Historia cancelada [Historia] Lágrimas Ocultas Cap. 16 -CANCELADO-

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Lágrimas Ocultas será la historia de los secretos familiares que se mantienen ocultos... los cuales causan tanto dolor que provocan lágrimas secretas a sus integrantes.

Aclaración: Algunas imágenes son de baja calidad y muy pqueñas por no haber configurado la cámara a tiempo.

Primer capítulo:

Lucrecia, una joven estudiante de medicina, había llegado al barrio con el dinero que habían ahorrado sus padres ya fallecidos. Ella tenía la idea de que iba a lograr su felicidad, la cual se había mantenido inexistente durante toda su infancia y adolescencia. Sin embargo ella no esperaba enamorarse... aquello no estaba en sus planes de "vida ideal". Se dejó envolver por las palabras de un hombre encantador. Grande fue la desilusión con él, pues no sabía que estabaa casado. Pero para cuando supo esto, ella ya estaba esperando a su primer hijo. No podía creer que sería una madre soltera. Sin embargo tenía la esperanza de que él se sensibilizaría... Pobrecita, pues era un descarado mujeriego.

Pasó el primer mes sin siquiera hablarse.

Finalmente decidió tener a su bebé. Aunque debía reconocer que había fantaseado con la idea de abortarlo o tenerlo y darlo en adopción. Su hijo sería el gran motivo de su vida. Es por eso que comenzó a estudiar mucho más. Necesitaba dinero para alimentar otra boca.

Luego de pensar durante varios días, aceptó que debía decirle a Mateo que sería papá.

Pero sólo al mencionarlo comenzaron a discutir.

Mateo: ¿Qué me estás diciendo?

Lucrecia: ¡Es la verdad!

Mateo: ¡No! Seguramente estás mintiendo ¡Perra mentirosa!

Lucrecia: ¿Cómo puedes tratarme así?

Mateo: Te trato como lo que eres ¡Una ramera! ¡Quién sabe con cuántos te has acostado y ahora quieres hacerme cargo!

Lucrecia: ¡No puedo creer que digas cosas tan horribles! ¡Pensé que me conocías!

Mateo: Yo pensaba lo mismo.

Lucrecia: ¿Me estás hablando en serio?

Mateo: Sí. Además yo ya tengo una familia. Una verdadera familia.

Lucrecia: ¿Qué?

Mateo: Como lo oyes. Tengo una mujer y cuatro hijos ¿Lo entiendes? Tú no eres ni serás nunca nada para mí.

Lucrecia: Está bien. Vete. Sólo óyeme una cosa... jamás, pero jamás intentes acercarte ni a mí ni a mi hijo ¿Lo entiendes? No permitiré que arruines su vida.

Mateo: Quédate tranquila. Ni tú, ni tu bastardo me interesan.

Lucrecia quedó desvastada sentimentalmente. No podía creerlo. Él, el ser más dulce de su mundo, era en verdad la rata más cruel y asquerosa que nunca podría imaginar.

Llamó a su mejor amiga, Begoña, para pedirle consejos. En realidad se sentía mal.

Luego de contarle todo lo que le había ocurrido, su amiga le prometió estar siempre a su lado.

Finalmente luego de unos meses dio a luz a una hermosa niña, a la cual llamó Paulina.

Editado 16 jul 2009 por *+LcP+*

[Doll 0]

Ayy me encantaa ^^ Esta muy chulaa. Continua =)

[*+LcP+* 0]

Ayy me encantaa ^^ Esta muy chulaa. Continua =)

Muchas gracias por tu apoyo

[Mari 13]

Buen comienzo, espero que las proximas fotos sean mas grandes recuerda subirle la calidad para que se vea todo mucho mejor

[Diablilla 5]

Buen comienzo ^^

Pero te digo lo mismo que mari ^^

Sube la calidad de las fotos y el tamaño se veran mucho mejor

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Buen comienzo ^^

Pero te digo lo mismo que mari ^^

Sube la calidad de las fotos y el tamaño se veran mucho mejor

Ya lo hice, pero de todos modos aún me quedan de estas fotos. Luego serán mejores :)

[*+LcP+* 0]

Capítulo 2

Todo el tiempo pensaba en Mateo. Ni en los sueños la dejaba tranquila. Aún, a pesar de que habían transcurrido varios meses, no era capaz de comprender tanta insensibilidad de su parte. Además no tenía demasiado dinero para mantener a su hija y cada día se complicaba más toda su situación.

Sin embargo continuó luchando con el único deseo de hacer feliz a Paulina. Finalmente llegó su primer añito y a falta de amistades (ya que Begoña se había marchado a otro país junto con su marido) sólo preparó un sencillo pastel para su pequeña niña.

El tiempo pasó demasiado de prisa. La niña era un rayito de sol en su vida. Jamás existiría otra razón en su vida que ella. Poco a poco -y con muchísimo esfuerzo- pudo mejorar su entrada económica y su desempeño en el empleo. Aunque también tuvo una demanda mayor de estudios.

Lo que Lucrecia no sabía era que su pequeña estaba preparándose para ser una gran artista. Y este dato pareciera que no tiene importancia, pero más adelante sabrán cuán importante será en la vida de Paulina. El arte la envolverá casi por completo, siendo éste su único escape para la expresión de sus sentimientos más profundos.

Y el tiempo, entre segundo y segundo, volvió a hacer de las suyas. Lucrecia, pese al cansancio físico que tenía, era la mujer más feliz del mundo... tanto que ni siquiera pudo percatarse de la velocidad con la cual el tiempo transcurría... Y finalmente Paulina se convirtió en una hermosísima niña de buenos sentimientos, que no sólo continuó demostrando el placer que sentía por el arte, sino que comenzaba a experimentar con la vida. Sí, ella, Paulina, en poco tiempo atravesaría por distintas situaciones bastante complicadas.

La niñez de Paulina fue de lo mejor. Aunque se veían poco, mantenían una firme relación de amor y esperanza. Ella era una niña sumamente responsable y repleta de las preciosas virtudes que un infante puede tener.

La etapa escolar fue estupenda, aunque su madre quería poder conseguir un cupo para Paulina en una escuela privada, sin embargo la clara división de clases sociales no lo permitieron. De todas formas su hija se convirtió en un ser muy sociable que disfrutaba enormemente de la compañía de sus amigos. Pero había algo que ella no notaba: los niños del curso siempre buscaban estar cerca de Paulina. En verdad ella tenía una belleza pura en su esencia, no sólo en su forma de ser y actuar, sino que también en su forma de sentir. Era una cualidad que resultaba irresistible para todos sus compañeros. Igualmente, como correcta portadora de una desmesurada inocencia, Paulina no captaba los deseos de "noviazgo" de sus amigos.

Aunque la felicidad que ambas sentían era real... Lucrecia no podía olvidar algo... el secreto comenzaba a habitar su conciencia constantemente...

Paulina: Mami... ¿Por qué yo no tengo padre?

Lucrecia: No insistas... algún día te lo contaré. Aún eres pequeña. Deja las lágrimas para la madurez.

Paulina: ¿Y cuándo seré madura?

Lucrecia: Cuando tus mejillas dejen de tener ese tinte rosado que tan bella te hace

Paulina: ¿Y para eso cuánto falta?

Lucrecia: No seas impaciente mi cielo. Aprender a esperar...

Paulina: ¡No es justo!

Lucrecia: ¿Por qué?

Paulina: Todos tienen papá menos yo... además los niños no crecemos nunca

Lucrecia: Ya lo harás.. y ahora ¡A dormir!

Paulina: ¿Puedo dormir contigo?

Lucrecia: ¿Y eso?

Paulina: Es que me siento triste... de repente

Lucrecia: Ven hermosura mía

¿En verdad podría perder el cariño de su hija ante una verdad inalterable?

Y al no tener una respuesta clara... Lucrecia se encerraba en el baño... para llorar amargamente en secreto.

CONTINUARÁ...

Editado 21 abr 2009 por *+LcP+*

[sara-sara 0]

parece interesante

espero ver mas

[Diablilla 5]

Buen capitulo ^^

Espero ver pronto mas y un poco mas largos

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Buen capitulo ^^

Espero ver pronto mas y un poco mas largos

Los haré más largos a medida que le vaya "agarrando la mano".

No es la primera vez que hago historia... yo soy fan de los expedientes secretos x... e hice una historia con ellos de 80 páginas xD sin embargo es la primera vez que lo hago con los sims...

Será una historia muy dramática y que tiene tintes de mi propia vida

[*+LcP+* 0]

Capítulo 3

Luego de muchos días de duro trabajo y esfuerzo, Lucrecia decidió hacerle un gran regalo a su hija. Ella se lo merecía y sus notas en la escuela daban más motivos para hacerle un obsequio. Lucrecia sabía que la creatividad era la característica (y el don) que más resaltaba en Paulina... por lo que escogió algo costoso pero que sin dudas sería sumamente valioso para su ángel. Nada más ni nada menos que un piano y un atril de dibujo.

Al recibir la sorpresa, Paulina casi estalló de emoción. La posesión de estos elementos invaluables era un sueño hecho realidad. Apenas terminó de agradecer a su madre y salió corriendo con la esperanza de convertirse en un futuro en una gran artista. Mientras tanto Lucrecia observaba a su niña desde lejos tocar melodías cual si fuera una experta en el tema. Evidentemente tenía un glorioso futuro por delante.

Sin embargo, aunque la alegría de Paulina era inmensa, la niña llevaba consigo una incógnita que se le enterraba en el alma como si de un cuchillo se tratara... esa duda era un espacio vacío que llenaba sus sueños de colores para convertirlos en pesadillas abrumadoras. Sí, se preguntaba cómo se habían conocido sus padres y por qué había sido rechazada tan cruelmente. No lo comprendía, pues ella era buena y ayudaba en su hogar. Cumplía con las órdenes y respetaba a sus mayores. Sólo sabía su nombre... Mateo, y nada más. Y, como si esto fuese poco, ahora le tocaba soñar con un extraño al que no reconocía. Su subconsciente sabía quién era... pero ella no. Se trataba de Mateo, su papá.

Durante días sólo pensó en ese extraño de cabello rubio... y en su madre. Presentía que entre ellos había una conexión totalmente real... aunque también era real que la ignorancia sobre esto le causaba un profundo dolor. Dolor que no la dejaba en paz ni un segundo. Dolor que la acompañaba en cada paso que daba.

A pesar de su intriga no fue capaz de atraverse a encarar una conversación sobre la familia con su madre... y los años volvieron a transcurrir...

Lucrecia, al ver que Paulina estaba a punto de pasar a la adolescencia, organizó una fiesta de cumpleaños con todos los conocidos de la familia ¡Y hasta Begoña se tomó el tiempo de viajar para ver a su amiga y a su ahijada de corazón!

Y Paulina se transformó en una adolescente de una belleza exterior e interior extrema.

Lucrecia: Hija, realmente estoy orgullosa de ti. Ya eres toda una señorita.

Paulina: Gracias mamá...

Lucrecia: ¿Qué sucede? ¿Acaso no te encuentras feliz?

Paulina: Sí, sí...

Lucrecia: Me alegro entonces. Voy a trabajar cielo, nos vemos en la noche.

Paulina: Adiós má.

*+PENSAMIENTOS DE PAULINA+*

Lucrecia: ¿Qué sucede? ¿Acaso no te encuentras feliz?

Paulina: Sí, sí...

Paulina: Eso creo... ¿Lo soy?

Y sí, ahora sí su vida estaba a punto de dar un vuelco impresionante. Varios descubrimientos estaban a punto de producirse... y la llegada de una persona muy especial sería la razón de su existir.

[Patri 1]

Buen capitulo.Se esta poniendo muy interesante tu historia.Haces un buen trabajo,que bien que subieras la calidad de imagen.Besos

[Diablilla 5]

Buen capitulo se ha visto muy interesante este capi ^^

Y ahora con la calidad mas alta es mucho mejor todo ^^

Espero el proximo capitulo

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Buen capitulo.Se esta poniendo muy interesante tu historia.Haces un buen trabajo,que bien que subieras la calidad de imagen.Besos

Gracias ¡Qué bueno que la historia está gustando!

Offtopic: Me gusta tu firma de frutilla

Buen capitulo se ha visto muy interesante este capi ^^

Y ahora con la calidad mas alta es mucho mejor todo ^^

Espero el proximo capitulo

Gracias por lo de interesante ^^

Sip.. ya se han agotado las fotos en baja resolución

Editado 25 abr 2009 por *+LcP+*

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Capítulo 4

Paulina continuó desarrollando con mayor énfasis su capacidad artística en la música y la pintura. Era una parte de ella... y allí plasmaba todas sus penas más profundas...

Un día decidió que faltaría al colegio. Su mente necesitaba aire puro. Sus neuronas pedían oxígeno. Lo que no esperaba era encontrarse con alguien en el Parque. Y mucho menos, que conversaría con una completa extraña.

Esta mujer, llamada Ana Inés, le cayó mejor de lo que esperaba, pues era una persona culta, inteligente y que brindaba conversaciones sumamente interesantes. Definitivamente había hallado una amiga.

Y, entre frases y frases, no pudo percatarse de que la noche llegaba mientras continuaban charlando.

Hablaron de todo... arte (que era el tema favorito de Paulina), cine, espectáculos... y la compatibilidad era increíble. Definitivamente se llevarían bien y hasta serían excelentes amigas.

Conforme pasaron los días Paulina iba desmejorando en la asignatura más complicada de la Universidad, que era Química. Conversando este tema con Ana pudo conseguir que ella se ofreciera para ayudarla con su tarea.

Inmediatamente, dos horas después, Ana estaba en su casa. Y ... ¡Manos a la obra!

Paulina la observaba atentamente. Realmente la admiraba, pues era todo lo que ella deseaba ser cuando fuera mayor. Una mujer bella, exitosa e inteligente.

Paulina: Quería agradecerle por su tiempo. Gracias a usted pude comprender todo lo que no entendía hasta ahora.

Ana: Cada vez que necesites ayuda no dudes en pedírmela. Siempre me haré un tiempo para ti... y dentro de lo posible trataré de auxiliarte.

Paulina: Muchas gracias Ana.

Ana: No hay nada que agradecer. Ya se está haciendo tarde. Debería irme.

Paulina: ¡Por favor! Lo menos que podría hacer para agradecerle es que se quede a cenar ¿Qué le parece?

Ana: No quisiera molestar. Además tu mamá seguramente llegará cansada del trabajo y querrá conversar con su hija.

Paulina: Descuide, que no la haré trabajar. Es más, yo cocinaré ¿Se queda entonces?

Ana: Está bien, pero sólo una cosa...

Paulina: ¿Qué?

Ana: Tutéame.

Paulina: Imposible...

Ana: ¿Por qué te resulta imposible?

Paulina: Porque siento tanta admiración y respeto hacia su persona, que me es prácticamente imposible tutearla ¿No se enoja?

Ana: No es motivo de molestia... Me quedaré con una condición...

Paulina: ¿Cuál?

Ana: Yo te ayudo a cocinar.

Paulina: Trato hecho.

Cuando llegó Lucrecia, Paulina las presentó:

Lucrecia: ¡Hija! ¡Paulina! ¡Llegué!

Paulina: ¡Hola mamá! Hoy tenemos visitas y no tendrás que cocinar, porque ya lo hemos hecho nosotras.

Lucrecia: ¿Nueva amiga?

Paulina: Así es... ¡Pero ven ya que nos está esperando y la comida se enfría!

Ana: Hola ¿Qué tal? Buenas noches

Lucrecia: Buenas noches. Soy la madre de Paulina, me llamo Lucrecia.

Ana: Mucho gusto en conocerla.

Lucrecia: El placer es mío.

Paulina: Bueno, ya veo que se han conocido. Pues me toca hablar a mí. Ma, ella es Ana. Mi nuevísima y mejor amiga. Hemos estado toda la tarde estudiando química, que como ya sabes, me cuesta mucho entender. Pero me ha ayudado de tal forma que mi cabeza ha entendido todo.

Lucrecia: Increíble ¿Cómo ha hecho? Yo le expliqué mil veces y no hubo caso

Paulina: Mami, se cuenta el milagro pero no el santo. En fin... siéntense que yo sirvo la comida.

Al terminar de cenar Ana se marchó. Quedaron en verse nuevamente.

Paulina: Má, ahora lavaré los platos..

Lucrecia: No te preocupes cielo, yo lo haré. Ve a descansar.

Paulina: ¿Te ha caído bien Ana?

Lucrecia: Cualquier persona que quiera a mi pequeña es bienvenida.

Y cuando Paulina fue a dormir, Sólo soñó con lo agradecida y alegre que se encontraba.

Al fin una noche sin lágrimas.

Editado 29 abr 2009 por *+LcP+*

[Johnny 0]

Me ha encantado este capittulo sigue asi jeje

Editado 29 abr 2009 por Johnny

[*+LcP+* 0]

Me ha encantado este capittulo sigue asi jeje

Muchísimas gracias

[Diablilla 5]

Que bueno estuvo el capitulo

[*+LcP+* 0]

Que bueno estuvo el capitulo

Gracias por tu alentador comentario

[*+LcP+* 0]

Capítulo 5

Al día siguiente Paulina no pudo resistirse... apenas regresó del colegio y la llamó.

Paulina: Hola ¿Hablo con la casa de Ana?

Ana: Sí ¡Hola Paulina!

Paulina: Reconoció mi voz- Contestó sorprendida.

Ana: Cómo no. Dime

Paulina:¿Le gustaría pasarse un rato por mi casa? Necesito hablar con usted

Ana: ¿Qué te sucede? Me preocupas

Paulina: No puedo contárselo por teléfono. Si no puede venir hoy no se preocupe,arreglamos para otra ocasión

Ana: De ninguna forma pequeña. En seguida voy.

Paulina: Muchas gracias.

Ana: De nada.

Paulina: ¡Ah! Y una cosa...

Ana: ¿Qué?

Paulina: No me diga pequeña...

Ana: ¿Por qué no? Me resulta adorable en ti

Paulina: Soy una mujer, no una pequeña.

Ana: Lo siento...

Paulina: Descuide, usted no lo sabía...

Paulina: ¡Muchas gracias por venir tan rápido!

Ana: No me agradezcas... Estoy para ayudarte...

Ana: Bueno... aquí me tienes. Soy toda oídos.

Paulina: Yo nunca le conté... ¿Ha notado que nunca hablo de mi padre?

Ana: Sí. Sin embargo nunca quise preguntar sobre el tema...

Paulina: No lo conozco...

Ana: ¿Y nunca le preguntaste a tu madre sobre..

Paulina: Nunca. Es decir... lo intenté, pero ella nunca me diría quién es.

Ana: ¿Por qué lo dices si nunca lo intentaste?

Paulina: Porque ya tengo 17 y estoy bastante mayor como para que no me lo haya dicho aún... La verdad es que estoy sufriendo mucho. No sé cómo afrontarlo.. ¡Tengo un dolor tan grande dentro del alma! A menudo siento que se me hace trizas...

Ana: No eres la única persona que sufre cielo... Todos tenemos una historia que nos lastima durante mucho tiempo...

Paulina: ¿Por qué lo dice?

Ana: verás... hace ya dos años me separé de mi marido. Me engañó con otra durante un año... finalmente me dejó por ella... que tenía 23 en ese tiempo...

Paulina: ¿Y no ha intentado rehacer su vida?

Ana: Tengo 44 años... una vida hecha y cuatro hijos. Puede que tú, que aún eres joven, tengas otra visión del mundo y del amor. Quizás lo veas como algo telenovelesco, pero yo ya no estoy en edad para esas cosas.

Paulina: No diga eso. Mírese en un espejo. Es hermosa, inteligente y es independiente. Ama a sus hijos, sus amigos la valoran y quienes la conocen la admiran. Tiene todas las chances para empezar de nuevo.

Ana: ¡Es que ya he sufrido tanto! No sabes cuánto he llorado... cuántas noches no he dormido por pensar en ellos. No quiero volver a pasar por lo mismo...

Y esa noche... sólo pudo pensar en Ana ¿Cómo un hombre era capaz de ser tan idiota como para dejar a una mujer así? Si tenía tantas virtudes y tan pocos defectos...

Pasaron las semanas y el lazo entre ellas se hacía más fuerte. Intercambiaban largas conversaciones y se confiaban todos sus pensamientos más profundos...

Entonces, entre palabras y palabras, Paulina lo comprendió todo. Es entonces que comenzó una revolución en su ser... se decidió finalmente a conseguir un empleo. Y sí, lo hizo. Obtuvo un puesto en la oficina de una candidata política. Debido a esto comenzó a perfeccionarse... pues un deseo que aún no entendía estaba impulsándola a hacerlo.

A pesar de todas las interrupciones que la vida intercalaba en su rutina, Paulina no dejó nunca de lado el arte... Sin embargo algo más extraño sucedió: Compuso una hermosa melodía... la cual tenía una dedicatoria.

Definitivamente se aproximaba un época de tormentas emocionales totalmente inevitables.

[Diablilla 5]

Me ha gustado mucho el capitulo,espero con ganas el proximo capitulo

Espero que no tarde

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Me ha gustado mucho el capitulo,espero con ganas el proximo capitulo

Espero que no tarde

¡Me alegra mucho que te haya gustado!

[*+LcP+* 0]

Capítulo 6

No durmió en toda la noche. La composición de esa melodía en su piano era lo más importante hasta ese momento. Cuando la finalizó esperó ansiosamente que el tiempo pasara rápido para poder enseñársela a esa persona especial.

Cuando regresó del colegio, inmediatamente la llamó por teléfono e hizo que el piano sonara como nunca antes.

Paulina: ¡Qué bueno que ha venido!

Ana: Sonabas muy animada en el teléfono ¿Qué es lo que quieres mostrarme?

Paulina: Venga... y escuche.

Al principio Ana no supo cómo responder, pero luego la canción le llegó al corazón al ver el esfuerzo que Paulina le había dedicado. Además era realmente hermoso el tema que había compuesto para ella. Y sólo pudo aplaudir mientras la música sonaba, pues se encontraba halagada y realmente impresionada.

Ana: ¡Muchas gracias angelito!

Paulina: No me agradezca. Lo hice con mucho cariño.

Ana: Eso no se discute, te ha quedado precioso.

Paulina: ¿Le gustó?

Ana: Tanto que me conmovido... ¡Gracias!

Esa misma tarde, cuando Ana se fue, Paulina comenzó una pintura... en la cual plasmó la imagen de su amiga. No se tomó ni cinco minutos de descanso.

Cuando culminó su tarea, la colocó encima de su cama. De esa forma la recordaría todos los días...

Un profundo dolor comenzaba a tomar forma dentro de su corazón. Malos presentimientos y ganas de llorar desmesuradas se unían en su contra. Sin embargo decidió no hacerle caso a estos sentimientos de tristeza... y al ver lo complicado de esto llamó a Ana, su fiel y dulce amiga, para que la distrajera aunque fuera por un par de horas.

Pasaron juntas una tarde inolvidable.

Ana: ¿Qué sucede?

Paulina: Me siento mal

Ana: ¿Qué te duele?

Paulina: Me duele el corazón...

Ana: Temo que sólo puedo consolarte, porque las dos estamos en momentos difíciles... ¡Tengo una idea!

Paulina: ¿Qué?

Ana: ¡Ven conmigo!

Paulina: Ay, no...

Ana: ¡Ven! ¡Anímate!

Paulina: No, no... gracias

Ana: Está bien. Yo primera entonces. Uno, dos y ... ¡Tres!

Ana: Jaja.. hace tiempo que no me divertía así... ¡Tienes mucha fuerza! Ahora es tu turno...

Paulina: No... me da vergüenza...

Ana: ¡Vamos! Nadie nos verá estando detrás de tu casa... además yo ya me animé... ¿Por qué tú no?

Paulina: Está bien, pero un ratito nada más ¿Si?

Ana: ¡Como usted diga!

Paulina: Muchas gracias... en verdad eres una gran, gran y valiosa amiga.

Ana: No me agradezcas que sólo estoy haciendo lo que puedo. No me gusta verte mal.

Paulina: Tengo que hacerle una pregunta...

Ana: Dime

Paulina: ¿Tiene cosquillas?

Ana: No

Paulina: ¡Deje que lo compruebe!

Ana: No te atrevas...

Paulina: ¡Claro que sí!

Ana: Jajaja

Ana: ¡No vale! ¡Ya verás!

Luego de descansar un rato, pues habían utilizado mucha energía, las dos tenían hambre. Y conversaron del bello día que estaban pasando entre risas y carcajadas.

Paulina: ¡Es uno de los días más alegres de mi vida!

Ana: Debo aceptar que es una hermosa tarde.

Pero luego, sin que se dieran cuenta, surgió el tema amoroso...

Ana: ¿Ya tienes novio?

Paulina: Eeeh, no...

Ana: ¿Y algún pretendiente?

Paulina: Que yo sepa, no...

Ana: ¿Te incomodaste?

Paulina: No, es sólo que no acostumbro a hablar de estos temas. En realidad... no sé por qué no tengo novio. Todas mis compañeras y conocidas de mi edad ya van por el segundo o tercer novio...

Ana: No te preocupes, cada corazón tiene su tiempo.

Finalmente, llegada la noche, se despidieron.

Paulina sentía una gran felicidad en su interior... sin embargo algo comenzó a crecer dentro de ella y, escondida de su madre, estalló en llanto... Ya era de madrugada cuando tuvo que levantarse alarmada de su cama, aunque estaba completamente agotada... primero, lloró en el baño... pero, temiendo que Lucrecia la descubriera, salió al patio, en donde hacía algunas horas atrás había reído a más no poder... y ahora lloraba sin consuelo.

Entonces, mirando al cielo estrellado, lanzó una súplica:

Paulina: ¡Dios mío! ¿Qué es esto que siento adentro y que no me deja en paz? ¡Por favor! Quítame las dudas ¿No ves que estoy sufriendo? ¿No lo ves? ¿Tan ciegos son los ojos de los que me rodean que nadie es capaz de divisar mi pena?

Iba a repetir el ruego, pero la luz se hizo en su mente y pronto lo comprendió todo cuando en ella se desató el nudo de su garganta.

Paulina: No, no puede ser... no es posible... ¡No lo es! ¿Por qué? ¡Prefiero el sufrimiento por lo que no sabía que el sufrimiento que me produce el saber en este momento!

Y sólo un nombre se repetía en el silencio de su alma:

"Ana Inés"

Y sí, sí estaba enamorada...

Editado 3 may 2009 por *+LcP+*

[Johnny 0]

Alaaaa se ha enamorado de Ana? que interesante!!!

[*+LcP+* 0]

Alaaaa se ha enamorado de Ana? que interesante!!!

Jaja.. ¿Verdad que sí?

Y se va a poner mejor