirar –dijo autoritariamente con tono seco-

Arturo:¿Y sino que? ¿Vas a echarme de casa? –respondió sarcásticamente-

Juanjo:¿A que viene esto? ¿Ya estáis en guerra?

Arturo: Eso díselo a la profesora de lengua y literatura –dijo con ironía-.

Juanjo: Vaya, ¿ya surgió el primer problema de madre-hijo como profesora-alumno?

Tania: Pues sí, demasiado pronto.

Juanjo:¿Y que has hecho Arturo?

Arturo:¿Yo? Eso ella que me ha echado de clase y casi me manda al despacho del director.

Juanjo:¿Le has echado de clase?

Tania: Claro, el señorito no hizo nada ¿no? Le parecerá poco faltarme el respeto delante de todos sus compañeros.

Juanjo:¿Eso hiciste?

Arturo: Tampoco fue para tanto, además tenía motivos, me puso un trabajo con Amanda de pareja ¿te lo puedes creer?

Juanjo:¿Por qué hiciste eso Tania? Sabes que no se llevan bien.

Tania: Te tendré que poner muchos más trabajos de literatura, haces los relatos a medias. ¿Por qué no le cuentas lo del trabajo de historia?

Juanjo:¿Qué trabajo?

Tania: Uno que suspendió por no hacerlo.

Arturo: Si que lo hice pero no lo quiso aceptar.

Tania: Era por parejas y lo hicisteis individual, ahora estáis suspendidos de todo el trimestre.

Arturo:¿Y por eso nos tienes que poner otro trabajo juntos?

Juanjo: Ahí tiene razón, no creo que sea demasiada buena idea.

Tania: Tienen que acostumbrarse a trabajar con todos y ser tolerantes.

Arturo: Pues no hace falta que esperes quince días, ya puedes coger tu libreta y suspendernos la asignatura.

Tania: Pobre de ti.

Arturo:¿Por qué me hablas como si fuese un trabajo individual? Es cosa de los dos y si ella no quiere pues ale, suspendidos.

Tania: Pues más te vale que solucionéis vuestros problemas.

Arturo: Esto ya es el colmo, ¿te crees que si esto fuese solucionable no hubiese hecho algo ya? ¿te parece que me encanta esta situación?

Juanjo: Ahí tiene razón de nuevo. Puede que te hayas pasado un poco Tania, si a Amanda no le ha importado suspender historia no creo que le importe mucho suspender literatura, creo que has arrastrado a tu hijo a suspender también.

Tania:¿Es que todos vais a saber hacer mi trabajo mejor que yo o que?

Juanjo: Está bien, tengamos la cena en paz.

CONTINUARA... MUY PRONTO. ¡NO TE LO PIERDAS!

27 oct 2009

Como estos últimos días atrás, salí un poco más pronto de casa para charlar con Felicia mientras esperamos el autobús. Me estuvo contando el mal rollo que tiene con su hermana y traté de mediar un poco defendiendo a Amanda. No tuve mucho tiempo ya que no tardó mucho en llegar el bus pero lo poco que pude decir parece que la ayudó a razonar un poco.

Justo cuando iba a subir salía Amanda de casa. Cuando la vi sentí un pinchazo en el corazón. Estaba guapísima, con el cabello suelto y liso, con una cinta roja que la favorecía mucho. Mientras se acercaba yo me quedé mirándola embobado como si el tiempo se hubiese parado recordando el primer sábado que salimos juntos. Traté de reaccionar lo más rápido posible y subí al autobús como si nada aunque durante el trayecto, y a pesar de las niñerías que me contaba Felicia, no me la podía quitar de la cabeza. Estaba tan guapa… que me bastaba cerrar los ojos para verla de nuevo ya que girarme para mirarla de nuevo hubiese sido demasiado descarado.

Durante las clases lo tuve un poco más fácil, sin embargo eso no hacía otra cosa que deprimirme más. Cuando más la miraba más lejana la sentía. No podía dejar de pensar a que se debía ese repentino cambio de imagen. Tras ver ayer nuestra foto tumbada imaginaba que había decidido empezar una nueva y distinta vida, donde sin duda, yo no estoy dentro, una nueva vida donde yo no ocupo el más mínimo lugar. A la hora del recreo me fui como estos últimos días a la biblioteca a marginarme un poco leyendo revistas. No es que sea lo que más me apetece pero prefiero eso para evitar tener problemas y malos rollos. Además, ojos que no ven…

Durante el recreo a la biblioteca no van ni los empollones así que no es raro que me sorprendiera el ruido de la puerta que indicaba que alguien entraba. Lo que menos esperaba es que esa persona fuese precisamente Amanda y mucho menos que lo que quisiese fuese hablar conmigo.

Aunque lo que me dijo fue más bien poco. No sé porque estaba muy nerviosa. No le salían las palabras. Ni siquiera pudo pronunciar bien mi nombre. Estaba tratando de contármelo cuando toda aquella situación me parecía tan ridícula y absurda que preferí terminarla.

Estaba claro que no estaba allí por gusto, aunque cabía la posibilidad de que me estuviese equivocando pero, aún así, y aunque me dio pena, me levanté y me fui.

A la hora de la comida ni tan siquiera tenía hambre. Lo que pasó en el recreo me cerró el estomago. Así que me fui al patio, aprovechando que estaba vacio y muy tranquilo. No podía dejar de pensar en lo sucedido. Me preguntaba si había hecho bien. Al mismo tiempo me sentía idiota. Tanto luchar por una chica que no es capaz ni de pronunciar mí nombre de carrerilla. Es absurdo. Está claro que pasa de mí así que ¿por qué no pasar yo de ella? Si ella es capaz de empezar una nueva vida ¿por qué no voy a serlo yo?

Después de las clases deseaba volver a casa y encerrarme en mi cuarto. Necesitaba tocar la batería o hacer pesas. Sin embargo hoy tenía el primer entreno de la absurdez más grande que cometí últimamente y por más que me pesara no me podía escapar.

Lucas: Que aburrimiento de clases por dios, casi me duermo en economía y eso que la profe está buena, y en historia no te digo. Pero bueno ya acabaron y por fin podemos hablar tranquilos. ¿Dónde te metiste a la hora de comer?

Arturo: En el patio.

Lucas:¿No comiste nada?

Arturo: No tenía hambre.

Lucas:¿No será que se te cortó la digestión en el recreo?

Arturo: Más o menos.

Lucas:¿Y se puede saber porque no has querido hablar con Amanda?

Arturo: No me apetece hablar de ello Lucas.

Lucas: Pero si…

Arturo:¡Lucas! Por favor, ahora no.

Lucas: Está bien, pero por lo menos cambia esos ánimos que el uniforme del equipo se tiene que lucir con alegría y no con esa cara de agrio.

Arturo: Pues no sé que se me va a dar peor si lucirla con alegría o jugar bien.

Lucas: Tranquilo ya te pondré yo las pilas en ambas cosas.

Mientras Lucas nos daba explicaciones llegaron las chicas. Amanda se quedó perpleja cuando me vio. Sin duda no sabía nada aún. Tras unas palabras con Clara todas se dirigieron al otro lado de la pista y empezaron a entrenar.

A pesar de mis pensamientos e ideas por tratar de olvidarla y comenzar yo también una nueva vida no podía dejar de mirarla embobado como bailaba y como se movía de bien. Estaba tan guapa que… ¿como no iba a mirarla? Lucas tuvo que llamarme la atención, menos mal que lo hizo comprensivamente y no enfadado pero al fin y al cabo era para eso para lo que me había apuntado y él lo sabía.

Pero no podía fallarle, no se lo merece, así que tuve que tomármelo un poco más en serio y concentrarme para dar lo máximo. Me ponía bastante nervioso cuando tenía que encestar, cosa que hizo que fallara bastantes tiros, pero los chicos, y en especial Lucas, me animaron bastante así que en los últimos que hice estaba ya más tranquilo y se me dieron bastante bien.

Cuando terminamos ayudé a Lucas a guardar las pelotas y ya nos íbamos al vestuario cuando Clara, tras asegurarse de que Amanda salía de la pista, se dirigió a nosotros.

Clara: Arturito…

Lucas: Creo que Arturito eres tú... –bromeó al ver que no le hacía caso a su amiga-.

Arturo: Ahora tú no.

Lucas: No te molestes Clara, ya lo intenté pero no me quiso contar nada.

Clara: Pues lo llevas claro si crees que te vas a librar de mí tan fácilmente como de él.

Arturo: Clara…

Clara: De Clara nada, a ver, ¿por qué no quisiste escuchar a Amanda? No sabes la gran oportunidad que has desperdiciado.

Arturo:¿Oportunidad? ¿De que? ¿De que me vuelva a gritar, humillar o insultar?

Clara: Pero si te iba a proponer de llevaros medianamente bien para que pudieses estar con nosotros en el recreo y en las comidas.

Arturo:¿Ah sí? –preguntó sorprendido- Bueno, me da igual, se acabó, está lucha es ridícula.

Clara:¿Ya te estás rindiendo de nuevo?

Arturo: Soldado que huye sirve para otra guerra y ésta ya la perdí.

Lucas: No la perdiste la estás abandonando, cobarde.

Clara: Lucas, déjame a mi anda que el tacto no es lo tuyo. ¿Qué te pasa Arturo?

Arturo: Nada, me cansé eso es todo.

Clara:¿De ella?

Arturo: No, pero no me vale la pena.

Clara:¿Entonces? ¿De que te cansaste?

Arturo: De ser el único idiota que sufre con todo esto. No quiere saber nada más de mí y cuanto antes lo asuma menos sufriré y antes podré seguir con mi vida.

Clara:¿Y quién te ha dicho que no quiere saber nada más de ti o que no esté sufriendo?

Arturo: Venga Clara por favor, no me trates de idiota ¿quieres? No me mira, no me habla más que para decirme insultos bordemente, tiene la foto que le regalaste bocabajo, no quiere que le dedique canciones, le molesta que esté en su cuarto, es capaz de arreglarse y ponerse guapa para venir al instituto y cada dos por tres está riéndose ¿sabes cuánto hace que yo no me rio? ¿y no viste la cara que se le quedó cuando me vio en la pista? No quiere saber nada de mí, no me quiere ver ni en pintura y tanto que habláis de que me quería proponer una nueva tregua y ni siquiera era capaz de decir mi nombre o de pronunciar una frase entera. Yo no quiero que haga las cosas a desganas o porque se sienta obligada por vosotros, por eso me fui antes de dejarla intentar hablar. Todo esto es absurdo.

Clara: Estás muy nervioso, anda ven aquí –dijo abrazándolo- Tranquilo… ¿estás mejor?

Arturo: Un poco.

Clara:¿Confías en mí?

Arturo: Sabes que sí pero…

Clara: Shhhhhh –lo calló- ¿Te acuerdas el día que Amanda discutió con su madre?

Arturo: Sí claro.

Clara:¿Qué te dije en el parque cuando nos estábamos despidiendo?

Arturo: Pues… no sé… ¿que si Amanda no se quedaba conmigo te quedabas tú?

Lucas:¿Eso le dijiste? –preguntó sorprendido-

Clara: Míralo que memoria tenemos para lo que queremos, y eso no te lo dije a ti se lo dije a ella.

Lucas:¿En serio dijiste eso?

Clara:¿Qué te vas a poner celoso o que?

Lucas: Claro, antes de empezar con el segundo plato una se termina el primero –bromeó-.

Clara: Anda Lucas y no digas más tonterías, ya se pelean bastante los dos como para encima formar un trío, iba a acabar esto como el rosario de la aurora.

Arturo:¿Entonces a que te refieres? ¿Qué me dijiste?

Clara: Te dije que cuidaras de ella que es de las que no se queja por muy mal que esté.

Lucas: Ah eso es cierto, otra cosa no pero nunca la verás demostrar sus debilidades. Cuando más hundida está más saca la cabeza para no mostrarlo. Menos mal que nosotros ya la conocemos muy bien y es difícil que nos escape algo.

Clara: Para que veas que no te engaño, hasta Lucas te lo dice. Si te ataca tanto es como una manera de autodefensa.

Arturo: Si claro no hay mejor defensa que un buen ataque.

Clara: Más o menos. Pero eso no quiere decir que no lo pase mal, solo que no lo demuestra en público. ¿Por qué te crees sino que se ríe cuando está con nosotros?

Arturo:¿Para no demostraros que está mal?

Clara: Efectivamente. ¿Y no te parece mucha casualidad de que se haya puesto guapa para venir al insti dos días después de que su hermana se haya deshecho de sus trenzas por primera o segunda vez?

Arturo:¿Insinúas que tiene un pique con ella para ver quién es más guapa o algo así?

Clara: O para no quedar atrás en tu ranking amoroso. Y lo de la foto… ¿Sabes que hice yo con las de mi ex?

Arturo:¿Qué?

Clara: Romperlas todas, y una vez rotas las quemé bien quemadas y las cenizas las tiré por el retrete. ¿Y sabes porque?

Arturo: Sorpréndeme.

Clara: Porque no quería saber nada de él. Así que te aseguro que si Amanda no quisiera saber nada más de ti quemaría la foto hasta con el marco, aunque sea un regalo mío.

Arturo:¿Tú crees?

Clara: Claro que lo creo, está bocabajo ¿y que? Sigue estando cerca de su cama, bien cerca de ella. Apuesto que la mira todas las noches antes de dormir.

Arturo: Eso ya es creer y apostar demasiado.

Clara: Pues yo sigo apostando por éste amor. ¿Y tú?

Arturo: No sé.

Lucas: Venga tonto si está loquita por tus huesos, tarde o temprano acabará cayendo.

Arturo: Está bien, voy a seguir confiando en vosotros.

Clara: Así me gusta.

Después de eso nos fuimos al vestuario donde me di una rápida ducha y me vestí. Me despedí de los chicos, que aún no habían terminado, e iba en busca de mi madre para volver a casa con ella cuando justo al salir del vestuario vi delante de mí a Amanda. Sin pensar la llamé, fue un acto reflejo. Le pedí que me contara lo que me iba a decir durante el recreo aunque tenía la impresión de que me iba a mandar a tomar aire fresco pero me equivoqué. Tal y como me dijeron Lucas y Clara me contó que quiere que tratemos de llevarnos bien para así poder estar con ellos en los recreos y en las comidas aunque me dejo bien claro que no quiere ningún tipo de contacto conmigo. Supongo que aun así algo es algo y menos da una piedra. Espero que sea un buen comienzo. Cuando llegué a casa me puse a hacer los deberes para mañana pero me costaba mucho concentrarme en ellos. Sentía la necesidad de hablar con Clara y contarle que al final pude hablar con Amanda. Pensé que se alegraría de oírlo así que la llamé.

Clara: Hola Arturo ¿cómo estás?

Arturo: Bien, te llamaba para contarte que al final pude hablar con Amanda, supongo que ya te habrá dicho algo.

Clara:¿Un regalo para Felicia? Que detallista.

Arturo:¿Qué dices? Anda, ¿no me digas que está contigo?

Clara: Yo no lo hubiese dicho mejor.

Arturo:¿Sabe que hablas conmigo?

Clara: Sí, un cd es un regalo perfecto.

Arturo: Lo siento, espero no haberte metido en algún lio por ello.

Clara: No, tranquilo si para eso me has llamado ¿no?

Arturo: Sí, ya, con el nuevo acuerdo que tenemos no debería enfadarse contigo pero como con ella nunca se sabe… ¿cómo la ves? ¿te ha dicho algo de mi? ¿crees que de verdad va a cambiar su actitud conmigo y todo esto servirá de algo?

Clara: Claro que sí, creo que ese cantante le gusta mucho así que seguro que aciertas con ese disco pero si quieres ya mañana hablamos más y te puedo recomendar y aconsejar mejor, ahora me has pillado aquí en La dulce vida con Amanda y Lucas.

Arturo: Claro, ya charlaremos más tranquilos en otro momento, ya sé que ahora no puedes hablar mucho, gracias de todos modos por el intento. Así que habéis ido a por una buena merienda.

Clara: Había que reponer energías. ¿Quieres hablar con él?

Arturo: Claro, porque no, pásamelo.

Lucas: Garrulín ¿qué pasa?

Arturo: Hola. Que ¿así hacemos los deberes?

Lucas: Ya te digo, como debe ser. Y tú que, ¿no tienes nada mejor que hacer? Ya tengo a mi madre que me da la brasa con eso.

Arturo: Ya los he hecho, y te aseguro que con los deberes mi madre me da más la brasa que la tuya. Además no tenemos muchos para mañana y los pocos que tenemos ya los tenía medio hechos pero como yo no tengo cosas tan ricas para merendar…

Lucas: Vente a buscar a algo.

Arturo: Si claro, justo en eso estaba pensando.

Lucas: Entonces no te quejes.

Arturo: Hombre me podrías mandar algo a través de Amanda, alguna ventaja tenía que tener que sea mi vecina.

Lucas: ¿Estás seguro? ¿Crees que es buena idea?

Arturo: Ya he hablado con ella y hemos quedado en llevarnos lo mejor posible así que no debería tener mucho problema por ello. Pregúntaselo, aunque de todos modos cuando llamen sabiendo que es ella no abro yo la puerta y ya está.

Lucas: A ver espera. Amanda ¿te importaría cuando vuelvas a casa llevarle unas pastas a Arturo? Dice que si no quieres no abrirá él la puerta.

Amanda:No, no me importa, y puede abrirme él si quiere, no se las voy a tirar a la cara.

Lucas: Dice que está bien, así que luego te mando algo con ella ¿vale?

Arturo: Ya la oí, y puedes decirle que no lo decía por eso sino para no incomodarla.

Lucas: Ahora se lo diré.

Arturo: Pues nada Lucas, muchas gracias. Nos vemos mañana en clase.

Lucas: De nada. Hasta mañana chavalote.

Arturo: Adiós.

Terminé todos los ejercicios y me puse a ver en la tele un concurso de esos de preguntas. Solo tenía en mi cabeza la idea de que en poco tiempo vería de nuevo a la chica que inevitablemente me ha robado el corazón. No sabía como sería el encuentro pero después de lo que habíamos hablado y acordado no tenía que ser malo ni nada parecido con lo cual estaba medio contento. Antes de lo que pensaba ya la tenía allí. La visita fue corta, lo justo para que me entregara la caja con los pasteles y para que le pudiera agradecer el que me los haya traído. La tenía tan cerca de mi, a tan pocos centímetros… que no pude evitar el quedarme mirándola provocando que ella me preguntara que observaba. Sin pensar mucho lo que iba a decir pero totalmente sincero le respondí que estaba muy guapa pero mi respuesta parece que la incomodó porque ya se fue. De todos modos su mirada me transmitió mucho.

CONTINUARÁ... MAÑANA MIERCOLES

Editado 28 oct 2009 por sandru25

28 oct 2009

Que emocionante se pone esto :lol:

Y lo que queda, por que estoy segura que hoy sabremos lo que dije desde un principio. Clara planea un plan con Arturo para poner aun más celosa a Amanda. Si es que yo.. jeje. Espero que actualices pronto por que me tienes nerviosa nerviosa xD No me muerdo las uñas por que estoy dejando el vicio que si no... no tendria uñas que morder jeje En fin, que esta genial sobre todo la conversa de telefono de Clara y Arturo, que bien disimula jaja. Nos leemos guapa, besazos!

28 oct 2009

Hoy me levanté un poco más animado que de costumbre. Desde que el miércoles hablé con Amanda las cosas han vuelto un poco a la normalidad, por lo menos si comparamos los días desde el incidente del vestuario. Clara, Yolanda y Lucas no se cortan tanto a la hora de dirigirse a mí y yo ya no tengo que pasar los recreos y las comidas solo y marginado. Toni es el único que me ignora por completo, apenas me mira y no se dirige a mí para nada pero, aunque eso me apena un poco lo paso por alto, lo que realmente me importa es que con Amanda de vez en cuando si cruzo alguna que otra frase aunque con un poco de miedo e inseguridad, como hoy en clase de jardinera. Cada uno tiene sus planteles y como el primer día nos pusimos juntos pues juntos que nos toca hasta el final de la asignatura. Una de las veces en que inevitablemente la miré pude observar como estaba haciendo la tarea equivocadamente y la corregí para que no tuviese problemas con la profe. De nuevo desconfió de mí hasta que Clara me apoyó y le dijo que efectivamente lo estaba haciendo mal. Después de eso permitió que le enseñara como se tenía que hacer correctamente y hasta me dio las gracias pero, su actitud conmigo aunque me dirija un poco más la palabra, es muy fría, distante y seca.

Durante el recreo de hoy, en el patio sentados charlando de las clases, Clara quiso ir a la cafetería a buscar algo. Después de preguntarles a todos si querían alguna cosa me preguntó a mí. Yo no quería nada pero me preguntó asintiendo con la cabeza y guiñándome el ojo, cosa que me descolocó un poco, con lo cual, y con un poco de miedo por meter la pata contesté que sí pero, eso, llevó a la siguiente pregunta, bastante obvia tengo que decir, que fue el que. Ésta vez lo preguntó encogiendo los hombros cosa que me confundió un poco más. ¿Se suponía que esa era la respuesta? Era lo más evidente, al menos eso pensé en su momento respondiéndole que no lo sabía. Creo que mi respuesta, y de la manera que lo dije, me hizo quedar como un tonto pero parece que eso era lo que quería que dijese y es lo que hice. Por suerte acerté y ya después de eso me lo puso más fácil y ambos nos fuimos a la cafetería

Clara:Te ha costado pillarlo eh guapo, ya pensaba que te tendría que coger de la manita para llevarte conmigo.

Arturo:Dios eres más exagerada que mi madre que ya es decir, tampoco me costó tanto.

Clara:Si tú lo dices…

Arturo:Pues la próxima vez avísame mejor, ¿cómo voy a adivinar que porque me guiñas el ojo quieres que te acompañe?

Clara:¿Que te creías que estaba ligando contigo o que?

Arturo:Vaya, me has pillado. –respondió irónico-

Clara:Anda vamos –dijo sonriendo-. Mientras llegamos a la cafetería te haré un pequeño truco de magia.

Arturo:¿Un truco de magia? –preguntó sorprendido-

Clara:Sí, voy a adivinarte dos números.

Arturo:¿Tiene algún sentido?

Clara:Claro que tiene algún sentido. A ver, piensa un número del uno al nueve y otro del diez al noventainueve.

Arturo:Ya los tengo.

Clara:Bien, ahora el segundo multiplícalo por diez y el primero por nueve.

Arturo:Hecho –dijo tras hacer los cálculos-. ¿Te los digo?

Clara:Aún no, primero tienes que restarle al número grande el pequeño.

Arturo:Cuatrocientos veintisiete.

Clara:El primer número es siete y el segundo cuarentainueve.

Arturo:¿Cómo lo has adivinado?

Clara:Eso es lo de menos, lo importante es que eso es lo que tienes que hacer con tu noviecita.

Arturo:¿Pretendes que le haga éste numerito de magia a Felicia?

Clara:¿Para qué ibas a hacérselo?

Arturo:Y yo que sé, supongo que para impresionarla, es lo que has dicho.

Clara:Yo no he dicho que tengas que hacerle el truco.

Arturo:¿Entonces?

Clara:¿De verdad crees que te he adivinado los números? Me los has dicho tú, yo solo te he llevado con los cálculos a donde yo he querido que llegases para que sin que te dieses cuenta me los dijeses y pareciese que te los he adivinado.

Arturo:Ya, ¿y qué pinta Felicia en todo esto?

Clara:Ya te he dicho que el truco tenía sentido. Pinta porque eso es lo que tienes que hacer a partir de ahora con ella. No me pongas esa cara, me explico. Lo que quiero decir es que tienes que jugar con ella a torearla disimuladamente y sin que se dé cuenta para que vayáis donde quieras pero que parezca que es porque quiere ella y no tú. ¿Me entiendes ahora?

Arturo:A duras penas.

Clara:Si dices de ir a la heladería y allí os encontráis a Amanda, otro día dices de ir al centro comercial y allí os la encontráis y otro día más dices de ir al parque y justo allí está ella… ¿no crees que aunque tenga quince años se dará cuenta de que ahí hay algo raro?

Arturo:Pues hombre muy tonta debería de ser para que no se diese cuenta.

Clara:Y aunque no se diese cuenta ella creo que su hermana sí, y en el primer encuentro.

Arturo:¿Entonces que se supone que debo hacer?

Clara:Fácil, ir a la heladería, al centro comercial y al parque pero porque lo dice ella.

Arturo: ¿Y sino lo dice?

Clara:Pues por eso tienes que torearla como he hecho yo contigo.

Arturo:¿Pero cómo?

Clara:Con perspicacia.

Arturo:A bueno… ahora me ha quedado mucho más claro.

Clara:A ver probemos con un ejemplo y fíjate bien, tú serás Felicia y yo seré tú. ¿Dónde quieres ir está tarde Felicia?

Arturo:Está bien, a ver… A la tienda de ropa, Laura se ha comprado una chaqueta divina y yo también la quiero –bromeó imitando a Felicia-.

Clara:Como la vas conociendo… -se rió- ¿Y tienes que ir a comprártela hoy? Allí habrá mucha gente y mucho ruido, yo tenía pensado algo más tranquilo como un paseo agarrados de la manita y sentarnos a hablar en el césped y las flores.

Arturo:Mmmm me encanta la idea, podíamos ir al parque del lado del colegio, es tan romántico… Ala, a ver como me llevas a otro parque lista.

Clara:Donde tú quieras ir cariño ¿pero tan cerca del colegio no habrá muchos niños ahí jugando? Quiero poder hablar contigo sin tener que gritar. Además creo que ahí no hay quiosco y me hacía ilusión regalarte la revista esa que tanto te gusta.

Arturo:Ay, eres un cielo, pero podemos pasar por una librería.

Clara:Es que también te quería invitar a unas chuches que sé que te encantan pero bueno.

Arturo:Tranquilo, las pasamos a comprar también durante el paseo.

Clara:Perfecto, pero entonces tendrá que ser o una cosa o la otra y menos tiempo porque me acabo de acordar que le pedí a Lucas que me guardara unos apuntes y no me los devolvió así que tendré que pasar por su casa.

Arturo:¿Los necesitas para hoy? –preguntó fastidiado al verse sin salida-

Clara:Sí, lo siento, si es que a veces no se donde tengo la cabeza, supongo que pensando en ti.

Arturo:Está bien, me acorralaste, entonces mejor vamos al parque que está cerca de su casa y que casualmente tiene quiosco. ¿Es ahí donde querías ir no?

Clara:Efectivamente. Creo que lo has pillado bien pero ve practicando porque ésta noche te toca hacerlo de verdad.

Arturo:Que bien, que ilusión –dijo irónicamente-. ¿Y a donde va a querer ir Felicia?

Clara:Pues hombre ¿hay algo más romántico para la primera cita que ir al cine?

Arturo:¿Al cine?

Clara:Sí, “Locura de locuras”, a las diez y media. Los asientos son numerados así que estate pendiente del móvil, te mandaré un sms con nuestras butacas, que no te lo pille ella. Coged vuestros asientos enfrente de los nuestros dos o tres filas por delante y entrad cuando esté empezando para que a poder ser ella os vea entrar. Ah y a cenar supongo que te dirá de ir al burguer de delante, le encanta, nosotros iremos al del cine, mejor no coincidir ahí, sería mucha casualidad. Y sé cariñoso, estará oscuro y no te va a ver “casi” nadie –bromeó-.

Arturo:Muy graciosa pero por ahí sí que no paso, no pienso darle besitos ni nada parecido, solo somos amigos y es como mi hermana.

Clara:Tu mismo Arturito pero dudo mucho que Amanda sienta algo por ti por verte ver una peli tan ricamente.

Arturo: Gracias Clarita, muy convincente.

Clara:Recuerda; cine, burguer, “Locura de locuras”, asientos en primeras filas y peli empezando porque quiere ella, no porque quieres tú.

Arturo:¿También tengo que comerme palomitas porque lo quiere ella? –preguntó sarcásticamente-

Clara:Eso es opcional –bromeó-. Cualquier cosa me llamas pero procura hacerlo siempre que puedas desde un teléfono público.

Arturo:¿Y debo llevar gabardina y gafas de sol? –dijo en tono de burla-

Clara:Tú ves muchas películas.

Arturo:Creo que tú tampoco has visto pocas.

Clara:Anda pilla las patatas de Lucas y vamos que se nos acabará el recreo.

Arturo:¿De verdad crees que todo esto va a servir para algo?

Clara:Claro que va a servir pero tienes que tener paciencia, eso es como los medicamentos, no puedes pretender que con una sola pastilla que te tomes te cures, por algo vienen muchas más en cada caja. Tiempo al tiempo, cada vez que os vea juntos su corazón le indicara que estás ahí por más que quiera esconderlo y negarlo hasta que no le quede más remedio que escucharle y admitirlo. No te me desanimes, tenemos muchas batallas por delante pero ya verás como ganamos la guerra.

Arturo:Sí claro, si no muero en el intento.

Clara:Piensa en tu objetivo, en por quien haces todo esto.

Arturo:Si eso ya lo sé, ¿pero por qué tiene que ser todo tan difícil?

Clara:Al vencer sin obstáculos se triunfa sin gloria Arturito, no lo olvides.

¿Sin obstáculos? Creo que más ya no me puede poner pero eso no hace otra cosa que conseguir que tenga más ganas de tenerla. Es como una estrella, inalcanzable, pero no me conformo solo con mirarla por muy lejos que esté, mi corazón necesita mucho más aunque, por ahora, mirarla no está nada mal. Hoy en los entrenamientos también me fue inevitable no hacerlo cientos de veces pero traté de estar más pendiente del juego que el otro día.

Cuando salimos del insti Felicia y yo íbamos a ir a mi casa a hacer los deberes, para evitar posibles choques entre hermanas por mí culpa ya que supuse que Amanda iría a su casa porque no había ido a hacer los deberes con mi madre en toda la semana, justo desde el día que nos mandó el trabajo y me echó de clase. La idea inicial cuando empecé a salir con Felicia era el poder estar más con Amanda pero no me gusta que se anden peleando y mucho menos ser yo el motivo de sus discusiones así que prefiero mantenerme un poco al margen en ese aspecto, por el bien de los tres. Para mi sorpresa me pidió si podíamos ir nosotros a su casa porque quería ir ella a la mía. Me lo pidió tan educadamente que obviamente no me pude negar, al fin y al cabo a mi me da igual un sitio que otro y si puedo hacerle un favor… mejor que mejor, quizás así gane algún punto a mi favor. También espero haber ganado algún punto por regañar a mi novia por sus borderías para de alguna manera defender o apoyar a Amanda, aunque eso, de camino a casa de ellas, me costó un pequeño enfado de mi noviecita que por suerte pude arreglar rápido.

Primero que nada Felicia preparó algo de merienda. Tampoco se mató mucho, solo hizo unos sándwiches de embutido así que terminó rápido. Mientras, yo jugaba con Kira, a la que hacía días que no veía. Se alegró mucho de verme, no es que me conozca mucho pero se nota que se sigue acordando de mí. Ha crecido un poco y está preciosa. Es muy juguetona y cariñosa, almenos conmigo.

Cuando estuvo todo listo nos sentamos a merendar. Felicia me estuvo contando cosas de clase, de sus compañeros, de los deberes, trabajos y exámenes, esas cosas típicas de estudiantes. No tardó mucho en salir el tema de conversación de que hacer a la noche, empezaba ahí mi actuación, estaba hasta un poco nervioso, temía fastidiarla aunque se lo puse bastante difícil a Clara y ella consiguió llevarme donde quiso así que con Felicia que se puede decir que es una niña y encaprichada conmigo no tenía porque ser mucho más difícil aunque, que sea tan caprichosa podía ser algo muy negativo y ponerse muy en mi contra. Esperaba que no.

Felicia:Que bien que hoy ya es viernes, tenía unas ganas ya…

Arturo:¿Ah sí? ¿Y eso?

Felicia:Para poder estar juntos, como en clase no nos vemos por los distintos horarios…

Arturo:Pero sí que nos vemos en el autobús.

Felicia:Ya pero a mí me gustaría estar contigo en el recreo y comer juntos.

Arturo:Bueno tampoco estás sola, tienes a tus amigas.

Felicia:Sí, claro, les he hablado mucho de ti sabes, están deseando conocerte.

Arturo:Ah, que bien, y yo a ellas –dijo para quedar bien-.

Felicia:Guay porque seguro que os conocéis a la noche.

Arturo:¿A la noche?

Felicia:Sí, casi seguro que irán a la DiscoClub como nosotros.

Arturo:¿Cómo nosotros? –preguntó sorprendido-

Felicia:Sí, no podemos entrar aun al Rainbow por la edad pero seguro que te gusta, está muy chula también y ponen música guapa.

Arturo:Seguro que me encanta –dijo irónicamente con tono de desánimo-.

Felicia:Pues no pareces muy entusiasmado.

Arturo:¿Yo? No, claro que sí –disimuló-, me apetece mucho, solo que…

Felicia:¿Qué?

Arturo:Nada, que no se me había pasado por la cabeza en nuestra primera cita ir a una discoteca, eso es todo.

Felicia:¿Entonces? ¿Tenías otra cosa pensada?

Arturo:No, no había pensado nada, es solo que me apetecía más algo más tranquilo y más íntimo que un sitio lleno de gente y de ruido.

Felicia:¿Algo como que?

Arturo:Pues no sé, ver una peli o algo así pero claro en mi casa están mis padres así que es imposible y aquí estará tu madre así que tampoco.

Felicia:No te preocupes, mi madre casi seguro que sale por ahí así que no estará, tendremos la tele para nosotros solos.

Arturo:Ya pero aun así… no me hace gracia, eso de quedarnos los dos solos en casa… Pero bueno da igual, si quizás ni siquiera hacen ninguna peli, los viernes por la noche todo son programas de cotilleos y poca cosa más, si hacen alguna seguro que no vale nada, será un rollazo de esos antiguos.

Felicia:¡Tengo una idea! ¿Por qué no vamos al cine?

Arturo:¿Al cine? ¿Dónde? –preguntó extrañado fingiendo no saberlo-

Felicia:Aquí Arturo, ¿donde va a ser? ¿no sabías que en éste pueblo tenemos cine?

Arturo:No, no tenía ni idea y la verdad es que me apetece mucho ir, hace mucho que no voy a un cine y me gustaría ver que tal está éste.

Felicia:Seguro que te encanta, es muy grande, tiene muchas salas así que seguro que encontramos una peli chula.

Arturo:Estoy deseando que llegue la noche. A ver si hacen alguna comedía, me encanta ver pelis de risa en el cine.

Felicia:A mí también y ¿sabes que? podríamos aprovechar para ir a cenar al burguer que hay delante, tienen unas hamburguesas muy buenas.

Arturo:Donde tú quieras, si te hace feliz ir ahí pues ahí que vamos.

Felicia:Gracias, eres un cielo.

Arturo:¿Y está muy lejos el cine?

Felicia:Un poco, está en un polígono a la salida del pueblo.

Arturo:¿Y cómo llegaremos? ¿Hay algún autobús que lleve hasta allí?

Felicia:Sí pero paso de ir en autobús, eso es para pobres y chusma, a saber que enfermedad cogemos ahí.

Arturo:¿Enfermedad? ¿No crees que exageras un poco?

Felicia:Por si acaso, prefiero ir con mi madre.

Arturo:¿Con tu madre?

Felicia:Sí, no le va a importar.

Arturo:Pero has dicho que iba a salir.

Felicia:No te preocupes por eso, sé lo que hago.

Arturo:¿Seguro? A ver si la vas a molestar o algo.

Felicia:Que no tonto, segurísimo que no le importa.

Arturo:Bueno, como tu veas.

Lo había conseguido. Con mis palabras y mi tono a la hora de hablar logré no solo el ir al cine sino que se creyese que no tenía ni idea de su existencia. Ya solo me quedaba que escogiese la peli esa de las locuras. Con un poco de suerte al decirle que me gustan de risa y ella falsamente, porque se le notó, confesar que también, escogiese la que tenía que ser sin necesidad así de que yo interviniese. Lo único que no me hacía mucha gracia es que fuese Marga la que nos tuviese que llevar y traer. Mi buena amiga Clara no me advirtió de nada de eso aunque quizás ella contaba con el bus al que la fina de Felicia pasa de subir. Después de merendar y de hacer los deberes me fui a casa, me duché y vestí. Se acercaba la hora y la verdad que no tenía muchas ganas. Tener que aguantar a Felicia aun tenía un pase pero después tener que ser cariñoso con ella delante de Amanda… no era algo que me resultase fácil ni que me sea agradable de hacer. Aun ahora no sé como he podido entrar en el juego de darle celos, espero que realmente sirva para algo porque me parece tan absurdo... Pero la quiero tanto… la necesito tanto… que hay días en que al mirarme al espejo y mirar mi reflejo noto la soledad que causa el vacio de su indiferencia.

Habíamos quedado a las diez menos cuarto y a menos veinte me fui a la casa del lado ya que no quería tener problemas por impuntual. Deseaba que esa puerta me la abriese Amanda y no Felicia pero sabía que eso no iba a pasar. Amanda debía estar ya en el cine, cenando en la otra hamburguesería o muy cerca hacerlo.

Felicia:Hola Arturo –dijo muy animada recibiéndole con dos besos-

Arturo:Hola Felicia, estás muy contenta.

Felicia:Claro, es que es la primera cita que tengo con un chico y encima es el mejor de todos.

Arturo: ¿El mejor de todos? –preguntó sorprendido- Soy un chico normal y corriente Felicia.

Felicia:Pues para mí no, para mí eres el mejor, la mejor pareja que podía tener.

Arturo:Ya… -se quedó parado sin saber que decir tras su última frase-

Felicia:Estás muy guapo.

Arturo:Gracias –reaccionó- tú también estás muy guapa, eso te queda mucho mejor que el uniforme de la escuela.

Felicia:Me alegro que te guste, me he puesto así solo para ti.

Arturo:Vaya, pues muchas gracias, supongo. ¿Entonces ya estás lista?

Felicia:Sí, mi madre ahora sale, ya está lista también.

Arturo:Bien, ¿tienes hambre?

Felicia:Un poco.

Felicia:¿Te gusta el sitio?

Arturo:Sí, no está mal, aunque si mi madre viese que estoy cenando sentado encima de una hamburguesa gigante le daba algo.

Felicia:¿Por qué? ¿No le gusta la carne?

Arturo:Claro que le gusta, ¿no te acuerdas de la barbacoa?

Felicia:Ah sí, es verdad, ¿entonces no le gustan las hamburguesas?

Arturo:Sí, pero caseras, hechas por ella. Mi madre no es muy amante de la comida basura, manías de madre ya sabes.

Felicia:Sí, ya sé, aunque por suerte mi madre no es muy maniática. Y… ¿ya sabe mi futura suegra que tu y yo estamos saliendo juntos? –preguntó provocando que Arturo se atragantara- ¿Estás bien?

Arturo:Sí, sí, tranquila, pille un poco de picante eso es todo –disimuló-.

Felicia:¿Y bien? No me contestaste.

Arturo:Yo… es que no se como decirte esto, no quiero que te lo tomes a mal –dijo temblándole la voz por miedo a fastidiar el plan con su amiga-

Felicia:¿Decirme el que?

Arturo:Pues verás, yo… tú…

Felicia:¿Qué pasa con nosotros?

Arturo:Creo que vas demasiado deprisa Felicia.

Felicia:¿Deprisa? ¿Ah lo dices por lo que he dicho de mi futura suegra? Era una forma de hablar, ya sé que no nos vamos a casar mañana mismo.

Arturo:Ya, eso es evidente, pero no solo lo decía por eso. Verás, la otra noche… en los columpios… creo que interpretaste mal mis palabras.

Felicia:¿A que te refieres?

Arturo:Pues que yo te dije de salir juntos pero no te dije nada de ser novios, me refería a salir como amigos.

Felicia:Ya pero más o menos es lo mismo, dijiste que te gustaba, ¿qué pasa? ¿ya cambiaste de opinión? ¿no me quieres?

Arturo:No, no es eso, claro que me gustas y te aprecio mucho, te tengo mucho cariño, pero no es suficiente. Yo dije que me parecías una chica muy simpática y agradable y quería conocerte más, y lo sigo pensando, las dos cosas.

Felicia:¿Entonces? ¿Cuál es el problema? Es lo que estamos haciendo ¿no?

Arturo:Sí, pero creo que vas muy deprisa, tu cabeza y tu corazón me temo que van mucho más rápido que los míos. Necesito tiempo Felicia.

Felicia:¿Tiempo?

Arturo:Sí, para conocerte, para que me gustes más y para que te quiera tanto como te mereces.

Felicia:Ya verás como dentro de nada me quieres tanto como yo a ti.

Arturo:Seguro pero, hasta entonces Felicia, solo somos amigos, yo ahora mismo no te puedo ofrecer nada más aun, espero que lo entiendas, no quiero hacerte sufrir, no te lo mereces. Quiero que nos conozcamos poco a poco, sin prisas, y que disfrutemos mucho todos los momentos que pasamos juntos para que pueda surgir algo muy bonito.

Felicia:¿Entonces no somos novios? –dijo con tono muy triste y desanimada-

Arturo:Claro tonta, si yo te quiero mucho y al fin y al cabo una pareja de novios es eso ¿no? pero dame tiempo ¿vale? no me pidas lo que no te puedo dar.

Felicia:Está bien –dijo más contenta y animada-, iremos despacio, yo te doy todo el tiempo que necesites. Te quiero mucho –añadió acariciándole la mano-

Arturo:Felicia –la regaño cariñosamente-

Felicia:¿Qué? ¿No puedo querer mucho a un amigo muy especial? –trató de disimular-

Arturo:Sí pero yo no puedo responderte lo mismo y no me siento a gusto.

Felicia:Pero lo harás, además si que me aprecias ¿no?

Arturo:Claro, mucho.

Felicia:Pues entonces no hay nada malo en que me lo demuestres, los amigos se muestran su afecto.

Arturo:Eres un caso Felicia. Anda, terminemos de cenar.

Felicia:Está muy buena ¿verdad?

Arturo:Mucho.

¿Entonces no somos novios? ¿Qué iba a contestarle? Claro que no lo somos pero, ella tiene que pensar que sí y lo que es más importante, tiene que parecer que sí. Si le llego a decir que no y por lo que sea llega a oídos de Amanda no solo quedaría como el malo de la peli por estar jugando con Felicia sino que todo el plan que tiene Clara para ayudarme se iría al traste. Por un momento pensé que iba a fastidiarlo todo pero tenía que decírselo, tenía que dejárselo claro, creo que se está ilusionando mucho, a parte de ir muy deprisa, y no quiero hacerla sufrir. Por suerte parece que no se lo ha tomado a mal y lo ha entendido mucho mejor de lo que yo esperaba, sorprendiéndome incluso, ya que ha tenido una actitud casi hasta madura aunque no tengo demasiado claro que haya servido de mucho hablar con ella, más bien parece que independientemente de lo que le diga ella vive en su mundo, como dijo Clara, en el país de las maravillas. Ya habíamos terminado de cenar y faltaban unos diez minutos para que empezase la peli. Felicia quiso ir al baño así que aproveché yo también para ir. Aun no había recibido el mensaje de Clara y no podía faltar mucho ya. Efectivamente, me estaba lavando las manos cuando me empezó a vibrar el bolsillo.

Cogí el móvil y abrí el mensaje: “trcra fila cntro”. ¿Tercera fila centro? Me había dicho que cogiese las entradas dos o tres filas por delante. Tres menos tres era físicamente imposible así que solo me quedaba tres menos dos, o lo que es lo mismo, la primera fila. Que bien. Iba a ver hasta las hormiguitas, la piedra más pequeña o hasta los poros de las caras de los actores. Me venía a la mente el recuerdo de cuando tenia cinco años y me sentaba enfrente del televisor, a dos palmos, lo único que veía eran minúsculos diminutos cuadritos de colores. Yo siempre he sido de los que se sienta en la última fila. Estaba claro que la peli no la iba a disfrutar pero tampoco estaba ahí para ello aunque, lo único importante para mi en ese momento, era que tenía que hacerle creer a mi novia que me encanta ver las pelis delante de todo y desear que a ella también, o por lo menos lo fingiese y no me pusiese obstáculo ni impedimento alguno.

Felicia:Pues éste es el cine ¿te gusta?

Arturo:Sí, mucho, es enorme.

Felicia:Ahí a la izquierda hay una tienda de chuches. ¿Te apetece algo?

Arturo:Pues la verdad es que no, quedé lleno con la hamburguesa. ¿Tú quieres algo?

Felicia:No, prefiero palomitas.

Arturo:¿Pues vamos?

Felicia:Claro.

Y nos fuimos a la taquilla. De camino me fijé en el parquin y pude ver ahí aparcado el coche de los guais. Es bastante fácil de reconocer, incluso en la oscuridad de la noche salta bastante a la vista. Nos quedó muy bien y lo pasamos en grande esa tarde pintándolo entre todos. Verlo ahí me alegró ya que eso me confirmaba que las chicas y chicos estaban dentro. En teoría ya lo sabía por el sms pero podía haber pasado algo de improvisto que hubiese cambiado los planes, pero estaba claro que no, era evidente que estaban ahí.

Taquillera: Hola buenas noches. ¿A qué sala van a ir?

Arturo:¿Qué películas empiezan ahora?

Taquillera: Pues ya solo queda una que está a punto de empezar, “Locura de locuras”, pero si quieren y se dan prisa aun pueden ver comenzar alguna de las dos de la sesión de las diez y cuarto.

Felicia:¿Cuáles son?

Taquillera: “Pánico al atardecer” que es de miedo y “El italiano” que es de acción.

Arturo:¿Cuál te apetece ver?

Felicia:Creo que mejor la comedia que empieza ahora. Pensaba que habrían más, lo siento. Espero que por lo menos sea buena.

Arturo:No te preocupes, esa seguro que está genial.

Taquillera: ¿Entonces dos para “Locura de locuras”?

Arturo:Sí.

Taquillera: ¿Por qué zona de la sala?

Arturo:Pues la verdad que nunca he visto ninguna sentado en primera fila y tiene que estar guay, ¿te apetece?

Felicia:¿En primera fila? ¿No será muy adelante?

Arturo:No sé, por probar… además será bonito y especial vivir esa experiencia por primera vez juntos ¿no crees?

Felicia:Sí, me encanta la idea, la primera fila está bien.

Taquillera: Pues dos en la primera fila.

Arturo:Sí, por el centro si puede ser por favor.

Creo que la escusa para escoger la primera fila ha sido un poco… no sé ni cuál sería la palabra exacta; ñoña, pastelosa, ridícula, absurda… en fin, fue lo primero que se me ocurrió, no se me viene a la cabeza ni por mucho que lo piense una buena razón para ver una pelí en el cine delante de todo, pero lo importante es que salió bien. Pudimos coger las dos entradas para la película correcta y en el sitio que tenía que ser y, lo más importante, porque lo ha dicho ella. Así que cuando las tuvimos y entregamos nos dirigimos a la barra para comprar un refresco y las palomitas a las que Felicia no pudo evitar hincarles el diente antes de entrar en la sala.

Una vez comprado el picoteo nos fuimos en busca de la sala. No nos costó mucho de encontrar ya que ella se conoce el sitio pero como yo no, aproveché para ganar unos segundos o minutos mirando y remirando todos los rincones y todos los pósters. ¿Absurdo? Para nada, necesitaba ganar un poco de tiempo para conseguir entrar cuando la peli estuviese empezando y que mejor manera que esa.

Arturo:¿Puedo ser un poco cariñoso con mi amiga y abrazarte un poco?

Felicia:Claro, me encanta –dijo toda entusiasmada- ¿Puedo yo ser un poco cariñosa con mi amigo y cogerle la mano?

Arturo:Claro, me encanta –sonrió-

Entré tan nervioso a la sala que no quise ni intentar localizar a Amanda. Sabía que tenía que estar bien cerca de mí, mi corazón podía sentirla, latía tan deprisa como late cada vez que estoy a su lado, pero no me atreví a buscarla con la mirada. Mi cabeza no dejaba de hacerse preguntas, muchas, demasiadas. ¿Me habría visto? De ser así… ¿que habría sentido? ¿Estaría celosa? ¿Estaba surgiendo el plan de Clara algún efecto? Al acordarme de ella recordé su tan convincente frase que me dijo en la cafetería “dudo mucho que Amanda sienta algo por ti por verte ver una peli tan ricamente”. Tenía que ser cariñoso con mi novia delante de la chica que me gusta y quiero conseguir, pero no sabía muy bien como ya que después de haberle dicho durante la cena que solo somos amigos y que quería tiempo e ir despacio… ¿como lo hacía de la manera más correcta? Me vino a la cabeza la frase final de la conversación, la que ella misma me dijo sobre que no hay nada malo en que los amigos se demuestren su afecto y cariño así que pensé que esa era la mejor manera. Le pregunté si podía abrazarla un poco y recalqué en la pregunta la palabra amiga para evitar confusiones. De ese modo estuvimos viendo la peli yo rodeándola con brazo y ella cogiéndome la mano. De tanto en tanto le preguntaba cariñosamente si le gustaba la peli o si necesitaba algo.

Cuando terminó salimos a fuera y nos dirigimos a la entrada. No nos cruzamos con los demás, ni siquiera los vimos. Creo que ellos debieron salir por la puerta superior de la sala y nosotros por la inferior. Felicia llamó a su madre para avisarla de que ya podía pasar a por nosotros. Mientras nos pusimos a ver los carteles de los próximos estrenos. Le gustó mucho una de la Warner Bross sobre el Taz así que no descartó que vuelva a ese cine mucho más pronto de lo que imagino. Su madre no tardó mucho en llegar por suerte.

El trayecto lo hemos pasado comentando la peli, que la verdad que ha estado muy bien y muy divertida, nos hemos reído mucho. Cuando hemos llegado era tarde y no podía retrasarme mucho más en entrar a mi casa así que la despedida fue bastante rápida. Felicia intentó besarme pero gracias a dios pude evitarlo. Está claro que mis palabras de poco han servido pero volví a dejárselo lo más claro que pude y de nuevo parece que lo entendido. Será que ésta vez me vio más serio que la otra y no quiere enfadarme. Creo que más bien fue un intento, a ver si colaba, pero eso es algo que aunque ahora lo alargue con la escusa de que apenas nos conocemos, jamás podré ofrecerle. Finalmente nos hemos despedido con dos besitos en la cara y me he ido. Quiero llamar a Clara o incluso a Lucas. Me muero de ganas por saber algo pero aun así es mejor resignarme. Es muy arriesgado ya que puede ser que aun estén juntos y con la metida de pata del miércoles, aunque se disimuló bien con lo del cd, ya tuve bastante. Me tocará esperar a mañana a ver si me enteró de algo.

CONTINUARA... MUY PRONTO

Editado 28 oct 2009 por sandru25

31 oct 2009

!No me he quemado, no me he quemado! Después de tanto tiempo quemandome la mano, esta vez no :) Y no veas lo interesante que está, buuf. Yo también me muero de ganas de que Arturo llame a Clara. Y ahora solo queda ver los momentazos, que ya debe de quedar poco no? Espero que si. Y esta Felicia... y parecía tonta cuando la compramos xD. No pierde oportunidad para lanzarse. En fin, no se como se lo va a tomar Felicia cuando se entere de que Arturo en verdad quiere a su hermana y no a ella... Alomejor le quema la casa jaja. No, no creo, yo creo que se enfadará con Arturo y luego habrá un pique entre su hermana y ella. Bueno sandruky, que tengo ganas de leer el siguiente capi de los dos diarios, que está muy pero que muy interesante y más para Arturo jeje. Nos leemos. Besazos! ^^

30 nov 2009

!No me he quemado, no me he quemado! Después de tanto tiempo quemandome la mano, esta vez no :) Y no veas lo interesante que está, buuf. Yo también me muero de ganas de que Arturo llame a Clara. Y ahora solo queda ver los momentazos, que ya debe de quedar poco no? Espero que si. Y esta Felicia... y parecía tonta cuando la compramos xD. No pierde oportunidad para lanzarse. En fin, no se como se lo va a tomar Felicia cuando se entere de que Arturo en verdad quiere a su hermana y no a ella... Alomejor le quema la casa jaja. No, no creo, yo creo que se enfadará con Arturo y luego habrá un pique entre su hermana y ella. Bueno sandruky, que tengo ganas de leer el siguiente capi de los dos diarios, que está muy pero que muy interesante y más para Arturo jeje. Nos leemos. Besazos! ^^

pues no, no te quemaste, ya veremos a la proxima que pasa jeje la casa no se si se quemara o no... ya veremos como se lo tomara felicia, te tocara esperar porque ya sabes que soy una tumba jeje pero vaya que ya sabes como es asi que si que es cierto que te puedes esperar cualquier cosa. aqui esta el capi, por fin, espero que te guste como siempre y que haya valido la pena la espera. nos leemos. besazos.

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Ésta mañana ha empezado como empiezan todos mis fines de semana, con los malditos entrenamiento de boxeo de mi padre. Hoy por lo menos no se ha puesto a supervisarme así que me lo he tomado con mucha más calma. Últimamente con todo lo que está pasando en mi vida no me siento en plena forma, siento que me faltan las fuerzas, tanto las físicas como las mentales. La situación entre Amanda y yo cada día es más rara y la batalla en la que me he metido por tenerla a mi lado es más difícil. No sé si lo de ayer por la noche serviría para algo o no, quizás ni siquiera nos vio aunque dudo que de ser así Clara no se metiese para conseguir lo contrario, el caso es que la duda apenas me ha dejado dormir. Volvía a estar dándole vueltas al asunto mientras golpeaba al saco cuando vi que Clara estaba en casa de Amanda.

Tenía muchas ganas de verla, por eso vi a Clara, porque llevaba rato buscando a mi vecina con la mirada. Así que aproveché que mi querida noviecita vive bajo el mismo techo para tener la escusa perfecta para ello. Me tomé un descanso y me fui para allá. La misma Felicia me abrió la puerta. Se alegró mucho de verme. Obviamente ni se puede imaginar que no iba a verla a ella sino a su hermana. Me comentó que Clara estaba allí, como si yo no lo hubiese sabido ya, y le dije que me gustaría saludarla. Quizás con un poco de suerte me enterase de algo acerca de anoche, al menos eso pensé. Cuando entrábamos le cogí la mano.

Las dos estaban sentadas en la mesa desayunando y las saludé. Amanda estaba muy guapa. Tuve que controlarme para no mirarla mucho y cuando lo hacía hacerlo con disimulo. Recuerdo perfectamente esa ropa. Es la que llevaba puesta el primer día de clase, ese primer día en el que se puede decir que comenzó todo.

Durante la conversación expresé lo guapa que iba Felicia y que había ido a verla porque la echaba de menos. Eso, lejos de enfadar a Amanda hizo que me propusiera que me uniese a la mañana de compras. Interiormente me alegré mucho de oír eso. Acepté ocultando mi enorme entusiasmo. No tardé mucho en averiguar porque mis palabras no la enfadaron. De alguna manera me la estaba devolviendo. Como dicen algunos si quería caldo ahí tenía dos tazas. Lo que menos me podía pensar cuando acepté unirme es que ella y Clara tuviesen sus planes por separado.

Traté de eludir ese compromiso en el que Amanda me había metido. Compromiso… marrón y con todas las letras. Yo que esquivo acompañar a mi madre porque eso me aburre… manda huevos. Pero parece que no estaba dispuesta a ponerme las cosas tan fáciles, quería asegurarse de que me tomaba las dos tazas así que por joderla, aunque realmente eso me fuese a joder más a mí que a ella, no me quedó más remedio que aceptar de todas todas, y eso sí, fingiendo un enorme entusiasmo. Por lo menos Felicia se alegró mucho de ello y me lo demostró dándome un efusivo abrazo.

En ese momento bajó su madre. Felicia le preguntó si yo podía ir con ellas. Aún tenía una pequeña posibilidad de librarme pero no, no cayó esa breva. Le pareció muy bien. Creo que el abrazo a Amanda no la sentó muy bien porque aconsejó a su hermana, con la escusa de que no conozco mucho aún la ciudad, para que me enseñara todas las tiendas, avisándome de que me lo iba a pasar tan bien que me iba a volver hasta loco. El tono con el que lo dijo tiró más a sarcástico que a irónico. No obstante creo que estuve bastante rápido con mi respuesta, y acertado, ya que parecía molesta, aunque trataba de ocultarlo.

Amanda tenía razón con lo que hasta me iba a volver loco pero… ¿de lo bien que me lo iba a pasar? Yo tengo otro concepto muy pero que muy distinto de lo que es diversión. ¿A que idiota puede parecerle divertido que tu chica se pruebe media tienda, preguntándote después de enseñarte como le queda cada uno de los modelitos, si le está bien o no? ¡Y cuidado con lo que dices! porque se probó una falda horrorosa que le quedaba de pena y casi me mata por decirle que no me gustaba nada. La mitad de la media tienda que se probó la dejó encima de mí, como si yo fuese un perchero humano, no fuese caso que alguien se le adelantase a comprarlo y se lo fuesen a quitar. ¿Y total para que? Para acabar comprándose un simple pantalón y un simple vestido. En total hemos ido a cuatro tiendas de ropa como dice ella “fashion”, una de deporte, dos de zapatos, una perfumería, una de complementos, tres de regalos, una de electrónica, una de animales, una de música y una librería. Y seguro que me dejo alguna, además bien grandes todas.

Por fin, a las dos y media y ya medio desmayado del hambre y del agobio y con un tremendo dolor de cabeza, nos fuimos al restaurante a comer. A esas horas no es de extrañar que estuviese medio vacio aunque eso hizo que estuviésemos más tranquilos. La comida no fue mal del todo aunque el tema de conversación que predominó fue todas las cosas que habían visto durante la mañana en todas las tiendas a las que hemos ido. Al terminar regresamos a casa. Felicia quería que fuese a la suya pero por suerte eso si pude evitarlo con la escusa de los entrenamientos que dejé pendientes por la mañana. Creo que es la primera vez que me alegro de tener que hacerlos, por lo menos han sido la escusa perfecta.

Lucas:Wenas.

Arturo:Hola.

Juanjo:Hola Lucas.

Lucas:¿Qué hacéis?

Arturo:¿Te parece que no está suficientemente claro? –dijo faltándole el aire-

Lucas:Es de mala educación responder con una pregunta chaval.

Arturo:Pues no hagas preguntas absurdas.

Juanjo:¿Te hacemos un huequecito?

Lucas:Que va, no quiero dejar a Arturo en ridículo.

Arturo:Que fantasmón que eres.

Lucas:Todo lo que quieras, pero no te sorprendas sino vengo más a tu casa –bromeó-.

Arturo:¿Por qué?

Lucas:Porque tu madre me quiere poner a hacer redacciones y dictados y tu padre a hacer flexiones.

Juanjo:Que flojo que eres.

Arturo:Yo llevo aguantando eso toda mi vida y lo que me queda.

Juanjo:Tendrás queja.

Arturo:Claro que las tengo pero me las guardo.

Juanjo:Por la cuenta que te trae.

Lucas:No es que sea flojo, es que estoy acostumbrado a que mi madre me ponga a hacer pasteles y esto me queda grande, además ya tengo que hacerlo en clase y con eso tengo bastante. ¿Qué tal si mejor usamos esa desaprovechada canasta que tienes y practicamos un poco el básquet? que falta te hace.

Arturo:Clases particulares con el capitán del equipo… guau, todo un lujo.

Lucas:No me des ideas a ver si aun te voy a cobrar.

Arturo:¿Puedo papá? Al fin y al cabo eso también es ejercicio.

Juanjo:Anda tira, no os quiero ver más a ninguno de los dos.

Arturo:Gracias.

Lucas:Hasta luego.

La inesperada visita de mi amigo Lucas no solo me sorprendió sino que me alegró mucho ya que me libró de las malditas flexiones. Me estuvo contando que tal le fue con Emilio haciendo el trabajo de clase y nos pusimos a jugar al básquet. El muy cabronazo me lo ha puesto muy difícil aunque supongo que en el fondo eso es bueno para que yo aprenda al máximo. No obstante me sobraban los comentarios con los que me chinchaba pero sé que lo dice de broma y en el fondo hasta me divierte.

Cuando llevábamos un rato jugando salió Felicia, de improvisto ya que no habíamos quedado ni nada. Se había cambiado de ropa y llevaba puesto un chándal, cosa que dejaba bastante claras las intenciones que llevaba. Se unió al partido. Al poco tiempo Lucas recibió una llamada de Clara y se marchó al encuentro de las chicas. Yo me quedé allí con mi novia jugando a ver quien metía más la pelota.

Pero no tardamos mucho en terminar ya que yo estaba ya cansado entre la sesión de flexiones y el juego en serio con Lucas. Nos fuimos cada uno a su casa a pegarnos una duchita y cuando Felicia terminó se vino a la mía y estuvimos jugando a la videoconsola. Estábamos en el punto más interesante de la partida cuando una llamada a mi móvil, que tenía encima del escritorio, la interrumpió.

Felicia:¿Quién es?

Arturo:Llamada desconocida –dijo mirando la pantalla del móvil-.

Arturo: ¿Si?

Clara:Hola Arturo soy Clara, ¿estás con Felicia?

Arturo:Sí.

Clara:Pues disimula para que no sepa que soy yo.

Arturo:Sí, soy de esa compañía.

Clara:No está mal –se rió- Escucha, ésta noche iremos a la bolera. Aún tardaremos casi una hora, estamos en los recreativos y tenemos que ir a cambiarnos. En vez de ser vosotros los que vayáis cuando estemos nosotros está vez lo haremos al revés. No hace falta que hagas que sea Felicia quien te diga de ir, puedes decirle de dar un paseo y hacerlo por aquella zona y cuando paséis por delante pues improvisar, o bien la invitas a tomar algo para reponer fuerzas o pegar unas partiditas al billar o a los dardos y después con la escusa de que ya estáis allí pues invitarla a cenar. ¿Lo has entendido todo?

Arturo:Sí.

Clara:Pues ale guapo sigue disimulando, nos vemos dentro de un rato.

Arturo:Muchas gracias por informarme señorita pero estoy contento con mi actual compañía telefónica.

Felicia: Que pesados que son, no sé porque no le has colgado.

Arturo:¿Por qué iba a hacerlo? La pobre solo estaba haciendo su trabajo.

Felicia: Sí… claro… ¿seguimos jugando?

Arturo:¿No te cansas?

Felicia: No.

Arturo:¿Y que te parece si mejor nos vamos a dar un paseo?

Felicia:¿Un paseo romántico? –preguntó ilusionada-

Arturo:Un paseo de dos amigos que se quieren mucho.

Por suerte no me costó mucho convencerla y nos fuimos rápidamente. Tras dar unas vueltas por calles que ni siquiera había visto antes por fin logré encontrar algo que recordaba y pude acabar llegando a la bolera. Mientras nos acercábamos a ella pensaba en que decirle a Felicia para entrar. No sabía cuál era la mejor opción, si el tomar algo, el cenar o el pegarnos alguna partida a algo. Sin embargo se me adelantó y me sorprendió tomando ella la iniciativa.

Felicia: Aquí está la bolera ¿has estado?

Arturo:Sí, vine una vez.

Felicia:¿Sabes jugar a los bolos?

Arturo:Medio medio. Tu hermana me enseñó pero no se me dio muy bien. ¿Y tú?

Felicia: Regular. ¿Te animas? A ver quién es peor de los dos.

Arturo: Vale, pero no vale fallar aposta para ganar.

Felicia: Trato hecho.

Arturo:Si gano te invito a cenar.

Felicia: Guay, ¿y si gano yo?

Arturo:No te preocupes tonta, si ganas tú también te invito.

Felicia: Eres un sol. Entonces ahora llamo a mi madre para decírselo y que no se preocupe.

Fue mucho más fácil de lo que me imaginaba. Yo dándole vueltas a la cabeza sobre cómo sacar el tema y en cuestión de menos de dos minutos ya estábamos entrando.

Empezamos a jugar a los bolos. Hoy se me dio mejor que el primer día. Supongo que estaba más relajado, y eso que estaba muy nervioso sabiendo que en cualquier momento iba a entrar Amanda pero son nervios distintos a los que tenía ese primer día estando ella junto a mí.

Estaba tirando Felicia, y yo mirándola atentamente, cuando de repente sentí un temblor en mi corazón, una palpitación muy fuerte. Sabía de sobra que significaba. Giré un poco la cabeza hacia mi izquierda y se confirmó lo que mi corazón acababa de sentir. Allí estaban ya mi amigo y mi no amigo, mis dos amigas y la amiga de mis amigos.

Me alegré de verles aunque eché de menos estar con ellos y llevar la camisa de los perdedores. Parece mentira la diferencia tan grande de la primera vez a ésta segunda. Lucas, Clara y Yolanda se acercaron a mí para saludarme y mantuvimos una breve charla. Amanda y Toni se mantuvieron cerca pero guardando las distancias, sin hacernos el mínimo caso. Después yo volví a mi partida con Felicia y ellos comenzaron su competición, cerca, pero lejos de mi.

Pero ni tan cerca ni tan lejos para evitar que no pudiese dejar de mirarla aprovechando que Felicia estaba tirando y no se enteraba de nada.

Felicia no se enteró y, yo, que sin darme cuenta me quedaba tan embobado mirando a Amanda como si el tiempo se parase, tampoco me di cuenta de que yo también estaba siendo observado y, que eso, aunque en ese momento lo ignoraba por completo, lo iba a acabar sabiendo ésta misma noche.

Después de esa partida a los bolos en que, a pesar de que la cosa estuvo muy igualada fue ella la que se coronó como peor jugadora, optamos mejor por el billar. Durante la partida los chicos se sentaron a cenar así que aproveché cuando pude para meter la bola negra con disimulo y terminar la partida. Con eso ella se alegró de ganar y yo ya tenía la escusa perfecta para sentarnos también a cenar.

Solo tenía un pequeño obstáculo del cual no me había dado cuenta hasta ese momento. Amanda estaba sentada de una forma que para que pudiese vernos bien a Felicia y a mi cenar reducía las posibilidades a una sola mesa. El problema era como hacer con disimulo que nos sentásemos en ella. Sugerí sentarnos en el fondo para estar más tranquilos, en plan más romántico. Hubiese preferido otra cosa ya que no quiero confundirla ni que se haga más ilusiones pero fue lo único que se me ocurrió. No parecía una mala escusa pero si tenía una pequeña pega. El fondo tenía más de una mesa y ella sugirió justo la otra. Ahí me quedé bloqueado, recordando el truco de magia de Clara cosa que aún me dejó más en blanco y no supe decir ninguna cosa más simple y absurda que la otra me gustaba más. Aún así parece que hasta funcionó y gustosamente se sentó en la que yo quería.

Cuando terminamos volvimos al billar. Los demás habían vuelto también a los bolos. Lo sé porque cada vez que podía me ponía detrás de Felicia y aprovechaba para mirar a Amanda. En esa partida volví a meter la negra, aunque esa vez sin querer. Felicia quiso aprovechar las bolas para seguir jugando a pesar de que ya había ganado y, yo, aproveché para ir al baño a cambiarle el agua al canario. Estaba en los servicios aún, a punto de salir, cuando me sonó el móvil.

Arturo:¿Sí?

Clara:¿Se puede saber que se supone que estás haciendo? –preguntó mosqueada-

Arturo:Yo diría que jugando al billar, pero me da que eso no es lo que preguntas.

Clara:Pues no Arturo, no es eso lo que pregunto.

Arturo:Entonces no sé a que te refieres, simplemente estoy jugando al billar con “mi novia” como me dijiste tú.

Clara:Efectivamente, con tu novia, ¿entonces se puede saber que haces comiéndote con la mirada a Amanda?

Arturo:Yo no me estoy comiendo a nadie.

Clara:Venga Arturo, cada vez que te observo estás con la mirada de enamorado puesta en ella ¿no te das cuenta que como te pille Felicia se va a liar y como te vea Amanda mirándola así todo esto no va a servir de nada? -respondió enfadada-

Arturo:¿Qué quieres que haga? No puedo evitarlo.

Clara:Pues tienes que hacerlo, así nunca la conseguirás. Estás haciendo lo contrario de lo que tienes que hacer.

Arturo:¿Y que se supone que estoy haciendo mal si hago todo lo que me dices?

Clara:No tienes que ser tan amable y atento con ella, ni mirarla con esos ojos y esas tiernas sonrisas, eso nunca te lo he dicho yo. Es solo una amiga de tus amigos ¿recuerdas? una no amiga que finge querer saber bien poco de ti. Tienes que tratarla igual, con desprecio.

Arturo:¿Con desprecio? ¿Qué la escupo en la cara o que? –preguntó sarcásticamente-

Clara:Anda Arturito, no me seas obtuso. ¿Es que no has escuchado nunca que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio?

Arturo: Sí, sí que lo he oído antes.

Clara:Pues eso es lo que tienes que hacer. Si quieres en casa cuando ella no te vea te miras, remiras y vuelves a mirar la foto que te mandé pero cuando esté cerca lo más mínimo, no puede verte mirándola y menos con esos ojos. Tienes que pasar de ella, como si para ti no existiese, y tratarla con mucha distancia y frialdad, como hace ella, por difícil que te resulte.

Arturo:Está bien, lo intentaré. No atento, no simpático, frío y distante, no mirarla y no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Entendido.

Clara:Pues a ver si es verdad, no se te olvida y lo aplicas –dijo colgándole el teléfono-.

La llamada de Clara me dejó totalmente descolocado. Estaba muy enfadada y hasta me colgó el teléfono. Volví al juego con Felicia, sin lo que hay que tener para volver a mirar ni de reojo hacía la pista ni una sola vez más en lo que quedaba de noche. Por si la extraña actitud de mi amiga hubiese sido poco, tenía en mi cabeza las autoritarias palabras en forma de consejos que me había dado. Tengo que despreciar a la chica de la que estoy enamorado pero, ¿realmente eso se puede? Tener que fingir ser novio de Felicia, incluyendo eso el ser cariñoso con ella, me parecía complicado aunque pasable, pero el no mirarla y el tener que ser poco atento, antipático, frío y distante… eso lo mire por donde lo mire me parece demasiado para mí. No dejo de preguntarme si realmente eso me va a acercar más a ella o por el contrario me la va a poner mucho más lejos. ¿Y si Clara se equivoca? ¿Y si queriéndome ayudar con toda su buena fe me complica más las cosas? Estoy hecho un lio.

Como un lio también estaba hecho en ese momento en que la llamada de teléfono estaba aun tan reciente y todas las palabras estaban dando tumbos en mi cabeza. Necesitaba algo dulce que me animara un poco y me fui a la barra a buscar un par de batidos de chocolate.

Volvía ya a la mesa de billar cuando oí detrás de mí una voz que me resultaba muy familiar. Era Amanda que me preguntaba si tenía un euro. Estaba tremendamente sorprendido de lo extraño que me parecía y, al mismo tiempo no sabía como debía actuar, que decir o que hacer, por lo que opté por ignorarla. Pero eso de poco sirvió ya que ella añadió molesta que me estaba hablando. Entonces me quedé inmóvil, tomé aire y recordando las palabras de Clara me di media vuelta, dando así comienzo a una breve conversación en la que fui lo más irónico, seco, distante y antipático que pude. No sé que tal se supone que lo habré hecho pero a ella no se la veía muy contenta. Se notaba como contenía la rabia y las borderías que deseaba soltarme por mi actitud y, mi última frase, donde tras decirme que ella no era ninguna desconocida le respondí que tampoco era una amiga, le dolió mucho oírlo, tanto como a mí decirlo pero, en general, para haber sido la primera “actuación” (ya que prefiero tomármelo así, como un papel) ha sido más fácil de lo que me pensaba. No he disfrutado con ello pero no me costó demasiado. Supongo que la mañanita que tuve gracias a ella ayudó a ello. Puedo parecer un exagerado pero hasta me he tenido que tomar un par de aspirinas cuando llegué a casa.

Después de tomarnos el batido cambiamos las bolas de billar por los dardos. No he jugado mucho a eso en mi vida pero a pesar de ello no se me dio muy mal, se ve que tengo buena puntería. A Felicia se le dio igual que los bolos pero lo importante es que ganando o perdiendo nos hemos divertido mucho.

Y pasó lo que pasa siempre que te diviertes, que el tiempo se te va volando sin darte cuenta y llegó la hora de volver a casa. Antes Felicia quiso ir al baño y yo aproveché para despedirme de mis amigos

Amanda me miraba con disimulo, pero me di cuenta de todos modos mirándola de reojo, aunque nuestras miradas no llegaron a cruzarse. Creo que está un poco molesta o por el hecho de que salga con su hermana o simplemente porque salga con alguien, alguien que no sea ella (almenos eso me gusta pensar), ya que cuando Lucas me preguntaba porque me iba tan pronto sin caer en que Felicia tiene que estar en casa más temprano ella susurró una de sus borderías. Si no recuerdo mal dijo que el que con niñas se acuesta… Ahí tenía otra oportunidad de ser antipático y borde y sin pensármelo mucho, con actitud de ofendido y amenazante, le pregunté si decía algo pero, y por suerte para mí de no tener que seguir esa “escena”, no tuvo valor de reconocerlo.

Justo en ese momento salió Felicia del baño. Me despedí de las chicas de palabra. Yo tampoco tuve valor para acercarme a despedirme de Clara con dos besos y si lo hacía con Yolanda también tenía que hacerlo con ella. Hubiese sido una situación muy rara después de su confusa llamada, llamada que todos los demás desconocen con lo que hubiesen podido sospechar que nos pasaba algo. Quizás me equivoco y todo está en mi cabeza. Quizás hubiese sido mejor actuar con la máxima naturalidad pero es tan difícil teniendo en cuenta que muchas veces nos tenemos que comunicar en clave…

Cuando llegué a casa era tan pronto que aún estaban mis padres en el comedor viendo una peli. Me preguntaron que tal la noche y esas cosas, pero eso sí, sin quitar la vista del televisor para no perder el hilo. También me dijeron que me sentase con ellos pero como que no me apetecía nada así que opté por irme a la cama a descansar que mañana aunque es domingo toca levantarse un poco pronto para correr.

Editado 30 nov 2009 por sandru25

30 nov 2009

El otro día en el autobús Felicia insistió en acompañarnos a mi padre y a mí a correr. No sé si porque le apetecía, por estar conmigo o por celos de que su hermana ya lo hizo. El caso es que no volvimos a hablar de ello. Pensé que se le habría olvidado pero ésta mañana cuando salimos de casa estaba preparada esperándonos en el columpio. Fingí alegrarme, que remedio me quedaba, y empezamos a correr por las calles de nuestro barrio. Cinco minutos después ella ya no podía más y aunque yo corría despacio para que pudiese seguir el ritmo no hacía más que quedarse atrás. Eso provocó que mi padre y yo hoy termináramos los entrenamientos más pronto de lo previsto.

Cuando regresé de comer en el restaurante, como es rutinario los domingos, lo primero que hice fue cambiarme de ropa y lo segundo ponerme a tocar la batería para ver si me animaba un poco.

Hoy no se me dio muy bien pero estaba tan entusiasmado tocando, porque es algo que me llena mucho, que no me di cuenta de que no estaba solo, que alguien había entrado en mi cuarto.

Arturo:¡Que mal por favor!

Clara:¿Se puede? –preguntó tocando la puerta-

Arturo:Clara, pasa –respondió sorprendido-

Clara:No quería interrumpirte, me gustaba mucho como sonaba –dijo cerrando la puerta-.

Arturo:¿Qué dices? Si sonaba fatal… no logro concentrarme. Pero, ¿qué haces aquí?

Clara:Ya ves, echaba de menos mi habitación.

Arturo:Pero no te quedes de pie, siéntate.

Arturo:¿Y qué es eso de que echabas de menos de tu habitación?

Clara:Éste fue mi cuarto ¿no lo sabías?

Arturo:¿En serio?

Clara:Pues sí, yo viví aquí unos años. Así es como conocí a Amanda y nos hicimos tan amigas, normal, si pasábamos el día juntas, no se sabía cual era la casa de cada una. Es más pequeño de lo que recordaba y le sentaba mejor el rosa que el verde –bromeó-.

Arturo:Pues no lo sabía, y estaba en gris cuando vinimos. ¿Y de verdad has venido porque echabas de menos tu cuarto?

Clara:Arturo por favor, ¿como voy a venir por eso?, lo he dicho de coña.

Arturo:Ya me parecía, pero entonces…

Clara:Necesitaba hablar contigo. Quería pedirte perdón por lo de anoche.

Arturo:¿Pedirme perdón? ¿Por de lo anoche? ¿Me perdí algo o que?

Clara: La conversación por teléfono.

Arturo:¿Por haberme colgado?

Clara:No. Bueno eso también pero me refería principalmente por como te hablé.

Arturo:Anda, no seas boba, no fue nada, además yo a veces soy muy… especial, me merezco un poco de caña para espabilarme.

Clara:Puede pero no debí hablarte así, estaba un poco nerviosa.

Arturo:¿Una mala noche? –preguntó comprensivo-

Clara:No, la verdad que no sé que me pasó. Lo siento.

Arturo:Da igual, olvídalo, no tiene importancia, todo está bien. Después de la paciencia que estás teniendo conmigo no podría enfadarme contigo por eso.

Clara:Gracias, me sentía mal, necesitaba decírtelo.

Arturo: Pues ya está dicho, y yo no te digo porque creo que no hace falta que aquí estoy para lo que necesites, aunque sea algo tan simple como hablar. Te escucharé siempre que quieras si no me aburres y me duermo –bromeo-.

Clara:Ah… vale… es bueno saberlo.

Arturo:¿Y hoy estás mejor? ¿más tranquila?

Clara: No sé si decírtelo porque si te me vas a dormir… -le sonrió-

Arturo:No me voy a dormir, te lo prometo, pero no me despiertes ¿vale?

Clara:Muy ingenioso.

Arturo:No me hagas caso y cuéntame, anda.

Clara:Estoy bien, no te preocupes, es solo que ayer cuando te vi mirando tanto a Amanda temí que te pillara y me di cuenta que si por lo que sea se entera de todo lo que estoy haciendo antes de que arregléis las cosas y esté de nuevo feliz y agradable como siempre ha estado, como es ella… no creo que se lo tome muy bien y, te pareceré una tonta, pero es que las veces que nos hemos enfadado desde que nos conocemos se pueden contar con los dedos de una mano, es más que mi hermana y no se vivir sin ella, si a mí me llega a tratar como lo está haciendo contigo… yo me muero.

Arturo:Yo… -balbuceo sin saber que decir- Lo siento Clara, no me había parado a pensar en eso, soy un egoísta, solo estoy pensando en mí, no me di cuenta del alto precio que puedes llegar a pagar. Será mejor que a partir de ahora me las apañe yo solo.

Clara:De eso nada, y no te sientas mal, no te lo he dicho por eso. Si te estoy ayudando es porque quiero y voy a seguir haciéndolo quieras o no.

Arturo: Clara por favor, ya has hecho mucho por mí, no puedo permitir que esto te salpique a ti, no quiero arrastrarte…

Clara:Me da igual –le cortó-, quiero hacerlo.

Arturo:¿Eres invencible eh?

Clara: En éste caso sí, no me vas a hacer cambiar de opinión. En ésta guerra estamos juntos desde el principio.

Arturo:A la orden mi sargento –sonrió-

Arturo:Nunca voy a permitir que Amanda se enfade contigo por esto –dijo cogiéndole la mano- Haré lo que sea para evitarlo, aunque eso me costase el perderla para siempre. Puedes estar tranquila, nunca dejaré que te trate como a mí y te prometo que te voy a hacer caso en todo y me voy a esforzar mucho, muchísimo. No tendrás problemas con ella por mi culpa.

Clara:Muchas gracias Arturo.

Arturo:Gracias a ti, nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que estás haciendo.

Clara:¿Cómo que no? ¿Y la cena que tenemos pendiente qué?

Arturo:Aunque te invitara a cenar al mejor restaurante del mundo no te estaría pagando nada. Eres una buena amiga, Amanda es muy afortunada por eso. Y bueno, yo también. ¿Puedo darte un abrazo?

Clara:Claro. Eres un gran chico, y vales mucho. Espero que pronto se dé cuenta de eso.

Arturo:¿A ver si ahora te vas a enamorar de mí?

Clara:¿O tú de mí? Mira que soy irresistible –bromeó-

Arturo:¿Vas a ponerme las cosas más fáciles que ella?

Clara:Hombre… un poco siempre que hay haceros sufrir que si no os lo curráis luego no nos valoráis.

Arturo:Pues entonces mejor me quedo como estoy –respondió justo cuando llamaron al timbre-.

Clara:Dime que estás esperando a Lucas –dijo inmóvil-

Arturo:Me temo que no. ¡Joder es Felicia! –contestó al oír su voz-

Clara:Como me pille aquí la hemos liado.

Arturo:Escóndete en el balcón.

Clara:¿En el balcón? ¿Estás loco? Ahí puede verme Amanda.

Arturo:Dios está subiendo –dijo nervioso-

Clara:No me digas –dijo tirándose al suelo-

Arturo:¿Qué haces?

Clara:¿Tú que crees? Esconderme debajo de la cama, como los amantes, bueno, en éste caso al lado. Pero invéntate algo para iros rápido, no me apetece pasarme toda la tarde aquí escondida.

Arturo:Está bien no te preocupes.

Felicia: Hola cariño.

Arturo:¡Felicia! Menuda sorpresa.

Felicia: Te echaba de menos. ¿Con quién hablabas?

Arturo:¿Con quién voy a hablar si estaba solo?

Felicia: Pues me pareció que hablabas con alguien.

Arturo:Que va, estaba cantando.

Felicia:¿Cantando?

Arturo:Sí. Colgando en tus manos. Te envío poemas de mi puño y letra… –tarareó-

Felicia: No sabía que te gustase Carlos Baute.

Arturo:Y no me gusta, pero ésta canción sí. Por cierto… no te enfades pero… ¿podrías llamar a la puerta antes de entrar?

Felicia:¿Por qué? ¿Escondes algo? –preguntó entre desconfiada y molesta-

Arturo:Sí, claro, a mi amante en el armario.

Felicia:¿¿Qué??

Arturo:Felicia, que es broma. Si lo digo porque podría estar preparándote alguna sorpresa o algo y no quisiera que me pillases –disimuló-.

Felicia:¿Una sorpresa? –preguntó contenta y aliviada- Está bien, llamaré a la puerta antes de entrar. ¿Nos echamos unas partiditas?

Arturo:¿Te gustó mucho a ti el juego ese eh?

Felicia: Sí, está muy chulo.

Arturo:Pero hace una tarde muy bonita y soleada para perderla aquí encerrados. ¿Qué te parece si vamos un rato al parque? Después venimos y nos viciamos al juego todo lo que quieras.

Felicia: Está bien. ¿Me comprarás alguna cosita?

Arturo:Lo que quieras.

Felicia: Por cierto ¿no estarías haciendo nada importante no?

Arturo:No, iba a ponerme al ordenador a ver si encontraba a Lucas en el messenger porque la última vez que hablamos nos interrumpieron, pero no es importante, ya si eso a la noche me conecto y hablamos tranquilamente de todo lo que se quedó pendiente –dijo dándole un mensaje a su amiga-. ¿Vamos?

Felicia: Vamos.

Fue lo primero que se me vino a la cabeza para salir de mi casa y gracias a dios le pareció bien. Por un momento pensé que se negaría ya que la vi con muchas ganas de viciarse al videojuego de ayer. Fuimos paseando hasta el parque y nos pusimos a charlar tranquilamente sentados en el borde de la enorme fuente. La verdad que hoy ha hecho una tarde realmente buena. Se estaba muy bien.

Tanto que iba y venía mucha gente, sobretodo padres con sus hijos y parejas. Como estábamos sentados justo delante del acceso al parque lo veíamos muy bien. Por eso ha sido que he visto perfectamente como llegaban dos personas muy especiales para mí.

Me ha alegrado mucho ver a Amanda aunque lo haya tenido que ocultar. No es que me haya sorprendido mucho que fuesen al parque, puesto que ya me imaginaba que Clara la llevaría después de que yo ya había dicho en mi cuarto donde iba con esa intención, pero como se supone que iba a pasar el fin de semana con su amiga y no aparecería por su casa hasta el lunes por tarde, al menos eso dijo su madre, pues ya me había hecho a la idea de que hoy no la verían mis ojos.

Mi corazón se había alegrado mucho de verla. La quiero tanto que es algo que necesito, aunque sea verla muy poco, aunque sea sin que ella me mire o me hable, pero lo necesito. No obstante mi cabeza devolvió a mi corazón a la realidad, la realidad de que no puedo olvidar lo que tengo que hacer para conseguir mi objetivo, no puedo olvidarme de las palabras y consejos de Clara. Se lo debo. Tengo que centrarme y concentrarme al máximo, no puedo permitir que mi guerra la perjudique a ella, no es justo. Traté de pensar rápido, mientras nos saludaban a Felicia y a mí, una manera de despreciar o hacer sentir a Amanda poco especial. Solo se me ocurrió una así que me ausenté un par de minutos para dirigirme al quiosco y comprar un par de piruletas.

Volví de nuevo con las chicas y le regalé una a mi supuesta novia y la otra a mi buena amiga Clara, quien se sorprendió mucho de mi regalito. Amanda también se sorprendió mucho pero de que no le hubiese comprado ninguna a ella, tanto que hasta me preguntó por ello pero argumentando simplemente que es de mala educación. Mi respuesta fue insinuarle directamente y en tono frío y seco que ella en mala educación tampoco se queda corta y que si quería una piruleta que se la comprase.

Después de ese breve “pique” entre los dos Felicia y yo nos fuimos a los columpios y ellas se sentaron en un banco a charlar.

Como el banco donde ellas se sentaron estaba más cerca que los columpios, cuando nosotros llegamos a ellos ya se habían sentado. Así que aproveché para usar los que estaban justo delante de ellas para que Amanda nos viese bien. Felicia se columpiaba y yo la empujaba. Para mí era menos divertido pero me pareció más romántico y más provocador.

Como a pesar de que tiene quince años ya no es una niñita enseguida se cansó del columpio y sugerió volver a mi casa a viciarnos con el videojuego. Como allí ya poco quedaba por hacer le di el gusto. Unas cuantas partidas después tuvo que irse a su casa ya que era un poco tarde y yo también tenía que cenar.

Cuando acabé me puse al ordenador y pronto se me abrió una ventana del Messenger de rubiales_alokado, o lo que es lo mismo, Lucas. Tras hablar un buen rato la conversación llegaba a su fin.

Lucas se estaba despidiendo de mí cuando justo en ese momento se conectaba Clara. Dada la hora ya pensaba que no iba a hacerlo, cosa que me sorprendía después de que ésta tarde Felicia nos interrumpió y no pudimos terminar de hablar.

De nuevo otra ventana del Messenger se me abría. Ésta vez la de las_rubias_no_somos_tontas que me decía “Wenas arturito”.

Al mismo tiempo Lucas me decía que Clara había entrado y que me quedaba bien acompañado respondiéndole yo que ya lo había visto y que además me estaba hablando. Él me contestó dándome un recado para ella, ya que no tenía tiempo de decírselo, y despidiéndose.

Cerré la ventana y me he quedado como un tonto mirando el fondo de escritorio de mi ordenador, o lo que es lo mismo, mirando la foto de Amanda y yo cantando juntos y felices. Al mismo tiempo estaba dándole vueltas a lo que acababa de hablar con Clara. Todas esas palabras y consejos que me había estado dando hasta ahora, absurdas y contradictorias hasta ese momento, acababan de cobrar sentido en mi cabeza. Ahora le veo el porque y la importancia de tener que fingir y actuar con ella. Menos es más. Si conmigo funciona ¿por qué no va a funcionar con ella? Solo espero y deseo que por lo menos funcione bien rápido para que ambos suframos con esto lo menos posible, aunque, si sale bien y realmente funciona, la recompensa hará que nos olvidemos de todo eso y que haya valido la pena. O como dijo un antiguo profesor mío, cuando llegas al destino de un viaje te sientes tan bien y contento que se te olvidan las piedras del camino que pisaste y el daño que te hiciste tropezando con ellas.

Editado 30 nov 2009 por sandru25

30 nov 2009

:oooo Madre mía, menudo capítulo. Y lo del messenger te a salido genial chica, que real. Me has dejado alumbrada, en serio. Y el fondo de pantalla que tiene Arturo, me encanta, que realimo. Y esto cada vez se pone mas interesante. Y es cierto que Clara esta jugando con fuego, por no decir que esta "jugando" con Amanda. Pero por el bien de Amanda y Arturo, que siga jugando. Y esta Felicia... uyy pero que cría es. Se comporta com una niña pequeña. Por dios, yo no se como Arturo la puede aguantar. Y el capi en general te ha salido de la leche, vamos. Te lo has currado mogollón y se ha notado bastante. Asi que felicidades sandruky! Bueno, ahora queda por ver los momentazos, no? jeje. Ojala que sea prontito, que me tienes enganchadiisima, sandra xD. Sigue así :> Besazos! ^^

30 nov 2009

sandru25 me encanta esque me ENCANTA,como haces lo del msn jodia ?? ehh jajaja me encanta y clara es verdad como dice cuuki esta jundado un partido fundamenta en la relacion entre amanda y arturo por decirlo de alguna manera jajajaja y arturo se ve que quiere a Amanda no se por que hace todo eso lo unico que le va a causar a Felicia son falsas ilusiones ... por que alfinal .. todo va a salir a la luz y ella se va a quedar con el corazon roto ... ( y un corazon roto .. cicatriza muy mal) y cuuki arturo agunta a la imfantil de Felicia por que si no no va a sacar a amanda lo que siente por el ... jajajajaja aqui todos tienen su papel,bueno pues eso que me flipa tu histo por que esque es muy origuinal !!!

1 dic 2009

:oooo Madre mía, menudo capítulo. Y lo del messenger te a salido genial chica, que real. Me has dejado alumbrada, en serio. Y el fondo de pantalla que tiene Arturo, me encanta, que realimo. Y esto cada vez se pone mas interesante. Y es cierto que Clara esta jugando con fuego, por no decir que esta "jugando" con Amanda. Pero por el bien de Amanda y Arturo, que siga jugando. Y esta Felicia... uyy pero que cría es. Se comporta com una niña pequeña. Por dios, yo no se como Arturo la puede aguantar. Y el capi en general te ha salido de la leche, vamos. Te lo has currado mogollón y se ha notado bastante. Asi que felicidades sandruky! Bueno, ahora queda por ver los momentazos, no? jeje. Ojala que sea prontito, que me tienes enganchadiisima, sandra xD. Sigue así :> Besazos! ^^

Que bien que te haya gustado el capi y lo del messenger que lo mio me costó pero creo que valio la pena aunque tanto como para haberte quedado alumbrada... no se no se. Espero poder subir pronto el siguiente capi aunque aun tengo que hacerlo todo pero como no sera tan largo, almenos eso pienso, no creo que me cueste mucho y, efectivamente despues de ese... pues eso jeje Nada guapisima que me alegro que hayas disfrutado mucho con el capi, espero seguir haciendolo igual o mejor y que no te desenganches. besazos.

sandru25 me encanta esque me ENCANTA,como haces lo del msn jodia ?? ehh jajaja me encanta y clara es verdad como dice cuuki esta jundado un partido fundamenta en la relacion entre amanda y arturo por decirlo de alguna manera jajajaja y arturo se ve que quiere a Amanda no se por que hace todo eso lo unico que le va a causar a Felicia son falsas ilusiones ... por que alfinal .. todo va a salir a la luz y ella se va a quedar con el corazon roto ... ( y un corazon roto .. cicatriza muy mal) y cuuki arturo agunta a la imfantil de Felicia por que si no no va a sacar a amanda lo que siente por el ... jajajajaja aqui todos tienen su papel,bueno pues eso que me flipa tu histo por que esque es muy origuinal !!!

Me alegro que te encante, es que me gusta complicarme la vida jeje aunque tuve un poco de ayuda de mi novio que domina mucho mas el photoshop pero lo que hice yo lo mio me costo pero me gusta como quedo, trato de dar el maximo realismo posible a la historia y eso pense que podria quedar chachi y ahi que me puse. Arturo esta haciendo todo esto porque al pobre no le queda mucha mas opcion con la actitud que tiene Amanda, asi que si quiere conseguir algo tiene que hacer caso de su particular celestina. No quiere hacerle daño a Felicia, por eso le deja claro las cosas pero ella pues no deja de ser una caprichosa que quiere tener lo que ella quiere aunque como Arturo a penas la conoce pues eso no lo sabe. Efectivamente cada uno tiene su papel. En serio me alegra mucho que te guste y que te parezca original (espero que eso de original sea bueno jeje)

Editado 1 dic 2009 por sandru25

10 ene 2010

Hoy he querido probar de tener un nuevo acercamiento con Amanda. Aproveché uno de los cambios de clase en los que estábamos esperando a que llegase nuestro profe Esteban. Me acerqué a ella y traté de que entrara en razón sobre el trabajo que nos puso mi madre. Suspender la asignatura de todo el curso me parece una gran faena, sobretodo si eso pasa por no hacer un simple trabajo. En medio de la conversación apareció de la nada Felicia. El encuentro fue breve pero su hermana no ponía muy buena cara. En cuando se fue y retomamos nuestra conversación ya no pudimos hablar mucho más pero su postura quedó bien clara. No tiene ninguna intención de hacer el trabajo.

El resto del día transcurrió normal. Las clases tan aburridas como siempre y el recreo y la comida con los guais aunque sin demasiada atención hacía mi por parte de mi vecina y de su hermanísimo. Estoy todo el día cerca de Amanda pero la siento tan lejos… La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener. Tras hacer los deberes con Felicia, y después de cenar, fui a tirar la basura. Siempre sale mi noviecita que ya tiene calculada más o menos la hora. Bueno, a parte de eso también creo que me espía por la ventana de la cocina para ver cuando termino de cenar. Hoy para mi sorpresa no fue con ella con quien me encontré.

La que salió fue su hermana. Me sorprendió mucho ver a Amanda y, como no, me gustó mucho estar cerca de ella de nuevo, aunque solo fuese muy poco tiempo. Nos saludamos y empezamos a hablar. Parece que hasta estaba de buenas, cosa bien extraña. En un momento de la conversación, tras decirle indirectamente que me alegraba de verla, ambos nos quedamos callados. Quise romper el silencio de alguna manera y, siendo consciente después del nulo intento de acercamiento a ella de ésta mañana de que el plan de Clara tiene que seguir adelante me guste o no, solo se me ocurrió preguntarle por los gustos musicales de su hermana para apoyar la versión de mi amiga y quitarle cualquier duda o sospecha que pudiese tener acerca de la inoportuna llamada mía del otro día. Parece que se tragó que quiero regalarle un cd a Felicia pero no me ayudó demasiado, más bien su colaboración fue nula.

Una de mis asignaturas menos preferidas son los idiomas. Si ya de por si odio que la gente me malinterprete o no me entienda, mucho más odio el no ser capaz de comunicarme con los demás. Hoy en clase de ingles, en medio de una conversación entre Amanda y el profe en la que por más que intentaba entender algo solo pillaba cuatro palabras sueltas, oía algo que si entendía, evidentemente en español. Detrás de mi estaban las odiosas que no paraban de reírse y criticar a Amanda. Yo estaba disimulando al máximo, con la oreja puesta en ellas, tratando de enterarme de todo lo que decían mientras que la sangre se me iba calentando de lo que iba oyendo.

Hasta que sin darme cuenta, de tan caliente que estaba y como si yo fuese una de esas ollas de cocción rápida, exploté. Ahora mismo no sé ni lo que dije, solo recuerdo la frase de que el día que se muerdan la lengua se envenenan, pero eso es de la de veces que le he oído a Clara decir eso de ellas. La cara de Lucas en ese momento era para haberle hecho una foto. La de las odiosas no era para menos. Solo pude oír cómo mi amigo me susurraba alucinado “tío, ¿pero que haces?”, justo antes de escuchar algo parecido pero de manera menos amable de Esteban. Lo sé, se me fue la pinza mucho, de eso me di cuenta justo después, cuando ya lo había hecho y era demasiado tarde aunque supongo que es una de esas cosas de las que aunque en ese momento parezca mentira algún día te ríes de ellas.

Menos mal que la cosa no fue muy grave y se quedó todo en una pequeña bronca sin más repercusión. Además parece que hasta sirvió para algo porque mientras el profe anotaba unas frases en la pizarra para traducirlas Amanda se giró y me dio las gracias por haberla defendido. Todo había sucedido muy rápido pero había tenido tiempo de ser consciente, sobretodo por la mirada de Clara, de que había metido la pata. El defenderla está muy lejos de despreciarla, ignorarla o tratarla con indiferencia, así que traté de arreglarlo haciéndome un poco el tonto y el despistado y fingiendo que me había confundido pensando que hablaban de Clara. Por la cara de circunstancia de Amanda y por la de Clara que trataba de no reírse creo que lo hice bastante bien.

Hoy pude comprobar de nuevo que no hay nada de positivo en que mi madre también sea mi profe. Realmente no me sirve para nada bueno ni tiene ninguna ventaja porque hoy me pilló a mí y al resto de mis amigos y compañeros totalmente desprevenidos con un examen sorpresa de literatura. Por suerte no me fue mal del todo.

El examen de mi madre no fue la única sorpresa que nos dieron hoy. El profe de gimnasia no estaba. Normalmente, en otros de los colegios donde he estudiado, cuando eso pasaba nos ponían a correr por el patio la hora entera o nos venía algún profe de guardia y nos daba más deberes o nos ponía a leer algún libro o hacer alguna redacción. Aquí, al menos hoy, ha sido muy distinto. Nos han llevado a un parque a coger bichos e insectos y más tarde a dibujar. Mientras buscábamos a esos diminutos y asquerosillos seres Lucas criticaba suavemente y con cuidadosas palabras a la profe de lengua. Al pobre el examen le fue fatal y me hacía mucha gracia como se cortaba para no ofenderme.

Cuando la hora de coger los bichos terminó nos sentamos en un pequeño café al aire libre que hay en ese parque a esperar que se pasara la media hora del recreo para ponernos a dibujar. El tema de conversación nuevamente fue el examen sorpresa aunque las impresiones de los demás es que les ha ido regular tirando a bien, menos a Amanda que parece que le ha ido regular más bien tirando a mal.

Si hubiese sabido algo de ese examen, aunque solo hubiese sido una ligera sospecha, lo hubiese dicho, menos a los pijos-empollones-frikis claro. Así, al menos, Amanda y Lucas no hubiesen estado tan apagados por lo mal que les fue. Aunque a Lucas parece que se le pasó muy rápido, exactamente hasta que se fue a pedir algo y la chica que tenía justo delante de él se dio cuenta de que no llevaba el monedero encima. Ante el enfado de la borde camarera Lucas salió a su rescate pagando él su consumición y ella se lo agradeció sentándose a tomársela con él.

El entrenamiento de básquet de hoy también tenía una pequeña sorpresa que no me iba a hacer mucha gracia.

Lucas: Está bien chicos, vamos a empezar. Hacemos dos equipos de tres y nos pegamos un partidito.

Arturo: ¿Vamos a ocupar toda la pista? –preguntó extrañado-

Lucas:¿Es una pregunta con trampa o que? Claro que vamos a ocupar toda la pista, ¿cómo quieres jugar sino un partido de básquet?

Arturo:¿Y las chicas? ¿Dónde van a entrenar?

Lucas: En el patio.

Arturo:¿En el patio? –replicó sorprendido-

Lucas: Sí, Clara y yo hemos llegado a ese acuerdo, nosotros la necesitamos más para entrenar mejor.

Arturo: Se supone que ambos ibais a hacerlo en el mismo sitio, ¿sino para que me apunté al equipo? No puedo creer que me hayáis hecho esto. ¿Qué pinto yo ahora aquí?

Lucas: Ya sé que te apuntaste para estar más cerca de Amanda pero esto es un equipo de básquet y yo como capitán tengo que mirar por sus intereses igual que Clara tiene que mirar por el de su grupo de animadoras. Además te recuerdo que prometiste no fallarme.

Arturo: Y no lo haré –respondió resignado pero disgustado-.

Lucas: No te enfades anda, no somos tan malos, ya hemos pensado en eso y será solo mientras haga buen tiempo y los miércoles, que solo entrenamos una hora. Las dos horas del viernes y los miércoles con mal tiempo la tendrás por aquí para que puedas babear a gusto.

Hoy estaba deseando más que otro día el volver a casa. Jugar al básquet no me desagrada del todo, aunque se me da mucho mejor el fútbol, pero si me apunté al equipo fue para estar más cerca de Amanda y el que ella entrene en otro sitio, aunque solo sea los miércoles, obviamente no me sentó demasiado bien. Me sentí estúpido y ridículo pero entiendo que Clara y Lucas tienen una responsabilidad y ya es bastante que me han tenido en cuenta al tomar esa decisión. No obstante, aunque no me puedo enfadar con ellos por eso, no he podido evitar que me haya afectado.

Arturo: Felicia –dijo sorprendido al verla-.

Felicia: Hola Arturo. ¿Qué tal el básquet? –le saludó muy contenta-

Arturo: Bien ¿pero qué haces aquí?

Felicia:¿Qué pasa que no te alegras de verme?

Arturo: Sí, claro, es solo que no esperaba encontrarte –disimuló-.

Felicia: Te echaba de menos, estaba deseando volverte a ver.

Arturo: Bueno pues ya me has visto.

Felicia:¿Me estás echando de tu casa o qué?

Arturo: No, pero es que tengo muchos deberes que hacer y si no me pongo ya se hará tarde –se escusó-.

Felicia: Pues los hacemos juntos como todos los días.

Arturo: Es que tengo que usar el ordenador y tengo cosas que estudiar, si estás conmigo no haré nada –siguió escusándose-

Felicia: Tonterías, no te molestaré, ya lo verás.

Arturo:¿Es que lo que digo yo no sirve para nada o qué? –saltó mosqueado-

Felicia:¿Se puede saber qué te pasa?

Arturo: Es que no hace falta que estemos juntos todos los días a todas horas.

Felicia: No hace falta que te pongas así, si no quieres que esté contigo me lo dices claro y ya está, cojo y me voy.

Arturo: Pero te enfades anda.

Un poco más tarde mi madre iba a ponerse a preparar la cena cuando se dio cuenta de que le hacían falta un par de cosas. Salió a comprarlas y como mi padre no había llegado aun de trabajar eso hizo que me quedara solo en casa. El no haber visto a Amanda en el entreno provocó, a parte del incidente con su hermana, el que no dejara de pensar en ella y, algo que no me podía quitar de la cabeza era su carita triste por suspender el examen. Así que si mi madre comprando más mi padre trabajando era igual a solo en casa… Amanda con carita triste más solo en casa era igual a una barbaridad muy grande pero que no pude evitar hacer, cambiar algunas de las respuestas de su examen. No me fue muy difícil teniendo las carpetas de mi madre encima de su escritorio. Fíjate que al final si va a tener alguna ventaja que sea mi profe…

10 ene 2010

El pequeño enfado que Felicia y yo tuvimos ayer no me dejó indiferente. No sé si sería porque me esperaba que hoy ella actuase como si nada hubiese pasado y no fue así o por todo lo que llevo encima acumulado pero no me lo podía quitar de la cabeza y no podía evitar sentirme mal por ello. Tanto es así que en clase de ciencias, mientras esperábamos a que llegase la profe, Clara notó que me algo me pasaba.

Clara: ¿Estás bien Arturo? ¿Hay algo que te preocupe?

Arturo:¿Por qué lo dices?

Clara: Pues por la cara que tienes.

Arturo:¿Tanto se me nota?

Clara: Hombre pues sí.

Arturo: No puedo creer que me esté afectando tanto.

Clara:¿Puedo ayudarte en algo? ¿Quieres hablarlo?

Arturo: Ayer tuve una pequeña discusión con Felicia.

Clara:¿Qué te hizo?

Arturo: No mucho, estar en mi casa.

Clara:¿Te enfadaste con ella porque estaba en tu casa?-preguntó sorprendida-

Arturo: Hombre dicho así suena un poco raro pero sí, fue por eso.

Clara: Pues creo que me he perdido algo porque no lo entiendo.

Arturo: Que vas a entender sino me entiendo ni yo. No sé, me pilló así.

Clara: Lo siento.

Arturo:¿Por qué? No es culpa tuya, tú ni estabas allí.

Clara: En cierta parte sí es culpa mía.

Arturo:¿Qué dices?

Clara: Lucas me ha contado que no te tomaste muy bien la pequeña modificación en el entrenamiento. Seguro que estabas mal por eso y saltaste a la mínima.

Arturo: Pero no es culpa vuestra, tenéis una responsabilidad y aunque me joda lo entiendo.

Clara: Me alegra oír eso. ¿Y qué pasó exactamente?

Arturo: Estaba deseando llegar a casa y lo que menos me esperaba es que me la encontraría allí. Me agobia siempre delante y detrás de mí con sus tonterías y sus caprichos. Cada día me cuesta más de aguantar y mira, salté.

Clara:¿Y está muy enfadada?

Arturo: Ayer sí que se fue de mi casa enfadada. Hoy en el autobús se sentó a mi lado pero no me dijo nada.

Clara:¿Y tú a ella?

Arturo: Tampoco, cogí un libro y fingí estudiar.

Clara: Seguro que a la tarde ni se acuerda pero deberías hablar con ella. No nos conviene que estéis así, tenéis que estar felices sino éste teatro no tiene sentido.

Arturo: No sé si puedo.

Clara: Venga Arturo solo tiene quince años, es una niña caprichosa, no es tan difícil de contentar.

Arturo: Ya lo sé, pero es que no sé si quiero tenerla contentada. No siento nada por ella y no quiero hacerle daño, no quiero que sufra por mi culpa.

Clara: No tiene porque sufrir.

Arturo:¿Y porque tengo la sensación de que es eso lo que estoy consiguiendo?

Clara: No te ralles con eso.

Arturo: Preferiría terminar con ésta falsa.

Clara:¿Acaso se te ocurre otra manera de darle celos a Amanda?

Arturo: Si ni siquiera sé si está funcionando.

Clara: Claro que está funcionando.

Arturo: Pues me busco a otra.

Clara: Yo imposible –le advirtió-.

Arturo: Pues otra… no sé… la congui.

Clara: Voy a hacer que no he oído eso.

Arturo: Cualquiera menos Felicia.

Clara: A estas alturas ya no podemos cambiar y te recuerdo que la escogiste tú. Ella cree que estáis juntos y felices porque os queréis. ¿Qué crees que sentirá si sabe que dejas a Felicia para irte con otra? Tienes que tener paciencia y aguantar.

Arturo: Que fácil es decirlo. Sinceramente Clara ¿todo esto está sirviendo para algo? No me mientas por favor.

Clara:¿Confías en mi o no?

Arturo:¿A éstas alturas aun me lo preguntas? Claro que confío en ti, qué remedio me queda.

Clara: Pues sinceramente sí, está sirviendo más de lo que te imaginas.

Arturo: Está bien, a la vuelta a casa me disculparé con ella y la tendré contenta para ser una falsa pareja muy feliz –respondió resignado-.

Algunas clases después, incluyendo el recreo, aun le estaba dando vueltas a la cabeza a esa conversación, deseando que cuando volviese a ver a Felicia ya se le hubiese pasado la tontería para no tener que hablar con ella de lo sucedido, aunque tenía bastante claro que no iba a ser así. Estaba tan nervioso pensando en ese momento, en que decirle para no empeorar las cosas, que estaba deseando que llegase la clase de gimnasia para descargar toda esa tensión, y más después de una aburrida clase con mi madre en la que lo único interesante fue la entrega de los exámenes corregidos.

Clara:¿Hay algo que quieras contarme Arturito? –preguntó misteriosa-

Arturo: Ya empezamos…

Clara: Solo te he hecho una pregunta.

Arturo: Ya lo sé, pero miedo me das. Además te he visto mucho interés por ponerte de pareja conmigo.

Clara: Ser pareja mía, aunque sea en clase de gimnasia, es un privilegio –bromeó-.

Arturo: Soy muy afortunado –respondió con ironía-.

Clara: Menos pitorreito guapo. Por cierto ¿qué nota has sacado en el examen?

Arturo: Un ocho y medio, ¿y tú?

Clara: Guau, yo un seis y pico. ¿Para ti también fue sorpresa no?

Arturo:¿Crees que es una suerte para mí que mi madre sea mi profesora? Porque te aseguro que no tiene nada de bueno.

Clara: Está bien, tranquilo, no lo decía en serio. ¿Y no vas a preguntarme que ha sacado tu querida Amanda? ¿O es que ya sabes que le ha ido bien?

Arturo: No, no tengo ni idea de que ha sacado.

Clara: Un seis veinte cinco.

Arturo: Me alegro de que haya aprobado.

Clara: Y ahora que estamos hablando de Amanda y de su examen, y volviendo a lo de antes… ¿no tienes nada que contarme?

Arturo:¿Porque no me dices lo que sea y acabamos antes?

Clara:¿No te parece curioso que haya aprobado?

Arturo:¿Tú?

Clara: Ella.

Arturo: Pues no, no le veo nada de curioso.

Clara: Le fue muy mal y sin embargo ha aprobado y no por los pelos.

Arturo: Será suerte, los exámenes tipo test es lo que tienen.

Clara: Pues ella cree que se está empezando a volver loca porque hay cosas que no recuerda haber contestado o tachado. Menos mal que la conozco lo suficiente como para saber que no le pasa nada raro.

Arturo:¿Y que ha pasado según tú?

Clara: Que tiene un buen ángel de la guarda.

Arturo: Pues ojalá le dure mucho.

Clara: Arturo… no me tomes por tonta anda.

Arturo:¿Qué pasa? Lo del ángel lo has dicho tú.

Clara: Realmente tengo otra teoría.

Arturo: Sorpréndeme.

Clara: A tu padre le gusta Marga y se quiere ganar el corazón de Amanda para que ella acepte la relación, así que para hacerle un favor tu padre rebuscó entre las cosas de tu madre…

Arturo:¡Clara! ¿Qué dices? ¿te has vuelto loca o que?

Clara:¿Es un poco descabellado no?

Arturo: Más bien sí.

Clara: Pues dudo mucho que tu madre la haya aprobado así porque así. Entonces solo me queda una posibilidad… una persona que...

Arturo:¿Estás insinuando que cambié las respuestas de su examen?

Clara: No lo insinúo.

Arturo: Lo afirmas.

Clara: Te lo pregunto.

Arturo: Tienes mucha imaginación sabes.

Clara: Por lo menos podrías mentirme, quizás hasta te creyera.

Arturo: Miento fatal.

Clara: Lo sabía, que fuerte.

Arturo:¿Satisfecha? No se te escapa una hija.

Clara: Pues no, no se me escapa una y no, no estoy satisfecha.

Arturo:¿Por?

Clara: Porque podrías haber cambiado también el mío.

Arturo: Clara esto no es un juego. Como se entere mi madre la que se va a liar en mi casa va a ser de las grandes. Es que no me lo quiero ni imaginar.

Clara: Vaaale, tranquilo, solo estaba bromeando, relájate.

Arturo:¿No dirás nada, verdad?

Clara: Claro que no, ¿por quién me has tomado? Somos amigos, joder.

Arturo: Gracias.

Clara: No tienes porque dármelas. Será nuestro pequeño secreto. Pero hay algo que no entiendo.

Arturo:¿Qué?

Clara:¿Qué sentido tiene haberse arriesgado para que no suspenda un insignificante examen sorpresa si inevitablemente va a suspender la asignatura de todo el curso?

Arturo: No sé porque lo hice. Mi madre salió a comprar y me quedé solo en casa. Sabía que le había ido mal por los comentarios del otro día en el recreo y… no sé, no pude evitarlo. Fue un impulso. No pensé. Pero fue una estupidez. No debí, si me llega a pillar mi madre o mi padre…

Clara:¿Y no vas a decírselo?

Arturo:¿El que y a quien?

Clara: Pues a Amanda. Quizás si sabe…

Arturo: No –la cortó-. No lo he hecho para lucirme ante ella.

Clara: Pero debería…

Arturo: No Clara. No quiero que lo sepa nadie más, ni ella. Cuanta más gente lo sepa más expuesto estaré a que esto pueda salir a la luz. Además no quiero tener problemas con Lucas por no haber cambiado algo del suyo.

Clara: Como quieras, es tu decisión.

Lucas:¿No te duchas?

Arturo: No, tengo que irme.

Lucas:¿Te esperas a que termine?

Arturo: No puedo Lucas, me espera mi madre.

Lucas: No tardo nada, es que tengo que darte una cosa que me ha dado Clara para ti.

Arturo: Imposible tío, como salga y yo no esté se va sin mi y me toca ir a casa a pata, y como que no me apetece.

Lucas: Pues en gayumbos como que no puedo ir a mi taquilla a buscarlo. ¿Lo pillas tu mismo?

Arturo: Claro. ¿Qué es?

Lucas: Un folleto de publi de un concurso de karaoke que hay mañana por la noche.

Arturo:¿Y para que se supone que quiero yo eso?

Lucas: Para que lo pongas encima de tu escritorio.

Arturo:¿Qué es? ¿La última tendencia en decoración?

Lucas: Vete a saber, con Clarita nunca se sabe. ¿Te acuerdas de la clave de mi taquilla?

Arturo: Claro.

Lucas: A ver que coges eh… -bromeó-

Arturo: No te preocupes que no te cogeré las libretas para hacerte los deberes.

Lucas: Eso no me importaría ves.

Arturo: Tengo que irme, nos vemos luego en la Discoclub esa.

Lucas: Claro, hasta luego chavalote.

Hoy, de nuevo, la dieta en la que se basaba el menú de nuestra cena era una hamburguesa. Es innegable e indiscutible que a Felicia le encantan. Yo, por no llevarle la contraria, y en vista de que no había otras órdenes por parte de mi amiga, acepté por darle el gusto. Sin embargo lo que menos importaba hoy para que la cena me sentase mal era lo que iba a comer. Mi querida noviecita me estuvo contando muy contenta y animada que Amanda tenía una cita muy importante con un chico ésta noche y que ella la había ayudado a ponerla guapísima, que le había hecho un recogido no sé que, que la había pintado no se más... La noticia me sentó como una patada en los… allí donde más duele vamos. Encima tuve que fingir que eso no me afectaba y disimular para que no notase nada raro cuando realmente me estaba destrozando el corazón.

He deseado horrores salir de allí y llegar a la discoteca esa a la que íbamos a ir hoy. Me sentía muy desanimado después de todo lo que me había contado y necesitaba desconectar y tratar de animarme un poco aunque sabía que era bastante difícil. Eso lo sabía antes entrar ahí y, tan pronto entré, me quedó todavía más claro. Fuimos directamente a la barra donde ya estaban sus amigas esperándola. Me las presentó y las tres me saludaron muy emocionadas, como si yo fuese un cantante juvenil de éxito o algo parecido.

Pero la emoción les duró poco. Tras hacerme saber las enormes ganas que tenían de conocerme, lo mucho que Felicia les ha hablado de mí y que soy más guapo de lo que se imaginaban, las cuatro se pusieron a hablar entre ellas, chillando porque con lo alta que estaba la música no hay otra manera de hacerlo. Yo ahí estaba de pie, como un tonto, mirando alucinado como con quince años se pueden parecer tanto a las pilinguis de carretera. Está claro que dios las cría y ellas se juntan. Las cuatro estás hechas con el mismo patrón aunque aun he tenido suerte y me he llevado a la más normalita. Todas pinturrejeadas como puertas, con un porcentaje de cuerpo destapado mayor que el del cuerpo tapado y hablando chorradas de niña de quince años con un idioma jo tía, o sea, cari, ¿sabes?

Hasta que me cansé de ser ignorado y preferí ignorarlas yo también a ellas antes de seguir aguantando semejante panorama y volverme loco. Me senté en uno de los taburetes de la barra y una vez más me perdí en mi mundo pensando en Amanda, en que tal le estaría yendo su importante cita, intentando ponerle cara a ese chico y pensando en si la estaría tratando bien. Hasta que por suerte llegaron mis amigos, haciéndome volver de esos pensamientos que tanto me estaban empezando a amargar.

Me alegré mucho de verles, al fin estaba con gente normal aunque sabía que ellos iban a ir a lo suyo y yo seguiría con las caris. Efectivamente, después de saludarnos ellos se marcharon a sentarse en un rincón del local y yo allí me quedé en la barra sentado en un taburete.

La música que estaban poniendo no estaba mal del todo, era bastante buena así que aunque no estaba disfrutando tampoco estaba pasándolo mal del todo. No obstante me sentía un poco idiota. Estaba en una discoteca con mi supuesta chica y ella no me estaba haciendo el mínimo caso así que la única distracción que tenía era ver como bailaba la gente o mirar a los que entraban. Llevaba rato sin que nadie lo hiciese hasta que entró una pareja.

Casualmente iban a pasar por delante de mí. A medida que se iban acercando la chica me resultaba cada vez más familiar hasta que la reconocí, dejándome tan atónito que casi se me salen los ojos de la incredulidad.

Ya no me hacía falta usar la imaginación para ponerle cara al individuo ese. Tampoco para saber lo espectacular que iba Amanda quien solo me dirigió una fría mirada de apenas dos segundos. Creo que sirvió de bien poco que me haya puesto la ropa de la primera vez que salimos a pesar de que le gustó mucho. Mientras pasaban por delante de nosotros las amigas de Felicia no dejaban de comentarle lo guapa que la había puesto, cosa que hacía que cuanto más las oía más me muriese de la rabia y los celos de no ser yo su acompañante.

Se dirigieron al rincón donde estaban las chicas y los chicos y estuvieron saludándose mientras yo no dejaba de mirarles. A ella porque aunque iba con unas pintas de mucho mayor estaba guapísima y despampanante, y a él porque es mucho más de todo que lo que me podía esperar. Cuando Felicia me contó que tenía una cita jamás imaginé que sería con un chico tan atractivo y elegante, tan... poco de su mundo.

A pesar de tener pinta de ser un poco mayor que ella y de ser tan poco de su mundo se les veía bastante bien juntos. No hacían tan mala pareja como yo hubiese deseado y, eso, me dolía horrores. Felicia me pidió de bailar pero eso era lo que menos me apetecía en ese momento y menos con ella, así que le dije que me había torcido el tobillo en el entrenamiento y me dolía un poco. Con esa escusa pude escaparme bien porque como ella no estaba sola, sino que tenía a sus queridísimas amigas, poco le importó. Yo seguía sin poder apartar la mirada de los tortolitos. Estaba tan absorto mirándolos que no me di ni cuenta de que Clara se había acercado a la barra a pedirse algo, hasta que me habló.

Clara:¿Qué? ¿Pica? –preguntó irónica aguantando la risa-

Arturo: Muy graciosa Clara –respondió asqueado -

Clara: Bueeeeno, que ánimos tenemos.

Arturo:¿Te parece raro o que? Anda que me has avisado de que Amanda tenía una cita.

Clara: Hombre no iba a quitar el factor sorpresa al asunto.

Arturo: Mejor me abstengo de contestarte porque podría arrepentirme de lo que te diga.

Clara: Que humos. ¿Entonces no te gusta mi primo?

Arturo: Sí claro, me enc… ¿¿tu primo??

Clara: A ver… el hijo del hermano de mi madre… sí, mi primo –siguió vacilándole-.

Arturo:¿Es coña?

Clara: Que no hijo, que es mi primo. Lleva años loquito por ella.

Arturo:¿Y así es como me ayudas? ¿Tu que estás conmigo o contra mi?

Clara: Oye guapo que la duda ofende. Es mi primo pero yo no tengo nada que ver con que hayan quedado. Ha sido ella la que le ha pedido de salir, y francamente no lo entiendo, porque es totalmente insoportable e inaguantable, así que ya son ganas.

Arturo: Pues menos mal que es tu primo.

Clara: Una cosa no quita la otra. Lleva años intentando salir con ella pero Amanda, por suerte, siempre ha pasado de él. Fue la semana pasada, justo después de veros a Felicia y a ti en el cine y en la bolera, cuando le dio la neura esa. Fíjate que yo diría que quiere darle celos a alguien…, aunque no se me ocurre a quien –dijo pensativa guiñándole un ojo y provocando en Arturo una enorme sonrisa de alivio- Esa cara ya me gusta más, tienes una sonrisa preciosa para estar tan serio –le animó-.

Arturo: Yo ya pensaba que estaba todo perdido, no sabes lo feliz que me acabas de hacer. Te daría un beso enorme si no fuese que están por aquí mi novia y la chica que quiero que lo sea. Gracias y perdóname por haber desconfiado de ti.

Clara: Por ser tú y porque me pillas de buenas te voy a perdonar y todo.

Camarera: Aquí tienes. Son tres euros.

Arturo: Ya lo pago yo.

Clara:¿Seguro? No hace falta.

Arturo: Seguro, no hará falta pero quiero.

Clara: Bueno, pues muchas gracias, ya no quedan caballeros como tu –bromeó-.

Arturo: Pues parece que ella no piensa lo mismo. Tu primo tiene pinta de…

Clara:¿De pijo?

Arturo: Un poco.

Clara: Será pijo pero es un chulo y un prepotente y Amanda ahora mismo también tiene pinta de putita de lujo y tampoco lo es.

Arturo: Parece que está muy a gusto con él. Seguro que la ha llevado a cenar a un sitio caro.

Clara: Seguro, y se lo habrán pasado genial hablando de economía, política y de coches.

Arturo:¿Amanda hablando de economía, política y coches? –preguntó sorprendido- No tiene pinta de gustarle esos temas.

Clara:¿Ah no? –contestó haciéndose la tonta-

Arturo: Más bien no.

Clara: Pues yo pensaba que sí y le dije a mi primo que le hablara de eso que “la volvía loca” –añadió riéndose y guiñándole el ojo-

Arturo: Que mala que eres –se rió- ¿De verdad le dijiste eso?

Clara: Que poco me conoces Arturito.

Arturo: Bueno pero ella no habrá sido tan tonta para aguantar semejante tostón, seguro que le ha cambiado de tema.

Clara: Ojalá.

Arturo:¿Ojalá? ¿Por qué?

Clara: Porque se lo habrán pasado mejor.

Arturo:¿Hablando de que Clarita?

Clara: De televisión, animales e historias de instituto.

Arturo:¿He de suponer que esos temas no le gustan a tu primo?

Clara: Odia los animales, no ve la tele porque le aburre y le parece una pérdida de tiempo y la gente de instituto y sus historias le parecen infantiles y absurdas. Que te esperas de un universitario que se cree Dios, sobretodo porque los fines de semana es uno de los mejores vendedores de coches, eso sí, en el concesionario de su papi. No creo que a ninguno de los dos le queden ganas de repetir.

Arturo: A veces me das miedo. Recuérdame que nunca me enfade contigo.

Clara: Vale.

Clara:¿Y esa cara? ¿Qué pasa? ¿Es que preferirías que repitiesen o que?

Arturo: Parece que va a sacarla a bailar.

Clara: Eso puede ser muy divertido.

Arturo: Aunque sea tu primo va a bailar con la chica de la que estoy enamorado, no sé que puede tener eso de divertido.

Clara:¿Ah no? Mira eso.

Arturo:¿Qué se supone que hace?

Clara: Bailar.

Arturo: Si se va a descoyuntar.

Clara: Parece un orangután, que bruto es el pobre. Y que eso y yo tengamos la misma sangre…

Arturo: Pues a ella poco le importa.

Clara:¿Qué va a hacer? ¿Pero no has visto como se ha quedado helada? Se está muriendo de la vergüenza.

Arturo:¿Cómo puedes estar tan segura?

Clara: Porque son muchos años juntas Arturito y si sabes leer la mirada de alguien sabrás leer su corazón a pesar de la máscara de frialdad o falsa alegría que pueda llevar.

Arturo: Es que en su caso la máscara es muy grande.

Clara: Bueno ¿y tú qué? ¿no deberías sacar a bailar a alguien?

Arturo:¿A ti no, verdad? –preguntó imaginando por donde iban los tiros-

Clara: Pues va a ser que no, no tendría nada de malo, hasta me encantaría, pero para algo tienes a tu noviecita. Y ten cuidado no te tropieces con Amanda, está tan cerca...

No me hacía mucha gracia tener que bailar con Felicia, bueno, no me hacía ninguna gracia para ser más exactos. No se me da muy bien y las únicas veces que lo he hecho en mi vida han sido con Amanda y porque me dejé llevar. Ésta vez era muy distinto pero sabiendo que lo que ella pretendía era darme celos, cosa que he de decir estaba consiguiendo muy bien hasta el momento, hizo que no me pudiese quedar quieto sentado en un taburete. Me tocaba mover ficha a mí así que me curé de mi supuesta lesión en el pie para dirigirme a la pista a por mi supuesta chica.

Se sorprendió mucho al verme y lo primero que hizo fue preguntarme por el tobillo. Le dije que se me había pasado el dolor y que me apetecía mucho bailar con ella y se lo tragó por completo. Muy contenta y animada empezamos a hablar.

Yo no dejaba de mirar a Amanda, quien parecía muy feliz y animada bailando con el primo de Clara. Traté de fingir lo mismo lo mejor que pude. Ella también me miraba de vez en cuando. Nuestras miradas se cruzaron en varias ocasiones. No dejaba de preguntarme que estaría sintiendo en ese momento. ¿Estaría sintiendo celos aunque solo fuese un poco? Se me pasó por la cabeza la idea de pedir una canción lenta para asegurarme de que sí los sintiese pero por suerte rápidamente pensé que ella también bailaría abrazada y pegada al tipo ese así que dejé que la idea esa pasase de largo en mi cabeza. Solo esperaba y deseaba que no fuese Clarita quien la pidiese, no se me olvida que ella tiene antecedentes en eso. Por suerte eso no pasó.

Cuando esa canción terminó Amada y su acompañante se fueron a la barra. Yo seguí bailando para disimular un poco, habría sido mucha casualidad que yo también hubiese parado justo en el mismo momento. No obstante y por suerte ya era hora de volver a casa así que cuando la siguiente canción terminó nos preparamos para irnos. Mientras Felicia se despedía de sus amigas yo fui a hacer lo mismo con los míos que también estaban en la barra, justo al lado de Amanda. Me alegró tanto y sentí una liberación tan grande al saber que ese chico es el primo de Clara que no pude evitar despedirme también de ella aunque no fue una despedida muy amistosa. Supongo que el que la empezara diciéndole que se tapara un poco no fue un buen comienzo pero he de confesar que disfruté mucho chuleándoles un poco.

Hoy no me apetecía nada quedarme en el comedor a ver la tele con mis padres así que me he subido a mi cuarto a verla aunque lo que menos he hecho ha sido prestar atención a lo que estaba viendo. Mi cabeza está completamente ausente. No puedo dejar de pensar en como le estará yendo el final de la cita a Amanda ni en porque estamos metidos en ésta absurda situación. Me pregunto si algún día terminara y solo deseo que ese día llegue pronto aunque solo sea para perder un poco de vista a Felicia. Que difícil es decir te amo, te quiero y te extraño cuando en realidad no lo sientes. Me muero de ganas por saber que se siente cuando lo dices mirando a los ojos a la persona que de verdad quieres con toda tu alma y corazón.

Editado 10 ene 2010 por sandru25

10 ene 2010

Hoy mi padre quiso acompañar a mi madre a hacer la compra con lo que me quedé solo en casa haciendo los ejercicios con el saco. Estaba dándole vueltas a la noche de ayer cuando sin venir a cuento me vino a la cabeza la conversación con Lucas en el vestuario del insti. Me había dado un folleto de un concurso de karaoke pero no sabía que tenía que hacer con él así que aun lo tenía en mi mochila. No me había acordado más de ese papel y Clara no me comentó nada anoche así que la llamé para salir de dudas.

Clara:¿Si?

Arturo: Hola.

Clara:¿Quién es?

Arturo:¿Ya no reconocemos a los amigos?

Clara: Ei Arturo, pensé que era algún comercial pesado, por lo del número oculto ya sabes.

Arturo: Es que he tenido una buena maestra.

Clara: Pues sí, parece que te enseñé bien.

Arturo:¿No estarás muy bien acompañada no?

Clara: No, tranquilo que estoy solita, así que ni bien ni mal acompañada.

Arturo: Guay, no me apetecía volver a meter la pata.

Clara:¿Y en que puedo ayudarte? ¿quizás quieres información de la cita de cierta persona?

Arturo: No sé cuanto sabes pero tampoco sé si yo quiero saberlo.

Clara: No te preocupes, duró poco más que la tuya.

Arturo:¿Y eso?

Clara: Casualmente después de que os fuerais le entraron dolores menstruales y se marcharon a casa.

Arturo: Pues sí que es casualidad sí. ¿Y tú te encuentras bien?

Clara: Claro que me encuentro bien, ¿por qué iba a encontrarme mal?

Arturo: Yo que sé, como vais “sincronizadas” y la otra vez te pusiste tan mal…

Clara: Arturo por favor, agradezco tu preocupación pero no se puede ser más iluso.

Arturo:¿Es que no es cierto?

Clara: No, ni yo tengo la regla ni la tiene ella, hasta el día 24 no nos toca. Fue una escusa para que mi primo la llevase a casa. Es cierto que no estaba muy bien pero no era precisamente físico lo que tenía.

Arturo:¿Entonces se puso celosa?

Clara: Tanto como tú antes de que yo te dijese que es mi primo –bromeó-.

Arturo: Muy graciosa.

Clara: Además que tú te tomases tan bien y con tanto humor su cita la quemaron bastante. Lo que no sé que se te pasó por la cabeza para tener esa salida que tuviste, me dejaste atónita.

Arturo:¿Te gustó o qué?

Clara: Ya te digo, se quedó con una cara de tonto… Casi me da algo cuando le dijiste eso de “no estoy seguro de que te hayas leído el manual de instrucciones de cómo usar los puños y no quisiera que te arrugases la camisa”. Que bueno.

Arturo: Te lo dedico, con mucho cariño, firmado Arturo.

Clara: Estás fatal.

Arturo: Lo sé, pero cuando me dijiste que era tu primo me entró un subidón… no pude evitarlo.

Clara: Ya veo que aún te dura pero me alegra que por lo menos estés tan animado. Por cierto ¿te dio Lucas algo de mi parte?

Arturo: Sí, por eso te llamaba, no me dijo nada y tu ayer tampoco.

Clara: Ya, se me pasó no se puede ser tan perfecta oye.

Arturo:¿Y qué hago con el folleto ese? Lucas me dijo que lo dejase encima del escritorio.

Clara: Más o menos, tiene que verlo Felicia por casualidad.

Arturo: A ver si lo adivino… tenemos que ir ésta noche porque iréis vosotros, pero tiene que decirlo ella, no yo.

Clara: Eres un buen alumno, me aprendes muy rápido, así da gusto. Tranquilo que no te será muy difícil llevarla, con que vea el folleto está todo hecho.

Arturo: Espero que aquí tampoco te falle la perfección.

Clara: Con lo bien que te he enseñado seguro que la improvisación se te daría muy bien.

Arturo: Prefiero tener las cosas bien planeadas. Bueno corazón voy a seguir con los golpes al saco que como venga mi padre y me vea de cháchara… se va a liar.

Clara: Vale Rocky, cualquier cosa ya sabes. Nos hablamos.

Arturo: Adiós Clarita.

Clara: Chao, un beso.

Efectivamente no fue muy difícil que Felicia quisiese ir al karaoke ésta noche. Fue ver el folleto encima de mi escritorio nada más entrar en mi cuarto a saludarme e iluminársele el mundo. Aunque yo no hubiese querido ir no me hubiese quedado otra, cualquiera le hubiese dicho que no con lo ilusionada que estaba con participar.

Así que después de pasar la tarde jugando de nuevo a la videoconsola nos arreglamos y nos fuimos al karaoke ese. Estuvimos toda la tarde picoteando patatas fritas y frutos secos así que me pude ahorrar la cena ya que ni ella ni yo teníamos hambre. Se apuntó al concurso y nos sentamos en la barra y nos pedimos algo de beber. Los demás ya estaban allí pero no nos acercamos a saludar. Estaban sentados en una de las primeras mesas así que ni nos vieron.

Felicia:¿Seguro que no quieres cantar conmigo? Aun estás a tiempo de apuntarte.

Arturo: Segurísimo, no me gusta dar el cante.

Felicia: A ver si luego te vas a arrepentir… -bromeó-

Arturo: Te aseguro que no, la música no se ha hecho para mí, que le vamos a hacer.

Felicia: Jo –protestó- , me hace mucha ilusión cantar contigo, venga porfi –trató cariñosamente de convencerlo-.

Arturo: Teníamos un trato ¿no?

Felicia: Sí, ya lo sé, tú me traías al concurso pero no cantabas –refunfuñó-.

Arturo: Y aceptaste.

Felicia: Pero es que me apetece muchísimo –se quejó caprichosa-

Arturo: Otro día te llevo al sitio ese donde va tu hermana y nos pillamos una de esas salas para nosotros solos ¿vale? –trató de conformarla ante su cansina insistencia-

Felicia:¿Y cantarás conmigo?

Arturo: Sí, pero solo un par de canciones, ni me gusta cantar ni se me da nada bien.

Felicia: Está bien, pero luego no me digas que no eh y que sepas que no me voy a olvidar.

Arturo: Eso me temo –dijo por lo bajo-.

Por suerte con eso se contentó aunque hasta que no la vi encima del escenario cantando no me quedé tranquilo del todo. Felicia puede ser muy pesada e insistente cuando quiere y, lo malo, es que quiere siempre.

Cuando terminó de cantar y volvió a la barra fue para decirme que iba al baño. Justo en ese momento vi como mis buenos amigos, que llevaban rato mirando hacía mí, se me acercaban.

Clara: Hola Arturo.

Lucas: Hola chavalote –le saludó mientras se sentaba a su lado-.

Arturo: Hola chicos. ¿Qué se os ha perdido? –preguntó curioso-

Clara:¿Por qué se nos tendría que haber perdido algo?

Arturo: Porque ha sido irse Felicia al baño y venir vosotros.

Lucas:¿No has oído hablar de las casualidades o que?

Arturo: Sí, hasta que alguien me engañó y casi veo a tus princesas como sus madres las trajeron al mundo.

Clara: Por el bien de todos mejor olvidemos eso, además no tenemos mucho tiempo.

Lucas:¿Vas a decírselo o no?

Arturo:¿Decirme el que?

Clara: Que tenemos un pequeño plan. Tú solo tienes que seguir la corriente cuando llegue el momento. Ya te darás cuenta.

Arturo: Si claro, seguir la corriente para que me atrape, me lleve al mar y me ahogue, de eso nada. Si tengo que ir al mar quiero saberlo para coger flotador. ¿De que se trata?

Lucas: Ya te he dicho que querría saberlo, ala, a ver como se lo dices…

Clara: Pues sin rodeos. Vas a participar con Amanda.

Arturo: Está bien Clara ¿que has bebido o que has fumado?

Clara: Nada.

Arturo: Pues entonces estás enferma por que tienes fiebre y estás desvariando.

Clara: Estoy perfectamente y antes de que me lo digas tú, no, no es ninguna broma, te estoy hablando totalmente en serio.

Arturo:¿Qué te hace pensar que Amanda va a querer participar conmigo?

Clara: Nada, porque no quiere, no lo sabe y ni se lo puede imaginar. Está apuntada para cantar con Toni

Arturo:¿Entonces?

Clara: Lucas se encargará de que Toni vaya a estar ausente y la pobre se quedará sin pareja. Alguien tendría que sustituirlo ¿no crees? ¿Y quien mejor que tú? –dijo señalándolo con las dos manos- Yo me encargaré de Felicia.

Arturo:¿Os habéis vuelto locos? ¿Pretendéis que me suba ahí a cantar? Con la de gente que hay…

Lucas:¿Quépasa? Ni que fuese la primera vez que cantas en un karaoke y no vas a estar solo, al contrario, estarás muy bien acompañado.

Arturo: La primera vez estábamos los seis solos en la sala esa privada y la vez de la bolera no había casi nadie, no se puede comparar.

Clara: Alguna vez tiene que ser la primera. No pienses en la gente, solo piensa en Amanda.

Arturo: No voy a poder, me voy a poner muy nervioso, ya se me está acelerando el corazón solo de pensarlo –dijo poniéndose la mano en el pecho-.

Lucas: Venga, no seas nenaza, el que algo quiere algo le cuesta y aquí el que tiene la peor parte soy yo.

Arturo:¿Ah sí? Permíteme que lo duda. ¿Cómo vas a “ausentarle”?

Lucas: Con el viejo método que usaban aquí la colega y su primo el plasta para no tener que aguantar en Navidad a la pesada de su tía-abuela Águeda.

Arturo:¿Qué vais a hacerle? –preguntó con miedo-

Lucas: Nada. Invitarte a una bebida muy especial.

Arturo:¿Qué le vais a poner? –añadió preocupado-

Clara: Tranquilo, es solo un poco de laxante.

Arturo:¿¿Laxante?? ¿Estáis locos? Como se entere os va a matar.

Lucas: Pues por mi bien no llames al mal tiempo anda. Lo que hay que hacer por los amigos… ¿Has calculado bien la cantidad, no Clarita?

Clara: Es la tercera vez que me lo preguntas, claro que la he calculado bien, estoy cansada de hacerlo.

Lucas: Vale. ¿Pero segura segurísima no?

Clara: Que sí pesado, ¿quieres que llame a mi tía para que te quedes más tranquilo o que?

Lucas: No, no hace falta que te molestes, no pienso tomármelo yo.

Clara: Ve haciéndote a la idea rápido, dos actuaciones más después de la chica ésta y os toca –dijo emocionada-.

Lucas: Un blue tropical en vaso pequeño por favor.

Arturo:¿Es que todo esto va en serio? –preguntó temeroso-

Clara: Claro que va en serio, pero no te preocupes por Toni, no le va a pasar nada malo. Tengo tantas ganas de veros cantar de nuevo… Además les sugerí una canción preciosa que os va que ni pintada, os va a quedar tan bonita…

Lucas: Esto ya está, voy a llevárselo que el tiempo se nos hecha encima. Y tu tranquilo tío, ya verás como no es para tanto, lo harás muy bien. Relájate y disfruta.

Arturo: Sí claro, como si fuese tan fácil.

Clara: Lucas tiene razón, olvídate de la gente. Vas a impresionarla tanto y le va a dar un vuelco tan grande al corazón que caerá rendida a tus pies.

Arturo:¿No hay otra manera? ¿Un plan B? –preguntó tratando de librarse-

Clara: Me temo que no, además no es porque sea mío pero el plan es buenísimo.

Arturo: No voy a poder Clara, me muero de la vergüenza –trató inútilmente de hacerla cambiar de opinión-.

Clara: Cuanto más grande es el sacrificio más grande es la recompensa.

Arturo:¿Dónde queda lo de menos es más? Prefería lo de no hacer aprecio.

Clara: Haberte enamorado de otra menos difícil, y da gracias que no estás solo en esto, sino fuese por nosotros...

Arturo: Gracias a vosotros voy a necesitar un psicólogo, bueno, después de esto más bien un psiquiatra.

Clara: Tú tranquilo que la doctora Montero ya te quitara todos los males. Yo voy a que tu novia me retoque un poco, con eso tiene distracción para un buen rato. Por cierto dicen que imaginarse al público desnudo funciona muy bien para perder la vergüenza encima del escenario –bromeó-.

Arturo: Muy graciosa, eso me pasa por no saber elegir mejor a mis amistades –le respondió con ironía-.

Se me hicieron los minutos más largos de mi vida. Estaba acojonado. No sabía como salir de esa. Hasta que llegó el momento. Ahí estaba Amanda encima del escenario sola, buscando a Toni con la mirada y con una carita de desconcierto y confusión tremenda. Cerré los ojos y respiré hondo varias veces pensando en lo mucho que la quiero y recordando las dos canciones que ya canté con ella. Esas también me dieron mucha vergüenza pero fui capaz de enfrentarme a ellas y hasta disfrutarlas así que ésta vez no tenía porque ser diferente. Crucé los dedos, me levanté y me dirigí hacía el escenario mirando lo menos posible a toda la gente que había en el local. Amanda se quedó mirándome más confusa y desconcertada aún. Lo que menos se debía imaginar es que iba a subirme ahí. Yo tampoco podía imaginármelo así que no me extraña nada. La canción comenzó y empezamos a cantar. La cogí de la mano aunque no sé si para que ella sintiera que no estaba sola o para sentirlo yo.

A los dos nos costó un poco arrancar pero, aunque parezca mentira, hasta logré olvidarme del público y quitarme el miedo y la vergüenza.

Tanto que a parte de cogerla de la mano no pude evitar acariciarla y abrazarla. Todo lo malo y negativo entre nosotros desapareció y volvió esa magia y química que hay entre nosotros. La letra de la canción era preciosa, Clara tenía razón en eso. Esas palabras, aunque no las hubiese escrito yo, no solo estaban saliendo de mi boca.

No sé si a ella le pasaría lo mismo o no pero por lo menos su mirada me estaba transmitiendo mucho. Tenía los ojos brillantes y emocionados y me sonreía con mucha ternura. Me miraba de una forma que me hacía estremecer y me entraron unos escalofríos de los pies a la cabeza que jamás había sentido.

Hasta que la canción terminó y se bajó rápidamente del escenario. Algo le dijo a Toni pero como yo estaba bajando no llegué a oírlo. Amanda se dirigió con paso muy firme y ligero hacia la puerta de salida y él fue tras ella.

Lucas: Hemos metido la pata, creo que se va a liar buena.

Clara: Muy observador, cállate anda, tú y yo no sabemos nada.

Fui detrás de ellos. Clara, Lucas, Yolanda y Felicia también salieron. Efectivamente se lio buena. Traté de cargar con toda la responsabilidad de lo sucedido pero Lucas no lo permitió de la misma forma que Clara tampoco permitió que lo pagasen con él.

Tras muchos gritos y palabras poco agradables Amanda y Toni se fueron, acompañados de Yolanda para que Braulio les llevase a casa. Clara, Lucas y yo allí nos quedamos petrificados como farolas viendo como se iban. Los tres estábamos completamente chafados y a mí, lo que menos falta me hacía en ese momento era dar explicaciones.

Felicia:¿Puedes explicarme que se supone que ha pasado?

Arturo:¿No ves que ahora no Felicia?

Felicia:¿Cómo que no? –replicó con autoridad-

Arturo:¡Felicia por favor! –le gritó-.

Arturo: Chicos ¿estáis bien?-preguntó afligido-

Lucas: Claro, se le pasara, mañana ni se acuerda –respondió haciéndose el fuerte-.

Clara: Ojalá –dijo desanimada-.

Lucas: Bueno puede que mañana si se acuerde pero se le pasará princesa, no te preocupes -trató cariñosamente de animarla-

Clara:¿Y a Toni?

Lucas: Espero que también. ¿Te apetece entrar a tomar algo para levantar el ánimo? Yo invito.

Clara: Vale, gracias.

Arturo: Yo me voy, nos hablamos.

Lucas:¿Y tú estás bien tío? –preguntó peocupado-

Arturo: Cuando lo asimile te lo digo.

Arturo: Ven aquí plan buenísimo –dijo cariñosamente abrazándola-. No te preocupes, arreglaremos esto ya verás. Si necesitas algo avísame vale.

Lucas: Eso, y a mí que me zurzan.

Arturo: Tú también tonto.

Clara: No te preocupes, estoy bien, aunque el que se enteraran no entraba en mis planes. Hasta mañana Arturo.

Lucas: Adiós chavalote.

Arturo: Adiós chicos.

Felicia: Quiero irme a casa -exigió muy seria-.

Arturo: Sí, yo también, vamos.

Arturo:¿Te vas así? ¿No vas a decirme nada? No has abierto la boca en todo el camino.

Felicia:¿Para qué? ¿Para qué me grites otra vez? –respondió llorando y dejando a Arturo pasmado-

Arturo: Oh venga, no llores cielo. Lo siento, no era mi intención gritarte, estaba nervioso. –trató de calmarla- ¿Me perdonas?

Felicia: Sí.

Arturo: No lo dices muy convencida. ¿Sigues enfadada conmigo?

Felicia:¿Por qué? ¿Acaso debería estar enfadada porque has cantado con mi hermana? –refunfuñó caprichosa-

Arturo: Venga Felicia, Toni estaba en el baño y Amanda se quedó sola en el escenario, solo traté de ayudarla y sacarla del apuro.

Felicia: Me dijiste que no te gusta cantar, que cantas mal y que te da vergüenza. Además no me mientas ni me trates de tonta que ya lo sabías, estabas compinchado con Lucas y con Clara –respondió muy enfadada-

Arturo: Lo planearon todo ellos, yo no sabía nada de nada, solo trate de hacer un favor ¿tan difícil es de entender?

Felicia: Muy amable. ¿Y porque no me hiciste el favor a mí?

Arturo: Ésta discusión es absurda. Tú no te quedaste colgada encima del escenario. Podrías ser un poco más comprensiva.

Felicia: Soy tu novia, deberías haber cantado conmigo y no con ella.

Arturo: No eres mi novia –gritó enfadado ante la actitud caprichosa y posesiva de Felicia, sin pensar lo que decía-.

Felicia: Bueno pero es como si lo fuera.

Arturo: No Felicia, para ti quizás pero no para mí –se sinceró con ella-

Felicia:¿Cómo?

Arturo: Lo intenté pero no siento nada por ti, es absurdo seguir con esto.

Felicia: No lo dices en serio, solo lo dices porque estás mal por todo lo que ha pasado ésta noche.

Arturo: No. Te tengo mucho cariño pero no siento nada más que amistad. Entre tú y yo nunca podrá haber nada más. Lo siento, no es por ti, es por mí.

Felicia:¿Me estás dejando?

Arturo: Sería una manera de decirlo.

Felicia: Arturo por favor, no me hagas esto, yo te quiero mucho. Solo estás nervioso, no me dejes, cambiaré.

Arturo: Yo no te dejo, somos amigos y siempre podrás contar conmigo, para lo que sea, y no quiero que cambies, ni por mí ni por nadie, eres como eres y es así como tienen que quererte los demás.

Felicia: Yo quiero que me quieras tú, no me conformo con ser solo amigos. Por favor Arturo, haré todo lo que me pidas.

Arturo: Es que no se trata de eso Felicia, sé que me quieres mucho pero yo no tengo los mismos sentimientos hacía ti, no siento amor, me lo paso muy bien contigo pero eres… como mi hermanita.

Felicia:¿¿Cómo tu hermanita??

Arturo: Sí.

Felicia:¿Te estás burlando de mí? –dijo rompiendo a llorar-

Arturo: No, claro que no. Venga si con lo guapa y simpática que eres tienes que tener a los chicos de tu edad locos perdidos. Ya verás como pronto te enamoras de alguno y te olvidas de mí.

Felicia: No, yo te quiero a ti y algún día te enamorarás de mí, ya lo veras, serás mío tarde o temprano.

Arturo: Pues parece que no se lo ha tomado tan mal. ¿A quién quiero engañar? Arturo has vuelto a meter la pata.

Parece que hoy la noche tampoco ha terminado demasiado bien. Se supone que con el plan de Clara y Lucas, y después de haber hecho un enorme esfuerzo por enfrentarme a superar mis miedos para subir al escenario a cantar con Amanda, ella debería haber caído rendida a mis pies. El resultado fue precisamente todo lo contrario, desencadenamos la Tercera Guerra Mundial y por si eso fuese poco yo solo desencadeno la Cuarta cortando con Felicia lo que realmente no existía. No sé que consecuencias traerá esto pero Amanda ya me dejó bien claro, nuevamente, que no soy nada para ella y que no me quiere en su vida, así que supongo que no afectará mucho aunque a mí me ha dejado hundido. Que difícil es tratar con las Montero…

CONTINUARÁ.... MUY PRONTO.

10 ene 2010

Oh madre mia! Vale empecemos desde el principio xD Ya suponia que Amanda no podia haber aprovado el exámen por arte de magia, cuando ella dijo que le habia ido fatal. Pensaba que habia sido Clara, pero al ver que habia sido Arturo la cosa cambia. Era de suponer que o era Clara o era Arturo, pero cambiar las respuestas por un acto de amor cuando la dueña del examen no se entera... no se yo... es como hacerlo por hacer, pero bueno en todo caso ha hecho bien Arturo. Y despues llega la noche del karaoke, sabía que el plan era pensado por Clara y Arturo, que vaya par xD Estos dos acabaran juntos, ya lo veras jaja. Pero no se yo si ha hecho bien Arturo comportarse así con su novia. Ahora en suponer ya no estan juntos y claro, todo lo que ha hecho hasta ahora se va al garete. Pero como dentro de poquito viene el momentazo.. pues no me preocupa jeje.

En fin sandruky, que este capi es el mejor, tanto del diaro de Arturo como el de Amanda. Espero ver muy pronto el próximo, que en ese si que hay muchas muchas pero muchas ganas de leerlo jeje. Un besazo ^^

20 ene 2010

Me ha gustado mucho el capi jaja yo ya sabia que amanda no podia abrer aprobado por que se lo supiera ... si lo dijo que no le habia salido bien.

Y felicia por que tiene que ir siempre a todos los lados macho? me ha encantado el momento :

Felicia:¿Me estás dejando?

Arturo: Sería una manera de decirlo

Ains jajaja hay que ser tontia para no enterarse jajajaja

Y aqui:

Felicia:¿¿Cómo tu hermanita??

Arturo: Sí.

Felicia:¿Te estás burlando de mí? –dijo rompiendo a llorar-

Arturo: No, claro que no. Venga si con lo guapa y simpática que eres tienes que tener a los chicos de tu edad locos perdidos. Ya verás como pronto te enamoras de alguno y te olvidas de mí.

Felicia es una cria la verdad ... ains .. a ver si ahora arturo de una maldita vez le dice a Amanda que la QUIERE QUE NO ES TAN DIFICIL xd

3 feb 2010

Oh madre mia! Vale empecemos desde el principio xD Ya suponia que Amanda no podia haber aprovado el exámen por arte de magia, cuando ella dijo que le habia ido fatal. Pensaba que habia sido Clara, pero al ver que habia sido Arturo la cosa cambia. Era de suponer que o era Clara o era Arturo, pero cambiar las respuestas por un acto de amor cuando la dueña del examen no se entera... no se yo... es como hacerlo por hacer, pero bueno en todo caso ha hecho bien Arturo. Y despues llega la noche del karaoke, sabía que el plan era pensado por Clara y Arturo, que vaya par xD Estos dos acabaran juntos, ya lo veras jaja. Pero no se yo si ha hecho bien Arturo comportarse así con su novia. Ahora en suponer ya no estan juntos y claro, todo lo que ha hecho hasta ahora se va al garete. Pero como dentro de poquito viene el momentazo.. pues no me preocupa jeje.
En fin sandruky, que este capi es el mejor, tanto del diaro de Arturo como el de Amanda. Espero ver muy pronto el próximo, que en ese si que hay muchas muchas pero muchas ganas de leerlo jeje. Un besazo ^^

Ya hubiese querido yo tambien aprobar los examenes por arte de magia, como mucho por el arte de las chuletas pero poco más. Ya me contarás como iba a cambiar Clara las respuestas del examen, por curiosidad mas que nada jeje Ya ves que ha sido un acto de amor, que quien sabe si Amanda lo acabara sabiendo o no pero el amor es lo que tiene, que se hacen muchas tonterias sin poder evitarlo. Eso van a ser las hormonas jeje o la edad del pavo. Cuando dices que el plan era pensado por Clara y Arturo creo que querias decir Lucas, pero bueno si Clara acaba con Arturo o con Lucas pues ya se verá, ya sabes que mis labios estan sellados y mis teclas bloqueadas para esas cosas jeje Quizas si que deberia preocuparte Felicia... Me alegro que este capi te haya parecido el mejor, eso quiere decir que voy mejorando, a ver si consigo superarme.

Me ha gustado mucho el capi jaja yo ya sabia que amanda no podia abrer aprobado por que se lo supiera ... si lo dijo que no le habia salido bien.
Y felicia por que tiene que ir siempre a todos los lados macho? me ha encantado el momento :
Felicia:¿Me estás dejando?
Arturo: Sería una manera de decirlo
Ains jajaja hay que ser tontia para no enterarse jajajaja
Y aqui:
Felicia:¿¿Cómo tu hermanita??
Arturo: Sí.
Felicia:¿Te estás burlando de mí? –dijo rompiendo a llorar-
Arturo: No, claro que no. Venga si con lo guapa y simpática que eres tienes que tener a los chicos de tu edad locos perdidos. Ya verás como pronto te enamoras de alguno y te olvidas de mí.
Felicia es una cria la verdad ... ains .. a ver si ahora arturo de una maldita vez le dice a Amanda que la QUIERE QUE NO ES TAN DIFICIL xd

Hola wapa, me alegro que te haya gustado el capi, a ver si este tambien te gusta, tiene un video. Y de lo demas pues no develo nada pero todo llegara. Besos.

3 feb 2010

Hoy no he conseguido dormir en toda la noche, una noche que se me ha hecho eterna, más larga que ninguna otra noche de mi vida. La imagen de Amanda gritándome que desaparezca de su vida se me quedó grabada y no hacía otra cosa que verla una y otra vez, doliéndome cada vez más. Tampoco sabía cómo estarían Lucas y Clara por la parte que les toca y me sentía muy culpable por ello. Y como si no tuviese bastante con esas dos cosas me sentía mal de pensar como estaría Felicia. Con todo eso en mi cabeza y en mi corazón ¿cómo iba a dormir? Me levanté y me puse a hacer pesas hasta que mi padre entró a buscarme para ir a correr. A partir de ahí empezó la rutina de todos los domingos pero hoy con los ánimos por los suelos, tratando de disimular para evitar preguntas por parte de mis padres. Al llegar del restaurante iba a cambiarme de ropa cuando camino a mi cuarto vi a través de la ventana como Amanda estaba en la bicicleta estática. No pude evitar quedarme un rato ahí de pie mirándola aunque eso no hacía otra cosa que ponerme mucho más triste y deprimido de lo que ya estaba. Sé que muchos podrían calificarlo de masoquismo pero yo prefiero calificarlo de amor.

Cuando reaccioné un poco, y después de cambiarme de ropa, no sabía que hacer. No tenía ganas de nada, ni de ordenador, ni de consola ni de tele. Nada de nada. Me sentía perdido. Pensé que no era el único que debía estar sintiéndose así y eso hizo que me preocupase mucho por Clara a quien no había podido llamar aún. Además tenía que contarle lo que pasó ayer con Felicia, tenía que saberlo. Iba a llamarla pero prefería hacerlo en persona ya que eso me servía también para pasear un poco. El único impedimento era que no sabía exactamente donde vivía, aunque sí la zona, así que aun pareciendo difícil quise probar el intentar encontrarla.

Fui paseando despacio disfrutando de la tarde y del aire fresco, admirando las preciosas casas del barrio hasta que inesperadamente oí una voz.

Clara:¿Arturo? –preguntó extrañada de verle-

Arturo:Ei Clara, hola.

Clara:¿Qué haces tú por esta zona del barrio?

Arturo:Te andaba buscando porque sé que vives por aquí aunque no sabía exactamente donde, pero ha sido más fácil de lo que pensé.

Clara:Pues ya me has encontrado.

Arturo:¿Así que ésta es tu casa? –preguntó saludándola con dos besos-

Clara:Sí, está es. ¿Y como sabías que estaría en casa?

Arturo:Intuición masculina.

Clara:Eso no existe Arturo.

Arturo:Pues como sea femenina voy a tener un problema… -dijo provocando la risa de su amiga-

Clara:No me hagas reír anda que no tengo humor para eso. Ni para eso ni para nada.

Arturo:¿Cómo estás?

Clara:Pues ya lo ves.

Arturo:No tienes muy buen aspecto, estás algo pálida.

Clara:No me contestan al teléfono –dijo profundamente triste-.

Arturo:Quizás no tienen el móvil cerca –trató de consolarla-.

Clara:Arturo, por favor –dijo sentándose-.

Arturo:Me siento tan culpable… No debisteis meteros en medio ninguno de los dos, hubiese cargado yo con toda la responsabilidad que al fin y al cabo estaba claro que me iba a salpicar igual.

Clara:No pensé que lo pagaría así contigo, lo siento, por mi culpa ya no quiere ni verte –dijo triste-.

Arturo:No te preocupes por eso, ya estoy acostumbrándome a ello. ¿Y como es que no estás con Lucas, o Lucas contigo?

Clara:Vino ésta mañana a verme pero ésta tarde su madre le necesitaba en la pastelería. Trató de convencerme para que fuese pero molestaría más que otra cosa y como que no.

Arturo:Menuda noche la de ayer eh, que lástima que no sirviese para nada pero bueno el que no se arriesga no gana aunque hubiese preferido ahorrarme el mal trago de dar el cante.

Clara:Hombre si te sirve de consuelo quedasteis los segundos.

Arturo:¿¿En serio??

Clara:Sí, pero no nos quisieron dar el premio, se lo entregaron al siguiente y mira que no será porque no insistimos.

Arturo:No importa, no era ese el premio que yo quería.

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Clara:¿Y cómo es que me buscabas? Porque para preguntar por mí me hubieses llamado.

Arturo:Es que hay algo que tengo que contarte, otra consecuencia de la nochecita de ayer.

Clara:¡No me jodas!, ¿más consecuencias?

Arturo:Sí hija sí. El grito que le pegué a Felicia antes de despedirme de vosotros que no le sentó muy bien y con la tensión que llevaba yo encima… pues una cosa llevó a la otra… que terminé con ella vamos, me sinceré y le confesé que no siento nada de nada. Ya sé que eso estropea nuestros planes pero surgió así.

Clara:No importa.

Arturo:¿Qué no importa? El miércoles o el jueves en clase de ciencias sí que importaba.

Clara:Verás Arturo… yo… yo… también hay algo que tengo que decirte.

Arturo:¿Qué pasa Clara? Esa cara no me gusta nada.

Clara:Yo… no sé como decírtelo.

3

Arturo:¿Decirme el que?

Clara:Jolín Arturo te estoy diciendo que no sé como decírtelo.

Arturo:Pues como sea pero rápido por favor, no aguanto ésta tensión.

Clara:Verás Arturo… yo… pensaba… pero…

Arturo:Clara por dios, dilo ya.

Clara:Lo siento Arturo, pero creo que me equivoqué.

Arturo:¿Qué te equivocaste? ¿En que?

Clara:En los sentimientos de Amanda. Yo hubiese jurado que sentía algo por ti pero está claro que me equivoqué.

Arturo:No puedes decirme esto Clara.

Clara:Lo siento mucho, de verdad, te he dado muchas esperanzas y te he hecho hacer ilusiones… perdóname, yo solo quería ayudarte, creía que la conocía muy bien pero después de lo de anoche ya no pienso lo mismo. Estoy segura de que es sincera en todo lo que te dice –dijo apenada-.

Arturo:¿Qué es sincera en todo lo que me dice?

Clara:Sí, no significas nada para ella y no te quiere en su vida. No está enamorada de ti.

Arturo:No no no, es ahora cuando te equivocas.

Clara:Arturo por favor, no te hagas más daño, asúmelo cuanto antes.

Arturo:¡Noooo!, esa magia que había ayer cantando… esos ojitos con los que me miraba… eso no puede ser mentira Clara. Me quiere, lo sé, lo sentí.

Clara:Yo también lo pensaba pero si fuese así no te trataría como una mierda, despierta por favor.

Arturo:Que no me quiera como yo desearía no significa que no me quiera.

Clara:No te engañes, el que vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre.

Arturo:¿No vas a ayudarme más no? ¿Es eso lo que me querías decir, que abandonas la batalla?

Clara:Más o menos. Soy tu amiga y ya sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, no te voy a negar mi ayuda, pero no voy a seguir al pie del cañón, voy a mantenerme al margen.

Arturo:No te preocupes, entiendo que no quieras que esto te salpique más. Ya has hecho mucho por mi y te lo agradezco muchísimo, de corazón.

Clara:No es que no quiera que me salpique más, creo que más no se puede aunque me lo merezco, el plan de que Amanda y tú cantaseis juntos era bueno pero con la parte de Toni se me fue la mano, me cegué demasiado y no fui consciente de lo que se me estaba pasando por la cabeza. Lo que no quiero es colaborar más en tu sufrimiento, no quiero ser culpable ni tener nada que ver con que lo pases mal. Yo siento que el favor te lo hago así, que te ayudo más si huyo de ésta guerra. Espero que me entiendas y que hagas lo mismo.

Arturo:Te entiendo pero yo no abandono, no me rindo. Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan y sé que algún día estaremos juntos.

Clara:Muchas personas pierden las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad, no seas tú una de esas personas –le aconsejó preocupada-.

Arturo:Lo sé, y sé que en ocasiones las pequeñas cosas del mundo son capaces de curar el dolor de las más grandes pero estoy enamorado Clara, y ya sabes que el amor es ciego para no ver los obstáculos.

Clara:Ya, y con alas para saltarlos. Ojalá tengas suerte, dicen que el que la sigue la consigue pero tendrás que tener mucha paciencia, la verdad que no sé que le pasa, ella no es así, no la reconozco.

Arturo:¿Y cómo es?

Clara:Pues como era cuando la conociste, alegre, divertida, amable, cariñosa, atenta, humilde, agradable… No es de gritar, insultar, despreciar… nunca ha sido así aunque tenga carácter. Ha tenido sus pequeños enfados pero han sido pues eso, tonterías que le han durado nada. No entiendo porque está así ahora.

Arturo:Dijiste que tuvo una mala experiencia con un chico que le gustaba, el que se obsesionó y casi abusa de ella.

Clara:Sí, supongo que debe ser eso, lo pasó fatal y quizás no lo tiene tan superado como parecía y como todos pensábamos. Algo así tiene que marcar mucho y lo que pasó con el telescopio o el vestuario quizás la han hecho revivir todo de nuevo y está pagando toda esa rabia y dolor contigo.

Arturo:¿Quiénes son esos que vienen hacía aquí?

Clara:Pues mis padres.

Arturo:Anda ya, ¿en serio?

Clara:Claro, ¿por qué iba a mentirte?

Arturo:Si parecen tus hermanos, sobretodo tu padre que o es muy joven o se conserva muy bien.

Clara:Ambas.

Charo: Hola hija, y compañía.

Arturo:Hola.

Tino: Hola preciosa.

Clara:Hola guapetón.

Tino: ¿Y ese chico?

Clara:No empieces anda, es Arturo, un amigo. Arturo te presento al joven y guapo de mi padre, pero no le hagas ni caso de lo que te diga, cuando me ve con un chico que no es Lucas o Toni se pone insoportable –bromeo-.

Tino: Muy graciosa. Yo soy Tino –dijo saludándole- Estás fuerte eh chaval.

Arturo:Se hace lo se que puede.

Clara:Y ésta es Charo, mi madre.

Charo: ¿Y yo no soy guapa y joven o que?

Clara:Ésta es Charo, mi guapísima y jovencísima madre, muy buena ella.

Charo: Encantada Arturo.

Arturo:Igualmente.

Tino: ¿Y a tu padre no vas a saludarle o es que ahora te va dar vergüenza porque está tu amigo delante?

Clara:Mira que eres tonto –dijo dándole dos besos-.

Tino: ¿Estás bien cariño?

Clara:Sí, no te preocupes.

Tino: Te veo muy rara. ¿Seguro que es un amigo no?

Clara:Papá…

Tino: ¿De fiar?

Clara:Claro. Es un buen amigo, de total confianza. Su madre es la profe de lengua y además vive al lado de Amanda, en nuestra antigua casa.

Charo: Ah, mira que casualidad.

Clara:¿Y de donde venís?

Charo: De tomar café con Ester y Adolfo.

Clara:¿Y estaba Toni?

Charo: No, creo que dijo su madre que se había ido con las chicas a estudiar. ¿Cómo es que no has ido con ellas?

Clara:No estoy de mucho humor.

Charo: ¿Os habéis peleado?

Tino: ¿Cómo se van a pelear cariño? Habrá sido un malentendido.

Clara:Más o menos.

Tino: Eso se olvida rápido con una buena peli de cachondeo y una buena dosis de palomitas. ¿Te apetece?

Clara:No, pero como no vas a aceptar un no por respuesta… así nos ahorramos la discusión.

Tino: Chica lista. ¿Te quieres venir Arturo?

Arturo:¿Yo? No, gracias, tengo deberes que hacer y cosas que estudiar.

Clara:¿Seguro? A ti también te vendría bien reír un poco y distraerte.

Tino: ¿Por qué?

Clara:¡Papá! No seas cotilla anda.

Arturo:Seguro. Nos vemos mañana en el bus, que creo que nos tocará sentarnos juntos.

Clara:Lo soportaré.

3 feb 2010

Hoy hacía un precioso día soleado y sin embargo me sentía como se siente uno en esos días grises de lluvia, viento y frío. Estaba apagado, flojo y muy desanimado. Ayer antes de acostarme llamé a Lucas para ver que tal lo estaba llevando él y sus ánimos, aunque sé que eran fingidos, me hicieron sentir algo mejor pero solo lo suficiente como para permitirme dormir un poco, nada más. Tenía la esperanza de que en el día de hoy cambiasen algo las cosas, aunque solo fuese para ellos dos, para Clara y Lucas, pero no fue así. No tardé mucho en darme cuenta de ello. Cuando subí al autobús Toni y mi amiga estaban sentados muy alejados el uno del otro y Amanda se fue a sentarse con él sin mirarla lo más mínimo. No me equivocaba ayer cuando predije que Clarita y yo nos tendríamos que sentar juntos. Al llegar al instituto las cosas no mejoraron mucho. A Lucas le hicieron ambos el mismo caso y durante la mañana la cosa fue exactamente igual. Solo Yolanda nos ha dirigido la palabra pero ha estado con ellos en todo momento.

Yo he tratado de llevarlo lo mejor que he podido pero para mis dos amigos el día de hoy ha sido muy duro. No han estado tan animados y divertidos como de costumbre, no parecían ni ellos, ni siquiera Lucas que disimulaba inútilmente lo mejor que podía. Se les nota en la cara que ésta situación no les deja indiferentes. A mi me pone muy mal verles de esa forma y mucho más el pensar que es por mi culpa y que no puedo hacer nada para solucionarlo, así que lo único que he podido hacer ha sido estar con ellos todo el día. En el recreo hemos estado jugando los tres con una pelotita para intentar que el tiempo se nos pasara rápido y no pensar nada en Yolanda, Toni y Amanda, quienes estaban sentados en la otra esquina del patio.

A la hora de comer la situación ha sido la misma, como el resto de la mañana y de la tarde. Pensé que quizás en algún momento dirían o harían algo pero no, ni el más mínimo gesto, y la verdad que no lo entiendo. Que estén así conmigo puedo llegar a comprenderlo pero con ellos, después de todo lo que han pasado juntos y de lo que me consta que se quieren… eso no sé por donde pillarlo, me tiene realmente descolocado aunque mejor eso a que se hubiesen empeorado las cosas, por lo menos es lo que Lucas y yo le hemos aconsejado a Clara, que quería ir a hablar con ellos.

Cuando llegué a casa me puse en el comedor a estudiar para el examen de inglés que tenemos mañana pero no era tan fácil. Mi cabeza estaba en todas partes menos en las letras del libro que tenía delante. El día en el insti con los cinco buenos amigos divididos en dos grupos no ha sido nada fácil de llevar. La situación con Amanda tampoco. Por más que lo intento no puedo dejar de pensar en ella. Intentaba estudiar pero solo podía recordar todos los momentos que hemos vivido juntos, los buenos y los no tan buenos. No esperaba que lo nuestro, aunque solo fuese amistad porque no llegó a más, terminase de esa manera. Y, solo de pensarlo y de recordar las palabras de ayer de mi amiga, me dolía mucho, tanto, que una gran angustia y desesperación me invadía por dentro.

VIDEO

Me levanté y sin ni siquiera recoger las cosas que tenía encima de la mesa me fui de casa. Necesitaba desahogarme con alguien y supongo que esperaba que Lucas me dijese algo distinto a lo que me dijo Clara, por eso me dirigí a su casa.

Cuando llegué toqué varias veces a la puerta pero no obtuve respuesta. Di por sentado que Lucas estaría en casa y me equivoqué totalmente.

En ese momento me sentí más perdido que nunca, como un niño que en el super se ha separado mucho de su madre y no sabe a donde ir. Sentí que me faltaban las fuerzas y me desvanecí cayendo al suelo.

No sé cuanto tiempo después llegó Lucas. Yo seguía allí, tirado por el suelo, pensando en Amanda y en la horrible situación sin fin y sin remedio en la que estamos metidos.

Lucas:¡Arturo! ¿Qué haces aquí?

Arturo:¿Tengo pinta de saberlo?

Lucas:He visto vagabundos y pedigüeños que dan menos lástima que tú. ¿Estás bien?

Arturo:No.

Lucas:¿Quieres pasar?

Arturo:Bueno.

Lucas:Dame la mano que te ayude a levantarte anda.

Lucas:¿Llevas mucho esperándome?

Arturo:No lo sé, he perdido la noción del tiempo.

Lucas:¿Y porqué no me has llamado? Mira que eres tonto.

Arturo:: Pensé que estarías en casa, ni se me pasó por la cabeza que andarías por la pastelería.

Lucas:Vamos a mi cuarto, estaremos más cómodos.

Arturo:Lo que tu digas.

Lucas:Pasa anda.

Arturo:¿Cierro la puerta?

Lucas:Cierra.

Lucas:A ver, ¿qué está pasando por esa cabeza?

Arturo:Nada comparado con lo que pasa por mi corazón.

Lucas:¿Y que le pasa a tu corazón? ¿Qué es lo que te tiene así?

Arturo:Me siento la oveja negra, más friki que el propio Emilio, ojalá nunca hubiese venido a éste pueblo.

Lucas:No digas eso anda, no sé cómo se pueden decir tres tonterías en una misma frase.

Arturo:Es la verdad y seguro que más de uno de vosotros lo ha pensado. Desde que llegué que no hago otra cosa que romper el buen rollo de los guais.

Lucas:Ya sé que el día de hoy no ha sido muy fácil para ninguno pero está situación no la has causado tú, solo Clara y yo somos culpables de ello –trató de hacerle sentir mejor-.

Arturo:Sí, por ayudarme a mí, que consuelo.

Lucas:Se les pasará, les conozco, no te preocupes por eso.

Arturo:Ojalá. Que volváis a ser los cinco amigos de siempre es lo que más me gustaría.

Lucas:Ya no somos cinco, ahora somos seis, y que pasa, ¿que lo que más te gustaría no es arreglar las cosas con Amanda?

Arturo:Cinco Lucas, aunque me duela yo no tengo sitio ahí dentro, y lamentablemente lo de Amanda no tiene arreglo.

Lucas:¡Seis! ¿Y porque no va a tener arreglo? Habla con ella.

Arturo:¿Qué hable con ella? Solo empeoraría las cosas, no quiere verme ni en pintura y la comunicación es cosa de dos, ella hablaría antes con una pared que conmigo.

Lucas:Ahí tienes razón, ahora mismo no está muy comunicativa.

Arturo:¿Puedo sentarme?

Lucas:¿Tienes que preguntármelo? Claro que puedes sentarte.

Arturo:Ayer estuve en casa de Clara. Estuvimos hablando. Me dijo que se equivocó con los sentimientos de Amanda y que está convencida de que ni me quiere ni quiere saber más de mí.

Lucas:Pues si Clara te dijo eso tío…

Arturo:Tú también la conoces muy bien, ¿qué piensas?

Lucas:Lo mismo –dijo tomando asiento-.

Arturo:Joder Lucas se supone que me tienes que animar, no hundirme más.

Lucas:Lo siento pero tengo que decírtelo, los verdaderos amigos se hieren con la verdad para no destruirse con la mentira.

Arturo:Pues me niego a aceptarlo.

Lucas:Venga, has hecho todo lo que has podido, no creo que nadie de nuestra edad haya luchado tanto por una chica como tú pero las cosas no siempre salen como esperamos y, a veces, no conseguir lo que queremos es un golpe de suerte.

Arturo:Solo quiero que me dé un pequeño lugar en su mundo, no pido tanto.

Lucas:Acéptalo Arturo, es hora de conocer a alguien nuevo, deja de esperar lo imposible.

Arturo:Lo sé, pero no imagino mi vida sin ella.

Lucas:No vale la pena tanto sufrimiento, mírate como estás, te mereces ser feliz y si ella no quiere ser esa persona seguro que encuentras un montón que sí.

Arturo:Siempre merece la pena luchar por aquello que vale la pena conseguir Lucas. El triunfo no está en vencer siempre sino en no rendirse nunca.

Lucas:¿Y de que sirve sino consigues tu objetivo? Para nada, eso es una derrota en toda regla.

Arturo:Nunca una derrota. Siempre una lección.

Lucas:Si ya, y perdedor no es quien llega el último sino quien no se atreve a competir. Bla bla bla, deja de usar esas frases de filosofía barata que no sirven de nada, como se nota que eres el hijo de la profe de lengua...

Arturo:Tengo que intentar consolarme con algo.

Lucas:Pues no veo que te sirva para mucho. Tú lo que necesitas no son palabras, son hechos. Te hace falta salir, divertirte, conocer gente nueva y olvidarte de...

Arturo:Tratar de olvidar a Amanda es lo más absurdo que podría hacer nunca. Es mi vecina y mi compañera de clase, tengo que verla todos los días a casi todas horas y estoy enamorado de ella.

Lucas:Ya sé que ahora lo ves muy negro y cuesta arriba pero nos tienes a Clara y a mí para ayudarte en todo lo que podamos, superaremos esto aunque ahora parezca imposible, ya lo verás, el tiempo lo cura todo.

Arturo:El tiempo solo cura lo que el corazón ha dado por muerto pero gracias por los ánimos, se agradece.

Lucas:Ojalá pudiese hacer algo más por ti aunque fuese devolverte la sonrisa apretando un botón o algo así. Éstas cosas de hablar nunca se me han dado muy bien ¿se nota no?

Arturo:No te preocupes, estoy jodido, para que negarlo, pero me siento un poco mejor que cuando vine, por lo menos más resignado. Tengo que irme, se ha hecho tarde.

Lucas:Vamos, te acompañaré hasta la puerta.

Lucas:¿Estás bien?

Arturo:No tengo motivos para estarlo.

Lucas:Pues no te quiero ver así eh, con lo que más vale que te animes o me veré obligado a hacerte cosquillas o algo similar y ya sabes que a mi esas mariconadas no me van nada.

Arturo:Eres un caso perdido Lucas –sonrió-, pero no se qué haría sin ti. Gracias.

Lucas:Que soy un caso perdido hace tiempo que lo sé. Que no sabes qué harías sin mí… me lo creo. Pero ¿gracias? ¡Estás tonto chaval!

Arturo:Ojalá pudiera hacer algo por ti para agradecértelo.

Lucas:¿Cada vez que abras la boca va a ser para decir una tontería? Los amigos estamos para esto, a ver cuando te enteras. Ya llegará el día que yo necesite algo de ti, y estoy seguro que lo tendré.

Arturo:No lo dudes.

Lucas:Ahora lo único que quiero es que cambies el chip, que te animes y cojas fuerzas para empezar una nueva vida sin… con Clara y conmigo. No estás solo ¿vale? No lo olvides.

Arturo:No es tan fácil cambiar el chip y menos cuando lo que deseo es todo lo contrario. Además preferiría estar solo y no contar con vosotros, no os quiero causar más problemas con Amanda y con Toni.

Lucas:Cállate anda, ya has gastado el máximo de chorradas diarias que tenias por decir. Sé que no es fácil pero es lo mejor para ti. Prométeme que por lo menos lo pensaras un poco.

Arturo:Te lo prometo.

Lucas:A ver si es verdad –dijo despidiéndose de él con un abrazo-

Arturo:Que sí pesado, que por lo menos me lo pensaré.

Lucas:Después de cenar estaré conectado al Messenger, si quieres hablar o necesitas cualquier cosa ya sabes, eso o me llamas. Y si no pues nos vemos mañana en el insti.

Arturo:Está bien, “no” gracias.

Lucas: “No” de nada.

Arturo:Hasta mañana.

Lucas:Adiós chavalote.

Me dirigí a casa antes de que se me hiciera más tarde. En ese momento me sentía como en una montaña rusa. Tan pronto estaba arriba que abajo, de subidón como de bajón. A veces me sentía cansado de esperar sentado en la estación donde nunca pasa mi tren y pensaba que Clara y Lucas tenían razón y efectivamente tenía que cambiar el chip. Otras veces pensaba que no hay luz sin oscuridad y que vale la pena la lucha por muy dura que sea la batalla si consigo mi objetivo. ¿Pero cómo conservar el valor y las ganas de luchar cuando no estas seguro de que existe tu objetivo? Me sentía idiota de pensar que quizás no había luz al final de ese camino tan oscuro y lleno de piedras y obstáculos que estaba recorriendo.

No ayudó mucho a sentirme mejor cuando al pasar por delante de la casa de Toni le vi jugando con su hermana. Parecía tan bueno y cariñoso… Y lo debe ser cuando Amanda lo quiere tanto, como si fuese su hermano. Pero entonces ¿por qué yo he tenido tan mala suerte con él? ¿por qué no me traga? Me pregunto si efectivamente es amor de hermano o está enamorado como dijo Lucas y me ve como un rival.

Si ya me sentía mal después de ver a Toni acabé mucho peor cuando un poco más adelante vi en un portal como una pareja se despedía. Estaban abrazados, besándose románticamente. Se les veía tan cariñosos y tiernos… Me puso muy triste. Pensaba en lo bonito que debía ser eso, el tener una persona que te quiera tanto, sobretodo si tu sientes lo mismo por ella. Solo una pregunta daba vueltas en mi cabeza ¿por qué para mi tiene que ser tan difícil?

Me había deprimido tanto ver a esa pareja tan feliz y compararla con Amanda y conmigo que no sé por que calle me metí, pero al ser de noche y estar todo tan oscuro me desorienté completamente. Seguí caminando por esas calles sin conseguir reconocer nada que ayudase a ubicarme. Estaba perdido, no tenía ni la más mínima idea de donde estaba.

CONTINUARÁ... MUY PRONTO

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